Tarde de Otoño, reunión con amigos.
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Tarde de Otoño, reunión con amigos.
[Rol cerrado]
Pjs: Margaret Marie Westerfeld, Anton G de Cervantes, Isabelle Vanderwall.
Había quedado con Molly para reunirme con ella en “Las Tres Escobas”. Aquel día en particular sentía todo mi cuerpo estremecerse de la noche anterior cargada de horribles pesadillas que aun asechaban mi mente.
Entre a la taberna y respire el profundo aroma que de ella llegaba deslizando el gorro de mi capa negra detrás de mí cabello mientras una bola de pelo blanca se dejaba notar justo a mi derecha, luciendo en contraste al lado de mi oscura figura.
-Una cerveza de mantequilla- susurré por encime de las voces al cantinero señalando una mesa apartada en la esquina del local hacia la cual me dirigí en silencio.
Suspiré profundo una vez antes de sentarme y retirarme la capa, observe a mi amigo deslizarse en silencio a mi lado soltando un gruñido de insatisfacción. Sabía que a Zack no le gustaban los lugares públicos pero los últimos años había aprendido a ser mi sombra y mi compañero sin causar ningún problema. Al menos los lugares a los cuales solía dirigirme más seguido pasaban desapercibido o más bien ya era costumbre que siempre me acompañara un lobo blanco.
-Gracias- comente al cantinero luego de servirme la bebida y probé de esta solo un sorbo. Extrañaba las cartas de Grant, debía recibir una la semana próxima pero los días pasaban demasiado lentos haciendo que mi espera a veces se sintiera eterna e infinita.
Pjs: Margaret Marie Westerfeld, Anton G de Cervantes, Isabelle Vanderwall.
Había quedado con Molly para reunirme con ella en “Las Tres Escobas”. Aquel día en particular sentía todo mi cuerpo estremecerse de la noche anterior cargada de horribles pesadillas que aun asechaban mi mente.
Entre a la taberna y respire el profundo aroma que de ella llegaba deslizando el gorro de mi capa negra detrás de mí cabello mientras una bola de pelo blanca se dejaba notar justo a mi derecha, luciendo en contraste al lado de mi oscura figura.
-Una cerveza de mantequilla- susurré por encime de las voces al cantinero señalando una mesa apartada en la esquina del local hacia la cual me dirigí en silencio.
Suspiré profundo una vez antes de sentarme y retirarme la capa, observe a mi amigo deslizarse en silencio a mi lado soltando un gruñido de insatisfacción. Sabía que a Zack no le gustaban los lugares públicos pero los últimos años había aprendido a ser mi sombra y mi compañero sin causar ningún problema. Al menos los lugares a los cuales solía dirigirme más seguido pasaban desapercibido o más bien ya era costumbre que siempre me acompañara un lobo blanco.
-Gracias- comente al cantinero luego de servirme la bebida y probé de esta solo un sorbo. Extrañaba las cartas de Grant, debía recibir una la semana próxima pero los días pasaban demasiado lentos haciendo que mi espera a veces se sintiera eterna e infinita.
Isabelle Vanderwall- Mensajes : 26
Puntos de Canje : 73887
Fecha de inscripción : 31/05/2011
Localización : Asteroide B 612
Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
De mis compañeros de colegio, una de las pocas con las que aún mantenía contacto era con Isabelle Vanderwall, una chica con la que si bien había hablado poco entre clases, con el correr del tiempo y envíandose cartas tras la graduación pude conocer mejor. Fue en San Mungo donde, como principiantes, habíamos reparado la una a la otra. Nos dedicábamos a lo mismo, y aunque a la larga mi grupo de amigos del colegio habían pasado a segundo plano debido a lechuzas sin respuestas y la distancia insalvable, con Isa fui formando un lazo seguro de amistad. Ella era una de las escasas personas que, siendo fiel a la costumbre escolar, aún me llamaba Molly.
Como medimaga, no concurría seguido al hospital mágico, por lo que mis encuentros con Isa eran esporádicos y planificados. Aunque los planes eran hechos en menos de 24 horas; como un "ahora o nunca". Así que me presenté en las Tres Escobas puntualmente, buscando a una joven de cabello oscuro como la medianoche, y un par de ojos azules que sobresalían siempre entre miles de miradas.
Nada más divisarla me abrí paso entre las mesas para alcanzarla en el mostrador y abriendo los brazos para quitarle el aliento con un asfixiante abrazo de oso polar, la saludé a gritos:
-¡Isa!¿Como has estado?- siempre he sido muy efusiva con mis amigos, pero como estabamos en un lugar público me abstuve de dar pequeños saltos de emoción. Eso lo hacía solo en privado. Me fije en el lobo blanco que había adoptado como mascota desde hacía años, según me había contado, pero como nunca nos habían presentado me limité mirarlo con miedo a acariciarlo:-Y tú debes ser Zack. Hola.- agité la mano a modo de saludo.
Llamé al cantinero para pedirle un vaso de zumo de calabaza, que recibí unos minutos después.
Como medimaga, no concurría seguido al hospital mágico, por lo que mis encuentros con Isa eran esporádicos y planificados. Aunque los planes eran hechos en menos de 24 horas; como un "ahora o nunca". Así que me presenté en las Tres Escobas puntualmente, buscando a una joven de cabello oscuro como la medianoche, y un par de ojos azules que sobresalían siempre entre miles de miradas.
