Half the words don't mean a thing –
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Half the words don't mean a thing –
Privado – Albus S. Potter
# Tercer miércoles de Septiembre. Noche.
Hacía tiempo que ni siquiera tocaba la fina madera que constituía ese pequeño y encantador instrumento. Las finas cuerdas de ese violín viejo eran totalmente nuevas. Gentileza del abuelo Marco. Nunca había sido mi intención aprender a tocar ese tipo de instrumentos, pero fue algo a lo que me incitaron mis padres por la bisabuela paterna, la cual que habían contado innumerables veces que amaba la música clásica y el arte y, sobre todo, los instrumentos de cuerda de ese tipo.
La última vez que lo había tocado fue el verano de tercero a cuarto curso, cuando fuimos de visita a la vieja mansión Müller, en Alemania. Lo pasaba bien tocando el instrumento, al fin y al cabo, el sonido que se dejaba oír al rozar las cuerdas con el arco era dulce y bonito. Clásico y educado.
Ese sexto curso, no sabía aún porqué, me lo había llevado a Hogwarts. Quizás con la intención de tocarlo cuando quisiera un rato para mi sola, o en un nivel máximo de aburrimiento. Pero el caso que me ocupaba ahora, era más de la primera opción.
Después de la cena en el gran comedor, me levanté rápidamente y me dirigí a las mazmorras mientras que los estudiantes de los primeros cursos, totalmente modélicos y educados, se preparaban para ir a la cama. Que recuerdos de esas angelicales y bonitas épocas...
Cogí la funda con el violín y salí del castillo por la puerta principal, la cual estaba ligeramente entre abierta, procurando a toda costa no ser vista por nadie más.
Tras dudar entre el Bosque Prohibido y el Lago, decidí ir hacia el segundo, con el ánimo de tocar, quizá, alguna nana a ese calamar gigante que se dedicaba a rescatar estudiantes ahogados cuando hacía buen tiempo.
Oculta por algunos frondosos árboles y totalmente de espaldas al castillo, saqué el violín y toque un par de notas rozando suavemente con el arco. Apoyé la cabeza sobre el cuerpo del instrumento, el cual permanecía apoyado entre mi cuello y mi hombro, y empecé a rozar sin parar, creando un sin fin de notas unidas por una fina y delicada melodía agradable al oído de cualquiera.
No era una canción en especial. Simplemente una improvisación fruto de todos los años acumulados de experiencia con la música.
La última vez que lo había tocado fue el verano de tercero a cuarto curso, cuando fuimos de visita a la vieja mansión Müller, en Alemania. Lo pasaba bien tocando el instrumento, al fin y al cabo, el sonido que se dejaba oír al rozar las cuerdas con el arco era dulce y bonito. Clásico y educado.
Ese sexto curso, no sabía aún porqué, me lo había llevado a Hogwarts. Quizás con la intención de tocarlo cuando quisiera un rato para mi sola, o en un nivel máximo de aburrimiento. Pero el caso que me ocupaba ahora, era más de la primera opción.
Después de la cena en el gran comedor, me levanté rápidamente y me dirigí a las mazmorras mientras que los estudiantes de los primeros cursos, totalmente modélicos y educados, se preparaban para ir a la cama. Que recuerdos de esas angelicales y bonitas épocas...
Cogí la funda con el violín y salí del castillo por la puerta principal, la cual estaba ligeramente entre abierta, procurando a toda costa no ser vista por nadie más.
Tras dudar entre el Bosque Prohibido y el Lago, decidí ir hacia el segundo, con el ánimo de tocar, quizá, alguna nana a ese calamar gigante que se dedicaba a rescatar estudiantes ahogados cuando hacía buen tiempo.
Oculta por algunos frondosos árboles y totalmente de espaldas al castillo, saqué el violín y toque un par de notas rozando suavemente con el arco. Apoyé la cabeza sobre el cuerpo del instrumento, el cual permanecía apoyado entre mi cuello y mi hombro, y empecé a rozar sin parar, creando un sin fin de notas unidas por una fina y delicada melodía agradable al oído de cualquiera.
No era una canción en especial. Simplemente una improvisación fruto de todos los años acumulados de experiencia con la música.
