¿Turno nocturno otra vez? (Victoire)

Dentro de todas las horas para estar metidos en un hospital, el turno nocturno es y será siempre el más pesado de todos. No solo por el cansancio de estar metido ahi cuando se suponía debías estar durmiendo, sino porque todos los pacientes parecían presentar problemas justo de noche, cuando habían menos medimagos y nunca en tu vida habías visto a esa persona, menos sabes de lo que tiene.

De todas formas había una hora donde esto se calmaba y parecía que todos dormian. Ninguna emergencia se presentaba y casi podrías quedarte dormido si te quedabas sentado en tu escritorio o en la sala de descanzo. Así que lo mejor era ir por una taza de café a la cafeteria. Asi que ahi me dirigi, sin demora y con un paso tranquilo mientras saludaba a mis colegas y las enfermeras del lugar. En el camino y atendiendo al que parecía un paciente frecuente, de esos hipocondriacos que llegan todos los días con algo nuevo, se encontraba Victoire. Sabía que vendría de noche, siempre me gusta verificar con quien comparto turnos, es bueno saber con quien contar. Me hice a un lado y la espere un segundo, conocía esa cara que ponía cuando ya estaba apunto de pasar al paciente con una enfermera, asi que me propuse que cuando acabara le invitaria a tomar un café conmigo.

Sin duda alguna este era el peor turno que se pudiera tener, el de noche. Odiaba dormir de día o en las mañanas para poder responder bien en la noche, hacia que me crecieran esas horrorosas bolsas bajo los ojos. Otra razón era que mi horario no coincidía con nadie de mi familia, lo bueno era que solo duraba unos días y los lapsos entre estos turnos eran muy distantes, lo malo eran los embarazos, enfermedades y otras excusas que los medimagos presentaban para escapar de este horario.

Cuando creí que ya tomaría un descanso, un hombre me detuvo tomándome del brazo buscando mi atención, fruncí el ceño volteando a ver de quien trataba y era ese hombre que venía todas las semanas por cada enfermedad que creía tenia, le sonreí por cortesía e intentando convencerlo de que podría mejorar con unos ejercicios, solo para evitar escribir alguna receta e indicarle alguna poción. Pero el insistió así que saque de uno de mis bolsillos un papelito y una lápiz de esos que usaban mas los muggles escribiendo ahí lo que debería darle la enfermera para que dejara de molestar. Alce mi vista buscando con la mirada alguna y cuando la divise, le entregue el papel y al hombre para que le diera algún zumo de frutas para tranquilizarlo.

"Pobre gente" Un suspiro escapa de mis labios y camino encontrándome con Erik unos pasos mas allá, le sonrió no tan cómoda pero de todas formas decido hablarle -que haces aquí?- Pregunto detendiendome frente a el -ya te desocupaste?-

Un colega paso por mi lado y le salude de pasada. Me invita a una reunión en su casa un dia de estos, solo un asado entre familia y amigos. Por supuesto dije que estaría, aunque seguramente el mismo dia o unos antes algo me pasaría y no podría ir. Era increible como las casualidades atentaban en contra de mi vida social.

No me di ni cuenta cuando Victoire llegaba a mi lado, pero ahi estaba frente a mi. Le sonreí de igual forma y alce mis cejas -la verdad pensaba invitarte a tomar un café conmigo- asenti cuando me preguntó si me desocupe y era verdad, no tendría que ver a mis pacientes nocturnos por al menos otra hora más, lo cual era completamente genial a estas horas cuando me serviria demasiado un cafe caliente y una conversación agradable -a menos que se presente una emergencia dispongo de bastante tiempo ocioso-. Todo se debía claramente a que era un trabajolico que jamas dejaba trabajo atrasado, cosa que mucho medimagos dejaban aprovechando estas horas nocturnas para ponerse al día. -¿Tienes tiempo o debes hacer algo?-.

