El sol, el arbol y la sombra. [Aleeah McGallen]

Un árbol se levantaba tras mis espaldas, yo me dejaba cubrir como un manto por su sobra la cual me cubría del sol el cual solo hacia doler un poco mas mi cabeza con su brillo. No se que me pasaba pero hacia desde que me había levantado en la mañana con una pequeña molestia en la cabeza, como de la nada apareció al levantarme de mi cama. En el transcurso de las horas fue aumentando por el bullicio entre los pasillos. Lo peor fue cuando me fui al gran comedor a desayunar algo, ya había gente ahí y poco a poco el clima se fue llenando de voces que se clavaban como flechas en mi cabeza. Cada momento me empezó a doler un poco más hasta que ya no lo aguante, tenia que encontrar un lugar donde encuentre cierta tranquilidad para mi cabeza, para hacer que me pase esa molestia. Claro estaba que no tenia intenciones de ir a la enfermería, no me gustaba para nada los métodos de tortura medica que tenían en el castillo.

La brisa impactaba suavemente contra mi rostro el cual mantenía los ojos cerrados, para que esa pequeña molestia se pase lentamente. El lugar tenia la tranquilidad que yo quería para descansar mi mente, mis piernas estaba estiradas, mi espalda recostada contra el tronco del árbol, mis manos caídas al costado de mi cuerpo, mi cabeza tirada hacia atrás con mis ojos cerrados, parecía que estaba dormido aunque solo me mantenía concentrado en lo que pensaba, en realidad no pensaba en nada, tenia la mente en blanco, estaba como en un estado de concentración profunda con tanta tranquilidad en la soledad del jardín. Podía escuchar el más mínimo ruido de lo concentrado que me encontraba, creo que si prestaba mas atención escucharía el sonido de los pastos chocar con la mas mínima brisa.

El dolor parecía ceder por momentos aunque cuando me ponía a pensar que se me había pasado volvía de la nada, como si quisiera molestarme, hacerme creer que no estaba para luego cuando pensaba en eso aparecía para torturar mi mente la cual ya estaba molesta. Largue un extenso suspiro para por fin abrir los ojos y ver el sol el cual me encandilo. Ya hacia bastante el tiempo el cual los mantuve cerrado, por lo cual se abrieron lentamente con una imagen borrosa y enceguecida por ese brillo constante de aquel astro que se alzaba en los cielos y daba luz al mundo. Por mi cabeza paso el pensamiento de ir a la enfermería paro al mismo tiempo que apareció se borro, no iba a ir a ese lugar y no era por nada, no me gustaban las enfermerías y menos en ese Hogwarts. Cerré de nuevo los ojos pero esta vez más adormecido, el sueño cayó sobre mi y sentía que mis ojos se cerraban solos, como si estuvieran pegados. Mi cuerpo se relajo, mi mente se puso en blanco y creo… que me dormí bajo la sombra ese árbol.

Aleeah se encontraba tumbada en su cama justo antes de que sonara el despertador. Ese sonido que hacía, ese ‘ring’ ponía nerviosa a la pelirroja, se sacó la manta de una patada. Se levantó y lo apagó, simplemente por no tirarlo por la ventana del dormitorio. Su bajada por las escaleras fue lenta ya que se estaba quedando más bien dormida.
Llegó al Gran Comedor y observó a Caleb, no se sentó junto a Caleb, por que lo conocía demasiado bien como para saber que necesitaba estar solo y tranquilidad. Su mala cara le delataba, tal vez le dolía la barriga o la cabeza. Pero la pelirroja sabía demasiado bien que era algo más, probablemente.

Después del desayuno, subió a por sus libros, y como era de esperar, su torpeza llegó, sus libros cayeron al suelo, formando un desastre de hojas volando de acá para allá. Las recogió todas como bien pudo, y las metió en un libro, pero en el equivocado.

Una vez que bajó las escaleras por completo, llegó a los jardines donde vio a Caleb sentado bajo un árbol, el Gryffindor parecía estar dormido. A esta le causó ternura verlo así. Se acercó poco a poco a el y se sentó a su lado, y acariciandole el brazo le dijo con dulzura:
- Caleb… despierta… sino vendrá el Monstruo de las Galletas - amenazó divertida

Todo estaba oscuro, nada se veía mas que la nada. Mis ojos cerrados, mi mente adentrándose más en mi subconsciente en el cual no había nada, un sueño, una imagen nada. Mi cuerpo relajado, recostado suavemente en aquel árbol bajo su sombra en un clima totalmente cálido, era un día agradable pero para mi no tanto, hasta dormido podía sentir esa pequeña molesta, ese pequeño dolor de cabeza el cual me molestaba tanto, era un fastidio en mi mente. En mi rostro se mostraban pequeñas muecas, pequeños gestos a penas visibles de dolor a pesar de estar dormido se notaba que algo me molestaba. Pero al dormirme en ese lugar me exponía a que me despierten de una forma indeseada, Scorpius era de fastidiarme de vez en cuando, esperaba que no pase por ahí o de seguro algo se le ocurriría para hacerme despertar mal. Esperaba que no pasara porque con el dolor de cabeza presente iba empeorarlo todo.