Invitado- Invitado
Re: Half the words don't mean a thing –
Aquella noche tenía un lindo cielo estrellado y hacía un frío abrazador como pocas noches podía notarse en los exteriores del castillo de Hogwarts, particularmente pensaba que la madre naturaleza estaba molesta con nosotros y que por eso hacía tanto frío. Llevaba una bufanda en colores esmeralda y plata amarrada al cuello. Aún faltaba para el invierno y no quería ni imaginar como se pondría ese año el frío.
Me encontraba en los exteriores del colegio a esa hora precisamente porque todos los alumnos estaban muy atentos a sus cenas, yo necesitaba estar a solas en los terrenos puesto que estaba buscando una planta para la clase de herbología, le profesor Neville había dicho que si alguien la encontraba obtendría 15 puntos para su casa y aunque íbamos en cabeza, yo quería encontrarla por puro ego. Después de aproximadamente media hora de estar rebuscando en los límites del bosque prohibido me dí por vencido en aquella zona y me inmiscuí hacia los jardines en los cuales estuve también buscando probablemente por otra media hora y mis pasos me llevaron sin pensarlo hacia el bosque.
Una hermosa melodía podía escucharse desde el límite del lago y solo una cosa se me pasó por la mente "Sirenas" se decía que en el lago había sirenas y que su canto podía hipnotizar hasta a los más valientes, y ese sonido vaya que era encantador. No dudé, ni siquiera lo pensé y me dejé llevar hacia el borde del lago en donde sonaba la música con más intensidad. Una figura rubia estaba sentada dándome la espalda y por un segundo pensé que realmente estaba viendo a una sirena hasta que me dí cuenta de quien realmente era la culpable de aquella hermosa melodía. - Kirby - dije más para mí mismo que para ella y me acerqué ajustándome la bufanda y me paré a unos pasos de ella regocijándome en la música. Me crucé de brazos y me recargué en un árbol.
Hacía mucho que no la escuchaba tocar el violín y siempre me había gustado que me deleitara con una melodía pero hacía tanto que no la veía con su violín que pensaba que ya lo había olvidado. Esperé a que la canción terminara y cuando por fín lo hizo aplaudí desde mi rincón agasapado esperando no asustarla. - Prosigue por favor, no te quiero interrumpir - sabía que probablemente ella no seguiría pero era verdad, no quería interrumpirla, quería escuchar más de ella. La música me sabía a ella.
Me encontraba en los exteriores del colegio a esa hora precisamente porque todos los alumnos estaban muy atentos a sus cenas, yo necesitaba estar a solas en los terrenos puesto que estaba buscando una planta para la clase de herbología, le profesor Neville había dicho que si alguien la encontraba obtendría 15 puntos para su casa y aunque íbamos en cabeza, yo quería encontrarla por puro ego. Después de aproximadamente media hora de estar rebuscando en los límites del bosque prohibido me dí por vencido en aquella zona y me inmiscuí hacia los jardines en los cuales estuve también buscando probablemente por otra media hora y mis pasos me llevaron sin pensarlo hacia el bosque.
Una hermosa melodía podía escucharse desde el límite del lago y solo una cosa se me pasó por la mente "Sirenas" se decía que en el lago había sirenas y que su canto podía hipnotizar hasta a los más valientes, y ese sonido vaya que era encantador. No dudé, ni siquiera lo pensé y me dejé llevar hacia el borde del lago en donde sonaba la música con más intensidad. Una figura rubia estaba sentada dándome la espalda y por un segundo pensé que realmente estaba viendo a una sirena hasta que me dí cuenta de quien realmente era la culpable de aquella hermosa melodía. - Kirby - dije más para mí mismo que para ella y me acerqué ajustándome la bufanda y me paré a unos pasos de ella regocijándome en la música. Me crucé de brazos y me recargué en un árbol.
Hacía mucho que no la escuchaba tocar el violín y siempre me había gustado que me deleitara con una melodía pero hacía tanto que no la veía con su violín que pensaba que ya lo había olvidado. Esperé a que la canción terminara y cuando por fín lo hizo aplaudí desde mi rincón agasapado esperando no asustarla. - Prosigue por favor, no te quiero interrumpir - sabía que probablemente ella no seguiría pero era verdad, no quería interrumpirla, quería escuchar más de ella. La música me sabía a ella.
