I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
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I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
Martes de la tercer semana de septiembre, casi mediodía, después de clases.
Cada martes por la mañana, en el espacio que existía entre sus asignaturas y el almuerzo, Molly enviaba una carta a sus padres - normalmente dirigida a su madre, no sabía por qué - contándole los sucesos recientes en Hogwarts. No se explayaba mucho en realidad, y es que no le agradaba contar las cosas por escrito a menos que concluyeran en una canción o en algo denominado arte. Y una carta era un relato que, si bien podía considerarse artístico dependiendo su forma de llevarlo a cabo, la pelirroja no podía verlo así. Envió a Hermes Jr con la cartita, atada a su pata derecha como siempre; no sin antes alimentarla y asearla como era correspondiente. No había muchas lechuzas ese día en la lechucería, probablemente los alumnos habrían aprovechado a enviarlas el fin de semana, y volverían entre esa noche y el día de mañana.
Debería estar yendo al Gran Comedor, el almuerzo ya había iniciado hacía unos cuantos minutos, pero si había algo que a Molls no le gustaba, era la rutina. Y estudiar, comer, dormir, todo a la misma hora, todos los días, no era su estilo. Bajó las escaleras de la torre cantando una canción bastante vieja pero que amaba - So she says what's the problem baby? What's the problem I don't know... - canturreó bajito, mientras bajaba con lentitud los escalones, algunos bastantes sucios de excremento de las lechuzas. ¿Qué acaso no limpiaban allí? Molly se preguntó si se podría hacer alguna clase de proyecto donde los mismos alumnos ayudaran en la lechucería, idealista y caritativa como no muchas veces era, aunque descartó rápido la idea, nadie se uniría a ella; quizás en eso salía a su tía Mione y la P.E.D.D.O.
Se detuvo observando a una lechuza negra como el cielo de la noche, con dos ojos increíblemente brillantes entre la opacidad de la añeja y solitaria torre. Sonrió, la lechuza parecía despertarse, y hacía movimientos muy adorables.
- Jean de Valois maldito-
Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
Iba hacia la torre de las lechuzas con una carta en mi mano derecha. El sobre era de color azul ultramar, mientras que el pergamino que llevaba dentro era un azul pálido. Me había puesto a escribirle a mi padre, narrándole todo sobre la clase del Club de Duelo que había sido impartida por un auror bastante joven. En esa carta venía con detalle todo lo que habíamos hecho, desde el cambio de varitas hasta que hubimos dejado la sala de los menesteres. Escribirle a mi familia ya era algo demasiado común, aunque la mayoría de las veces era para pedir que me mandaran algunas golosinas o ropa nueva, pues la que tenía terminaba por romperse debido a las “pequeñas” travesuras que hacía.
Apenas llegué al pie de las escaleras pude sentir el olor a las lechuzas, ese olor de excremento tan detestable para mi nariz. Siempre que solicitaba los servicios de las lechuzas del colegio, tenía que hacerlo de forma rápida, o sea, tomar una enorme bocanada de aire y entrar a la torre, elegir la lechuza, anudarle la carta a una de sus patas y decirle a donde ir, además de que tenía que hacerlo de forma cuidadosa, pues muchas veces el suelo estaba demasiado resbaloso como para poder correr. Mucho me preguntaban por que no me compraba una lechuza, pero la verdad es que no me gustaban, me parecían tan feas y sin mucha gracia, quizás un día de estos le pediría a mi padre que me mandara algún pequeño halcón.
Subí las escaleras corriendo, con la vista pegada a los escalones y no hacia el frente. Ya empezaban las manchas de excremento por todas partes, incluidos los barandales de piedra. Quién sabe cuantos escalones tenían las escaleras, nunca los había puesto a contar pues estaba más concentrado en mis movimientos que haría dentro de la torre. Ya venía los últimos, lo presentía, aunque lo único que sentí fue chocar contra alguien. –¡Auch!– exclamé viendo como mi sobre estaba ahora tirado. Levanté la vista para ver quien era el culpable –¡Weasley!– le dije. Esas cabelleras rojas eran inconfundibles.
Apenas llegué al pie de las escaleras pude sentir el olor a las lechuzas, ese olor de excremento tan detestable para mi nariz. Siempre que solicitaba los servicios de las lechuzas del colegio, tenía que hacerlo de forma rápida, o sea, tomar una enorme bocanada de aire y entrar a la torre, elegir la lechuza, anudarle la carta a una de sus patas y decirle a donde ir, además de que tenía que hacerlo de forma cuidadosa, pues muchas veces el suelo estaba demasiado resbaloso como para poder correr. Mucho me preguntaban por que no me compraba una lechuza, pero la verdad es que no me gustaban, me parecían tan feas y sin mucha gracia, quizás un día de estos le pediría a mi padre que me mandara algún pequeño halcón.
Subí las escaleras corriendo, con la vista pegada a los escalones y no hacia el frente. Ya empezaban las manchas de excremento por todas partes, incluidos los barandales de piedra. Quién sabe cuantos escalones tenían las escaleras, nunca los había puesto a contar pues estaba más concentrado en mis movimientos que haría dentro de la torre. Ya venía los últimos, lo presentía, aunque lo único que sentí fue chocar contra alguien. –¡Auch!– exclamé viendo como mi sobre estaba ahora tirado. Levanté la vista para ver quien era el culpable –¡Weasley!– le dije. Esas cabelleras rojas eran inconfundibles.
Jean de ValoisRAVENCLAW - Mensajes : 106
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Fecha de inscripción : 22/03/2011
Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
Estuvo pocos segundos más observando a esa lechuza en particular antes de dirigirse a la puerta de madera gastada que daba paso a la torre y salió, dejándola entreabierta sus espaldas. No llegó a bajar dos o tres escalones, despistada cantando alguna canción suya, cuando se encontró chocando con otra persona que caminaba en dirección contraria a ella. Su rostro dio con el pecho plano de lo que sería un hombre, aquel que no había visto por la torpeza y el descuido de mirar el suelo fijamente mientras canturreaba vaya uno a saber qué melodía.
La pelirroja se tambaleó un poco, ubicando sus manos sobre aquel paredón repentino que había aparecido ante ella, con los ojos bien abiertos y la mirada perdida. Buscó con sus ojos verdes al responsable de aquel choque, justo cuando escuchaba un quejido y su apellido de los labios de una voz de hombre. - ¡De Valois! - lo imita alejándose un paso hacia atrás, cruzando los brazos sobre el pecho mientras sofocaba una pequeña sonrisa.
Jean era un buen amigo suyo desde hacía años, se habían conocido en el tercer o cuarto año de Hogwarts si no se equivocaba. Molls era paz y amor las veinticuatro horas del día, a excepción de esos momentos en los que estaba con el moreno, quien era uno de los pocos que et sacarla de quicio. ¿Cómo hacía? No tenía ni idea, pero a veces esas discusiones tontas terminaban en situaciones divertidas. Weasley alzó una ceja mientras esperaba por algún comentario suyo, sonriendo de lado.
La pelirroja se tambaleó un poco, ubicando sus manos sobre aquel paredón repentino que había aparecido ante ella, con los ojos bien abiertos y la mirada perdida. Buscó con sus ojos verdes al responsable de aquel choque, justo cuando escuchaba un quejido y su apellido de los labios de una voz de hombre. - ¡De Valois! - lo imita alejándose un paso hacia atrás, cruzando los brazos sobre el pecho mientras sofocaba una pequeña sonrisa.
