We're the dreams you're believing {Anette}
2 participantes
Página 1 de 1.
We're the dreams you're believing {Anette}
Tenía una pequeña tendencia a la evasión que lo llevaba de normal a buscar sitios como aquel, lejos de las personas y conocidos, dejándose sorprender por la inmediatez de las circunstancias. Empezaba a tener dos pequeñas teorías, o bien Nickie se estaba afianzando en su relación con su prometida o le estaba dando terrible plantón en busca de nueva mercancía; egoísta. Se decantaba más por la segunda, pero a saber qué demonios sucedía con aquel Resnick.
Y bien, ¿Qué hacer ahora? ¿Cómo divertirse en un lugar como el bosque prohibido sin alguien más? Se había decidido finalmente por realizar algo de Jogging, corriendo por el lugar esquivando diferentes obstáculos, encontrándose con alguna que otra alimaña que terminaba expulsando del lugar con un leve movimiento de varita. Durante más de veinte minutos fue acompasando su marcha según el cansancio se iba haciendo más presente en su organismo. Eran ya finales de Otoño y el frío se hacía cada vez más presente y por lo tanto mantenía el calor en su cuerpo mediante el ejercicio, sin chaqueta alguna, simplemente una camisa de tirantes blanca que enseñaba sus cargados brazos. Sudaba prácticamente frío y aquella temperatura aislaba el hedor de su esfuerzo físico.
Acabó en un lugar cubierto por una amplia maraña de hojas de árboles a unos metros de altura, un pequeño lugar de cobijo, casi un escondite, en el que acabó sentándose poco a poco dominando su respiración hasta que la cadencia fue algo secundario en él. Ya había hecho suficiente deporte y no quería realizar culturismo alguno (si bien no tenía material necesario para ello). ¿Y ahora qué? se preguntó mentalmente mientras dirigía su vista hacia ambos lados de su refugio natural del que no parecía surgir animal o bicho alguno que pudiera suponerle un peligro.
Suspiró con fuerza, claramente aburrido, debería haberse traído algún amigo que le diera un toque de felicidad como alcohol o las chucherías que tan mal custodiaba Nickie.
Y bien, ¿Qué hacer ahora? ¿Cómo divertirse en un lugar como el bosque prohibido sin alguien más? Se había decidido finalmente por realizar algo de Jogging, corriendo por el lugar esquivando diferentes obstáculos, encontrándose con alguna que otra alimaña que terminaba expulsando del lugar con un leve movimiento de varita. Durante más de veinte minutos fue acompasando su marcha según el cansancio se iba haciendo más presente en su organismo. Eran ya finales de Otoño y el frío se hacía cada vez más presente y por lo tanto mantenía el calor en su cuerpo mediante el ejercicio, sin chaqueta alguna, simplemente una camisa de tirantes blanca que enseñaba sus cargados brazos. Sudaba prácticamente frío y aquella temperatura aislaba el hedor de su esfuerzo físico.
Acabó en un lugar cubierto por una amplia maraña de hojas de árboles a unos metros de altura, un pequeño lugar de cobijo, casi un escondite, en el que acabó sentándose poco a poco dominando su respiración hasta que la cadencia fue algo secundario en él. Ya había hecho suficiente deporte y no quería realizar culturismo alguno (si bien no tenía material necesario para ello). ¿Y ahora qué? se preguntó mentalmente mientras dirigía su vista hacia ambos lados de su refugio natural del que no parecía surgir animal o bicho alguno que pudiera suponerle un peligro.
Suspiró con fuerza, claramente aburrido, debería haberse traído algún amigo que le diera un toque de felicidad como alcohol o las chucherías que tan mal custodiaba Nickie.
