De Varitas por Medio (James)
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De Varitas por Medio (James)
La tarde caía ya en el castillo y yo me encontraba en mi sala común, con la espalda apoyada sobre el respaldo del sillón contemplando uno de mis libros. ¿Mi nombre? ¿Acaso importa? Puede que sí, pues mi apellido es conocido en cualquier rincón y supongo que más de uno tiembla con sólo escucharlo. Ladeé ligeramente la cabeza mientras con mis dedos cepillaba con cuidado mi cabello y mis ojos se fijaban en todas y cada uno de las palabras que aparecían en el libro. Suspiré. Me dolía la cabeza. Tal vez demasiado y por más que trataba no podía dejarla en blanco. Estaba aburrida y las paredes se me caían encima. Tenía que hacer algo.
Me levanté de allí y me acerqué a la ventana, abriendo con cuidado los cristales y cerrando los ojos mientras dejaba que la brisa otoñal acariciara mi rostro, congelándolo ligeramente. Un ruido captó mi atención y fijé mis ojos en un par de siluetas que se dibujaban entre la oscuridad. Un par de estudiantes caminaban por los exteriores de Hogwarts. Se reían, se divertían, se comportaban de una manera muy poco apropiada, gritando en exceso, pero bueno. Aún no era tarde y los niños, porque eran claramente de primero, podrían hacer lo que quisieran.
En ese momento alguien entró por la puerta y saludé a una de mis compañeras con un ligero movimiento de cabeza mientras miraba hacia la puerta. Salir, necesitaba salir de allí. Por lo que ni corta ni perezosa me enfundé en mi túnica con adornos verdes y tomé mi boina, para después salir a dar un paseo. Deslicé mis pies por el frío suelo de los pasillos de Hogwartsm como si quisiera volar, y supongo que en cierta manera era así. Metí mis manos en mis bolsillos y ladeé la cabeza. Me crucé con varios compañeros y me encontré esforzándome por esbozar mi mejor sonrisa. Una encantadora y ligera sonrisa. No me costó mucho conseguirlo, estaba acostumbrada a hacerlo. Era algo casi innato en mí y es que en ese tipo de eventos no podía permitir que nadie notara que no me encontraba del todo bien, que algo me pasaba, que estaba aburrida. Por que eso a ellos no les importaba.
Tras revolver mi caprichoso cabello con la punta de mis dedos salí a los jardines del castillo. Sin duda una bonita parte de éstos. Caminé hasta una parte en la que no había nadie, una poco transitada y saqué mi varita, dispuesta a practicar un poco. ¿Qué pasaba? Estaba aburrida y en algo me tenía que entretener ¿no?
-Confringo-exclamé mientras apuntaba a una roca, la cual se hacía añicos casi inmediatamente.
Me levanté de allí y me acerqué a la ventana, abriendo con cuidado los cristales y cerrando los ojos mientras dejaba que la brisa otoñal acariciara mi rostro, congelándolo ligeramente. Un ruido captó mi atención y fijé mis ojos en un par de siluetas que se dibujaban entre la oscuridad. Un par de estudiantes caminaban por los exteriores de Hogwarts. Se reían, se divertían, se comportaban de una manera muy poco apropiada, gritando en exceso, pero bueno. Aún no era tarde y los niños, porque eran claramente de primero, podrían hacer lo que quisieran.
En ese momento alguien entró por la puerta y saludé a una de mis compañeras con un ligero movimiento de cabeza mientras miraba hacia la puerta. Salir, necesitaba salir de allí. Por lo que ni corta ni perezosa me enfundé en mi túnica con adornos verdes y tomé mi boina, para después salir a dar un paseo. Deslicé mis pies por el frío suelo de los pasillos de Hogwartsm como si quisiera volar, y supongo que en cierta manera era así. Metí mis manos en mis bolsillos y ladeé la cabeza. Me crucé con varios compañeros y me encontré esforzándome por esbozar mi mejor sonrisa. Una encantadora y ligera sonrisa. No me costó mucho conseguirlo, estaba acostumbrada a hacerlo. Era algo casi innato en mí y es que en ese tipo de eventos no podía permitir que nadie notara que no me encontraba del todo bien, que algo me pasaba, que estaba aburrida. Por que eso a ellos no les importaba.
Tras revolver mi caprichoso cabello con la punta de mis dedos salí a los jardines del castillo. Sin duda una bonita parte de éstos. Caminé hasta una parte en la que no había nadie, una poco transitada y saqué mi varita, dispuesta a practicar un poco. ¿Qué pasaba? Estaba aburrida y en algo me tenía que entretener ¿no?
-Confringo-exclamé mientras apuntaba a una roca, la cual se hacía añicos casi inmediatamente.
Geneviève GautierSLYTHERIN - Mensajes : 154
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Fecha de inscripción : 22/03/2011
Re: De Varitas por Medio (James)
Miércoles de la Segunda Semana. Antes de la Cena.
Se acercaba la hora de la cena y junto a Fred y Roxanne bajamos de la sala común hasta el Gran Comedor. Era extremadamente tedioso y agotador tener que bajar tantas escalera para ir a cenar. Siempre preferíamos, luego de las clases, esperar deambulando por los pasillos de los primeros pisos o por el patio, pero los días miércoles no teníamos clase en la tarde, por lo que solíamos subir a la sala común, sobre todo porque el frío otoñal era algo molesto.
Cuando pasábamos por el pasillo de la planta baja que llevaba al Comedor y conectaba con el patio, vi, por la ventana, a Geneviève Gautier. Sí, la misma Genevieve que había logrado sacar lo mejor de mi arte en batalla en el Club de Duelo. Aunque obviamente eso jamás lo reconocería en persona, y ella no tenía por qué saberlo. - Adelántense. - me limité a decir sin prestar atención a Fred que me decía algo de unas grageas con sabores de no se qué para el bibliotecario que no nos daba buena espina. Les hice un gesto con la mano y me separé de ellos sin quitar los ojosde las caderas de Genevieve, hasta que un estruendo me hizo sobresaltar. Una roca hecha añicos fue lo que vi, provocado por un hechizo de Gen. Tragué saliva, aveces hasta daba miedo. Con sigilo me aproximé hasta ella y rodeé su cintura, por la espalda, con mi brazo.
- ¿Aburrida, chica ruda? - pregunté mordiendo el lóbulo de su oreja con una sonrisa juguetona en los labios. La aprisioné con fuerza entre mis brazos para que no pudiera escapar aunque lo intentase, y arrimé colando mi entrepierna a su trasero. Era algo osado, y quizás hasta una mala idea, pero siempre es divertido sacar de quicio a esa muñeca. - ¿O esperando con ansias mi agradable y sorpresiva compañía? - añadí ésta vez depositando un beso en su mejilla de forma brusca para luego apartarme de ella, dando un par de pasos hacia atrás, y quitándole la boina para ponérmela en la cabeza. Si quería provocarla debía mantener distancias o podría perder la cabeza en ese mismo lugar. - Es abrigadora, me gusta - le dije arqueando ambas cejas con una sonrisa impregnada en el rostro. - ¿A qué me veo lindo? - pregunté deslizándola con mi mano en mi cabeza, sosteniéndola por la punta para hacerla girar. Estaba concentrado y divertido en eso, tanto que desvié mi mirada de Gen para posarla en mi cabeza, o tratar de hacerlo.
Se acercaba la hora de la cena y junto a Fred y Roxanne bajamos de la sala común hasta el Gran Comedor. Era extremadamente tedioso y agotador tener que bajar tantas escalera para ir a cenar. Siempre preferíamos, luego de las clases, esperar deambulando por los pasillos de los primeros pisos o por el patio, pero los días miércoles no teníamos clase en la tarde, por lo que solíamos subir a la sala común, sobre todo porque el frío otoñal era algo molesto.