Espero a que me preste atención, aunque tal vez hubiera preferido no lo hiciera este empleo era complicado, se tenía demasiado contacto entre sus trabajadores por los horarios que se pasaban juntos. Mordí mi labio escuchando su respuesta, y me habría gustado decir no, pero realmente quería un café -si, perfecto- indico apuntando hacia arriba de forma afirmativa a su invitación, probablemente era un error hablarse siquiera, pero era inevitable.

Indico hacia adelante para ir a los ascensores (?) y poder caminar hasta la cafetería ignorando la mirada de la gente que estuviera en el pasillo. Si me ponía a pensar en mi futuro, lo más indicado seria irse de ahí, no hablarle este hombre y nada, era una mujer comprometida y las cosas se habían estirado demasiado ya -estoy algo cansada- Comento para armar un tema, olvidando lo que recién pasaba por mi cabeza para ignorarle -con gusto no volvería luego- agrego pasando la lengua por mis labios en señal de sed.

Meto las manos a mis bolsillos recordando lo que hice una noche atrás, no había tenido la oportunidad de dormir y reponer el sueño luego de la celebración en la casa de los pelirrojos "vete de aquí" .

Caminé con Victoire hasta los ascensores. Sentía esa cierta incomodidad hacia mi persona, pero yo no estaba dispuesto a dejar que las cosas se pusieran raras, eramos amigos antes de cualquier cosa, y no por un error iba a dejar que esa amistad quedara en una incomodidad y un no verla nunca más.

Entramos en el ascensor que nos llevara hasta el piso de la cafeteria -¿mucho? ¿es que has hecho muchas cosas ademas del trabajo y tu novio?- siempre lamenté decir esa palabra, pero no evitaba decirlo. Sin duda ella sabía lo bella que es y yo se lo decía siempre también, pero también siempre estuve conciente de la relación con Lupin y de como yo no encajaba en su vida. Pero desde lo que pasó entre nosotros mis esperanzas habían renacido hasta un punto increible. Y aunque ambos habiamos declarado había sido una cosa del momento, y que debiamos hacer como si nunca había pasado, yo definitivamente no podía olvidarlo.

-¿Sabes que el otro día el señor Patterson no quería ser atendido por mi? Y a pesar que venía con un fuerte virus magico que hacía que su nariz se cayese cada vez que estornudaba, insistia en que no le atendiera yo... es lo más increible que me ha pasado en este hospital- le comente mientras saliamos ya del ascensor y caminabamos con tranquilidad hacia la cafetería.

Escucho lo que dice respecto a Ted y una sonrisa aparece en mis labios por su sola mención pero niego algo con mi cabeza, pues esa realmente no era una obligación. -honestamente creo que no es de tu incumbencia saber muchos detalles de lo que hago fuera del trabajo- Respondo como método de defensa para lo que implicaba el este ahí, aquí, frente a mi luego de las cosas que pasaron. Alzo mis cejas un poquito mirándole curiosa una vez que digo eso, para ver su reacción.

La incomodidad aumento una vez estábamos en el ascensor por lo estrecho, en el cual intente ni mirarlo para que no se notara la tensión que provocaba. Una vez fuera, casi solté un suspiro tranquilo, escuchando lo que me decía de un señor al que realmente no recordaba, par que andar con tonterías, jamás me acordaba de los nombres de los pacientes -cuál es ese?- "y ese ego" -tal vez consideraba que no eres un buen sanador- Agregue antes de que me respondiera, pero con malicia para que se le bajara ese ego que no demostraba tan típicamente como el resto.

La miro de reojo sorprendido por tal reacción y dureza de sus palabras -esta bien, pero antes soliamos hablar de esas cosas- dije mirandola confundido. Si ella había decidido hacer como que nada pasó, yo me comportaría asi también, como si nada hubiera cambiado.

