Thief of my sins, savior of my sorrows. - Ben.
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Thief of my sins, savior of my sorrows. - Ben.
Lunes de la tercer semana, hora del almuerzo. Despejado y sin brisas.
Andaba con ganas de cantar un poco, como siempre, pero ese día eran un poco más intensa. Sonrió mientra caminaba con su guitarra tras la espalda, caminando por los jardines del castillo. No había almorzado con los demás, en tanto habían concluido las clases la pelirroja había corrido donde el Gran Comedor y tras envolver un poco de ensalada en un tupper de plástico y una botella de jugo de calabaza y, tras guardar todo en su morral de cuero negro, salió corriendo nuevamente hacia los jardines, ya con su guitarra a cuestas. Molly era una muchacha muy básica, demasiado quizás, que se conformaba con poco y le agradaba que así fuese. Era sencilla, aunque no lo aparentara.
Llegó al jardín cuando algunos salían tarde de sus clases y se dirigían al comedor, nadie se perdía esa hora normalmente. La huffie se sentó junto a una banca y dejó en ella la funda de su guitarra y su secuestrado almuerzo, mientras ella se hacía lugar en el césped con su instrumento y su cuadernito de canciones. Comenzó con unos acordes de sol, bastante suaves. Abrió la última hoja que había escrito, aprovechando la soledad del terreno para calentar su voz. Leyó mentalmente las pocas frases que tenía, para luego intentar coordinarlas.
- I just came ..to tell you that you are, exactly what I need. - Era un tono lento, que se adaptaba perfectamente a la guitarra y a la voz dulce y en ese momento media de la Weasley. - What are you, my biggest reality and desire. - Había escrito aquello pocos días atrás, cuando la inspiración la había atacado una noche - What are you, thief of my sins, savior of my sorrows. - Amaba esa frase en particular, era bastante romántica pero era suya, y le provocaba ternura.
Última edición por Molly P. Weasley el Miér Mayo 25, 2011 11:28 am, editado 1 vez
Re: Thief of my sins, savior of my sorrows. - Ben.
De normal los jueves tenía una hora libre antes de comer y, en vez de dedicarse a hacer cualquier otra cosa, marchaba a comer antes, aprovechando para tomar más de una manzana y luego salir al césped del colegio, a esperar a su clase de Encantamientos de después de comer. Así pues se fue cruzando con diversos conocidos en su recorrido hacia el hoy soleado terreno verde. Mordía su manzana con gusto mientras caminaba por los terrenos, todavía saludando a un que otro rezagado, hasta que todo quedó en completo silencio y armonía. Entonces el joven Raven no tuvo más que hacer que tumbarse en la hierba, dando algún que otro mordisco a la sabrosa pieza de fruta. Suspiraba de vez en cuando, mientras veía las pequeñas nubes blancas pasar adornando el azulado cielo.
Una suave y melódica voz lo despertó de su ensueño, parecía no estar sólo. Con cuidado se incorporó y, tras dar un mordisco a su manzana, caminó hasta dar con una cabellera pelirroja que conocía muy bien. Instantáneamente una sonrisa se instauró en sus labios y, dando un bocado más a su manzana, se tumbó detrás de ella, sin querer incomodarla, simplemente escuchar lo bien que compaginaba su voz con la guitarra. La poca letra que había escuchado ya le había cautivado, si era obra de su amiga sin duda era digno de loar.
El chico dio un silencioso mordisco, todavía su mirada perdida en el cielo mientras se dejaba mecer por la música y voz de Molly, pensativo. Sentía cierta envidia sana, ojalá él tuviera una buena voz en vez de aquello que muchos llamaban gato atropellado (aunque al chico le pareciera de mejor calibre incluso que la de algunos artistas de la época). Pero lo de Molly era diferente, ella cantaba, no maullaba como Farrell cuando gesticulaba y hacía el imbécil con alguna canción muggle.
Una suave y melódica voz lo despertó de su ensueño, parecía no estar sólo. Con cuidado se incorporó y, tras dar un mordisco a su manzana, caminó hasta dar con una cabellera pelirroja que conocía muy bien. Instantáneamente una sonrisa se instauró en sus labios y, dando un bocado más a su manzana, se tumbó detrás de ella, sin querer incomodarla, simplemente escuchar lo bien que compaginaba su voz con la guitarra. La poca letra que había escuchado ya le había cautivado, si era obra de su amiga sin duda era digno de loar.
