Cloudy Days..[libre]

Primer fin de semana en la escuela... quien diría que que la rutina de un año escolar era tan cambiante. las cosas en Hogwarts estaban como siempre o casi siempre, pero el mundo mágico traía mas problemas que una adolescente con trastornos emocionales. Los sábados por la mañana siempre me recordaban épocas felices, cuando uno es un niño... los asuntos mas importantes varían desde las peleas infantiles y las consecuencias de las travesuras. Hoy en día cuando ya se esta a punto de pertenecer a otro grupo de personas... hasta el cuerpo lo rechaza. Mire al cielo y estaba lleno de nubes... me recordó a los días en que iba a jugar a al playa con mi padre, me llevaba en otoño e invierno, a diferencia de muchos esos días me parecían cálidos.

Caminaba por el colegio a pesar de la época del año las cosa seguían manteniendo un color verde, recordé vividamente como había sido mi primera visita, tan alegre y esperada, sonreía para mis adentros mientras revivía tan emotivo recuerdo. Me quede mirando una nube mientras hacia una comparación mental de mi imagen actual.. siempre había tenido estos ojos grandes y azules... aunque mi piel era mucho mas clara en esa época. Pase mi mano por la mejilla mientras sonreía a puesto que a muchas personas les agradaría verme tan crecida. Cerré los ojos un instante recordando unas palabras..."nunca toques bigotes de un tigre durmiente". Albert no estaba muy complacido con mis decisiones... ya le había comentado un poco de mis planes y a pesar de ser menor de edad en el mundo muggle, él respetaba mi opinión aunque no estuviera de acuerdo o mucho menos la aceptara... sin embargo estábamos en un punto en que debíamos ceder... mire mi sombra y ordene los cabellos pasando los dedos por el.

- paresco... descuidada..-

Me queje al ver que el viento del otoño se encargo de darme un aspecto menos estilizado. Estaba pensando en mi trabajo cuando otra silueta se dibujo en el suelo, obviamente no podía reconocer quien era ya que la distancia y el efecto de la sombra no reproducían un perfecto reflejo. Como toda una curiosa pegue aun mas firme la mirada, no quería girar... pero en poco no tuve que mirar o algo por el estilo, ya que se adelanto a mis pensamientos.

Era el primer fin de semana y, realmente, daba gracias a Merlín por eso, no que no me gustase estudiar, que no me gustaba mucho, simplemente la primera semana era la más cansada de todas, después de acostumbrarme a levantarme siempre tarde, el volver a acostumbrarme a levantarme temprano era un completo cansancio, aunque eso no aplicaba el primer día, ese día estaba tan nerviosa que prácticamente no dormí y fui la primera de mi dormitorio en levantarse, pero después de eso, el levantarme fue un martirio y las clases eran aun peores, pero las sobrellevaba demasiado bien, pues estar ahí era lo que más deseaba en aquel momento pero ahora era Fin de Semana, así que me levante tarde a desayunar, todo fue hecho tarde y eso era la gloria al completo, lo único que lo mejoraría seria el ir a los Jardines y poder relajarme un rato.

En cuanto pude salir del castillo, porque me arregle y me puse medianamente presentable para salir lo hice y me dirigí, al instante a los jardines, al enorme verde que ahí se presentaba todos los días, excepto en Invierno que se volvía blanco y casi te congelabas si salías o te quedabas ciega al ver los rayos reflejados en él, ese lugar tan lleno de gente todo el tiempo, pero al mismo tiempo tan hermoso y relajante, solo hacía falta encontrar un buen lugar para estar y el día seria perfecto.

A lo lejos observe una silueta azul que me parecía vagamente familiar, silueta que, si no me equivocaba, era Allie. Sonriendo me acerque a ella, estaba bien que ella y Albus terminasen – aun no estaba segura de quien termino a quien, y lo prefería así, si me enteraba que fue ella quien mando a volar a mi hermanito seguro que esta relación también volaba – pero ella era una muy buena amiga, amiga que no dejaría por nada… a menos claro de que algo realmente grave y con una buena razón se presentase. La vi observando la sombra y rápidamente vi la mía, así que el factor sorpresa no lo tenía, no del todo, al menos, pues no me veía a mí, si no a la tierra. Continúe sonriendo y salude – hola Ly – dije agarrando mi muñeca derecha con la izquierda por atrás y componiendo esa mirada angelical que me caracterizaba con esa sonrisa de niña buena que me encantaba y a todo el mundo también.

