Aleera Elizabeth Arkwright
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Aleera Elizabeth Arkwright
# Nombre Completo:
Aleera Elizabeth Arkwright Knaggs
# Apodo: Aly, Alee (Pronunciado Ali) Lizzie
# Edad: 16 Años
# Tipo de Sangre Sangre Pura
# Orientación Sexual Heterosexual
# Nacionalidad: Inglesa
# Ocupación / Club: Prefecta
# Casa en hogwarts: Slytherin
Aleera Elizabeth Arkwright Knaggs
# Apodo: Aly, Alee (Pronunciado Ali) Lizzie
# Edad: 16 Años
# Tipo de Sangre Sangre Pura
# Orientación Sexual Heterosexual
# Nacionalidad: Inglesa
# Ocupación / Club: Prefecta
# Casa en hogwarts: Slytherin
# Descripción Física:
Aleera no es una chica demasiado alta pero su estaturta es la de una chica promedio de 16 años, espera crecer más en los próximos años y ser tan alta como su hermano Ian. Tiene postura de bailarina de ballet, puesto que lo practica desde niña y siempre está erguida mirando al mundo a la cara. Tiene brazos delgados y súmamente expresivos que siempre mueve armoniosamente cuando habla para expresarse de mejor forma. Le encanta como es que sus clavículas destacan sobre la piel de su cuello. Su piel es muy blanca, como la nieve, es muy raro que se sonroje por lo que parece una muñeca de porcelana. Tiene el cabello negro muy intenso y ondulado, le cual siempre plancha o peina meticulosamente por las mañanas. Sus ojos son peligrosos, cuando Aleera te mira directamente tiene un efecto de Medusa, logra petrificar a quien ella desea, no por artes mágicas pero tiene la peculiaridad de provocar esa reacción en laspersonas aunque sea por unos momentos, son de color gris al igual que los de su gemela, cuestión que las convierte en chicas completamente
iguales.
# Descripción Psicológica:
Desde niña, Aleera fué criada para ser una princesa, clases de piano y ballet la convirtieron en una prodigiosa artista que se desenvuelve en la sociedad con todo el porte de una princesa, aunque tenga la corta edad de 16 años. Como creció solo con su hermana gemela, mujer, y los demás hermanos hombres, también está acostumbrada a soportar las bromas pesadas que le juegan y es extremadamente astuta para encontrar la manera de regresar una broma a alguna persona, siempre sin perder el estilo y la pulcritud que la definen como una dama inglesa. En su vocabulario no existe el término "No puedo" ella siempre consigue lo quequiere y aunque no raya en lo caprichosa, es bastante obstinada, tenáz y arrogante. Le gusta caminar entre los chicos contornenado las caderas porque siempre se ha considerado sensual y sabe que los chicos la miran al pasar. Al igual que su madre, a Aleera le encanta leer, es una traga libros, y no precisamente lee fábulas o historias románticas, le gusta el estudio de las artes antiguas, tiene un pequeño diario escondido en donde hace anotaciones de todos los conjuros, pociones y hechizos que algún día quiere dominar. No puede dormir sin leer antes. Siempre se muestra muy segura y sabe lo que quiere. No tiene límites. Tiene un solo punto débil y ese es Abbie, si alguien se atreve a tocarla, salta y ataca a los ojos.
Sabe manejar los recursos de su familia en la medida de lo que necesita puesto que está completamente conciente de que las relaciones son el todo indispensable para lograr
llegar a la cima. El fin siempre justifica los medios para Aleera.
Ha salido con una cantidad impresionante de hombres y ha hecho con ellos lo que ha querido, algunos han sido lo suficientemente inteligentes como para comprender que es un juego y que Aleera no consideraría a ningun niño de colegio a su altura, pero ha habido otros que se han dejado hundir en los encantos de la pequeña Slytherin y han morado en pena por su rechazo. En extremadamente sensual y le gustan los jugueteos íntimos con los chicos y con algunas chicas que ha considerado al nivel de su seducción.
Está conciente de que la hija perfecta no es ella, sino su hermana gemela y no se queja, está orgullosa de su hermana por ser obediente y fiel a las ordenes de sus padres, porque ella misma se salta las reglas más de una vez cuando piensa que no debe seguirlas. Hace honor a su casta Slytherin y envenena todo lo que está al alcance de sus garras. Prefiere la compañía de los sangre pura porque considera que su educación es superior mágicamente hablando en comparación de los impuros, aunque en realidad tampoco se lleva mal con los mestizos. Comparte algunos de los ideales de su padre, y aunque al final el exterminio es una idea interesante no lo piensa de la misma forma que sufamilia, es algo de lo que nunca habla con nadie, ni siquiera con Abbie, quien es su única confidente y mejor amiga.
# Familia: Arkwright Knaggs
# Familiares:
Padre: Damien Arkwright Von Mond, sangre pura, ex Slytherin. 48 años. ~
Lo ama y no duda ni un segundo en gritarlo fuerte a los cuatro vientos,Su padre es su mayor inspiración y su más fuerte aliento. Para él, sus gemelas son su insipración de vida, su amor eterno y la luz de sus ojos. Siempre la trata de darle todo y de alentarla para que cumpla con todas sus espectativas. En ocasiones se molesta con ella y trata de reprenderla por no acatar todas sus órdenes al pie de la letra, pero al final es blando y no dura demasiado molesto con su pequeña hija. # Damien trabajó para el ministerio de magia desde que salió de Hogwarts pero por alguna razón que Alee desconoce, dejó ese trabajo para dedicarse a "inversiones" que según él,era mucho mejor para la economía familiar
Madre: Emma Knaggs Jagaciak, sangre pura, ex Ravenclaw. 43 años ~
Una bruja hecha y derecha, sabelotodo y come libros. Aleera considera que su madre es solo una simple ama de casa ya que es tan inteligente y sabe tantas cosas que no desempeña que siente látima por su abnegación.,o eso es lo que Aleera piensa de ella. Tiene una buena relación con ella pero odia que no quiera instruirla en las artes antiguas y le tiene resentimiento por no ser una bruja que brille por encima de su esposo. #Desmemorizadora, se encarga de borrar de la memoria de los muggles lo que hayan visto referente a la magia. Trabaja para el ministerio y atiende su hogar.
