Dime una cosa, te conosco hermano?
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Dime una cosa, te conosco hermano?
- Klauss -
Lo mas divertido de su trabajo eran aquellas tardes cuando los alumnos de Hogwarts tenian permiso para ir a Hogmeade. Jace disfrutaba de ver esos rostros jovenes pasear por allí, tomar algo y hablar de sus vidas, quizás el en algun momento habria pasado esa etapa, o no, pero le daba cierta esperanza. Rosmerta estaba demasiado atareada en la barra esa tarde, tanto que no se le veian los cabellos morenos entre tantos adolescentes por lo que él se apuro en servir las mesas siempre con una sonrisa ladeada, un grupito de alumnas al fondo lo habian demorado preguntandole su nombre y unas cuantas cosas, lo miraban haciendole ojitos y hasta una se habia animado a invitarlo la proxima semana a pasear por el pueblo. Habia dicho que no claramente, estaba bien en el bar, tenia trabajo y enfrentarse a lo que habia allí afuera era un reto que aun no habia intentado hacer, igualmente sabia que tarde o temprano deberia hacerlo. Sirvió una cerveza de mantequilla a dos mujeres mayores que él y cuando se acercaba a la mesa donde habia solo un moreno Rosmerta lo llamó pidiendole que la ayudase urgente, con una disculpa en sus facciones el rubiales miro al chico que no seria muy menor a él y emprendió la retirada.
- A ver a ver, uno a la vez, somos solo dos personas, pueden hacer una fila o esperar en las mesas para hacer su pedido, no fastidien a la señora que muerde.. - les dijo en broma a los alborotados alumnos de tercero que se peleaban por pedir en la barra. La anciana mujer sonrió y beso su mejilla en agradecimiento, Jace sonrió mientras se hacia lugar y tomaba un par de pedidos antes de volver a la mesa donde el muchacho se habia quedado esperando. - Al fin, lo siento, dime que pediras pequeño, vendrá con una racion doble por esperar tanto.. - su sonrisa de hoyuelos y su mirada cristalina presaron atención al muchacho, curioso, algo en el le era jodidamente familiar.
Lo mas divertido de su trabajo eran aquellas tardes cuando los alumnos de Hogwarts tenian permiso para ir a Hogmeade. Jace disfrutaba de ver esos rostros jovenes pasear por allí, tomar algo y hablar de sus vidas, quizás el en algun momento habria pasado esa etapa, o no, pero le daba cierta esperanza. Rosmerta estaba demasiado atareada en la barra esa tarde, tanto que no se le veian los cabellos morenos entre tantos adolescentes por lo que él se apuro en servir las mesas siempre con una sonrisa ladeada, un grupito de alumnas al fondo lo habian demorado preguntandole su nombre y unas cuantas cosas, lo miraban haciendole ojitos y hasta una se habia animado a invitarlo la proxima semana a pasear por el pueblo. Habia dicho que no claramente, estaba bien en el bar, tenia trabajo y enfrentarse a lo que habia allí afuera era un reto que aun no habia intentado hacer, igualmente sabia que tarde o temprano deberia hacerlo. Sirvió una cerveza de mantequilla a dos mujeres mayores que él y cuando se acercaba a la mesa donde habia solo un moreno Rosmerta lo llamó pidiendole que la ayudase urgente, con una disculpa en sus facciones el rubiales miro al chico que no seria muy menor a él y emprendió la retirada.
- A ver a ver, uno a la vez, somos solo dos personas, pueden hacer una fila o esperar en las mesas para hacer su pedido, no fastidien a la señora que muerde.. - les dijo en broma a los alborotados alumnos de tercero que se peleaban por pedir en la barra. La anciana mujer sonrió y beso su mejilla en agradecimiento, Jace sonrió mientras se hacia lugar y tomaba un par de pedidos antes de volver a la mesa donde el muchacho se habia quedado esperando. - Al fin, lo siento, dime que pediras pequeño, vendrá con una racion doble por esperar tanto.. - su sonrisa de hoyuelos y su mirada cristalina presaron atención al muchacho, curioso, algo en el le era jodidamente familiar.
Jace E. Deveraux- Mensajes : 8
Puntos de Canje : 74773
Fecha de inscripción : 01/04/2011
Re: Dime una cosa, te conosco hermano?
Tercer fin de semana de octubre || Ventisca fría y cielo nublado.
Ya el mes pasado podría haber ido a visitar esa ciudad desconocida llamada Hogsmeade, pero no había conseguido la voluntad suficiente. Por primera vez en mucho tiempo no estaba como realmente quería, porque solía tener control sobre si mismo, más no ahora; no prestaba atención en las clases, no salía con sus pocos y cercanos amigos, apenas si veía a los que le quedaban porque prefería encerrarse, lo único que hacía era leer libros de biología mágica y marina resguardado en su habitación la mayoría de los días. Apenas había hablado con sus compañeros sobrevivientes, ¿sólo él estaba sufriendo tanto la destrucción de su anterior colegio? Y eso que aún no terminaba de caer en ciertas situaciones que para él no eran reales, puras fantasías. No podía haberse muerto, ni él ni ninguno de ellos, pero menos él. Aún así Klaus había visto los cuerpos desde lo alto... no, era imposible. Jace, su mejor amigo, su hermano desde que había entrado a Dumstrang, no, él no podía haberse muerto. ¡Mierda, no lo estaba!
Golpeó la mesa, levantó el rostro y un par de miradas se dirigían a él en el poblado bar. Era la primera vez que entraba a esa taberna que, según el cartel de la entrada, se llamaba "Las Tres Escobas". Había conseguido una mesa de casualidad pues una mujer mayor acababa de retirarse y aprovechó a sentarse en su lugar. Ni siquiera había pedido su trago en la barra, prefería esperar un poco más pero asegurarse de que tendría un lugar cómodo y mejor, porque esa mesa tenía vista al callejón lleno de hojas marrones y naranjas. Vestía unos jeans oscuros y más bien gastados, pero no rotosos como utilizaban algunos estudiantes, una camisa de dos botones color celeste pálido, y sobre ella un suéter gris perlado, que se mostraba opaco bajo la bufanda de color bordo sangre, bien distinguida del escarlata de los Gryffindor.
El mesero que estaba por allí - o parecía mesero por su libretita en la que anotaba y los porrones y tazas vacías que llevaba - aparentó ir hasta él pero luego torció la cabeza como si lo llamaran y se retiró con un gesto extraño en el rostro. No había podido verlo bien porque justo un grupo de señoras habían pasado frente a él, pero algo le sonaba familiar. Su cabello rubio, su altura, el ancho de sus hombros. Suspiró resignado pero con un cupo de paciencia prudente aún, retomando su mirada celeste casi transparente hacia la ventana, mientras tamborileaba los dedos en la mesa. Una voz sonó en sus oídos, logrando que girara el rostro antes de terminar si quiera de escuchar las dos primeras palabras. Sus párpados se separaron como no recordaba, saltó de su asiento y tiró la silla de madera hacia atrás, y él mismo se tambaleó y empujó la silla de quien se sentaba atrás de él, provocando que ese hombre tirara su café con jengibre y comenzara a insultarlo. Klaus no había dejado de mirar al rubio en ningún momento, y es que le era imposible. - Jace... - susurró como un idiota, sin tartamudear porque eran muy pocas las sílabas que había dicho. Estiró una mano y la colocó sobre su hombro, ellos estaban siendo protagonistas de un espectáculo llevado a cabo en medio del bar. Sonrió de lado, nostálgico. Era él, claro que era él, un poco diferente quizás pero lo era. - Lo sabía... - Pero no supo si lo dijo en su mente o si fue en voz alta - Sabía que no estabas muerto, estaba seguro que no. - Un nudo se armó en su garganta, un jodido maricón le tocaba ser por tener dos hermanas menores. Palmeó el hombro de su mejor amigo que tenía una expresión de confusión total o eso parecía y se aferró a él en un abrazo demasiado fuerte, ¡mierda que lo había extrañado! Klaus no se había imaginado una vida sin él, para el castaño sólo estaba de viaje, y aunque sus padres habían querido meterle en la cabeza que el tener tantas esperanzas sólo sería peor, nadie había logrado sacarle ese pensamiento. Porque el castaño era un cabezota, un jodido empedernido, y gracias a eso había sobrevivido de la angustia y el dolor todos esos meses.
{Amor perdón que lo puse en el tercer fin de semana recién, pasa que no sabemos cuanto vamos a durar con este tema y va a ser un lío si queremos abrir uno antes, y hablar de algo que no terminamos... blebleble, desp. te explico cualquier cosa. Te amo }
R. Klaus GregoryDURMSTRANG - Mensajes : 31
Puntos de Canje : 74470
Fecha de inscripción : 21/04/2011
Re: Dime una cosa, te conosco hermano?
Jace ya tenía su libreta azul en la mano junto a un viejo bolígrafo que hacía girar distraidamente mientras esperaba que el joven le dijera lo que tomaría, le sonaba extraño que no lo hubiera hecho de una, la mayoría de los estudiantes aquellos tenían demasiados humos y parercían creer que Rosmerta y él tenían 340923482904820 manos. Lo que no pudo llegar a caer rapidamente era en la mirada que se le había quedado al castaño al fijarse en él, como si no lo pudiera creer. Había diho su nombre incluso. Lo que sucedió luego fue un escandalo, el muchacho se incorporó con tanto descuido que probocó que su vecino se enchastrara su desayuno y comenzara a gritar, los alumnos murmuraban en voz alta, asustados al escuchar algo sobre la muerte de alguien, su cabeza parecía estallar y si no fuera porque éste lo sostenía ahora de los hombros podría haber caído hacia atras, no le gustaba el ruido fuerte ni que lo tocase un extraño, era más fuerte que él, su instinto de protección o algo por el estilo.
Rosmerta ya había visto la escena y se encaminaba hacia los dos amigos haciendo traquetear sus tacones por el piso de madera, la seguridad integra era esa mujer. - Pequeño, creo que lo estas molestando.. - murmuró la mujer separando al rubio del alumno aquel al creer que solo le estaba tomandolo de punto para alguna broma. La expresión de Deveraux era un poema, no entendía nada de lo que allí pasaba, pero los oídos le zumbeaban. - Vé adentro Jace.. - le pidió la anciana y éste no protestó, no podía mirar a ese joven ahora, quizás era verdad que lo conocía, pero no podía asegurarlo. Todo lo que recordaba de la guerra en su antiguo colegio eran los gritos y pedidos de auxilio, de su anterior vida, apenas fragmentos. Jace caminó a los tumbos haciendose paso entre la multitud hasta cruzar la barra y abrir la puerta que comunicaba con los cuartos del fondo del local, donde vivía ahora. Al llegar se tumbó en la cama, y se tapó los oídos esperando tranquilizarse.
En la mesa donde antes había estado a punto de tomar su pedido Rosmerta le explicaba al castaño que no debía hablar así frente a tantos niños y que lo dejaría entrar a ver a su amigo con la condición de que no lo alterase más de la cuenta.
Rosmerta ya había visto la escena y se encaminaba hacia los dos amigos haciendo traquetear sus tacones por el piso de madera, la seguridad integra era esa mujer. - Pequeño, creo que lo estas molestando.. - murmuró la mujer separando al rubio del alumno aquel al creer que solo le estaba tomandolo de punto para alguna broma. La expresión de Deveraux era un poema, no entendía nada de lo que allí pasaba, pero los oídos le zumbeaban. - Vé adentro Jace.. - le pidió la anciana y éste no protestó, no podía mirar a ese joven ahora, quizás era verdad que lo conocía, pero no podía asegurarlo. Todo lo que recordaba de la guerra en su antiguo colegio eran los gritos y pedidos de auxilio, de su anterior vida, apenas fragmentos. Jace caminó a los tumbos haciendose paso entre la multitud hasta cruzar la barra y abrir la puerta que comunicaba con los cuartos del fondo del local, donde vivía ahora. Al llegar se tumbó en la cama, y se tapó los oídos esperando tranquilizarse.
En la mesa donde antes había estado a punto de tomar su pedido Rosmerta le explicaba al castaño que no debía hablar así frente a tantos niños y que lo dejaría entrar a ver a su amigo con la condición de que no lo alterase más de la cuenta.
Jace E. Deveraux- Mensajes : 8
Puntos de Canje : 74773
Fecha de inscripción : 01/04/2011
Re: Dime una cosa, te conosco hermano?
La expresión inmutable y de silencio total que esbozaba Jace sólo lo alteraba aún más. ¡Demonios! Pero si estaba diciéndole que se alegraba de saber que no había perecido en el ataque y el otro como si no lo conociera. Klaus no recordaba haberlo visto así jamás, dibujando esa imagen tan fácilmente perturbable nunca. ¿Cómo era posible que no mencionara su nombre si quiera, que no sonriera de alegría o se exaltara tanto como él? ¡Lo asesinaría por el simple motivo de haberle sacado tantas lágrimas y hacerlo poner tan nervioso! Las voces a su alrededor comenzaron a murmurar, alumnos de tercero y cuarto de Hogwarts - suponía él porque eran bastante pequeños - musitaban como si allí hubiese sucedido un accidente. ¿Se había hecho notar tanto? Sentía las miradas de todo el bar sobre él, y no le agradaba en lo absoluto. El muchacho invisible siempre será invisible, a eso no hay con qué refutarlo.
Una mujer vino hacia él, pudo entender que era la dueña del lugar o algo por el estilo. Ella le dijo que estaba molestando a Jace y Klaus quiso explicarse, pero la anciana volvió a hablar. Tomó una amplia bocanada de aire ante sus últimas palabras, ¡claro que el castaño quería hablar con su amigo! Pero tenía la condición de calmarse con anterioridad y todo eso; Gregory intentó tomar varias veces aire mientras seguía a la mujer, no quería alterarse ni alterar a su amigo, pero es que aquella situación lo superaba. Madam Rosmerta - así le dijo que se llamaba - lo dejó la puerta que había detrás de la barra, y le dejó intimidad para hablar con el rubión, advirtiéndole que no hiciera nuevos escándalos o debería sacarlo de allí. Tragando saliva, Klaus tocó la puerta esperando porque su amigo viniera y hablara con él, ¡quería que alguien le explicara que demonios sucedía allí!
Una mujer vino hacia él, pudo entender que era la dueña del lugar o algo por el estilo. Ella le dijo que estaba molestando a Jace y Klaus quiso explicarse, pero la anciana volvió a hablar. Tomó una amplia bocanada de aire ante sus últimas palabras, ¡claro que el castaño quería hablar con su amigo! Pero tenía la condición de calmarse con anterioridad y todo eso; Gregory intentó tomar varias veces aire mientras seguía a la mujer, no quería alterarse ni alterar a su amigo, pero es que aquella situación lo superaba. Madam Rosmerta - así le dijo que se llamaba - lo dejó la puerta que había detrás de la barra, y le dejó intimidad para hablar con el rubión, advirtiéndole que no hiciera nuevos escándalos o debería sacarlo de allí. Tragando saliva, Klaus tocó la puerta esperando porque su amigo viniera y hablara con él, ¡quería que alguien le explicara que demonios sucedía allí!
R. Klaus GregoryDURMSTRANG - Mensajes : 31
Puntos de Canje : 74470
Fecha de inscripción : 21/04/2011
Re: Dime una cosa, te conosco hermano?
Estaba todo tan confuso, no era la primera vez que lo confundian con otra persona, hacia dos dias que habian entrado varios alumnos que por sus atuendos no pertenecían a Hogwarts, lo habían mirado extrañados y habían hecho varios comentarios en voz alta. Pero aquel chico había dicho su noombre, el mismo nombre que había encontrado en la etiqueta de sus pantalones rotos el día que había llegado allí. Su madre siempre había puesto su nombre en su ropa para que no se perdiese cuando llevaban todo a las lavanderías mágicas y él siempre se lo había agradecido, aunque ahora no lo recordase.