Samuel NordenströmSLYTHERIN - Mensajes : 96
Puntos de Canje : 74450
Fecha de inscripción : 30/04/2011
Re: We're the dreams you're believing {Anette}
Fin de semana y estaba con absolutamente nada que hacer. ¿Desde cuándo estaba yo un día sábado sin panoramas? En fin, estaba sola y aburrida, me había llevado casi toda la mañana leyendo…si, créanlo o no, estaba leyendo, aunque no era nada educativo, más bien leía, por quinta vez, CdB, y como cada vez que la leía, moría de la risa al recordar la cara de mi pobre y engañado amigo Albus leyendo una gran revelación, su novia y su hermano se habían liado en grande. Cielos, momentos como ese eran de los que recordaría por siempre y me reiría a muerte. Si, debía que reconocer que los problemas ajenos a veces me causaban bastante gracia, aunque estuvieran mis amigos involucrados. Terminé por aburrirme de la revista y la lancé por los aires, cayendo justo en la cabeza de Cass, que dormí plácidamente sobre su cama. Me puse en pie y me escapé antes de que me reclamara por sacarla de sus, seguramente sexuales, sueños con Albus y James.
Me senté un rato en la sala común esperando ver a alguno de mis amigos, pero nada. Resnick estaba con mi amiga Ara, cosa que comenzaba a estresarme, porque ahora pasaban más tiempo ellos y yo quedaba un poco de lado. Las gemelas estaban quien sabe dónde y no estaba con ganas de buscarlas y Sam, cuando subí a buscarlo a su habitación no lo vi, y eso me desanimó un poco. Estaba completamente sola aquel día.
Luego de un rato de reflexión decidí salir a dar una vuelta. Llegué hasta el lago y me senté, un poco pensativa, cuando recordé algo. Si Sam no estaba por ningún lado del castillo, solo había otro lugar donde solía “refugiarse” y eso era el bosque. Sonreí y me puse en pie, comenzando mi caminata directo al bosque prohibido. Si lo encontraba por ahí sería perfecto, y si no, de todas formas me gustaba caminar por aquel lugar. Anduve sin rumbo fijo, pendiente de ir con cuidado y así evitar un encuentro indeseado con alguna criatura poco agradable, hasta que de pronto vi a quien buscaba y una sonrisa entre alegre y coqueta se curvó por mis labios.
Me apoyé contra un árbol de espalda y lo observé por unos minutos y al tardar en darse cuenta de mi presencia, decidí hablar – ¿Es que acaso ahora disfrutas más del bosque a solas que conmigo? – pregunté y cuando atrapé su atención, comencé a caminar hacia él con una sonrisa en el rostro.
Me senté un rato en la sala común esperando ver a alguno de mis amigos, pero nada. Resnick estaba con mi amiga Ara, cosa que comenzaba a estresarme, porque ahora pasaban más tiempo ellos y yo quedaba un poco de lado. Las gemelas estaban quien sabe dónde y no estaba con ganas de buscarlas y Sam, cuando subí a buscarlo a su habitación no lo vi, y eso me desanimó un poco. Estaba completamente sola aquel día.
Luego de un rato de reflexión decidí salir a dar una vuelta. Llegué hasta el lago y me senté, un poco pensativa, cuando recordé algo. Si Sam no estaba por ningún lado del castillo, solo había otro lugar donde solía “refugiarse” y eso era el bosque. Sonreí y me puse en pie, comenzando mi caminata directo al bosque prohibido. Si lo encontraba por ahí sería perfecto, y si no, de todas formas me gustaba caminar por aquel lugar. Anduve sin rumbo fijo, pendiente de ir con cuidado y así evitar un encuentro indeseado con alguna criatura poco agradable, hasta que de pronto vi a quien buscaba y una sonrisa entre alegre y coqueta se curvó por mis labios.
Me apoyé contra un árbol de espalda y lo observé por unos minutos y al tardar en darse cuenta de mi presencia, decidí hablar – ¿Es que acaso ahora disfrutas más del bosque a solas que conmigo? – pregunté y cuando atrapé su atención, comencé a caminar hacia él con una sonrisa en el rostro.