Hermanos: Frederic Arkwright Knaggs, sangre pura, ex Slytherin. 24 años.~
La relación de Aleera con Frederic es ligeramente distante ya que Fred siempre ha elegido como favorita a Abbie y en parte eso le causa resentimiento, porque como Abbie nació antes que ella, solo un par de minutos, se enteró de que Frederic rezaba porque fuera un varón y cuando vió nacer a Abbie la amó inmediatamente pero estaba deseoso de que el siguiente bebé fuera varón para poder completar el equipo de quidditch familiar, y al ver que Aleera no era hombre se desepcionó y ese recuerdo siempre morara en el corazón de Alee aunque nunca se lo haya reclamado,nunca podrá perdonarlo. # Jugador de Quidditch 'casi' profesional, está buscando un cupo en las ligas mayores. Inmaduro, coqueto y no conoce el significado de la fidelidad.
Gaspard Arkwright Knaggs, sangre pura, Ex Slytherin. 24 años
Matthew Arkwright Knaggs, sangre pura, ex Slytherin. 22 años. ~
Matthew es todo lo contrario para Aleera de lo que es Frederic, como el gemelo contrario se dió cuenta del cierto recelo de Fred hacia Alee la tomó como una pequeña princesa desde el momento en el que Aleera abrió los ojos y él fué la primera persona a la que vió, la primera palabra de
Aleera fué "Matt" refiriéndose a Matthew y desde que tiene uso de razón,la pequeña Aleera siente deseos tortuosos por su hermano, que no resta decir es muy guapo y todo un caballero. Siempre que una mujer se acerca a Matthew, Aleera hace todo para que la pase mal y las espanta a todas, no quiere que nadie se acerque a su hermano, salvo su propia familia #Mortífago
Ian Arkwright Knaggs, sangre pura, ex Ravenclaw. 18 años.~
Ellos no conversan, siempre pelean. Si pudiesen lanzarse crucios, lo harían sin pensarlo. Él es una copia de su madre pero empeorada, nunca está de acuerdo con sus hermanas, cosa que hace para molestarlas y llevarlesla contra. Es cruel y siempre que puede las molesta en sobremanera, él es uno de las razones por las cual Abbie no se considera agraciada y Aleera lo odia por ese hecho. Aleera siempre encuentra una manera de molestarlo y devolverle el mal momento. # No sabe que hacer con su vida, piensa darse unos años para viajar por el mundo y conocer distintas culturas. Es un ñoño.
Abbie Arkwright Knaggs,sangre pura, Slytherin. 16 años.~
Su gemela. Es una gota de agua junto a ella, brilla como ella aunque esté cegada y crea que no lo hace, siempre se preocupa por tratar de subirle el ánimo y mataría a cualquiera por ella, hablando literalmente. En el colegio siempre están juntas, siempre organizando, gritando, riendo, corriendo, creando, decorando, renovando, inventando... una es el eje axial de la otra y visceversa. Es su mejor amiga y la ama por sobre todas las personas que conoce, inclusive sobre su propia familia,
ella es su favorita. La defiende siempre. Sin Abbie, Aleera no se sientecompleta y cuando están lejos mucho tiempo, la téz de piel de Alee se pone ligeramente gris y se siente ansiosa, a tal grado de comerse las uñas. Suelen hacerse pasar por la otra ya que son exactamente iguales.
Aleera E. Arkwright Knaggs,sangre pura, Slytherin. 16 años.
Khaled Arkwright Knaggs, sangre pura, Gryffindor. 12 años.~
Travieso, pequeño y escurridizo. Aleera siempre se ha demostrado algo renuente a él porque es de Gryffindor y porque después de ella, es el más pequeño. No lo trata mal porque sabe que en el fondo, Abbie lo ama, pero tampoco se muestra afectuosa con él, y gusta de llamarlo enano o
pulga. Es su hermano que menos conoce y no le interesa tener una relación cercana con él, incluso con ian se siente más comprometida que con la "pulga" Arkwrite. Le quitó su lugar de la más pequeña de la familia y le da rabia.
# Historia del Personaje:
Llegó una pequeña pelirroja al gran comedor. Su paso era sereno, tranquilo y decidido para tener solo once años. Desde la lejanía unos ojos oscuros se fijaron en su destellante cabellera, era una infante para él que ya tenía quince años y una fama de truhan. Pero él la conocía, desde antes de hablar con ella, sabía su nombre y estaba seguroa la casa que asistiría. Ambas familias eran muy cercanas, amigas y aliadas, aunque por más reunión social que habían compartido Damien nunca había recibido palabra alguna de la pequeña Emma. El sombrero no lo dudó ni un segundo y la envió directamente a Ravenclaw, ella se limitó a ponerse de pie para dirigirse a lo que desde ese momento sería su casa. Desde aquel instante, con su actitud tan seria e indiferente llamó la atención del joven Arkwright. Ella por su parte se dedicó a vivir cada momento que le ofrecían los años como estudiante de aquel prestigioso colegio de Hogwarts. Él trato de seducirla en su último año,se acercó como el galán que era y basándose en los rumores de pasillos, aquellos que lo reclamaban como uno de los chicos más guapos de Slytherin, la invitó a salir. La respuesta que recibió fue negativa, ella a sus trece años no estaba interesada en él ni en nadie, prefería gastar su tiempo leyendo un buen libro. Fue un golpe duro, algo que nadie se imaginaría, su ego cayó abruptamente desde los cielos a la firme realidad, la evitó hasta que salió de Hogwarts y no se volvieron a ver.
