I come in pace [Erik]

Habían pocas cosas en estos días que realmente soportaba, una de ellas eran mis horas en el hospital, siempre y cuando no estuviera el dicho "supervisor" encima mío para "darme instrucciones". si había algo mas molesto en este mundo que estudiar, era estudiar con alguien que se cree mejor que tú y te enseñaba cosas que estaban mas que obsoletas o mal hechas. Podía perdonar que los contenidos estuvieran poco actualizados, pero otra cosa era sus habilidades practicas, que eran a mi parecer patéticas. OK, no era la mejor estudiante, no por falta de capacidad, de eso tenía de sobra, solo que me aburría tanto la manera en que los sanadores hacían las cosas, si ya teníamos tanto tiempo de experiencia y conocimiento porque no nos dejaban hacer mas cosas, que fueran un reto mental.

Como siempre me mandaron con unas cantidad considerable de carpetas para revisar las historias medicas de algunos pacientes, y seguramente para hacer algún tipo de “supuesta planificación”, en ves de eso me podrían dejar con el resto de los pasantes para hacer cosas manuales, pero no… se empeñaban en hacerme perder el tiempo, como exponía su insatisfactoria trabajo delante de mis compañeros. En fin, iba caminado hacia la sala de descansó con unas cuantas cosas mas en la mano. Abrí la puerta como no se debe, con un poco con la mano y empujándola con el pie. Pase de espalda hacia dentro y me gire. Para mi grata o desdicha, mi hermano mayor estaba en la sala tomando un café o algo, levanto la mirada y las cejas, con esa expresión de sorpresa que ponía cada ves que yo hacia algo correcto.

- que pasa?.. Has visto un fantasma o algo por el estilo?… es que jamás me has visto trabajando..- añadí antes de que respondiera.- claro que no!, pero que no te sorprenda Bro, no lo hago por gusto.- me acerque a la mesa y casi deje caer las cosas en la mesa.- es un deber impuesto por los mas altos jefes del establecimiento.- puse mis dos manos en la mesa, apoyando el peso de mi cuerpo. Lucia como una señorita, con ropas normales y peinada- ah… un verdadero fastidio.-

Las mañanas de los lunes siempre eran horribles, mas cuando uno pasaba el fin de semana bebiendo y fumando, pasando de fiesta en fiesta y sin dormir, no por estudio.

Era un fantastico lunes otra vez y como normalmente un lunes no es nada para un hospital porque atendemos de lunes a lunes, este parecia cualquier día para mi. Normalmente y como era de mi costumbre, hacía mis rondas a mis pacientes apenas ponía pies en Mungo y luego de ver a todos y actualizar sus expedientes, caminaba con tranquilidad hasta la sala de descanzo a leer el profeta mientras me tomaba un café.

En aquella labor diaria me encontraba cuando la puerta se abre y mi hermanita hace su entrada llena de papeles. Lo cual me hace alzar ambas cejas. Generalmente recibía de mis colegas solo quejas de la rebeldía de mi pequeña hermana, la cual yo no tenía forma sustancial de explicar, solo recurriendo a la psicología. Pero aqui estaba ¿trabajando?

- que pasa?.. Has visto un fantasma o algo por el estilo?… es que jamás me has visto trabajando..-

Abrí la boca para responder, pero no me dejó respondiendo por mi. Sonreí porque era divertido verla así con reponsabilidades. -Te ves bien... casi como una verdadera señorita...- me percate de mi diario por un segundo mientras seguía con mi hilo de pensamiento -parece uno de aquellos experimentos sociales donde toman un sujeto de cierta realidad y le obligan a vivir en otra... tus ojeras sin duda te delatan-. En mi voz no había tono ni de burla ni de juzgarla, todo lo contrario, parecía más bien que discutia una teoría cientifica con un colega. Y eso hacía, nadie como yo para saber la inteligencia que poseía mi hermanita.

Sonreí con algo de ternura. Mi querido hermano era sin duda un sujeto con pocos atractivos para el promedio de las personas, todos huian espantados por su CI, pero el intentaba entender al resto y convivia mejor con ellos de lo que yo jamás haría. Jale la silla para sentarme en ella y como una bruta deje caer el cuerpo en ella. Lo mire mientras cruzaba las piernas y los dedos de la mano izquierda hacian ruido con las uñas cortas sobre la mesa.

- muchas gracias por tu apoyo hermano… sabia que tu serías el único feliz de verme convertida en un ser util para la sociedad, luciendo como todos los demás.-

Tenía ganas de fuma, pero no lo hacia en el hospital pero, como me encantaba fastidiar a Erik, saque la cigarrera pequeña del bolsillo de mi falda, hecha de plata con unos adornos hermosos en oro blanco, un lujo innecesario según mi hermanito pero para mi tan necesario como un buen vestido.

- crees que este sería un buen experimento, digo; cuando tomas una especie y cambias su ambiente, puedes provocar muchos trastornos en el sujeto de estudios, desde cambios de personalidad, agresividad y en otras ocasiones desmotivación y muerte. Aunque en mi caso lo mas seguro, sería la agresividad..- puse mi cuerpo mas inclinado sobre la mesa abriendo la cigarrera.- y no queremos que el sujeto de estudio se vuelva agresivo…- saque un cigarro y lo puse en mi boca..- ¿tienes encendedor?..- provocación, la mejor de mis armas.-

No había malas intenciones en mi, pero… era un droga tan dulce, ver como Erik estallada y me sermoneaba, simplemente me conformaba con que alguien me tomara en cuenta. Y como pocas personas podía importarme, él era uno de esos pocos, a quienes consideraba uno de los mejores.

Volví a mirarla y le sonreí, si me gustaba verla trabajando, realmente me sentía orgulloso cuando la veía siendo parte del sistema, aun obligada. -Cuando intentas lucir como los demás te ves adorable- dije honestamente. Aun la recordaba como esa niñita que lucia adorable antes de volverse completamente rebelde.

Enarco una ceja cuando saca su cigarrera. Esa lujosa en demasia, yo no veia la diferencia con una normal hecha de cuero incluso, que pudiera ser algo más costosa, pero nunca tanto como esta. Volví mi mirada a sus ojos cuando prosiguió con mi idea, averiguando prontamente donde quería llegar. -¿Y que pasa con las consecuencias positivas? El crecimiento de la especia, la experiencia...- rodé los ojos puesto que sabía que las consecuencias negativas eran mayores que las positivas, pero igual había que mencionarlas como en cualquier estudio -y no tengo fuego- agregué esta vez si de forma reprobatoria porque era un hospital y no podía fumar aquí dentro, ella más que nadie sabía el mal que le hacía a su cuerpo fumando.

-No puedes fumar aquí dentro- comenté casi mirandola mal, casi, porque no podía hacerlo con ella -así que deberías guardar eso y hacer tu trabajo, que se ve que es bastante-

Me reí algo burlona, saque el cigarro de mi boca y lentamente lo puse devuelta en la cigarrera. Con un delicado movimiento, muy distante del anterior, me de levante de la silla y me senté en la mesa. Sin mirarlo mas abrí una de mi carpetas y la pluma de mi bolsillo, una común y corriente, no Invertia en cosas como plumas, tinta, etc… cosas que usara para estudios.

- las consecuencias positivas de la manipulación de especies es casi tan baja como su éxito, en general cada ser vivo esta acostumbrado y requiere de sus propios factores de crecimientos, sean otras especies en simbiosis del mismo ecosistema.- sonreía terminando de leer y cerré la carpeta. Con un saltito me baje de la mesa y deje a parte la carpeta, mis pasos con unos tacones bajos, no hacían ruido… estaba hechizados para eso.- el mío sería, el cigarro, la bebida….- me puse por detrás de él y pase mis manos por su cuello tocando sus pectorales con un avance cariñoso, nada de malicia, hasta dar con un abraza por su cuello. Adoraba a mi hermano aunque pareciera lo contrario. Tenia el perfume en su cuerpo, seguro que ahora se mezclaba con el mío.- deberías reír más Bro..- le dije besando su mejilla como si fuera una niña pequeña--

Se abrió la puerta y uno de esos viejos sanadores entre, bueno tuvo la intención de entrara cuando nos vio con unos ojotes, sonreí por que la imagen se podía mal interpretar, nunca éramos, era afectuosa con Eric, pero particularmente hoy, sus palabras me sonaron a “te quiero” en el lenguaje de nuestra familia.