Nada más divisarla me abrí paso entre las mesas para alcanzarla en el mostrador y abriendo los brazos para quitarle el aliento con un asfixiante abrazo de oso polar, la saludé a gritos:
-¡Isa!¿Como has estado?- siempre he sido muy efusiva con mis amigos, pero como estabamos en un lugar público me abstuve de dar pequeños saltos de emoción. Eso lo hacía solo en privado. Me fije en el lobo blanco que había adoptado como mascota desde hacía años, según me había contado, pero como nunca nos habían presentado me limité mirarlo con miedo a acariciarlo:-Y tú debes ser Zack. Hola.- agité la mano a modo de saludo.
Llamé al cantinero para pedirle un vaso de zumo de calabaza, que recibí unos minutos después.
Margaret M. Westerfeld- Mensajes : 30
Puntos de Canje : 73653
Fecha de inscripción : 23/06/2011
Localización : El bosque encantado de mi imaginación.
Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
-Hola Molly- me sobresalte ante su sorpresivo abrazo, se me hacían extrañas las muestras de cariño tan efusivas pero eso era algo común en mi amiga así que ya me había acostumbrado por lo que sonreí con genuina alegría y le devolví el abrazo.
- He estado bien, con mucho trabajo, igual que siempre- me encogí de hombros - Y tú? Qué tal?- Margaret al igual que yo se dedicaba a la profesión que según mi criterio calificaba como una de las más solidarias y sacrificadas de todas, sin tener en cuenta cuestiones de historia, protocolo o leyes, la sanación era algo sencillo pero puro.
Observe como agitaba su mano hacia Zack y sonreí de lado divertida.
-Molly este es Zack….- mire de reojo a la bola de pelos blanca – Zack, esta es Molly- los presente con una nota de diversión en la voz mientras tomaba otro sorbo de mi cerveza de mantequilla.
- Gracias por quedar conmigo, a veces siento que el tiempo pasa demasiado rápido y no reparo en lo ocupada que he estado en la casa y el trabajo por semanas- luego de haber terminado mis estudios en Hogwarts me sentía más sola que nunca, las amigas que habían estado conmigo en el colegio se encontraban tan lejos que solo sentía su presencia cuando tocaba el medallón alrededor de mi cuello. Básicamente Molly era la única persona amiga con la cual podía contar en estos momentos, mi vida no había cambiado mucho en los últimos años, aún me sentía como la adolecente de 17 años que algún día fui.
- ¿Cómo están tus hermanos?- pregunté amablemente.
- He estado bien, con mucho trabajo, igual que siempre- me encogí de hombros - Y tú? Qué tal?- Margaret al igual que yo se dedicaba a la profesión que según mi criterio calificaba como una de las más solidarias y sacrificadas de todas, sin tener en cuenta cuestiones de historia, protocolo o leyes, la sanación era algo sencillo pero puro.
Observe como agitaba su mano hacia Zack y sonreí de lado divertida.
-Molly este es Zack….- mire de reojo a la bola de pelos blanca – Zack, esta es Molly- los presente con una nota de diversión en la voz mientras tomaba otro sorbo de mi cerveza de mantequilla.
- Gracias por quedar conmigo, a veces siento que el tiempo pasa demasiado rápido y no reparo en lo ocupada que he estado en la casa y el trabajo por semanas- luego de haber terminado mis estudios en Hogwarts me sentía más sola que nunca, las amigas que habían estado conmigo en el colegio se encontraban tan lejos que solo sentía su presencia cuando tocaba el medallón alrededor de mi cuello. Básicamente Molly era la única persona amiga con la cual podía contar en estos momentos, mi vida no había cambiado mucho en los últimos años, aún me sentía como la adolecente de 17 años que algún día fui.
- ¿Cómo están tus hermanos?- pregunté amablemente.
Isabelle Vanderwall- Mensajes : 26
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Fecha de inscripción : 31/05/2011
Localización : Asteroide B 612
Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
La escuché mientras tomaba un trago de mi bebida, comprendiendo su situación al compararlo con el ejemplo de mi madre, quien gran parte de su vida se había pasado tal cuál Isabelle. Ser medimago también tenía su faceta agobiante, pero siempre había considerado que era un labor más relajado que el de sanador. Lo que aumentaba mi simpatía por Isa.
-No hay de qué, mi vida social se ha limitado ultimamente a visitas a pacientes e ir al parque con mis hermanos menores, que también sentía la necesidad de... alejarme un poco de todo- contesté, sentándome en una banca cerca del mostrador y balanceando mis pies al hablar:-Pues, están grandes y comen tanto dulce que no hay quien los pare. Se ponen hiperactivos- sonreí.-Fred está en el colegio, pero con los inquietos mellizos en casa casi no lo echo de menos. Casi.
Recordé a la hermana menor de Isabelle, pero desconociendo la relación actual de ellas vacilé antes de preguntar:
-¿Y la tuya como está?- dibujé arabescos con las yemas de mis dedos sobre la superficie de la barra del bar, mirando distraídamente lo que hacía.
-No hay de qué, mi vida social se ha limitado ultimamente a visitas a pacientes e ir al parque con mis hermanos menores, que también sentía la necesidad de... alejarme un poco de todo- contesté, sentándome en una banca cerca del mostrador y balanceando mis pies al hablar:-Pues, están grandes y comen tanto dulce que no hay quien los pare. Se ponen hiperactivos- sonreí.-Fred está en el colegio, pero con los inquietos mellizos en casa casi no lo echo de menos. Casi.