Pero el destino siempre se divierte con las historias de todos y ellos dos no fueron la excepción, un par de años después sin verse en ninguna reunión, sin toparse ni divisarse se
encontraron en el matrimonio de la hermana mayor de Damien. Él ya gozabade 22 años y ella recién 17, acababa de finalizar sus estudios, comenzaba a vivir, a abría recién sus ojos al mundo. Él la reconoció enseguida, su cabello llamativo nunca pasaría desapercibido, en cambio ella lo buscó con la mirada pero no logró nada, habían pasado muchos años y el tiempo se había encargado de hacerlo cambiar. Maduro, sexy, intelectual y muy educado, era perfecto para Emma, trabajaba en el ministerio y a simple vista parecía un hombre serio. Cruzaron miradas y la intención de sus pupilas se delataron, él aun la recordaba pero su ego se dañaba de solo pensar en ella, era un resentido y no pensaba cambiar. La fiesta finalizó sin cruzar palabra alguna pero era un hecho que se volverían a encontrar. El fin de semana transcurrió como cualquier otro y al siguiente lunes, temprano por la mañana, la joven Knaggs temerosa se dirigió al ministerio de magia para solicitar un uesto. Sus calificaciones habían sido perfectas desde primer año, era imposible obtener un no como respuesta. Le indicaron una oficina a la cual ella ingresó sin pensarlo demasiado, el sofá de cuero estaba dándole la espalda y solo se asomaban unos cabellos negros que destellaban por la luz del día. – Buenos días – Saludó con voz suave y educada, aunque por dentro moría de nervios. Su corazón se paralizó cuando escuchó aquel inconfundible tono de voz, abrió los ojos de par en par y trago saliva, era imposible que ella estuviese ahí, justo en su oficina después de todo el tiempo que había pasado. Después de haber estado presente en su mente cada momento desde que la distinguió con aquel vestido negro ajustado al cuerpo que llevaba hace un par de días. Se despeinó el cabello y giró, ahí estaba ella, sonriendo como siempre con aquella seguridad que la distinguía. Conversaron por horas, quedaron en tomar un café esa misma tarde y finalizar todo aquello que habían comenzado en algún momento de su vida. Él sería su mentor por el momento, trabajarían juntos cada día.
Al día siguiente comenzó el trabajo, ella distinguida y seria como siempre, no le agradaba mezclar el trabajo con la amistad. Los días pasaron lentos, él muriendo de ganas por invitarla a salir, ella cumpliendo con cada meta que se le otorgaba. Emma se destacó inmediatamente por su gran inteligencia, fue cosa de un par de meses para que la cambiaran de lugar, debía asistir a alguien con más cargo, edad e importancia dentro del ministerio, no a un joven principiante, como llamaban a Damien. Fue entonces cuando todo cambió, él estaba trabajando en su oficina, intentando dejar la imagen de aquella chica que le robaba el sueño, cuando la puerta frente a él se abrió lentamente. La pelirroja sonriente ingresó con sutileza, ambos sonrieronpor volver a encontrarse, llevaba unas carpetas en los brazos que él debía revisar. Era tarde, la gente comenzaba a retirarse y él no podría marcharse hasta que no finalícese con ello, eran órdenes estrictas del ministro. Emma sabía cuan complejo era todo eso por lo que ofreció su ayuda, lo miró con ese destello en su mirada el cual era imposible negar y sin pensarlo demasiado comenzaron a trabajar juntos. Transcurrió el tiempo, reían juntos, trabajaban y conversaban de lo primero que se les pasase por la cabeza, estaban cómodos juntos aunque algo ocurrió. - ¿Dam…? ¿Esto de aquí, está correcto?– Preguntó la joven apuntando el último párrafo del expediente que tenía delante de ella. Quitó su vista de los papeles y alzando su vista la observó, ya nada importaba, la observó a los ojos y ella sin desviar la mirada le sonrió, él por instinto sonrió como un bobo. Se quedaron ensilencio, observándose, la distancia era muy estrecha pero para él parecía un abismo. Sabía que si no se atrevía en ese momento, tal vez nunca lo lograría y aunque fuese totalmente una locura, estaba seguro que sentía su palpitar latir al unísono junto al de él. Acortó distancia y sin aguantar las ganas de expresar sus sentimientos, acercó suavemente su rostro al de ella y rosó sus labios con total delicadeza, los unió a los de la chica de sus sueños expresando todo lo que sentía…
Con cuatro años de relación, un año de matrimonio y unos hermosos mellizos recién nacidos se estableció la familia Arkwright Knaggs al sur de Londres en una hermosa casa adornada con un estilo minimalista. Frederic y Gaspard llegaron al mundo para finalizar con toda tranquilidad que existió en aquel hogar que tildaba a ser perfecto, uno serio, el otro travieso aunque juntos llegaban a ser peor que tornado. Frederic desde muy pequeño se enamoró del Quidditch, dedicando cada momento de su vida a la práctica de aquel deporte. La primera vez que conoció aquel deporte fue atreves de la televisión mágica, quedó tan fascinado que al dia siguiente le compraron su primera escoba y algunos balones para niños, tenía solo tres años. Por su parte Gaspard se dedicaba a atrapar bichitos y a jugar con lodo como cualquier pequeño de su edad. Crecieron tranquilos, felices y siempre sonriendo, nunca les faltó nada. No peleaban, no discutían entre ellos, siempre han sido unos fieles aliados que marchan hacia la misma batalla. Cuando los mellizos gozaban de seis
años nació Ian, el cabeza de zanahoria. Siendo el único de la familia con aquel peculiar color de cabello, siempre ha sido la victima de todas las bromas en especial de Frederic. El pequeño pelirrojo desde sus inicios demostró ser una fiel copia de su madre, un lector y estudioso innato, enamorado de la lectura y todo un ñoño por naturaleza. Siguió el tiempo, la familia cada vez se consolidaba aun más y cuando los gemelos gozaban de ocho años y el pequeño Ian de dos, Emma volvió a quedar embarazada. Todo a excepción de Frederic, el cual quería formar un equipo de Quidditch familiar, querían que el cuarto hijo fuese una chica, una dulce y adorable pequeña. Y así sucedió, un 31 de octubre en el crepúsculo, la pequeña Alee conoció el mundo por primera vez pero no solo era un angelito, si no que era ¡dos! ¿Dos gemelas en una misma familia? Era de extrañarse pero así sucedió, dos bebes de pelo oscuro: Aleera y Abbie. Frederic se sintió decepcionado pero no por ello se rindió y con tan solo verlas le colocó una snitch entre sus manitas a la que en ese momento era la más grande ella la tomó con fuerza y le sonrió (o eso creyó). Para él todo cambió desde ese momento, la amó, las amas como si fuese él mismo. Gaspard siempre temió hacerles daño, nunca las tomó demasiado ni las sacaba a pasear, pero desde el día en el que sujetó por primera vez entre sus brazos a Aleera y ella abrió sus ojos al tiempo que sujetaba su pulgar, no pudo dejar de abrazarla. , Ian por su parte al no tener la atención de sus padres se encargó de hacerle la vida imposible, en especial a Abbie, trabajo que aun mantiene con mucho gusto.