Como las gárgolas de las iglesias barrocas, yo seguí inmóvil y pasible, aunque en comparación con ellas, no daba miedo, sería mas como un ángel o una estatua griega… aunque me faltarían unos kilos de mas, estaba muy delgada para la belleza de esa época. Mis ojos azules se quedaron pasmados en la nada, el curioso vacío que quedaba frente a ti cuando las motivaciones se iban de tu cuerpo, abandonando toda meta o razón para seguir, ese vacío que podía a desesperarte si no sabias manejarlo.

La inconfundible vos de la hermana pequeña de los Potter me llego a los oídos, ella y yo nos llevábamos bien, aunque no sabía si era por meritos propios o por haber sido la novia de su hermano, sin embargo la pequeña me agrada mucho, no tanto como Molly ya que esta otra era algo especial, pero si le tenia un gran efecto. Sonreí girándome lentamente, un paso a la ves tomando en mi mano la otra y casi juntándolas.

- Hola Lily…- le dije mirándola. Lucia fresca como las chicas de su edad, con ese aire que parecen ingenuas y también dulces, además de sus dotes propias, como esa sonrisa que te derretía, que si matara a una persona, tu jamás pensarías que fue ella. - que sorpresa verte por aquí… y tan temprano..- comenté, mis días grises, mis días tristes o solitarios, hoy era uno de ellos y no tenía idea de porque.- ¿Cómo has estado?.. - dije con una sonrisa.-

Lily, Albus, James… todos hermanos, hijos del gran Harry Potter, todos diferentes y conectados entre sí, que bonito hubiera sido… tener una familia grande con hermanos, primos y demás, aunque tuviera discusiones veinte veces al día, al terminar… siempre tenías el apoyo de la familia.

Note que se tardaba en levantar la mirada y eso me confundió un poco, pero supuse, o quise suponer, que era una manera de asegurarse de que era yo la que hablaba y no alguna extraña cosa de su imaginación. Le sonreí como para asegurarle que era yo.

Escuche su saludo y sonreí mas abiertamente, luego su comentario e hice un gesto compungido, ya sabía que en Fin de Semana no era muy normal el levantarse temprano, pero es que simplemente así lo había hecho mi organismo, ya se comenzaba a acostumbrar, de nuevo, a levantarse temprano y eso era algo que me encantaba, ya no me costaría trabajo y podría estar con tranquilidad y sin sentirme cansada – lo sé Allie, pero creo que ya comienzo a tomar el ritmo de el año – me encogí de hombros levemente, para después, poder contestar a su pregunta – muy bien, gracias, de hecho creo que hoy estoy especialmente feliz, aunque aun no encuentro una razón para ello, quiero pensar que algo bueno pasara – volví a sonreír con esperanza, para, poco después, agregar – pero ¿y tú? ¿Qué tal estas? ¿Qué haces aquí tan sola y tan temprano? – pregunte con real curiosidad.

Parecía que había crecido mucho, o yo estaba mas vieja… no se cual de las dos opciones era la correcta. Pero eso hizo que la nostalgia de ese día se acrecentara, si yo estaba viendo las cosas diferentes… era porque mi mente había cambiado también. Volví a sonreír, porque sus labios también estaban curvados. La primera ves que la vi me recordó un poco a Albus, y después había crecido de la nada. el peor temor de todos los padres era que sus hijas crecieran y se convirtieran en mujeres, antes no lo entendía… pero ahora si lo comprendía me estaba pasando justamente lo mismo, pero por el lado femenino.

- es cierto, hay que retomar los ritmos para ponernos al corriente y no tener dificultades mas adelante. Arregle un mechón de cabello, el que estaba cruzando mi frente.- Oh… ya veo! Eso es bueno, siempre que te sientes feliz… pasan cosas buenas, ese es el poder de la mente, además de un poco de suerte ajaja…- me esta riendo cuando soltó su otra pegunta, me dio algo de pena decirle la verdad… tan cruda, así que la adorne un poco, no quería dar la impresión de que estaba siendo dramática.- pues, me gusta levantarme temprano. Siempre voy a la playa muy temprano para nadar y luego tomar un poco de sol… además lo hacia con mi familia..- solté un suspiro.- vaya que extraño la época en que era mas pequeña, sin libros y responsabilidades… ahora solo pienso en que voy a hacer cuando termine el año…-

Y en verdad eso me estaba matando, mi camino estaba definido pero en la marcha se tiende a dudar de las decisiones que uno toma.

