Aprovechando el tiempo libre (Jeansy)

Era fin de semana, lo cual significaba que podríamos dormir un poco más. Eso me hacía estar feliz, ya que podría retrasar un poco el desayuno y aprovechar más las horas de sueño. A veces llegaba a pensar que si no tuviese nada que hacer, probablemente pasase gran parte del día en la cama, se estaba tan cómodo y tan calentito *O*. De todas maneras, había quedado con Jean en la orilla del lago para correr un rato alrededor del castillo antes de desayunar.

Cuando noté los primeros rayos del sol dándome directamente en la cara, gruñí un poco, ligeramente molesto, y coloqué la almohada sobre mi cabeza para intentar conciliar nuevamente el sueño, aunque con el ruido que llegaba ya a esas horas de la sala común, era difícil retomarlo. Suspiré profundamente, y tras debatirme unos momentos, acabé saliendo de mi cama. Me senté unos segundos, con la mirada perdida y debatiéndome en si dejar plantado a Jean, pasar de desayunar y dormir un rato más, aunque sabía que me acabaría arrepintiendo si lo hacía. volví a suspiras y me levanté definitivamente, dirigiéndome hacia el baúl para coger una sudadera y unos pantalones deportivos que tenía para esta ocasión de Adidas. Era una marca muggle de ropa deportiva, pero me gustaba mucho porque eran bastante cómodos a la hora de hacer ejercicio.

Después de quitarme el pijama y ponerme el chandal. Mientras tarareaba una canción muggle para despejarme un poco, fui al baño para intentar domar un poco mis pelos, aunque lo noté algo imposible sin ducharme primero, así que desistí de mi intento y salí de mi habitación. Saludé a mis compañeros de Gryffindor con una sonrisa antes de salir por el retrato de la dama Gorda. Bajé con prisa las escaleras para ir calentando un poco y fui con ritmo rápido hasta la orilla del lago.

cuando salí por las puertas del castillo vi que hacía un día perfecto. El cielo estaba completamente azul y el sol se veía radiante, y aunque daba la impresión de que el día sería caluroso, una suave brisa de aire frío relajaba la temperatura. Cuando llegué a la orilla, y tras cerciorarme de que Jean todavía no había llegado me senté, mirando hacia el lago y disfrutando de la vista. Cogí unas cuantas piedras del suelo y comencé a lanzarlas contra el lago, contando el número de saltos que daban antes de hundirse.

En ese momento se me pasó por la cabeza que Jean se había quedado dormido, y como fuese así, podía asegurar que mi venganza sería monumental y que, si me hiciese falta, me abriría paso hasta su sala común aunque fuese a base de bombardas. con esos pensamientos rondando mi cabeza, fruncí levemente el ceño aunque acabé riéndome al imaginarme la cara de mi amigo si me viese llegando de esa forma.

Llevaba ya un rato, solo, lanzando piedras. No sabía cuanto había sido, porque no había llevado reloj, pero calculaba que unos... 15 minutos. Mi brazo comenzaba a cansarse de hacer ese movimiento, y se dirigía automáticamente hacia mi varita, con una expresión asesina. Como tardase 10 minutos más, haría picadillo de Jean y lo serviría a la hora de cenar. Sin embargo, antes de que mi mano entrase en el bolsillo. Sentí unos pasos detrás de mi, no me molesté en girarme, ya que sabía que era él.

Noté que se sentaba cerca de mi y comenzaba a pronunciar mi nombre, aunque interrumpido por un bostezo. Fruncí el ceño antes de que acabase, porque ya sabía que diría.

- Jeansy... mi querido amigo, si algún día quieres tener descendencia, te recomendaría que fueses perdiendo el hábito de llamarme así

Giré mi cabeza, para mirar hacía el con una sonrisa bastante finjida, y después pasé a mirarlo como si tuviese ganas de asesinarlo. Aunque poco me duró la reacción, ya que al intentar lanzar una piedra esta tan si quiera llego al labo. Me reí suavemente y le di un suave golpe en el hombro.

- Vaya.. y tu que no querías correr, ni entrenar ni nada. Como sigas así acabarás convirtiéndote en un pequeño cojín mullidito

Me reí nuevamente, aunque está vez con más sonoridad y volví a endulzar mi gesto. No podía enfadarme con él mucho tiempo, era como un hermano para mi. Siempre me había llevado especialmente bien con él.

