Creo que conozco esa musica {Stefan Dunst}
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Creo que conozco esa musica {Stefan Dunst}
Jueves 18 de Septiembre / Tarde post clase / Brisa suave
Las clases habian terminado y yo tenia una meta muy clara por alcanzar: Quidditch. Fue por ello que despues de Transformaciones fui a mi Sala Comun para ponerme mi traje de entrenamiento y agarrar mi escoba que me llevaria a ganar el Campeonato.
Ese año la competencia tenia un gran giro. Dos equipos mas se unian, y no conocia el modus operandi de ninguno de ellos. Quizas traerian tacticas complejas que nos pondrian en desventaja, y lo que no podia permitir era que unos extranjeros nos ganaran en nuestra cancha. ¡Eso era insoportable!. Asi que habia decidido de forma unilateral que practicaria nuevas tecnicas que luego le enseñaria al equipo. Habia pensado decirle a Addy, Scor u Albus que me ayudaran, pero los tres tenian esa maldita clase de duelo en la cual yo no asistia. Pero no importaba, podia hacer eso sola. Al menos seria mas facil autocriticar mi trabajo, ya que era intolerante a las criticas ajenas.
Con la escoba en mi mano subi por las escaleras hacia el primer piso. Un par de niños de segundo me quedaron mirando y escuche como uno le dijo al otro: "Cassandra Nott, la niña mas linda que he visto". Sonrei por el comentario, pero no le hice mayor caso. Siempre ese tipo de cosas me daba risa.
Las clases habian terminado y yo tenia una meta muy clara por alcanzar: Quidditch. Fue por ello que despues de Transformaciones fui a mi Sala Comun para ponerme mi traje de entrenamiento y agarrar mi escoba que me llevaria a ganar el Campeonato.
Ese año la competencia tenia un gran giro. Dos equipos mas se unian, y no conocia el modus operandi de ninguno de ellos. Quizas traerian tacticas complejas que nos pondrian en desventaja, y lo que no podia permitir era que unos extranjeros nos ganaran en nuestra cancha. ¡Eso era insoportable!. Asi que habia decidido de forma unilateral que practicaria nuevas tecnicas que luego le enseñaria al equipo. Habia pensado decirle a Addy, Scor u Albus que me ayudaran, pero los tres tenian esa maldita clase de duelo en la cual yo no asistia. Pero no importaba, podia hacer eso sola. Al menos seria mas facil autocriticar mi trabajo, ya que era intolerante a las criticas ajenas.
Con la escoba en mi mano subi por las escaleras hacia el primer piso. Un par de niños de segundo me quedaron mirando y escuche como uno le dijo al otro: "Cassandra Nott, la niña mas linda que he visto". Sonrei por el comentario, pero no le hice mayor caso. Siempre ese tipo de cosas me daba risa.
Sali hacia el jardin, y aun habiendo arboles en el camino, me subi sobre mi escoba y me puse a volar. El aire golpeaba mis mejillas y me hacia sonreir. Amaba el aire frio y la sensacion de libertad que me brindaba el vuelo. Solo ahi era completamente yo: sin ataduras, sin preocupaciones, sin personas que me amarraran. El cabello recogido en una cola llevaba a que el frio se colara por mi cuello. esa sensacion me daba cosquillas, y rei sola en el aire, notando como pronto llegaba a la cancha de Quidditch que estaba vacia. En una hora mas Ravenclaw iria a entrenar.
Cerre los ojos y comence a dar vueltas en circulo sobre la cancha. Conocia ese estadio de memoria, y estaba segura que no chocaria ni aun con los ojos cerrados. Pero entonces oi algo anormal. Una melodia. Un rasgar de guitarra. Habia oido eso alguna vez... un verano hace dos años. Abri mis ojos y los fije en una de las gradas. Abri mi boca del asombro e incline mi escoba para acercarme. Stefan Dunst estaba ahi.
- Vaya, vaya- dije aun flotando en el aire. Un mecho de mi cabello se habia escapado, y lo tuve que correr de mi rostro con mi mano para poder ver-. ¿Desapareces un año y apareces en mi cancha de Quidditch?. Deberias pensar en volver a desaparecer, Stefan- dije de forma hostil pero con una sonrisa amable. La verdad es que tenia unas enormes ganas de golpearlo, pero arriba de la escoba me arriesgaba a caer. Y golpear a Stefan no valia un accidente... al menos no por el momento.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Re: Creo que conozco esa musica {Stefan Dunst}
El profesor dio su última latera charla sobre lo que habían pasado durante la clase por lo que hice como si prestaba atención mientras que mi mente comenzaba a pensar en cualquier otra cosa que no fuera la estúpida forma de enseñanza que se impartía en ese castillo, era increíble lo mucho que extrañaba mi colegio, mis amigos, mi ambiente… en fin, todo. Bostecé disimuladamente para que no me reprendiera y apenas las palabras de que se había terminado la clase retumbaron en el aula me paré del pupitre sin siquiera decirle a Caroline que no me esperara para cenar, últimamente no había conversado mucho con mi hermana y era netamente porque ya quedaban sólo días para que se cumpliera un año del accidente que habíamos tenido rumbo a las cabañas en Noruega, el domingo recién pasado se habían completado once meses y el dolor seguía latente como si hubiese sido ayer, no quería llevar a mi hermana a esa depresión, no ahora que me había contado que estaba comenzando a ver la vida diferente después de que una “simpática, tierna y muy guapa chica” le estuviera ayudando a enfrentar su miedo a las alturas dándole pequeñas clases de vuelo, estaba seguro que era cuestión de días antes de que mi hermana comenzara a hacerse la celestina y me quisiera juntar con dicha joven, pero no era algo que realmente me preocupaba.
Caminé rápidamente hacia el barco para poder llegar a mi sala común, tomar mi guitarra e instalarme en el lugar más solitario que tuviera el colegio a esas horas, por lo general en mi escuela ese lugar era el lago, sin embargo en Hogwarts el hecho de que nosotros tuviéramos el barco allí ya no lo hacía un lugar en el cual se pudiera estar completamente tranquilo. Lentamente me dirigí hacia el campo de quidditch en dónde me senté en una de las bancas de abajo mientras le quitaba la funda al único amor que realmente tenía. Después del accidente había pasado ocho meses en terapia intensiva con mi brazo derecho, lo que me había imposibilitado el poder tocar aquel instrumento y aún lo hacía, según la medimaga mi brazo aún no se recuperaba del todo así que la guitarra estaba descartada hasta por lo menos un mes más, pero ya no aguantaba un minuto más sin mi preciada compañera, necesitaba expresarme a través de la música… necesitaba desahogarme y así tuviera que pasar otro mes más en terapia tenía que tocar.
Deslicé mi mano “mala” lentamente por las cuerdas mientras que la izquierda me daba tres notas de forma pausada, esa melodía era muy típica en mí, la gente que me conocía bien sabía que era una de mis favoritas y que sólo la tocaba cuando buscaba desahogarme, sin embargo mi momento de relajo se vio interrumpido por una voz, cara y cuerpo demasiado familiar. Mi mirada se calvó en el rostro de aquella chica que me había robado el aliento con tan solo una mirada hace dos veranos atrás provocando que casi la guitarra se me cayera de las manos, afortunadamente mis reflejos eran demasiado buenos, por algo me había ofrecido ser el buscador del equipo de quidditch en más de una oportunidad, por lo que mi ex – novia no se dio cuenta en lo absoluto – Cassandra – contesté de forma neutral con mi marcado acento ruso, algo totalmente opuesto a como realmente me sentía, pues era consciente que si el catorce de octubre no hubiese existido en mi vida, lo más probable era que nuestro contacto jamás se hubiese quebrado - Por si no te has enterado no tengo ningún otro lugar a donde ir - bromeé encogiéndome de hombros dedicándole una de mis anteriores sonrisas, además si era totalmente sincero odiaba estar en ese lugar. - De todas formas no me esperaba un recibimiento tan... distante por tu parte - dejé que mis dedos volvieran a deslizarse por la guitarra, pero esta vez dándome las notas de la primera canción que bailamos en aquella fiesta.
