Kirby Elizabeth Müller

DESCRIPCIÓN FÍSICA:

La apariencia de Kirby no supera los 160 centímetros de altura, y su peso ronda la perfecta concordancia con dicha estatura. Su piel es pálida, suave y dura, la cual cosa la hace similar a una muñeca de porcelana. Realmente envidiable.
Lo que caracteriza su forma física no son las curvas suavemente marcadas en su perfil, constatando su feminismo, si no su larga melena rubia usualmente ondulada y suelta. El color de dicha melena es de un rubio un tanto especial, pues depende de como le toque la luz crea un juego de brillos y sombras muy bonitos, tendiendo el tono desde a unos brillos dorados hasta unas sombras de una tonalidad ceniza.
La palidez de su piel hace destacar considerablemente sus pestañas y también sus ojos; dos perfectas esferas de un tono iridescente de verdosos y grises que se remarcan de una forma bellísima por unas pestañas oscuras y largas.
Los dedos de sus manos son largos y finos, con una manicura perfecta que luce con orgullo.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA:

Extrovertida, sincera (a veces demasiado) y una gran mentirosa cuando quiere.
Ella es alguien un tanto especial, eso se debe a que, a pesar de haber nacido de una familia de linaje puro y con ideales firmes hacia las Artes Oscuras, no se deja llevar por las historias que le cuentan sus padres sobre lo que debe o no de hacer. Pero eso tampoco significa que esté en contra de ellos. Kirby, ante todo, no quiere ser un títere lame culos, ni por parte del “bien” ni del “mal”. Ella cree que ambas opciones son meros puntos de vista, y encuentra algo tonto elegir un lado y luchar, por eso opta por lo que a ella le interesa. Si cree oportuno ir a por X, lo hará. Pero si luego tiene que ir a por Y, también lo hará, así pues, Kirby se mueve adelante según sus intereses y los beneficios que obtenga con ello.
Algo destacable, es que ella también quiere un mundo mágico puro, pero le es indiferente el modo en el que se consiga. Si tiene que matar lo hará, no hay reparos en eso, pero no lo hará por órdenes de nadie. Ella rige sus propias normas, y pobre de aquel que intente entrometerse de cualquier forma con ella.
Tal y como ha sido mencionado anteriormente, los mestizos le desagradan, pero en Hogwarts, donde la seguridad es algo de suma importancia, acostumbra a optar por echar mano de la ignorancia y pasar de ellos. Se cruzarán pocas palabras, quizá no habrá peleas o insultos, pero tampoco será una situación demasiado agradable para el susodicho. Por lo que a los muggles respeta… para ella son “nada de lo que preocuparse”.
Acostumbra a llevar una sonrisa en los labios, amigable con los de su casa y aquellos que crea convenientes, pero su cara de asco en algunas situaciones se lleva la palma.
No acostumbra a sincerar-se con nadie, de hecho, prefiere guardarse las cosas, ya que conseguir la confianza de Kirby es, quizá, una de las cosas más difíciles en el mundo.
Ha tenido varios líos amorosos, pero nada que fuera serio o superase dos semanas. Al contrario de la mayoría de jovencitas del castillo, ella no está muy interesada en obtener una pareja por el momento. Está bien tal y como está.

HISTORIA:

Kirby es una de aquellas personas que nace con muy buena suerte, pues es hija de una de las familias más adineradas por generaciones del mundo mágico. Todos sus antepasados han tenido cargos de gran importancia y eso es algo que, a la larga, pasa factura en el buen sentido de la palabra.
No vino sola al mundo, si no que fue acompañada por su hermano gemelo, Dennis que, a pesar de ser gemelos y que sus caracteres fueran similares, físicamente solo los unía el color de cabello y el de ojos.
Desde bien pequeña, que había quedado asombrada por las virtudes de esa familia y todo lo que ocurría a su alrededor, pues pese a que la magia era algo cotidiano, Kirby siempre lo veía como algo nuevo y asombroso que ella también quería hacer.
Durante sus primeros años, vivió con su familia en la vieja mansión Müller en Alemania, que había pertenecido a varias generaciones. Allí, desde bien pequeña, aprendió los principios de la magia e idolatró a sus padres de forma muy especial, al igual que a su hermano gemelo.
Como por juegos de niños, siempre estaba peleando con Dennis por cualquier cosa, ya fuera por un juego que le había regalado su abuela Giselle o por una simple apuesta de críos. No quería perder, y desde bien pequeña que se les había notado a ambos el espíritu luchador de la familia. Los padres tenían buenas esperanzas en ellos y empezaron a educarlos de forma especial, sin impartir maldiciones o cualquier tipo de mal como habían hecho otros en dicha familia.