Me sorprendiera que no supiera el apellido de su paciente selecto -el viejito ese que siempre anda regalandote flores y chocolate cada vez que le curas- llegamos a la cafeteria y pido dos cafe, ya sabía como lo tomaba Victoire asi que me tomé la libertd de ordenar por ella -ni el mejor medimago puede competir contra la belleza- dije con una media sonrisa. Sabía que estaba entrando en terreno delicado con esa declaración, pero ya no me importaba. Desde que nos conocimos dejé en claro que la consideraba una mujer hermosa y eso no iba a cambiar porque algo hubiese ocurrido entre los dos -pero en fin, el quería atenderse contigo y no había forma de explicarle que tu tenías turno diurno aquel día, fue terrible luego que su virus empeoró-

Sonrío de lado levantando un poco mis hombros porque a pesar de intentar ser como siempre, había algo que no me dejaba serlo. Le miro como para que capte que eso no será igual, pero sin querer decirlo para no darlo por confirmado. Escucho finalmente de quien se trata y sonrió al recordar de quien se trata -oh, sabes que nunca recuerdo los nombres- Menciono, después de todo para mi eran simples números, y mientras menos fueran para mi era mejor, no eran gente importante para mí.

Llegamos a la cafetería, esperando ordenara, pero sin sorprenderme pues no era el primer café que tomábamos juntos, aunque tal vez debería haberme sorprendido, pero ese tipo de detalles eran insignificantes para mi -tu soberbia es molesta- Digo cuando dice aquello de "ni el mejor medimago puede competir contra la belleza" ¿a caso insinuaba no era buena en lo que hacía? Tal vez no era un genio como él parecía ser, pero me esforzaba en hacerlo bien.

Tomo el café que me entregan y me muevo hasta alguna de las mesas del rincón, que siempre son mis favoritas -a veces, eres un verdadero idiota-

Tomé mi café agradeciendole con una sonrisa a la mujer que los entregaba. Caminando con Victoire hasta la mesa que yo sabía ella gustaba sentarse, hacia el rincón. Especialmente ahora que hacía frio era una buena decisión, menos corrientes de aire. -A mi me sigue asombrando como puedes tomarte a mal todas las cosas que digo a veces- afirmó convencido de aquello. No me molestó de hecho que me llamara idiota, había llegado a gustarme incluso que me dijera cosas así.

-Dije que eres hermosa- comenté sin mirarla a los ojos. No quería ver la furia de esta mujer desatada de repente sobre mi persona. Así que mi tecnica cuando decía algun halago era siempre cambiar el tema inmediatamente, sin darle tiempo siquiera contestar. -¿Leiste el profeta hace unos días? Creo que tu y tu familia tienen un bando en esto...-.

Muerdo mi labio cuando menciona aquello, volteando hacia otra mesa a mirar. Era inevitable decirle eso, sentía que asi esto era menos tenso. Despejo el cabello de mi cara cruzando mis piernas vuelvo mi vista a el para no responder a lo primero. Me arrugo viéndole mala forma cuando insiste en decirme aquello, y como me cambia el tema lo ignoro para contestarle a lo de antes -es por mi ascendencia, que lo digas no lo refuerza. Así que no necesitas decirlo Erik, hace parezcas mas tonto-

Sonrió amplio llevando el vaso a mis labios para darle un sorbo a mi café, y evitando el tema que quería comenzar, encogiéndome de hombros otra vez, como siempre hacia cuando no hablaría de algo. Paso la lengua por mis labios como si restos de mi bebida quedaran en ellos -Crees hago mal mi trabajo ¿?- Pregunto de pronto recordando lo anterior, después de todo no lo menciono y en cierta forma hería mi ego que dijera que si.

Me encojo de hombros, ya se me había costumbre decirlo, y no creo que podría tampoco. Estaba acostumbrado a decir la verdad -todos parecemos tontos...- la frase terminaba con 'en el amor' y quizas era cierto como aquella frase decía.