Anette ChénierSLYTHERIN - Mensajes : 173
Puntos de Canje : 74436
Fecha de inscripción : 28/04/2011
Re: We're the dreams you're believing {Anette}
Y en aquel momento en el que el aburrimiento y el frío poco a poco hacían mella en el escandinavo éste levantó la vista clavándola en una slytherin que conocía muy bien, sus piernas, cadera, senos, rostro y senda y adictiva cabellera le suponían siempre una demencia interna que no podía acallar; aquello era una mujer en todas las concepciones posibles de la palabra. Una sonrisa arrogante fulminó su rostro mientas escuchaba la pregunta que con tanta diversión le cuestionaba su amiga. Negó con fuerza, no disfrutaba tanto de sus visitas al bosque prohibido si no iban acompañadas de la ahora rubia metamorfomaga; si tenía un vicio confesable, éste era sin duda su compañera de casa Anette.
-El bosque nos obliga a estar juntos siempre que alguno de nosotros se encuentra en él... debe ser alguna señal propicia.- sí, propicia para divertirse como de costumbre, con el sexo desenfrenado que tanto lo amansaba. Oh sí, aquello empezaba a ponerse muy pero que muy bien. -Simplemente vine a hacer algo de ejercicio...- informó con cierto orgullo mientras le invitaba a tomar asiento junto a él en aquel lugar tan poco visible del bosque. -¿Y qué te trae aquí, Chénier?- preguntó con diversión e interés, si era algo diferente a lo que el chico tenía en mente lo tendría que posponer... acababa de caer del cielo a sus manos y no dejaría escapar a tan preciado juguete, no cuando se le hacía -de momento- la mejor mujer que en cuanto a lo que él necesitaba podía existir en el mundo. Si bien no se trataba lo suyo de una relación tenía que advertir que era un adicto a ella en lo referido al placer.
Cualquier lugar era el perfecto para divertirse junto con la metamorfomaga, si bien ahora mismo estaban tomando la costumbre de tener sus encuentros en el bosque, a plena luz del día o amparados por la oscura noche de los campos de Escocia; daba igual, el chico seguía disfrutando tanto o más con cada encuentro, explorando con ella los pocos límites que permitían sus juegos. Sólo podía saber algo con certeza, si todo sucedía como de costumbre, la sonrisa triunfadora en el rostro después de disfrutar no se la quitaba absolutamente nadie, ni aunque le avisaran de que tendría que morir en Azkaban.
-El bosque nos obliga a estar juntos siempre que alguno de nosotros se encuentra en él... debe ser alguna señal propicia.- sí, propicia para divertirse como de costumbre, con el sexo desenfrenado que tanto lo amansaba. Oh sí, aquello empezaba a ponerse muy pero que muy bien. -Simplemente vine a hacer algo de ejercicio...- informó con cierto orgullo mientras le invitaba a tomar asiento junto a él en aquel lugar tan poco visible del bosque. -¿Y qué te trae aquí, Chénier?- preguntó con diversión e interés, si era algo diferente a lo que el chico tenía en mente lo tendría que posponer... acababa de caer del cielo a sus manos y no dejaría escapar a tan preciado juguete, no cuando se le hacía -de momento- la mejor mujer que en cuanto a lo que él necesitaba podía existir en el mundo. Si bien no se trataba lo suyo de una relación tenía que advertir que era un adicto a ella en lo referido al placer.
Cualquier lugar era el perfecto para divertirse junto con la metamorfomaga, si bien ahora mismo estaban tomando la costumbre de tener sus encuentros en el bosque, a plena luz del día o amparados por la oscura noche de los campos de Escocia; daba igual, el chico seguía disfrutando tanto o más con cada encuentro, explorando con ella los pocos límites que permitían sus juegos. Sólo podía saber algo con certeza, si todo sucedía como de costumbre, la sonrisa triunfadora en el rostro después de disfrutar no se la quitaba absolutamente nadie, ni aunque le avisaran de que tendría que morir en Azkaban.
Samuel NordenströmSLYTHERIN - Mensajes : 96
Puntos de Canje : 74450
Fecha de inscripción : 30/04/2011
Temas similares
» Teenage Dreams~Firmería
» Do not get in my way in life, they would never let my dreams come simple desires.//Relation'ship Ella//
» Do not get in my way in life, they would never let my dreams come simple desires.//Relation'ship Ella//
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.