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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Fecha de inscripción : 23/03/2011
Re: Half the words don't mean a thing –
Mientras que seguía con esos sutiles movimientos de muñeca, creando melodías entrelazadas entre sí, empecé a notar algo más de frío procedente de la otra parte del lago, la cual quedaba en frente de mi. Solo había salido con el uniforme y la túnica, pues los pocos días que llevábamos de curso, el tiempo parecía comportarse y ser educados con todos, dejando que el sol se filtrase por cara rincón, haciendo que los estudiantes dejaran aún la bufanda y los guantes en lo más profundo del baúl.
Mis manos se enfriaban por momentos, pero a pesar de ello, seguía tocando, inmersa en la melodía y con la mente en blanco, ajena a lo que me pudiera provocar ese frío o a cualquier ruido que no fuera el de mi violín.
Tras unos diez minutos de improvisación sin parar, terminé con un do grabe de cuatro tiempos, dando así un final típico a aquella pequeña e íntima actuación. Solamente para mi y para el calamar, que seguramente restaba en lo más profundo del lago, haciendo caso omiso de mi violín. Pero resultó no ser tan íntima como parecía, pues oí unos aplausos detrás de mi, lo que hicieron que me girara casi mecánicamente frunciendo el ceño. ¡Sorpresa!
Necesité unos segundos antes no pude reaccionar a aquello. ¿Albus? ¿Cuánto hacía que no hablaba con él? Aunque la cosa no terminara demasiado bien después de ser pareja , podríamos decir que quizás "buenos amigos" sería una palabra que se acercara a nuestra situación, a pesar de que tampoco habíamos hablado tanto como para ello. Y a todo eso, a pesar de que lo negara o de parecer totalmente indiferente en el tema, le echaba de menos. Él era distinto. No era tan... "Prototipo Sly". En su momento me sentí mal por haberme ido con Jake, pero las cosas son como son y hay un tiempo para todo. Y tal y como escuché, él está ahora con mi compañera y buena amiga, Cassandra. Hacen buena pareja, no lo negaría.
Asentí a sus aplausos con una muy leve, o casi inexistente, reverencia y sonreí de medio lado mientras me encaraba a él.
- Voy a tener que hacerte pagar si quieres escuchar más, Al - comenté en broma mientras arqueaba una ceja algo escéptica y le apuntaba con el arco del violín.
Me acerqué a él acortando las distancias de forma natural, sin vacilar en ningún momento, dándole un pequeño y rápido abrazo. Durante dichos segundos, pude oler en su bufanda ese olor tan característico suyo que me hizo recordar demasiado. Sonreí fugazmente y me separé de él.
- ¿Cómo estás? - pregunté educada, siguiendo el protocolo de comunicación mientras le daba la espalda para acercarme a la funda dura del violín y poder depositarlo allí con cuidado.
Mis manos se enfriaban por momentos, pero a pesar de ello, seguía tocando, inmersa en la melodía y con la mente en blanco, ajena a lo que me pudiera provocar ese frío o a cualquier ruido que no fuera el de mi violín.
Tras unos diez minutos de improvisación sin parar, terminé con un do grabe de cuatro tiempos, dando así un final típico a aquella pequeña e íntima actuación. Solamente para mi y para el calamar, que seguramente restaba en lo más profundo del lago, haciendo caso omiso de mi violín. Pero resultó no ser tan íntima como parecía, pues oí unos aplausos detrás de mi, lo que hicieron que me girara casi mecánicamente frunciendo el ceño. ¡Sorpresa!
Necesité unos segundos antes no pude reaccionar a aquello. ¿Albus? ¿Cuánto hacía que no hablaba con él? Aunque la cosa no terminara demasiado bien después de ser pareja , podríamos decir que quizás "buenos amigos" sería una palabra que se acercara a nuestra situación, a pesar de que tampoco habíamos hablado tanto como para ello. Y a todo eso, a pesar de que lo negara o de parecer totalmente indiferente en el tema, le echaba de menos. Él era distinto. No era tan... "Prototipo Sly". En su momento me sentí mal por haberme ido con Jake, pero las cosas son como son y hay un tiempo para todo. Y tal y como escuché, él está ahora con mi compañera y buena amiga, Cassandra. Hacen buena pareja, no lo negaría.