Recordé a la hermana menor de Isabelle, pero desconociendo la relación actual de ellas vacilé antes de preguntar:
-¿Y la tuya como está?- dibujé arabescos con las yemas de mis dedos sobre la superficie de la barra del bar, mirando distraídamente lo que hacía.
Margaret M. Westerfeld- Mensajes : 30
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Fecha de inscripción : 23/06/2011
Localización : El bosque encantado de mi imaginación.
Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
Sonreí divertida por los comentarios de Molly con respecto a sus hermanos e intervine para decir.
-A mí también me encantan los dulces, lástima que no entre en hiperactividad como tus hermanos. Supongo que las hormonas también ayudan a eso- al responderle me hizo pensar en las palabras anteriores de Margaret. La verdad es que pensaba con lo extrovertida que era tendría muchos amigos. En la época en la cual íbamos a Hogwarts juntas, ella era la primera en organizar las fiestas del colegio, quizás necesitaba un nuevo incentivo.
Su última pregunta hizo que la mirara directamente a los ojos, de mi familia no había mucho de qué hablar a no ser que Molly fuera una de las admiradoras de mi madre y ese no era el caso.
-Están bien- sonreí de lado con tristeza – Sin ninguna novedad, mi hermana aún se encuentra de viaje con papá así que no gozo del privilegio de tener unos hermanos que acaben con mi paciencia-
Terminé mi cerveza de mantequilla y le pedí al tabernero que me sirviera otra. Quería sacar otro tema de conversación, uno que no fuera tan serio ni tan formal para que pudiéramos relajarnos. Tenía muchas cosas que comentarle de los casos que había visto pero tampoco quería sacar a relucir nuestra profesión. Al fin y al cabo aquella era una tarde para olvidarnos de nuestra rutina.
-A mí también me encantan los dulces, lástima que no entre en hiperactividad como tus hermanos. Supongo que las hormonas también ayudan a eso- al responderle me hizo pensar en las palabras anteriores de Margaret. La verdad es que pensaba con lo extrovertida que era tendría muchos amigos. En la época en la cual íbamos a Hogwarts juntas, ella era la primera en organizar las fiestas del colegio, quizás necesitaba un nuevo incentivo.
Su última pregunta hizo que la mirara directamente a los ojos, de mi familia no había mucho de qué hablar a no ser que Molly fuera una de las admiradoras de mi madre y ese no era el caso.
-Están bien- sonreí de lado con tristeza – Sin ninguna novedad, mi hermana aún se encuentra de viaje con papá así que no gozo del privilegio de tener unos hermanos que acaben con mi paciencia-
Terminé mi cerveza de mantequilla y le pedí al tabernero que me sirviera otra. Quería sacar otro tema de conversación, uno que no fuera tan serio ni tan formal para que pudiéramos relajarnos. Tenía muchas cosas que comentarle de los casos que había visto pero tampoco quería sacar a relucir nuestra profesión. Al fin y al cabo aquella era una tarde para olvidarnos de nuestra rutina.
Isabelle Vanderwall- Mensajes : 26
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Fecha de inscripción : 31/05/2011
Localización : Asteroide B 612
Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
-Malditas hormonas, a veces me vendría bien un poco de hiperactividad- sonreí, jugando con mis pies.
Lo cierto era que mi voluntad nunca me fallaba, era del tipo de mujeres que hacía lo que decía. Los que los mellizos agradecían es que a pesar de estar siempre en actividad, nunca contestaba "Estoy ocupada". También era muy fácil abandonar lo que hacía para dedicarme a otra cosa. Era inquieta, no hacía ruido al moverme generando caos pero no podía estarme sin hacer nada.
-Tranquila, te presto mis hermanos un día de estos.
Isabelle se había quedado callada y el silencio duró varios minutos -aunque estaba segura que solo fueron dos segundos-, por lo que me encontré en la incomida situación de elegir un tema. Nunca he tolerado bien los silencios. Descarté el clima, la profesión, eran demasiado vanales como para tratar con una amiga. Pensé mencionar los atentados que habían sucedido los últimos años. Definitivamente eso no, me detuve a tiempo. Relaciones, quizás,... ¿en qué estaba pensando? No estaba como para beber whisky de fuego en plena tarde y ahogarse en las penas.
-Deberíamos recorrer el mundo, Isa, disfrutar de un viaje tardío de egresados- dije al fin, sonriendo de lado-Yo no llegué a viajar, lo había planeado con una compañera pero no lo hice. Una pena. Deberíamos ir lejos, lo más lejos posible de los terrores de aquí...-suspiré-Nunca me gustó crecer, perder la inocencia y reconocer la realidad que vivimos es, sinceramente, horrible. Pero no importa, algún día crearé un reino escondido entre las montañas y el mar, lo llamaré Westerfeldland y todos vestiremos túnicas blancas. Seremos felices, y claro, espero verte por allí.
Genial, había conseguido una funsión increíble entre cosas vanales, las malas noticias de "El Profeta" y de paso criticar un poco. Sin embargo, sabía que si me miraba a un espejo me vería sonriente, nada que delatase tristeza. Es que no estaba triste, no me amargaba con esas cosas. Me gustaba imaginar posibilidades alternativas, aunque fueran irrealizables, solo por soñar con ser feliz.
Lo cierto era que mi voluntad nunca me fallaba, era del tipo de mujeres que hacía lo que decía. Los que los mellizos agradecían es que a pesar de estar siempre en actividad, nunca contestaba "Estoy ocupada". También era muy fácil abandonar lo que hacía para dedicarme a otra cosa. Era inquieta, no hacía ruido al moverme generando caos pero no podía estarme sin hacer nada.