-Antes de abocarte a las especies en general deberías fijarte en el sujeto de esta investigación... los humanos tienen mayor porcentaje de exito de adaptación, si bien insisto en decir que no existe una cosa que nos separe a nosotros del comun de los animales, la capacidad de adaptación es la unica que podría- siquiera la magia era unica de nuestra especie, menos la inteligencia como los muggles han querido vanagloriarse de aquello.

Para mi estaba en un debate, y como siempre sabiendo todo de todo, nunca dejaria mi punto de vista descubierto o admitiria una derrota. Tuve que sonreír cuando me abrazó y me beso en la mejilla, porque algo que si admito es que yo quiero mucho a mi hermana. -Yo sonrió... es que cuando vienes...- tuve que cortar mis palabras porque la puerta y lo que sucedió luego me interrumpio completamente. El señor Basco, uno de los sanadores más respetados, por no decir viejo, del hospital casi tiene un ataque al corazón en nuesra presencia. Ni siquiera articuló palabra y salió cerrando la puerta como si hubiera visto al mismo Voldemort -que diablos le paso- me pregunté visiblemente preocupado por la estabilidad mental del viejo.

Sonreí burlonamente cuando él señor cerro la puerta, casi asfixié a mi hermano al apretarlo con mis manos, en verdad esos sujetos eran estupidos, se asombraban de cosas tan pequeñas. Si una persona tenia la ligereza de mente para juzgar a otro sin siquiera darle oportunidad de conocerlo era un completo idiota… así que en conclusiones esos eran la mayoría. Solté a mi hermano pero no sin antes volver a depositar un sonoro y exagerado beso en su mejilla, di un girito tras de él y me fui a sentar a la mesa nuevamente, y como si se tratase de una cabala, tome otra carpeta, enfocándome en la lectura.

- seguramente te asusto de ver a la niña mala abrazando a un hombre, ya debe de estarse imaginado toda clase de cochinadas, ajajá… apuesto que hociquera se fijo en que eras mi hermano.- levante la mirada con una sonrisa.- es por eso que me disgustan esos viejos, siempre tiene una imagen preconcebida de las personas, ¿Por qué no se toman la molestia de conocer al acusado?, te lo diré, porque siguen teniendo una mente pequeña.- eso era justamente lo que pensaba de ellos. Saque la pluma y escribí un par de cosas y luego volví a cerrarla dejándola a aparte.- cuando yo vengo, que?…- esta ves la pregunta no estaba encerrada en un tono irónico, solo era un tono de curiosidad.-

Mi hermano me podía llamar de todas formas, pero jamás me lastimaba porque sabia que él me quería, por lo menos me aceptaba tal y como soy.

Tuve que hacer una mueca abriendo los ojos cuando me apretó más de lo necesario, para luego soltarme e ir a seguir con su trabajo. La seguí con la mirada acomodandome de nuevo en mi silla y subiendo mi pie derecho sobre mi rodilla izquierda en una posición más comoda de mi cuerpo. Bebí un sorbo de mi café, que si no comenzaba de nuevo a beberlo se enfriaria y tendría que sacar la varita para calentarlo como por quinta vez. Que la lectura siempre me hacía olvidar otras cosas que hacía.

Escuché lo que dijo y mire la puerta como si aun pudiera ver la cara de Basco en ella -¿tu crees? no...- dije autoconvenciendome. Una de mis grandes cualidades o defectos es que nunca pensaba mal de nadie, preconcebidamente. Incluso mucho después de conocer a alguien y saber lo malo que pudiera ser, seguía pensando en que si le dabas una oportunidad podría cambiar. Iba a seguir en alguna explicación coherente de porque el se había ido así, cuando me olvido porque volvió al punto anterior. -aaa, cuando tu vienes, me debates cada cosa que digo- pongo cara aplastada (.__.) -entonces es dificil pasar con una sonrisa en los labios cuando me pongo serio a debatir contigo-. Y es que era algo que disfrutaba además, no todos me daban tan buen debate como mi hermana.

Solté un suspiro cansado, los trabajos de oficina eran los mas aburridos, quizás en algún tiempo mas los encontraría muy divertido pera para que mi cuerpo sintiera la emoción y energía de la vida… no necesitaba de leer miles y miles de casa que no eran un desafío a mi inteligencia. Seguí corrigiendo algunos diagnósticos y tratamientos, con la experiencia de algunos sanadores… y cometían los mismo errores una y otra ves. Negué con la cabeza mientras escuchaba a mi querido hermano mayor.