Asentí a sus aplausos con una muy leve, o casi inexistente, reverencia y sonreí de medio lado mientras me encaraba a él.
- Voy a tener que hacerte pagar si quieres escuchar más, Al - comenté en broma mientras arqueaba una ceja algo escéptica y le apuntaba con el arco del violín.
Me acerqué a él acortando las distancias de forma natural, sin vacilar en ningún momento, dándole un pequeño y rápido abrazo. Durante dichos segundos, pude oler en su bufanda ese olor tan característico suyo que me hizo recordar demasiado. Sonreí fugazmente y me separé de él.
- ¿Cómo estás? - pregunté educada, siguiendo el protocolo de comunicación mientras le daba la espalda para acercarme a la funda dura del violín y poder depositarlo allí con cuidado.
Invitado- Invitado
Re: Half the words don't mean a thing –
Mis aplausos de vieron interrumpidos cuando ella hizo una casi reverencia de agradecimiento por ellos y luego me ví apuntado por su arco, sonreí. - ¿Pagarte? Por supuesto, sé de algunas cosas que te gustaría obtener de mí para seguir tocando - le guiñé un ojo y me acerqué a ella con una sonrisa cómplice en los labios, hacía tanto tiempo que no veía a Kirby a solas que de pronto sentí una extraña y reconfortante familiaridad que hacía mucho que no sentía con otra persona que no fuera Allie o Cassandra.
Ella por su parte también se acercó a mí y me abrazó enredando sus brazos al rededor de mí, la tomé por la cintura y correspondí al abrazo cerrándo los ojos. La textura de su piel era exactamente como la recordaba, tan delicada como si fuera de porcelana y pudiera maltratarse ante la menor provocación.
Ella se dió la vuelta y se acercó a la funda de su violín guardándolo - Pero si dije que pagaría!!! Me encanta escucharte - me acerqué de dos zancadas a donde ella guardaba su instrumento y la sujeté por la muñeca impidiéndole que terminara de guardar su violín y al mismo tiempo quedé muy cerca de ella, con el rostro lo suficientemente pegado como para captar el aroma de su aliento y de ella misma que por alguna razón me recordaba a mi amortentia, aunque no olía igual, era algo confuso y aunque ella no oliera a menta, siempre que estaba cerca era como si uno de mis recuerdos vívidos se llebnaran de menta y sentía en la lengua esa sensación, solamente eso le faltaba a Kirby para oler a mi amortentia, menta.
Off: Disculpa la tadanza pero creo que ahora si mi crisis roleristica ha pasado, eso esperoo!!!!!!!
Ella por su parte también se acercó a mí y me abrazó enredando sus brazos al rededor de mí, la tomé por la cintura y correspondí al abrazo cerrándo los ojos. La textura de su piel era exactamente como la recordaba, tan delicada como si fuera de porcelana y pudiera maltratarse ante la menor provocación.
Ella se dió la vuelta y se acercó a la funda de su violín guardándolo - Pero si dije que pagaría!!! Me encanta escucharte - me acerqué de dos zancadas a donde ella guardaba su instrumento y la sujeté por la muñeca impidiéndole que terminara de guardar su violín y al mismo tiempo quedé muy cerca de ella, con el rostro lo suficientemente pegado como para captar el aroma de su aliento y de ella misma que por alguna razón me recordaba a mi amortentia, aunque no olía igual, era algo confuso y aunque ella no oliera a menta, siempre que estaba cerca era como si uno de mis recuerdos vívidos se llebnaran de menta y sentía en la lengua esa sensación, solamente eso le faltaba a Kirby para oler a mi amortentia, menta.
Off: Disculpa la tadanza pero creo que ahora si mi crisis roleristica ha pasado, eso esperoo!!!!!!!