-Tranquila, te presto mis hermanos un día de estos.
Isabelle se había quedado callada y el silencio duró varios minutos -aunque estaba segura que solo fueron dos segundos-, por lo que me encontré en la incomida situación de elegir un tema. Nunca he tolerado bien los silencios. Descarté el clima, la profesión, eran demasiado vanales como para tratar con una amiga. Pensé mencionar los atentados que habían sucedido los últimos años. Definitivamente eso no, me detuve a tiempo. Relaciones, quizás,... ¿en qué estaba pensando? No estaba como para beber whisky de fuego en plena tarde y ahogarse en las penas.
-Deberíamos recorrer el mundo, Isa, disfrutar de un viaje tardío de egresados- dije al fin, sonriendo de lado-Yo no llegué a viajar, lo había planeado con una compañera pero no lo hice. Una pena. Deberíamos ir lejos, lo más lejos posible de los terrores de aquí...-suspiré-Nunca me gustó crecer, perder la inocencia y reconocer la realidad que vivimos es, sinceramente, horrible. Pero no importa, algún día crearé un reino escondido entre las montañas y el mar, lo llamaré Westerfeldland y todos vestiremos túnicas blancas. Seremos felices, y claro, espero verte por allí.
Genial, había conseguido una funsión increíble entre cosas vanales, las malas noticias de "El Profeta" y de paso criticar un poco. Sin embargo, sabía que si me miraba a un espejo me vería sonriente, nada que delatase tristeza. Es que no estaba triste, no me amargaba con esas cosas. Me gustaba imaginar posibilidades alternativas, aunque fueran irrealizables, solo por soñar con ser feliz.
Margaret M. Westerfeld- Mensajes : 30
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Fecha de inscripción : 23/06/2011
Localización : El bosque encantado de mi imaginación.
Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
Tenia un par de horas libres en el trabajo y que mejor que aprovecharlas para inyectarse en vena el dulce néctar de un whisky de fuego. Y que mejor sitio que Las Tres Escobas para tan agradable misión: sitio confortable, bien atendido y quizás con un poco de suerte encontrar interesante compañía.
Empujo la puerta y entro al pub con su mejor sonrisa centelleando en su rostro. Se acerco a la barra y se recostó sobre ella a la espera de que la dueña le atendiese, cuando llego hasta él le sonrío y le pidió su tan ansiado brebaje. Mientras esperaba que se lo sirviese, se dio la vuelta y apoyo su espalda en la barra para poder observar el pub con tranquilidad. Ninguna persona capto mi atención hasta que mi mirada se topo con un par de chicas que hablaban animosamente en un rincón y a las que curiosamente acompañaba si no veía mal un lobo blanco. Las observo sin ningún reparo pues le resultaba realmente interesante la actitud tan tranquila del animal en un sitio tan bullicioso como la taberna.
Empujo la puerta y entro al pub con su mejor sonrisa centelleando en su rostro. Se acerco a la barra y se recostó sobre ella a la espera de que la dueña le atendiese, cuando llego hasta él le sonrío y le pidió su tan ansiado brebaje. Mientras esperaba que se lo sirviese, se dio la vuelta y apoyo su espalda en la barra para poder observar el pub con tranquilidad. Ninguna persona capto mi atención hasta que mi mirada se topo con un par de chicas que hablaban animosamente en un rincón y a las que curiosamente acompañaba si no veía mal un lobo blanco. Las observo sin ningún reparo pues le resultaba realmente interesante la actitud tan tranquila del animal en un sitio tan bullicioso como la taberna.
Anton G de Cervantes- Mensajes : 11
Puntos de Canje : 73968
Fecha de inscripción : 25/05/2011
Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
-Pues gracias- respondí ahogando una risa ante el ofrecimiento de Molly de prestarme a sus hermanos, honestamente no sabía que haría con par de adolescentes en mi tranquilo hogar.
-El mundo no ha cambiado mucho Molly- solté un suspiro y bebí de mi vaso –Siempre hemos estado rodeadas de las mismas cosas y al menos mi vida no ha cambiado y aunque intentara hacerlo donde quiera que fuera encontraría lo mismo. Sin embargo la cuestión es saber adaptarte y encajar en ese mundo. Supongo que habrá cosas buenas y malas, así como habrán magos mejores o peores. Lo importante es saber cómo es uno mismo …..- sonreí por la idea de Westerfeldland - ….sería genial tener un refugio como el que describiste. Lamentablemente huir de los problemas no es una solución-
Por unos instantes desvié mi mirada hacia el frente de la taberna y divise una figura que me resulto conocida. Fruncí el ceño mientras le ponía atención al rostro hasta que caí en cuenta de quién era, haciendo que mi expresión reflejara incomodidad y desagrado.
¿Tenía que estar ese tipo aquí justo a la misma vez que yo? Bastante con que tenía que aguantar su presencia en San Mungo.
Volví a probar mi cerveza de mantequilla y adopte la pose relajada de antes para concentrarme en mi amiga.
