Rebosando el limite ~Camille~

-Acaba de llegar a mi limite, señorita Pendragon, simplemente acaba de llegar a mi limite.Durante mucho tiempo le he pasado por alto muchas de sus gamberradas y locuras por el hecho de ser una de mis mejores alumnas, pero lo que ha pasado hoy ya ha sido la gota que colma el vaso.
¡¿Como se le ocurre iniciar una pelea en mitad del pasillo?!
¡¿Como?!
De haber sido un duelo quizas y el castigo no seria tan grave, pero el hecho de lanzarse a puñetazos y mordiscos en contra de un alumno de septimo es algo que no puedo consentir.

La joven morena solo podia mirar al suelo mientras que poco a poco y a cada palabra de reproche que la profesora le daba, la culpa se hiciera cada vez mas pesada sobre sus hombros aunque ella creia que no tenia culpa alguna.
Sabia que habia hecho mal, mas no creia que el hecho de haber empezado una pelea al puro estilo muggle en el pasillo no lo creia un acto tan grave como para que en aquellos momentos, la profesora le gritara tales barbaridades.
Aunque bien sabia ella que aquel chico no sabia nada de pelear como un muggle, no habia podido evitar el hecho de pegarle un puñetazo al sentir como aquel.... alumno le tocaba tan descaradamente el trasero, aunque debia admitir que los puñetazos siguientes a ese y el mordisco que le dejo como recuerdo en el brazo cuando este la apunto con su varita, habian sido quizas un poco... exagerados.

-Lo lamento profesora, pero es que ese malnacido me habia tocado el trasero y no lo podia permitir ademas no creo haberlo dejado tan mal, profesora.-se intento disculpar mientras levantaba su mirada y la ponia fijamente en la figura femenina que tenia delante de ella y que en aquellos momentos suspiraba por culpa del hecho de tener que tratar con una ser humano como Arania Pendragon, pues la joven profesora sabia que no tenia ningun remedio posible.

-Poco me importa y por lo tanto, durante tres meses tendra que venir todas las tardes, sin excepciones, aqui y limpiar el aula sin magia, ya que veo que hacer las cosas de esa manera se le dan realmente bien.¿Tiene algo que decirme?

Arania iba a replicar pero prefirio callar y negar con la cabeza, escuchando los pasos de la profesora alejarse hasta la puerta y salir por esta, cerrandola de un fuerte portazo a la par que la joven se trenzaba su cabellera negra, mientras que se sentaba en una de las mesas y fruncia el ceño de frustración.

Odiaba las clases de transformaciones por que siempre me aburría y nunca podía poner atención ala profesora ya que me distraía fácilmente con cualquier objeto que viera dentro de el aula, pero aunque siempre no ponía atención mis notas nunca eran bajas, pareciera que hoy la profesora hubiera planeado su clase mas aburrida de todas las que había echo, y de tanto aburrimiento me dio hambre, así que saque dentro de mi mochila una barra de chocolate, siempre tenia que estar con una barra, no podía vivir sin el chocolate es que es tan delicioso *-*.

Por cada pedazo que comía de mi deliciosa barra de chocolate me ponía mas feliz y ya no encontraba tan aburrida la clase, pero eso no duro mucho y como si tuviera ojos en su cabeza la profesora me regaño por comer en su clase ya que estaba prohibido comer dentro del aula, refunfuñando tuve que guardar mi barra de chocolate y poner atención a la profesora, pero no duro mucho mi atención hacia la clase ya que puse mis ojos en blanco y me fui a un mundo donde todo era de chocolate y yo vivía feliz comiendo barras de chocolate cuando quisiera en aquel lugar.

-Señorita Blumer podría usted hacerme el gran favor de poner atención en mi clase por favor-, la vos de la profesora me saco de mi hermosa ensoñación y obligada tuve que volver a su clase, pff lo único que quería era que terminara luego la clase para poder comer algo que tenga chocolate.

Ya no lo podía soportar solo había comido un poquito de chocolate y me había saltado el desayuno esta mañana, comencé un poco a marearme y de repente todo era de chocolate la profesora, los alumnos y incluso la mesa, estaba tan feliz al fin podría comer algo de chocolate sin que me retaran, y la profesora se veía realmente deliciosa era de chocolate de la cabeza hasta los pies -Qu... que delicioso, pue...puedo.. comer un poquito de su brazo de chocolate?- realmente tenia hambre y nerviosa y tartamudeando le pregunte ala profesora si podía darme su brazo de chocolate, realmente quería comer ese brazo que se veía muy delicioso.

Indignada la profesora me izo llegar ala tierra y salir del mundo de chocolate que creía estar -Lo... lo sien... lo siento profesora es que cuando no como chocolate mi mente me engaña y veo todo de chocolate- dije algo avergonzada, que tonta camill como es que viste todo de chocolate, me regañe mentalmente.