El chico dio un silencioso mordisco, todavía su mirada perdida en el cielo mientras se dejaba mecer por la música y voz de Molly, pensativo. Sentía cierta envidia sana, ojalá él tuviera una buena voz en vez de aquello que muchos llamaban gato atropellado (aunque al chico le pareciera de mejor calibre incluso que la de algunos artistas de la época). Pero lo de Molly era diferente, ella cantaba, no maullaba como Farrell cuando gesticulaba y hacía el imbécil con alguna canción muggle.
Benjamin FarrellRAVENCLAW - Mensajes : 91
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Fecha de inscripción : 23/03/2011
Re: Thief of my sins, savior of my sorrows. - Ben.
La pelirroja estaba ensimismada en su canción, siempre le sucedía. Una batalla podía estar llevándose a cabo y no lo notaría. Se concentraba demasiado en su poesía y en su música, en la expresión de sus sentimientos. Soñaba que cuando tuviese la mayoría de edad, y cantara en un enorme escenario con su banda, al estilo Brujas de MacBeth, y que la sociedad mágica - ¿y por qué no muggle? - la representara como una artista con una intensa manera de explayarse. Últimamente todo lo que escribía era demasiado metafórico, y sus músicas eran suaves. Andaba necesitando un poco de Rock and Roll que quebrantara la serenidad que ella no tenía.
- Who turns tears into smiles, and with only one out of joint bright-eyed look - sonrió ante esa frase, mientras dejaba patinar algunas palabras en sus labios, acompañando siempre con su guitarra y los tonos medianos de sol y la agudos, con acordes primerizos. Suspiró, un error en la guitarra. Dejó sus manos apoyadas en la madera de la misma y se estiró sobre el instrumento para corregir una nota del cuaderno que acababa de colocar pero no pegaba.
La melodía era sumida y agradable, casi pegadiza. Era una mezcla de varios estilos de música, no era romántico como el melódico, ni cursi como el pop, ni tan rebelde como el rock. Era un conjunto, le agradaba que aquellas transformaciones alocadas. Volvió a comenzar, pronto venía su parte favorita. El viento dejaba que la música se trasladara por el jardín, en ese momento se le antojaba una fogata. Seguro que sus amigos aguilitas se unían a su idea.
- Who turns tears into smiles, and with only one out of joint bright-eyed look - sonrió ante esa frase, mientras dejaba patinar algunas palabras en sus labios, acompañando siempre con su guitarra y los tonos medianos de sol y la agudos, con acordes primerizos. Suspiró, un error en la guitarra. Dejó sus manos apoyadas en la madera de la misma y se estiró sobre el instrumento para corregir una nota del cuaderno que acababa de colocar pero no pegaba.
La melodía era sumida y agradable, casi pegadiza. Era una mezcla de varios estilos de música, no era romántico como el melódico, ni cursi como el pop, ni tan rebelde como el rock. Era un conjunto, le agradaba que aquellas transformaciones alocadas. Volvió a comenzar, pronto venía su parte favorita. El viento dejaba que la música se trasladara por el jardín, en ese momento se le antojaba una fogata. Seguro que sus amigos aguilitas se unían a su idea.
Re: Thief of my sins, savior of my sorrows. - Ben.
Mantuvo su mirada en el cielo, llevándose la mano con la manzana de forma exagerada, dando mordiscos leves, para nada sonoros al lado de Molly y su guitarra. Su música parecía alternativa, el chico no pudo en un primer momento judgar con exactitud las características de lo que tocaba y es que, por mucho que lo negara, no era para nada un entendido en el tema. Se dejó llevar por la música mientras masticaba largo y tendido, en una de estas un trozo de manzana se le cuela y empieza hacer espasmos sin llegar a alertar a Molly, no tosería, no gritaría, no podía parar la música que salía de ella. Se levantó levemente, tomando algo de espacio de distancia y empezó a mover el cuello rítmicamente hacia adelante, intentando que aquel trozo de manzana saliera. Por fin lo consigue y el trozo de manzana acaba volando sin rumbo fijo, atravesando el jardín hasta caer en algún lugar lejano. Inspira, espira, inspira, espira y vuelve a inspirar, intentando regular su cadencia. Después se tumba de nuevo cerca de ella, siguiendo ahora con más atención la canción que tocaba.