Cuando cumplieron once años los mellizos recibieron sus respectivas cartas de Hogwarts, Gaspard había manifestados más actos mágicos por lo que se sentía seguro de alejarse de su familia para ingresar a aquella nueva aventura, Frederic por el contrario solo se dedicaba al Quidditch, de magia muy poco y no quería alejarse de su hermanita menor. Metió a Abbie dentro de su baúl, le prometió que Hogwarts era un lugar hermoso lleno de hadas y princesas por lo que la mini morena ingresó sin oponerse a aquella locura. La pequeña se durmió con un caramelo en su boca, acomodada plácidamente sobre las túnicas de su preferido hermano mayor. Su madre la buscó desesperadamente por todos lados, cada rincón fue revisado sin detalle alguno hasta que el bobo de Ian, que había oído todo, le comentó a su madre dónde estaba la prófuga. Emma castigó a Frederic, aunque su castigo fue casi nulo porque en un par de horas se marcharían a la estación… Los días sin los mellizos se transformaron en paz y tranquilidad, cosa que duró solo la primera semana porque Ian y Abbie-Aleera peleaban como perros y gatos. Él contaba historias det error,que siempre asustaban a Abbie y Aleera siempre temirnaba saldando cuentas con su hermano mayor, poniendole pulgas, escorbutos de cola explosiva y de todo tipo de animales en su cama, cereal, ropa etc. Desde pequeña tomó clases de piano y ballet, convirtiendose en una esculpida muñeca de porcelana, con un andar gracil y muy sensual. Se defendían juntas, hacían estrategias y trataban de asustar a Ian (cosa que nunca dio resultado), si una lloraba, lloraban las dos por lo que siempre el castigado era el malo hermano mayor.
Creció y junto a ella Abbie e Ian, la carta de Hogwarts de Ian no tardó en llegar y a los once años con cuatro meses ingresó a Hogwarts. Sus hermanos lo esperaban orgullosos desde la mesa de Slytherin, sabían que él era un desadaptado social pero tenían la esperanza de que se sentase junto a ellos en la mesa de tonos verdes y dorados. El sombrero seleccionador no tardó demasiado en elegir la casa a cual él pertenecía y con voz alta resonó por el lugar; Ravenclaw. Las miradas decepcionadas de sus hermanos se depositaron sobre la mesa y restándole importancia a lo que continuaba a la ceremonia, bromearon desde su lugar. Ellos trataban de protegerlo, cuidarlo de todos aquellos que querían jugarle alguna broma, no era pocos, pero su hermano menor era tan “molestable” que hasta ellos mismos le jugaron un par de bromas el primer año.
- Abbie Joss Arkwright - Resonó por todo el lugar. Fue la primera en ser nombrada, estaba nerviosa y curiosa por la casa que le otorgarían. Se sentó cruzando las piernas y miró a su alrededor, los cuatros colores resaltaban en el gran comedor. Estaba dispuesta a lo que fuese, menos a ser parte de Hufflepuff ya que sus hermanos mayores siempre habían hablado mal de esa casa y por ello no le agradaba. Escuchó una voz dentro de su cabeza que murmuraba, estaba en una disyuntiva ¿Slytherin o Ravenclaw? Obviamente Ravenclaw no, ella detestaba estudiar y no era una sabelotodo. Entonces… ¿Slytherin o Gryffindor? ¿Gryffindor? Esa casa no estaba dentro de sus opciones, su familia era verde/azul no había lugar para gatitos en ese lugar,por más que fuesen valientes, como algunos decían... En ese instante Aleera peleaba con sus guantes que no dejaban que sus manos estuvieran libres para poder morder sus uñas unos instantes por los nervios, no podría soportar estar en cualquier casa que no fuera Slytherin nisiquiera en Ravenclaw, ella tenía que ser Slytherin o moriría de verguenza por 7 años. - ¡Slytherin! – el sombrero seleccionador gritó por lo alto y Aleera subió la mirada hacia el banco que estaba frente a todos y se topó con que la chica que estaba bajo el sombrero era su hermana, no se dió cuenta el momento en el que la llamaron pero aplaudió con fuerza, con un guante medio collocado cuando vió a su hermana sonreir satisfecha y bajar del banco.S - Aleera Elizabeth Arkwright ... ¡Slytherin!-No había otra opción, ese era mi destino y sonreí de medio lado, egocéntrica, mirando a todos como si el veneno pudiera transmitirse por una simple mirada. Bajó del banco de un brinco bailarín, digno de una bailarina del Bolshoi y caminó hasta sentarse junto a sus hermanos quienes la besaron en la frente y se abrazó con fuerza a Abbie.
Era una chica muy sociable. Desde su primer año se supo mucho más hermosa que las demás niñas del colegio y de su casa por lo que no se mostraba tardía en ligarse a cuantos niños le gustaran, siempre conseguía lo que quería y nunca dejaba a su hermana, todo el tiempo estaba a su lado.Crecieron juntas, a un lado de Barty quien siempre estaba con ellas ya que era el mejor amigo de su gemela, y sus otros amigos. Molestaban a las demás casas cada vez que podían y hacían bromas a los más pequeños, una vez que fueron creciendo. Excelente estudiante que no se esfuerza mucho para sacar buenas notas para ella y para su hermana. Tiene muchos compañeros pero solo una verdadera amiga, Abbie.
# Nivel Económico:
Alto. Su padre actualmente está recibiendo dinero de forma poco limpia. Inversiones que él considera aceptable, es posible que pierda todo lo que ha ganado por ser dinero sucio más le quedaría la fortuna familiar que no es poca y que le sobraría incluso a sus nietos. Su madre trabaja pero no gana mucho, más que nada lo hace por hobbie.
# Enfermedades:
Es labil, en un momento puede estar feliz y en un momento después triste o histérica, su estado anímico siempre es cambiante. Diagnósticado Médicamente por Sanadores de San Mungo.