- claro que sí..- le confirme, los hombres tan correctos, tan viejos eran los peores, cuantas veces no me habían hecho una propuesta pensando que era una completa estupida, pero se habían topado con una pared de plomo, yo elegía a quien, cuando y como. Levante la mirada a él.- pero Bro, así nos criaron…- le respondí esbozando una sonrisa.- recuerdas, siempre atentos con mente ágil y dispuestos al conocimiento, los debates son parte de nuestro leguaje efectivo, es nuestra retorcida manera de preguntarnos ¿Qué tal tú día?, a diferencia de las personas simples, nosotros tendemos a complicar todo. - mi respuesta era como de esperarse. Vislumbre una mirada conocida.- además, me vas a negar que no disfruta de una charla un poco mas elevada en tus días, los desafíos mentales que ofrece este trabajo son monótonos. Yo soy tu salvación, en este aburrido mundo.- si era egocéntrica, pero era mal de familia… todos los Krahm podíamos ser pedantes si nos lo proponíamos. Estire la mano tomando su taza y dándole un trago largo hasta casi acabar su contenido.- ah!.. Le falta un poco de whisky, pero tampoco estuvo mal. a menos que prefieras otra compañía…?-

Sonreí sin mirarla, era cierto, me gustaba discutir con ella, porque al final yo no cambiaba mi opinión y ella tampoco. Y así debía de ser, nadie debería renunciar a su opinión tan facilmente -el problema es que tu eres intransigente- comente con cierto tono de broma, respecto su porfiadez para conmigo.

Permití me quitara mi taza pero hice una mueca. Terminando por convertirla en una sonrisa cuando dice aquello. -Hace mucho que no hablamo tu y yo... deberíamos irnos terminando de aquí a un bar a charlar y beber un poco- aunque podría ser todo lo racional que quisieran, nunca había evitado dejarme llevar por aquellos placeres de la vida. Beber, fumar, el sexo incluso con amor. Nunca si en exceso de ninguna, eso hacía tener un pensamiento sensato, jamás me dejaba manejar por ninguno de estos. -Tu compañia es suficiente... pero todos siempre queremos más-

Me dio una risa horrible, éramos dos polos puestos que hacían funcionar el átomo, pero con nuestros núcleos en común nos daban estabilidad. Si lo era, pero nunca en extremo, es solo que nadie me daba una buena base para hacer cambiar mi opinión.

- vamos Bro, sabes que no es así… es solo que cuando alguien me debe un buen fundamento, yo cambiare de opinión y reconoceré que estaba mal, hasta entonces seguiré así.- gire mi cuerpo torciéndolo para quedar mas de frente a mi hermano.- ahora si estamos de acuerdo en algo, me encantaría irme a un bar ahora mismo y si para eso tengo que terminar esta aburridaaaa labor, lo hare en 10 minutos, solo espera y ve..- le dije con autoconfianza.- tome otra carpeta y ya quedaban 3 mas, así que solo hice un par de correcciones y pase a la siguiente. Apenas desvíe la mirada hacia el cuando volvió a hablar.- si? Pues diría que solo tu quieres mas… aunque no se a quien te refieres…- con ingenuidad fingida pase a mi otra carpeta…- yo también tengo algo que confesarte…- termine de escribir y era la ultima.- apuesto que me vas a regañar..-

Me gustaba ir a conversar con Erikk a pesar de que nustras conversaciones se convertian en discuciones con mucha facilidad.

Mire mi reloj cuando propuso irse de inmediato. La verdad es que yo solo estaba en mi descanzo, aunque los turnos diarios eran más monotonos, había más gente y menos problemas que en las noches. Sopesé la idea de ir a ver a algunos pacientes que tenía y pegarme una escapada, pero no se podía, porque el trago no me dejaría volver luego a trabajar. Así que negue -no se puede, tu y yo aun no terminamos el turno- dije reprobatoriamente a su idea de salir ahora -al final del turno si-.

También consideré que era temprano para beber y contar acerca de los problemas amorosos que solo yo tenía. Antonella se caracterizaba por su libre amor hacia hombres y mujeres. -Te regañare solo si decides dejar el trabajo por la mitad- en cuestiones de responsabilidad yo era intransigente, en cuestiones de vida privada, yo era lo que se podía mencionar un liberal. También creia en el sexo como liberador de estres, aunque nunca abuse de eso como mi hermana aquí.

Tire la carpeta hacia el lado cuando me dijo que no iríamos, había incluso puesto mi empeño en terminar las cosas en segundo. Le dirigí una mirada fiera, y me baje la mesa, me fui hasta la puerta para cerrarla con llave, saque mi varita y enseguida quedo cerrada.

- porque siempre tienes que terminar con las cosas divertidas..- me mire a verlo.- pasas 20 horas trabajando, luego te duchas y duermes dos horas, comes algo y vuelvas a los turnos… no te fastidia seguir un ritmo tan monótono.- negué con la cabeza acercándome a él. - no por mas tiempo que pases aquí tendrás mas oportunidades.- me refería a un tema en particular. Estire mis brazos al cielo, como si fuera un gato, alineando las vértebras de mi columna, muy bien.- ah! Deberías irte de vacaciones, desligarte de este lugar, ya eres un experto, no necesitas de esto.- me refería a tanto esfuerzo tanto. Me suavice soltando un suspiro y me fui a sus brazos como si fuera una niña mimada.- ou… me gusta cuando me regañas, me hace sentir especial.- cerré los ojos tomando el perfume de su cuerpo.- mejor pedimos algo en el hotel y nos quedamos en la cama mientras vemos una película comiendo algo.- debía de estar cansado, aunque no le podía decir directamente - hermano se que estas cansado.- así que era mi manera de decirle… lo que pensaba.-

Busco sus ojos desde mi posición, nosotros teníamos esta relación de poco amigable pero en el fondo al único al que le haría caso en algo, si es que tuviera que hacerlo sería a Erik, porque era el único que me daba confianza, que aunque me cayera estaría su mano tendida para levantarme.

Solté el aire pesamente, sus palabras no me denotaban que este niña mimada me estuviera juzgando en absoluto, sino que inferia cierta preocupación. De la cual yo no era merecedor, porque jamás me había quejado de mucho trabajo, sino todo lo contrario, los encargados del hospital tenían que correrme a casa cuando veían que me mantenía mucho aquí. Lo cual era innecesario porque yo era de más uso en el hospital que en casa.

La abrace cuando vino a mis brazos a que la tomara como cuando era más pequeña y realmente cabía en ellos. -Sin embargo me siento más comodo aquí que al lugar lleno de lujos que llamas casa- confese, puesto que un penhouse nunca estuvo en mis deseos cuando nuestros padres dijeron que nos regalarían una casa por nuestra desición de vivir en Londrés.

-Me parece muy bien tu idea... aunque pensé que te acomodaría más beber algo por ahi... aunque creo que prefieres ir a beber con tus amigos que conmigo- jugué a hacerme el ofendido. A pesar de ser un hermano mayor y de lo mucho que quería a mi hermana pequeña, no me molestaba verla con hombres, sabía que ella sabía perfectamente lo que hacia, y sabía cuidarse mejor que yo. -Aceptaré tu propuesta, podremos hablar con mayor tranquilidad en casa-.

Pocas personas tenia la dicha de ser tan cercanas a mi, y encima recibir una afectuosa demostración de cariño como esta, los hombres que conocía eran amados en el sentido lujurioso, pero jamás con el corazón como decían los románticos, ya que este solo es un órgano vital, no controla las emociones. Pegue mi mejilla a la raposa piel de mi hermano, si no fuera por el lazo particularmente paterno que sentía por él no lo trataría de esta forma.

- eso no es una casa Erik, es nuestro hogar, y si esta lleno de lujos, pero es donde tu y yo dormimos, así puede que haya exagerado un poco al pedir algo tan grande, pero me pidieras vivir en un cuarto de 2x2 lo haría siempre y cuando estuvieras conmigo..- una declaración de afecto muy significativa para mis rasgos. Claro que apelando al buen criterio de un hombre cuyo CI es superior por mucho mas que un 10% que la sociedad, no creo que tomes mi palabra literalmente sino como una muestra efectiva de apoyo moral.

Me escape soltando unas risas, lo decía en serio. Podía vivir lejos de todo el mundo aparta incluso de esta realidad, siempre y cuando Erik se preocupara de mantenerme con un poco de vida.