La observe seriamente, porque no me gustaba que me malinterpretara asi mis palabras, cuando no pretendí eso -claro que no, eres una excelente medimago y tengo la más alta opinión de ti y tu trabajo- acerqué la taza a mis labios, esperaba que con eso no tuviera ninguna duda acerca de la frase que malinterpreto -no se porque me preguntas si siempre he dicho que tu serás la unica medimago que me va atender por cualquier problema...-

Bebí otro sorbo de mi capuchino y mire a un lado. Pensando en que sino hablabamos de la noticia no sabia que podiamos hablar. Hubiera preferido que pudiera finjir mejor que nada había pasado, asi a lo mejor pdría recuperar a mi amiga de vuelta. Quizas debía ser yo quien obligara a que la relación volviera a su naturalidad -Rose me ha invitado a salir- comento despues de un rato de silencio. Ella era la nueva medimaga que había sido transferida desde italia.

Mi ego se compone algo cuando lo menciona, aun mas con lo segundo, pero sintiendo que no era por mi trabajo. Alejo un poco el bazo, cruzando mis brazos y colocándolos sobre la mesa, intentando no pensar en muchas cosas pero sin contenerme a responder -eso es porque no me ves como una compañera de trabajo- "vale, esta dicho ¿miento?" Estiro mis labios como mueca. Realmente no sentía me respetara por mi trabajo, por sus comentarios de la belleza que a veces me agotaban, no porque no me gustaran los cumplidos, sino mas bien porque venían de un colega de trabajo.

Lo siguiente mencionado me hace sentir un pequeño malestar pero mantengo mi sonrisa, aquella que puse hace un rato -me parece bien- Comento porque creo que es lo mejor, así el puede olvidar aquel error cometido en el pasado por mí. Error que me gustaría olvidar por no estar tan arrepentida como debería.

Tomo un sorbo de mi café mirando a unas personas que estaban tras de Erik, conversando quien sabe de qué cosa pero se veían tan relajados que les envidie. Esto que había aquí, jamás podría ser como eso otra vez, la amistad se había roto.

La miro fijamente, si ella sabía la verdad, no era necesario que yo escondiera lo que sentía. De cualquier forma estaba cansado de tener que esconderlo, venía haciendo eso desde el colegio, solo por la amistad que teniamos. -No... te veo como mi compañera de trabajo, el mayor problema es que no solo te veo como mi compañera de trabajo- la veía como algo más, especialmente ahora, no podía quitarme su olor de encima ni de mi cama.

Sonrei nada más porque sentía algo de rechazo ante sus palabras -¿no me darás alguna especie de consejo?- pregunté con intención de que le molestara. En alguna parte de mis pensamientos yo sentía que ya debía rendirme con este enamoramiento infructuoso, pero la otra parte decía que era imposible, que jamás sacaría a esta mujer de mi mente, menos ahora. Pero quería que con alguna de las dos opciones ella me ayudara a continuar.

Frunzo el ceño porque el se supone era el correctito que no debía mencionarlo siquiera, me acerco en la mesa bajando la voz solo para que el me oiga. Mas de mis labios no sale nada hasta al menos un par de minutos, en los cuales pasan tantas ideas por mi cabeza que no se bien que decir -eso fue un error- apelo, como si fuera mi única excusa para que el olvidara aquello que paso. Me aparto y pero sin quitarle la vista de encima, queriendo decirle tal vez algo mas pero reteniéndome.

-¿en serio quieres un consejo mío?- Pregunto sin creérmelo, después de lo que había dicho recién era raro. Bebo un sorbo como para evitar contestar en seguida pensando en que poder decirle, creyendo que tal vez no debería decir nada al respecto -creo que deberías darle una oportunidad- Digo sin sentirlo realmente, no entendía porque sentía que me molestaba un poco. Pero lo hacía, después de todo tampoco yo había olvidado todo.