Cuando los gemelos obtuvieron los siete años, Lyam y Lysbeth se mudaron a Londres con todas las mismas comodidades con las que habían vivido siempre. Allí fue cuando gran parte de la familia se reencontro y empezaron las visitas y fiestas familiares.
En esa época, los gemelos eran una novedad y con solo una semana ya fueron presentados a toda la familia. Todo el mundo parecía encantado a pesar de que algunos familiares no estaban de acuerdo en el modo de educación. Querían gente fuerte, decidida a darlo todo por lo que realmente importaba, el mundo mágico puro y aquel en el que le habían puesto su esperanza, el tenebroso, pues a pesar de que este hubiera muerto durante la batalla final, los rumores sobre un regreso eran algo que se escampaba como la pólvora en las familias donde había miembros que habían sido de sus más fieles seguidores.

A los ocho años, durante las vacaciones de verano, conoció a su abuelo paterno, Marco. A Kirby le encantaba oír sus historias de cuando era joven y estaba en el castillo. Todas las aventuras que había pasado y toda la gente que había conocido en el castillo... Ella sabía que Giselle no era su abuela biológica, sabía algo sobre una tal Katherine, pero solamente la pudo ver en una fotografía algo vieja de su abuelo. En dicha fotografía se mostraba un grupo de jóvenes con patines de hielo, y mientras Marco le explicaba la pequeña escapada en el mundo muggle, parecía nostálgico con todo, incluso llego a decir que, de alguna forma, ella misma le recordaba a Katherine. Marco presentó a los de esa fotografía como su grupo más cercano de amigos desde entonces y los nombró todos, uno por uno: Phillipe Resnick, un mujeriego con carácter, reconocido por el equipo de quidditch de Slytherin y por las nombrosas aventuras sexuales; Caroline Dunst, la esposa de Resnick, alguien con la que podías confiar cualquier secreto y con buen carácter; Severus Snape, objetivo de burlas por parte de los antepasados de Potter, pero era alguien listo, fascinado por pociones y las Artes Oscuras, el cual murió en la última batalla; Derek Perkin, alguien que no tenía mucha relación con el grupo pero que era buen tipo; Narcissa Black, actual señora Malfoy y madre de Draco Malfoy; Él mismo y Katherine.
Tras esa noche, Marco le prometió que conocería a su abuela, y así ocurrió al cabo de tres años, el mes anterior a empezar Hogwarts. Kirby y Katherine mantuvieron una larga conversación sobre cualquier tema. A Kirby le encantaba hablar con ella a pesar de que Katherine al principio se mantuviera algo apartada de todo. Tenían bastantes cosas en común y al finalizar el día, Katherine le prometió que se volverían a ver y le regaló un pequeño gato blanco, que apenas tenía un mes al que Kirby bautizó como Bigotitos.

Cuando faltó una semana para empezar las clases en el castillo, su tía Anne fue la que la acompañó a ella y a su gemelo al Callejón Diagon a buscar todo el material escolar y a la semana siguiente, una Kirby y un Dennis de once años partió con el Hogwarts Express desde la estación de 9 y 3/4.
Esa misma noche fue elegida por el viejo sombrero seleccionador para la casa de Slytherin pues, según él, era alguien ambiciosa para conseguir cualquier cosa, y la verdad era que no se equivocaba.
Los años pasaron sin sobre saltos y Kirby hizo buenas migas con la gran mayoría de Slytherins y no Slytherins, dejando de lado toda esa estúpida gente con la que no merecía la pena hablar por el mero hecho de que solo con verlos le daba urticaria.

En el verano antes de empezar su sexto año, se hizo totalmente público el rumor de que el Tenebroso había vuelto y la seguridad en el castillo se exageró a toda costa para evitar un trágico futuro como el que le había esperado a las otras dos escuelas de Europa; tanto Beauxbatons como Durmstrang habían sido eliminadas del mapa, y para colmo, los estudiantes de dichas escuelas vendrían al castillo. "Genial, más chicas estúpidas y más chicos sin dos dedos de frente..."

FAMILIARES:

NIVEL ECONÓMICO:

GUSTOS:

ODIOS:

MANÍAS:

BOGGART:

VARITA:

CURIOSIDADES: