Un inexperto en salud [Amelia Patterson]
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Un inexperto en salud [Amelia Patterson]
Me sentía decaído, pero aun así debía tomar el examen de Aparición a los niños de 7 años. Se habían comportado muy bien, no tuve problemas, la mayoría tuvo un sobresaliente, eso me dejaba satisfecho.
Terminando el examen, recogí los implementos del ejercicio y los guarde donde correspondían. Estaba decidido a visitar a la profesora de herbología para que me diera algunas plantas y así hacer la posición en mi despacho, no tenía tiempo de ir a comprarlos a hogmeade y no quería molestar a la profesora con mis habituales resfríos.
- Buenos días… - saludaba a cada estudiante que veía por los pasillos, ese día, con un sol tan abrasador vestía un poco abrigado, poseía un pañuelo en mano, era a causa de esas molestas picazones en mi nariz que me hacían estornudar.
Por fin llegue al despacho de la profesora, pero tuve la mala suerte de que no hubiese nadie… - rayos… - me apoye en la helada pared de mármol esperando alguna otra idea…
¿y en la sala de enfermería? De seguro Amelia tendría algo que darme.
Una chica agradable, muy atenta, y sobre todo amable. - Si está ocupada, solo le diré que… - me detuve en el pasillo mientras pensaba – que… mmmh… - “que solo has pasado para ver cómo estaba”
Para situaciones como esta era típica mi timidez, no lo entendía, era complicado.
*Golpee 3 veces esperando la respuesta de la dulce enfermera*
Terminando el examen, recogí los implementos del ejercicio y los guarde donde correspondían. Estaba decidido a visitar a la profesora de herbología para que me diera algunas plantas y así hacer la posición en mi despacho, no tenía tiempo de ir a comprarlos a hogmeade y no quería molestar a la profesora con mis habituales resfríos.
- Buenos días… - saludaba a cada estudiante que veía por los pasillos, ese día, con un sol tan abrasador vestía un poco abrigado, poseía un pañuelo en mano, era a causa de esas molestas picazones en mi nariz que me hacían estornudar.
Por fin llegue al despacho de la profesora, pero tuve la mala suerte de que no hubiese nadie… - rayos… - me apoye en la helada pared de mármol esperando alguna otra idea…
¿y en la sala de enfermería? De seguro Amelia tendría algo que darme.
Una chica agradable, muy atenta, y sobre todo amable. - Si está ocupada, solo le diré que… - me detuve en el pasillo mientras pensaba – que… mmmh… - “que solo has pasado para ver cómo estaba”
Para situaciones como esta era típica mi timidez, no lo entendía, era complicado.
*Golpee 3 veces esperando la respuesta de la dulce enfermera*
Frederick Gontier- Profesor/a de Aparición
- Mensajes : 23
Puntos de Canje : 73999
Fecha de inscripción : 23/05/2011
Edad : 45
Re: Un inexperto en salud [Amelia Patterson]
La mañana estaba especialmente helada cuando me levante, al punto de haberme preguntado si mi presencia realmente sería requerida o sería mejor quedarme en el calor que mi cama me otorgaba tan dulcemente. Pero esa pregunta no duro mas de un momento en mi cabeza, claro que me levantaría, más en un día tan helado en que seguramente muchos alumnos sufrirían algún catarro o algo por el estilo y necesitarían de mi ayuda, además la imagen de Minerva viniendo a buscarme por mi retraso era bastante escalofriante por decir lo menos, definitivamente el tiempo no me sobraba.
Me vestí con sencillez, unos jeans con un sweater ajustado para que no ocupara demasiado espacio debajo del delantal de enfermera que debía ocupar. Unas zapatillas claras y ya estaba lista. Camine paciente por los pasillos de mi querido colegio, mientras todos o por lo menos la gran mayoría de los alumnos hacia lo mismo, varios niños de primer grado me escoltaban hacia el gran comedor donde tomaríamos el desayuno. Yo me conformaba con un simple y tibio té, pero mientras mas minutos pasaban mas niños llegaban con golosinas de regalos ¿es que no entendían que yo también usaba magia? daba igual, yo simplemente les sonreía agradecida por el gesto, que de verdad me alegraba. Cuando el gran comedor quedo con los renegados atrasados partí hacia mis labores.