En aquel día otoñal que más parecía veraniego el chico pensó que allí lo poco que faltaba es el lago y poder bañarse escuchando aquella voz y música de fondo. Cuando termina su canción aprovecha para hacer acto de aparición y alza ambos brazos hacia arriba, aplaudiendo poco a poco, en un creccendo incesante hasta que decide parar. -Vaya Molly.- las palabras le salen algo desafinadas, presa de la sequedad que dejó aquel trozo de manzana en su boca, carraspea, muerde la manzana de nuevo, mastica y continúa hablándole.
-No sabía que solías escaparte a la hora de comer aquí...- admitió con tranquilidad, sonriendo. - Aunque el concepto de conciertos privados no es que me decepcione.- añadió, llevándose ambos brazos detrás de su cabeza, mientras mantenía su mirada en las nubes un poco más.
En aquel día otoñal que más parecía veraniego el chico pensó que allí lo poco que faltaba es el lago y poder bañarse escuchando aquella voz y música de fondo. Cuando termina su canción aprovecha para hacer acto de aparición y alza ambos brazos hacia arriba, aplaudiendo poco a poco, en un creccendo incesante hasta que decide parar. -Vaya Molly.- las palabras le salen algo desafinadas, presa de la sequedad que dejó aquel trozo de manzana en su boca, carraspea, muerde la manzana de nuevo, mastica y continúa hablándole.
-No sabía que solías escaparte a la hora de comer aquí...- admitió con tranquilidad, sonriendo. - Aunque el concepto de conciertos privados no es que me decepcione.- añadió, llevándose ambos brazos detrás de su cabeza, mientras mantenía su mirada en las nubes un poco más.
Benjamin FarrellRAVENCLAW - Mensajes : 91
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Fecha de inscripción : 23/03/2011
Re: Thief of my sins, savior of my sorrows. - Ben.
Molly ignoraba por completo al joven tras ella, a pocos pasos, que había estado por ahogarse con un trozo de manzana. Al estar con su guitarra todo lo demás tiende a desaparecer, por lo menos cuando está sola, lo que es lo más normal. - You are unique and vital, contagious and viral. Demolition of truths, producer of fantasies - La melodía volvía a repetirse, pero le estaba escaseando la letra que seguía; la pelirroja dejó que la última frase escrita en ese pequeño párrafo de versos cortos y metafóricos saliera de sus labios acompañado de música, para luego concentrarse en su cuadernito para colocar alguna frase más que se le ocurriese.
Suspiro, recostando horizontalmente su instrumento sobre su regazo; se estiró y cerró su cuaderno, dejándose tranquilizar por la brisa antes de escuchar un aplauso en creccendo. Molly giró su cabeza sobre su propio hombro, voltéandose espontáneamente sorprendida, curiosa. A uno o dos pasos de ella, tras su espalda, estaba Benjamin Farrell, su amigo aguilita. Le sonríe ante el aplauso, con las mejillas hechas fuego por unos segundos breves. Observa la manzana que él come, recordando que debe terminarse su ensalada.
Rió ligera, quizás aún avergonzada por la situación. Molly no era de tocar en público, pero sus cercanos sabían de su especial pasión por la música. - A veces, cuando estoy "inspirada" y todo eso.. - le dijo, haciendo las comillas con los dedos. Molly notó que no veía a Ben hacía varios días, con una sonrisa cómplica dejó su guitarra de lado y saltó sobre él, abrazándolo con ese afecto suyo.
Suspiro, recostando horizontalmente su instrumento sobre su regazo; se estiró y cerró su cuaderno, dejándose tranquilizar por la brisa antes de escuchar un aplauso en creccendo. Molly giró su cabeza sobre su propio hombro, voltéandose espontáneamente sorprendida, curiosa. A uno o dos pasos de ella, tras su espalda, estaba Benjamin Farrell, su amigo aguilita. Le sonríe ante el aplauso, con las mejillas hechas fuego por unos segundos breves. Observa la manzana que él come, recordando que debe terminarse su ensalada.
Rió ligera, quizás aún avergonzada por la situación. Molly no era de tocar en público, pero sus cercanos sabían de su especial pasión por la música. - A veces, cuando estoy "inspirada" y todo eso.. - le dijo, haciendo las comillas con los dedos. Molly notó que no veía a Ben hacía varios días, con una sonrisa cómplica dejó su guitarra de lado y saltó sobre él, abrazándolo con ese afecto suyo.
Re: Thief of my sins, savior of my sorrows. - Ben.
