Viejos conocidos [Monique]

Me divertía mucho pasear en mi moto, por el mundo mágico, muchos pensaban que estaba loco, otros no entendía por que tenia que andar en esa maquina con dos ruedas y como era de saber, la minoría odiaban todo lo referido con los muggles, me encontraba justo en la puerta del San Mungo cuando algo llamo mi atención, el viento soplaba fuerte y hacia ondear esos cabellos color oro, si que seguía igual o quizás mas hermosa de cómo la recordaba. Nunca habíamos hablado mucho, era una conocida de Hogwarts, pero siempre me detenía a observarla en los pasillos, una chica muy hermosa que hacia que muchos nos giremos al verla pasar, si su nombre es Monique Charlotte Rousseau, si ese era su nombre como poder olvidarlo. Me había perdido en los recuerdos, al parecer ya había terminado de bajar las escaleras de la entrada, se estaba yendo en la misma dirección que yo iba con mi moto, volví a encender mi artefacto muggle, el ruido llamaba la atención de todos los que estaban a mi alrededor, pero ya no importaba, iba a hablarle, no quería perder esa oportunidad que el destino me había dado, quería mostrarle al Alexander nuevo, al crecido, ese que no tiene miedo de decirle lo hermosa que es, logre controlar la moto a la perfección, mientras me acercaba lentamente a ella, me puse a su a la par de sus pasos, hasta que llame su atención. Claro que no podía reconocerme, traía el casco puesto, pero eso lo hacia aun mas divertido- Las princesas no deberían andar a pie y si lo hacen no pueden estar solas- dije sin quitarme el casco, pero antes de que me lanzara una maldición, me lo quite y continúe- me ofrezco a llevarla o a ser su escolta bella dama- le sonreía la verdad era que hacia tanto tiempo que no la miraba de cerca que sentía que podía llegar a derretirme- que dices Monique?, tomarías algo con un viejo conocido?- dicho esto, Ziwik mi huron, salio de debajo de mi campera por la curiosidad asomando su diminuta cabeza, saque el casco de reserva que siempre llevaba en la parte del acompañante de mi moto y se lo ofrecí.

-Se llama Ziwik- respondí a su pregunta, la verdad es que no había perdió esa chispa que tanto la caracterizaba, la verdad que tenia que presentarme en el misterio, pero me sobraba el tiempo y no había comido aun- estaba pensando en invitarte a cenar si dispones del tiempo necesario, en realidad iba a eso, pero es mejor y mas agradable con buena compañía- le guiñe el ojo, al parecer estaba considerando la idea de venir con migo, eso era un buen comienzo, Ziwik volvió a meterse en mi campera, luego cerré esta hasta el cuello, tenia en mente algunos lugares para ir a cenar, pero quizás ella tenia mejor gusto que yo, así que la iba a dejar elegir- como dije antes para mi eres una princesa a la que quiero escoltar, así que te doy el derecho de escoger el lugar – dicho esto encendí la moto, casi dando por echo que ella vendría con migo, en cierta forma estaba precionadola un poco, pero no íbamos a quedarnos toda la noche ahí esperando no?- prometo ir despacio, a no ser que quieras lo contrario- comentaba, ya que mi moto era una de esos modelo pista, única en su clase, ya que esta había sido modificada por un mecánico conocido, pero en el mundo mágico no solía utilizarla mucho, ese día era algo especial y no me arrepentía de haberla traído, ahora estaba disfrutando de la compañía de una bella mujer, una de esas con las que podrías pasar la vida entera sin necesidad de conocer mas mujeres, pero la verdad me estaba yendo por las ramas, no podía estar pensando en una relación, en este momento, cuando lo que mas importaba era la seguridad de los dos mundos, estábamos en zona de guerra y los atentados podían darse en cualquier momento o lugar.

La verdad me gustaba mucho verla sonreír, que mas podía pensar si cada ves que lo hacia todo desaparecía y solo quedaba el brillo de su hermosa dentadura, me percate de su mirada al edificio, al parecer había alguien importante para ella ahí, pero no quise incomodarla con preguntas, si tenia algo que decir lo diría a su debido momento. Al perecer tendría que elegir yo el lugar, pero bueno en cierta forma sabia que comeríamos bien, conocía un lugar muy bueno a unos 4 Km., de distancia, escuche su pregunta sobre como se veía y no pude evitar responderle- claro que no, solo es un complemento de tu belleza- le dije sin mas pensar, pero en ese momento escuche sus palabras, al parecer no quería estar mas ahí, en verdad debía de tener a alguien en San Mungo,- sus deseos son ordenes mi princesa- y en ese preciso momento coordine mis manos y pie izquierdo para hacer andar la moto, no medí la velocidad, solo la saque a andar de la forma que mas me gusta. En cuestión de segundo íbamos a una velocidad muy alta uno 120km por hora, pero ya nos habíamos alejado del hospital mágico, asíque decidí bajar la velocidad, a una mas normal, una ves que la moto se encontraba regulando a una velocidad estándar, comencé a hablar- no falta mucho para llegar, íbamos un poco rápido, por eso decidí bajar la velocidad, no es seguro andar tan rápido en calles tan chicas- le dije casi gritando ya que el ruido de la moto era bastante fuerte, en ese momento, vi. Que nos encontrábamos en un lugar más espacioso, asíque acelere un poco hasta llegar al lugar deseado.
Una ves estacionada la moto, me quite el casco y mire a Monique- bueno es aquí, espero el lugar sea de tu agrado- nos encontrábamos en un restaurante, bastante antiguo, de esos que muy pocas personas, pueden pagar, pero para mi no era problema y ella se lo merecía. Coloque mi brazo en la forma justa para que ella pasara su brazo, entre mi cintura y mi brazo, de esa forma la escoltaría como a toda una dama- me hace el honor, de llevarla hasta la puerta señorita Rousseau?.