-Lo que siempre he admirado de ti es que sabes conserva la felicidad y ponerle buena cara a todo no importa lo que suceda. No todos somos capaces de hacer eso sabes? El hecho de conservar esos sueños es algo muy especial-
-El mundo no ha cambiado mucho Molly- solté un suspiro y bebí de mi vaso –Siempre hemos estado rodeadas de las mismas cosas y al menos mi vida no ha cambiado y aunque intentara hacerlo donde quiera que fuera encontraría lo mismo. Sin embargo la cuestión es saber adaptarte y encajar en ese mundo. Supongo que habrá cosas buenas y malas, así como habrán magos mejores o peores. Lo importante es saber cómo es uno mismo …..- sonreí por la idea de Westerfeldland - ….sería genial tener un refugio como el que describiste. Lamentablemente huir de los problemas no es una solución-
Por unos instantes desvié mi mirada hacia el frente de la taberna y divise una figura que me resulto conocida. Fruncí el ceño mientras le ponía atención al rostro hasta que caí en cuenta de quién era, haciendo que mi expresión reflejara incomodidad y desagrado.
¿Tenía que estar ese tipo aquí justo a la misma vez que yo? Bastante con que tenía que aguantar su presencia en San Mungo.
Volví a probar mi cerveza de mantequilla y adopte la pose relajada de antes para concentrarme en mi amiga.
-Lo que siempre he admirado de ti es que sabes conserva la felicidad y ponerle buena cara a todo no importa lo que suceda. No todos somos capaces de hacer eso sabes? El hecho de conservar esos sueños es algo muy especial-
Isabelle Vanderwall- Mensajes : 26
Puntos de Canje : 73887
Fecha de inscripción : 31/05/2011
Localización : Asteroide B 612
Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
De mis labios se escapó un suspiro triste, pensando en que Isabelle tenía mucha razón. Siempre había sido así, y yo siempre había procurado que eso no me afectara. En mi casa esos problemas quedaban en el umbral de entrada. Mis hermanos menores no debían preocuparse por ello. Los villanos y hechiceros malvados solo existían en mis cuentos, les aseguraba. Mi casa era Westerfeldland, salvo por lo de las túnicas blancas.
-¿Ser fiel a uno mismo? Si, supongo que en estas épocas las cosas así, eres bueno o eres malo. No hay punto medio, solo negro o blanco- me mordí el labio inferior-Sin embargo... no me considero una mala persona, pero... a veces pienso que haría si me tocara atender a un chico herido y que luego me enterara que es neo-mortífago... ¿sería capaz de dejarlo... así?
También quería decirle a Isa que mi intención no era escapar de los problemas, lo que quería era... un lugar diferente. Donde no existieran esos problemas. A pesar de todo yo, tontamente, aún creía en los cuentos de hadas. Sonreí sin poder evitarlo cuando ella dijo que yo ponía siempre buena cara a todo.
-Isa, te sorprendería saber la cantidad de personas con las que me he encontrado en la vida que me decían que el mundo era una mierda, por lo que solo tengo dos opciones: o me uno a las quejas o hago algo para cambiar las cosas. No me molesta estar sonriente en todo momento, creo que hay personas que solo necesitan eso para estar mejor.- seguí su mirada ceñuda hasta centrarla en un sujeto apoyado contra el mostrador. No lo reconocí. No en el primer momento. Pero esa sensación de familiaridad se extendió por mi pecho hasta marear mi mente. Hice el esfuerzo de recordar, y fue tan claro lograrlo.-Es Garret...- susurré. Luego miré a Isa intentando descifrar el por qué de su expresión.
-¿Ser fiel a uno mismo? Si, supongo que en estas épocas las cosas así, eres bueno o eres malo. No hay punto medio, solo negro o blanco- me mordí el labio inferior-Sin embargo... no me considero una mala persona, pero... a veces pienso que haría si me tocara atender a un chico herido y que luego me enterara que es neo-mortífago... ¿sería capaz de dejarlo... así?
También quería decirle a Isa que mi intención no era escapar de los problemas, lo que quería era... un lugar diferente. Donde no existieran esos problemas. A pesar de todo yo, tontamente, aún creía en los cuentos de hadas. Sonreí sin poder evitarlo cuando ella dijo que yo ponía siempre buena cara a todo.
-Isa, te sorprendería saber la cantidad de personas con las que me he encontrado en la vida que me decían que el mundo era una mierda, por lo que solo tengo dos opciones: o me uno a las quejas o hago algo para cambiar las cosas. No me molesta estar sonriente en todo momento, creo que hay personas que solo necesitan eso para estar mejor.- seguí su mirada ceñuda hasta centrarla en un sujeto apoyado contra el mostrador. No lo reconocí. No en el primer momento. Pero esa sensación de familiaridad se extendió por mi pecho hasta marear mi mente. Hice el esfuerzo de recordar, y fue tan claro lograrlo.-Es Garret...- susurré. Luego miré a Isa intentando descifrar el por qué de su expresión.
Última edición por Margaret M. Westerfeld el Miér Ago 03, 2011 11:57 am, editado 1 vez
Margaret M. Westerfeld- Mensajes : 30
Puntos de Canje : 73653
Fecha de inscripción : 23/06/2011
Localización : El bosque encantado de mi imaginación.
Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
Desvío la mirada del lobo a las chicas, posando su mirada primero en una y luego en otra. Le pareció que una de ellas estaba molesta, ¿seria por el escrutinio al que las había sometido sin ninguna delicadeza o quizás su memoria le jugaba una mala pasada y la conocía?. No podía ser por lo primero porque ella lo estaba observando con la misma intensidad, aunque de un momento a otro dejo de mirar y eso despertó la curiosidad de Garret. ¿Perdida de interés o incomodidad? su mente bullía en especulaciones, fijo su atención en la otra chica justo cuando su whisky llego, tomo distraídamente un trago mientras ambos se miraban, la idea de que fuesen alguien conocido se hizo más fuerte entonces pues el rostro de esa chica le sonaba. Entrecerró los ojos cuando ella también aparto la mirada para observar a su amiga, esa sensación de que se le escapaba algo le estaba desconcertando y solo tenía una manera de solucionarlo: acercándose.
