Si no es de familia, no se de donde viene #-Albus.

Sábado por la mañana, cielo despejado, 16°.

Bueno, no era que tuviera demasiadas amistades en esa casa, pero de todos modos tenía que hallar una forma de encontrar a su hermano. Se había cruzado con una linda rubia, -si, linda, no esa fea de Nott- que había accedido gustosa a llevarle el mensaje a Albus. Tras eso, se había salteado el desayuno de ese día y en cambio, apenas eran las nueve cuando sus pies pisaban el campo de Quidditch. Inspiró profundamente, la brisa era leve y ella llevaba ropa cómoda, no los jeans que suele usar, algo más suelto, con más libertad. No se pondría el traje de Quidditch, porque nisiquiera tenía permiso para estar allí, levantaría menos sospechas de ese modo. No creía que ningún profesor de le ocurríría husmear a esas horas, tan temprano, más de la mitad del alumnado seguía durmiendo plácidamente en su cama.
Se sentó en medio del campo, mientras esperaba por el Slytherin, jugando desinteresadamente con su cabello. El último tiempo había sido una revoltijo de cosas y sentimientos, estaba alejada de prácticamente todo el mundo por lo que no había tenido más opción que recurrir a molestar a Albus. Se imaginaba que tal vez ella, podría llegar a ser una especie de verguenza para el sly, por lo que durante la mayoría del tiemo mantenía la distancia entre ellos.

Suspiró tranquilamente, su jugueteo había concluído en una bonita trenza en su cabello pelirrojo, que a la luz del sol parecía brillas incluso más. Se recostó, el cesped estaba medio húmedo pero le importaba poco. Cerró sus ojos y algo de pesadez cayó sobre sus párpados, un bostezo sin reprimir y ese aroma a tierra mojada inundándole los sentidos.Casi, casi un paraíso.