- A todo esto, que sepas que estuve a punto de ir a buscarte a tu sala común. Si si, y ya sé que no tengo el santo y seña, pero iba a entrar a base de bombardas.

En mi rostro se dibujó una mueca maléfica, en broma. Apoyé mis manos en el suelo para levantarme de donde estaba, y una vez me hube levantado, le tendí mi mano para que se levantase.

- Arriba perezoso, ya verás como después de correr te sientes mucho mejor y se te pasa el sueño. Seguro que ayer por la noche estuviste haciendo cosas que no deberías y hoy.. claro, te pasan factura

Arqueé las cejas, mirándole fijamente a los ojos. No era normal que estuviese tan cansado a estas horas, y estaba claro que se acababa de levantar por su aspecto. Estaba bastante desaliñado. No pude evitar reirme ante esa impresión.

- Por cierto, el look desaliñado te favorece mucho

Le guiñé un ojo y volví a reirme. Me gustaba hacerle pequeñas bromas, aunque siempre en broma y jamás en serio. Ciertamente era como mi hermano, y como tal lo protegería de todo, no permitiría que nadie le hiciese daño, así que yo no iba a hacérselo.

El me retó a que no sería capaz de entrar en su sala común, alegando que para entrar no había santo y seña, sino que había que usar la cabeza. Suponía que se refería a que había que acertar alguna pregunta o resolver algún acertijo. Arqueé las cejas notablemente, sorprendido en primer lugar, aunque cuando me di cuenta que me había llamado disimuladamente estúpido a la cara, fruncí el ceño.

- ¿Que has querido decir con eso, Valois?

Cuando estaba un poco molesto, siempre lo llamaba su apellido para que se diera cuenta. Chasqué la lengua y dirigí mi mirada hacia otro lado, evitando mirarlo.

- Estaba claro que tu eres el más listo de los dos, sino no estarías en la casa en la que estás. Además... yo ya tengo más belleza y carisma que tu... no se puede ser egoísta y tenerlo todo, ¿no?

Me encogí de hombros y giré mi vista para mirarlo esta vez, directamente a los ojos. en mis labios se presentaba una sonrisita de diversión. si quería jugar a ese juego, yo también jugaría. Después de que se levantase, iba a seguir su ejemplo de sacudirme las manos en los pantalones, aunque me lo pensé mejor y me agaché cerca de la orilla para mojármelas un poco y limpiármelas. Me giré para mirarlo y vi como se pasaba la mano por la cabeza. Parecía que mi comentario había hecho mella, cosa que me divertía. Mienras se estiraba, bostecé como si fuese un acto reflejo, en reacción a su estiramiento. Me llamó viejo, y me dio una palmada en la espalda. Giré rápidamente mi cabeza con el ceño fruncido.

- Tenemos los mismos años.. si yo soy viejo, entonces tu también

Lo miré como si deseara asesinarlo en ese momento, pero se me ocurrió una cosa mejor, algo con lo que me divertiría más.

- Pero tienes razón, hay que correr...

Rápidamente saqué mi varita del bolsillo de mi pantalón y apunté con ella a su cabeza. En el momento en que la tuve a tiro, y sin pensarlo ni un segundo, dejé que mis labios pronunciasen el hechizo con una sonrisa

- Aquaeructo

Un chorro de agua salió de la punta de mi varita, mojándole la cabeza. No pude evitar una carcajada, y comencé a caminar separándome de él.

- Ahora tu pelo está, definitivamente mucho mejor.

Sin darle tiempo a reaccionar, comencé a correr como si mi vida dependiese de ello aunque seguramente, lo hiciese. No podía evitar que alguna carcajada saliese de mi boca, ya que había sido bastante gracioso. Eso era mi pequeña venganza por lo de llamarme tan disimuladamente tonto, y después, aún por encima, viejo (¬¬)

El miembro 'Jean de Valois' ha efectuado la acción siguiente: Ataque y Defensa

'Ataq. Alumno Básico' :

Resultados :

PArecía que mi querido amigo no se había tomado demasiado bien mi broma, ya que lo escuchaba maldecirme mientras no me detenía. Esta era una buena forma de correr, ambos estábamos motivados. Yo para escapar de él, y el.. bueno, para darme una paliza que realmente me merecía. No pude evitar reirme cuando me llamó cobarde. el sabía que era de todo menos eso, pero quería que me detuviese para darme un escarmiento, y yo no se lo permitiría.

- No voy a parar Jean.. corre, y si me pillas, podrás ajusticiarme tu mismo

Sonreí, aunque el no se percataría de eso ya que estaba de espaldas con respecto a él, sin dejar de correr. Escuché como pronunciaba un conjuro contra mi. No me molesté ni en girar la cabeza para ver lo que me lanzaba. ME suponía que serían piedras o ramas. Sabía que estaba un poco enfadado, pero no hasta el punto de intentar matarme. Giré mi muñeca para que la varita mirase hacia atrás.

- Inanimatus conjurus

Esperaba que hiciese efecto, y contrarrestara el efecto de su hechizo. Así, lo que me hubiese lanzado se detendría en el aire y se caería, inmovil nuevamente al ceder el efecto del hechizo. Pasase lo que pasase, me detendría en seco y me giraría para ver a Jean y dejar que se vengase. No quería que siguiese atacándome con magia aunque fuese una broma, ni que se enfadase conmigo, ya que eso podría convertir un buen día en uno de los peores de mi vida. esbocé una leve sonrisa y bajé un poco la mirada, no tenía ganas de ver su cara de satisfacción antes de que me vapulease con un hechizo para empaparme o tirarme el suelo. Pero esperaba que con eso estuviésemos en paz y pudiésemos seguir corriendo con tranquilidad

El miembro 'Christopher Felton' ha efectuado la acción siguiente: Ataque y Defensa

'Def. Alumno Básico' :

Resultados :

Después de detener lo que había lanzando, escuché un ruído, como de piedras cayendo. Seguramente me las intentaba lanzar para que perdiese el equilibrio y pudiese alcanzarme. Este chico cuando quería era muy listo. Decidí acabar con esto, no quería que se enfadase conmigo por esta tontería, dejaría que me mojase entero si era lo que quería a modo de venganza. Me detuve y me giré. Como no escuchaba que me hablase, y escuchaba cada vez más cerca de mi sus pasos, levanté mi vista y vi que ya estaba casi encima. nuestras miradas se cruzaron un segundo, antes de que el se desviase para no darme, aunque me había rozado el costado, y con el impulso acabé cayéndome al suelo.

- Au...

Exclamé, eso había dolido un poco. Levanté mi vista, y no veía a Jean en ningún sitio. ¿Que le había pasado? Preocupado, me levanté del suelo, y lo busqué por la orilla con mi mirada. Me fijé que había alguien en el lago, y que no se movía. Mi corazón se aceleró y comencé a sentirme angustiado. ¿Se habría hecho mucho daño? ¿Le habría ocurrido algo? Sin pensarlo mucho más, comencé a correr hacia el lugar donde estaba.

- ¡JEAN!

Grité. Seguí corriendo hasta que me metí en el agua corriendo hasta que me quedé al lado del cuerpo de Jean. Estaba boca abajo en el agua y no se movía. Mis brazos comenzaron a temblar, sin poder controlarlos. No podía... no podía.. Giré su cuerpo con rapidez, para que se quedase boca arriba. Mi mente no funcionaba con claridad, mi corazón se había desbocado y la angustia que había sentido antes se había elevado a la máxima potencia. Los ojos se me humedecieron y se enrojecieron. Si le hubiera pasado algo, jamás me lo perdonaría. Me dejé caer de rodillas, para poder alcanzar sin problema su cuerpo, sin necesidad de agacharme

- Jean.. Jean.. dime algo, por favor..

Estaba rogando, no sabía que hacer, no podía ser verdad. Con mis dos manos lo agarré de la camiseta y comencé a zarandearlo, para que volviese en si.

Flashback:

Estaba llorando, tirado en el suelo zarandeando el cuerpo de mi abuelo, que estaba pálido, tirado en el suelo de la entrada. Sentía brazos que me rodeaban la cintura y querían separarme del cuerpo sin vida, pero llorando yo me resistía.

- Abuelo... abuelo... despiértate...

Lo último que había visto, había sido un haz verde atravesándolo primero a él, y después a mi abuela, y acto seguido mis padres se habían aparecido y habían comenzado a combatir a los dos extraños. Mis hermanos seguían intentando que me apartase de allí. y finalmente su fuerza fue superior a la mia y lograron separarme de él.
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Esto me había recordado aquel episodio de mi infancia, cuando con 3 años habían asesinado a mis abuelos. Todavía lo recordaba como si fuera ayer. Seguía zarandeando el cuerpo de Jean, por mis mejillas caían lágrimas. Esto tenía que ser una pesadilla. Si.. seguramente fuera eso, y de pronto me despertaría en mi cama, completamente sudoroso. Pero no, esto era demasiado real. De pronto, sentí un chorro de agua en mi cara. Pensé que había vuelto a respirar, en mi rostro se iba a dibujar una sonrisa, iba a comenzar a llorar de felicidad, cuando se empezó a reir... Eso fue el peor de los golpes que me habían dado en mucho tiempo. Se alejó de mi, todavía riéndose... ¿Había sido una broma? ¿UNA BROMA?

Me quedé quieto en mi sitio, sin saber bien que hacer, que decir. Cerré con fuerza mis puños. Estaba furioso, muy furioso, y quizás este era el momento en el que más furioso había estado con alguien, y era con mi mejor amigo. Giré mi vista para mirarlo. Mi corazón latía tan fuerte, por los nervios todavía y el odio que sentía en ese momento, que podía escuchar los latidos en mis oídos, dificultando que pudiese escucharlo. Pero cuando lo miré a la cara y vi su sonrisa de burla, me dieron ganas de salir corriendo del agua y romperle la cara para que dejase de sonreir. Pero no lo haría. Comencé a salir lentamente del agua. Mi rostro reflejaba seriedad, como si estuviese de luto, ni enfado, ni alegría, ni tristeza. Estaba decepcionado, muy decepcionado con el. Por mis mejillas corrían algunas lágrimas, de impotencia, intentaba negarme la verdad de que había jugado con la muerte como si no significase nada, pero no era cierto, lo significaba todo. Y más su muerte, la muerte de mi mejor amigo, que lo era todo para mi. En este punto no podría imaginarme ni Hogwarts ni mi vida sino lo hubiese conocido.

Cuando llegué a la orilla y salí, no me molesté ni en mirarlo. Me quedé en frente suya, y comencé a hablar, con un tono de voz claro, aunque sin alzarlo. No, no le iba a gritar, estaba demasiado enfadado y decepcionado como para eso.

- Se me han quitado las ganas de correr, voy a ir a mi habitación.

No me faltaban ganas de darle un puñetazo en la cara y romperle la nariz, pero me estaba controlando. En estos momentos, quería estar a solas. Quizás subiese al baño de prefectos a tomarme un baño y reflexionar. Me había sorprendido a mi mismo diciendo eso, porque me había recordado a mis padres cuando hacíamos algo muy malo en casa, y de tan enfadados y decepcionados que estaban, parecía que decían esas palabras como si no hubiese solución a lo que nos decían. Prefería que me gritasen días enteros a que me hablasen de esa forma. Comencé a caminar, pasando a su lado, hacia el castillo, aunque justo a su lado, me detuve, para hablarle en el mismo tono que había usado antes.

- Jamás nadie en mi vida me había hecho sentir así... gracias.

Mi agradecimiento había sido una ironía claramente. Continué caminando, hacia el castillo. No sabía si me detendría o no, pero ahora mismo no tenía la energía como para hablar con el o gritarle

Caminaba hacia el castillo, con paso lento pero firme. Estaba completamente calado en agua, notaba la ropa pegada a mi cuerpo, húmeda, y no era una sensación que me agradase demasiado. A cada paso, se escuchaba un ruido semejante a cuando pisas un charco, proveniente de mis pies. Tenía ganas de llegar a mi sala común, cambiarme, tumbarme en la cama e intentar descansar un poco. Seguramente acabase pasando el resto del día allí.