# Boggart: Verse mutilada físicamente
# Patronus Gato Europeo Doméstico
# Varita: Madera de cerezo 28 cm y medio excelente para transformaciones y encantamientos, con núcleo de nervio de corazón de dragón. Su varita fué traida directamente de la Antártida para ella, elavorada por hadas de la nieve, su varita y ella son una desde que la tocó por primera vez.
Aleera no es una chica demasiado alta pero su estaturta es la de una chica promedio de 16 años, espera crecer más en los próximos años y ser tan alta como su hermano Ian. Tiene postura de bailarina de ballet, puesto que lo practica desde niña y siempre está erguida mirando al mundo a la cara. Tiene brazos delgados y súmamente expresivos que siempre mueve armoniosamente cuando habla para expresarse de mejor forma. Le encanta como es que sus clavículas destacan sobre la piel de su cuello. Su piel es muy blanca, como la nieve, es muy raro que se sonroje por lo que parece una muñeca de porcelana. Tiene el cabello negro muy intenso y ondulado, le cual siempre plancha o peina meticulosamente por las mañanas. Sus ojos son peligrosos, cuando Aleera te mira directamente tiene un efecto de Medusa, logra petrificar a quien ella desea, no por artes mágicas pero tiene la peculiaridad de provocar esa reacción en laspersonas aunque sea por unos momentos, son de color gris al igual que los de su gemela, cuestión que las convierte en chicas completamente
iguales.
# Descripción Psicológica:
Desde niña, Aleera fué criada para ser una princesa, clases de piano y ballet la convirtieron en una prodigiosa artista que se desenvuelve en la sociedad con todo el porte de una princesa, aunque tenga la corta edad de 16 años. Como creció solo con su hermana gemela, mujer, y los demás hermanos hombres, también está acostumbrada a soportar las bromas pesadas que le juegan y es extremadamente astuta para encontrar la manera de regresar una broma a alguna persona, siempre sin perder el estilo y la pulcritud que la definen como una dama inglesa. En su vocabulario no existe el término "No puedo" ella siempre consigue lo quequiere y aunque no raya en lo caprichosa, es bastante obstinada, tenáz y arrogante. Le gusta caminar entre los chicos contornenado las caderas porque siempre se ha considerado sensual y sabe que los chicos la miran al pasar. Al igual que su madre, a Aleera le encanta leer, es una traga libros, y no precisamente lee fábulas o historias románticas, le gusta el estudio de las artes antiguas, tiene un pequeño diario escondido en donde hace anotaciones de todos los conjuros, pociones y hechizos que algún día quiere dominar. No puede dormir sin leer antes. Siempre se muestra muy segura y sabe lo que quiere. No tiene límites. Tiene un solo punto débil y ese es Abbie, si alguien se atreve a tocarla, salta y ataca a los ojos.
Sabe manejar los recursos de su familia en la medida de lo que necesita puesto que está completamente conciente de que las relaciones son el todo indispensable para lograr
llegar a la cima. El fin siempre justifica los medios para Aleera.
Ha salido con una cantidad impresionante de hombres y ha hecho con ellos lo que ha querido, algunos han sido lo suficientemente inteligentes como para comprender que es un juego y que Aleera no consideraría a ningun niño de colegio a su altura, pero ha habido otros que se han dejado hundir en los encantos de la pequeña Slytherin y han morado en pena por su rechazo. En extremadamente sensual y le gustan los jugueteos íntimos con los chicos y con algunas chicas que ha considerado al nivel de su seducción.
Está conciente de que la hija perfecta no es ella, sino su hermana gemela y no se queja, está orgullosa de su hermana por ser obediente y fiel a las ordenes de sus padres, porque ella misma se salta las reglas más de una vez cuando piensa que no debe seguirlas. Hace honor a su casta Slytherin y envenena todo lo que está al alcance de sus garras. Prefiere la compañía de los sangre pura porque considera que su educación es superior mágicamente hablando en comparación de los impuros, aunque en realidad tampoco se lleva mal con los mestizos. Comparte algunos de los ideales de su padre, y aunque al final el exterminio es una idea interesante no lo piensa de la misma forma que sufamilia, es algo de lo que nunca habla con nadie, ni siquiera con Abbie, quien es su única confidente y mejor amiga.
# Familia: Arkwright Knaggs
# Familiares:
Padre: Damien Arkwright Von Mond, sangre pura, ex Slytherin. 48 años. ~
Lo ama y no duda ni un segundo en gritarlo fuerte a los cuatro vientos,Su padre es su mayor inspiración y su más fuerte aliento. Para él, sus gemelas son su insipración de vida, su amor eterno y la luz de sus ojos. Siempre la trata de darle todo y de alentarla para que cumpla con todas sus espectativas. En ocasiones se molesta con ella y trata de reprenderla por no acatar todas sus órdenes al pie de la letra, pero al final es blando y no dura demasiado molesto con su pequeña hija. # Damien trabajó para el ministerio de magia desde que salió de Hogwarts pero por alguna razón que Alee desconoce, dejó ese trabajo para dedicarse a "inversiones" que según él,era mucho mejor para la economía familiar
Madre: Emma Knaggs Jagaciak, sangre pura, ex Ravenclaw. 43 años ~
Una bruja hecha y derecha, sabelotodo y come libros. Aleera considera que su madre es solo una simple ama de casa ya que es tan inteligente y sabe tantas cosas que no desempeña que siente látima por su abnegación.,o eso es lo que Aleera piensa de ella. Tiene una buena relación con ella pero odia que no quiera instruirla en las artes antiguas y le tiene resentimiento por no ser una bruja que brille por encima de su esposo. #Desmemorizadora, se encarga de borrar de la memoria de los muggles lo que hayan visto referente a la magia. Trabaja para el ministerio y atiende su hogar.
Hermanos: Frederic Arkwright Knaggs, sangre pura, ex Slytherin. 24 años.~
La relación de Aleera con Frederic es ligeramente distante ya que Fred siempre ha elegido como favorita a Abbie y en parte eso le causa resentimiento, porque como Abbie nació antes que ella, solo un par de minutos, se enteró de que Frederic rezaba porque fuera un varón y cuando vió nacer a Abbie la amó inmediatamente pero estaba deseoso de que el siguiente bebé fuera varón para poder completar el equipo de quidditch familiar, y al ver que Aleera no era hombre se desepcionó y ese recuerdo siempre morara en el corazón de Alee aunque nunca se lo haya reclamado,nunca podrá perdonarlo. # Jugador de Quidditch 'casi' profesional, está buscando un cupo en las ligas mayores. Inmaduro, coqueto y no conoce el significado de la fidelidad.