Se golpeó con fuerza el pecho, intentando reestablecer su preciosísima voz, justo después de darse a conocer y de loar lo bien que conseguía unir melodía y voz; obviando las interesantes letras de sus canciones. Ella intentó evitar el pequeño halago que el raven hacía y aquella intentona, junto con el pequeño rubor que apareció durante milésimas de segundo, hicieron que Ben sonriera con tranquilidad. La excusa le hizo además asentir. -Claro, claro, la escurridiza inspiración.- recalcó con perspicacia, mientras contemplaba la sonrisa cómplice que se creaba en los labios de Molly. El chico alzó una ceja, intrigado, pero poco le duró el suspense pues se abalanzó sobre él en un afectuoso abrazo que no rechazó.
La abrazó a ella también, con una sonrisa inevitable en los labios, antes recapacitar. -Hmm, hacía tiempo que no nos veíamos.- y aquello era bien extraño, pero real, hacía como dos días o más que no había visto a la pelirroja por Hogwarts o exteriores cuando de normal solía encontrársela más fácilmente. El chico se soltó del abrazo para cuestionarla.
-Dos preguntas; ¿Qué tal? y ¿Qué te inspira esa música tan buena?- alzó una ceja, intrigado, él también quería inspirarse de aquella manera y conseguir tocar bien un instrumento pues la voz era perfecta en él por mucho que la gente se quejara cuando ofrecía sonatas a las tres de la mañana. Dio un nuevo mordisco a su manzana, fruta preferida donde las haya, masticando con brevedad, de nuevo recostándose sobre la cómoda hierba.
La abrazó a ella también, con una sonrisa inevitable en los labios, antes recapacitar. -Hmm, hacía tiempo que no nos veíamos.- y aquello era bien extraño, pero real, hacía como dos días o más que no había visto a la pelirroja por Hogwarts o exteriores cuando de normal solía encontrársela más fácilmente. El chico se soltó del abrazo para cuestionarla.
-Dos preguntas; ¿Qué tal? y ¿Qué te inspira esa música tan buena?- alzó una ceja, intrigado, él también quería inspirarse de aquella manera y conseguir tocar bien un instrumento pues la voz era perfecta en él por mucho que la gente se quejara cuando ofrecía sonatas a las tres de la mañana. Dio un nuevo mordisco a su manzana, fruta preferida donde las haya, masticando con brevedad, de nuevo recostándose sobre la cómoda hierba.
Benjamin FarrellRAVENCLAW - Mensajes : 91
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Fecha de inscripción : 23/03/2011
Re: Thief of my sins, savior of my sorrows. - Ben.
Benjamin era su amigo más cercano, quizás, junto a Caleb y Phillipe, por lo que podía reírse y contar con él cuanto quisiera, de la forma en que lo necesitara. Si había algo que Molls vivía agradeciendo a Merlín era que tuviese tantos amigos, y es que realmente no tiene enemigos porque no le gusta perder el tiempo en eso, y es hostil sólo cuando su paciencia estalla, y si tiene que ser sincera tiene un cupo de paciencia y soporte demasiado amplio para alguien sano de mente; pero no es algo que se pueda evitar, cada uno con su personalidad y sus características diferentes.
Se encontró a sí misma recostada sobre el césped cuanto a él, ya tras la muestra efusiva de cariño. Asintió, confirmando su tesis. - Es que te la pasas leyendo en la biblioteca y a mi no me prestas atención - fingió estar lamentándose como una condenada, llevando sus manos a su rostro y cubriéndose con las mismas de manera desolada. Espió por entre sus dedos, riéndose levemente, para luego escuchar las preguntas que le formulaba el moreno.
- Oh, bueno, todo es muy extraño Ben... - murmuró, pero en realidad se le notaba que no quería hablar de eso. - Ya sabes, lo que sucedió en el bosque... - Molly odiaba traer pensamientos feos a su cabeza, y era por eso que aún era tan cría, porque no sabía afrontar las situaciones que le caían encima y prefería pensar en cualquier otra tontería con tal de no verse en la obligación de madurar al respecto. Se había pegado el susto de su vida esa noche, realmente lo recordaba y se le erizaba la piel, ella aún no caía en la realidad, era tan imposible... No, no quería ni pensar en ello.