Sentí una mano que me agarraba y tiraba de mi. Suponía que sería Jean. Estaba bastante dolido, ya que no habían pasado ni 2 minutos desde la broma, necesitaba un poco de espacio para digerir lo que había pasado, y poder hablarlo con él. Ahora lo que menos deseaba era mirarle a la cara. Sin embargo, noté su cuerpo pegado al mio, abrazándome, y que estaba temblando. Al principio, hice un ademán de separarme de él. Me pidió disculpas, entre lágrimas, y entonces hizo que me tragase todo mi orgullo. No me gustaba verlo así, de esa forma, pero ahora mismo era como si no tuviese control sobre mi cuerpo. Mi cerebro decía que no lo perdonase en ese momento, sino más tarde, pero mi corazón, al verlo así de mal, me lo impedía. Abrí la boca como para decir algo, pero noté como poco a poco iba descendiendo hasta acabar en el suelo, abrazado a mi pierna. Suspiré profundamente, haciendo acopio de un último esfuerzo para acabar de tragar todo mi orgulloso, y agarré sus manos con las mías para quitarlas de mi pierna.

- Venga, Jean, ya está.

Quizás le hablase, pero aún así seguía algo dolido. Quería perdonarle en este momento para no verlo más así, y sabía que podía hacerlo, aunque también era cierto que estaría unos cuantos días en mi cabeza, persiguiéndome el recuerdo cuando lo viera. tiré de sus manos hacia arriba, para que quedase enfrente mi y lo miré fijamente a los ojos, completamente serio.

- Eres un estúpido, que lo sepas.

Pasé mi pulgar por ambas mejillas para recoger algunas lágrimas que resbalaban, volví a suspirar. Levanté mi brazo derecho, con el puño cerrado con fuerza y apunté con él a su cara. No iba a pegarle, no creo que fuese capaz, pero que al menos sintiese que en cualquier momento podía estampárselo. Lo miré fijamente a los ojos, reteniendo el puño, me acerqué lentamente a el y acabé abrazando a mi amigo.

- Shhh... no te pongas así, no me gusta verte llorar. Te perdono... siempre consigues lo que quieres, sobre todo si te pones a llorar. Un día cambiaré y dejaré de hacer lo que quieras.

Lo abracé con un poco más de fuerza. Estaba feliz por haberle perdonado, porque ya volvíamos a estar bien, pero aún así el mal recuerdo que me había creado seguía como grabado a fuego en mi cabeza.

- De todas formas, no esperes que hoy y en unos días esté superfeliz... me hiciste mucho daño. No creo que te puedas ni imaginar todo lo que se me pasó por la cabeza cuando te vi así en el lago...

Tragué saliva y me mordí el labio inferior, mientras volvía a revivir la escena en mi mente y no voluntariamente. De mis ojos también empezaron a caer algunas lágrimas, me separé un poco de él.

- Pensar que te podría haber pasado algo y que habría sido mi culpa... no fue muy agradable. Pero Jean, vas a tener que prometerme que jamás volverás a hacer una broma de ese estilo, no sólo porque sea de mal gusto, sino porque te juro que no te volveré a hablar en mi vida. Pero no quiero volver a pasar por esa angustia.

Sequé las últimas lágrimas que recorrían mi rostro, y después masé mis dedos por sus mejillas para limpiárselas también. No había dicho casi nada, parecía muy afectado también por lo que había pasado. En cierta parte, me fastidiaba que se hubiera puesto así, porque no me había dejado la opción de enfadarme de verdad. Verlo llorar de esa forma había ablandado mi corazoncito, no soportaba verlo así de mal aunque hubiese sido su culpa. Siempre había sido mi mejor amigo, y era una de las personas a las que más quería dentro del colegio, por no decir a la que más, y fuera de él. Habíamos pasado muchos buenos momentos juntos, y no quería que por un error se echase eso a perder.

Suspiré profundamente, y cerré los ojos, intentando buscar unas palabras adecuadas para pronunciar ahora. No quería que se pusiese otra vez a llorar porque me haría sentir peor a mi, y eso no era muy normal.

- Siempre te sales con la tuya, Jeanssy. Me tienes demasiado domado, algún día me rebelaré

Remarqué el Jeanssy, porque sabía perfectamente que si lo llamaba así era porque ya no estaba enfadado, o casi al menos. Se lo había dicho de broma aunque en mis palabras había algo de verdad, siempre se salía con la suya cuando se trataba de mi. Lo tenía quizás demasiado consentido. Pero me daba igual, me gustaba verlo sonreir y feliz. Desvié mi vista hacia el lago y luego volví a posar mis ojos en el.