Me dio la impresión de que estaba algo nerviosa, pero quizás era mi imaginación, estaba claro que era su primer viaje en moto, asíque ise caso omiso de todas sus disculpas, en realidad era buena compañía y no iba a dejar que los miedos tontos de ella arruinaran nuestro encuentro, quería darle lo mejor, era una chica muy hermosa y se merecía eso y mas. Al momento en que acepto mi invitación, para escoltarla, no pude evitar pensar que lindo era estar tan cerca de ella, hacia tiempo que no me sentía de esa forma, incluso Ziwik estaba alegre, se escabullo por mi campera, para salir y posarse en el hombro de Monique señal de que le agradaba mi compañía.
Entramos en el restaurante, era tal cual como lo recordaba, muy elegante, la verdad era que Ziwik no podría comer con nosotros, así que me acerque a una sección del restaurante la cual tenia mucha fauna, no artificial con mi mascota en brazos- quédate aquí Ziwik, si ves algo raro avísame, de otra forma hasta que no venga a buscarte no salgas- ella tan inteligente asintió con la cabeza y se perdió entre las plantas, pronto volví a tener la compañía de Monique, esta ves tuve el atrevimiento de tomarla de la mano mientras caminábamos hasta la recepción- mesa para dos- dije una ves que habíamos llegado al mostrador, pronto el mozo nos ubico en un lugar genial, teníamos vista a una cascada artificial, rodeada de platas verdaderas, en ese momento vi. a Ziwik, saltando de roca en roca, al parecer ella también se divertiría.
-perdona por este silencio, es que a veces no me doy cuenta- le dije a Monique al darme cuenta de que no le había prestado atención desde que habíamos entrado al lugar- y por lo del dinero no te preocupes corre todo por mi cuenta, ya era hora de gastar el dinero que mis padres me dejaron- le comente con una sonrisa, en cierta forma después de siente años ya había superado la idea de que mis padres no estaban, no era algo que me alegrara, pero había que aprender a convivir con eso, también era cierto que no tenia mucho tiempo para gastar mi dinero, me la pasaba mucho tiempo en el mundo muggle haciendo misiones para el ministerio, ya que al parecer era uno de los pocos magos que podía moverse con total comodidad entre los muggles, muchos aun no comprendían muchas cosas.
-Monique por que no me cuentas un poco de ti, me gustaría saber a que te dedicas, si estas trabajando o estudiando y que has hecho estos años fuera de Hogwarts- la verdad era que su vida me despertaba curiosidad, hacia tiempo que no sentía tanta curiosidad por una mujer.

Escuche todo lo que me decía, sobretodo cuando dijo que era muy dulce, pero pronto cambio de tema. En el momento en que hablo sobre que se había casado y que tenia cinco hijos, luego un divorcio, a demás de que ahora estaba comprometida, me dieron ganas de salta de un puente, pero pronto me tranquilice al darme cuenta que una pequeña broma, al parecer ella había estudiado mucho y ahora era una medimaga, no se podía esperar nada menos de una Ravenclaw, en lo general siempre terminaban siendo medimagos o llegaban a tener un puesto importante en el ministerio, pero note algo de tristeza, al parecer la persona que estaba internada en San Mungo, era su madre, no quise preguntarle mucho sobre ese asunto, tarde o temprano ella me lo contaría.
Me pregunto a que me dedicaba, que era muy obvio?, tenia cara de auror? o acaso de profesor?, al parecer me conocía mas de lo que yo creía o era una persona muy predecible, cualquiera de las dos opciones no me agradaban ni un poco.
Por un momento pensé en decirle lo mismo que le decía a todo el mundo, esquivar mi vida como auror y decirle que era corredor de moto cross, pero algo me decía que no tenia que mentirle, a demás no creía correr algún peligro con ella, que tipo de bruja tenebrosa intentaría ayudar a su madre enferma, a no ser que fuera una bruja tenebrosa igual que ella, pero la verdad era que no me parecía.- parece que soy muy predecible, quizás es por que soy un Gryffindor en piel y alma- bromee frente a su comentario- la verdad es que le erraste en lo de valiente, pero si soy un auror- me sonroje un poco al contarle, la verdad era que me hacia muy feliz ser un auror, era el camino que mis padres querían para mi y para mi era un honor seguir los pasos de ellos- decidí seguir los pasos de mis padres, a demás es la mejor forma de encontrarlos- ahí fue donde por unos segundos me quebré y recordé lo que era importante para mi, si bien lo que me estaba pasando era grandioso, volvía a sentirme alegre y feliz en la compañía de una mujer, pero mis padres aun estaban desaparecidos y no tenia pensado descansar hasta encontrarlos, en ese momento, tome la mano de Monique y la mire fijo a los ojos- no se que es lo que le esta sucediendo a tu madre, pero descuida, todo saldrá bien estoy seguro de eso, nunca hay que perder las esperanzas.-