- Y con respecto a la inspiración, nunca lo supe. - ¡Qué bueno que podía cambiar de tema! - Viene y se va, es bastante sencillo. Aunque algo fastidioso si quieres expresarte y no te salen las palabras - se encogió de hombros, mientras alcanzaba su varita con el brazo derecho y sin pronunciarlo, trajo hasta ella su tupper de ensaladas mixtas y una pequeña cuchara descartable que llevaba en su bolso de cuero, preparada para lo que, en la familia Weasley, se llamaba comer como era debido.
Se encontró a sí misma recostada sobre el césped cuanto a él, ya tras la muestra efusiva de cariño. Asintió, confirmando su tesis. - Es que te la pasas leyendo en la biblioteca y a mi no me prestas atención - fingió estar lamentándose como una condenada, llevando sus manos a su rostro y cubriéndose con las mismas de manera desolada. Espió por entre sus dedos, riéndose levemente, para luego escuchar las preguntas que le formulaba el moreno.
- Oh, bueno, todo es muy extraño Ben... - murmuró, pero en realidad se le notaba que no quería hablar de eso. - Ya sabes, lo que sucedió en el bosque... - Molly odiaba traer pensamientos feos a su cabeza, y era por eso que aún era tan cría, porque no sabía afrontar las situaciones que le caían encima y prefería pensar en cualquier otra tontería con tal de no verse en la obligación de madurar al respecto. Se había pegado el susto de su vida esa noche, realmente lo recordaba y se le erizaba la piel, ella aún no caía en la realidad, era tan imposible... No, no quería ni pensar en ello.
- Y con respecto a la inspiración, nunca lo supe. - ¡Qué bueno que podía cambiar de tema! - Viene y se va, es bastante sencillo. Aunque algo fastidioso si quieres expresarte y no te salen las palabras - se encogió de hombros, mientras alcanzaba su varita con el brazo derecho y sin pronunciarlo, trajo hasta ella su tupper de ensaladas mixtas y una pequeña cuchara descartable que llevaba en su bolso de cuero, preparada para lo que, en la familia Weasley, se llamaba comer como era debido.
Re: Thief of my sins, savior of my sorrows. - Ben.
Iba mordisqueando la manzana poco a poco, en un movimiento exagerado y suntuoso en el que movía su brazo derecho cual serpiente hasta llevar la fruta a su boca y atacarla con sus dientes. Recordó un vídeo muggle y no pudo evitar hacer una tontería de las suyas, quizás no entendida por su amiga, pero que le resultaría divertida a él.
-Hey apple...- saludo, casi en un susurro. -Benny.- y acto seguido se llevó la pieza de fruta a los labios, mordiéndola cual monstruo. Tras haber engullido parte de su presa rió con sorna y se mantuvo escuchando las palabras de su amiga pelirroja. Eso no era verdad, no se pasaba todo el tiempo leyendo en la biblioteca. Su Happy Time le cubría de cinco y media de la tarde a siete pero luego estaba completamente libre quitando clases y entrenamientos de Quidditch.
-No es verdad Molls.- advirtió. -Lo que pasa es que eres muy escurridiza- la vió lamentarse con total credibilidad y el chico hizo un puchero con sus labios, el inferior sobresaliendo mientras su mirada tornaba en una expresión melodramática. -No te enfades, que Benny ha vuelto.- dijo cambiando de expresión radicalmente, sonrisa radiante y maniática donde las haya, su mirada rezumaba locura auténtica.
Pero ésta se esfumó con el último comentario de su amiga. Odiaba lo sucedido en el bosque, se sentía completamente el artífice de todo aquello y no le gustaba pensar demasiado en el número de víctimas, dañados y demases. Su mente infantil había convertido aquello en una trampa... por mucho que intentara ocultarlo necesitaba madurar urgentemente. Labios ladeados y completamente cerrados, expresión que denotaba aquella confrontación de sentimientos e ideas, mezcla de confusión y de culpabilidad que revolvían su estómago. Se aferró a la manzana dándole otro mordisco más, casi acabando con ella y finalmente se digno a hablar.
-Pensé que no podía pasar Molls...- se disculpó, incapaz de quitarse todo aquel remordimiento. -Y ahora me veo el epicentro de todo lo sucedido.- se sinceró con su amiga. Ahora no había sonrisas, no había locura, había un segundo Ben, un Ben que en estos momentos estaba angustiado. -Ha muerto gente... por mi culpa.- exacto, por su culpa y por la de nadie más y no podía ocultarlo. ¡Habían herido a Allie! Y él había huído como cobarde, presa del miedo, en la estampida de jóvenes que tras la entrada mortífaga marcharon corriendo.