Jean era un buen amigo suyo desde hacía años, se habían conocido en el tercer o cuarto año de Hogwarts si no se equivocaba. Molls era paz y amor las veinticuatro horas del día, a excepción de esos momentos en los que estaba con el moreno, quien era uno de los pocos que et sacarla de quicio. ¿Cómo hacía? No tenía ni idea, pero a veces esas discusiones tontas terminaban en situaciones divertidas. Weasley alzó una ceja mientras esperaba por algún comentario suyo, sonriendo de lado.
Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
Ignoré a Molly por completo y me incliné hacia delante para poder recoger el sobre. Lo tomé con la punta de los dedos pulgar e índice, temeroso de mancharme mis dedos con suciedad de lechuza. Me erguí nuevamente y sujetando de forma cuidadosa el sobre justo en frente de mis ojos lo miré, notando como del lado de donde se sellaba ahora estaba manchado ligeramente. Subí los escalones que me faltaban y cuando lo hice miré de forma inquisitiva a la pelirroja. Desde esa torres se podía sentir a la perfección el viento, era como estar en mi dormitorio con las ventanas abiertas, dejando que la brisa de fuera se colara, moviendo las cortinas, volando basura. El cabello de Molly se mecía ligeramente reflejando los rayos del sol y las ganas de tocarlo se hicieron presentens.
–Mira lo que hiciste Mole– le dije enseñándole el sobre, muy cerca de su rostro, quizás un poco más cerca y pude habérselo metido a la boca. –¿Dónde tiene los ojos?– le pregunté sonriendo de lado. La verdad es que no me había molestado, esa mancha podía salir de forma fácil con un simple movimiento de varita. Sólo le reclamaba por el placer de hacerla enojar. No sé por que, pero había algo en ella que me atraía cuando se molestaba conmigo. A pesar de ya conocernos desde hace mucho nuestro trato mutuo seguía siendo el mismo. Ella algunas veces parecía ser un poco tierna y correcta, lo cual chocaba con mi personalidad bromista lo que causaba que Molly terminara enojada.
Saqué mi varita de color azul y con la punta casi tocando el papel azul ultramar estuve por decir el hechizo que lo limpiaba pero cambié de opinión. –Anda Molly, limpia el sobre ¿si?– dije sonriéndole de oreja a oreja y estirando mi mano hasta ella con el sobre aún sujetado por la punta de mis dedos. –Olvidé las palabras– rodé los ojos y encogiéndome de hombros. La textura del papel era suave y se sentía agradable, pero tenerlo sujetado de esa forma era un poco incómodo, además de que seguramente la esquina se maltrataría. –Anda, anda, anda. Hazo– le dije con insistencia.
–Mira lo que hiciste Mole– le dije enseñándole el sobre, muy cerca de su rostro, quizás un poco más cerca y pude habérselo metido a la boca. –¿Dónde tiene los ojos?– le pregunté sonriendo de lado. La verdad es que no me había molestado, esa mancha podía salir de forma fácil con un simple movimiento de varita. Sólo le reclamaba por el placer de hacerla enojar. No sé por que, pero había algo en ella que me atraía cuando se molestaba conmigo. A pesar de ya conocernos desde hace mucho nuestro trato mutuo seguía siendo el mismo. Ella algunas veces parecía ser un poco tierna y correcta, lo cual chocaba con mi personalidad bromista lo que causaba que Molly terminara enojada.
Saqué mi varita de color azul y con la punta casi tocando el papel azul ultramar estuve por decir el hechizo que lo limpiaba pero cambié de opinión. –Anda Molly, limpia el sobre ¿si?– dije sonriéndole de oreja a oreja y estirando mi mano hasta ella con el sobre aún sujetado por la punta de mis dedos. –Olvidé las palabras– rodé los ojos y encogiéndome de hombros. La textura del papel era suave y se sentía agradable, pero tenerlo sujetado de esa forma era un poco incómodo, además de que seguramente la esquina se maltrataría. –Anda, anda, anda. Hazo– le dije con insistencia.
Jean de ValoisRAVENCLAW - Mensajes : 106
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Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
Observó al ravenclaw cuando se inclinó a buscar su sobre en el suelo, el cual, por cierto, había pasado completamente desapercibido por ella. Él se acercó subiendo unos peldaños más, y pudo comprobar que estaba levemente sucio. De ser otra persona, probablemente, Molly no se hubiese quejado ni del apodo "Mole", ni de su cuestión con respecto a la ubicación de sus ojos. O, si lo hacía, habría de ser de una manera cómica, más bien bromista que ofendida. Más no podía con él; siempre que Jean la molestaba lograba sacarla de quicio de una forma indescriptible. La pelirroja no padecía de histeria o algo por el estilo, pero todo ese tiempo junto a su amigo aumentaba su nivel de hastío.
- Es tu problema, tú eres demasiado asustadizo y torpe, por eso se te caen los objetos - objetó con los brazos cruzados frente a él, estando a su misma altura por estar un peldaño más arriba. Cayó en cuenta de que el moreno no podía estar pidiéndole aquello, por el simple motivo de que Molly no era mula de carga de nadie - en este caso una mula limpiadora de cartas -. La pelirroja lo miró indignada, ¿realmente le estaba diciendo aquello? Con los labios entreabiertos de la sorpresa, lo fulminó con ojos entrecerrados; iba a matarlo.
- Eres muy gracioso, ¿sabes? - comentó irónicamente, echando la cabeza hacia atrás cuando él casi le estampa la carta ligeramente sucia en el rostro. A veces se preguntaba cuál era el punto de Jean al fastidiarla así, se divertía a costa suya o eso parecía, pero ella jamás podía devolverle la misma moneda, al contrario. Solía ofenderse de forma tierna e infantil, y de hacerle reproches, algo de lo que él terminaba riéndose. Y aunque le pesara, también ella lo hacia al final.
- Es tu problema, tú eres demasiado asustadizo y torpe, por eso se te caen los objetos - objetó con los brazos cruzados frente a él, estando a su misma altura por estar un peldaño más arriba. Cayó en cuenta de que el moreno no podía estar pidiéndole aquello, por el simple motivo de que Molly no era mula de carga de nadie - en este caso una mula limpiadora de cartas -. La pelirroja lo miró indignada, ¿realmente le estaba diciendo aquello? Con los labios entreabiertos de la sorpresa, lo fulminó con ojos entrecerrados; iba a matarlo.
- Eres muy gracioso, ¿sabes? - comentó irónicamente, echando la cabeza hacia atrás cuando él casi le estampa la carta ligeramente sucia en el rostro. A veces se preguntaba cuál era el punto de Jean al fastidiarla así, se divertía a costa suya o eso parecía, pero ella jamás podía devolverle la misma moneda, al contrario. Solía ofenderse de forma tierna e infantil, y de hacerle reproches, algo de lo que él terminaba riéndose. Y aunque le pesara, también ella lo hacia al final.
Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
La miré de forma inquisitiva y retiré el sobre de su rostro. –El que haya tirado el sobre no quiere decir que sea un asustadizo– le espeté acercando mi rostro al suyo. Subí el último escalón y ahora ella me miraba hacia arriba. –Y déjame decirte Molly querida, que no soy ningún torpe–. Si algo me molestaba era que me dijeran adjetivos como torpe, idiota y demás. Pues podría ser lo que fuera, menos un torpe –No caí en Ravenclaw por nada– le dije sacándole la lengua.
La tomé de la mano y la llevé al interior de la torre. Las lechuzas volaban de un lado a otro, entraban y salían por las ventanas. Se escuchaban sus chillidos y sus aleteos, también algunos picotazos. El lugar estaba moderadamente limpio, al parecer los elfos lo habían limpiado bastante bien, aunque eso no impedía que algunas zonas del suelo ya estuvieran llenos de sus regalitos blancos con negro o de cadáveres de roedores.
Nos acercamos a una ventana y me recargué en el marco de esta, asegurando antes de que no estuviera sucia. Solté la mano de Molly sonrojándome ligeramente y después coloqué el sobre azul sobre el marco también. –Anda Molly– le dije señalando el objeto con mi cabeza –Límpialo– dije cruzándome de brazo –¿O acaso no sabes el hechizo correcto?– le pregunté alzando una ceja –Al parecer el torpe es otro– reí un poco.
La tomé de la mano y la llevé al interior de la torre. Las lechuzas volaban de un lado a otro, entraban y salían por las ventanas. Se escuchaban sus chillidos y sus aleteos, también algunos picotazos. El lugar estaba moderadamente limpio, al parecer los elfos lo habían limpiado bastante bien, aunque eso no impedía que algunas zonas del suelo ya estuvieran llenos de sus regalitos blancos con negro o de cadáveres de roedores.
Nos acercamos a una ventana y me recargué en el marco de esta, asegurando antes de que no estuviera sucia. Solté la mano de Molly sonrojándome ligeramente y después coloqué el sobre azul sobre el marco también. –Anda Molly– le dije señalando el objeto con mi cabeza –Límpialo– dije cruzándome de brazo –¿O acaso no sabes el hechizo correcto?– le pregunté alzando una ceja –Al parecer el torpe es otro– reí un poco.
Jean de ValoisRAVENCLAW - Mensajes : 106
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Fecha de inscripción : 22/03/2011
Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
No dejó de fulminarlo con los ojos verdes suyos, ni siquiera cuando él subió un peldaño más, y frente a ella, tuvo que bajar un poco la dirección de su mirada. Se ganaba esa expresión por ser cruel, bueno, cruel, siempre servía y era divertido exagerar un poco. Chasqueó la lengua, Jean tenía razón y ella lo sabía. El moreno era muy inteligente, como todos los de la casa de Ravenclaw, algo que podía comprobar con rapidez. Su mejor amiga, uno de sus mejores amigos, y su querida prima Rosie, estaban en la casa de las águilas, y no conocía tres alumnos más inteligentes que ellos. Sonrió al traerlos a su mente, mientras sentía una mano que tomaba la suya y la fuerza que él tenía que la jalaba con suavidad hacia el interior de la torre.
Como acababa de salir, sabía más o menos dónde estaban los excrementos de las lechuzas más preocupantes, pero aún así iba a trastabilladas para no tocar con las zuelas de sus zapatos ninguno que fuese, por lo menos, peligroso. Sin mucho éxito, en verdad, por suerte la mayoría estaban secos, pero eso no significaba que fuese ni una pizca de agradable.
Ignoró, despistada como era en ocasiones, el sonrojo de su compañero, mientras observaba cómo dejaba el sobre sobre el marco de una ventana. Suspiró, cerrando los párpados por unos segundos. - Yo sí admito que soy torpe, pero no necesito que me lo repitan - musitó cruzándose de brazos, sonriendo levemente de lado. Lo tomaba con diversión, reírse de uno mismo era sano. Sacó su varita de su bolsillo y murmuró, señalando el sobre con el extremo de la misma - ¡Fregoteo! - El sobre apenas se movió en su lugar, al mismo tiempo en que la suciedad se iba como si una esponja pasara por encima.
Como acababa de salir, sabía más o menos dónde estaban los excrementos de las lechuzas más preocupantes, pero aún así iba a trastabilladas para no tocar con las zuelas de sus zapatos ninguno que fuese, por lo menos, peligroso. Sin mucho éxito, en verdad, por suerte la mayoría estaban secos, pero eso no significaba que fuese ni una pizca de agradable.
Ignoró, despistada como era en ocasiones, el sonrojo de su compañero, mientras observaba cómo dejaba el sobre sobre el marco de una ventana. Suspiró, cerrando los párpados por unos segundos. - Yo sí admito que soy torpe, pero no necesito que me lo repitan - musitó cruzándose de brazos, sonriendo levemente de lado. Lo tomaba con diversión, reírse de uno mismo era sano. Sacó su varita de su bolsillo y murmuró, señalando el sobre con el extremo de la misma - ¡Fregoteo! - El sobre apenas se movió en su lugar, al mismo tiempo en que la suciedad se iba como si una esponja pasara por encima.
Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
Siempre que me encontraba con Molly mi rostro cambiaba de gesto a cada rato. Una sonrisa que se convertía en risa y después a un gesto serio o indiferente. Per por ahora lo único que hacía era sonreír, y más cuando dijo que reconocía que era torpe, aunque ella no era nada torpe, puesto que si lo fuera no me hubiera fijada en ella.
Carraspeé un poco para despejarme la mente y ver como sacaba su varita. Apuntó al sobre que estaba sobre el marco y pensé que si no lo hacía bien podía romperlo o mandarlo a volar, lo cual sería un problema encontrarlo puesto que el viento se lo llevaría con el.
–Magnifique– le dije a Molly, sin darme cuenta que la había dicho en francés. De vez en cuando me olvidaba de hablar en inglés y empezaba a usar mi lengua materna, en especial cuando Sophie se encontraba cerca de mi, pero también me pasaba cuando estaba emocionado, nervioso, etc.. Otra cosa que cambiaba cuando hablaba en francés, era que mi voz se hacía mucho más grave, seductora como la de cualquier otro Valois. –Vous etes une fille “cool”– dije sonriéndole y tomando el sobre entre mis dedos.
Me recargué en el marco de la ventana con las manos dando hacia fuera, sintiendo el viento golpear mi rostro y mover ligeramente mi cabello. A mi lado Molly se veía realmente hermosa, con su pelo meciéndose, sus ojos verdes, su cabello de fuego. –Que tu es belle, Molly– dije sonrojándome ligeramente. Tragué duro y volteé mi rostro hacia otro lado –Je suis désolé–
Carraspeé un poco para despejarme la mente y ver como sacaba su varita. Apuntó al sobre que estaba sobre el marco y pensé que si no lo hacía bien podía romperlo o mandarlo a volar, lo cual sería un problema encontrarlo puesto que el viento se lo llevaría con el.
–Magnifique– le dije a Molly, sin darme cuenta que la había dicho en francés. De vez en cuando me olvidaba de hablar en inglés y empezaba a usar mi lengua materna, en especial cuando Sophie se encontraba cerca de mi, pero también me pasaba cuando estaba emocionado, nervioso, etc.. Otra cosa que cambiaba cuando hablaba en francés, era que mi voz se hacía mucho más grave, seductora como la de cualquier otro Valois. –Vous etes une fille “cool”– dije sonriéndole y tomando el sobre entre mis dedos.