Caminé rápidamente hacia el barco para poder llegar a mi sala común, tomar mi guitarra e instalarme en el lugar más solitario que tuviera el colegio a esas horas, por lo general en mi escuela ese lugar era el lago, sin embargo en Hogwarts el hecho de que nosotros tuviéramos el barco allí ya no lo hacía un lugar en el cual se pudiera estar completamente tranquilo. Lentamente me dirigí hacia el campo de quidditch en dónde me senté en una de las bancas de abajo mientras le quitaba la funda al único amor que realmente tenía. Después del accidente había pasado ocho meses en terapia intensiva con mi brazo derecho, lo que me había imposibilitado el poder tocar aquel instrumento y aún lo hacía, según la medimaga mi brazo aún no se recuperaba del todo así que la guitarra estaba descartada hasta por lo menos un mes más, pero ya no aguantaba un minuto más sin mi preciada compañera, necesitaba expresarme a través de la música… necesitaba desahogarme y así tuviera que pasar otro mes más en terapia tenía que tocar.
Deslicé mi mano “mala” lentamente por las cuerdas mientras que la izquierda me daba tres notas de forma pausada, esa melodía era muy típica en mí, la gente que me conocía bien sabía que era una de mis favoritas y que sólo la tocaba cuando buscaba desahogarme, sin embargo mi momento de relajo se vio interrumpido por una voz, cara y cuerpo demasiado familiar. Mi mirada se calvó en el rostro de aquella chica que me había robado el aliento con tan solo una mirada hace dos veranos atrás provocando que casi la guitarra se me cayera de las manos, afortunadamente mis reflejos eran demasiado buenos, por algo me había ofrecido ser el buscador del equipo de quidditch en más de una oportunidad, por lo que mi ex – novia no se dio cuenta en lo absoluto – Cassandra – contesté de forma neutral con mi marcado acento ruso, algo totalmente opuesto a como realmente me sentía, pues era consciente que si el catorce de octubre no hubiese existido en mi vida, lo más probable era que nuestro contacto jamás se hubiese quebrado - Por si no te has enterado no tengo ningún otro lugar a donde ir - bromeé encogiéndome de hombros dedicándole una de mis anteriores sonrisas, además si era totalmente sincero odiaba estar en ese lugar. - De todas formas no me esperaba un recibimiento tan... distante por tu parte - dejé que mis dedos volvieran a deslizarse por la guitarra, pero esta vez dándome las notas de la primera canción que bailamos en aquella fiesta.
Stefan V. DunstDURMSTRANG - Mensajes : 189
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Fecha de inscripción : 01/04/2011
Re: Creo que conozco esa musica {Stefan Dunst}
Mis ojos se posaban en la figura de Stefan. Vi que le sorprendio mi aproximacion, asi como el tono de mi voz aquella vez que nos conocimos. Verlo con la guitarra me traslado a esa fiesta, donde despues de ser presentados nos pusimos a charlar. Yo le sonreia, escuchando su acento fuerte que me parecia terriblemente varonil, igual que en ese momento. Sus ademanes eran caballerescos, pero con una sensual brutalidad. Nunca antes un chico me habia tratado asi, como si no se intimidara del todo con mi presencia. Sus ojos azules me cautivaron, pero lo que mas me llamo la atencion de el fue escucharlo rasgar la guitarra cuando nos escapamos a la Sala de Musica de la Mansion. A esas notas, las mismas que habia tocado hace unos instantes, la acompaño mi voz que solia mantenerla escondida. Con el me abri en ese momento a pesar de que era un completo extraño. Quizas fue eso lo que mas me dolio cuando desaparecio de un dia para otro. Le habia dado un golpe de indiferencia a mi interes, y mi orgullo herido aun no aceptaba del todo ello, sin importar que ya hubiese pasado tanto tiempo.
Aterrice del todo en el suelo y escuche como pronunciaba mi nombre. Me hacia sentir una Zarina Rusa al escuchar la erre tan remarcada salir de sus labios. Deje mi escoba apoyada en las gradas y me quite el elastico que sujetaba mi cabello en una cola de caballo, permitiendo que mis ondas doradas cayeran tras mi espalda y sobre mis hombros-. Oh, lamento si te lastime- dije con un tono teatrero posando una de mis manos sobre mi boca abierta. Verlo ahi me hacia recordar, y ello provocaba que no se me olvidara su ausencia tan extraña. Me acerque un poco a el y en un movimiento coqueto me incline y acaricie su rostro. Sus facciones estaban mas marcadas, como todo chico que comenzaba el proceso de la adultes, y en su barbilla habia una incipiente barba que produjo cosquilla en las yemas de mis dedos-. No te imaginas cuanto te eche de menos. Soñe contigo todas las noches hasta hoy- mi voz sono aterciopelada y susurrante. Mis ojos estaban serios clavados en los suyos, mientras mi mano bajaba de su pomulo hasta su mandibula, soltandolo del todo. Entonces una sonrisa burlona se dibujo en mis labios y alce la ceja derecha sin dejar de mirarlo-. ¡Ja! No creo que te merezcas una mejor bienvenida, Dunst- dije ahora con reproche-. ¿O acaso te mereces un trato especial?- le pregunte manteniendo esa cercania. Ahora queria intimidarlo. Queria que se comportara como todos los chicos. Deseaba que pasara a ser uno mas, y asi nunca nadie sospechara que algo habia pasado entre nosotros-. Porque te podria decir que me debes una explicacion, pero a esta altura, despues de tanto tiempo, no quiero escuchar alguna respuesta insulsa sin contenido. Asi que no veo el porque deberia darte una bienvenida mas calida- finalice diciendole sin dejar de escudriñar su rostro. Aunque queria saber que habia pasado, no estaba del todo segura si su respuesta me iba a gustar. Por culpa de Stefan ya me habia sentido lo suficientemente estupida una vez. No iba a permitir que eso se volviera a repetir. Menos ahora que andaba en un estado de animo algo... peculiar.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Fecha de inscripción : 19/03/2011
Localización : En un lugar que nunca adivinarás
Re: Creo que conozco esa musica {Stefan Dunst}
Sus pies tocaron el suelo provocando que sus pasos se dirigieran hacia donde me encontraba, sólo un peldaño de la galería más alto que ella, con la guitarra aún entre mis manos pero sin hacer ningún movimiento provocando que no existiera más sonido entre nosotros que el de nuestras voces, no quería que nada interrumpiera el recuerdo de su dulce voz cantando, bromeando, riendo junto a la mía, todo lo contrario a la Cassandra que se estaba mostrando ahora ante mis ojos, la verdad era que prefería quedarme con el recuerdo de la anterior, pero seguía sin entender el por qué de ese comportamiento tan frío y distante, sabía que no había podido mandarle ninguna carta luego de marcharme, pero eso había sido netamente porque el primer mes estuve demasiado ocupado con el inicio de clases y antes de que pudiera normalizar las cosas en Noruega, estuvo el problema del accidente, no creía que ella lo supiera por obvias razones, pero tampoco podíamos decir que hubo demasiado interés de su parte, pues ninguna carta por parte de ella llegó a mis manos durante todo el año pasado.
Sus palabras cargadas de sarcasmo provocaron que mi ceño se frunciera ligeramente, sin embargo se disolvió de inmediato al sentir como su mano acariciaba mi mejilla, no podía afirmar que era inmune a su tacto, las ganas de cerrar los ojos y disfrutar de mejor forma de su mano en mi rostro me estaban carcomiendo por dentro, pero en vez de eso lo único que hice fue clavar mis ojos en los azules de ella mientras trataba de descifrar su hostilidad hacia mi persona - No se si especial sea la palabra, mi Zarina, pero de seguro uno más cordial que la que me estás dando - comenté nombrándola como lo había hecho durante todo el verano y cómo lo seguiría haciendo hasta que mis días acabaran, ella siempre sería una Zarina ante mis ojos, pues poseía todo lo que se necesitaba para ser parte de la realeza de mi país, y eso para mi que era un amante de Rusia, era el mejor de los cumplidos que le podía dedicar a una mujer.