- mm… sabes que no tengo “amigos”.. solo amigos..- que eran de una noche de fiestas, de esos que solo les cuentas las cosas divertidas y bebes un trago, pero lo que tenia que contarle a mi hermano era algo que se debía hacer con propiedad.- pero si debo hablar con alguien sobre mi, eres el indicado para hacer juicios que no mantengan la objetividad en los hechos.- tome ultima carpeta abriéndola.- podemos comprar comida china para comer, apuesto que no has comido propiamente en estos días, si madre se entera que estas bajando tu ingesta va a hacer un alboroto.-

Solté una carcajada cuando me dijo que estaría dispuesta de vivir en un cuarto 2 x 2, porque obviamente no le creia nada. Seguramente se iria con el primero que le pagara una casita como la nuestra. -Se que me quieres, pero no exageres- además que yo había aceptado la casa por ella, porque sabía que ella le gustaban esas cosas, aunque a mi no me acomodaran.

Terminé por enarcar una ceja, cuando me habló de sus amigos. Dejé mi diario el profeta por ahi -¿algun día te vas a enamorar? no es tan malo como tu te imaginas- mi hermanita tenía esa gran alergia al amor, y yo sin entender tanto, después de todo nuestros padres tenían un buen matrimonio. Claro que papa era mucho más cariñoso que mama -de hecho es bastante importante, comenzaras a ver el corazón como algo más que un musculo que bombea sangre oxigenada-.

[OFF ROL: Bro que feo…¬¬ piensa que me voy con cualquiera XD]

La perfecta arma de manipulación siempre había sido y sería la mujer, a través de la historia siempre las mujeres habían sabido manejar las cosas desde las tinieblas, moviendo los hilos de los demás, por eso jamás debían fiarse de las caras bonitas, mucho menos de aquellas que parecen inocentes. Leí el informe de un enfermo, y no me pareció adecuada la terapia mágica, debían usar un poco menos de pociones y otras terapias complementarias. Tache uno que otra poción para reemplazarla con una infusión de hierbas que era mucho menos toxica para el cuerpo.

- el amor es exageración, devoción y sacrificio por el ser amado..- le conteste algo irónica, eran concepción absurdas, el amor no era otra patraña de la vida, esa fijación que le metían en la cabeza a las mujer para hacerlas dependientes de un ente masculino, coartaban sus acciones para eso.- se supone que dejas de pensar en tí por que no hay nada mas valioso que la cuidar de la existencia del otro. - hice un gesto de ternura al llevar mis manos al pecho, dedicándole una mueca de desagrado.- no creas que no quiero hacerlo, solo que no me parece factible que halle a un hombre cuya existencia complemente la mía. Pero sabes que estaba pesando… que si llegara a enamorarme, cosa que es improbable en este plano existencial, debía ser de alguien admirable… y aceptémoslo ¿a quien podría admirar alguien como yo?..- un buen planteamiento, nadie había merecido ese papel en mi vida, una ves lo tuvo él, pero ya no. Tampoco creía que mis padres eran el mejor ejemplo de amor, porque comparados con otros matrimonios, era frío exceptuando mi padre.-

Deje de hacer la ficha y me quede mirando por la ventana, el sol era muy importante para los paciente y también para casi todas las cosas vivas. El corazón… una palabra tan mal usada y gastada. Sonreía y solté un suspiro.

off: xDDD esta equivocado?

-¿Hay algo de malo en aquello?- pregunté de inmediato cuando dijo que el amor era devoción y sacrificio por el ser amado. Para mi no había nada más importante que la sensación de sentirte completo por otra persona y el hecho de haberlo sentido tempranamente en mi vida, me había hecho querer refugiarme aun más en la ciencia. Sin entender este cumulo de cosas que segun se decía causaban la ilusión del enamoramiento. Sin embargo a mi corta edad y mi elevado CI me hacian entender que el cuerpo me estaba diciendo algo que mi cerebro ni siquiera lograba aun descifrar y que había mucho que escapaba aun de la simple explicación... era aun más puro que la magia.