Gaspard Arkwright Knaggs, sangre pura, Ex Slytherin. 24 años
Matthew Arkwright Knaggs, sangre pura, ex Slytherin. 22 años. ~
Matthew es todo lo contrario para Aleera de lo que es Frederic, como el gemelo contrario se dió cuenta del cierto recelo de Fred hacia Alee la tomó como una pequeña princesa desde el momento en el que Aleera abrió los ojos y él fué la primera persona a la que vió, la primera palabra de
Aleera fué "Matt" refiriéndose a Matthew y desde que tiene uso de razón,la pequeña Aleera siente deseos tortuosos por su hermano, que no resta decir es muy guapo y todo un caballero. Siempre que una mujer se acerca a Matthew, Aleera hace todo para que la pase mal y las espanta a todas, no quiere que nadie se acerque a su hermano, salvo su propia familia #Mortífago
Ian Arkwright Knaggs, sangre pura, ex Ravenclaw. 18 años.~
Ellos no conversan, siempre pelean. Si pudiesen lanzarse crucios, lo harían sin pensarlo. Él es una copia de su madre pero empeorada, nunca está de acuerdo con sus hermanas, cosa que hace para molestarlas y llevarlesla contra. Es cruel y siempre que puede las molesta en sobremanera, él es uno de las razones por las cual Abbie no se considera agraciada y Aleera lo odia por ese hecho. Aleera siempre encuentra una manera de molestarlo y devolverle el mal momento. # No sabe que hacer con su vida, piensa darse unos años para viajar por el mundo y conocer distintas culturas. Es un ñoño.
Abbie Arkwright Knaggs,sangre pura, Slytherin. 16 años.~
Su gemela. Es una gota de agua junto a ella, brilla como ella aunque esté cegada y crea que no lo hace, siempre se preocupa por tratar de subirle el ánimo y mataría a cualquiera por ella, hablando literalmente. En el colegio siempre están juntas, siempre organizando, gritando, riendo, corriendo, creando, decorando, renovando, inventando... una es el eje axial de la otra y visceversa. Es su mejor amiga y la ama por sobre todas las personas que conoce, inclusive sobre su propia familia,
ella es su favorita. La defiende siempre. Sin Abbie, Aleera no se sientecompleta y cuando están lejos mucho tiempo, la téz de piel de Alee se pone ligeramente gris y se siente ansiosa, a tal grado de comerse las uñas. Suelen hacerse pasar por la otra ya que son exactamente iguales.
Aleera E. Arkwright Knaggs,sangre pura, Slytherin. 16 años.
Khaled Arkwright Knaggs, sangre pura, Gryffindor. 12 años.~
Travieso, pequeño y escurridizo. Aleera siempre se ha demostrado algo renuente a él porque es de Gryffindor y porque después de ella, es el más pequeño. No lo trata mal porque sabe que en el fondo, Abbie lo ama, pero tampoco se muestra afectuosa con él, y gusta de llamarlo enano o
pulga. Es su hermano que menos conoce y no le interesa tener una relación cercana con él, incluso con ian se siente más comprometida que con la "pulga" Arkwrite. Le quitó su lugar de la más pequeña de la familia y le da rabia.
# Historia del Personaje:
Llegó una pequeña pelirroja al gran comedor. Su paso era sereno, tranquilo y decidido para tener solo once años. Desde la lejanía unos ojos oscuros se fijaron en su destellante cabellera, era una infante para él que ya tenía quince años y una fama de truhan. Pero él la conocía, desde antes de hablar con ella, sabía su nombre y estaba seguroa la casa que asistiría. Ambas familias eran muy cercanas, amigas y aliadas, aunque por más reunión social que habían compartido Damien nunca había recibido palabra alguna de la pequeña Emma. El sombrero no lo dudó ni un segundo y la envió directamente a Ravenclaw, ella se limitó a ponerse de pie para dirigirse a lo que desde ese momento sería su casa. Desde aquel instante, con su actitud tan seria e indiferente llamó la atención del joven Arkwright. Ella por su parte se dedicó a vivir cada momento que le ofrecían los años como estudiante de aquel prestigioso colegio de Hogwarts. Él trato de seducirla en su último año,se acercó como el galán que era y basándose en los rumores de pasillos, aquellos que lo reclamaban como uno de los chicos más guapos de Slytherin, la invitó a salir. La respuesta que recibió fue negativa, ella a sus trece años no estaba interesada en él ni en nadie, prefería gastar su tiempo leyendo un buen libro. Fue un golpe duro, algo que nadie se imaginaría, su ego cayó abruptamente desde los cielos a la firme realidad, la evitó hasta que salió de Hogwarts y no se volvieron a ver.
Pero el destino siempre se divierte con las historias de todos y ellos dos no fueron la excepción, un par de años después sin verse en ninguna reunión, sin toparse ni divisarse se
encontraron en el matrimonio de la hermana mayor de Damien. Él ya gozabade 22 años y ella recién 17, acababa de finalizar sus estudios, comenzaba a vivir, a abría recién sus ojos al mundo. Él la reconoció enseguida, su cabello llamativo nunca pasaría desapercibido, en cambio ella lo buscó con la mirada pero no logró nada, habían pasado muchos años y el tiempo se había encargado de hacerlo cambiar. Maduro, sexy, intelectual y muy educado, era perfecto para Emma, trabajaba en el ministerio y a simple vista parecía un hombre serio. Cruzaron miradas y la intención de sus pupilas se delataron, él aun la recordaba pero su ego se dañaba de solo pensar en ella, era un resentido y no pensaba cambiar. La fiesta finalizó sin cruzar palabra alguna pero era un hecho que se volverían a encontrar. El fin de semana transcurrió como cualquier otro y al siguiente lunes, temprano por la mañana, la joven Knaggs temerosa se dirigió al ministerio de magia para solicitar un uesto. Sus calificaciones habían sido perfectas desde primer año, era imposible obtener un no como respuesta. Le indicaron una oficina a la cual ella ingresó sin pensarlo demasiado, el sofá de cuero estaba dándole la espalda y solo se asomaban unos cabellos negros que destellaban por la luz del día. – Buenos días – Saludó con voz suave y educada, aunque por dentro moría de nervios. Su corazón se paralizó cuando escuchó aquel inconfundible tono de voz, abrió los ojos de par en par y trago saliva, era imposible que ella estuviese ahí, justo en su oficina después de todo el tiempo que había pasado. Después de haber estado presente en su mente cada momento desde que la distinguió con aquel vestido negro ajustado al cuerpo que llevaba hace un par de días. Se despeinó el cabello y giró, ahí estaba ella, sonriendo como siempre con aquella seguridad que la distinguía. Conversaron por horas, quedaron en tomar un café esa misma tarde y finalizar todo aquello que habían comenzado en algún momento de su vida. Él sería su mentor por el momento, trabajarían juntos cada día.