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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Fecha de inscripción : 23/03/2011
Re: Half the words don't mean a thing –
Me acerqué a la funda del violín, la cual estaba apoyada de forma vertical a una roca que sobre salía de entre la hierba, pero no logré alcanzar mi meta; dejar el violín en mi funda, pues una mano retuvo la acción posándose sobre mi muñeca, impidiendo que esta dejara caer el violín mientras a eso le acompañaban unos gritos de protesta. Arqueé una ceja y volteé ligeramente mi cabeza hacia el lado en el que Albus me retenía la muñeca, encontrándome con su rostro. Demasiado cerca.
Podía sentir cerca su respiración, y notar como acaparaba toda la atención de sus verdosos ojos. Sin saber porqué, o el corazón me dio un vuelco o sentí un extraño vacío en mi. Ahora me alegraba de no haber pasado demasiado tiempo más a su lado desde que lo dejamos, porque de ser así, me hubiera puesto mala. Pero nunca dejaba que esas cosas me afectaran e intentaría que esa no fuera la excepción. Por Merlín, no.
Sonreí arrogante ante la fachada y me solté de la mano de Albus con un movimiento rápido de muñeca. Acto seguido, di un par de pasos hacia el costado contrario a donde se encontraba él y observándole, vacilé antes de decir nada.
Recordé cuánto le gustaba a él que le tocara el violín, formando una melodía que nos sacaran de todo lo que pasaba a nuestro alrededor. Hace tanto de eso... Al recordarlo, me di cuenta que solo había sido realmente yo con él. A Jake ni siquiera le había dicho que tocaba el violín. Lo de Jake quizá había sido un error, pero eso díselo a una jovencita con problemas para mantener una relación estable. Así era yo. Sin ganas de ataduras hacia nadie.
Suspiré y desvié la mirada hacia el instrumento, el cual ahora se volvía a apoyar a mi cuello con suavidad. Levanté la mano derecha con el arco y la coloqué sobre la primera cuerda, en un roce inminente. Pero antes, volví a levantar los ojos hacia él.
- ¿Quieres algo en especial? - le pregunté, mirándole expectante.
Ni siquiera recordaba lo primero que le había tocado a Albus. Quizá fuera una improvisación de las mías, o quizá alguna melodía de esos viejos compositores muggles.
Le dí la opción de elegir una canción para él, mientras observaba como la luna le daba ciertos reflejos plateados en su cabello y hacía que su piel fuera más pálida de lo normal. Haciéndole brillar más entre la oscuridad.
Podía sentir cerca su respiración, y notar como acaparaba toda la atención de sus verdosos ojos. Sin saber porqué, o el corazón me dio un vuelco o sentí un extraño vacío en mi. Ahora me alegraba de no haber pasado demasiado tiempo más a su lado desde que lo dejamos, porque de ser así, me hubiera puesto mala. Pero nunca dejaba que esas cosas me afectaran e intentaría que esa no fuera la excepción. Por Merlín, no.
Sonreí arrogante ante la fachada y me solté de la mano de Albus con un movimiento rápido de muñeca. Acto seguido, di un par de pasos hacia el costado contrario a donde se encontraba él y observándole, vacilé antes de decir nada.
Recordé cuánto le gustaba a él que le tocara el violín, formando una melodía que nos sacaran de todo lo que pasaba a nuestro alrededor. Hace tanto de eso... Al recordarlo, me di cuenta que solo había sido realmente yo con él. A Jake ni siquiera le había dicho que tocaba el violín. Lo de Jake quizá había sido un error, pero eso díselo a una jovencita con problemas para mantener una relación estable. Así era yo. Sin ganas de ataduras hacia nadie.
Suspiré y desvié la mirada hacia el instrumento, el cual ahora se volvía a apoyar a mi cuello con suavidad. Levanté la mano derecha con el arco y la coloqué sobre la primera cuerda, en un roce inminente. Pero antes, volví a levantar los ojos hacia él.
- ¿Quieres algo en especial? - le pregunté, mirándole expectante.
Ni siquiera recordaba lo primero que le había tocado a Albus. Quizá fuera una improvisación de las mías, o quizá alguna melodía de esos viejos compositores muggles.
Le dí la opción de elegir una canción para él, mientras observaba como la luna le daba ciertos reflejos plateados en su cabello y hacía que su piel fuera más pálida de lo normal. Haciéndole brillar más entre la oscuridad.