Cuando pasábamos por el pasillo de la planta baja que llevaba al Comedor y conectaba con el patio, vi, por la ventana, a Geneviève Gautier. Sí, la misma Genevieve que había logrado sacar lo mejor de mi arte en batalla en el Club de Duelo. Aunque obviamente eso jamás lo reconocería en persona, y ella no tenía por qué saberlo. - Adelántense. - me limité a decir sin prestar atención a Fred que me decía algo de unas grageas con sabores de no se qué para el bibliotecario que no nos daba buena espina. Les hice un gesto con la mano y me separé de ellos sin quitar los ojos
- ¿Aburrida, chica ruda? - pregunté mordiendo el lóbulo de su oreja con una sonrisa juguetona en los labios. La aprisioné con fuerza entre mis brazos para que no pudiera escapar aunque lo intentase, y arrimé colando mi entrepierna a su trasero. Era algo osado, y quizás hasta una mala idea, pero siempre es divertido sacar de quicio a esa muñeca. - ¿O esperando con ansias mi agradable y sorpresiva compañía? - añadí ésta vez depositando un beso en su mejilla de forma brusca para luego apartarme de ella, dando un par de pasos hacia atrás, y quitándole la boina para ponérmela en la cabeza. Si quería provocarla debía mantener distancias o podría perder la cabeza en ese mismo lugar. - Es abrigadora, me gusta - le dije arqueando ambas cejas con una sonrisa impregnada en el rostro. - ¿A qué me veo lindo? - pregunté deslizándola con mi mano en mi cabeza, sosteniéndola por la punta para hacerla girar. Estaba concentrado y divertido en eso, tanto que desvié mi mirada de Gen para posarla en mi cabeza, o tratar de hacerlo.
James S. PotterGRYFFINDOR - Mensajes : 918
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Re: De Varitas por Medio (James)
Ladeé la cabeza cuando la roca estalló en mil pedazos y esbocé una sonrisa. Me gustaba aprender hechizos, me gustaba practicarlos, no por algo me había unido al club de duelo, un lugar francamente interesante, o al menos esa era mi opinión. Desde que podía recordar, o por lo pronto desde que entré en Hogwarts me había gustado ese club, tanto que al final formé parte de él. Miré con una sonrisa mi varita, mi fiel compañera, y no pude evitar que algún que otro recuerdo viniera a mi cabeza.
El día que la compré en Ollivander´s , mi primer hechizo, mi primer duelo... Entonces alguien rodeó mis caderas y mordió mi oreja. ¿Alguien? No, él. James Sirius Potter, la persona más arrogante y molesta que me podría encontrar en el mundo mágico y en el muggle. Y hablando de duelos...el que tuve con él fue uno de los mejores, aunque por supuesto no se lo iba a decir. Creo que me encargué de demostrarle que no por ser serpiente tengo que ser torpe con la varita y que por ser un año más pequeña que él no tengo que ser peor.
Lo aparté de mi con un suave y seco movimiento, girándome y elevando la mirada hasta posarla en la suya. Si las miradas mataran...hace ya tiempo que él estaría muerto. Si fuera por mí...Sacudí la cabeza y alisé mi cabello con mis manos, para después acercarme a él y golpearle su hombro con mi dedo índice. -¿Qué demonios crees que estás haciendo?-le pregunté alzando una ceja. Él y yo no nos llevábamos bien, en absoluto. Eso no era un secreto para nadie. Peleábamos continuamente, tanto es así que parecía que su pasatiempo favorito era ese precisamente. Pelear conmigo, sacarme de quicio, porque si no era así, francamente tenía un don natural.-¿Qué te dice que tu compañía me parece agradable?-le pregunté cruzando por mi pecho mis brazos
Me encogí de hombros y lo miré a los ojos.-Si estoy o no estoy aburrida no es de tu incumbencia ¿o acaso has venido a divertirme?-le dije esbozando una ligera sonrisa que se amplió al decir estar últimas palabras. Una sonrisa fría, falsa, pero una al fin y al cabo. Entonces él me quitó la boina y se la puso en la cabeza. Puse los ojos en blanco y suspiré irritada. Estaba claro que se aburría o que simplemente era idiota y francamente yo no sabía cual escoger. -¿Lindo, tú? Ni siquiera con mi boina te ves así, querido-le dije
El día que la compré en Ollivander´s , mi primer hechizo, mi primer duelo... Entonces alguien rodeó mis caderas y mordió mi oreja. ¿Alguien? No, él. James Sirius Potter, la persona más arrogante y molesta que me podría encontrar en el mundo mágico y en el muggle. Y hablando de duelos...el que tuve con él fue uno de los mejores, aunque por supuesto no se lo iba a decir. Creo que me encargué de demostrarle que no por ser serpiente tengo que ser torpe con la varita y que por ser un año más pequeña que él no tengo que ser peor.
Lo aparté de mi con un suave y seco movimiento, girándome y elevando la mirada hasta posarla en la suya. Si las miradas mataran...hace ya tiempo que él estaría muerto. Si fuera por mí...Sacudí la cabeza y alisé mi cabello con mis manos, para después acercarme a él y golpearle su hombro con mi dedo índice. -¿Qué demonios crees que estás haciendo?-le pregunté alzando una ceja. Él y yo no nos llevábamos bien, en absoluto. Eso no era un secreto para nadie. Peleábamos continuamente, tanto es así que parecía que su pasatiempo favorito era ese precisamente. Pelear conmigo, sacarme de quicio, porque si no era así, francamente tenía un don natural.-¿Qué te dice que tu compañía me parece agradable?-le pregunté cruzando por mi pecho mis brazos
Me encogí de hombros y lo miré a los ojos.-Si estoy o no estoy aburrida no es de tu incumbencia ¿o acaso has venido a divertirme?-le dije esbozando una ligera sonrisa que se amplió al decir estar últimas palabras. Una sonrisa fría, falsa, pero una al fin y al cabo. Entonces él me quitó la boina y se la puso en la cabeza. Puse los ojos en blanco y suspiré irritada. Estaba claro que se aburría o que simplemente era idiota y francamente yo no sabía cual escoger. -¿Lindo, tú? Ni siquiera con mi boina te ves así, querido-le dije
Geneviève GautierSLYTHERIN - Mensajes : 154
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Re: De Varitas por Medio (James)
- No me mires así que me gasto - dije rodando los ojos ante la mirada acusante de Gen. Si había algo que conseguía con mucha facilidad era fruncir ese perfecto ceño, o quizás ya venía fruncido de fabrica, quien sabe. Por lo menos yo, muy pocas veces la había visto recibirme con una sonrisa. - ¿Yo? Nada, solo pasaba a saludar - dije desviando la mirada al cielo y comenzando a silbar de forma despreocupada. Trataba de hacer oídos sordos a sus frases cortopunsantes, pero debo reconocerlo; en más de una ocasión mi perfecto ceño se vio fruncido.- Mi compañía es agradable para cualquier, pero si quieres me voy - me encogí de hombros mientras ella se cruzaba de brazos.
¿Quien mejor que yo para divertir a una amargada Slytherin. Sí, porque Gen era una amargada, había que reconocerlo. Debería ser más como Cassandra, es decir, no tan... Slytherin. - Podría... - respondí agudizando mi mirada. - Siempre soy bueno divirtiendo, sobre todo a chicas linda como tu - dije posando mis dedos en su mentón y meneándolo levemente. - Eres tu la que no se deja divertir.
Me separé de ella mientras jugaba con su boina divertido. - ¿Eso crees, Gen? - pregunté observándola de soslayo con una sonrisa divertida. - ¿Qué no me veo lindo? - pregunté otra dándole la espalda para verme en el reflejo de las ventanas y modelar como si fuera un modelo de grandes pasarelas. Me incliné un poco y terminé por acomodarlo completamente. - Yo creo que me veo lindo - dije incorporándome nuevamente sin dejar de ver mi perfecto reflejo en la ventana. - ¡¿Qué opinan ustedes chicas?! - pregunté divertido a un grupo de Hufflepuff que me observaban entre risas. - ¿A que me veo lindo? - cuestioné guiñandoles un ojo al grupito de tejonas, las cuales solo respondiendo con risitas nerviosas y obviamente más de un asentimiento de cabeza.
Me volteé nuevamente hasta Genevieve y me aproximé hasta ella, sintiendo los ceños fruncidos de las chicas a mi alrededor. Si debia sentirse alagada de tanta cercanía, sobre todo teniendo en cuenta que era una Slytherin. Aproximé mi rostro a la altura del suyo a una misera distancia de sus labios. - Creo que lo quedaré - solté el aire y mi aliento impactó en sus labios para luego incorporarme nuevamente a una distancia prudente. - De seguro a mi se me ve mejor, aunque sea de un color tan feo - chasqueé la lengua y le sonreí divertido y burlón.
¿Quien mejor que yo para divertir a una amargada Slytherin. Sí, porque Gen era una amargada, había que reconocerlo. Debería ser más como Cassandra, es decir, no tan... Slytherin. - Podría... - respondí agudizando mi mirada. - Siempre soy bueno divirtiendo, sobre todo a chicas linda como tu - dije posando mis dedos en su mentón y meneándolo levemente. - Eres tu la que no se deja divertir.
Me separé de ella mientras jugaba con su boina divertido. - ¿Eso crees, Gen? - pregunté observándola de soslayo con una sonrisa divertida. - ¿Qué no me veo lindo? - pregunté otra dándole la espalda para verme en el reflejo de las ventanas y modelar como si fuera un modelo de grandes pasarelas. Me incliné un poco y terminé por acomodarlo completamente. - Yo creo que me veo lindo - dije incorporándome nuevamente sin dejar de ver mi perfecto reflejo en la ventana. - ¡¿Qué opinan ustedes chicas?! - pregunté divertido a un grupo de Hufflepuff que me observaban entre risas. - ¿A que me veo lindo? - cuestioné guiñandoles un ojo al grupito de tejonas, las cuales solo respondiendo con risitas nerviosas y obviamente más de un asentimiento de cabeza.
Me volteé nuevamente hasta Genevieve y me aproximé hasta ella, sintiendo los ceños fruncidos de las chicas a mi alrededor. Si debia sentirse alagada de tanta cercanía, sobre todo teniendo en cuenta que era una Slytherin. Aproximé mi rostro a la altura del suyo a una misera distancia de sus labios. - Creo que lo quedaré - solté el aire y mi aliento impactó en sus labios para luego incorporarme nuevamente a una distancia prudente. - De seguro a mi se me ve mejor, aunque sea de un color tan feo - chasqueé la lengua y le sonreí divertido y burlón.
Última edición por James S. Potter el Jue Mar 24, 2011 10:20 pm, editado 1 vez
James S. PotterGRYFFINDOR - Mensajes : 918
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Fecha de inscripción : 16/03/2011
Localización : En Sortilegios Weasley.
Re: De Varitas por Medio (James)
Pestañeé lentamente cuando dijo que no lo mirara así que se iba a gastar. Seguí mirándolo, por supuesto, clavando mi mirada en la suya mientras jugaba con un mechón de mi cabello. Aprovechando la cercanía que él había propiciado esbocé una sonrisa.-¿Me prometes que si te sigo mirando te gastarás?-le pregunté divertida susurrando las palabras porque no era necesario hablar más alto. ¿Para qué hacerlo si él mismo había cogido mi mentón con sus dedos? Escuché sus palabras y rodé los ojos, poniéndolos en blanco.
Ladeé ligeramente mi cabeza, dejando que mi cabello resbalara por mis hombros.-¡Oh, vaya! ¿Ahora es cuando te doy las gracias por querer venir a divertirme? Si esperaba que lo hiciera iba listo.Esbocé una sonrisa cuando continuó hablando.-Vaya, vaya ¿así que por fin reconoces que te parezco guapa? Bueno querido, es un principio. Por algo hay que empezar ¿no crees?
Después de lo que yo dije ladeé la cabeza y escuché lo que decía sobre mi boina. Era un ególatra que no soportaba no ser el centro de atención. Un narcisista de pura cepa, pero tenía que reconocer que divertido. Tuve que amagar una sonrisa que se quería escapar de mis labios. Y cómo era lógico, tuvo que preguntar a un grupo de chicas de Hufflepuff. Me quedé un rato observándolas. Muchas se miraban divertidas, otras miraban a James nerviosas, sin poder evitar que pequeñas risitas escaparan de sus labios.
Era de sobras conocido por todo el mundo el éxito que tenía el chico entre mis compañeras, entre todas las estudiantes de esta escuela. Y aunque no entendía cómo podían pasar por alto su forma de ser tan...sumamente irritante, lo cierto es que había que reconocer que era guapo, aunque por supuesto eso no se lo diría, ni siquiera adivinaría que yo estaría pensando tal cosa.
Se volvió a girar, clavando su mirada en la mía. Acercándose más, depositando sus labios a escasos milímetros de los míos, tan cerca que podía sentir su respiración acariciar mi boca. Mordí mi labio inferior, sin apartar la vista de la suya. -Si querías un recuerdo mío sólo tenías que pedírmelo-le dije arrastrando las palabras. Me acerqué más, dejando que mis labios rozaran los suyos ligeramente. Y entonces cogí mi boina y me la puse en la cabeza, para después separame unos pasos y mirarlo divertida.
Ladeé ligeramente mi cabeza, dejando que mi cabello resbalara por mis hombros.-¡Oh, vaya! ¿Ahora es cuando te doy las gracias por querer venir a divertirme? Si esperaba que lo hiciera iba listo.Esbocé una sonrisa cuando continuó hablando.-Vaya, vaya ¿así que por fin reconoces que te parezco guapa? Bueno querido, es un principio. Por algo hay que empezar ¿no crees?
Después de lo que yo dije ladeé la cabeza y escuché lo que decía sobre mi boina. Era un ególatra que no soportaba no ser el centro de atención. Un narcisista de pura cepa, pero tenía que reconocer que divertido. Tuve que amagar una sonrisa que se quería escapar de mis labios. Y cómo era lógico, tuvo que preguntar a un grupo de chicas de Hufflepuff. Me quedé un rato observándolas. Muchas se miraban divertidas, otras miraban a James nerviosas, sin poder evitar que pequeñas risitas escaparan de sus labios.
Era de sobras conocido por todo el mundo el éxito que tenía el chico entre mis compañeras, entre todas las estudiantes de esta escuela. Y aunque no entendía cómo podían pasar por alto su forma de ser tan...sumamente irritante, lo cierto es que había que reconocer que era guapo, aunque por supuesto eso no se lo diría, ni siquiera adivinaría que yo estaría pensando tal cosa.
Se volvió a girar, clavando su mirada en la mía. Acercándose más, depositando sus labios a escasos milímetros de los míos, tan cerca que podía sentir su respiración acariciar mi boca. Mordí mi labio inferior, sin apartar la vista de la suya. -Si querías un recuerdo mío sólo tenías que pedírmelo-le dije arrastrando las palabras. Me acerqué más, dejando que mis labios rozaran los suyos ligeramente. Y entonces cogí mi boina y me la puse en la cabeza, para después separame unos pasos y mirarlo divertida.
Geneviève GautierSLYTHERIN - Mensajes : 154
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Fecha de inscripción : 22/03/2011
Re: De Varitas por Medio (James)
Cómo no hizo comentario alguno con respecto a irme, me quedé. De todos modos no tenía nada mejor que hacer a esas horas. Bueno, cenar, pero ¿quien dice que no cenaría? El plato estaba servido y tenía nombre y apellido; Geneviève Gautier. - No lo sé, supongo que a éstas altura ya estaría muy gastado, pero como ves, sigo igual de radiante. - sonreí ampliamente mostrando mi perfecta dentadura. Estaba acostumbrado a que me mirasen al pasar, así que, de gastarme, estaría ya en los huesos.
- No tienes que darme las gracias, ya te he dicho que soy un chico sencillo y modesto - sonreí en un gesto tan arrogante que de sencillo y modesto no tenía nada. - Claro, o quizás ese feo árbol a tu espalda te hace ver más atractiva de lo normal - le solté refiriéndome a un árbol viejo y gastado que contrastaba con ella. Aunque a decir verdad no sabría decir cual estaba más gastado, si Gen o el árbol. Una sonrisa salió de mis labios ante mis pensamientos y negué con la cabeza enfocándome en la rubia.
Luego de separarme ella volvió a aproximarse y volvimos a quedar a una misera distancias, pero ésta vez mucho más reducida. De hecho sus labios rosaron los míos al momento de hablar y su aliento dio lleno en mi boca. Excitante. Me arrebató la fea boina y se la volvió a acomodar en la cabeza. Mis labios cedieron un momento y se vieron arrastrado por los suyos a la distancias. Suspiré algo frustrado y me repuse, tratando de que no se percatara de mis labios la deseaban. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que desviando la atención a otro tema?.
- ¿Y bien? Me dirás que haces aquí tan sola sin tus amiguitas serpientes? - pregunté cruzándome de brazos y arqueando una ceja. - ¿Acaso no sabes que los Slytherin deben andar en grupo por su propio bien? Nunca se sabe cuando un Gryffindor molesto y odioso podría comenzar a fastidiarlos - rodé los ojos - nunca entenderé a mis compañeros, ¿Por qué harían algo así? Deberían aprender de mi que comparto con cada uno de los Slytherin - sonreí de forma patán pues el discurso no me lo creía ni yo. Y es que no había nada más divertido que burlarse de un Slytherin. - De hecho, me agradan tanto los Slytherins... - mentí - que estoy dispuesto a ir a cenar contigo en la mesa de las serpientes ahora mismo. ¿Qué te parece la idea? - pregunté alzando ambas cejas divertido. Me gustaban los retos y además tenía hambre, pues ya se acercaba la hora de la cena y por estar con ella me la estaba perdiendo.
- No tienes que darme las gracias, ya te he dicho que soy un chico sencillo y modesto - sonreí en un gesto tan arrogante que de sencillo y modesto no tenía nada. - Claro, o quizás ese feo árbol a tu espalda te hace ver más atractiva de lo normal - le solté refiriéndome a un árbol viejo y gastado que contrastaba con ella. Aunque a decir verdad no sabría decir cual estaba más gastado, si Gen o el árbol. Una sonrisa salió de mis labios ante mis pensamientos y negué con la cabeza enfocándome en la rubia.
Luego de separarme ella volvió a aproximarse y volvimos a quedar a una misera distancias, pero ésta vez mucho más reducida. De hecho sus labios rosaron los míos al momento de hablar y su aliento dio lleno en mi boca. Excitante. Me arrebató la fea boina y se la volvió a acomodar en la cabeza. Mis labios cedieron un momento y se vieron arrastrado por los suyos a la distancias. Suspiré algo frustrado y me repuse, tratando de que no se percatara de mis labios la deseaban. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que desviando la atención a otro tema?.
- ¿Y bien? Me dirás que haces aquí tan sola sin tus amiguitas serpientes? - pregunté cruzándome de brazos y arqueando una ceja. - ¿Acaso no sabes que los Slytherin deben andar en grupo por su propio bien? Nunca se sabe cuando un Gryffindor molesto y odioso podría comenzar a fastidiarlos - rodé los ojos - nunca entenderé a mis compañeros, ¿Por qué harían algo así? Deberían aprender de mi que comparto con cada uno de los Slytherin - sonreí de forma patán pues el discurso no me lo creía ni yo. Y es que no había nada más divertido que burlarse de un Slytherin. - De hecho, me agradan tanto los Slytherins... - mentí - que estoy dispuesto a ir a cenar contigo en la mesa de las serpientes ahora mismo. ¿Qué te parece la idea? - pregunté alzando ambas cejas divertido. Me gustaban los retos y además tenía hambre, pues ya se acercaba la hora de la cena y por estar con ella me la estaba perdiendo.
James S. PotterGRYFFINDOR - Mensajes : 918
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Re: De Varitas por Medio (James)
Me quedé observándolo. Mirándolo con la cabeza ligeramente ladeada, mientras escuchaba todas las tonterías que estaba diciendo. La verdad es que era un chico muy seguro de si mismo, tan seguro como arrogante y estúpido.
Sí, no dudaba que alguna que otra chica se hubiera fijado en él, pero es que en Hogwarts también habían chicas con mal gusto y él era la prueba viviente. Sí, estaba claro que el chico no estaba nada mal. No iba a mentir, no me gusta eso de ser falsa y tengo ojos en la cara, pero de ahí a llegar a suspirar por él...No las comprendía, sinceramente no las comprendía.
Ahogué una ligera sonrisa cuando dijo que era un chico sencillo y modesto. ¿En que fantástico universo eso era realidad? Porque en el nuestro seguro que no. James Sirius Potter no tenía nada de sencillo, ni de modesto. Era un ego con piernas, simplemente eso y al parecer estaba orgulloso de serlo. Aún así tenía que reconocer que era divertido.
Me giré para ver el árbol del que hablaba. Un árbol, viejo, seco y sin hojas cuyas ramas se retorcían a más no poder, en definitiva, más que un árbol fuerte y vigoroso se trataba de un esqueleto. Una sombra de lo que una vez fue. Volví a mirar a James y puse cara de pena, fingida por supuesto-Vaya, y yo que creía que me considerabas guapa...es un golpe demasiado duro.
Metí mis manos en mis bolsillos y escuché sus palabras mientras un ligero suspiro se escapaba de mis labios. Miré a mi alrededor y me encogí de hombros. Pues la verdad es que estaba aburrida y he decidido practicar un poco algún que otro hechizo-le dije-¿Pero desde cuando te importa lo que yo haga o deje de hacer?
Entonces esbocé una ligera sonrisa cuando dijo que las slytherin no teníamos que ir solas porque podía aparecer un león y meterse con nosotros. ¿Y tú quién eres? ¿El valiente caballero que se preocupa de que eso no pase o el villano?
-¿Eso es una proposición? ¿Acaso me estás diciendo que quieres cenar conmigo, querido?-le pregunté mientras jugaba con un mechón de mi cabello-Vaya, vaya...
Sí, no dudaba que alguna que otra chica se hubiera fijado en él, pero es que en Hogwarts también habían chicas con mal gusto y él era la prueba viviente. Sí, estaba claro que el chico no estaba nada mal. No iba a mentir, no me gusta eso de ser falsa y tengo ojos en la cara, pero de ahí a llegar a suspirar por él...No las comprendía, sinceramente no las comprendía.
Ahogué una ligera sonrisa cuando dijo que era un chico sencillo y modesto. ¿En que fantástico universo eso era realidad? Porque en el nuestro seguro que no. James Sirius Potter no tenía nada de sencillo, ni de modesto. Era un ego con piernas, simplemente eso y al parecer estaba orgulloso de serlo. Aún así tenía que reconocer que era divertido.
Me giré para ver el árbol del que hablaba. Un árbol, viejo, seco y sin hojas cuyas ramas se retorcían a más no poder, en definitiva, más que un árbol fuerte y vigoroso se trataba de un esqueleto. Una sombra de lo que una vez fue. Volví a mirar a James y puse cara de pena, fingida por supuesto-Vaya, y yo que creía que me considerabas guapa...es un golpe demasiado duro.
Metí mis manos en mis bolsillos y escuché sus palabras mientras un ligero suspiro se escapaba de mis labios. Miré a mi alrededor y me encogí de hombros. Pues la verdad es que estaba aburrida y he decidido practicar un poco algún que otro hechizo-le dije-¿Pero desde cuando te importa lo que yo haga o deje de hacer?
Entonces esbocé una ligera sonrisa cuando dijo que las slytherin no teníamos que ir solas porque podía aparecer un león y meterse con nosotros. ¿Y tú quién eres? ¿El valiente caballero que se preocupa de que eso no pase o el villano?