Con algo de gracia pude notar como la rubia quería intimidarme mientras que sus ondulados cabellos danzaban al compás de la suave brisa que nos rodeaba a esa hora de la tarde, sin embargo en vez de intimidarme una sonrisa como las que solía dedicarle, lentamente sujeté con una sola mano mi guitarra mientras tomaba con la otra una de sus manos para llevar su dorso hacia mi boca depositando un suave beso aprovechando que ahora le tenía frente a mí y no a varios metros de altura por encima de mi cabeza - A diferencia tuya, yo sí me alegro de verte, mi zarina. - solté su mano lentamente sin dejar de mirarla - y, como bien dices, después de un año es ridículo pedir explicaciones así que tampoco te las pediré, sin embargo siento que mereces una disculpa por no haber mandado una carta cuando aún podía, pero entiendo si tu crees que no debes hacerlo por no haberlas mandado tampoco, mal que mal no tenemos la misma crianza - mi voz con su típico acento sonó calmada en todo momento, no me gustaba que mis emociones guiaran mis actos, al menos no cuando estaba en presencia de una dama como Cassandra.
Sus palabras cargadas de sarcasmo provocaron que mi ceño se frunciera ligeramente, sin embargo se disolvió de inmediato al sentir como su mano acariciaba mi mejilla, no podía afirmar que era inmune a su tacto, las ganas de cerrar los ojos y disfrutar de mejor forma de su mano en mi rostro me estaban carcomiendo por dentro, pero en vez de eso lo único que hice fue clavar mis ojos en los azules de ella mientras trataba de descifrar su hostilidad hacia mi persona - No se si especial sea la palabra, mi Zarina, pero de seguro uno más cordial que la que me estás dando - comenté nombrándola como lo había hecho durante todo el verano y cómo lo seguiría haciendo hasta que mis días acabaran, ella siempre sería una Zarina ante mis ojos, pues poseía todo lo que se necesitaba para ser parte de la realeza de mi país, y eso para mi que era un amante de Rusia, era el mejor de los cumplidos que le podía dedicar a una mujer.
Con algo de gracia pude notar como la rubia quería intimidarme mientras que sus ondulados cabellos danzaban al compás de la suave brisa que nos rodeaba a esa hora de la tarde, sin embargo en vez de intimidarme una sonrisa como las que solía dedicarle, lentamente sujeté con una sola mano mi guitarra mientras tomaba con la otra una de sus manos para llevar su dorso hacia mi boca depositando un suave beso aprovechando que ahora le tenía frente a mí y no a varios metros de altura por encima de mi cabeza - A diferencia tuya, yo sí me alegro de verte, mi zarina. - solté su mano lentamente sin dejar de mirarla - y, como bien dices, después de un año es ridículo pedir explicaciones así que tampoco te las pediré, sin embargo siento que mereces una disculpa por no haber mandado una carta cuando aún podía, pero entiendo si tu crees que no debes hacerlo por no haberlas mandado tampoco, mal que mal no tenemos la misma crianza - mi voz con su típico acento sonó calmada en todo momento, no me gustaba que mis emociones guiaran mis actos, al menos no cuando estaba en presencia de una dama como Cassandra.
Stefan V. DunstDURMSTRANG - Mensajes : 189
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Fecha de inscripción : 01/04/2011
Re: Creo que conozco esa musica {Stefan Dunst}
Zarina salio de sus labios y no pude evitar que una sonrisa se posara en los mios. Estaba molesta, no lo podia negar, pero tampoco podia negar que me encantaba su voz. Escucharlo era como transportarme al pasado, cuando la vida era menos complicada y no sentia tantas murallas cortandome el camino. Extrañamente mis padres nunca objetaron de que me viera con Stefan, pues, a pesar de que yo creia que nadie se habia dado cuenta, mi madre resulto mucho mas observadora de lo que pense. De eso me entere meses despues, cuando durante el ataque a Durmstrang mi madre me pregunto si habia sabido algo de el. Yo solo respondi con un abismante silencio. Curiosamente el habia sido la primera persona que habia pasado por mi cabeza cuando supe de dicho suceso. No conocia a nadie mas de Durmstrang, y por ello no tenia nadie en especial en quien preocuparme. Sin embargo la imagen de Stefan fue lo que vi cuando me relataron lo acontecido, y casi me arriesgo a preguntarle a alguien si habia sabido algo de el. ¿Pero a quien?. Nada nos unia. Nada despues de que desapareciera sin dejar ni un maldito rastro.
Sus manos masculinas y fuertes se dividieron, una para tomar su guitarra, y la otra para tomar mi mano a la vez. Poso un beso en ella tal como aquella vez que se habia presentado, y casi me parecia ver al chico de quince años que me habia pedido bailar. Sus ojos clavados en los mios no dejaron de observarme mientras daba un extraño discurso. Alce una ceja sin interrumpirlo y apoye una de mis manos en mi cadera, a la vez que con la otra jugueteaba inconscientemente con la punta de mi cabello-. ¿Mientras podias?- pregunte en un tono bajo, sin comprender-. ¡¿Y como que no te escribi?!. Admito que solo fueron tres cartas, pero no me gusta andar de estupida por la vida- dije en un tono de reclamo, alzando la voz y elevando el menton. Lo que me faltaba era que ahora el me reclamara algo, cuando yo, como toda una quinceañera ridicula, le habia escrito para no perder el contacto. Al terminar el verano no quedamos en nada, ni que si ni que no, yo no le pedia un compromiso, y el a mi tampoco; pero despues de todo lo vivido- como lo intensos que pueden ser esos amores de verano- esperaba que al menos pudieramos ser amigos. Al final Stefan se habia transformado en el unico chico que conocia una parte muy oculta de mi. Aquella donde si podia ser una niña que se encantaba con un niño. Algo que hasta conocerlo se habia mantenido en el mas profundo secreto.
- El unico que no escribio fuiste tu- mi tono esta vez fue mas serio y cruce mis brazos sobre mi pecho-. Y aun asi tienes el descaro de llamarme MI Zarina- recalque la posesion de la frase porque eso era algo que me molestaba. Cualquier cosa que significara posesion me era extraña. Rodee los ojos y emane un suspiro, dejando caer mis brazos a mis lados y relajando mi semblante. Estaba actuando como a alguien a quien le importaba mucho lo que habia sucedido, y no me gustaba la idea de que Stefan se diera cuenta de esa situacion-. Bueno, de todas maneras me alegro de saber que no fuiste dañado en el ataque a Durmstrang- le dije buscando relajar el ambiente y mi tensedad. Si seguia reviviendo los recuerdos la rabia se acrecentaba-. Asi podre hacerte pagar por tu descuido- agregue con una sonrisa picarona y retomando la pose de chica intimidante, segura de si misma y con un toque de narcisa. No era buneo dejar a conocer aquellas pequeñas heridas que los años nos iban causando. Aun menos cuando podian ser usadas en tu contra.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Fecha de inscripción : 19/03/2011
Localización : En un lugar que nunca adivinarás
Re: Creo que conozco esa musica {Stefan Dunst}
Mi ceño se frunció y un ligero enojo comenzó a formar parte de mi estado anímico, al parecer mi Zarina no sólo me estaba tratando más hostil que de costumbre, sino que ahora también se había vuelto algo mentirosilla porque decir que le había mandado tres cartas era salirse demasiado sin contexto. Alzando mis cejas y haciendo una ligera mueca de disgusto dejé mi guitarra a un lado para apoyar ambos brazos en mis piernas y juntar mis manos mientras que mi torso se inclinaba un poco hacia delante - Tal vez tu lechuza no está bien amaestrada, cariño, porque no sé de qué cartas me estás hablando - mis ojos la penetraron cual glaciar, odiaba las mentiras más que cualquier otra cosa, una cosa era que ocultara mis emociones, pero otra muy distinta era que comenzara a mentir a viva voz sobre lo que hacía o no hacía, mis padres jamás me habían inculcado ese tipo de valores. - Y a lo que me refería con lo de "mientras podía" era que, como supongo no sabías, un mes después de que nos separáramos tuve un ligero... accidente en el cual mi mano derecha fue la que salió más afectada, de hecho aún sigo en tratamiento, pero puedo escribir hace unos dos meses, por orden médica no puedo hacer nada más que escribir, sin embargo puedo dar fe que eres una de las pocas que entiende que sin mi guitarra no funciono - mi mirada se desvió de la de ella al recordar parte del accidente, se cumpliría un año en cuestión de días y aún todo seguía latente en mi memoria como si fuera ayer - pero no soy de los que me gusta dar excusas, no te escribí y punto, así que acepto las consecuencias - lentamente me levanté y comencé a caminar hacia ella, a pesar de todo no me gustaba estar en relación hostil con ella, no después de lo que habíamos vivido.