Sonreí y asentí, tomar los ritmos para no tener problemas, quizá eso no era algo que realmente quedase conmigo, quiero decir, siempre eran James y Albus los que estaban en algo, los que se metían en problemas, cada uno por distintas cosas, pero ambos en problemas, al fin y al cabo, yo era la niña buena, siempre había sido así, quizá fuese mi apariencia, quizá realmente no fuese yo una niña mala, sea como sea, por ahora no me parecía realmente el romper las reglas a menos que las cosas realmente lo ameritasen. No supe que agregar así que me encogí de hombros y sonreí, realmente me gustaba sonreír o realmente estaba feliz, no estaba muy segura de cuál de las dos era la correcta, pero, sin embargo, lo hacía demasiado, creo que seguramente sería cosa de Allie – bueno, yo aun no tengo por qué preocuparme por eso, realmente de manera técnicas: sigo siendo una niña. Pero si he de ser honesta yo también extraño muchas cosas de mi niñez – mi rostro se ensombreció levemente al recordar todo aquello en lo que había estado pensando – extraño a mis hermanos peleando, pero no demasiado, cuando los tres éramos demasiado unidos, cuando mis padres se reían de las bromas de James a Al y luego este también reía, todo era más lindo y divertido, extraño todo eso, pero bueno, no hay mucho que yo pueda hacer ¿cierto? Si la gente cambia es por algo, siempre tenemos que continuar y jamás estacionarnos o podríamos perecer – volví a sonreír, alegre de nuevo.

Observe el lago, había una hermosa vista en este momento, con la luz de la mañana y el ambiente algo más calmado de lo normal, todo parecía más bonito y colorido, incluso el recordar aquello no me había hecho daño, si, seguro hoy era un buen día.

Desde el primer año hasta el séptimo, solo había dos cosas que siempre iba a recordar, uno era el primer día de mi segundo año, cuando conocía al hermano pequeño de James, también a Molly… la pequeña fresita. Ese día conocí al amor de mi vida, aunque en ese entonces no lo sabía, pero ya había dejado de serlo, guardaba muy buenos recuerdos de esa época, aunque también algunos malos, pero pesaban mas lo buenos. El otro recuerdo que jamás olvidaría era el día de que termino el quinto año, Albus y yo terminamos y en un ataque de rebeldía me fugué de casa, no podría decir que fue una de las decisiones mas inteligente que había tomado, conocí muchas partes, además de que aprendí una valiosa lección, jamás renegar de tu familia, hasta ese momento Albert me daba algo de vergüenza, decir que era un muggle y que vivía con él, pero claro que solo eran cosas de inmadures y miedo a lo que diría Albus de eso. Esas dos cosas siempre las recordara porque significaron grandes cambios en la concepción de mis pensamientos actuales.

- pero tolo lo que dices el lindo..- le dije a ella y la invite a sentarse en el suelo. Yo me estaba acomodando en el pasto, la verdad pensé que esto iba alargo así que mejor tomábamos una postura cómoda para seguir charlando, una buena platica con una buena persona siempre eran bienvenidas.- es bueno tener recuerdos lindos de la familia, no hay nada mas importante para hacerte feliz.- y como no, si los momentos mas felices con mi padre habían sido esos que me marcaban, como la primera visita a la playa o que me enseñará a nadar, claro que también habían discusiones o caprichos y berrinches de una niña. Sonreí un poco, tan pequeña y con un pensamiento reflexivo.- si, es la ley de la vida… lo que no se mueve muere, eso se aplica a todas las cosas de la vida, hasta las personas, tendemos a evolucionar, aunque algunas personas no lo hacen bien y se vuelven peores con el tiempo, aunque puedo decir que ese no es tu caso Lily…- era una chica dulce, su familia tenia mucha culpa de eso.- y no te preocupes por los chicos, se pelean mas que antes, pero de seguro que se siguen queriendo mucho.- y como no, si los dos eran machos alfas, dos en una sola manada.

Parecía que había despertado malos recuerdos en ella, seguía insistiendo en que la nostalgia se contagiaba sino, solo faltaba mirar a Lily había llegado tan feliz y ahora parecía que su mente estaba en otra parte, seguí su mirada hasta el lago y entonces me hipnotizo como a ella, pero mi embrujo duro menos y mis manos comenzaron a jugar con la hierba que estaba a mi alcance.