Utilizo la estrategia de la mascota, siempre solía funcionar como rompe hielos. Se acerco al lobo y se agacho hasta quedar más o menos a la misma altura pero a una distancia prudencial – hola chico, ¿cómo te llamas? – saludo al animal con una sonrisa de oreja a oreja siempre le habían apasionado los animales. – Tienes un lobo muy tranquilo, eso es que lo has educado bien – la alabo sonriéndole sinceramente – ¿puedo sentarme con vosotras? – pregunto a ambas aunque en realidad mostraba su sonrisa mas encantadora y persuasiva a la chica que se tomaba el zumo.
Utilizo la estrategia de la mascota, siempre solía funcionar como rompe hielos. Se acerco al lobo y se agacho hasta quedar más o menos a la misma altura pero a una distancia prudencial – hola chico, ¿cómo te llamas? – saludo al animal con una sonrisa de oreja a oreja siempre le habían apasionado los animales. – Tienes un lobo muy tranquilo, eso es que lo has educado bien – la alabo sonriéndole sinceramente – ¿puedo sentarme con vosotras? – pregunto a ambas aunque en realidad mostraba su sonrisa mas encantadora y persuasiva a la chica que se tomaba el zumo.
Anton G de Cervantes- Mensajes : 11
Puntos de Canje : 73968
Fecha de inscripción : 25/05/2011
Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
Molly tenía razón, una sonrisa valía mucho aunque también dependía de la persona. Reflexiono sobre sus palabras por unos minutos cuando sintió una voz masculina cerca de su lobo. Giró rápidamente la mirada hacia allí y se encontró al hombre de la barra hablando con Zack?
El lobo al sentir la presencia del extraño levantó la cabeza y se le erizaron los pelos, mantuvo sus ojos fijos en aquel señor mientras olfateaba a su alrededor buscando alguna señal de peligro. A los pocos segundos soltó un leve gruñido y volvió a calmarse bajando la cabeza a su posición original.
Sonreí complacida y divertida.
-Su nombre es Zack- respondí en un tono educado sin embargo mis ojos denotaban desconfianza, esperaba que él no se diera cuenta.
- No sé si esta educado, pero lleva conmigo muchos años. Ha tenido que acostumbrarse a estar a mi lado sin asustar a los demás- me encogí de hombros y dirigí mis ojos hacia Margaret cuando el mago realizo la pregunta de sentarse con nosotras, esperaba que fuera ella la que diera la respuesta aunque le sonreí a medias dándole a entender que por mi parte no había ningún problema.
Espere a que el sanador se sentara para preguntarle.
-¿Le gustan los lobos?-
Si era honesta no me parecía el típico hombre que le gustaran los animales, menos los lobos pero por la forma en que se había dirigido a Zack se podría decir que si ….o tal vez fuera una excusa para sentarse con nosotras. Rodé los ojos en un gesto gracioso mientras mis labios dibujaron una sonrisa que solo fue perceptible para mí, como una broma privada.
El lobo al sentir la presencia del extraño levantó la cabeza y se le erizaron los pelos, mantuvo sus ojos fijos en aquel señor mientras olfateaba a su alrededor buscando alguna señal de peligro. A los pocos segundos soltó un leve gruñido y volvió a calmarse bajando la cabeza a su posición original.
Sonreí complacida y divertida.
-Su nombre es Zack- respondí en un tono educado sin embargo mis ojos denotaban desconfianza, esperaba que él no se diera cuenta.
- No sé si esta educado, pero lleva conmigo muchos años. Ha tenido que acostumbrarse a estar a mi lado sin asustar a los demás- me encogí de hombros y dirigí mis ojos hacia Margaret cuando el mago realizo la pregunta de sentarse con nosotras, esperaba que fuera ella la que diera la respuesta aunque le sonreí a medias dándole a entender que por mi parte no había ningún problema.
Espere a que el sanador se sentara para preguntarle.
-¿Le gustan los lobos?-
Si era honesta no me parecía el típico hombre que le gustaran los animales, menos los lobos pero por la forma en que se había dirigido a Zack se podría decir que si ….o tal vez fuera una excusa para sentarse con nosotras. Rodé los ojos en un gesto gracioso mientras mis labios dibujaron una sonrisa que solo fue perceptible para mí, como una broma privada.
Isabelle Vanderwall- Mensajes : 26
Puntos de Canje : 73887
Fecha de inscripción : 31/05/2011
Localización : Asteroide B 612
Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
El rubor se presentó en mi mejillas como una mancha rosa, pero a medida que veía como el hombre se acercaba, por el bochorno que llegué a sentir, deduje que el rosa había dado paso al escarlata que se extendía seguramente hasta el nacimiento de mi cabello. ¿Me había reconocido? Era el mismo sanador al que había acudido cuando terminé los estudios en Hogwarts para que fuera mi mentor. Como casi la mayoría, antes de dedicarme de lleno a esa profesión había optado por ser ayudante. Solo habíamos tenido unas pocas conversaciones, uno que otro cruce de opiniones contrarias –lo que fue solo una vez-, y en fue muchos años antes. Pero él era de esas personas que no se olvida en la vida; no lo vi tras una ventana, no fue un extraño con quien me toco sentarme en un tren. Había sido real, y mi memoria no se permitió olvidarlo.