Una sonrisa cargada de intención salió de mi boca ante su evidente reproche - siempre serás mi Zarina, Cassandra - en el momento en el que llegué a su lado una mano se dirigió a su rostro para poner un rebelde mechón de cabello por detrás de su oreja con el fin de observar su perfecto rostro - te guste o no, me hables o no, te tenga lejos o mi lado... nunca dejarás de serlo y lo seguiré diciendo hasta que mis cuerdas vocales dejen de funcionar - acaricié suavemente su mejilla para luego retirar mi mano y meter ambas dentro del bolsillo de mi pantalón de colegio - ¿Por qué no me cuentas de ti en vez de ser tan hostil? Supongo que ya tienes novio - las palabras salieron como si no tuvieran la mayor importancia para mí, sin embargo estaba más que curioso por saber, ella había sido la única mujer que había tomado en serio en mi vida, sería inconsecuente decir o actuar como si no me importara en lo absoluto, y la inconsecuencia tampoco era algo que me gustara ejercer.
Una sonrisa cargada de intención salió de mi boca ante su evidente reproche - siempre serás mi Zarina, Cassandra - en el momento en el que llegué a su lado una mano se dirigió a su rostro para poner un rebelde mechón de cabello por detrás de su oreja con el fin de observar su perfecto rostro - te guste o no, me hables o no, te tenga lejos o mi lado... nunca dejarás de serlo y lo seguiré diciendo hasta que mis cuerdas vocales dejen de funcionar - acaricié suavemente su mejilla para luego retirar mi mano y meter ambas dentro del bolsillo de mi pantalón de colegio - ¿Por qué no me cuentas de ti en vez de ser tan hostil? Supongo que ya tienes novio - las palabras salieron como si no tuvieran la mayor importancia para mí, sin embargo estaba más que curioso por saber, ella había sido la única mujer que había tomado en serio en mi vida, sería inconsecuente decir o actuar como si no me importara en lo absoluto, y la inconsecuencia tampoco era algo que me gustara ejercer.
Stefan V. DunstDURMSTRANG - Mensajes : 189
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Fecha de inscripción : 01/04/2011
Re: Creo que conozco esa musica {Stefan Dunst}
La mirada que Stefan me dirigió no me gustó nada. Sus ojos azules parecieron hielo y a ello enarqué una ceja, confundida. La que debía estar molesta era yo, no él. Yo había sido la que nunca había recibido respuesta y la que las había quedado esperando como idiota-. Mi lechuza no...- iba a reprocharle, pero sus palabras me interrumpieron. Me habló de un accidente del cual yo no había tenido idea. Mi mirada viajó inmediatamente a su mano y recordé lo mucho que a Stefan le gustaba tocar guitarra. De seguro estar sin poder tocar era el peor de los castigos para él. Con ello mi ánimo se relajó un poco, ya que podía notar que ello le afectaba. Alcé el mentón al escucharlo decir que no daría más excusas. De todas maneras no las quería. El tiempo para ello ya había pasado. Ahora no quedaba más que seguir como estábamos, sólo que encontrándonos un tanto seguido al estar en el mismo Castillo.
Se puso de pie y noté cuánto había crecido. Estaba más alto, más ancho, más hombre. Me sentía pequeña ante él, siendo que mi estatura era bastante normal para ser chica. Dejé que su mano fuera a mi rostro y mi mirada subió al suyo. Adoraba su acento, porque era totalmente encantador. Una sutil sonrisa se dibujó en mis labios y sentí como la brisa movía mi cabello, el cual Stefan volvía a acomodar tras mi oreja. La escena en sí parecía sacada de película, con sus palabras propias de una persona que había sido- hasta cierto punto- importante en su vida. Quizás para mí él también había sido importante, sólo que la decepción final de su total ausencia lo había hecho olvidar. El verano aquel había terminado y el encanto se había roto. Era como el príncipe que dejó ir a su cenicienta sin saber nunca más nada de ella, sin ningun zapato que diera pista alguna, y con nada más que el recuerdo del baile antes de media noche.
Se puso de pie y noté cuánto había crecido. Estaba más alto, más ancho, más hombre. Me sentía pequeña ante él, siendo que mi estatura era bastante normal para ser chica. Dejé que su mano fuera a mi rostro y mi mirada subió al suyo. Adoraba su acento, porque era totalmente encantador. Una sutil sonrisa se dibujó en mis labios y sentí como la brisa movía mi cabello, el cual Stefan volvía a acomodar tras mi oreja. La escena en sí parecía sacada de película, con sus palabras propias de una persona que había sido- hasta cierto punto- importante en su vida. Quizás para mí él también había sido importante, sólo que la decepción final de su total ausencia lo había hecho olvidar. El verano aquel había terminado y el encanto se había roto. Era como el príncipe que dejó ir a su cenicienta sin saber nunca más nada de ella, sin ningun zapato que diera pista alguna, y con nada más que el recuerdo del baile antes de media noche.
Su caricia cesó y pestañeé repetidas veces. Una sonrisa pícara se dibujó en mi rostro ante su pregunta, y acorté la distancia que había entre nosotros. Esta vez fue mi mano la que acarició su barbilla, y enarqué una ceja con una mirada picarona bajo ella-. Veo que no dudas de que me llueven los admiradores- dije en un tono jovial y alegre, mas sin responder su pregutna del todo. Mi otra mano bajó hasta su cintura, y me agarré de ahí para caminar hacia el otro lado de la grada, pasando frente a él en el estrecho espacio, y provocando con ello que nuestros pechos se rozaran. Me giré del todo, dándole la espalda, y tomé asiento donde él había estado sentado cuando lo encontré. Mis pequeñas manos tomaron la guitarra de Stefan. La misma guitarra que le había conocido, y en la misma donde me había enseñado a tocar un par de notas. La puse sobre mi pierna, tomándola como él me había enseñado. Con mi mano derecha para los acordes y la izquierda para el rasgar-. En la primera carta que te envié- dije haciendo hincapié en el verbo utilizado-. Incluí una letra de canción a la cual quería que le agregarás la música. Yo sólo inventé los primeros acordes- rememoré, como si viajara en el tiempo a aquella tarde de principios de Septiembre cuando había escrito esa canción. Hablaba de nosotros, de nuestra historia, una de esas historias sin un final del todo claro. Mis dedos se acomodaron en el acorde y el rasgueo tenue comenzó. Miraba la guitarra, ya que me era imposible intentar tocarla sin observarla, no tenía mucha práctica y sólo sabía lo que Stefan me había enseñado durante ese verano. De mis labios expiró la melodiosa voz-. Las estrellas cubrieron la oscuridad y la plata incendió la noche...- sonreí y alcé mis ojos, deteniendo la melodía y mirando a Stefan-. Nunca pude seguir. No sabía cómo hacerlo- le confié con un tono nostálgico. Alguna vez había soñado, que si el Quidditch no me resultaba, formar una banda de música y dar girar por las comunidades mágicas. Al conocer a Stefan ese sueño se vio como una posible realidad. Aunque ahora parecía solo un espejismo del futuro. Un reflejo de lo que no fue.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Localización : En un lugar que nunca adivinarás
Re: Creo que conozco esa musica {Stefan Dunst}
¿Dudar de que le llovían los admiradores? Intenté no soltar un bufido ante aquel comentario, el que pensara que Cassandra era de las que no tenía a nadie a su alrededor dispuesto a hacer lo que fuera con tal de tener un poco de su atención estaba totalmente equivocado o no quería afrontar la realidad, yo mismo me había quedado completamente colado dos segundos después de haberla visto y eso que, aunque no me crean, eso no es fácil de que me ocurra, de hecho en mi vida sólo una mujer me había gustado lo suficiente como para querer tener algo por más de un día, y esa persona estaba ahora sentada frente a mí tomando mi guitarra entre sus delicadas manos. Una sonrisa se posó en mis labios al observar esa imagen, fue como si el tiempo no hubiese transcurrido, como si nada, más que el escenario, hubiese cambiado, era como si aún estuviéramos en ese verano esperando que uno de los dos se decidiera por cual canción sería la siguiente que cantaríamos ¡Aah, momentos aquellos! Momentos que, al parecer, ya no volverán.