Continúe mirando el lago, el horizonte parecía hecho de agua, aunque sabía perfectamente que ese no era el caso, después del lago había tierra, pero desde esa perspectiva parecía que solo había agua y nada más, que ganas tenia de meterme en aquel momento al lago, no hacía demasiado frio como para ser insoportable dentro, de hecho estaba muy cómodo el día, pero ya podía escuchar incluso a mi padre si lo hacía y algo sucedía, no podría aguantarlo, no solía recibir muchos regaños de parte de ninguno de mis familiares, de hecho era muy consentida, quizá demasiado, por lo que, cuando llegaba a suceder, me asustaba un poco y, por dentro, sentía como algo me apretaba, no era un sentimiento ni una cosa muy linda, debía admitir, lo bueno es que solo sucedía con mi familia, si los profesores lo hacían, generalmente, les daba por su lado.

Sonreí y volví mi mirada hacia ella de nuevo con tranquilidad y felicidad, mientras hacia un ademan con la mano restándole importancia al asunto– lo sé, mis hermanos, si he de der sincera, creo que solo tienen una pequeña debilidad conocida por ahora: yo, cuando estoy tratan de comportarse un poco, aunque bueno, no siempre sale bien, pero… bueno, ya me entiendes – me encogí de hombros,

Mis dedos duraron poco tocando la textura rugosa y áspera de las pequeñas hojas del pasto, era de esas cosas que se estancaban en las telas, ya que tenían filamentos aderibles. En cambio, subí las rodillas y cruce las manos alrededor de las piernas para tomarlas, me encantaba estar de esa forma, era cómoda y abrigadora, aunque no necesitaba el calor, era un día agradable, a pesar de que el cielo estaba algo cerrado. Iba soltar un suspiro, pero lo cambie por una sonrisa.

- ajajá pues creo que tienes razón esos dos son distintos, pero en muchas cosas se parece, y una de ellas es que siente mucho aprecio por ti, que lindo… tener la seguridad de ese cariño.- era la seguridad que daban los amores en familia, que eran casi incondicionales.- claro que te entiendo, pero dime… ¿Cuál de los dos es tu favorito?…- era una pregunta extraña, pero todo en esta vida estaba medido y graduado.-

Me preguntaba si Lily tenia distinciones entre sus dos hermanos, quizás quería mas a James que a Albus, o los quería a los dos por iguales pero prefería contarle sus secretos a uno, o a ninguno. Con las cosas que esos dos hacían y sus famas… me interesaba saber lo que diría la pequeña-

Reí levemente, entendía eso, no sabía qué haría si no tuviese a mi familia ahí, siempre, aunque estaba segura lo descubriría pronto, quiero decir, ni James, ni Albus estarían ahí por siempre, ni siquiera contaba que estaría siempre con Hugo… hablando de él ¿Dónde se habría metido? Hacia un rato que no lo veía, y eso ya era decir, siempre lo tenía cerca, era como mi otro hermano, ese que siempre me entendía y estaba ahí para mí. Fruncí un poco el ceño, cosa que se acentuó con su pregunta, aquello me había tomado con la guardia baja, no era algo que esperase, mucho menos de Allie, no porque se metiera, si no porque nunca nadie me había preguntado algo así, solo ellos, siempre en son de broma y queriendo escuchar su nombre, quizá sería bueno contestar lo de siempre: – Hugo – dije sin titubear, en tono decidido y tranquilo, pero esa cara se rompió cuando me eche a reír, como siempre sucedía – la verdad, no sé qué contestarte, siempre que alguno me hace esa pregunta eso respondo, Hugo es como mi hermano, con el que paso prácticamente todo el día, sabe prácticamente todo de mi, claro que hay cosas que solo mi madre puede saber, pero si preguntas específicamente de los dos no sé qué decir, supongo que esa es la respuesta: no lo sé, por la simple y sencilla razón de que cada uno es distinto conmigo, a James lo veo todo el tiempo, a veces es como si me cuidase, y sé que lo hace, cada paso que doy es como medido, ya sea por el o por alguien más, soy la pequeña, lo entiendo y acato, pero con él, no sé, soy yo en una forma más bien juguetona, en cuanto con Al soy más bien responsable, me cuida cuando puede, pero casi no lo veo, por lo que cuando lo veo es como si no lo viese en años, me preocupo mucho por él, por la misma razón, no lo sé, es extraño, creo que ya me hice bolas solita, pero espero entiendas lo esencial: ambos son distintos, yo soy distinta con ambos, a ambos les cuento algo de mí, mas no todo, por obvias razones. Albus lo suele descifrar a su propia manera, James tarada un poco más, pero lo hace también, y eso que está conmigo, en cambio Hugo lo sabe desde que me pasa, siempre está conmigo – suspiro, realmente aquello me había confundido un poco, lo único que tenía claro era que los quería, por igual, y eso era lo único que me importaba.

Volví a sonreír.