-¿Eso es una proposición? ¿Acaso me estás diciendo que quieres cenar conmigo, querido?-le pregunté mientras jugaba con un mechón de mi cabello-Vaya, vaya...
Geneviève GautierSLYTHERIN - Mensajes : 154
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Fecha de inscripción : 22/03/2011
Re: De Varitas por Medio (James)
Una ligera corriente alborotó mis cabellos. El otoño se comenzaba a hacer presente, ya ni rastro del verano quedaba, un nuevo y largo año para esperar disfrutar de las playas o piscinas. Acicalé mis cabellos mientras la escuchaba hablar, habla-quebla-habla, sus palabras te podían matar del aburrimiento, eran mejor que un hechizo imperdonable.
Fingí un bostezo, el cual se detuvo cuando hizo su pregunta. - No te confundas, querida, a mi me es indiferente si estás aquí para hacer hechizos o escondiéndote de algo, solo preguntaba por curiosidad, y quizás por cortesía, quien sabe - me encogí de hombros frunciendo mi labio inferior. Sus palabras me causaron cierta gracia, pero traté de no demostrarlo. - Mas bien soy... el lindo lobito vestido de oveja - sonreí y me acerqué a ella hasta alcanzar sus cabellos y comenzar a enredarlos en mis dedos - ¿A ti qué te gustaría que fuera? - pregunté en un tono insinuante y calmado - ¿El valiente caballero que te salve cual princesa? ¿O el villano que te excita y te da adrenalina? - pregunté ésta vez mordiendo mi labio inferior y guiñándole un ojo para luego apartarme. Como ya había dicho antes, con Geneviève debía guardar las distancias o podría salir sin cabeza de la conversación.
- Tómalo como quieras - me encogí de hombros mientras llevaba mis manos a las carteras. - ¿Aceptas o me tienes miedo? - pregunté sonriendo de lado y desviando la mirada hacia la copa de un árbol a mi lado, obviamente sin ladear el rostro. Mi mirada volvió a centrarse en ella y suspiré con fuerza, para que lo notara. - Ya entiendo, no me quieres cerca de tu amigos pues te avergüenzas de mi, lo entiendo - mentí y fingí un puchero. Nadie podría avergonzarse de mi, y mucho menos rechazar una cita conmigo. - ¿O es que preferirías una cita a solas? - pregunté sonriendo divertido mientras me aproximaba a ella nuevamente en un vaivén mientras caminaba, de un lado a otro, de forma casi exagerada. - Dime Geneviève, ¿Quieres que te invite a cenar a solas? Tengo libre el fin de semana - señalé alzando mis ojos tratando de recordar si era cierto o no. Había una fiesta que estaba organizando Ben y me había pedido que le ayudara, pero de todos modos no pensaba asistir pues el DJ no me agradaba nada. Slytherin, obviamente.
Fingí un bostezo, el cual se detuvo cuando hizo su pregunta. - No te confundas, querida, a mi me es indiferente si estás aquí para hacer hechizos o escondiéndote de algo, solo preguntaba por curiosidad, y quizás por cortesía, quien sabe - me encogí de hombros frunciendo mi labio inferior. Sus palabras me causaron cierta gracia, pero traté de no demostrarlo. - Mas bien soy... el lindo lobito vestido de oveja - sonreí y me acerqué a ella hasta alcanzar sus cabellos y comenzar a enredarlos en mis dedos - ¿A ti qué te gustaría que fuera? - pregunté en un tono insinuante y calmado - ¿El valiente caballero que te salve cual princesa? ¿O el villano que te excita y te da adrenalina? - pregunté ésta vez mordiendo mi labio inferior y guiñándole un ojo para luego apartarme. Como ya había dicho antes, con Geneviève debía guardar las distancias o podría salir sin cabeza de la conversación.
- Tómalo como quieras - me encogí de hombros mientras llevaba mis manos a las carteras. - ¿Aceptas o me tienes miedo? - pregunté sonriendo de lado y desviando la mirada hacia la copa de un árbol a mi lado, obviamente sin ladear el rostro. Mi mirada volvió a centrarse en ella y suspiré con fuerza, para que lo notara. - Ya entiendo, no me quieres cerca de tu amigos pues te avergüenzas de mi, lo entiendo - mentí y fingí un puchero. Nadie podría avergonzarse de mi, y mucho menos rechazar una cita conmigo. - ¿O es que preferirías una cita a solas? - pregunté sonriendo divertido mientras me aproximaba a ella nuevamente en un vaivén mientras caminaba, de un lado a otro, de forma casi exagerada. - Dime Geneviève, ¿Quieres que te invite a cenar a solas? Tengo libre el fin de semana - señalé alzando mis ojos tratando de recordar si era cierto o no. Había una fiesta que estaba organizando Ben y me había pedido que le ayudara, pero de todos modos no pensaba asistir pues el DJ no me agradaba nada. Slytherin, obviamente.
James S. PotterGRYFFINDOR - Mensajes : 918
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Re: De Varitas por Medio (James)
Un ligera corriente revolvió su cabello y por ende el mío. Cerré los ojos y mordí mi labio inferior mientras dejaba que el viento acariciara mi rostro, enfriándolo débilmente. Me gustaba esa sensación. Me gustaba el frío, casi más que el calor, aunque debía admitir que bañarme en una playa o en una piscina era algo realmente agradable. El otoño llegaba al lugar y teñía de dorado y marrón todo lo que estuva a nuestro alrededor.
Sí, era un color bonito. No digo que lo fuera más que el verde, pero me gustaba. Elevé mi mirada hasta las hojas de un árbol que bailaban al son de esos remolinos invisibles que se formaban, como si fuera el baile más esperado del año. Esbocé una ligera sonrisa y después deposité mi mirada en James, prestándole toda mi atención. Suspiré y sacudí la cabeza.-Vaya, vaya, ¿acaso acaba de reconocer el leoncito que despierto su curiosidad?-pregunté divertida mientras ladeaba ligeramente la cabeza. Escuché sus palabras y ahogué una ligera risa en mis labios.-¿Lindo lobito vestido de oveja? Vaya, sería interesante verte sin tu disfraz-le dije mientras acomodaba un poco más mi cabello-Porque está claro que las apariencias engañan. Ya que tú de lindo no tienes nada.Vale, era una mentira, una gran mentira pero no iba a darle el gusto de reconcoer que realmente lo era. Su ego podría crecer peligrosamente. Y es que me tendría que agradecer que me preocupara por su salud y todo. Susìré y me encogí de hombros mientras dibujaba una sonrisa en mis labios.
Escuché sus palabras y mordí mi labio inferior.-Dime...¿desde cuando soy yo algo parecido a una princesa que necesite ser rescatada?-le pregunté elevando una ceja mientras acortaba la distancia que nos separaba, apoyando mis manos en sus hombros, hasta acercar mis labios a su oído-¿Y desde cuando tú eres quien me excita y me da adrenalina?-le pregunté arrastrando las palabras para después volverme a separar depositando antes un beso en su mejilla para después mirarlo divertida.
Coloqué bien mi cabello y dejé que mis dedos jugaran con un mechón, como él había hecho antes.-¿Avergonzarme? Querido, tú deberías saber que no conozco la vergüenza, si todavía te tengo que demostrar eso...-le dije mientras volvía a clavar mi mirada en sus ojos-Así que no tienes nada que hacer el fin de semana y has pensado en mí. ¿Ahora es cuando me tengo que poner nerviosa ante tal proposición? ¿No es eso lo que hacen tus admiradoras?