No quise hacer ningún otro tipo de comentario acerca de su aspecto físico para no ponerme en evidencia, ya bastante tenía con haberme dado cuenta de que no era totalmente indiferente hacia la rubia como para ahora también volver a ponerme como un baboso por ella tratando de captar su atención a toda costa, así que en vez de eso cerré mis ojos y dejé que el sonido que había ocasionado su toque con las cuerdas inundara mi mente haciendo un patrón de las notas tratando de buscar una buena forma de continuar con aquella melodía, si había algo que me gustaba hacer más que escuchar música era CREARLA, era como si las notas me llamaran y no se alejaran de mí por más que quisiera apartarlas, no lo podía explicar, no se podía explicar, era sólo cuestión de sentir.
Lentamente comencé a abrir mis ojos mientras que las palabras de ella llegaban a mis oídos, así que la pequeña zarina había escrito una canción, ¿debía inferir que era una relacionada con nosotros? La curiosidad pudo más que yo y de inmediato me senté a su lado para luego escuchar los primeros acordes de lo que, para mí, era una canción prometedora, las ganas de trabajar en eso inundaron mi cuerpo por completo provocando que finalmente me rindiera ante la petición de mi "yo interno" - Ibas muy bien - la felicité, tenía que hacerlo, de otra forma sería como mentirle u ocultarle información valiosa - ¿Qué más dice la canción? ¿Aún conservar la letra? - pregunté expresando mi evidente interés, la verdad era que con la música simplemente no podía callarme o mostrarme indiferente, era algo que me superaba - y, sólo por curiosidad, es relacionada con nosotros, Zarina - pregunté mirándola fijamente mientras me acercaba más a ella para quitarle la guitarra provocando que nuestras manos se rozaran, hacía demasiado tiempo que nuestros cuerpos no se tocaban y no podía negar que tenerla a mi lado sin poder besarla era todo un reto para mi fuerza de voluntad.
No quise hacer ningún otro tipo de comentario acerca de su aspecto físico para no ponerme en evidencia, ya bastante tenía con haberme dado cuenta de que no era totalmente indiferente hacia la rubia como para ahora también volver a ponerme como un baboso por ella tratando de captar su atención a toda costa, así que en vez de eso cerré mis ojos y dejé que el sonido que había ocasionado su toque con las cuerdas inundara mi mente haciendo un patrón de las notas tratando de buscar una buena forma de continuar con aquella melodía, si había algo que me gustaba hacer más que escuchar música era CREARLA, era como si las notas me llamaran y no se alejaran de mí por más que quisiera apartarlas, no lo podía explicar, no se podía explicar, era sólo cuestión de sentir.
Lentamente comencé a abrir mis ojos mientras que las palabras de ella llegaban a mis oídos, así que la pequeña zarina había escrito una canción, ¿debía inferir que era una relacionada con nosotros? La curiosidad pudo más que yo y de inmediato me senté a su lado para luego escuchar los primeros acordes de lo que, para mí, era una canción prometedora, las ganas de trabajar en eso inundaron mi cuerpo por completo provocando que finalmente me rindiera ante la petición de mi "yo interno" - Ibas muy bien - la felicité, tenía que hacerlo, de otra forma sería como mentirle u ocultarle información valiosa - ¿Qué más dice la canción? ¿Aún conservar la letra? - pregunté expresando mi evidente interés, la verdad era que con la música simplemente no podía callarme o mostrarme indiferente, era algo que me superaba - y, sólo por curiosidad, es relacionada con nosotros, Zarina - pregunté mirándola fijamente mientras me acercaba más a ella para quitarle la guitarra provocando que nuestras manos se rozaran, hacía demasiado tiempo que nuestros cuerpos no se tocaban y no podía negar que tenerla a mi lado sin poder besarla era todo un reto para mi fuerza de voluntad.
Stefan V. DunstDURMSTRANG - Mensajes : 189
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Fecha de inscripción : 01/04/2011
Re: Creo que conozco esa musica {Stefan Dunst}
Mi mano tomaba la guitarra y el viento golpeaba mi rostro. Mis dedos se desplanzaron por las cuerdas y cerre los ojos un momento, sintiendo el rugoso tacto de las cuerdas en las yemas de mis dedos. Tocar aquella guitarra era poder tocar aquel verano. Sol, risas y la voz de Stefan acariciando mis oidos. Todo se resumia en diversion, sonrisas, besos y musica, una combinacion perfecta y armoniosa, como lo que aquel verano habia sido.
Stefan tomo asiento a mi lado y senti su cercania como parte de mi recuerdo. Abri los ojos y observe la cancha de Quidditch sin jugador alguno, a la vez que las notas que habia tocado hacian eco y desaparecian con el aire hacia la nada. Su voz se colo en mis oidos y ladee mi rostro. Stefan conocia una parte casi oculta de mi personalidad: la que se conectaba con mi alma. Me habia aprendido a conocer a traves de la musica, como yo lo habia conocido a el tambien. Habian partes de mi misma que no se las podia ocultar, y con guitarra en mano intentar hacerlo era casi imposible. Por eso deje el enojo a un lado y no pude evitar sonreir ante su felicitacion. Sabia que no lo hacia para agradar, sino porque de verdad le habia gustado. Tras su pregunta asenti-. La se de memoria- reconoci, pues jamas habia podido olvidar la letra de esa cancion. Solo habia escrito tres canciones en mi vida, y solo esa tenia un principio de melodia. ¿Como olvidarlo?. Ademas escribir habia sido una terapia para comprender cosas, muchas cosas, muchas de las cuales jamas me atreveria a aceptar. Mire sus ojos sin desviar mi mirada y una sonrisa burlona aparecio en mis labios-. ¿Que te pareces si me ayudar con la musica, y mientras la canto, tu adivinas?- le pregunte en un tono jugueton, pero complice.