Apoye mi mentón entre las rodillas ladeando un poco el rostro para dedicarle una mirada, en donde estaba mi conciencia. No debería preguntar esas cosas, era como si alguien me preguntara a cual de los dos prefería, o peor, a cual de mis padres quería mas… eso complicaba a cualquiera, y ahora que me hacia esas cuestiones mentales… ¿a quien quería más?… no podía responder eso. Llene mi aire mis pulmones y lo contuve, lo contuve unos minutos para sentir la necesidad de respirar, claro que no solté el aire de una sino lentamente a manera de ejercicio de relajación.

Su respuesta fue inesperada, me dio algo de risa y lo exprese con una carcajada suave, me recordó entonces a Molls, si me preguntaban entonces diría que Molls, porque para mi ella era la persona mas importante que tenía dentro del colegio, mas importante incluso que yo misma, si alguna ves Albus ocupo ese lugar, ahora estaba siendo desplazado por ella, cosa que me gustaba, tenia mis prioridades y entre menos de ellas se relacionaran con ambos de los Potter, menos problemas tendría.

- parece que estas muy conforme con eso, en verdad me gusto la respuesta, cuando no puedes elegir entre uno y otro, elige a otros y creo que los amigos con muchas veces mas cercanos a uno mismo. Ah!… los dos son como dices, y te sacan diferentes caras..- eso era cierto con James, me portaba mas juguetona con Albus mas seria. Seguramente ambos la amaban, y como no si era un amor.- jejeje… ¿Qué hubiera pasado si uno de ellos hubiera sido chica?… - mi imaginación se estaba apoderando de mi mente.- digo, tu eres la única mujer, imagina… en ves de dos hermanos una hermana mayor o menor, ajaja apuesto que eso sería raro.-

No alcanzaba a imaginar como serían esos dos de mujeres, seguro James seria mucho menos preocupado de su imagen y Albus… quizás sería una coqueta, casi como princesa.

Asentí, estaba completamente segura de eso, Hugo era como mi hermano, era mi primo, mi mejor amigo, era todo para mi, tenía mi edad, desde siempre habíamos, ambos, estado interesados en entrar en Hogwarts a la de YA, ambos queríamos ser Gryffindor, ambos estábamos juntos todo el tiempo, pocas cosas nos separaban, cosa que con mis hermanos no era el caso, ellos, cada uno, compartía ciertas cosas que yo, en su mayoría, no entendía, muchas cosas eran distintas, comenzando por la edad, terminando por todo lo demás. Me encogí de hombros restándole importancia, si, ambos sacaban distintas cosas en las personas, pero también ellos se comportaban distinto con todos, así que no importaba realmente.

Arrugue la nariz al imaginármelos a los dos de niñas, seguramente Al tendría unos hermosos ojos, mientras que James andaría de flor en flor, ¡Merlín, no quería ni imaginar el desastre que sería aquello! Sacudí la cabeza formando una mueca de hastió, mientras me acomodaba a su lado poniendo ambas manos tras de mí para recargarme en ellas, echando la cabeza para atrás dejando que el aire moviese mis cabellos a su antojo y estirando las piernas – si ese fuese el caso, yo sería el chico, y, la verdad, sería un chico demasiado sin chiste – admití, imaginándome de niño, me parecería demasiado a Fred. Luego me imagine con “una” James o “una” Al más pequeña y tampoco me gusto la imagen – no, creo que no, por algo suceden las cosas, o al menos eso creo, al igual que creo que lo mejor, en este caso, es mantener las cosas como son, estamos muy bien así – asentí dándole más fuerza a mis palabras.

Muchas veces había imaginado como había sido… si yo, hubiera nacido como hombre. Seguro que a mi papá no le habría gustado, siempre decía que me parecía a mi madre, con ese aire de francesa que tenían mis facciones, sobretodo mi boca, ya que el tono de mi piel se fue oscureciendo con los días de playa. Seguro habría sido un tipo testarudo y algo molestoso, me gustaba segur algunas reglas, ya que siempre había vivido con ellas, pero mas que seguro que mi padre y Albert se habrían encargado de hacerme un amante de los deportes. Salí de esos pensamientos porque no quería recordar la ves que pensé que era mejor ser un hombre para enfrentar la vida.

La mire, ya que seguro que mi planteamiento le había causado gracia, por algo las cosas eran como eran. Si no tomáramos las decisiones en ese momento surgirían cosa que quizás fueran peores, o mejores pero… ¿Cómo someter eso a la duda?.