-Aunque intente esconderlo me siento completamente mal, Molly.- acabó afirmando. Era la única persona con la que había hblado después de todo aquello y la única que sabía sobre que se sentía tan mal al respecto. Ahora más que nunca su locura era mera fachada, quizás era hora de crecer, dejar atrás todo aquello y empezar a madurar en todos los sentidos.
-Hey apple...- saludo, casi en un susurro. -Benny.- y acto seguido se llevó la pieza de fruta a los labios, mordiéndola cual monstruo. Tras haber engullido parte de su presa rió con sorna y se mantuvo escuchando las palabras de su amiga pelirroja. Eso no era verdad, no se pasaba todo el tiempo leyendo en la biblioteca. Su Happy Time le cubría de cinco y media de la tarde a siete pero luego estaba completamente libre quitando clases y entrenamientos de Quidditch.
-No es verdad Molls.- advirtió. -Lo que pasa es que eres muy escurridiza- la vió lamentarse con total credibilidad y el chico hizo un puchero con sus labios, el inferior sobresaliendo mientras su mirada tornaba en una expresión melodramática. -No te enfades, que Benny ha vuelto.- dijo cambiando de expresión radicalmente, sonrisa radiante y maniática donde las haya, su mirada rezumaba locura auténtica.
Pero ésta se esfumó con el último comentario de su amiga. Odiaba lo sucedido en el bosque, se sentía completamente el artífice de todo aquello y no le gustaba pensar demasiado en el número de víctimas, dañados y demases. Su mente infantil había convertido aquello en una trampa... por mucho que intentara ocultarlo necesitaba madurar urgentemente. Labios ladeados y completamente cerrados, expresión que denotaba aquella confrontación de sentimientos e ideas, mezcla de confusión y de culpabilidad que revolvían su estómago. Se aferró a la manzana dándole otro mordisco más, casi acabando con ella y finalmente se digno a hablar.
-Pensé que no podía pasar Molls...- se disculpó, incapaz de quitarse todo aquel remordimiento. -Y ahora me veo el epicentro de todo lo sucedido.- se sinceró con su amiga. Ahora no había sonrisas, no había locura, había un segundo Ben, un Ben que en estos momentos estaba angustiado. -Ha muerto gente... por mi culpa.- exacto, por su culpa y por la de nadie más y no podía ocultarlo. ¡Habían herido a Allie! Y él había huído como cobarde, presa del miedo, en la estampida de jóvenes que tras la entrada mortífaga marcharon corriendo.
-Aunque intente esconderlo me siento completamente mal, Molly.- acabó afirmando. Era la única persona con la que había hblado después de todo aquello y la única que sabía sobre que se sentía tan mal al respecto. Ahora más que nunca su locura era mera fachada, quizás era hora de crecer, dejar atrás todo aquello y empezar a madurar en todos los sentidos.
Benjamin FarrellRAVENCLAW - Mensajes : 91
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Fecha de inscripción : 23/03/2011
Re: Thief of my sins, savior of my sorrows. - Ben.
Mientras él disfrutaba de su manzana, o la terminaba mejor dicho, Molls almorzaba esa ensalada que había robado del Gran Comedor con la intención de tocar un poco de música a la hora del almuerzo, pues resultaba que estaba bastante inspirada a esas horas. Eso no significaba que le molestara la presencia de Ben, al contrario, en Hogwarts era difícil encontrarse constantemente con los amigos, pues el castillo era enorme y ellos ni siquiera estaban en la misma casa; por eso era que se regocijaba tanto en esos encuentros, por más cortos que fuesen. Sonrió ligeramente de lado ante su susurro, sonándole familiar esas dos cortas palabras: Roxy se le vino a la mente, quizás de ella lo había escuchado. Aún así no le preguntó, quería seguir el hilo de la conversación porque hacía bastante no hablaba con él. Asintió, le diría Benny la próxima, a veces se le olvidaba llamarlo así.
Molls sabía que él no se la pasaba estudiando, pero siempre le decía eso a él y a Allie, hasta a Rosie se lo decía. Eso de tener tantos amigos inteligentes terminaría enloqueciéndola algún día, ¿por qué ella no podía ser tan inteligente también? Entreabrió los labios con sorpresa ante lo que él le decía, y luego frunció el ceño, medio a punto de decir algo en su defensa porque no es que fuese tan escurridiza. ¿O si? Bueno, quizá... Todo pensamiento murió porque la ternura que el puchero de Ben la hizo reírse en silencio, negando con la cabeza por un momento. Molly estaba acostumbrado a la dualidad de su amigo, como la de esos momentos, y había aprendido a adorar esa personalidad alocada suya.