Me recargué en el marco de la ventana con las manos dando hacia fuera, sintiendo el viento golpear mi rostro y mover ligeramente mi cabello. A mi lado Molly se veía realmente hermosa, con su pelo meciéndose, sus ojos verdes, su cabello de fuego. –Que tu es belle, Molly– dije sonrojándome ligeramente. Tragué duro y volteé mi rostro hacia otro lado –Je suis désolé–
Jean de ValoisRAVENCLAW - Mensajes : 106
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Fecha de inscripción : 22/03/2011
Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
Molls no evitó notar que él había hablado en francés, pero no le molestaba en lo absoluto. Le parecía un idioma hermoso, aunque no se hubiese interesado nunca por aprenderlo; a veces, Victoire y Dominique hablaban en él aunque hubiesen nacido en Inglaterra. Era divertido, ver cómo ellas hablaban y hablaban y ella sin entender nada, imaginaba que decían cualquier tontería, aunque quizás hasta podrían estar insultándola - no lo harían, claro -, pero era ciertamente cómico. Logró entender que la felicitaba por su trabajo, aunque no hubiese sido una gran labor, pero ella sonrió de todas formas.
Dejó que sus brazos se recargaran sobre el alfeizar de la ventana, imitándolo a él. Afuera, en los terrenos, corría una brisa que deslizaba decenas de hojas que se caían de los enormes árboles del castillo; esa imagen de colores marrones, nacarados y rojos era preciosa, digna para pintarla. Molly trató de reternerla en su retina mientras seguía escuchando a Jean, sin comprender casi nada de lo que decía.
Ladeó el cuello y se encogió de hombros, riéndose apenas - Digamos que con suerte, he entendido dos de todas las palabras que dijiste - comentó divertida, en un tono más bien pausado de voz. Cuando hablaba en francés, el moreno adquiría una voz mucho más masculina, o quizás estaba haciéndose la cabeza. - Capté tus disculpas, pero... ¿qué es lo que lamentas? - preguntó, había creído reflexionar y comprender una de sus palabras anteriores, pero estaba segura que había entendido otra cosa.
Dejó que sus brazos se recargaran sobre el alfeizar de la ventana, imitándolo a él. Afuera, en los terrenos, corría una brisa que deslizaba decenas de hojas que se caían de los enormes árboles del castillo; esa imagen de colores marrones, nacarados y rojos era preciosa, digna para pintarla. Molly trató de reternerla en su retina mientras seguía escuchando a Jean, sin comprender casi nada de lo que decía.
Ladeó el cuello y se encogió de hombros, riéndose apenas - Digamos que con suerte, he entendido dos de todas las palabras que dijiste - comentó divertida, en un tono más bien pausado de voz. Cuando hablaba en francés, el moreno adquiría una voz mucho más masculina, o quizás estaba haciéndose la cabeza. - Capté tus disculpas, pero... ¿qué es lo que lamentas? - preguntó, había creído reflexionar y comprender una de sus palabras anteriores, pero estaba segura que había entendido otra cosa.
Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
Yo la escuché pero por alguna extraña razón no pude comprender qué era lo que me decía. Parpadeé un par de veces con un gesto de extrañeza en mi rostro, tratando de recordar qué era lo que había pasado en los últimos momentos y fue cuando caí en la cuenta de que no sólo había estado hablando en francés, sino que también estaba pensando en francés, y que por lo tanto no podía comprender lo que Molly me decía.
Cerré los ojos por unos momentos, tratando de poner mis pensamientos en orden y pensando en lo que había sucedido. Empecé a reír de una manera un tanto estúpida, pues me daba mucha gracia que a estas alturas aún se me siguieran escapando palabras en francés y más aún que no entendiera el inglés por unos momentos.
–He de suponer que si entendiste cuando te dije que había estado magnífico– le dije sonriéndole y tomando el sobre entre mis manos. Me di cuenta de que estaba temblando un poco, y no precisamente por que tuviera miedo, sino que eran los nervios. Suspiré de manera profunda y le sonreí. –Después te dije que eras una chica “cool”, genial– le guiñé un ojo.
Me di media vuelta y le quede dándole la espalda al exterior, el viento que se colaba dentro de la torre me daba por la espalda y sentía como algo de mi cabello de mi nuca se movía ligeramente. Miré a las lechuzas que estaba más cerca de donde yo me encontraba y me acerqué a una que era de plumaje azabache y que tenía un lunar blanco en su ojo izquierdo. –Gustave de Valois– le dije acariciándole la cabeza y después dándole una pequeña golosina para lechuzas que tenía en una de los bolsos de mi túnica.
Me giré hacia Molly, ignorando al animal por completo. –Lo último que dije fue que eres bella– dije volviéndome a sonrojar y desviando mi mirada hacia la punta de mis zapatos. –Y bueno… Eso era. Je.–
Cerré los ojos por unos momentos, tratando de poner mis pensamientos en orden y pensando en lo que había sucedido. Empecé a reír de una manera un tanto estúpida, pues me daba mucha gracia que a estas alturas aún se me siguieran escapando palabras en francés y más aún que no entendiera el inglés por unos momentos.
–He de suponer que si entendiste cuando te dije que había estado magnífico– le dije sonriéndole y tomando el sobre entre mis manos. Me di cuenta de que estaba temblando un poco, y no precisamente por que tuviera miedo, sino que eran los nervios. Suspiré de manera profunda y le sonreí. –Después te dije que eras una chica “cool”, genial– le guiñé un ojo.
Me di media vuelta y le quede dándole la espalda al exterior, el viento que se colaba dentro de la torre me daba por la espalda y sentía como algo de mi cabello de mi nuca se movía ligeramente. Miré a las lechuzas que estaba más cerca de donde yo me encontraba y me acerqué a una que era de plumaje azabache y que tenía un lunar blanco en su ojo izquierdo. –Gustave de Valois– le dije acariciándole la cabeza y después dándole una pequeña golosina para lechuzas que tenía en una de los bolsos de mi túnica.
Me giré hacia Molly, ignorando al animal por completo. –Lo último que dije fue que eres bella– dije volviéndome a sonrojar y desviando mi mirada hacia la punta de mis zapatos. –Y bueno… Eso era. Je.–
Jean de ValoisRAVENCLAW - Mensajes : 106
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Fecha de inscripción : 22/03/2011
Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
Jean comenzó a explicarse y ella le prestó total atención, quizás hasta podría aprender una que otra palabra del hermoso idioma francés, y hasta podría alardear en broma frente a sus primas veelas. Se rió interiormente ante ello, Molly sería un desastre hablando algún otro idioma que no fuese el inglés, por el simple hecho de que hasta su acento era bien pulcro como el de todos los británicos de ascendencia equitativa. Asintió, sí había comprendido eso porque su tía Fleur usaba aquella palabra y tampoco es que se modificara mucho. Hasta en el español la palabra era algo así, sino se equivocaba. La expresión en el rostro de Jean era extraña, y ella frunció apenas el ceño, inadvertidamente. Rió resuelta, ¿una chica cool? Eso sí era una buena broma, Molls negó con la cabeza mientras se terminaban los últimos dejes de risa y volvió a observar los terrenos desde la torre, en tanto el águila entregaba la carta a una lechuza y le indicaba - suponía ella - el nombre de su padre o algún familiar cercano por la igualdad de apellido.