- pues supongo que sería todo muy raro, si ese fuera el caso, yo también habría sido un chico… pero habría sido mejor que ellos dos..- lo dije en broma, obviamente.- ajaja si… es cierto, las cosas están mejores como estan… - mire el cielo, a veces las nubes despejaban el cielo.- quieres ir a dar una vuelta?..- ya no quería quedarme quieta en ese lugar, sino echaría raíces.- hay varias partes que quiero mirar… aunque si tienes cosas que hacer… no quiero interrumpirte..-

La mire entre confundida y divertida, si ella fuese un chico podría ser un chico muy extraño, aunque también dependí de muchas cosas que le enseñasen en su casa, ladee levemente la cabeza, todo sería distinto, pero yo de chico no quería ni imaginarlo, sería el chico más extraño de todo el mundo, no, mejor no imaginarlo, mejor me contentaría con lo que tenia, era bueno y sabia como ser yo, no necesitaba mas preguntas en mi cabeza, gracias.

Sonreí ante su propuesta y me acomode al instante el cabello en una cola de caballo ya que no quería morir de calor o algo, ahí se estaba bien, pero caminando el sol te daba más de lleno y el calor se volvía menos soportable. Asentí – voy contigo, no podría haber nada mejor que revisar el colegio hasta el fondo – yo tampoco quería quedarme ahí más tiempo, además de que no tenía nada mejor que hacer, quizá buscar a Hugo, pero no era urgente, eso se podía posponer, si él me necesitaba seguro que me buscaría, si no, seguro hacia algo mas interesante lo cual después podría preguntarle el que.

A su respuesta me levante, algo torpe ya que mis piernas se entumecieron por la falta de irrigación, mi circulación estaba muy mal, debía ser producto de la anemia, pero no se lo diría a Albert, él hacia de todo un escándalo, mas cuando se trataba de mi salud… pero me estaba preocupando, desde hacia unos días estaba teniendo muchos calambres y me faltaba el aire cuando corría, quizás necesitaba hacer mas ejercicio y ponerme a comer saludablemente, era eso… o me estaba poniendo hipocondríaca. Sacudí mi trasero, ya que se puso húmedo y sentía unas piedritas incrustadas en la tela, ajaja me dio algo de risa al hacerlo y luego lo mas importante sacudir las manos, no tenia desinfectante, era muy común para mi usarlo todo el tiempo en el mundo muggle aquí… bueno, con la varita se me olvidaban las cosas imprescindibles de allá. Mire a Lily sonriendo.

- bien, ajaja ¿quieres ir al jardín de la cabaña?, de repente aparecen unos animales extraños… además quiero ver como van creciendo las semillas, siempre cultivan muchas calabazas gigantes.. - se venía el mes de octubre y con ella las fiestas y el color naranja y rojo inundaba el castillo.

Una ves incluso me pareció ver a una arañota gigante meterse al bosque cuando iba a acercándome a la cabaña, aunque claro que debió de ser mi imaginación, ¿Cómo iban a salir esas arañas del bosque?… menos donde habían personas mágicas que pudieran lastimarlas.

La mire unos minutos y sacudí la cabeza, tenía una manera única de levantarse, parecía una tabla poniéndose en pie, seguro se le habrían dormido las piernas por sentarse sobre ellas, ya había experimentado eso un par de veces, no era agradable, mucho menos cuando luego, luego comenzabas a caminar sin darle tiempo a tus piernas de normalizarse, aunque eso muchas veces no podía ser, sobre todo cuando hacías carreritas con Hugo. Sonreí y me encogí de hombros – como prefieras, la verdad planeo seguirte como una sombra parlanchina – reí un poco de mi propio chiste y acomode, los pequeños mechones que estaban lo suficientemente cortos para no poder entrar en mi coleta, tras mi oreja – aunque suena interesante, podríamos ir ahí y luego caminar por el lago, amo el lago – reí mientras sentía como me sonrojaba al notar el tono tan emocionado que tenia, era verdad que me encantaba el algo, pero jamás lo había dicho así, tan alegre, tan hiperactiva, tan así, prefería disfrutarlo en la tarde, cuando todo se volvía rojo y luego negro, yo sola, era un buen lugar para tranquilizar la mente – no me hagas mucho caso, las sombras no dicen a donde hay que ir ¿cierto?

Sentía que las piernas estaba algo rígidas y flojas, pisaba y era como pisar en el aire, ajaja la sensación siempre me causaba mucha risa y algo de estrés, porque varias veces me había pasado que caía al suelo sin aviso, pero ahora estaba atenta a mantener las rodillas en su lugar y que no se doblaran.