Invitado- Invitado
Re: Half the words don't mean a thing –
Quitó la atadura de mi mano con un movimiento rápido y yo no opuse resistencia, sonreí muy agradecido cuando la sacar la parte guardada del violín y crucé mis brazos detrás de mi cuerpo en tanto que ella se apartaba un poco y se acomodaba el violín dando ligeros rasgueos que regalaban al ambiente un armonico sonido.
Nuestro final no había sido un tragico final digno de novela épica, había sido sencillamente un final de adolescentes a los que les revoloteaban las ideas y las hormonas y que no podían estar en algo más experimentado por la corta edad que ambos teníamos, había mucho camino por recorrer antes de poder tomar una decisión para siempre, no estaba seguro de conocer aún el verdadero significado del amor pero sabía que con cada una de mis relaciones me acercaba un poco a descubrirlo; Kirby era para mi una parte de mi pasado que guardaba con mucho cuidado en una burbuja de cristal y nadie podía tocar, ella era muy especial para mi a pesar de que eran contadas las veces que estabamos cerca fuera de un salón de clases.
Me senté en un tronco bastante grande y crucé las piernas en posición de indio hundiendo mis codos sobre las piernas y reposé mi rostro sobre mis palmas mirándola un poco embelezado, ese violín había sido muchas veces un fiel amante entre nosotros dos y nos envolvía, o por lo menos amí, en un trance mágico en donde se fundia con Kirby y por algún motivo me hacía sentir más vivo. - Algo intenso - me remití a contestarle y alcé ambas cejas en un movimiento un poco coqueto pero mi boca formaba una sonrisa amigable.
Off: no sé porque me imagino a Kirby tocando a Mago de Oz hahaha
Nuestro final no había sido un tragico final digno de novela épica, había sido sencillamente un final de adolescentes a los que les revoloteaban las ideas y las hormonas y que no podían estar en algo más experimentado por la corta edad que ambos teníamos, había mucho camino por recorrer antes de poder tomar una decisión para siempre, no estaba seguro de conocer aún el verdadero significado del amor pero sabía que con cada una de mis relaciones me acercaba un poco a descubrirlo; Kirby era para mi una parte de mi pasado que guardaba con mucho cuidado en una burbuja de cristal y nadie podía tocar, ella era muy especial para mi a pesar de que eran contadas las veces que estabamos cerca fuera de un salón de clases.
Me senté en un tronco bastante grande y crucé las piernas en posición de indio hundiendo mis codos sobre las piernas y reposé mi rostro sobre mis palmas mirándola un poco embelezado, ese violín había sido muchas veces un fiel amante entre nosotros dos y nos envolvía, o por lo menos amí, en un trance mágico en donde se fundia con Kirby y por algún motivo me hacía sentir más vivo. - Algo intenso - me remití a contestarle y alcé ambas cejas en un movimiento un poco coqueto pero mi boca formaba una sonrisa amigable.
Off: no sé porque me imagino a Kirby tocando a Mago de Oz hahaha
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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Fecha de inscripción : 23/03/2011
Re: Half the words don't mean a thing –
Observé algo expectante a Albus durante unos largos segundos, que muy fácilmente podrían haberse convertido en minutos. El chico, antes de responder, se acomodó en un tronco de madera oscura, tonalidad que seguramente había cogido de la humedad que desprendía el lago en si y del rocío que se podía oler de la noche hasta la madrugada entre los hierbajos de lo que constituía el territorio verde alrededor del castillo. Él cruzó ambas piernas dejando una postura similar a la de un indio nativo muggle, pero con la diferencia de que sus codos reposaban sobre sus piernas, y su cabeza sobre sus manos. Mirándome directamente, como encantado.
Mis labios se volvieron una finísima línea dibujada en mi rostro, apretados entre sí, recordando que aquella no era la primera vez que se presentaba una escena como aquella.
Finalmente oí su decisión. "Algo intenso".
Destensé casi automáticamente los labios y desvié mi mirada de Albus hacia el bosque que quedaba justo detrás de él. Y de ahí, de nuevo al violín. Vacilé unos segundos, pensando y finalmente incliné ligeramente la cabeza hacia un lado para comodarme más el instrumento y mi brazo, firme en todo momento, empezó a moverse haciendo rasgar el arco con las cuerdas con suavidad y de forma lenta y pausada.