Sí, era un color bonito. No digo que lo fuera más que el verde, pero me gustaba. Elevé mi mirada hasta las hojas de un árbol que bailaban al son de esos remolinos invisibles que se formaban, como si fuera el baile más esperado del año. Esbocé una ligera sonrisa y después deposité mi mirada en James, prestándole toda mi atención. Suspiré y sacudí la cabeza.-Vaya, vaya, ¿acaso acaba de reconocer el leoncito que despierto su curiosidad?-pregunté divertida mientras ladeaba ligeramente la cabeza. Escuché sus palabras y ahogué una ligera risa en mis labios.-¿Lindo lobito vestido de oveja? Vaya, sería interesante verte sin tu disfraz-le dije mientras acomodaba un poco más mi cabello-Porque está claro que las apariencias engañan. Ya que tú de lindo no tienes nada.Vale, era una mentira, una gran mentira pero no iba a darle el gusto de reconcoer que realmente lo era. Su ego podría crecer peligrosamente. Y es que me tendría que agradecer que me preocupara por su salud y todo. Susìré y me encogí de hombros mientras dibujaba una sonrisa en mis labios.
Escuché sus palabras y mordí mi labio inferior.-Dime...¿desde cuando soy yo algo parecido a una princesa que necesite ser rescatada?-le pregunté elevando una ceja mientras acortaba la distancia que nos separaba, apoyando mis manos en sus hombros, hasta acercar mis labios a su oído-¿Y desde cuando tú eres quien me excita y me da adrenalina?-le pregunté arrastrando las palabras para después volverme a separar depositando antes un beso en su mejilla para después mirarlo divertida.
Coloqué bien mi cabello y dejé que mis dedos jugaran con un mechón, como él había hecho antes.-¿Avergonzarme? Querido, tú deberías saber que no conozco la vergüenza, si todavía te tengo que demostrar eso...-le dije mientras volvía a clavar mi mirada en sus ojos-Así que no tienes nada que hacer el fin de semana y has pensado en mí. ¿Ahora es cuando me tengo que poner nerviosa ante tal proposición? ¿No es eso lo que hacen tus admiradoras?
Geneviève GautierSLYTHERIN - Mensajes : 154
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Re: De Varitas por Medio (James)
Rodé los ojos ante sus palabras. Con Genevieve no había caso, siempre escuchaba lo que quería escuchar, o en su defecto distorsionaba la realidad y las palabras de los demás para su propia conveniencia. Bueno, quizás si despertaba mi curiosidad pues era un ejemplar muy peculiar de Slytherin, aunque hoy en día muchas lo eran, ya no me sorprendía. Aún así jamás reconocería que llamaba mi atención, era sería un golpe a mi orgullo que, a pesar de que era imposible que bajara de su estatus, no quería deteriorar en lo más mínimo.
Omití comentarios y me limité a observarla con mis manos en las carteras, aunque cada una de sus palabras me hacían suspirar negando con al cabeza y riéndome, literalmente, en su cara. ¿En qué mundo James Sirius Potter no era lindo? De seguro Genevieve necesitaba de una compra urgente de lentes o de un oculus reparo.
Por fin comenzaba a divertirme al responder mi pregunta con una retorica. ¿Insuaba que la excitaba como el villano? No, pregunta retorica no había terminado aún. Sonreí divertido luego de que ella besara mi mejilla. - ¿Es idea mía o me estás coqueteando, Genevieve Gautier? - pregunté acariciando mi mejilla con mis dedos - Ya quisieras que fuera tu villano, Genevieve, aunque deberías reconocer que no necesito actuar como el chico malo para mojar tus bragas - añadí sin pudor alguno. Vulgar quizás, pero cierto hasta la médula.
El juego comenzaba a ponerse interesante, pero aún sentía que de una u otra forma Genevieve trataba de desviar el tema hacia otro lugar. Obviamente no había pensado en ella para ese fin de semana, pero ya que estaba en eso no lo iba a negar. Me encogí de hombros. - No lo sé, dímelo tu, tu eres mi admiradora, no yo. Tampoco puedo pensar por ti, ¿o si? - comenté con burlona y marcada sonrisa. Aunque sería interesante comprobarlo...
- Comprobemoslo - comenté mientras me acercaba hasta ella y sostenía su mentón entre mis dedos. - Veamos si te pongo nerviosa, cariño - susurré aproximando mis labios a los suyos. - Bésame... - siseé rosando mis labios con los suyos al momento de hacerlo. - Te reto. - añadí mientras una sonrisa de medio lado se dibujaba en mi rostro. Veríamos su reacción y comprobaríamos qué tan nerviosa podía ponerla como una segura admiradora.
Omití comentarios y me limité a observarla con mis manos en las carteras, aunque cada una de sus palabras me hacían suspirar negando con al cabeza y riéndome, literalmente, en su cara. ¿En qué mundo James Sirius Potter no era lindo? De seguro Genevieve necesitaba de una compra urgente de lentes o de un oculus reparo.
Por fin comenzaba a divertirme al responder mi pregunta con una retorica. ¿Insuaba que la excitaba como el villano? No, pregunta retorica no había terminado aún. Sonreí divertido luego de que ella besara mi mejilla. - ¿Es idea mía o me estás coqueteando, Genevieve Gautier? - pregunté acariciando mi mejilla con mis dedos - Ya quisieras que fuera tu villano, Genevieve, aunque deberías reconocer que no necesito actuar como el chico malo para mojar tus bragas - añadí sin pudor alguno. Vulgar quizás, pero cierto hasta la médula.
El juego comenzaba a ponerse interesante, pero aún sentía que de una u otra forma Genevieve trataba de desviar el tema hacia otro lugar. Obviamente no había pensado en ella para ese fin de semana, pero ya que estaba en eso no lo iba a negar. Me encogí de hombros. - No lo sé, dímelo tu, tu eres mi admiradora, no yo. Tampoco puedo pensar por ti, ¿o si? - comenté con burlona y marcada sonrisa. Aunque sería interesante comprobarlo...
- Comprobemoslo - comenté mientras me acercaba hasta ella y sostenía su mentón entre mis dedos. - Veamos si te pongo nerviosa, cariño - susurré aproximando mis labios a los suyos. - Bésame... - siseé rosando mis labios con los suyos al momento de hacerlo. - Te reto. - añadí mientras una sonrisa de medio lado se dibujaba en mi rostro. Veríamos su reacción y comprobaríamos qué tan nerviosa podía ponerla como una segura admiradora.
James S. PotterGRYFFINDOR - Mensajes : 918
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Re: De Varitas por Medio (James)
Miré a mi alrededor mientras jugaba con un mechón de mi cabello. Hacía algo de viento, lo bastante como para que éste se revolviera y se pegara en mi cara. Ladeé la cabeza y dejé que un suspiro se escapara de mis labios para después meter mis manos en mis bolsillos y ladear la cabeza mientras lo miraba, esperando algún comentario por su parte porque sabía que habría alguno. Él no se iba a estar callado. Y eso era algo que yo sabía muy bien. Y es que el chico era bastante previsible, bueno puede que no, pero...bueno. Era algo obvio el que él no se estaría callado.
Alcé una ceja al escuchar sus palabras y no pude evitar que una sonrisa se escapara de mis labios al escuchar su comentario. ¿Coquetear? ¿Con él? Una leve risa salió de mi garganta y se perdió en el aire. Lo miré directamente a los ojos y mordí mi labio inferior.-Coquetear es un juego divertido ¿no te parece?-le pregunté mientras revolvía mi cabellera con una de mis manos-Pero no te equivoques, jamás coquetearía contigo, espero que no te decepciones por esa noticia. Sé que es un golpe duro.
Noté como la sangre comenzaba a hervirme. Como la rabia recorría todo mi cuerpo y dejaba un sabor agridulce en mis labios. ¿Mojar mis bragas? ¿Pero quién se creía que era? ¿O quién se creía que era yo?-¿Mojar mis que? Ya te gustaría tener esa clase de poder sobre mí.
Me aparté y me di la vuelta, dispuesta a dejarlo sólo, pero entonces sus palabras volvieron a captar mi atención. -¿Yo tu admiradora? ¿En que planeta? Porque está claro que aquí no-le contesté volviéndome a acercar a él.