- ajaja entonces bien!, vamos a revisar la huerta… solo espero que no estén los cuervos, no me gustan… siempre me han dado desconfianza esos ojos brillantes y sus sonidos. - me estremecí moviendo la cabeza y los hombros sacudiéndolos.- pero en fin, lo que mas me gusta es ir a robar..- cubrí mi boca cuando dije esa palabra, en realidad no era robo..- hurtar, algunas cositas… - me rei por lo bajo.

Gire la cabeza mirándola, me gustaba ir acompañada a los lugares divertidos y que a veces me causaban algo de miedo.

- pues, claro, solo pasamos a ver si están las calabazas y si hay alguien dentro de la cabaña… y luego ajaja nos vamos a correr por el lago, como sabes si no tenemos suerte ajajaja..-solté una carcajada sonora al escuchar su efusivo comentario. Me gustaba esa actitud, mas relajada y mucho mas divertida.- no, descuida… espero ver los tentáculos de calamar salpicando la superficie del lago….- no muchas pasaba.-

Camine con mas confianza y entonces mis piernas se hicieron mas fuertes. Íbamos llegando a la huerta y como anunciando lo que antes dije habían algunas aves negras, reconocibles por sus graznidos.

Solté una leve carcajada ante el comentario de los cuervos, no eran animales muy lindos, pero tampoco era para tenerles miedo, bueno, lo decía la niña que les había tenido miedo de pequeña, verdad, pero ahora ya no, ya sabía que se espantaban con tantito que te les acercases y que si les mandabas… ¿Cuál era? Bueno, un hechizo, salían pitando del lugar como si su vida dependiese de ello, era muy divertido, a decir verdad, pero claro, cada quien tenía su propia fobia o desconfianza. asentí firmemente – claro, las niñas buenas no roban, solo hurtan… como hay demasiada diferencia entre uno y otro – rodé los ojos y volví a reír, aquello sería divertido, especialmente si nos cachaban, aunque bueno, sería mi primer llamada de atención, quizá sería algo para darle más interés a la vida de mis padres: la pequeña y dulce Lily castigada, siguiendo los pasos de sus hermanos, jaja, sería lo mejor, les daría algo nuevo en sus monótonas – quizá no tan monótonas – vidas. No estaría mal.

Escuche lo del lago, seguido con lo del calamar gigante y abrí mucho los ojos sorprendida y emocionada al mismo tiempo, eran pocas personas que también querían ver a ese animalote del lago saliendo a desearnos un Buen Día, la mayoría lo pasaba de largo, cosa demasiado tonta, a decir verdad, ya que eso podría significar buena suerte, algo así me había dicho el abuelo de Lorcan y Lysander – seria genial que lo hiciese, es muy raro que lo hagas, así podría estar segura de que este será un muy buen día – sonreí con la simple imagen de los enormes, negros y babosos tentáculos del animalote, quizá si tenía algo de Ravenclaw y Hufflepuff en la sangre, pero ¿Qué más daba? El Sombrero me había mandado a Gryffindor por alguna razón ¿a que si?

Quizás fuera por que mis ojos azules claros brillaban muchos y los cuervos siempre giraban sus cabezas a verme, o fuera por el magnetismo que provocaba en los animales, que si ese fuera el caso, todo era mi culpa. Cruce miradas con alguno de ellos y como siempre actuaron con esa desconfianza graznando y huyendo de los mas cercanos. La huerta estaba en proceso de florecimiento, las plantas de calabazas se formaban en el suelo, claro estaba las flores colgaban, otras se marchitaban y unas mucho mas adelantadas ya estaban tomaron la forma de un bulto. Corrí hacia la rejilla que separaba los terrenos de Hogwarts con la cabaña, apoye mis manos y mirando sobre ella busque mas al fondo alguna criatura escurridiza, pero sería imposible que hallará alguna, ya que los cuervos cumplían doble función, se unas plagas y soplones.

- ajajá… no es precisamente robar solo… tomó algunas cosas para mis colecciones, por ejemplo; aquí siempre hay cosas interesantes. Estos pillos siempre dejan cosas interesantes..- les dije por los cuervos y luego mire las plantas.- y a veces crecen plantas que sirven para hacer algunos hechizos..- me sonreí. La mire y apoye mi cuerpo en la madera.- ah!! Es una lastima, las calabazas recién se están formando y algunas flores siguen vivas… ajaja yo quería tomar una calabaza para mi..- hice un pucherito.-

Solté un suspiro ya que esas fechas siempre me daban alegría y algo de sentimientos, aunque me gustaba tener una calabaza pequeña para mi, no se… la metía debajo de la cama y esperaba que la habitación se llenara de su olor y luego tenía que sacarla a escondidas para que las chicas no se quejaran conmigo, en todos estos años jamás me había pillado.