-Lo que usted a echo es imperdonable, primero come en el aula, no toma atención en clase y esto... esto no tiene nombre, esta usted castigada tendrá que venir todas las tardes por una semana sin excepciones, aquí a limpiar el aula sin magia.-, una semana ahora si que odiaba mas que nada en el mundo esta clase. Cuando por fin termino la clase dirigí rápidamente a mi habitación a buscar un moño para hacerme una coleta en mi cabello ya que tenia que quedarme en la aula de transformaciones y tenia que hacerla brillar, cuando baje de mi habitación me encontré ala profesora en el pasillo y ella me condujo hacia el aula donde hacia clases, saco dentro de su cartera una llaves la cual abría la puerta de el aula, me preguntaba por que estaba con llave si yo era la única que tendría que hacer el aseo de esta sala, cuando abrió la puerta entre a el aula y mis ojos se fijaron en un chica que estaba sentada en una mesa con su rostro lleno de frustración, parece que yo no era la única que estaba en problemas, la profesora cuan rápido abrió la puerta también se marcho y cerro con llave, dejándome sola mi y ala chica - Emm creo que no soy la única que se metió en problemas, ¿Cómo es que llegaste aquí?-.

La chica estaba frustrada, enojada, enfadada, realmente indignada pues no creia que solamente ella hubiese sido castigada mientras que el chico que se habia atrevido a tocarle lo que no tenia que tocarle andaba por los pasillos sin ninguna complicacion salvo el de tener que bajarse la inflamacion que seguramente tendria toda su cara por culpa de la paliza que le habia dado.

Y ahora, en aquellos momentos, se sentia en cierta manera culpable, como si se hubiera pasado un poco en su "venganza" pero cuando se dio cuenta del hecho de que aquel chico se habia propasado con ella, nego con la cabeza y se auto convenció de que no se habia pasado en absoluto y que quizas, hasta se habia quedado corta.

Suspiro y fijo sus ojos en la puerta al escuchar como la abrian, esperando con brillo en los ojos que la profesora hubiera recapacitado y le fuera a quitar el castigo, pero al ver como entraba una alumna y la profesora cerraba de nuevo la puerta con llave, solo pudo hacer rodar sus ojos al darse cuenta de que sus esperanzas habian sido en vano.
Aunque pensandolo mejor, ahora que tenia compañia no se aburriria tanto como pensaba en un primero momento.

Sonrio y se levanto de su sitio en la mesa, acercandose a ella con una sonrisa amable, para responderle a la pregunta.-Oh, le pegue una paliza a un chico por tocarme el culo...nada grave-comento la castaña mientras hacia un gesto con la mano para quitarle importancia al asunto, por que de ser por ella, le habria hecho mucho mas de lo que le habia propinado antes de que llegara la pofesora.
Entonces fijo sus ojos en la chica y le sonrio.
-¿Y tu que hicistes para terminar castigada?-le pregunto curiosa antes de caminar hasta la mesa de la profesora y sentarse en ella, metiendose un chicle de fresa en la boca y empezar a mascarlo mientras esperaba la respuesta de la chica, aun enfadada con la profesora por la injusticia de castigarla a ella y no al chico.

Mis ojos se quedaron en blanco, para mi eso si era grave, aunque si un chico me habría faltado el respeto de igual modo que aquella chica yo aria lo mismo, no quería estar todo el rato de pie asique me senté en una mesa que estaba cerca de donde se encontraba la chica sentada y al verla masticar chicle, me había dado un poco de hambre pero ya no quería pensar mas en los regaños de mi estomago, ya que me había puesto en varios problemas por tener tanta hambre, pero moría por tener siquiera un poco de chocolate en mis manos, supongo que nunca podría dejarlo, -Lo mio no están grave, creo, solo me imagine toda la clase que era de chocolate y le pedí ala profesora que me diera una parte de su brazo, como en ese entonces yo veía que era de chocolate, y como tenia... mucha hambre no pude.. resistir pedirle un poquito de su brazo- dije algo avergonzada, pero con una sonrisa en mi rostro, al recordar lo tonta que fui.

Busque con la mirada algún trapo o cualquier cosa para limpiar el aula, pero no vi nada, juro que nunca mas me volveré a saltar el desayuno, el hambre te puede hacer mucho daño, y incuso terminar castigada limpiando una enorme sala por una semana, todo por la culpa de pasar hambre ahora tenia que limpiar esta enorme sala, pero tenia compañía y tal vez no seria tan aburrido como yo creía.

-Emm.. que te parece si empezamos a limpiar desde ya para terminar mas pronto.- por dios que tenia hambre solo rogaba que no viera todo de chocolate de nuevo, suspirando empece a buscar algo para limpiar peno no encontré nada, -¿Dónde hay algo para limpiar?.- de repente una tenebrosa idea se me vino ala cabeza -Por favor dime que no tendremos que limpiar con nuestras lengua todo el lugar.... haha broma- me habían contado un historia de que a un alumno lo hicieron limpiar una sala como castigo con su lengua y aquel chico termino enfermo por un mes, y que nunca mas pudo comer algo que no fuera jabón, yo no quería eso yo no podría vivir sin comer chocolate y menos estar en cama por un mes, mis ojos quedaron en blanco y me puse pálida como la nieve de tan solo imaginarme en cama por un mes.