Su mano rozo la mia al querer tomar su guitarra. La quimica que habiamos tenido en un comienzo seguia ahi, latente bajo la piel. Senti una corriente electrica y desvie mi mirada hacia la cancha. Deje que el tomara la guitarra y tome el control de mi cuerpo tras tensarme un segundo. Con una sonrisa juguetona me ladee del todo, abriendo mis piernas, y dejando la banca en el medio de ellas. Ahora toda mi atencion estaba en Stefan-. Bueno, comencemos- dije haciendo memoria de la letra que habia escrito con mi desordenada caligrafia cuando tenia quince años de edad-. Las estrellas cubrieron la oscuridad y la plata incendió la noche... - volvi a cantar de forma melodiosa. A veces olvidaba del todo cuanto me gustaba cantar-... fueron tus ojos los que buscaron los mios, y en el silencio de palabras la musica sono...- mientras cantaba observaba su perfil, la forma de su nariz, el incipiente vello de su barbilla. Mi mano se poso en su pierna y me incline hacia el, hipnotizada por la escena. Mi voz bajo y casi parecia un susurro- La danza se unio a las risas, las voces a la melodia, y con la luna iluminando nuestros rostros el primer beso aparecio...- estaba perdida en los recuerdos que salian como cancion a traves de mi boca. Veia a Stefan, pero a la vez veia al Stefan que conoci aquella noche, y eso me confundio. Abri mis ojos del todo y cerre mi boca, interrumpiendo mi canto y manteniendo mi mirada fija en Stefan. Me senti ridicula de pronto, y por ello retrocedi, dejandole cierto espacio y mordiendo levemente mi labio inferior. Queria ver que le parecia y que mas se le ocurria. Mientras tanto la letra de la cancion volvia a mi cabeza para ser cantada en mi mente. Quien la escuchara pensaria que era uno de esos amores destinados a durar.... no se imaginaria jamas su extraño y apatico desenlace.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Re: Creo que conozco esa musica {Stefan Dunst}
¡Pequeña tramposa! Mi pequeña Zarina siempre había tenido la habilidad para dar vuelta la situación logrado que en vez de salir de una duda quedara metido en una confusión e intriga mayor de la que ya tenía, así era Cassandra, una de las pocas mujeres que tenía las agallas para tomar el control de la situación que nos rodeaba aún sabiendo que yo lo odiaba, por algo le había puesto el apodo, sin embargo estaba seguro que de haber sido mi novia ya hubiese conseguido un método efectivo para hacerla hablar sin necesidad de la fuerza, pero cómo no lo era tendría que conformarme con escuchar su hermosa voz tratando de encontrar la conexión de la letra con la relación que habíamos tenido y, si es que encontraba alguna, podía jurar que no se me quitaría la sonrisa de estúpido hasta mañana, esa rubia muchacha había sido una de las más importantes en mi vida y siempre lo sería, por ahí decían que nunca se te olvidaban las primeras veces de algo y ella había sido mi primera novia propiamente tal - Está bien, como quieras - sonreí comenzando a poner mis largos dedos de la mano izquierda sobre los acordes para realizar sólo las notas buenas, la introducción de Cassandra realmente había sido buena y mi oído musical era envidiable, así que toqué exactamente la misma que ella hasta que dio paso al primer verso, de ahí en adelante debía ser invención mía.
Las notas comenzaron a acomodarse a las palabras que salían de la boca de Cassandra y mi mente comenzó a viajar en el tiempo llegando a la noche que la había conocido para luego hacer como un breve recuento de todos los momentos felices, la risa que estaba siempre presente entre nosotros, las muchas veces que habíamos salido a bailar permitiendo que fuera en la pista de baile la única parte en donde nuestros cuerpo se complementaban a la perfección, en cómo un leve atracción provocada en segundos pudo dar paso a una relación tan hermosamente ingenua y por sobre todo el recuerdo de la despedida de la primera noche que nos conocimos cuando mis labios se unieron a los de ella a la luz de la luna con la promesa de que esa no sería una despedida sino que un "hasta pronto".
Sin darme cuenta mi mano dejó de tocar para poder posarse sobre la de ella que yacía recostada sobre mi pierna en el momento que su cuerpo se inclinó hacia mi mientras que la siguiente oración salía en su susurro de su boca - Cassandra... - susurré sin poderlo evitar. Mis ojos se desviaron hacia su boca con un brillo único en su especie, lentamente me incliné hacia ella sin pensar en nada más que en el ahora, el haberla escuchado cantar, el recordar lo que habíamos vivido, el tenerla allí conmigo provocaba que me fuera imposible no querer besarla, acariciarla... era como si siguiera siendo mía. Mi cuerpo se siguió inclinando hacia el de ella aún con la guitarra de por medio, sin embargo antes de que nuestros labios se rozaran Cassandra se alejó provocando que cerrara mis ojos y soltara un suspiro, no me había esperado esa reacción.
Abrí mis ojos lentamente para encontrármela mordiendo su labio inferior ¡Fantástico! Se alejaba y ahora su labio superior me recalcaba en la cara que él tenía lo que a mi ya no me pertenecía - No... no hagas eso - susurré en un tono apenas audible mientras que mis ojos seguían clavados en sus labios, había fallado en un primer intento, pero no me daría el lujo de fracasar en un segundo... si es que lo había.
Las notas comenzaron a acomodarse a las palabras que salían de la boca de Cassandra y mi mente comenzó a viajar en el tiempo llegando a la noche que la había conocido para luego hacer como un breve recuento de todos los momentos felices, la risa que estaba siempre presente entre nosotros, las muchas veces que habíamos salido a bailar permitiendo que fuera en la pista de baile la única parte en donde nuestros cuerpo se complementaban a la perfección, en cómo un leve atracción provocada en segundos pudo dar paso a una relación tan hermosamente ingenua y por sobre todo el recuerdo de la despedida de la primera noche que nos conocimos cuando mis labios se unieron a los de ella a la luz de la luna con la promesa de que esa no sería una despedida sino que un "hasta pronto".
Sin darme cuenta mi mano dejó de tocar para poder posarse sobre la de ella que yacía recostada sobre mi pierna en el momento que su cuerpo se inclinó hacia mi mientras que la siguiente oración salía en su susurro de su boca - Cassandra... - susurré sin poderlo evitar. Mis ojos se desviaron hacia su boca con un brillo único en su especie, lentamente me incliné hacia ella sin pensar en nada más que en el ahora, el haberla escuchado cantar, el recordar lo que habíamos vivido, el tenerla allí conmigo provocaba que me fuera imposible no querer besarla, acariciarla... era como si siguiera siendo mía. Mi cuerpo se siguió inclinando hacia el de ella aún con la guitarra de por medio, sin embargo antes de que nuestros labios se rozaran Cassandra se alejó provocando que cerrara mis ojos y soltara un suspiro, no me había esperado esa reacción.
Abrí mis ojos lentamente para encontrármela mordiendo su labio inferior ¡Fantástico! Se alejaba y ahora su labio superior me recalcaba en la cara que él tenía lo que a mi ya no me pertenecía - No... no hagas eso - susurré en un tono apenas audible mientras que mis ojos seguían clavados en sus labios, había fallado en un primer intento, pero no me daría el lujo de fracasar en un segundo... si es que lo había.
Stefan V. DunstDURMSTRANG - Mensajes : 189
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Re: Creo que conozco esa musica {Stefan Dunst}
Era estar transportada al pasado tener a Stefan tan cerca. Su aroma llegaba a mi nariz, al igual que el rasgueo de su guitarra a mis oidos. Con el me sentia conectada con una de las cosas que mas amaba del mundo, aunque no la sacara a relucir: la musica. Por lo que al escuchar las notas que tocaba en mezcla con mi canto, me iba a otro lugar de mi mente, lejos del presente, y mas cercano a un mundo paralelo donde la musica llenaba cada rincon. Era como dejar de ser yo y volverme un todo, donde las cosas se entremezclaban y podia ser sincera a traves de metaforas.
La mano de Stefan se poso sobre la mia, infundiendome calor. El dia nublado congelaba mis mejillas, sin embargo su tacto las sonrojo un poco. Su mano, pesada y protectora sobre la mia, me recordaba a las noches sin lunas que habiamos vivido hace dos veranos atras, donde las horas se hacian pocas y las risas muchas, siempre acompañados de la musica y las alegrias. Ahora todo eso parecia una fantasia, ya que el tiempo y la distancia transforma los recuerdos en una irrealidad. En algo que se mantiene latente, pero desdibujado en nuestra memoria.