Al día siguiente comenzó el trabajo, ella distinguida y seria como siempre, no le agradaba mezclar el trabajo con la amistad. Los días pasaron lentos, él muriendo de ganas por invitarla a salir, ella cumpliendo con cada meta que se le otorgaba. Emma se destacó inmediatamente por su gran inteligencia, fue cosa de un par de meses para que la cambiaran de lugar, debía asistir a alguien con más cargo, edad e importancia dentro del ministerio, no a un joven principiante, como llamaban a Damien. Fue entonces cuando todo cambió, él estaba trabajando en su oficina, intentando dejar la imagen de aquella chica que le robaba el sueño, cuando la puerta frente a él se abrió lentamente. La pelirroja sonriente ingresó con sutileza, ambos sonrieronpor volver a encontrarse, llevaba unas carpetas en los brazos que él debía revisar. Era tarde, la gente comenzaba a retirarse y él no podría marcharse hasta que no finalícese con ello, eran órdenes estrictas del ministro. Emma sabía cuan complejo era todo eso por lo que ofreció su ayuda, lo miró con ese destello en su mirada el cual era imposible negar y sin pensarlo demasiado comenzaron a trabajar juntos. Transcurrió el tiempo, reían juntos, trabajaban y conversaban de lo primero que se les pasase por la cabeza, estaban cómodos juntos aunque algo ocurrió. - ¿Dam…? ¿Esto de aquí, está correcto?– Preguntó la joven apuntando el último párrafo del expediente que tenía delante de ella. Quitó su vista de los papeles y alzando su vista la observó, ya nada importaba, la observó a los ojos y ella sin desviar la mirada le sonrió, él por instinto sonrió como un bobo. Se quedaron ensilencio, observándose, la distancia era muy estrecha pero para él parecía un abismo. Sabía que si no se atrevía en ese momento, tal vez nunca lo lograría y aunque fuese totalmente una locura, estaba seguro que sentía su palpitar latir al unísono junto al de él. Acortó distancia y sin aguantar las ganas de expresar sus sentimientos, acercó suavemente su rostro al de ella y rosó sus labios con total delicadeza, los unió a los de la chica de sus sueños expresando todo lo que sentía…
Con cuatro años de relación, un año de matrimonio y unos hermosos mellizos recién nacidos se estableció la familia Arkwright Knaggs al sur de Londres en una hermosa casa adornada con un estilo minimalista. Frederic y Gaspard llegaron al mundo para finalizar con toda tranquilidad que existió en aquel hogar que tildaba a ser perfecto, uno serio, el otro travieso aunque juntos llegaban a ser peor que tornado. Frederic desde muy pequeño se enamoró del Quidditch, dedicando cada momento de su vida a la práctica de aquel deporte. La primera vez que conoció aquel deporte fue atreves de la televisión mágica, quedó tan fascinado que al dia siguiente le compraron su primera escoba y algunos balones para niños, tenía solo tres años. Por su parte Gaspard se dedicaba a atrapar bichitos y a jugar con lodo como cualquier pequeño de su edad. Crecieron tranquilos, felices y siempre sonriendo, nunca les faltó nada. No peleaban, no discutían entre ellos, siempre han sido unos fieles aliados que marchan hacia la misma batalla. Cuando los mellizos gozaban de seis
años nació Ian, el cabeza de zanahoria. Siendo el único de la familia con aquel peculiar color de cabello, siempre ha sido la victima de todas las bromas en especial de Frederic. El pequeño pelirrojo desde sus inicios demostró ser una fiel copia de su madre, un lector y estudioso innato, enamorado de la lectura y todo un ñoño por naturaleza. Siguió el tiempo, la familia cada vez se consolidaba aun más y cuando los gemelos gozaban de ocho años y el pequeño Ian de dos, Emma volvió a quedar embarazada. Todo a excepción de Frederic, el cual quería formar un equipo de Quidditch familiar, querían que el cuarto hijo fuese una chica, una dulce y adorable pequeña. Y así sucedió, un 31 de octubre en el crepúsculo, la pequeña Alee conoció el mundo por primera vez pero no solo era un angelito, si no que era ¡dos! ¿Dos gemelas en una misma familia? Era de extrañarse pero así sucedió, dos bebes de pelo oscuro: Aleera y Abbie. Frederic se sintió decepcionado pero no por ello se rindió y con tan solo verlas le colocó una snitch entre sus manitas a la que en ese momento era la más grande ella la tomó con fuerza y le sonrió (o eso creyó). Para él todo cambió desde ese momento, la amó, las amas como si fuese él mismo. Gaspard siempre temió hacerles daño, nunca las tomó demasiado ni las sacaba a pasear, pero desde el día en el que sujetó por primera vez entre sus brazos a Aleera y ella abrió sus ojos al tiempo que sujetaba su pulgar, no pudo dejar de abrazarla. , Ian por su parte al no tener la atención de sus padres se encargó de hacerle la vida imposible, en especial a Abbie, trabajo que aun mantiene con mucho gusto.