Volvió a girar cuando el ave ululó feliz de tener alimento en su pico, la pelirroja sonrió por esa imagen y dirigió su mirada a Jean, que se había girado y explicaba su última frase. Abrió un poco sus párpados más de lo normal, enarcando sus cejas. Una sonrisa curvada hacia abajo, tímida, se cruzó en sus labios. Le daba ternura ver su amigo todo sonrojado por aquel comentario dulce. Cierto era que de Valois era un maldito con ella cuando quería, pero sino, era increíblemente puro. Enternecida, Weasley caminó hasta él y se abrazó a su cuello con ambos brazos, dejando un beso en su mejilla para luego recargar el mentón sobre su hombro derecho. - Eres un tierno, Jean. - sonrió, cariñosa. Esos días andaba demasiado afectuosa con todos, le terminaría haciendo mal. Unos grititos se escucharon en el exterior, voces agudas. Se separó y su sonrisa se extendió otro poco, para luego tomarle la mano y arrastrarlo con ella donde la ventana de nuevo - Ven, veamos qué es eso - propuso curiosa, ocultándose en el marco del alfeizar mientras notaba a tres chicos de primero o quizás segundo curso, con túnicas de Gryffindor. Hacían mucho escándalo y se dirigían hacia la cabaña de Hagrid, o hacía algún lugar de por allí.
Volvió a girar cuando el ave ululó feliz de tener alimento en su pico, la pelirroja sonrió por esa imagen y dirigió su mirada a Jean, que se había girado y explicaba su última frase. Abrió un poco sus párpados más de lo normal, enarcando sus cejas. Una sonrisa curvada hacia abajo, tímida, se cruzó en sus labios. Le daba ternura ver su amigo todo sonrojado por aquel comentario dulce. Cierto era que de Valois era un maldito con ella cuando quería, pero sino, era increíblemente puro. Enternecida, Weasley caminó hasta él y se abrazó a su cuello con ambos brazos, dejando un beso en su mejilla para luego recargar el mentón sobre su hombro derecho. - Eres un tierno, Jean. - sonrió, cariñosa. Esos días andaba demasiado afectuosa con todos, le terminaría haciendo mal. Unos grititos se escucharon en el exterior, voces agudas. Se separó y su sonrisa se extendió otro poco, para luego tomarle la mano y arrastrarlo con ella donde la ventana de nuevo - Ven, veamos qué es eso - propuso curiosa, ocultándose en el marco del alfeizar mientras notaba a tres chicos de primero o quizás segundo curso, con túnicas de Gryffindor. Hacían mucho escándalo y se dirigían hacia la cabaña de Hagrid, o hacía algún lugar de por allí.
Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
Cuando terminé de explicarme vi como Molly se acercaba hacia mi. Por unos momentos pensé en que me daría alguna bofetada o un golpe en el estómago, lo que fuera. Pero fue un abrazo lo que hizo que riera de una forma demasiado estúpida. El sentir sus brazos alrededor de mi cuello, la proximidad de su cuerpo al mío fue una sensación demasiado agradable, pero no en un mal sentido, sino todo lo contrario.
Apenas y me dio tiempo de responder a su abrazo, por lo que solamente puse ambas manos en su cintura, con torpeza pero lo hice. En ese acercamiento noté el perfume de Molly, era suave y fresco, como si de flores se tratara. Si cerraba los ojos seguramente lo primero que me vendría a la cabeza fueran los jardines de mi casa en Francia, soleados y con la brisa moviendo las flores, trayendo su dulce aroma hacia mi nariz. Pero esta vez se trataba de algo mejor, se traba de ella.
Con mis ojos aún cerrados pude sentir como besaba mi mejilla y, estaba casi seguro que mi rostro se había encendido de una forma vertiginosa, no quería abrir mis ojos pero lo hice, viendo como tenía su cabello demasiado cerca de mi rostro pues su cabeza estaba recargada en mi hombro. La lechuza que tenía cerca, la misma a la que le había dado mi carta aún no se iba, al parecer seguía entretenida comiendo la golosina que le había dado.
Se separó de mi y me llevó hasta la ventana. Vimos a un pequeño grupo de chicos que caminaban a sabrá Merlín donde, saqué mi varita sin que Molly lo notara, pensaba lanzarles algún tipo de hechizo inofensivo, sólo para divertirnos. Saqué medio cuerpo por la ventana de forma rápida, tendría que hacerlo a gran velocidad antes de que la pelirroja me detuviera. Justo cuando separé mis labios para conjurar magia el chillido de una lechuza llegó desde atrás, me volteé y noté que se trataba de la lechuza a la que le había dado mi sobre azul. No me dio tiempo de hacerme a un lado por lo que pasó y me golpeó de lleno en la cara, haciendo que cayera de sentón y me golpeara la nuca con la pared. –Mamá– dijé con los ojos llenos de lágrimas.
Apenas y me dio tiempo de responder a su abrazo, por lo que solamente puse ambas manos en su cintura, con torpeza pero lo hice. En ese acercamiento noté el perfume de Molly, era suave y fresco, como si de flores se tratara. Si cerraba los ojos seguramente lo primero que me vendría a la cabeza fueran los jardines de mi casa en Francia, soleados y con la brisa moviendo las flores, trayendo su dulce aroma hacia mi nariz. Pero esta vez se trataba de algo mejor, se traba de ella.
Con mis ojos aún cerrados pude sentir como besaba mi mejilla y, estaba casi seguro que mi rostro se había encendido de una forma vertiginosa, no quería abrir mis ojos pero lo hice, viendo como tenía su cabello demasiado cerca de mi rostro pues su cabeza estaba recargada en mi hombro. La lechuza que tenía cerca, la misma a la que le había dado mi carta aún no se iba, al parecer seguía entretenida comiendo la golosina que le había dado.
Se separó de mi y me llevó hasta la ventana. Vimos a un pequeño grupo de chicos que caminaban a sabrá Merlín donde, saqué mi varita sin que Molly lo notara, pensaba lanzarles algún tipo de hechizo inofensivo, sólo para divertirnos. Saqué medio cuerpo por la ventana de forma rápida, tendría que hacerlo a gran velocidad antes de que la pelirroja me detuviera. Justo cuando separé mis labios para conjurar magia el chillido de una lechuza llegó desde atrás, me volteé y noté que se trataba de la lechuza a la que le había dado mi sobre azul. No me dio tiempo de hacerme a un lado por lo que pasó y me golpeó de lleno en la cara, haciendo que cayera de sentón y me golpeara la nuca con la pared. –Mamá– dijé con los ojos llenos de lágrimas.
Jean de ValoisRAVENCLAW - Mensajes : 106
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Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
Molly no notó que su risa fuese estúpida ni mucho menos, sólo algo extraña, pero lo ignoró porque todos tenían risas extrañas en algún momento; hubo una época, por ejemplo, que ella misma se reía como una mula. Difícil es de explicarlo, pero eran más hipidos agudos que otra cosa, realmente era muy cómico escucharla. Quizá era por esos ingenuos despistes suyos que jamás notaba nada, por ejemplo la risa de Jean, o su sonrojo, no, la pelirroja pasaba por alto los detalles más importantes, y descubría y se alertaba ante los menos relevantes.