Mi nombre salio de sus labios en un susurro fuerte y rasposo, alargando las erres. Ante lo intruso de mi comportamiento, acercandome a el por inercia mas que por desear jugar, me aleje, y no me di cuenta de su intencion. Estaba tan concentrada en la musica y en lo vivido con el que no estaba del todo consciente del presente. Mas mi mano, aun bajo la suya, nos unia a pesar de la distancia que habia intentado poner entre nosotros-. ¿Que no haga... que?- pregunte desentendida, pero fijandome entonces que observaban sus ojos. Mi corazon se acelero un poco, y eleve mis ojos a los suyos. Mi mano libre subio hacia su rostro y la coloque, palma a su rostro, sobre sus ojos, dejandolo en la total oscuridad-. No te desconcentres conmigo- le susurre inclinandome nuevamente a el. Era extraño estar con Stefan y no poder ser como siempre habia sido con el. Ahora habia una muralla invisible que nos separaba, la de su separacion y su silencio de tanto tiempo-. Vamos, concentrate en la musica, Stefan. Dime...- sonrei levemente, aunque el no me pudiera ver por mi mano que lo impedia-. ¿Que sientes mientras la canto?- le pregunte, volviendo a cantar los primeros versos que yo ya habia cantado, sin soltar mi mano y manteniendolo en la oscuridad.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Re: Creo que conozco esa musica {Stefan Dunst}
Mis ojos seguían prendados de sus labios sin querer moverse ni un sólo centímetro, no es que no quisiera apartarlos, sino que simplemente no podía, estaba totalmente hipnotizado por su boca o mejor dicho SEGUÍA totalmente fascinado con esa parte de su anatomía. Mi mano no se quiso despegar de la de ella a pesar de que se hubiese alejado de mí de esa forma tan brusca, lo que menos quería en estos momentos era dejar de sentir su tacto, el sentir su suave piel nuevamente se sentía extremadamente bien, cálido, placentero... conocido. Mis sentidos se enfocaron sólo en sentir hasta que su voz rompió el silencio provocando que mis labios se curvaran en una sonrisa y mis ojos se desviaran, de mala gana, de sus labios para posarse en sus ojos encontrándome con el cielo en ellos. Abrí mi boca para aclararle a lo que me estaba refiriendo, pues no tenía ningún reparo en decirle lo que me provocaba el tenerla allí, sin embargo antes de que pudiera decir algo al respecto su cuerpo se acercó al mío y su mano subió por mi rostro hasta posarse en mis ojos provocando que de forma instantánea estos se cerraran quedando mi cuerpo sólo guiado por los cuatro sentidos restantes.
Contuve un suspiro ante su advertencia y en su lugar solté una ligera risa algo ronca - eso es un poco difícil, mi Zarina, incluso me atrevería a decir imposible - le fui sincero dejando que siguiera con su mano en mis ojos mientras que las mías se dividían entre su mano y mi guitarra cuando lo único que querían era acariciar su rostro. A duras penas traté de hacer lo que me pedía y empecé a concentrarme en la letra de su canción, aunque más que de ella, la sentía "nuestra" canción. Con los ojos absolutamente cerrados, mis oídos completamente pendientes de sus palabras, mis manos locas por su tacto, mi nariz sintiendo el leve olor a su perfume y mi boca sedienta por sus labios dejé que mi mente nuevamente se perdiera en el pasado mientras que ella volvía a cantar con el fin de que pudiera responderle su respuesta, aunque yo la tenía más que clara, sólo que no quería decirlo, quería... necesitaba demostrarlo.
Sin soltar su mano o sacar su mano de mis ojos dejé la guitarra en el peldaño de la galería de más arriba para luego con la mano libre tomar la cintura de Cassandra y acercarla a mí - ¿De verdad quieres saber que siento? - mi voz ronca resonó en el campo de quiddicth mientras que mi mano que estaba encima de la de ella fue a su otra mano para sacarla de mis ojos con delicadeza permitiéndome clavar mi mirada en la de ella - Esto - susurré antes de tomar su rostro con ambas de mis manos para poder capturar su boca como quería hacerlo desde que había llegado volando con esa postura elegante sobre su escoba sin darle la oportunidad de hablar.
Contuve un suspiro ante su advertencia y en su lugar solté una ligera risa algo ronca - eso es un poco difícil, mi Zarina, incluso me atrevería a decir imposible - le fui sincero dejando que siguiera con su mano en mis ojos mientras que las mías se dividían entre su mano y mi guitarra cuando lo único que querían era acariciar su rostro. A duras penas traté de hacer lo que me pedía y empecé a concentrarme en la letra de su canción, aunque más que de ella, la sentía "nuestra" canción. Con los ojos absolutamente cerrados, mis oídos completamente pendientes de sus palabras, mis manos locas por su tacto, mi nariz sintiendo el leve olor a su perfume y mi boca sedienta por sus labios dejé que mi mente nuevamente se perdiera en el pasado mientras que ella volvía a cantar con el fin de que pudiera responderle su respuesta, aunque yo la tenía más que clara, sólo que no quería decirlo, quería... necesitaba demostrarlo.
Sin soltar su mano o sacar su mano de mis ojos dejé la guitarra en el peldaño de la galería de más arriba para luego con la mano libre tomar la cintura de Cassandra y acercarla a mí - ¿De verdad quieres saber que siento? - mi voz ronca resonó en el campo de quiddicth mientras que mi mano que estaba encima de la de ella fue a su otra mano para sacarla de mis ojos con delicadeza permitiéndome clavar mi mirada en la de ella - Esto - susurré antes de tomar su rostro con ambas de mis manos para poder capturar su boca como quería hacerlo desde que había llegado volando con esa postura elegante sobre su escoba sin darle la oportunidad de hablar.
Stefan V. DunstDURMSTRANG - Mensajes : 189
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Fecha de inscripción : 01/04/2011
Re: Creo que conozco esa musica {Stefan Dunst}
Sentia sus pestañas acariciando la palma de mi mano mientras cerraba sus ojos. Aquella leve caricia me producia cosquillas, y una risa suave se escapo de mis labios al dejar de cantar. Aquella cancion que creia olvidada volvia a mi memoria con una fuerza que desconocia. Era como si pudiera remontarme a aquel mismo lugar donde la escribi, en el cesped de mi casa lejos de todos. Pluma y papel en mano solo acompañada de aquella vieja guitarra que con Stefan habiamos comprado en uno de los pasajes de Diagon Alley. Yo le habia robado galeones del escritorio a mi papa, ya que que queria tanto una guitarra como la que Stefan tenia. Fue por ello que la compramos el dia antes de su partida. Pero nunca me alcanzo a enseñar como tocar... y jamas tuve otro maestro que lo hiciera. Durante un tiempo realmente me convenci que la musica no era lo mismo.
Ahora aquella conviccion volvia a tambalear.
Con mis ojos velados en el pasado, no alcance a reaccionar ante el movimiento de Stefan. Su brazo fuerte y demandante me estrecho contra el, y su aroma corporal llego a mi como una rafaga que se introdujo en mis pulmones. Me senti sobrepasada por los recuerdos en ese instante. Su mano, aquella que estaba posada sobre la mia, fue a parar a su rostro y detuvo el escudo de oscuridad que habia formado con mi palma sobre sus ojos. Su mirada, clara y brillante, choco con la mia, sorprendida y expectante por su frase; y sus labios fueron en busca de los mios. Vivi un flashback.
Aquel beso bajo la luz de la luna de una noche veraniega fue timido y algo torpe. Nunca antes habia besado a un chico, y sus labios me parecieron calidos en exceso. Mis manos, tiesas a cada lado de mi torso, no sabian muy bien que hacer, y en un movimiento poco gracil fueron a parar a su cuello. Mis ojos cerrados evitaban que mi corazon saliera desbordando a traves de ellos, porque sentia que mi corazon latia en todo mi cuerpo como nunca antes lo habia sentido. Si, el primer beso habia sido extraño con tinte magico, manchado de tabues y de secretos. Un beso del cual nadie sabia, porque jamas habia contado la historia. Ese tipo de besos que se sellan entre si y del cual nunca se vuelve a hablar.