De las cuerdas del violín empezó a surgir una melodía suave y lenta que empezó a envolver cualquier ruido que apareciera allí. Y mientras la tocaba, oía como las notas iban desapareciendo más allá del lago y del bosque, hacia ninguna parte.
Ni siquiera me atreví a echar una ojeada al único espectador (humano, si más bien) que tenía en ese momento. Aquella canción me la había mostrado más de una vez el abuelo Marco, diciéndome que era una de las piezas favoritas de su madre. Según él, aquella pieza la tocaba siempre que quería estar en calma en la vieja mansión de Alemania. La tocaba a sus hijos, a los tres, y a ellos les encantaba. Recordaba, mientras tocaba frente al lago y frente a Albus, que la aprendí por y para el abuelo. A pesar de que aún no había conseguido tocársela en todo este tiempo. Era algo un tanto melancólico, si, pero intenso de sentimiento.
Cerré los ojos unos segundos justo antes de las últimas notas y terminé la canción con más lentitud de lo normal. Alargando las notas para mi, no quería terminar la canción. Y a pesar de eso, la terminé. Y justo cuando lo hice, un extraño grito o quizá aullido voló desde la lejanía, procediendo del Bosque Prohibido. Alcé los ojos hacia el bosque y seguidamente hacia Albus.
Mis labios se volvieron una finísima línea dibujada en mi rostro, apretados entre sí, recordando que aquella no era la primera vez que se presentaba una escena como aquella.
Finalmente oí su decisión. "Algo intenso".
Destensé casi automáticamente los labios y desvié mi mirada de Albus hacia el bosque que quedaba justo detrás de él. Y de ahí, de nuevo al violín. Vacilé unos segundos, pensando y finalmente incliné ligeramente la cabeza hacia un lado para comodarme más el instrumento y mi brazo, firme en todo momento, empezó a moverse haciendo rasgar el arco con las cuerdas con suavidad y de forma lenta y pausada.
De las cuerdas del violín empezó a surgir una melodía suave y lenta que empezó a envolver cualquier ruido que apareciera allí. Y mientras la tocaba, oía como las notas iban desapareciendo más allá del lago y del bosque, hacia ninguna parte.
Ni siquiera me atreví a echar una ojeada al único espectador (humano, si más bien) que tenía en ese momento. Aquella canción me la había mostrado más de una vez el abuelo Marco, diciéndome que era una de las piezas favoritas de su madre. Según él, aquella pieza la tocaba siempre que quería estar en calma en la vieja mansión de Alemania. La tocaba a sus hijos, a los tres, y a ellos les encantaba. Recordaba, mientras tocaba frente al lago y frente a Albus, que la aprendí por y para el abuelo. A pesar de que aún no había conseguido tocársela en todo este tiempo. Era algo un tanto melancólico, si, pero intenso de sentimiento.
Cerré los ojos unos segundos justo antes de las últimas notas y terminé la canción con más lentitud de lo normal. Alargando las notas para mi, no quería terminar la canción. Y a pesar de eso, la terminé. Y justo cuando lo hice, un extraño grito o quizá aullido voló desde la lejanía, procediendo del Bosque Prohibido. Alcé los ojos hacia el bosque y seguidamente hacia Albus.
Off: hahaha xDD
Invitado- Invitado
Re: Half the words don't mean a thing –
Ella podía notar que me encontraba divertido, espectante, deseoso de escucharla tocar el violín, estaba orando por sumergirme en aquella refrescante cercanía y familiaridad que se daba entre nosotros cuando estabamos cerca, me sentía muy aliviado de estar compartiendo ese momento en el que Kirby me regalaba una pieza que no era exactamente lo que estaba pensando con mi definición de "Intensidad" quería escuchar algo que tal vez me hiciera brincar, pero esta melodía en cambio me hacía vibrar la sangre al ritmo mismo de las cuerdas que se tensaban y estiraban con el movimiento de sus manos en el instrumento.