Cuando se acerca así a mi por sobre la mesa, mi corazón comienza a acelerarse, obviamente recibiendo la idea incorrecta sobre esta acción. Por ese minuto solo puedo mirar sus labios y ojos de forma intercalada. Mi respiración comenzó a acelerarse levemente y considere en más de un segundo besar esos labios de ella, que se veían tan bien y besables todo el tiempo. La mitad del tiempo en que la miraba, mis pensamientos me enloquecian imaginando escenarios donde yo la tomaba en mis brazos y la besaba sin importarme nada.

Finalmente ella habló y todas las fantasias que se agolpaban en mi cabeza desaparecieron ante la cruel realidad. Asiento cuando me pregunta si quiero su consejo, y si lo quería, quería saber que pensaba, si quería ayudarme, si me ponía peros, si decía algo malo de ella, sobre todo lo ultimo. -Yo también... pero necesito ayuda en la conquista... porque aparentemente esa es mi falla ¿no?- pregunto directamente, ya que con ella supuestamente mi conquita falló.

Me echo hacia atrás apoyada en la silla mirándole a la lejanía, sonriendo un poco a su declaración pero sin entender a que venía -no creo que falle eso, ustedes los hombres solo deben hacerse los difíciles para que las mujeres anden atrás- digo relamiendo mis labios -tal vez deberías ser atento cuando la veas y sea evidente que la viste- Miro su pelo, viendo que físicamente era atractivo, tenía una mentón marcado y eso era atrayente siempre "si, eso me gusta" sin darme cuenta realmente de lo que hacía repaso sus facciones como si fuera un juez -tus labios siempre se ponen así en una sonrisa así como tierna- digo tocando las comisuras de mis labios como enseñándole "aunque la mirada es de un egocéntrico" Sonrió un poco pero dejo de hacerlo en seguida cuando caigo en cuenta "mierda".

-eso, no se que mas decir- Digo luego para ya callarme porque creo que no debía decir nada.

Escuché lo que decía pensando en que si eso requería de mi persona, probablemente yo no estaría en posición de hacerlo, nunca pude hacerme el indiferente con ella. Desde que la conozco la encuentro guapa y no puedo evitar decirselo. -¿Atento?- pregunté sin entender. Lo que no entendía era porque me ayudaba tanto, porque no era lo que quería, quería que se enojara, que dijera cosas malas de la mujer que le había mencionado y que le molestara también.

Luego algo cambio, me comenzó a observar de forma extraña, asi como en silencio y mirandome mucho, lo cual me causo algo de extrañeza. Y luego habló y me sacó una gran sonrisa de los labios por sus palabras. Incluso me hubiera sonrojado si mi cuerpo supiera realizar esa función, pero como me había acostubrado a elogios durante mi crecimiento el sonrojamiento no estaba en mi.

Lo mejor sería no decir nada, puesto que si hablaba luego ya no me hablaría de nuevo por incomodidad, pero lo que me dijo me hizo sentir bien, y mejor con respecto a esto. Aunque la sonrisa no podía ahora sacarla de mis labios -muchas gracias, ahora se exactamente que debo hacer- dije convencido. Le diría a Rose que no.

Asiento cuando pregunta -atento, pero en cosas cotidianas. En general con las mujeres, no con ella solamente- "si, sino se nota el interés enseguida" muerdo mi labio y desvió mi vista a mi café que aun esta medio lleno. Me siento un poco incomoda por lo que dije, no porque no fuera cierto sino mas bien porque esa sonrisa que puso me hizo pensar que realmente se pasa películas. Niego mentalmente porque tal vez solo eran ideas mías y el solo era un hombre de esos que luego de que pasaban las cosas se dejaban de molestar.