La enfermería estaba vacía y así se mantuvo durante casi toda la mañana hasta que un pequeño llego con dolor de estomago, un simple de hierbas de los invernaderos lo ayudarían. Mientras llenaba su ficha alguien golpió la puerta a lo que respondí con un simple "adelante", jamás le negaría la entrada a nadie.
-Buenos días, Frederick -dije sonriendole con dulzura al profesorque había entrado -¿Que puedo hacer por ti? -pregunte mientras dejaba los archivos del pequeño en mi escritorio y caminaba hacia él para saludarlo, era notorio que estaba resfriado, pero tal vez ese no era sólo el motivo.
Amelia Patterson- Enfermero/a de Hogwarts
- Mensajes : 11
Puntos de Canje : 73936
Fecha de inscripción : 27/05/2011
Re: Un inexperto en salud [Amelia Patterson]
Hola Amelia, buenos días… - lo primero que vi fue su rostro, lo busque antes de dar un paso por su despacho - ¿Cómo estás? – le sonreí amablemente, con cariño y ternura.
Entre y cerré la puerta, gire mi rostro para ver el lugar completo, había un niño, estaba sentado en una silla, sus manos sobaban el área de su abdomen, ¿lo habrán golpeado? ¿Tendrá dolores de estomago? Pobre… Siendo un alumno muy pequeño, aun no teníamos el gusto de conocernos.
No se si lo puede notar pero… me ha llegado uno de los peores resfriados – No quise acercarme tanto, ya que en cualquier minuto podría saltar de un estornudo. – Anoche no pude dormir bien, mi nariz de tapa… - justo a mi lado, colgado en la pared había un espejo, este mostraba a un pálido profesor de aparición, junto con una graciosa e irritara nariz roja.
- Me preguntaba si tienes algo a mano… no quiero molestarte – mire fugazmente al niño que aun sostenía su estomago. – si no… puedo volver más tarde.
Las cosas cambiaban cuando una enfermera era hermosa y agradable, sobre todo joven.
Recuerdo que en Durmstrang, las cosas eran distintas, la enfermera era una anciana con mano dura, te hacia tragar los más asquerosas pero efectivas pociones, no era muy agradable, según ella, el amor y el cariño no tenían nada que ver con la recuperación de un enfermo y mucho menos tener un lazo.
Entre y cerré la puerta, gire mi rostro para ver el lugar completo, había un niño, estaba sentado en una silla, sus manos sobaban el área de su abdomen, ¿lo habrán golpeado? ¿Tendrá dolores de estomago? Pobre… Siendo un alumno muy pequeño, aun no teníamos el gusto de conocernos.
No se si lo puede notar pero… me ha llegado uno de los peores resfriados – No quise acercarme tanto, ya que en cualquier minuto podría saltar de un estornudo. – Anoche no pude dormir bien, mi nariz de tapa… - justo a mi lado, colgado en la pared había un espejo, este mostraba a un pálido profesor de aparición, junto con una graciosa e irritara nariz roja.
- Me preguntaba si tienes algo a mano… no quiero molestarte – mire fugazmente al niño que aun sostenía su estomago. – si no… puedo volver más tarde.
Las cosas cambiaban cuando una enfermera era hermosa y agradable, sobre todo joven.
Recuerdo que en Durmstrang, las cosas eran distintas, la enfermera era una anciana con mano dura, te hacia tragar los más asquerosas pero efectivas pociones, no era muy agradable, según ella, el amor y el cariño no tenían nada que ver con la recuperación de un enfermo y mucho menos tener un lazo.
Frederick Gontier- Profesor/a de Aparición
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Fecha de inscripción : 23/05/2011
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