Pero cuando aquel recuerdo volo de mi cabeza mi mente se puso en alarma, y senti como una mirada verde esmeralda atravesaba mi cuerpo y me dejaba sin respiracion. La imagen de Albus en mi cabeza hizo que mis labios no se movieran, y antes de poder siquiera pensar en una excusa, mis manos empujaron los hombros de Stefan y lo mire con las mejillas arreboladas y los ojos muy abiertos-. ¡Stefan, no!- exclame con la respiracion aun acelerada, mi boca la mantuve entreabierta y mis labios estaban rojos por el roce con los suyos. Una sensacion de culpabilidad me produjo un escalofrio, y se me hizo extraña... yo no solia sentir culpa por mis acciones-. No, Stef, esto no esta bien- dije mirando sus ojos aun confundida-. Tu te fuiste y no volvi a saber de ti. ¿Crees que...?- las palabras se acumulaban en mi garganta, y me puse de pie dando un paso hacia atras-. ¿Crees que tienes algun derecho a hacer eso?- pregunte negando con la cabeza y meciendo las ondas de mi cabello al hacerlo. Respire profundamente y me aleje con un par de pasos hacia atras, poniendo distancia entre Stefan y yo-. Las cosas ya no son lo que eran Stefan. Cambiaron, simplemente... cambiaron- agregue abrumada y mirando mis pies. Reencontrarme con el y perderlo a la vez era algo que no me esperaba venir. Su recuerdo se desdibujaba y mutaba hasta hacer presente el pasado. Aquel beso bajo la luz de la luna seria opacado por el sucedido ahi. Y la voz de Stefan seguiria siendo un eco, solo que ahora cobraria fuerza. Porque ya no era parte de mi pasado. Ahora volvia a ser parte del hoy, un hoy que era confuso para todos.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Re: Creo que conozco esa musica {Stefan Dunst}
Mis labios apenas alcanzaron a tocar los de Cassi antes de que ella reaccionara empujándome sin delicadeza alguna, por un momento me sentí absolutamente perdido, sin entender qué era lo que la había molestado, pues estaba seguro que esa canción contenía la letra de nuestra historia, por un momento había pensado en eso como una indirecta, como una forma de decirme que los sentimientos seguían ahí, dispuesto a salir a la superficie, pero al parecer me había equivocado, las ganas de besar a mi Zarina, de estrecharla nuevamente entre mis brazos - y saber que no volvería a salir de allí - me habían cegado por completo provocando que hiciera un movimiento que obviamente - ahora lo sabía - no era deseado por ambos.
Solté un ligero suspiro mientras observaba como se levantaba de la galería para dar un paso en señal de retroceso, arqueé mis cejas y baje mi mirada que hasta ese entonces estaba posada en su rostro, tomé fuertemente mi guitarra y me paré del lugar quedando parado frente a ella dejando en claro - ahora de mayor forma - lo grande que era mi cuerpo comparado con el de Cassandra. Claramente mi acto le había molestado y, al parecer, le había faltado el respeto, algo que nunca me había propuesto por lo que realmente la situación se había vuelto algo incómoda para mí y no sería tan cínico como para ocultárselo, de hecho no tenía motivos para no expresar cómo - realmente - me sentía, mal que mal nada era mío allí como para temer perderlo - Lo siento, Cassandra - mis ojos penetraron los de ella para demostrar lo verdadera que era mi disculpa - no fue mi intención ofenderte o faltarte el respeto... simplemente me deje llevar - la expresión de mi rostro era glacial, no porque estuviera dolido o enojado por su reacción, sino porque evidentemente la situación no era digna de risas o bromas de mal gusto cargadas de ironías, yo tenía bastante claro con quien podía ser un pedazo de idiota sarcástico y con quien debía mostrarme de forma respetuosa, a la altura de mi acompañante - prometo que no volverá a pasar. - Aquella palabra que siempre me negaba a pronunciar fue parte de la noche logrando que otra promesa se gravara con fuego dentro de mi mente, muy pocas veces prometía, no me gustaba hacerlo por la sencilla razón de que me consideraba un hombre de palabra así que no prometía algo que - sabía - no estaría dispuesto a cumplir.
Rápidamente tomé la funda de mi guitarra y comencé a guardar la guitarra, aún no entendía el por qué de la reacción de Cassandra, tan repentina, como si en el último momento hubiese cambiado de opinión, pero no tenía ganas de analizarla en ese momento, no sabía con certeza si algo se había quebrado en nuestra relación - cualquiera que esta fuera - pero esperaba que no, a decir verdad no me gustaría imaginarme paseando por los alrededores sabiendo que, cuando nuestros caminos se cruzaran, ni siquiera una sonrisa tendría de su parte.
Una vez la guitarra estuvo guardada comencé a cerrar la funda de forma cuidadosa y cuando todo estuvo en orden mi mirada volvió a posarse en la azul de mi ex novia - Espero que los cambios en tu vida hayan sido para bien, mi Zarina, así como también espero que el acto, estúpido por mi parte, no deteriore la amistad que, espero, siga habiendo entre nosotros - una sonrisa se posó en mis labios sin llegar a reflejarse en mis ojos, para ser sincero no tenía mucho ánimo de sonreír, lo único que quería era llegar a mi habitación y pensar en qué hubiese pasado si no hubiese sido tan atarantado... algunas veces odiaba ser tan impulsivo.
Solté un ligero suspiro mientras observaba como se levantaba de la galería para dar un paso en señal de retroceso, arqueé mis cejas y baje mi mirada que hasta ese entonces estaba posada en su rostro, tomé fuertemente mi guitarra y me paré del lugar quedando parado frente a ella dejando en claro - ahora de mayor forma - lo grande que era mi cuerpo comparado con el de Cassandra. Claramente mi acto le había molestado y, al parecer, le había faltado el respeto, algo que nunca me había propuesto por lo que realmente la situación se había vuelto algo incómoda para mí y no sería tan cínico como para ocultárselo, de hecho no tenía motivos para no expresar cómo - realmente - me sentía, mal que mal nada era mío allí como para temer perderlo - Lo siento, Cassandra - mis ojos penetraron los de ella para demostrar lo verdadera que era mi disculpa - no fue mi intención ofenderte o faltarte el respeto... simplemente me deje llevar - la expresión de mi rostro era glacial, no porque estuviera dolido o enojado por su reacción, sino porque evidentemente la situación no era digna de risas o bromas de mal gusto cargadas de ironías, yo tenía bastante claro con quien podía ser un pedazo de idiota sarcástico y con quien debía mostrarme de forma respetuosa, a la altura de mi acompañante - prometo que no volverá a pasar. - Aquella palabra que siempre me negaba a pronunciar fue parte de la noche logrando que otra promesa se gravara con fuego dentro de mi mente, muy pocas veces prometía, no me gustaba hacerlo por la sencilla razón de que me consideraba un hombre de palabra así que no prometía algo que - sabía - no estaría dispuesto a cumplir.
Rápidamente tomé la funda de mi guitarra y comencé a guardar la guitarra, aún no entendía el por qué de la reacción de Cassandra, tan repentina, como si en el último momento hubiese cambiado de opinión, pero no tenía ganas de analizarla en ese momento, no sabía con certeza si algo se había quebrado en nuestra relación - cualquiera que esta fuera - pero esperaba que no, a decir verdad no me gustaría imaginarme paseando por los alrededores sabiendo que, cuando nuestros caminos se cruzaran, ni siquiera una sonrisa tendría de su parte.
Una vez la guitarra estuvo guardada comencé a cerrar la funda de forma cuidadosa y cuando todo estuvo en orden mi mirada volvió a posarse en la azul de mi ex novia - Espero que los cambios en tu vida hayan sido para bien, mi Zarina, así como también espero que el acto, estúpido por mi parte, no deteriore la amistad que, espero, siga habiendo entre nosotros - una sonrisa se posó en mis labios sin llegar a reflejarse en mis ojos, para ser sincero no tenía mucho ánimo de sonreír, lo único que quería era llegar a mi habitación y pensar en qué hubiese pasado si no hubiese sido tan atarantado... algunas veces odiaba ser tan impulsivo.
Stefan V. DunstDURMSTRANG - Mensajes : 189
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