Sonrió un poco porque dice que me hará caso, sin entender realmente que se refiere a lo que lo hace. Muerdo mi lengua por un pequeño malestar al pensar en que saldrá con Rose, si yo soy mil veces mejor "mierda Victoire" frunzo el ceño sin evitarlo -y alguna novedad en tu turno?- Pregunto para cambiar de tema (¬¬) porque me ponía un poco nerviosa ya con esto, lo que sin duda era culpa de Lupin por no verlo, me confundía con cualquiera.

Sonrio un poco, pero sin saber que más decir. Así que me mantengo en ese punto anterior que no me dejó completamente claro -¿crees que no soy atento?- pregunté con interés en su respuesta. Después de todo, yo siempre era el queme ofrecia a tomar los turnos nocturnos para que todos tuviesen una vida. Además de ser trabajolico.

Me encoji de hombros con su pregunta. El noche había comenzado tranquila en su mayoria, uno de sus pacientes presentó una complicación -la verdad es que nada fuera de lo normal, he de admitir que he tenido turnos más divertidos- bebi un poco de mi café, porque ya sentía que se le iba el calorcito -¿que me dices tu? ¿algo digno de mencionar?-

Hago una mueca cuando insiste en ello y me encojo, zanjando el tema. No es que no fuera atento, tal vez lo era pero yo no lo notaba, así que evito responder porque ni yo me entiendo bien.

Paso mi dedo por el borde de mi taza con el café pensando pero sin dejar de prestarle atención -igual, aburrido. No me gusta este turno tampoco- "pero las excusas para faltar todos las ponen" suspiro porque eso es realmente molesto y de verdad no me gusta nada, pero si ellos no hacen su trabajo alguien debe hacerlo ¿no? Miro nuevamente a Erik sonriendo algo -a ti te encanta, si pudieras vives aquí no?- Pregunto pero no en relación al hospital, sino a lo que hacemos todos los días. -yo me canso rápido- confieso estirando de mas mis labios, como cuando se lanza un beso.

Llevo mis manos a mis bolsillos buscando algo para amarrarme el pelo, porque me dio un poco de calor aquí en la cafetería. Me hago un moño ni tan alto ni tan abajo para despejarme la cara y vuelvo a beber de lo último que le queda a mi taza.

Cuando declaro que no le gustaba estar en este turno sacó una sonrisa de mi rostro. Era como la opinión de cada sanador del mundo. El turno nocturo es el más odioso de todos -solo son unos días y ya luego vuelves a tu turno diurno- al contrario de mi, que era conocido por llevar los turnos nocturnos más tiempo que los turno diurnos. Aunque si debía tener, por cosa de contrato y leyes mágicas.

-De hecho me compre una casita cruzando la calle- bromee completamente de forma casual, asi como antes con ella. La verdad es que aun vivia en un departamento arrendado, el cual se me haría pequeño ahora que viviriamos con Anto ahi -me recuerdas que tengo que comprar una casa en algun buen barrio, ojala sin muchos problemas- lo decía más bien por los enfrentamientos. Como neutral ni siquiera me gustaba meterme mucho, menos estar cerca de ningun bando. Me quedé mirando como estiraba sus labios, cada vez que hacía esa mueca pensaba para mi mismo que le robaría un beso, pero había tanta gente aquí que seguro me daba una cachetada. Cuando me miró me puse tan nervioso por quedarme observandola que estire mis pies por debajo de la mesa, golpeando levemente los suyos. -Perdon Vic... disculpame, te hice daño?-

-es cierto, pero es agotador- Me quedo viéndole par que no crea que no le presto atención, aun cuando termino mi café. La situación era tan extraña, lo que me provocaba él era extraño. Llevaba tiempo junto a Ted que nunca me detuve siquiera a pensar en otra persona u otra relación, aunque no hubieron muchos antes de él. Ahora estaba este Erik que me hacia sonreír por querer, no por intentar ser cortes, me enfermaba si cuando comenzaba con sus halagos porque me ponía nerviosa. Sin duda, tantos años con Ted estaban desgastando la relación, pocas cosas podían sorprenderme de él.