El ambiente entre ellos se tensó, y había sido su culpa. En el momento no había reaccionado en qué podía estar pasando por la mente de su amigo de Ravenclaw, y lo que menos quería era que él recordara algo de lo que se creyera responsable, y que claramente no era. Estúpida Molly. La pelirroja no giró el rostro para ver a su amigo hasta que él terminó de hablar, antes estaba con los ojos fijos en el cielo. Frunció los labios con pena mientras lo escuchaba, él no merecía estar torturándose así, sintiendo ese remordimiento.
- Hey, escúchame... - dijo, ladeando su cuerpo recostado sobre el césped para que quedase mirando hacia él. Molls sabía que no era lo suficientemente lista como para utilizar palabras que lo hicieran entrar en razón o quizás no se expresaba como realmente quería y no podía hacerse comprender, pero lo intentaría. Aunque quisiera dejar el tema atrás, primero probaría algunas estrategias torpes y sencillas para que él no se sintiera como se sentía. - Sé que no soy la mejor en esto pero, no te sientas culpable Benny, porque no lo eres. - Sonrió torcido, entristecida momentáneamente. - Imagino como debes sentirte, debe ser horrible. - se mordió los labios, pensativa: alguna palabra, alguna frase que pudiese ayudarlo. Pero no, nada. - Era sólo una fiesta, no es culpa tuya que haya... montruos como ellos... - Llevó una mano a su frente, comenzaba a ponerse nerviosa al respecto, jamás le había gustado hablar de lo que la afectaba. Se acomodó un mechón de cabello suelto tras su oreja, cerca de su cola de caballo. - Esos chicos inocentes... te aseguro que a la persona que menos culparían es a ti - murmuró en tono bajo, segura de lo que decía de todas formas. Tomó la mano de su Benny y la apretó, amiga.
Molls sabía que él no se la pasaba estudiando, pero siempre le decía eso a él y a Allie, hasta a Rosie se lo decía. Eso de tener tantos amigos inteligentes terminaría enloqueciéndola algún día, ¿por qué ella no podía ser tan inteligente también? Entreabrió los labios con sorpresa ante lo que él le decía, y luego frunció el ceño, medio a punto de decir algo en su defensa porque no es que fuese tan escurridiza. ¿O si? Bueno, quizá... Todo pensamiento murió porque la ternura que el puchero de Ben la hizo reírse en silencio, negando con la cabeza por un momento. Molly estaba acostumbrado a la dualidad de su amigo, como la de esos momentos, y había aprendido a adorar esa personalidad alocada suya.
El ambiente entre ellos se tensó, y había sido su culpa. En el momento no había reaccionado en qué podía estar pasando por la mente de su amigo de Ravenclaw, y lo que menos quería era que él recordara algo de lo que se creyera responsable, y que claramente no era. Estúpida Molly. La pelirroja no giró el rostro para ver a su amigo hasta que él terminó de hablar, antes estaba con los ojos fijos en el cielo. Frunció los labios con pena mientras lo escuchaba, él no merecía estar torturándose así, sintiendo ese remordimiento.
- Hey, escúchame... - dijo, ladeando su cuerpo recostado sobre el césped para que quedase mirando hacia él. Molls sabía que no era lo suficientemente lista como para utilizar palabras que lo hicieran entrar en razón o quizás no se expresaba como realmente quería y no podía hacerse comprender, pero lo intentaría. Aunque quisiera dejar el tema atrás, primero probaría algunas estrategias torpes y sencillas para que él no se sintiera como se sentía. - Sé que no soy la mejor en esto pero, no te sientas culpable Benny, porque no lo eres. - Sonrió torcido, entristecida momentáneamente. - Imagino como debes sentirte, debe ser horrible. - se mordió los labios, pensativa: alguna palabra, alguna frase que pudiese ayudarlo. Pero no, nada. - Era sólo una fiesta, no es culpa tuya que haya... montruos como ellos... - Llevó una mano a su frente, comenzaba a ponerse nerviosa al respecto, jamás le había gustado hablar de lo que la afectaba. Se acomodó un mechón de cabello suelto tras su oreja, cerca de su cola de caballo. - Esos chicos inocentes... te aseguro que a la persona que menos culparían es a ti - murmuró en tono bajo, segura de lo que decía de todas formas. Tomó la mano de su Benny y la apretó, amiga.