Entonces se acercó más a mí y tomó mi mentón con su mano, alzándolo hasta que mis ojos se posaran en los suyos. Alcé una ceja cuando comenzó a hablar. ¿Quería comprobar si me ponía o no nerviosa? ¿Estaba retándome? Muy bien, ese era un juego al que podíamos jugar los dos. Acaricié su cabello con los dedos para después bajar hasta su cuello. Acerqué mis labios más a los suyos y los entreabrí, capturando su labio inferior, mordiéndolo, para después separarme y mirarlo a los ojos.
Alcé una ceja al escuchar sus palabras y no pude evitar que una sonrisa se escapara de mis labios al escuchar su comentario. ¿Coquetear? ¿Con él? Una leve risa salió de mi garganta y se perdió en el aire. Lo miré directamente a los ojos y mordí mi labio inferior.-Coquetear es un juego divertido ¿no te parece?-le pregunté mientras revolvía mi cabellera con una de mis manos-Pero no te equivoques, jamás coquetearía contigo, espero que no te decepciones por esa noticia. Sé que es un golpe duro.
Noté como la sangre comenzaba a hervirme. Como la rabia recorría todo mi cuerpo y dejaba un sabor agridulce en mis labios. ¿Mojar mis bragas? ¿Pero quién se creía que era? ¿O quién se creía que era yo?-¿Mojar mis que? Ya te gustaría tener esa clase de poder sobre mí.
Me aparté y me di la vuelta, dispuesta a dejarlo sólo, pero entonces sus palabras volvieron a captar mi atención. -¿Yo tu admiradora? ¿En que planeta? Porque está claro que aquí no-le contesté volviéndome a acercar a él.
Entonces se acercó más a mí y tomó mi mentón con su mano, alzándolo hasta que mis ojos se posaran en los suyos. Alcé una ceja cuando comenzó a hablar. ¿Quería comprobar si me ponía o no nerviosa? ¿Estaba retándome? Muy bien, ese era un juego al que podíamos jugar los dos. Acaricié su cabello con los dedos para después bajar hasta su cuello. Acerqué mis labios más a los suyos y los entreabrí, capturando su labio inferior, mordiéndolo, para después separarme y mirarlo a los ojos.
Geneviève GautierSLYTHERIN - Mensajes : 154
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Re: De Varitas por Medio (James)
-Crouch - arrugué mis mejillas y mi frente y mordí labio fingiendo una mueca de dolor en mi rostro y presione la zona de mi camisa donde se encontraba mi corazón. - Has dado duro, mi ego está por el suelo - mentí. El sarcasmo con Gen se me daba bastante fácil. Como si mi vida dependiera de un simple coqueteo de una Slytherin cualquiera.
La mueca de dolor fingido se desvaneció cuando noté la expresión de su rostro. Se notaba molesta, y cómo no estarlo si de seguro había dado en el clavo; mojaba sus bragas solo con mi presencia, así de sexy podía llegar a ser. Por algo tenía la fama que tenía, ¿no?. - Bragas, cariño, B-R-A-G-A-S... - me burlé dándole clases de pronunciación recalcando la palabra de forma pausada.
Por un momento creí que huiría avergonzada, apenada y descubierta. Sin embargo aceptó ella el reto y mientras veía como sus labios se entreabrían los míos los imitaron lentamente, los cuales fueron capturados por sus dientes. Fruncí mi nariz hasta que sus dientes se apartaron, y por un momento, mientras sentía su mirada sobre la mía, sentí como mi respiración comenzaba a entrecortarse. El mínimo roce de sus labios con los míos al sentir su mordedura hizo efecto en mis hormonas y por un instante desearon que esos labios se fundieran en los míos como Merlín mandaba. - No juegues conmigo, Gautier - señalé frunciendo el ceño y apartando mi sonrisa mientras la acorralaba con todo mi cuerpo contra el viejo árbol que estaba a sus espalda. Cogí su cuello con brusquedad y mis labios atraparon los suyos en un apasionado beso, rompiendo toda barrera que sus labios imperaban al introducir mi lengua por la fina linea que los separaba el uno del otro. Mi otra mano se elevó hasta sus cabellos y dejaron caer la boina al suelo, la cual amortiguó la caída gracias a las secas y amarillas hojas del suelo, mientras mi mano que hacía un momento había capturado su cuello se deslizó hasta su cintura, escapándose con habilidad hasta uno de sus glúteos.
Si quería provocarme lo había conseguido, y era obvio que eso es que lo siempre buscaba; provocarme. Quizás no de ésta manera, pero si te metes con James Potter tendrás lo que te mereces de la mejor forma en que yo pueda disfrutarlo. Capturé su labio inferior con mis dientes, tratando de retomar un poco de aire y mi mirada se posó en la suya. - No tengo libre hasta en tres fines de semanas más - le dije dejando de lado las bromas, insinuaciones y demás tonteras. - Pasaré por ti a la sala común y te llevaré a beber algo a Hogsmeade - le dije sin esperar respuesta alguna. No era una invitación, era una advertencia. O mejor dicho una invitación al estilo James Sirius Potter. - Quiero saber de donde proviene la única chica que ha hecho sudar la gota gorda en el Club de Duelo, a menos claro que te acobardes. Lo entendería. - le guiñé un ojo y me separé de ella, dándole la libertad suficiente para que pudiera moverse. Mis manos se enfundaron en mis carteras y sonreí como si nada hubiera pasado. Solo esperaría su reacción y me largaría a comer, pues moría de hambre y aunque me estaba entreteniendo no podía perder mucho tiempo, pues luego del almuerzo tenía clase.
La mueca de dolor fingido se desvaneció cuando noté la expresión de su rostro. Se notaba molesta, y cómo no estarlo si de seguro había dado en el clavo; mojaba sus bragas solo con mi presencia, así de sexy podía llegar a ser. Por algo tenía la fama que tenía, ¿no?. - Bragas, cariño, B-R-A-G-A-S... - me burlé dándole clases de pronunciación recalcando la palabra de forma pausada.
Por un momento creí que huiría avergonzada, apenada y descubierta. Sin embargo aceptó ella el reto y mientras veía como sus labios se entreabrían los míos los imitaron lentamente, los cuales fueron capturados por sus dientes. Fruncí mi nariz hasta que sus dientes se apartaron, y por un momento, mientras sentía su mirada sobre la mía, sentí como mi respiración comenzaba a entrecortarse. El mínimo roce de sus labios con los míos al sentir su mordedura hizo efecto en mis hormonas y por un instante desearon que esos labios se fundieran en los míos como Merlín mandaba. - No juegues conmigo, Gautier - señalé frunciendo el ceño y apartando mi sonrisa mientras la acorralaba con todo mi cuerpo contra el viejo árbol que estaba a sus espalda. Cogí su cuello con brusquedad y mis labios atraparon los suyos en un apasionado beso, rompiendo toda barrera que sus labios imperaban al introducir mi lengua por la fina linea que los separaba el uno del otro. Mi otra mano se elevó hasta sus cabellos y dejaron caer la boina al suelo, la cual amortiguó la caída gracias a las secas y amarillas hojas del suelo, mientras mi mano que hacía un momento había capturado su cuello se deslizó hasta su cintura, escapándose con habilidad hasta uno de sus glúteos.
Si quería provocarme lo había conseguido, y era obvio que eso es que lo siempre buscaba; provocarme. Quizás no de ésta manera, pero si te metes con James Potter tendrás lo que te mereces de la mejor forma en que yo pueda disfrutarlo. Capturé su labio inferior con mis dientes, tratando de retomar un poco de aire y mi mirada se posó en la suya. - No tengo libre hasta en tres fines de semanas más - le dije dejando de lado las bromas, insinuaciones y demás tonteras. - Pasaré por ti a la sala común y te llevaré a beber algo a Hogsmeade - le dije sin esperar respuesta alguna. No era una invitación, era una advertencia. O mejor dicho una invitación al estilo James Sirius Potter. - Quiero saber de donde proviene la única chica que ha hecho sudar la gota gorda en el Club de Duelo, a menos claro que te acobardes. Lo entendería. - le guiñé un ojo y me separé de ella, dándole la libertad suficiente para que pudiera moverse. Mis manos se enfundaron en mis carteras y sonreí como si nada hubiera pasado. Solo esperaría su reacción y me largaría a comer, pues moría de hambre y aunque me estaba entreteniendo no podía perder mucho tiempo, pues luego del almuerzo tenía clase.