- Ahora anda, vete a enjuagarte los ojos en el lago un poco, que no querras que tu club de fans te vea con los ojos así de rojos

Volví a bromear mientras pasaba mi brazo por encima de sus hombros y comenzaba a caminar con él hacia la orilla.

- Parece que nuestro entrenamiento de hoy queda pospuesto... Así que nos queda el resto del día de hoy libre para hacer lo que queramos juntitos. Bueno, si no hiciste planes ya.

Con su hermana melliza en Hogwarts ya no pasábamos tanto tiempo juntos. Por eso siempre me ponía tan pesado con lso entrenamientos y eso, para ir a correr juntos. Para poder verlo más a menudo. No es que estuviese celoso ni mucho menos, lo entendía perfectamente. Siempre había tenido muy buena relación con ella. Pero a veces lo echaba de menos

Parecía muy seguro de sí mismo, aunque no podía negar que era cierto. Eso me molestaba por el hecho de que me daba la sensación de que no me tomaría en serio, pero prefería que nuestra amistad siguiese durando eones a perderla por una tontería. Además, sabía que no lo había hecho con mala intención, y por eso mi perdón había sido tan fácil. Si llegase a sospechar que esa broma había sido con una doble intención o con algo malo de trasfondo, haría que se arrepintiese. Pero conocía a Jean, lo conocía muy bien, y sabía que tras sus acciones no había nada oculto.

- Te lo tienes demasiado creído, mi querido amigo.

Dije intentando parecer molesto, aunque no pude reprimir una sonrisa. Seguía sintiendo un malestar en mi barriga por lo que había pasado, pero cada vez se diluía más, lo notaba más lejano. Suspiré profundamente y comencé a caminar junto a él hacia la orilla del lago. Él se humedeció la cara, y yo seguí su ejemplo intentando borrar toda muestra de lloros en nuestros rostros.

Parecía que hoy no había hecho ningún plan y esbocé una sonrisa, contento por poder pasar tiempo con mi amigo. Yo había imaginado pasarnos el día tirados por los jardines del castillo, o de compras en Hogsmeade, pero parecía que el tenía completamente otros planes para divertirnos. Arqueé un poco las cejas y esbocé una sonrisa, bastante divertido por su proposición.

- ¿Por qué será que no me sorprendo?

Escuché lo que decía, su intento de picarme para que cayese en su treta de salir y no pude más que reirme. Le dí un pequeño golpe en el hombro.

- No hace falta que te esfuerces tanto, ya ye iba a decir que sí. Además, sabes que lo que dices es completamente falso, te doy mil vueltas si hay alcohol de por medio.

Le hice una mueca con la cabeza, señalando hacia el castillo, para que comenzásemos a ir hacia allí. Me gustaban las locuras que a veces se le ocurrían a Jean, y sobre todo, ser partícipe en ellas.

- Me parece correcto, comeremos primero. Pero creo que antes necesito tarde una ducha y secarme, no quiero resfriarme y llevar estas pintas

Fruncí el ceño mirándolo, con una mirada cargada de culpa, aunque sólo duro unos segundos. Acto seguido mi rostro se dulcificó, tomando un cariz completamente diferente. Ya lo había perdona, y no iba a recordarle lo que había pasado hacia unos instantes, porque no era así. Aún así, hoy le enviaría alguna pulla como venganza, aunque fuese de broma.

- Vas a tener que decirme como te vas a vestir para la ocasión, antes de irnos del castillo. Ya sabes, quiero ir a tu altura para no llevarme a todas las chicas y dejarte a ti alguna.

Le guiñé un ojo. Sólo de pensar que podría perderme cosas como estas, estos momentos que teníamos, me entristecía y hacía que lo temiese. Ese era uno de los motivos por los que no podía enfadarme con él, era demasiado importante y valioso para mi.

- ¿Te parece si vamos un momento a nuestras salas comunes, nos duchamos y todo eso, vamos a comer y después ya vemos como hacemos para después?

Off: Chrissy! Si quieres contestar para cerrar hazlo o podemos dejarlo así xD Tu decide, en caso de que quede así mándalo a cerar *-* xD