Mientras en el bar el alboroto que se había armado comenzaba a apaciguarse gracias a un pequeño e indefenso hechizo no verbal de Rosmerta en su habitación el hermoso rubión se había quitado las manos de los oídos y había volteado en la cama quedandose mirando hacia el techo, hacía aquello cada vez que intentaba recordar algo, no podían haberle robado todo su pasado de la noche a la mañana, no podían, pero lo habían hecho.
Jace, ni siquiera recordaba su apellido, mucho menos su segundo nombre, había escuchado del ataque a los colegios pero no sabía que era lo que a él le había pasado. Tocaron la puerta, de seguro Rosmerta necesitaba ayuda y lo venía a buscar, ni siquiera debería haberse ido de allí como un niño asustado. Se puso de pie con rapidez y abrió la puerta de su dormitorio. No era Rosmerta, era el chico extraño otra vez, el que lo había abrazado. El rubio lo miró seriamente, sin ninguna expresión en el rostro. Si lo estaba cargando ya podrían irse por donde había venido.
Mientras en el bar el alboroto que se había armado comenzaba a apaciguarse gracias a un pequeño e indefenso hechizo no verbal de Rosmerta en su habitación el hermoso rubión se había quitado las manos de los oídos y había volteado en la cama quedandose mirando hacia el techo, hacía aquello cada vez que intentaba recordar algo, no podían haberle robado todo su pasado de la noche a la mañana, no podían, pero lo habían hecho.
Jace, ni siquiera recordaba su apellido, mucho menos su segundo nombre, había escuchado del ataque a los colegios pero no sabía que era lo que a él le había pasado. Tocaron la puerta, de seguro Rosmerta necesitaba ayuda y lo venía a buscar, ni siquiera debería haberse ido de allí como un niño asustado. Se puso de pie con rapidez y abrió la puerta de su dormitorio. No era Rosmerta, era el chico extraño otra vez, el que lo había abrazado. El rubio lo miró seriamente, sin ninguna expresión en el rostro. Si lo estaba cargando ya podrían irse por donde había venido.
Jace E. Deveraux- Mensajes : 8
Puntos de Canje : 74773
Fecha de inscripción : 01/04/2011
Re: Dime una cosa, te conosco hermano?
Klaus intentaba comprender de alguna u otra forma la indiferencia de Jace. ¿Estaría furioso por no haber ido a su rescate en el momento del ataque, e ir por Shenae en su lugar? No, eso era imposible, Jace no estaba muy lejos suyo cuando los hechizos habían comenzado a caer sobre ellos, en cambio su hermana pequeña había desaparecido de su vista. Recordaba a Jace seguirlo por entre el bosque empinado en busca de Sheen, y luego haberlo perdido en el momento exacto en el que la había encontrado. Lo había buscado, claro que lo había buscado, como un loco desesperado, pero los mortífagos se avecinaban sobre ellos y debía poner a salvo a una estupefacta e impresionable hermana. El recuerdo del ataque indirecto atravesó su mente como un flash back, como una estúpida película de acción y drama. El film en su mente fue cortado por la puerta de la habitación abriéndose, dando paso a un Jace con la expresión más seria que antes, como si él fuese la nada misma.
- Jace, hermano… - suspiró, casi balbuceando mientras buscaba la explicación en los ojos del rubio. - ¿Qué sucede? ¿Podrías explicarme que ha sido todo eso? – cuestionó sorprendido señalando con el dedo pulgar el bar a sus espaldas. El silencio reinó profundo por un par de segundos, dramático. Klaus hundió su mirada celeste verdosa en la celeste cristalina de él, trayendo memorias de toda una vida juntos. – Merlín Deveraux, te creí muerto por tantas semanas. Era imposible, yo lo sabía… - murmuró con una pequeña sonrisa esperanzada acompañada de ojos cansados, nostálgicos.