Cuando cumplieron once años los mellizos recibieron sus respectivas cartas de Hogwarts, Gaspard había manifestados más actos mágicos por lo que se sentía seguro de alejarse de su familia para ingresar a aquella nueva aventura, Frederic por el contrario solo se dedicaba al Quidditch, de magia muy poco y no quería alejarse de su hermanita menor. Metió a Abbie dentro de su baúl, le prometió que Hogwarts era un lugar hermoso lleno de hadas y princesas por lo que la mini morena ingresó sin oponerse a aquella locura. La pequeña se durmió con un caramelo en su boca, acomodada plácidamente sobre las túnicas de su preferido hermano mayor. Su madre la buscó desesperadamente por todos lados, cada rincón fue revisado sin detalle alguno hasta que el bobo de Ian, que había oído todo, le comentó a su madre dónde estaba la prófuga. Emma castigó a Frederic, aunque su castigo fue casi nulo porque en un par de horas se marcharían a la estación… Los días sin los mellizos se transformaron en paz y tranquilidad, cosa que duró solo la primera semana porque Ian y Abbie-Aleera peleaban como perros y gatos. Él contaba historias det error,que siempre asustaban a Abbie y Aleera siempre temirnaba saldando cuentas con su hermano mayor, poniendole pulgas, escorbutos de cola explosiva y de todo tipo de animales en su cama, cereal, ropa etc. Desde pequeña tomó clases de piano y ballet, convirtiendose en una esculpida muñeca de porcelana, con un andar gracil y muy sensual. Se defendían juntas, hacían estrategias y trataban de asustar a Ian (cosa que nunca dio resultado), si una lloraba, lloraban las dos por lo que siempre el castigado era el malo hermano mayor.
Creció y junto a ella Abbie e Ian, la carta de Hogwarts de Ian no tardó en llegar y a los once años con cuatro meses ingresó a Hogwarts. Sus hermanos lo esperaban orgullosos desde la mesa de Slytherin, sabían que él era un desadaptado social pero tenían la esperanza de que se sentase junto a ellos en la mesa de tonos verdes y dorados. El sombrero seleccionador no tardó demasiado en elegir la casa a cual él pertenecía y con voz alta resonó por el lugar; Ravenclaw. Las miradas decepcionadas de sus hermanos se depositaron sobre la mesa y restándole importancia a lo que continuaba a la ceremonia, bromearon desde su lugar. Ellos trataban de protegerlo, cuidarlo de todos aquellos que querían jugarle alguna broma, no era pocos, pero su hermano menor era tan “molestable” que hasta ellos mismos le jugaron un par de bromas el primer año.
- Abbie Joss Arkwright - Resonó por todo el lugar. Fue la primera en ser nombrada, estaba nerviosa y curiosa por la casa que le otorgarían. Se sentó cruzando las piernas y miró a su alrededor, los cuatros colores resaltaban en el gran comedor. Estaba dispuesta a lo que fuese, menos a ser parte de Hufflepuff ya que sus hermanos mayores siempre habían hablado mal de esa casa y por ello no le agradaba. Escuchó una voz dentro de su cabeza que murmuraba, estaba en una disyuntiva ¿Slytherin o Ravenclaw? Obviamente Ravenclaw no, ella detestaba estudiar y no era una sabelotodo. Entonces… ¿Slytherin o Gryffindor? ¿Gryffindor? Esa casa no estaba dentro de sus opciones, su familia era verde/azul no había lugar para gatitos en ese lugar,por más que fuesen valientes, como algunos decían... En ese instante Aleera peleaba con sus guantes que no dejaban que sus manos estuvieran libres para poder morder sus uñas unos instantes por los nervios, no podría soportar estar en cualquier casa que no fuera Slytherin nisiquiera en Ravenclaw, ella tenía que ser Slytherin o moriría de verguenza por 7 años. - ¡Slytherin! – el sombrero seleccionador gritó por lo alto y Aleera subió la mirada hacia el banco que estaba frente a todos y se topó con que la chica que estaba bajo el sombrero era su hermana, no se dió cuenta el momento en el que la llamaron pero aplaudió con fuerza, con un guante medio collocado cuando vió a su hermana sonreir satisfecha y bajar del banco.S - Aleera Elizabeth Arkwright ... ¡Slytherin!-No había otra opción, ese era mi destino y sonreí de medio lado, egocéntrica, mirando a todos como si el veneno pudiera transmitirse por una simple mirada. Bajó del banco de un brinco bailarín, digno de una bailarina del Bolshoi y caminó hasta sentarse junto a sus hermanos quienes la besaron en la frente y se abrazó con fuerza a Abbie.
Era una chica muy sociable. Desde su primer año se supo mucho más hermosa que las demás niñas del colegio y de su casa por lo que no se mostraba tardía en ligarse a cuantos niños le gustaran, siempre conseguía lo que quería y nunca dejaba a su hermana, todo el tiempo estaba a su lado.Crecieron juntas, a un lado de Barty quien siempre estaba con ellas ya que era el mejor amigo de su gemela, y sus otros amigos. Molestaban a las demás casas cada vez que podían y hacían bromas a los más pequeños, una vez que fueron creciendo. Excelente estudiante que no se esfuerza mucho para sacar buenas notas para ella y para su hermana. Tiene muchos compañeros pero solo una verdadera amiga, Abbie.
# Nivel Económico:
Alto. Su padre actualmente está recibiendo dinero de forma poco limpia. Inversiones que él considera aceptable, es posible que pierda todo lo que ha ganado por ser dinero sucio más le quedaría la fortuna familiar que no es poca y que le sobraría incluso a sus nietos. Su madre trabaja pero no gana mucho, más que nada lo hace por hobbie.
# Enfermedades:
Es labil, en un momento puede estar feliz y en un momento después triste o histérica, su estado anímico siempre es cambiante. Diagnósticado Médicamente por Sanadores de San Mungo.
# Boggart: Verse mutilada físicamente
# Patronus Gato Europeo Doméstico
# Varita: Madera de cerezo 28 cm y medio excelente para transformaciones y encantamientos, con núcleo de nervio de corazón de dragón. Su varita fué traida directamente de la Antártida para ella, elavorada por hadas de la nieve, su varita y ella son una desde que la tocó por primera vez.
Aleera E. Arkwright- Mensajes : 45
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Re: Aleera Elizabeth Arkwright
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Bienvenida Aleera (:
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