Seguía medio escondida cuando el moreno a su lado se abalanzó hacia adelante y estiraba su varita hacia el grupo de chicos, antes de que pudiese reaccionar, tanto fuese a favor o en contra, un ruido sonó a sus espaldas y, cuando voltearon, la lechuza que acababa de ulular, la misma a la que Jean había encargado el pedido de enviar una carta, le daba de lleno en el rostro y ante la sorpresa y el dolor de sus garras, quizá, cayera al suelo de un segundo a otro, sintiendo un ruido de hueso contra la espalda apenas audible, su cabeza.
- ¡Jean! - exclamó con los ojos bien abiertos, arrodillándose en el suelo junto a él temiendo que se hubiese lastimado mucho y que le sucediera algo muy malo. Tomó su mano con una mano y la otra la llevó a su mejilla, mientras buscaba su mirada. Molly se acercó a él para ver que no tuviese nada grave, y logró ver una pequeña raspadura que se extendía por su frente, desaparecía en la cavidad de su ojo izquierdo, y se extendía por el flanco mismo de su rostro. Esperó que dijera algo, ya que la lechuza no había hecho nada, quería saber cómo lo había afectado el golpe en la parte trasera de su cabeza.
Seguía medio escondida cuando el moreno a su lado se abalanzó hacia adelante y estiraba su varita hacia el grupo de chicos, antes de que pudiese reaccionar, tanto fuese a favor o en contra, un ruido sonó a sus espaldas y, cuando voltearon, la lechuza que acababa de ulular, la misma a la que Jean había encargado el pedido de enviar una carta, le daba de lleno en el rostro y ante la sorpresa y el dolor de sus garras, quizá, cayera al suelo de un segundo a otro, sintiendo un ruido de hueso contra la espalda apenas audible, su cabeza.
- ¡Jean! - exclamó con los ojos bien abiertos, arrodillándose en el suelo junto a él temiendo que se hubiese lastimado mucho y que le sucediera algo muy malo. Tomó su mano con una mano y la otra la llevó a su mejilla, mientras buscaba su mirada. Molly se acercó a él para ver que no tuviese nada grave, y logró ver una pequeña raspadura que se extendía por su frente, desaparecía en la cavidad de su ojo izquierdo, y se extendía por el flanco mismo de su rostro. Esperó que dijera algo, ya que la lechuza no había hecho nada, quería saber cómo lo había afectado el golpe en la parte trasera de su cabeza.
Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
No podía ver con claridad por que las lágrimas inundaban mis ojos. Veía siluetas en lo alto que se movían, seguramente eran las lechuzas, también con dificultad las vigas que cruzaban por el techo de la torre. No quería cerrar los ojos pues eso haría que las lágrimas resbalaran por los costados de mi rostro. Era algo que detestaba cuando lloraba, las lágrimas que caían de mis ojos eran realmente grandes, mi nariz se ponía roja al instante al igual que mis ojos.
La voz de Molly diciendo mi nombre aún hacía eco en mi cabeza, al parecer me había descompuesto algo. Sentí como se arrodillaba a mi lado y ponía su rostro justo encima del mío a una buena distancia. –Creo que moriré Molly– dije cerrando los ojos, ya que no aguataba más sin parpadear, sintiendo como mis lágrimas resbalaban y llegaban a mis oídos. –Adiós mundo cruel– dije respirando de manera profunda y cerrando los ojos, ladeando la cabeza.
Pasaron unos segundos de silencio –Se supone que tienes que besarme para que despierte Molls– dije sin moverme pero con una ligera sonrisa en mis labios. Abrí los ojos y mi mirada se topó con la pared. Podía ver mi hombro, parte de mi brazo y la punta de mi zapato derecho. –Anda Molly– dije mirándola a los ojos y colocando mis labios en posición de beso, cerrando mis ojos. –¿O estoy demasiado feo como para que me beses?– le pregunté abriendo los ojos.
La voz de Molly diciendo mi nombre aún hacía eco en mi cabeza, al parecer me había descompuesto algo. Sentí como se arrodillaba a mi lado y ponía su rostro justo encima del mío a una buena distancia. –Creo que moriré Molly– dije cerrando los ojos, ya que no aguataba más sin parpadear, sintiendo como mis lágrimas resbalaban y llegaban a mis oídos. –Adiós mundo cruel– dije respirando de manera profunda y cerrando los ojos, ladeando la cabeza.
Pasaron unos segundos de silencio –Se supone que tienes que besarme para que despierte Molls– dije sin moverme pero con una ligera sonrisa en mis labios. Abrí los ojos y mi mirada se topó con la pared. Podía ver mi hombro, parte de mi brazo y la punta de mi zapato derecho. –Anda Molly– dije mirándola a los ojos y colocando mis labios en posición de beso, cerrando mis ojos. –¿O estoy demasiado feo como para que me beses?– le pregunté abriendo los ojos.
Jean de ValoisRAVENCLAW - Mensajes : 106
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Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
Era imposible no ver lo brillante de los ojos del moreno, realmente imposible. La pelirroja apretó su mano en la suya, y le corrió los mechones de cabello rebelde del rostro para poder verlo mejor. Su expresión de preocupación era total, siempre tan así con sus amigos y cercanos. Puchereó como niña pequeña ante todo ese acting suyo, por más que sabía que estaba dramatizando - o esperaba - y sus lágrimas que caían redundantes sobre sus mejillas. Dejó su cabello de lado para secar sus lágrimas de cocodrilo, con el ceño fruncido mientras Jean corría el rostro y ella seguía secando sus mejillas con sus dedos, y después con las mangas de su suéter.
Entrecerró los ojos ahora, frunciendo los labios como si estuviese ofendida cuando él volvió a hablarle y se movió levemente de esa posición suya. - Yo me preocupo por ti, ¿y tú bromeas? - le preguntó con ese tono crío e ingenuo, sin poder sonreírse levemente por su sonrisa y por su comentario. - Claro que estas feo, eres muuuy feo... - lo molestó, aunque no pensaba eso en lo absoluto y, de pensarlo, jamás se lo diría, mucho menos de esa forma. Weasley tomó el mentón de la aguilita y se acercó a él, dejando un beso en su mejilla. Esos gestos eran típicos de ella, siempre hacía esas tonterías de cariño, y dependiendo la persona cambiaban. A su payasito, por ejemplo, vivía abrazándolo.
Más allá de todo el juego, Molls quería asegurarse que él no tuviese nada. Le propondría ir a la enfermería, quizás podían darle alguna poción para un posible futuro dolor de cabeza; tras golpes como esos las jaquecas eran normales, casi reglamentarias. Lo sabía porque su querido primo, James, era bastante más bruto unos años antes.
Entrecerró los ojos ahora, frunciendo los labios como si estuviese ofendida cuando él volvió a hablarle y se movió levemente de esa posición suya. - Yo me preocupo por ti, ¿y tú bromeas? - le preguntó con ese tono crío e ingenuo, sin poder sonreírse levemente por su sonrisa y por su comentario. - Claro que estas feo, eres muuuy feo... - lo molestó, aunque no pensaba eso en lo absoluto y, de pensarlo, jamás se lo diría, mucho menos de esa forma. Weasley tomó el mentón de la aguilita y se acercó a él, dejando un beso en su mejilla. Esos gestos eran típicos de ella, siempre hacía esas tonterías de cariño, y dependiendo la persona cambiaban. A su payasito, por ejemplo, vivía abrazándolo.
Más allá de todo el juego, Molls quería asegurarse que él no tuviese nada. Le propondría ir a la enfermería, quizás podían darle alguna poción para un posible futuro dolor de cabeza; tras golpes como esos las jaquecas eran normales, casi reglamentarias. Lo sabía porque su querido primo, James, era bastante más bruto unos años antes.
Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
Las palabras y gestos de la pelirroja no hacían en mi otra cosa que no fueran sacarme una sonrisa. Me sentía muy cómodo a su lado, disfrutaba en demasía de su compañía. Ella era especial, sentía que se trataba de una persona despistada, pero no una de esas personas que llegan a desesperar. Muchas veces había notado que no se daba cuenta de las cosas más sencillas y mínimas; todo lo contrario a mí que ponía especial atención en pequeños detalles.
Abrí los ojos en grande cuando sentí sus labios nuevamente en una de mis mejillas. Siempre que lo hacía me sonrojaba y sentía que la temperatura de mi rostro aumentaba. La sonrisa tonta de mis labios también demostraban la emoción que sentía cuando lo hacía. –Lo siento Molls– le dije sin dejar de sonreír –Sabes que me gustan las bromas– le guiñé un ojo.
Puse ambas palmas de las manos sobre el suelo para tratar de sentarme. Levanté primero la cabeza y cuando estuve sentado sentí una terrible punzada en la nuca. Cerré los ojos fuertemente por unos instantes pues parecía que me había partido la cabeza en dos. Solté un gruñido y llevé mi mano derecha hacia mi coronilla sólo para asegurarme de que no hubiera rastro alguno de sangre.
–Creo que estoy bien– dije encogiendo las piernas hacia mi –Si empiezo a alucinar, sufrir convulsiones o algo así, entonces tendrás que llevarme a la enfermería– dije sonriendo un poco. No me gustaba ir a la enfermería, de poner un solo pie en ese lugar me ponía los pelos de punta debido a que detestaba las agujas y las medicinas que sabían a los mil demonios. –Ayúdame a pararme Molly– le dije de forma inocente.
La chica se puso de pie y estiré mi mano hacia ella. Con sus dos manos tomó la mía y tiro de ella, me impulsé con la otra mano y con las piernas para que no fuera ella quien hiciera todo el trabajo. Cuando estuve de pie perdí el equilibrio hacia delante y mis labios tocaron los suyos. Me separé de forma rápida y empecé a sentir demasiado calor en el rostro, tanto que tuve que voltearme por el miedo a que estuviera demasiado rojo. –NO, No, n-no fue mi intenció-n-n Mo-molly–
Abrí los ojos en grande cuando sentí sus labios nuevamente en una de mis mejillas. Siempre que lo hacía me sonrojaba y sentía que la temperatura de mi rostro aumentaba. La sonrisa tonta de mis labios también demostraban la emoción que sentía cuando lo hacía. –Lo siento Molls– le dije sin dejar de sonreír –Sabes que me gustan las bromas– le guiñé un ojo.
Puse ambas palmas de las manos sobre el suelo para tratar de sentarme. Levanté primero la cabeza y cuando estuve sentado sentí una terrible punzada en la nuca. Cerré los ojos fuertemente por unos instantes pues parecía que me había partido la cabeza en dos. Solté un gruñido y llevé mi mano derecha hacia mi coronilla sólo para asegurarme de que no hubiera rastro alguno de sangre.
–Creo que estoy bien– dije encogiendo las piernas hacia mi –Si empiezo a alucinar, sufrir convulsiones o algo así, entonces tendrás que llevarme a la enfermería– dije sonriendo un poco. No me gustaba ir a la enfermería, de poner un solo pie en ese lugar me ponía los pelos de punta debido a que detestaba las agujas y las medicinas que sabían a los mil demonios. –Ayúdame a pararme Molly– le dije de forma inocente.
La chica se puso de pie y estiré mi mano hacia ella. Con sus dos manos tomó la mía y tiro de ella, me impulsé con la otra mano y con las piernas para que no fuera ella quien hiciera todo el trabajo. Cuando estuve de pie perdí el equilibrio hacia delante y mis labios tocaron los suyos. Me separé de forma rápida y empecé a sentir demasiado calor en el rostro, tanto que tuve que voltearme por el miedo a que estuviera demasiado rojo. –NO, No, n-no fue mi intenció-n-n Mo-molly–
Jean de ValoisRAVENCLAW - Mensajes : 106
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Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
Se alejó un poco, rodando los ojos ante su comentario. ¿A quién no le gustaba las bromas? En realidad, aunque nadie se lo imaginara de Molly, cuando la pequeña estaba con su primo James solía hacer tonterías en las que siempre alguien salía perjudicado. A veces se sentía un poco culpable, pero la adrenalina y la diversión del momento hacían que todo se esfumara después. Importante es aclarar que nunca se unía a los planes extremadamente macabros de su primo, sólo a los más suaves, por llamarlos de alguna forma.
Frunció el ceño cuando él esbozó un par de quejas de dolor, realmente se había lastimado. Llevó una mano a su mejilla y corrió apenas su rostro, pero no había ningún rastro de sangre donde él tenía su mano, en la coronilla, ni en ninguna otra parte sobre su cabello. - No seas tonto, no digas esas cosas - lo calló con una sonrisa pequeña, no quería que pensara en esas cosas. La pequeña pelirroja asintió a su pedido y se puso de pie en un instante, tendiéndole una de sus manos mientras se colocaba delante suyo. Lo tomó con las dos manos y tiró de él con fuerza para que no tuviese que hacer mucho esfuerzo. Una vez de pie, ambos dos se tambalearon un poco y los labios de Jean fueron a parar a los suyos con torpeza y por error.
Todo fue muy rápido después de ello. El aguilita se alejó con velocidad y le dio la espalda. Balbuceó una disculpa mientras tartamudeaba, con clara vergüenza en su voz. Molly había llevado por impulso sus dedos a sus labios, y miraba el suelo demasiado quietecita para ser ella. Levantó su mirada verde, observando la espalda de él. Sacudió la cabeza, eliminando cualquier pensamiento sin razón de ser que se aproximara a su mente afectada, mientras sentía enrojecer cada pedazo de piel de su rostro. Dio un par de pasos hacia él y dejó su mano sobre su hombro, bastante más alto que el de ella, pretendiendo que girara y la viera mientras hablaba. - No... no te preocupes. Fue sólo un error, ¿si? - intentó tranquilizarlo, no quería que se sintiera mal por algo como lo anterior porque no había sucedido nada del otro mundo, ¿cierto?
Frunció el ceño cuando él esbozó un par de quejas de dolor, realmente se había lastimado. Llevó una mano a su mejilla y corrió apenas su rostro, pero no había ningún rastro de sangre donde él tenía su mano, en la coronilla, ni en ninguna otra parte sobre su cabello. - No seas tonto, no digas esas cosas - lo calló con una sonrisa pequeña, no quería que pensara en esas cosas. La pequeña pelirroja asintió a su pedido y se puso de pie en un instante, tendiéndole una de sus manos mientras se colocaba delante suyo. Lo tomó con las dos manos y tiró de él con fuerza para que no tuviese que hacer mucho esfuerzo. Una vez de pie, ambos dos se tambalearon un poco y los labios de Jean fueron a parar a los suyos con torpeza y por error.
Todo fue muy rápido después de ello. El aguilita se alejó con velocidad y le dio la espalda. Balbuceó una disculpa mientras tartamudeaba, con clara vergüenza en su voz. Molly había llevado por impulso sus dedos a sus labios, y miraba el suelo demasiado quietecita para ser ella. Levantó su mirada verde, observando la espalda de él. Sacudió la cabeza, eliminando cualquier pensamiento sin razón de ser que se aproximara a su mente afectada, mientras sentía enrojecer cada pedazo de piel de su rostro. Dio un par de pasos hacia él y dejó su mano sobre su hombro, bastante más alto que el de ella, pretendiendo que girara y la viera mientras hablaba. - No... no te preocupes. Fue sólo un error, ¿si? - intentó tranquilizarlo, no quería que se sintiera mal por algo como lo anterior porque no había sucedido nada del otro mundo, ¿cierto?
Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
Sentía la sangre hirviendo en todo el cuerpo, también sentía como las palmas de mis manos sudaban, mi frente y mi espalda. Era un sudor frío y no me agradaba esa sensación, sentía también como el estómago se me revolvía por los nervios presentes en mi cuerpo. El silencio que había en la torre hubiera sido incómodo si las lechuzas no hubieran estado allí ululando o aleteando.
Sentí una de sus manos en mi hombro y me tensé. Cerré los puños con fuerza y sabía que tenía que voltear. La escuché hablar y sus palabras poco sirvieron para calmarme. ¿De verdad había sido un error? Claro, se trataba de un accidente, algo que no había estado planeado. A Molly la veía algunas veces como una amiga, pero en otras ocasiones me sentía extraño en cuanto a mis sentimientos con ella.
Giré lentamente y mis ojos grises se toparon con los verdes de ella. Sonreí un poco pero no estaba seguro si mis labios habían logrado hacer el efecto deseado. –Claro…– dije carraspeando un poco –Solamente fue un error– me encogí de hombros. ¿Por qué no podía decirle que me gustaba? Quizás es que le tuviera miedo al rechazo por parte de ella y como consecuencia de eso perder su amistad.
–Creo que…– empecé a decir y luego miré a todas las lechuzas –…deberíamos irnos– dije viéndola de nuevo y recordando el dolor que sentía en la nuca. –Empieza a oler mal y me duele un poco la cabeza por el golpe– hice una mueca. Empecé a caminar hacia la salida y cuando estuve en el marco estiré mi mano hacia Molly –¿Vienes? –
Sentí una de sus manos en mi hombro y me tensé. Cerré los puños con fuerza y sabía que tenía que voltear. La escuché hablar y sus palabras poco sirvieron para calmarme. ¿De verdad había sido un error? Claro, se trataba de un accidente, algo que no había estado planeado. A Molly la veía algunas veces como una amiga, pero en otras ocasiones me sentía extraño en cuanto a mis sentimientos con ella.
Giré lentamente y mis ojos grises se toparon con los verdes de ella. Sonreí un poco pero no estaba seguro si mis labios habían logrado hacer el efecto deseado. –Claro…– dije carraspeando un poco –Solamente fue un error– me encogí de hombros. ¿Por qué no podía decirle que me gustaba? Quizás es que le tuviera miedo al rechazo por parte de ella y como consecuencia de eso perder su amistad.
–Creo que…– empecé a decir y luego miré a todas las lechuzas –…deberíamos irnos– dije viéndola de nuevo y recordando el dolor que sentía en la nuca. –Empieza a oler mal y me duele un poco la cabeza por el golpe– hice una mueca. Empecé a caminar hacia la salida y cuando estuve en el marco estiré mi mano hacia Molly –¿Vienes? –
Jean de ValoisRAVENCLAW - Mensajes : 106
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Re: I know his name, I know his age, I know his preferences in the intimity -
Jean no tenía por qué ponerse así por lo sucedido, bueno, sí, había sido algo vergonzoso y estaba segura que si bien ahora lo tomaba con una ligera calma, más adelante el recuerdo volvería a ella sólo para hacerla sonrojar de manera intensa, pero en ese momento, no le parecía una situación tan grave. Era por eso que intentaba tranquilizar al muchacho, para que no se sintiera por lo sucedido, Molly no le daba tanta importancia, o por lo menos no quería pensar en eso.
Sonrió levemente también, correspondiendo a esa sonrisa torcida que había esbozado él en su rostro, se lo notaba tenso y odiaba saber el por qué de eso; quizás fuese mejor que hablaran de cualquier otra cosa, evadirle el asunto para que lo olvidara, pero dudaba que ella misma pudiese hacerlo. Asintió cuando él afirmó que había sido solamente un error, aunque la frase no sonó en sus oídos como pensó que sonaría, como si no le agradara la idea de que Jean lo confirmara. Frunció apenas el ceño y lo escuchó, cierto era que allí olía pésimo pero así había sido desde su llegada al lugar, pero aceptó su salida de esa torre porque no quería que ese dolor suyo empeorara ni mucho menos.
Envió una última mirada a la lechucería, observando a las lechuzas ulular y aletear animadas, sonrió ante esa tonta imagen, grabándola en su retina como todo lo que le agradaba en demasía. Escuchó nuevamente las palabras del aguilita y giró a él, tomando su mano con una sonrisa más extensa ahora. - Sí, vamos - dijo, apretándolo con fuerza antes de salir corriendo y jalarlo con ella suavemente, riéndose e intentando que él la imitara; le insistiría para ir a la enfermería en el camino, allí seguro le remediarían el dolor en un instante.
Sonrió levemente también, correspondiendo a esa sonrisa torcida que había esbozado él en su rostro, se lo notaba tenso y odiaba saber el por qué de eso; quizás fuese mejor que hablaran de cualquier otra cosa, evadirle el asunto para que lo olvidara, pero dudaba que ella misma pudiese hacerlo. Asintió cuando él afirmó que había sido solamente un error, aunque la frase no sonó en sus oídos como pensó que sonaría, como si no le agradara la idea de que Jean lo confirmara. Frunció apenas el ceño y lo escuchó, cierto era que allí olía pésimo pero así había sido desde su llegada al lugar, pero aceptó su salida de esa torre porque no quería que ese dolor suyo empeorara ni mucho menos.
Envió una última mirada a la lechucería, observando a las lechuzas ulular y aletear animadas, sonrió ante esa tonta imagen, grabándola en su retina como todo lo que le agradaba en demasía. Escuchó nuevamente las palabras del aguilita y giró a él, tomando su mano con una sonrisa más extensa ahora. - Sí, vamos - dijo, apretándolo con fuerza antes de salir corriendo y jalarlo con ella suavemente, riéndose e intentando que él la imitara; le insistiría para ir a la enfermería en el camino, allí seguro le remediarían el dolor en un instante.
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