-El amor es aun más misterioso que la magia en si hermanita, y a veces lo trazado en las estrellas puede ser más poderoso que la voluntad- no es que yo creyera en la adivinación, siendo para mi una magia demasiado debil e intangible. Pero si creia en la magia que había presenciado yo de los centauros un año que estuve con ellos aprendiendo de sus costumbres. Cosa extraña para un joven mago, pero mi mente abierta me ayudo a entrar en su civilizacion y mi inteligencia me hizo ganarme su respeto por sobre todo. Aprendí con ellos, que los actos son trazados y no podemos negar que los videntes existen y existieron, demostrandonos que todo esta practicamente escrito.

Al final toda esta conversación, nos llevaba a una persona. La culpable de que yo divagara todo el día sobre el amor y sus misterios. Victoire Weasley. Solo Antonella sabía que yo habia estado enamorado de Victoire desde practicamente sexto año, hasta el dia de hoy. Ella sabía todo lo que yo escondía cuando estaba con ella, también sabia que era mi razón por la cual permanecer en Inglaterra y no largarme a los paises arabes o america latina como me hubiera gustado para expandir mi investigaciones. Aunque no sabía lo ultimo sucedido, yo había sido cauteloso en no decir ni dejar entrever que algo había ocurrido con ella.

OFF: ajaja ¬¬ claro que si..

Mis pensamientos de hoy eran un poco diferentes, si me hubiese preguntado eso antes de, quizás hace unas semanas atrás me habría burlado hasta morir de la risa, la idea de estar con una persona era en mas de una ocasión era absurda. Pero esa cita me había dejado con sabor a poco, el tipo aquel era como yo en muchos sentidos, en el aspecto sexual, emocional, económico y casi intelectual. Toque mis labios con los dedos recordando el sabor del alcohol mezclado con el de su boca. Me sonreí para darme vuelta y mirar a mi hermano. Él siempre había tenido esa fijación con Victoria, una mujer que estaba enamorada de otro y que aun así le daba cuerda a mi hermano para tenerlo con el corazón en la mano. Siempre me pregunte que era lo que sentía mi hermano en su cuerpo, si era emoción, taquicardias, se le subía la presión o sufría algún cambio hormonal… porque eso él llamaba a amor, no era otra cosa que un cambio químico que afectaba alguna zona de su cerebro.

- no sé… dímelo tú, ¿siempre estas alegre por su culpa?.- yo creía fielmente que mis actos solo podía controlarlos yo. No me conformaba con saber que mi destino estaba escrito como muchas veces mi hermano dijo, estaba casi segura de que no era así, porque yo no siempre había sido así y aunque en mi interior deseara ser de otra forma, me negaba a aceptarlo.- lo siento, pero no me gusta como te pones cuando no estas con ella y en verdad sabes que no me meto en tu vida, solo no quiero que te hagan daño.- le sonreí soltando una risa, si cualquier otra persona me escuchara pensaría que era la típica hermana, pero solo era tierna o preocupada por él.- sabes que no creo que eso, si fuera así.. ¿Por qué no me haces una carta astral y me dices cuando y quien se llevara mi corazón hermanito?..- lo estaba desafiando.- podrías hacerlo…- levante mis cejas mientras le daba una mirada burlona.-

Me terminé por poner de pie, la verdad es que me estaba tomando un pequeño descanzo entre turnos y pronto tenía que volver a mis obligaciones. Dejé el profeta por algun lugar de la sala, no era mio y solo estaba porque llegaba siempre aquí para ser leido por nosotros. -Yo siempre estoy feliz y punto- quizas ahora ultimo pudiera ser causa de cierta sanadora sexy que me miraba diferente, pero por lo general yo era un tipo bastante feliz y optimista.

-Sabes bien que no se, su magia es especial porque ellos tienen el don de la visión... ni aun estudiara toda la vida a las estrellas, el talento especial de la videncia no me fue entregado- expliqué como si diera catedra de aquello. Además en las cartas astrales no confiaba mucho, el humano cuando había intentado leer las estrellas se había equivocado estrepitosamente. Solo estaban aquellos que motivados por una magia más grande, podrían hacer profesias y esos videntes eran demasiado especiales y escasos. -No te preocupes por mi, no pasa de un enamoramiento platonico, como toda la vida ha sido- y no era necesario ocultarlo, mi hermana sabía que había estado enamorado de esta chica desde siempre. Pero lo que había pasado hace un tiempo, lo que habiamos hecho estando ebrios, eso no podía decirlo, por respeto a ella y su noviazgo.