¿Cómo había sobrevivido? El castaño moría porque el otro escupiera todo, por recuperar todo ese tiempo en el que creía haberlo perdido. ¡Había ido a dejarle flores a una tumba en su nombre! Klaus esperó ansioso por las respuestas, tan inquieto que su pie comenzó a moverse casi por si solo intermediado por el silencio de la conversación.
- Jace, hermano… - suspiró, casi balbuceando mientras buscaba la explicación en los ojos del rubio. - ¿Qué sucede? ¿Podrías explicarme que ha sido todo eso? – cuestionó sorprendido señalando con el dedo pulgar el bar a sus espaldas. El silencio reinó profundo por un par de segundos, dramático. Klaus hundió su mirada celeste verdosa en la celeste cristalina de él, trayendo memorias de toda una vida juntos. – Merlín Deveraux, te creí muerto por tantas semanas. Era imposible, yo lo sabía… - murmuró con una pequeña sonrisa esperanzada acompañada de ojos cansados, nostálgicos.
¿Cómo había sobrevivido? El castaño moría porque el otro escupiera todo, por recuperar todo ese tiempo en el que creía haberlo perdido. ¡Había ido a dejarle flores a una tumba en su nombre! Klaus esperó ansioso por las respuestas, tan inquieto que su pie comenzó a moverse casi por si solo intermediado por el silencio de la conversación.
R. Klaus GregoryDURMSTRANG - Mensajes : 31
Puntos de Canje : 74470
Fecha de inscripción : 21/04/2011
Re: Dime una cosa, te conosco hermano?
Aquello era tan extraño. Jace se habìa quedado mirando al muchacho aquel, que no parecìa mucho menor que èl y le hablaba como si lo conociera de toda la vida, querìa escuchar lo que tenìa que decir, allì era una cosa distinta, no habìa gente escuchando cosas raras. El rubio le hizo una seña para que terminase de entrar por la puerta para luego cerrarla, no habìa dicho nada aùn. Nada que le dijera a Klaus que todo lo que estaba diciendo no tenìa sentido para èl. Lo invitò a sentarse a una silla medio enclenque del lugar mientras èl se sentò en su cama.
Se tocò el mentòn pensativo, y suspiro luego. - No recuerdo nada de lo que pasò chico, no se quien eres? Espera espera.. - el rubio habìa escuchado que èl lo habìa llamado hermano - Eres mi hermano? - preguntò curioso, no queria llenarse de informaciòn ese dìa pero se dedicaba ahora en ver en el rostro de su amigo algun rasgo parecido al de èl. Quizàs en los ojos, pero èl los tenìa mas claros. Se acomod`oen la cama poniendo su espalda contra la pared. - Recuerdo que hubo una explosiòn.. y recuerdo a Shioban conmigo.. - su novia habìa desaparecido junto a èl, pero ella si que no habìa sobrevivido. - Desperte en una montaña y luego llegue hasta aquì pero.. realmente no se lo que a pasado, ni si puedo ayudarte en algo.. no te recuerdo.. - Jsce mirò sus pies avergonzado, quizàs habìa olvidado a alguien muy importante en su vida.
Se tocò el mentòn pensativo, y suspiro luego. - No recuerdo nada de lo que pasò chico, no se quien eres? Espera espera.. - el rubio habìa escuchado que èl lo habìa llamado hermano - Eres mi hermano? - preguntò curioso, no queria llenarse de informaciòn ese dìa pero se dedicaba ahora en ver en el rostro de su amigo algun rasgo parecido al de èl. Quizàs en los ojos, pero èl los tenìa mas claros. Se acomod`oen la cama poniendo su espalda contra la pared. - Recuerdo que hubo una explosiòn.. y recuerdo a Shioban conmigo.. - su novia habìa desaparecido junto a èl, pero ella si que no habìa sobrevivido. - Desperte en una montaña y luego llegue hasta aquì pero.. realmente no se lo que a pasado, ni si puedo ayudarte en algo.. no te recuerdo.. - Jsce mirò sus pies avergonzado, quizàs habìa olvidado a alguien muy importante en su vida.
Jace E. Deveraux- Mensajes : 8
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Fecha de inscripción : 01/04/2011
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