Estaba todavía muda cuando oí la escasa conversación de Isa con Garret. La sonrisa de ella me hizo caer en la cuenta de mi silencio, y recuperando el buen juicio, asentí.
- Si, claro - me concentré en el interior naranja de mi bebida, escuchando como Isa daba pie a una conversación. “Espera”, detuve el vaso a milímetros de mis labios. “¿Y si el sanador solo se había acercado para disfrutar de compañía?” Inmediatamente, me sentí incómoda. Sobraba en el grupo. ¡Pero, hey! Se suponía que estaba en una reunión de amigas, con MI amiga. Sobraba él. No me movería de mi silla.
Estaba todavía muda cuando oí la escasa conversación de Isa con Garret. La sonrisa de ella me hizo caer en la cuenta de mi silencio, y recuperando el buen juicio, asentí.
- Si, claro - me concentré en el interior naranja de mi bebida, escuchando como Isa daba pie a una conversación. “Espera”, detuve el vaso a milímetros de mis labios. “¿Y si el sanador solo se había acercado para disfrutar de compañía?” Inmediatamente, me sentí incómoda. Sobraba en el grupo. ¡Pero, hey! Se suponía que estaba en una reunión de amigas, con MI amiga. Sobraba él. No me movería de mi silla.
Margaret M. Westerfeld- Mensajes : 30
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Fecha de inscripción : 23/06/2011
Localización : El bosque encantado de mi imaginación.
Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
Me alegro ver que no le era indiferente al lobo, al menos me tomo lo bastante en cuenta para asegurarse de que no era un peligro para su dueña, era enternecedor, lastima que las personas no fuesen tan leales como los animales. Al oír el gruñido del lobo no pude evitar una leve carcajada – toda una personalidad – comente divertido levantándome.
Sonreí a las chicas, al parecer era bienvenido, me senté en un taburete enfrente de ellas con mi whisky, volví mi mirada hacia la morena – ¡por las barbas de Merlín!, no me trates de usted chica, me haces sentir mayor – la reprendí en broma sonriendo – me gustan los animales en general son mucho mejor compañía que las personas, piden poco y dan mucho – le respondí sonriendo de lado y tomando un trago de mi bebida. Me gire hacia la otra chica parecía muy concentrada en su zumo, - ¿y tu?, ¿tienes por ahí también una mascota para ver si soy trigo limpio? – bromee no podía evitar sacar mi lado picajoso en cada charla en la que me enredaba.
Sonreí a las chicas, al parecer era bienvenido, me senté en un taburete enfrente de ellas con mi whisky, volví mi mirada hacia la morena – ¡por las barbas de Merlín!, no me trates de usted chica, me haces sentir mayor – la reprendí en broma sonriendo – me gustan los animales en general son mucho mejor compañía que las personas, piden poco y dan mucho – le respondí sonriendo de lado y tomando un trago de mi bebida. Me gire hacia la otra chica parecía muy concentrada en su zumo, - ¿y tu?, ¿tienes por ahí también una mascota para ver si soy trigo limpio? – bromee no podía evitar sacar mi lado picajoso en cada charla en la que me enredaba.
Anton G de Cervantes- Mensajes : 11
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Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
Pues es mayor, y lo trato de usted por respeto…supongo, como cualquier persona educada que no lo conozca.
Pensé para mí misma sin hacer comentarios sobre sus palabras mientras me dejaba por la mitad mi cerveza de mantequilla. Sin embargo dirigí mi mirada hacia él cuando menciono aquello sobre los animales.
-Es cierto- me limite a decir, había sentido en muchas ocasiones que Zack era el único que me comprendía, había sido mi primer amigo y aún en la actualidad era uno de los pocos seres que podía sentirse cómodo viviendo conmigo.
Suspiré mirando de reojo a mi lobo para tomar otro sorbo de mi trago con el cual casi me atraganto cuando escuche la pregunta del sanador hacia Molly.
-Perdón- me excusé tosiendo un poco y evitando sonreír por fuera aunque interiormente moría de risa. Logré recuperarme y espere la respuesta de Molly atenta.
Pensé para mí misma sin hacer comentarios sobre sus palabras mientras me dejaba por la mitad mi cerveza de mantequilla. Sin embargo dirigí mi mirada hacia él cuando menciono aquello sobre los animales.
-Es cierto- me limite a decir, había sentido en muchas ocasiones que Zack era el único que me comprendía, había sido mi primer amigo y aún en la actualidad era uno de los pocos seres que podía sentirse cómodo viviendo conmigo.
Suspiré mirando de reojo a mi lobo para tomar otro sorbo de mi trago con el cual casi me atraganto cuando escuche la pregunta del sanador hacia Molly.
-Perdón- me excusé tosiendo un poco y evitando sonreír por fuera aunque interiormente moría de risa. Logré recuperarme y espere la respuesta de Molly atenta.