- ajaja si que lo eres y no tengo ni la menor idea de porque…- le respondí ante su frase, la verdad es que muchas veces no entendía nada de mi hermano, pero como muy bien decía aquel dicho, no hay que comprenderlos simplemente quererlos. Solté una sonrisa y me di un par de vueltas en el mismo sitio.-

Roce su espalda con mis dedos mientras me alejaba de él, en verdad sería que él estaba enamorado de ella? Y de ser así, sería capaz de quitársela a ese hombre… mmm poniendo en una tabla las probabilidades de que eso sucediera y que ella sintiera una real atracción hacia mi hermano, tomando en cuenta las variables y otros factores externos, diría que Erik tenia muchas posibilidades de quedarse con el premio gordo, no solo por que fuera mi hermano sino, porque ambos teníamos algo en común, una mente abierta y dispuesta. Me sonreí y guarde para mi esos comentarios, basta de intervenir en aquella situación.

- si fuera así no me preocuparía, pero se que tenemos los mismos genes, y si soy terca y obstinada… tú no estas lejos de eso, seguro que si te propones algo lo consigues…- levante ambas cejas mientras sonreí y tome mis carpetas,. Ya había acabado con ellas.- pero te pediré algo… - añadí mientras me iba acercando a la ventana.- no me dejes mal parada, usa lo que tienes que es mucho y seguro que no te vas a desviar mucho de ese destino, que yo mas bien definiría como causalidad… pero allá los centauros con sus visiones.- le guiñe un ojo y me reí, él sabia a que me refería.-

La verdad es que yo estaba tan ignorante de mi futuro como cualquier otro humano que camina por este mundo. No tenía idea de porque mi hermana pensaba que yo tenía un atisbo de conocimiento, cuando no era el caso. Pero preferí callarme ante su ignorancia y hacia el tema de un destino/casualidad del que ella se refería sin entenderlo realmente.

-¿No tienes trabajo que hacer?- pregunté por las carpetas que tenía en sus manos. La verdad es que yo también tenía mucho trabajo por hacer aun, y a diferencia de mi hermana a mi no me gustaba perder el tiempo valioso que poseía. -¿Quedamos en ello? Al terminar el turno, vamos por comida a un lado, vemos una pelicula y tenemos alguna charla más extensa, ahora realmente hay que trabajar- me acerqué a ella dejando un beso en su frente y salí de ahi al tiempo que otros sanadores entraban en la sala de descanzo.

Hacia morisquetas con mi rostro, estiraba los labios, arrugaba la frente, sacaba la lengua, todas esas extrañas formas que asía mi cara, seguro para las personas resultaba algo ofensivo o estupido, pero todo tiene su base científica, esos gestos estimulaban las buenas pronunciaciones de las palabras, algunos muggles las usaban para los problemas de lenguaje, yo siempre los hacia porque me parecían graciosos, y me ayudaban a concentrarme. La vos de mi hermano interrumpió mi rutina, así que me seque los bordes de los labios con el dorso de mi mano mientras le dedicaba una miradita tierna.

- si, y lo estoy haciendo…- le respondí sin ningún tono de ironía, esta ves estaba concentrada en hacer mi trabajo, después de la platica con mi hermanito… la inspiración y la fe en la ciencia me estaba revitalizando. Mis ojos se fijaron en su rostro y parecía estar pensando como siempre.-

La pila de carpetas se había reducido a un cuarto, solo eso me quedaba por revisar, era una mujer que podía hacer mas de tres cosas a la ves, de eso no cabía duda, incluso podía redactar una carta mientras estaba teniendo sexo. Me reí un poco pero otra ves mi hermano me saco de mis pensamientos.

- claro, pero que sea comida china, me gusta la sopa de fideos y unas galletas con algo de cerdo… o algo grasoso…- sonreí recibiendo su beso. Solo lo seguí con la mirada mientras me dedicaba de nuevo a mis carpetas.- no trabajes tanto!..- le grite antes de que se marchara de la sala.-

Podré de mi hermano, confiaba ciegamente en que el amor era una fuerza invisible, eso que movía el mundo y alimentaba el alma. Me daba envidia, porque con todo lo que compartíamos en común, yo tenia mi escepticismo a flor de piel.

CERRADO