Ladeé un poco la cabeza mirando y gozando la música del violín, era algo muy hermoso, era algo que sin duda me hacía sentirme cerca a ella, sabía que era canción le evocaba sentimientos muy personales, sabía que le recordaban a su familia y en alguna parte de mí me sentí agradecido porque lo estuviera compartiendo nuevamente conmigo, tal vez algo quería decirme al respecto de todo ello o tal vez solo se sintió tan cómoda con mi presencia que no le molestó evocar el recuerdo familiar conmigo. Sin darme cuenta me levanté y a pasos muy lentos pero firmes me fuí acercando hacia ella sin ser completamente conciente de ello, como si estuviera siendo hipnotizado por sus talentos con el violín y el final fué casi doloroso, la música salió de ella casi tan tortuosamente que parecía que no quería terminar y dando un último movimiento con la mano la música casi se desvanece en el aire pero un sonido a la distancia hizo que me diera cuenta que estaba a un escaso paso de Kirby y que un aullido se había escuchado a la distancia. "Otro lobo NO!" pensé para mis adentros, casi en pánico y estuve seguro de que mi rostro me delató completamente, no era ningún secreto para nadie que había sido atacado por un hombre lobo hacía muy poco tiempo y no pensaba ser victima de un nuevo ataque tan pronto. Tomé la mano de la rubia en un movimiento un tanto tajante y recio -Vamos- dije secamente mirando a ambos lados del bosque esperando que en cualquier momento un lobo saltara sobre mí como lo había hecho en la anterior luna llena. Las manos me sudaban.
- Si a algún lobito se le ocurre atacar no quiero estar ahí para sentirlo - cuando terminé de decir eso se escucharon dos aullidos, miré instintivamente al cielo y no era Luna llena, hubiera sido un estúpido de meterme dos veces seguidas en luna llena al bosque, ya había perdido suficiente con un ataque de hombre lobo, pero si estos eran simples lobos tal vez podía sacar un poco de diversión al respecto y miré a Kirby que seguramente se había dado cuenta de que ya había analizado a la luna y ahora le dejaba ver en mis ojos que no me molestaría juguetear un poco en el bosque y aflojé el agarre a su muñeca.
Ladeé un poco la cabeza mirando y gozando la música del violín, era algo muy hermoso, era algo que sin duda me hacía sentirme cerca a ella, sabía que era canción le evocaba sentimientos muy personales, sabía que le recordaban a su familia y en alguna parte de mí me sentí agradecido porque lo estuviera compartiendo nuevamente conmigo, tal vez algo quería decirme al respecto de todo ello o tal vez solo se sintió tan cómoda con mi presencia que no le molestó evocar el recuerdo familiar conmigo. Sin darme cuenta me levanté y a pasos muy lentos pero firmes me fuí acercando hacia ella sin ser completamente conciente de ello, como si estuviera siendo hipnotizado por sus talentos con el violín y el final fué casi doloroso, la música salió de ella casi tan tortuosamente que parecía que no quería terminar y dando un último movimiento con la mano la música casi se desvanece en el aire pero un sonido a la distancia hizo que me diera cuenta que estaba a un escaso paso de Kirby y que un aullido se había escuchado a la distancia. "Otro lobo NO!" pensé para mis adentros, casi en pánico y estuve seguro de que mi rostro me delató completamente, no era ningún secreto para nadie que había sido atacado por un hombre lobo hacía muy poco tiempo y no pensaba ser victima de un nuevo ataque tan pronto. Tomé la mano de la rubia en un movimiento un tanto tajante y recio -Vamos- dije secamente mirando a ambos lados del bosque esperando que en cualquier momento un lobo saltara sobre mí como lo había hecho en la anterior luna llena. Las manos me sudaban.
- Si a algún lobito se le ocurre atacar no quiero estar ahí para sentirlo - cuando terminé de decir eso se escucharon dos aullidos, miré instintivamente al cielo y no era Luna llena, hubiera sido un estúpido de meterme dos veces seguidas en luna llena al bosque, ya había perdido suficiente con un ataque de hombre lobo, pero si estos eran simples lobos tal vez podía sacar un poco de diversión al respecto y miré a Kirby que seguramente se había dado cuenta de que ya había analizado a la luna y ahora le dejaba ver en mis ojos que no me molestaría juguetear un poco en el bosque y aflojé el agarre a su muñeca.
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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