Juego con mis dedos sobre la mesa sintiendo que me golpea bajo la mesa y niego con mis propias manos para que se relajara si no me había hecho nada más que sacarme de mis cavilaciones -no pasa nada, no me dolió- Respondo por lo afligido que parece.

Erik fue la primera y última infidelidad que había tenido para con Lupin, y no pensaba repetirlo, cuando paso fue solo cosa por unas copas de más. Yo era fiel, siempre en todas mis relaciones me paso algo similar, ahora me sentía presionada porque no lograba sentir aquel grado de culpabilidad que debería -¿tu estas arrepentido?- Pregunto de golpe, nuevamente sin pensármelo antes.

Hice una mueca grande con mi boca, a veces me comportaba tan estupidamente cuando estaba con esta chica que era tan obvio que me atraía. Nunca cometía errores, siempre estaba pendiente de hacer las cosas tan perfectas o correctamente. Pero parecía que yo perdía mi centro. Quizas fuese su ascendencia veela, como ella decía, pero honestamente yo lo dudaba. En esta mujer habia mucho más que solo su imagen, era toda ella que me causaba cosas que nunca pude sentir por ninguna otra y me dolía enormemente no poder hacer nada porque su vida ella la tenía definida con otro hombre que no era yo.

-No me arrepiento- dije inmediatemente cuando preguntó. Sabiendo a que se refería, yo no necesitaba explicación en este asunto. Bajé la mirada porque era complicado asumir algo así, en frente de ella, que seguro diría que se arrepentía. O al menos eso me ha dado entender desde que pasó. Pero no quería saber su opinión, no queria escuchar de sus labios un 'que ella si'.

Paso mi índice por mis labios por hacer algo y no quedarme quieta, mirando a Erik sin despegar mi vista de él. No podía evitar compararlo con Teddy y encontrar cosas que mi prometido no tenía en él, así como también pensando que le faltaban otras; pero había algo que me encantaba en mi colega de trabajo y era la tensión que había entre ambos, ese ambiente que solo está en los primeros meses de una relación, que muere con los años "mierda, deja de pensar tantas tonteras" Frunzo el ceño cuando lo veo bajar la cabeza, aprovechando ese momento para que no notara que pensaba cosas y se pasara 'películas'.

-hey - susurre llamando su atención y le regale una sonrisa, por un lado sentía que esto podría ser un buen recreo, tal vez de esta forma volvería a sentir todo lo que sentía antes por mi castaño, y así dejar de pensar en otros hombres.

-estoy comprometida- digo con claridad para que no lo olvide, porque tampoco me gustaría jugar con él, si yo tenía que escoger a alguien, era claro que no sería él el escogido -por eso no se puede- Digo excusándome, en cierta forma, solo necesitaba que el dijera no le importaba para ceder "Merlín me perdone si hago algo" pero siempre era tan correcto, que dudaba ciertamente fuera a ceder a algo así, no por como era

Levante mi vista cuando me llamo con ese simple hey, pero su sonrisa no me relajo. Siempre te sonrien o son buenas contigo cuando te van a rechazar. A todos los hombres nos ha pasado algo asi y miente el que diga que no. Escuche lo que decía y a pesar de tener eso muy claro solo podía pensar en el error que estaba cometiendo. Porque tendría que haberse fijado en mi primero.

-Estoy conciente de ello y creeme que te respeto lo suficiente- y aun así me importaba un atado de zanahorias si ella se me acercaba a mi, me olvidaría de eso en un instante. Puse ambas manos sobre la mesa y me acerqué levemente a ella, como para poder hablar más bajo -me atraes, y lo que pasó entre nosotros solo hizo que lo notaras tu también, jamas dije nada por nuestra amistad- le confesé -porque no quiero perderla, pero no me arrepiento de lo que paso y por mi, que pasara cuantas veces pueda-