Mientras me encontraba dormido sentí que alguien tomaba mi brazo ¿Seria el principio de un sueño? Se sentía muy real, luego una voz suave pasó de lado a lado mi mente recorriendo cada parte de mi cerebro, quedándose totalmente grabada. Lentamente abrí los ojos los cuales no veían nada en un principio, solo un distorsionado paisaje con una figura que todavía no podía reconocer pero por su voz me daba una idea. Mi vista se acomodo pero la luz del sol me encandilaba, parecía que la figura de aquella chica tenia brillo propio, mostré una sonrisa amable con mis mejillas totalmente sonrojadas por tenerla cerca, por sentir su contacto tome una postura mas recta y no pude controlar aquellos nervios que aparecieron de repente - ¿Eh? ¿Qu… que… que es eso? – Estaba demasiado cerca hacia que me ponga mas nervioso de lo común, me aleje un poco de Aleeah ya que hacia que toda mi personalidad se multiplique, me ponía mas nervioso tenerla cerca, era algo automático, el color se subió lentamente a mis mejillas, mi voz se sentía bastante titubeante. No me atrevía a mirarla porque me daría mas vergüenza, ya era mucho con lo que me había quedado dormido – N… no creo en esas cosas – Dije luego de darme cuenta lo que me había dicho. Era mi amigo desde hacia un tiempo pero igual seguía sonrojándome al verla, seguía erizándome la piel con escuchar sus palabras y tenerla tan cerca como se encontraba ahora – Pe… pero bueno ¿Cómo estas? – Mi rostro se inclino levemente haciendo que mi vista quede mirando a mis pies - ¿Co… como has pasado tus vacaciones? – No nos habíamos visto mucho desde que empezamos las clases en Hogwarts, no habíamos tenido tiempo para hablar para saber que habíamos hecho en las vacaciones.

Poco a poco el joven fue despertando y la chica le dedicó una sonrisa, al ver que las mejillas de el estaban ligeramente sonrojadas. Cuando este consiguió abrirlos por completo, ella se rió, no de el, sino tal vez con el. A ella le seguía pareciendo tierno que el se halla quedado dormido allí. Eran amigos, pero aun así el se trababa al hablar con ella, y al tenerla cerca, pero esta no se daba cuenta de eso. Suspiró al escuchar sus preguntas y dijo:
- Bueno, ya sabes, mi familia está tecnicamente fuera de mi mente, cada año hago más el ridículo por su culpa.
Aun por lo que había dicho ella misma se rió por que era un poco dramático, y a ella los dramas le gustaban y más si los hacía con Caleb.
- Mis vacaciones fueron normales, nada de 'el otro jueves'.
Aleeah parecía de los más normal cuando estaba junto a Caleb, por que el de alguna manera o de otra hacía que se comportara diferente.
- Y tu... ¿Cómo estás? Y cuentame... ¿Qué tal las tuyas? Es decir, tus vacaciones.

Se trataba de una de mis mejores amigas la chica que tenia al lado, aun así no podía evitar sonrojarme o titubear al hablar. A veces odiaba mi forma de ser por no poder ni siquiera decir dos palabras sin tartamudear de una forma innecesaria, era algo evitable pero automáticamente mi voz salía de esa forma tan autóctona en mí. Pero aunque intente cambiarla siempre era igual, siempre terminaba siendo yo, tímido, vergonzoso y todo lo que quieran pero así era yo. El viento hacia sentir vivo a uno al chocar contra nuestros rostros, mientras escuchaba las respuestas de Aleeah a mis preguntas, mi atención estaba puesta en las palabras que salían de su boca. Mientras como un bobo miraba mis piernas sin poder verla a los ojos, todavía me daba cierta vergüenza mirar a las personas a los ojos aunque ella sea mi mejor amiga – A… animo, después de todo es tu familia – Comente con una sonrisa para tratar de animarla. Ambos siempre nos contábamos todo y terminábamos haciendo un drama con nuestros asuntos, ambos nos comprendíamos bien en algunos aspectos lo cual hacia que hablar con ella resulte verdaderamente agradable y placentero, podría decirle cualquier secreto porque confiaba mucho en ella – Bueno, la mayor parte de las vacaciones la pase con mi madre – Gire mi cabeza para mirarla tratando de luchar contra aquello que no me permitía ver a una persona a los ojos. Aunque tengo que admitir que mis mejillas se sonrojaron un poco mas al verla – Estuve en Francia paseando por algunos lugares y viendo algún que otro partido de Quidditch – Por mi mente pasaron muchos recuerdos del viaje y no sabia por donde empezar a contarle así que tendría que resumir un poco – Aunque la parte que mas me gusto fueron las ultimas semanas en Londres, las cuales pasamos en familia con mi padre y mi madre. Sinceramente, vaya donde vaya solo quiero que estén ambos, pero mi padre nunca puede por motivos de trabajos – Me ponía algo melancólico al pensar que los momentos que teníamos eran breves, siempre hacia un drama en mi cabeza por eso pero sabia que estaba con la persona indicada para confesar algo así – En fin, los padres son los padres y su mundo es un misterio – Dije con un tono sarcástico mostrando una sonrisa como siempre había mostrado.