- espérame un poco…- le dije metiendo mi cuerpo dentro de la huerta, con mucha agilidad, ya que me avalaba la experiencia.. caí hacia el otro lado y el suelo estaba algo blando, sonreí porque mi objetivo estaba cerca. Era una maldad quitar las flores antes de que dieran frutos, pero la sopa de flor de calabaza era mi favorita. Tome una flor que estaba casi alcanzando su hora..- lo siento..- susurre y corte la flor. Me devolví por el mismo lugar y llegue donde ella.- toma… - se la di a Lily- las flores de calabaza son muy aromáticas..- sonreí y me volví a pasar del otro lado. No había sido muy fructífera, pero un robo para lily valió la pena.- venga! Vamos al lago!… quizás al calamar le gustan las flores.-

Rodee los ojos, pero aun así asentí, no sería bueno llevarle la contraria, además, no estaba mal, realmente si servían para algo podía usarlas, ya después… bueno, a quien engañaba, todos habíamos robado alguna vez una flor de algún jardín, siempre para cosas distintas, poniendo distintos pretextos, usando palabras distintas, pero siempre lo habíamos hecho, así que ¿Qué más daba una más? En algún lugar del mundo alguien estaría haciendo algo similar o peor y se compensaría ¿cierto? – anda pues, no tienes que darme explicaciones, yo entiendo, ya después me enseñaras la dichosa poción o lo que sea… o no lo harás – reí y me encogí de hombros mientras llegábamos a la ¿pequeña? barda que nos separaba de las… ¿era eso una calabaza? parecía todo menos una calabaza – ¿estás segura que eso te servirá? – pregunte observándolas desde todos los ángulos que pude tratando de ver como esa cosita se convertiría en una calabaza – me rindo – murmure notando como ella desaparecía entre las plantas ¿en qué momento se había pasado que no la vi? no tenía idea.

La espere pacientemente observando hacia todos lados cuidando que nadie nos viese, y al mismo tiempo fingiendo que estaba buscando algo entre el pasto, así no sería tan extraño el que estuviese ahí, serbia de pretexto.

Cuando regreso tome la flor que me dio y la olí – ¡Merlín, huele delicioso! – exclame olvidando por un momento que estaba de vigía en aquel lugar, regresando prontamente a mi trabajo haciendo como que la recogía del cielo, esperaba no ser tan mala actriz o no sabía si ya venía La Directora o el mismísimo Hagrid el Guardabosques a corrernos.

Regreso a mi lado y propuso el ir al Lago, yo asentí repetidamente con la cabeza – claro, aunque no sé si coma flores, pero podría agradarle – sonreí.

Antes de Hogwarts, jamás había estado tan cerca de las plantas, en mi vida muggle era… diferente, siempre pasando de aeropuertos, de viajes, de tiendas, jamás cuando fui niña me llevaban a jugar al patio y jugando con tierra, jamás, porque siempre estábamos ocupados, si no era con Albert, con mi padre, me sentaba detrás de su mesón mientras lo veía mezclando pócimas, los olores, los colores y el humo de sus formulas me encantaba el calor de esos tiempos, simplemente jugaba con arena… muchas veces los fines de semanas salíamos a nadar, construíamos castillos y muchas veces lo hizo con magia, sobretodo en las noches, cuando sacaba luces del castillo e incluso les daba vida a algunas figuritas que llevábamos. No, yo ni siquiera sabia lo interesante de que las cosas crecieran y en esta huerta pude verlo, día a día, podía ver lo interesante de la vida. Solté un suspiro para dar paso a una sonrisa.

- así es, yo siempre tomo algunas, las que se han tardado en caer…- estire los brazos con energía renovada, me empezaba a llenar de ese sentimiento divertido, - son muy dulces…-

Choque las palmas de las manos haciendo un sonido fuerte para romper el silencio y espantar algunos cuervos que ahora estaban tomando mas confianza con nuestra presencia. Me hizo reír la cara que puso, Hagrid no era tan gruñón… siempre que le decías la verdad te comprendía.

- ajaja pues no se que sea mas sabroso, si los fantasmas y cosas que andan en el lago o una deliciosa flor, pero si yo fuera un calamar seguramente me gustaría mas las chicas de la orilla, ajajaja… así que no te acerques mucho a la orilla cuando lleguemos.- si unos cuantos saltos antes de ponerme mas rítmicamente a caminar.-