Sonreí ante el comentario que izo de que era predecible, al parecer estaba bromeando, solo que había algo que no me gustaba, era ver como su alegría desaparecía en la tristeza de sus ojos, pronto pregunto sobre mis padres, pero el mesero interrumpió mi respuesta, ella pido algo que no conocía, al parecer no quería que gaste mucho, pero ese no era un problema, para comer pedir filete de carne de dragón, acompañado de una ensalada y para beber vino de elfos domésticos, era muy bueno para acompañar la carne de dragón, este se retiro y ella comenzó a hablar de lo que le había dicho antes, sin soltar mi mano. Se sentía tan bien, su mano era tan suave y calida, pero al escuchar sus palabras llenas de desilusión y luego ver caer una lagrima de sus ojos, sentí que el corazón se me hacia trizas, con mi otra mano limpie si mejilla, la cual tenia la marca que había dejado la lagrima al recorrer su hermoso rostro, estábamos muy cerca la verdad muy cerca y casi en un susurro respondí a lo que ella me había preguntado antes- en el 2015 mis padres fueron dados por desaparecidos en acción, es el día de hoy que no pude dar con su paradero y sigo en la búsqueda, sin perder las esperanzas, de que algún día pueda encontrarlos- pare por unos segundos, la verdad era que estaba revuelto en emociones, la tristeza de mis padre y la alegría de estar con ella- aun que el día que los encuentre se sin vida, yo solo quiero saber la verdad, no pierdo la esperanza por que es mi alimento- la mira esta ves mas profundo que antes- no te preocupes por tu madre y has todo lo que puedas para que ella este bien, no estés triste por que eso la afectaría y no te olvides que tus hermanos te necesitan mas fuerte que nunca- me tome el atrevimiento de abrazarla dejando su cabellera contra mi pecho- siempre que necesites un hombro para llorar o alguien que te consuele, puedes buscarme, estaré ahí para ti.

Escuche su pregunta atentamente, mientras disfrutaba de su compañía, por que era tan bueno con ella?, ni yo podía explicarlo, así que solo le sonreía en forma de aprobación a lo que había dicho, pronto el mesero interrumpió el momento de intimidad para traer las bebidas, me sirvió el vino para catarlo, el vino estaba bien, lo cual fue común en ese establecimiento, luego se retiro y Monique propuso algo interesante, la verdad era que al lado de ella ya estaba dejando de lado los problemas, solo habíamos flaqueado un poco, pero nada grave, sonreí – esta bien me parece una idea estupenda- comente mientras alzaba mi copa y brindaba por ello- Sabas estoy disfrutando mucho de tu compañía no se me va hacer difícil olvidarme por un rato de los problemas.
La comida tardaba y estábamos hablando mucho de nuestras vidas, le conté como gracias a mi trabajo de auror pude disfrutar de muchos viajes y que mi función era moverme dentro del ambiente muggle ya que se me daba bien todo lo referido a ellos, tanto por mi fascinación en el tema como mis costumbres que eran mas muggle que de mago.
También me tome la molestia de contarle sobre mi fascinación con los vehículos a motor, como las motos, eran mi vida y que también había competido profesionalmente en algunos circuitos de motocross solo por hobbie. No quise parecer ególatra por eso mismo no le comente que había ganado todas esas competiciones, la verdad se me daba bien lo de manejar motos.
La comida llego a nuestra mesa, la verdad que fue un alivio ya que el vino de elfo domestico comenzaba a hacer efecto en mi, me sentía algo entonado y la verdad algo acalorado, no sabia si había sido el vino o los nervios, pero mientras hablaba con ella, no pude evitar fijar mi vista en sus labios, al mismo tiempo la sensación de querer besarlos se presento en mi, pero claro no iba a hacerlo. Aunque quería, no podía ser tan lanzado, mi mirada se perdía en sus bellos ojos y labios que a mi parecer se veían más exquisitos que la comida que estaba por probar.
Disfrutaba mucho de su compañía, mientras que cenábamos y las pausas eran mas frecuentes, ya que la comida estaba deliciosa, sonreía mientras masticaba, parecía un tonto pero en verdad estaba disfrutando de esa velada, no había podido elegir mejor compañía para esa cena.
-Sabes Monique, pienso que fue una gran suerte encontrarte en la puerta de San Mungo- dije guiñándole mi ojo- espero se repita la cena y que estés tan bella como hoy- le comente mientras hacia una mueca con mi boca que dejaba un pequeño posillo del lado izquierdo de mi boca- mejor dicho mas hermosa que hoy, aunque seria algo difícil eso.