Re: Thief of my sins, savior of my sorrows. - Ben.
Dr. Jekyll & Mr. Hyde habían hecho aparición en el joven chico que ahora mismo se decantaba por lo triste, lo oscuro, lo sombrío. Inspiró y suspiró con fuerza, encogiendo sus hombros con la cabeza agachada en un movimiento que denotaba ante todo auto-decepción. Las palabras de Molls consiguieron reconfortarlo en cierto modo y no pudo evitar sonreír con un deje todavía triste en su mirada. No había hablado con Allie, siquiera había intentado contactar con ella, tampoco sabía sobre el balance de heridos y muertos, pero el problema no era el número. Todo aquello residía en la existencia de víctimas, cuantas fueran. Víctimas que aquel día se habían reunido en un lugar en el que Ben tenía confianzas de ser un bastión impenetrable; falló.
Observó a Molls de nuevo y quedó unos segundos serio, entristecido. Era verdad que no dependía de él la existencia de esos... monstruos. Pero no dejaba de lado su cobardía, había escapado, no había luchado siquiera; se había dado a la fuga sin mediar palabra con nadie más, abandonando a sus huéspedes a la intemperie en aquel lugar desprotegido. ¿Cuanto había pasado hasta la llegada de medios de seguridad? ¿Cuánto tiempo hasta la llegada de profesores y aurores? Aquellos minutos, quizás segundos, habían sido completamente determinantes. Su mirada no abandonó a su amiga Molly, todavía divagando por la serie de errores cometidos aquel día, intentando exculparse, imposible.
Pudo entender que ella se encontraba un tanto nerviosa, sus gestos, el que tímidamente se apartara un mechón pelirrojo que había escapado. Sintió la mano de ella apretando la suya en un gesto de afecto que le hizo sonreír y comprendió que quizás debería acallar todo aquello un poco más. Con Molls no podía arreglar más; todo se centraba en Allie. Debía ir a ella y pedirle disculpas, intentar de alguna manera enmendar todo el daño causado.
-Gracias Molls.- dijo un tanto más calmado, pero ahora completamente callado. Benny, una persona que no callaba ni debajo de las piedras ahora se encontraba en completo silencio, sopesando aquellas ideas. -Simplemente son tonterías mías.- recapacitó. -Pero tengo que hablar con Allie, pedirle perdón por todo lo sucedido... me está matando por dentro todo esto.- aquel Ben sensato, coherente, era el que anidaba dentro del enmarañado pelo del loco y poco a poco iba aflorando.
Observó a Molls de nuevo y quedó unos segundos serio, entristecido. Era verdad que no dependía de él la existencia de esos... monstruos. Pero no dejaba de lado su cobardía, había escapado, no había luchado siquiera; se había dado a la fuga sin mediar palabra con nadie más, abandonando a sus huéspedes a la intemperie en aquel lugar desprotegido. ¿Cuanto había pasado hasta la llegada de medios de seguridad? ¿Cuánto tiempo hasta la llegada de profesores y aurores? Aquellos minutos, quizás segundos, habían sido completamente determinantes. Su mirada no abandonó a su amiga Molly, todavía divagando por la serie de errores cometidos aquel día, intentando exculparse, imposible.
Pudo entender que ella se encontraba un tanto nerviosa, sus gestos, el que tímidamente se apartara un mechón pelirrojo que había escapado. Sintió la mano de ella apretando la suya en un gesto de afecto que le hizo sonreír y comprendió que quizás debería acallar todo aquello un poco más. Con Molls no podía arreglar más; todo se centraba en Allie. Debía ir a ella y pedirle disculpas, intentar de alguna manera enmendar todo el daño causado.
-Gracias Molls.- dijo un tanto más calmado, pero ahora completamente callado. Benny, una persona que no callaba ni debajo de las piedras ahora se encontraba en completo silencio, sopesando aquellas ideas. -Simplemente son tonterías mías.- recapacitó. -Pero tengo que hablar con Allie, pedirle perdón por todo lo sucedido... me está matando por dentro todo esto.- aquel Ben sensato, coherente, era el que anidaba dentro del enmarañado pelo del loco y poco a poco iba aflorando.
Benjamin FarrellRAVENCLAW - Mensajes : 91
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