James S. PotterGRYFFINDOR - Mensajes : 918
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Re: De Varitas por Medio (James)
Obvié su comentario sobre su ego, porque sabía que no era más que un juego, puro sarcasmo que salía de sus labios. Y es que a él le gustaba tanto como a mí utilizarlo, aunque no lo reconociera. Y por ese mismo motivo no iba a darle pie a que siguiera jugando, simplemente decidí pasar de esas palabras, limitándome únicamente a poner los ojos en blanco. Otras palabras resonaron más en mi cabeza haciendo que lo mirara de tal forma que si mis ojos mataran estaría a mis pies en ese mismo momento, muerto. -Querido-le dije contestando así a su cariño mientras me acercaba y cogía su camisa, jugando con ella-Se necesita más que una cara bonita para mojar mis bragas. Además el día que lo hagas no dudes que te las regalaré. Yo no las querría para nada.
Dicho esto me volví a separar, pero apenas había dado un par de pasos cuando él me acorraló contra el viejo árbol del que antes habíamos estado hablando. Su cuerpo aprisionaba el suyo y mis ojos se clavaban en los de él, mientras alzaba una ceja y ladeaba la cabeza. Coloqué mis manos tras mi espalda, acariciando la rugosa corteza de éste con las puntas de mis dedos. Escuché sus palabras, pero no hice nada. Me quedé ahí quieta, observándolo atentamente. -¿Quién dice que estoy jugando?-musité. Entonces él cogió mi cuello con brusquedad y atrapó mis labios. Elevé mis manos hasta su camisa y la volví a coger cerrando los puños alrededor de ésta. Por un instante intenté apartarlo, pero entonces su mano se enredó en mis cabellos y su lengua se introdujo en mi boca. Coloqué mis manos sobre su pecho y lo acaricié sobre la tela mientras mi boca jugaba con la suya. En ese momento la mano que había aprisionado mi cuello se deslizó hasta mi cintura para después acariciar uno de mis gluteos. Me separé y lo miré a los ojos, para después morder su labio inferior divertida.
-¿Y quién te dice que quiero que vengas a por mí y me lleves a beber nada?-le susurré mientras cogía mi boina y jugaba con ella-Vaya, me alegro de que reconozcas que he hecho sudar la gota gorda al club de duelo, viniendo de ti es todo un alago-le comenté con una sonrisa en mis labios-Y aún más si piensas cederme algo de tu tiempo para invitarme a tomar algo. ¿Es eso tu forma de pedirme una cita, cariño? Porque si quieres comer conmigo, y al parecer así es, sólo tienes que pasarte por la mesa de Slytherin. Si te atreves, claro-le dije mientras me daba la vuelta, dispuesta a irme. Miré mi boina entre mis manos y me giré avanzando de nuevo hasta él. Le coloqué mi boina en la cabeza-Te la regalo. Así tienes algo con lo que pensar en mí por las noches-le dije al oído divertida para después darle un beso en la mejilla e ir hacia el Gran Comedor.
Dicho esto me volví a separar, pero apenas había dado un par de pasos cuando él me acorraló contra el viejo árbol del que antes habíamos estado hablando. Su cuerpo aprisionaba el suyo y mis ojos se clavaban en los de él, mientras alzaba una ceja y ladeaba la cabeza. Coloqué mis manos tras mi espalda, acariciando la rugosa corteza de éste con las puntas de mis dedos. Escuché sus palabras, pero no hice nada. Me quedé ahí quieta, observándolo atentamente. -¿Quién dice que estoy jugando?-musité. Entonces él cogió mi cuello con brusquedad y atrapó mis labios. Elevé mis manos hasta su camisa y la volví a coger cerrando los puños alrededor de ésta. Por un instante intenté apartarlo, pero entonces su mano se enredó en mis cabellos y su lengua se introdujo en mi boca. Coloqué mis manos sobre su pecho y lo acaricié sobre la tela mientras mi boca jugaba con la suya. En ese momento la mano que había aprisionado mi cuello se deslizó hasta mi cintura para después acariciar uno de mis gluteos. Me separé y lo miré a los ojos, para después morder su labio inferior divertida.
-¿Y quién te dice que quiero que vengas a por mí y me lleves a beber nada?-le susurré mientras cogía mi boina y jugaba con ella-Vaya, me alegro de que reconozcas que he hecho sudar la gota gorda al club de duelo, viniendo de ti es todo un alago-le comenté con una sonrisa en mis labios-Y aún más si piensas cederme algo de tu tiempo para invitarme a tomar algo. ¿Es eso tu forma de pedirme una cita, cariño? Porque si quieres comer conmigo, y al parecer así es, sólo tienes que pasarte por la mesa de Slytherin. Si te atreves, claro-le dije mientras me daba la vuelta, dispuesta a irme. Miré mi boina entre mis manos y me giré avanzando de nuevo hasta él. Le coloqué mi boina en la cabeza-Te la regalo. Así tienes algo con lo que pensar en mí por las noches-le dije al oído divertida para después darle un beso en la mejilla e ir hacia el Gran Comedor.
Geneviève GautierSLYTHERIN - Mensajes : 154
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Re: De Varitas por Medio (James)
¿Le había dicho alguna vez que Genevieve podía llegar a ser muy sexy?, pues lo era. Su mirada penetrante y sus movimiento sutiles y coquetos siempre lograban elevar mi temperatura corporal. Lamentablemente no la conocía lo suficiente como para decir que es una de las chicas más interesantes con las que me he topado, pero se me hacía más fácil de lo que parece lidiar con ella, y no tendría problema alguno en llevar eso a una bonita "amistad".
- No te lo estoy preguntando, Geneviève, solo lo estoy advirtiendo - respondí a su pregunta y la observé girar para luego devolverse nuevamente con boina en mano. Rodé los ojos mientras cuando me habló de acercarme a la mesa de Slytherin. ¿Yo miedo de la casa más cobarde de todas? Pff, por favor. Sonreí divertido y giré su boina, la cual ella misma había acomodado en mi cabeza. La observé alejarse, centrando mi mirada en el contoneo de sus caderas. Así como la había visto llegar, la veía irse, y cabe destacar que su trasero era bastante llamativo. Me quité la boina y la alcé por lo aires para luego cogerla antes que cayera. Así con una amplia sonrisa fui en busca de Fredie y Roxie para que fuéramos a comer algo pues moría de hambre.
La boina me acompañó casi toda la tarde, y por más que me preguntaron de donde la había sacado no hice comentario al respecto más que el clásico: Un caballero no tiene memoria. Ni siquiera de Varitas por Medio.
- No te lo estoy preguntando, Geneviève, solo lo estoy advirtiendo - respondí a su pregunta y la observé girar para luego devolverse nuevamente con boina en mano. Rodé los ojos mientras cuando me habló de acercarme a la mesa de Slytherin. ¿Yo miedo de la casa más cobarde de todas? Pff, por favor. Sonreí divertido y giré su boina, la cual ella misma había acomodado en mi cabeza. La observé alejarse, centrando mi mirada en el contoneo de sus caderas. Así como la había visto llegar, la veía irse, y cabe destacar que su trasero era bastante llamativo. Me quité la boina y la alcé por lo aires para luego cogerla antes que cayera. Así con una amplia sonrisa fui en busca de Fredie y Roxie para que fuéramos a comer algo pues moría de hambre.
La boina me acompañó casi toda la tarde, y por más que me preguntaron de donde la había sacado no hice comentario al respecto más que el clásico: Un caballero no tiene memoria. Ni siquiera de Varitas por Medio.
James S. PotterGRYFFINDOR - Mensajes : 918
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