Isabelle Vanderwall- Mensajes : 26
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Fecha de inscripción : 31/05/2011
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Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
Fui testigo del desenvolvimiento del hombre, una muestra de cómo esperaba ser de nuestro agrado. Todavía no me quedaba claro si quería flirtear con Isabelle o con su lobo. Mi amiga, por su parte, estaba siendo bastante escueta y reconociendo mi propio mutismo, la pregunta que me dirigió el sanador me permitió recuperar el habla. No me pasé de largo el gesto de Isa, y respondiendo con mi propia sonrisa, dije:
- Tengo un dragón escondido en el baño, pero no se lleva bien con Zack así que lo dejamos allí - dejé mi vaso de jugo sobre la mesa y le señalé un banco vacío a un lado de Isabelle, pues como no daba señales de irse, no teníamos por qué ser descorteces- ¿Quieres sentarte?- lo miré fijo sin disimulo, con la sonrisa de lado aún en mi cara- ¿Sabes? Creo que conozco tu cara… ¿no eres cantante, por las dudas?
Le dirigí a Isabelle una mirada de soslayo. Lo conocía, pero como no se había presentado, todavía no tenía la confirmación. Divertida, pasé a presentarnos a nosotras:
- Yo soy Margaret, y ella es Isabelle- hice una mueca- Nos dedicamos al tráfico de animales fantásticos- llevé mi vaso a mi boca para esconder la sonrisa amplia que se dibujaba en mis rasgos.
- Tengo un dragón escondido en el baño, pero no se lleva bien con Zack así que lo dejamos allí - dejé mi vaso de jugo sobre la mesa y le señalé un banco vacío a un lado de Isabelle, pues como no daba señales de irse, no teníamos por qué ser descorteces- ¿Quieres sentarte?- lo miré fijo sin disimulo, con la sonrisa de lado aún en mi cara- ¿Sabes? Creo que conozco tu cara… ¿no eres cantante, por las dudas?
Le dirigí a Isabelle una mirada de soslayo. Lo conocía, pero como no se había presentado, todavía no tenía la confirmación. Divertida, pasé a presentarnos a nosotras:
- Yo soy Margaret, y ella es Isabelle- hice una mueca- Nos dedicamos al tráfico de animales fantásticos- llevé mi vaso a mi boca para esconder la sonrisa amplia que se dibujaba en mis rasgos.
Margaret M. Westerfeld- Mensajes : 30
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Fecha de inscripción : 23/06/2011
Localización : El bosque encantado de mi imaginación.
Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
Mire divertido a la chica del lobo cuando se atraganto, sonreí complacido al menos estaba vez no había sido indiferente a mi broma como lo había sido desde que me había acercado, le guiñe un ojo y me volví hacia la otra chica expectante.
Al oír la respuesta alce las cejas entre divertido y sorprendido, fuertes y sonoras carcajadas se abrieron paso desde lo más hondo de mi garganta, no recordaba haberme reído así en mucho tiempo, quizás aquella tarde no fuese un desperdicio como había pensado en un principio.
- ¡Ay de mi!, entonces mejor que no se me ocurra llevar mis posaderas al baño o el bueno de tu dragón me chamuscara el trasero – respondí en tono teatral poniendo la mano izquierda sobre mi pecho.
Tome un nuevo trago de mi whisky y observe con curiosidad que la chica me miraba fijamente - ¿cantante? si, si cuenta berrear bajo la ducha y mientras cocino, el mundo se ha librado de un gran dolor de oídos, aunque creo que si seria un estupendo actor – conteste sonriendo de oreja a oreja.
- Encantado señoritas, un placer – hice una reverencia siguiendo mi actitud teatral de antes – mi nombre es Garret – me presente sonriéndoles, pero de pronto me puse serio – así que traficantes ¿eh?, pues estáis en un serio apuro pues soy un trabajador del ministerio, en concreto del departamento de regulación de criaturas mágicas – mentí descaradamente pues seguir aquel juego de humor me estaba resultando interesante. - Pero como soy una buena persona no os entregaré si aceptáis jugar un juego – aventure mirándolas fijamente aquella charla podría volverse muy entretenida. – ¿Aceptáis? – concluí mirándolas expectante.
Al oír la respuesta alce las cejas entre divertido y sorprendido, fuertes y sonoras carcajadas se abrieron paso desde lo más hondo de mi garganta, no recordaba haberme reído así en mucho tiempo, quizás aquella tarde no fuese un desperdicio como había pensado en un principio.
- ¡Ay de mi!, entonces mejor que no se me ocurra llevar mis posaderas al baño o el bueno de tu dragón me chamuscara el trasero – respondí en tono teatral poniendo la mano izquierda sobre mi pecho.
Tome un nuevo trago de mi whisky y observe con curiosidad que la chica me miraba fijamente - ¿cantante? si, si cuenta berrear bajo la ducha y mientras cocino, el mundo se ha librado de un gran dolor de oídos, aunque creo que si seria un estupendo actor – conteste sonriendo de oreja a oreja.
- Encantado señoritas, un placer – hice una reverencia siguiendo mi actitud teatral de antes – mi nombre es Garret – me presente sonriéndoles, pero de pronto me puse serio – así que traficantes ¿eh?, pues estáis en un serio apuro pues soy un trabajador del ministerio, en concreto del departamento de regulación de criaturas mágicas – mentí descaradamente pues seguir aquel juego de humor me estaba resultando interesante. - Pero como soy una buena persona no os entregaré si aceptáis jugar un juego – aventure mirándolas fijamente aquella charla podría volverse muy entretenida. – ¿Aceptáis? – concluí mirándolas expectante.
Anton G de Cervantes- Mensajes : 11
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Fecha de inscripción : 25/05/2011
Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
Ante la idea de Molly y el dragón en el baño me tuve que morder los labios para no comenzar a reír, aunque sonreí de lado divertida sin poder evitarlo al escuchar las carcajadas del Sanador.
Mi amiga estaba haciendo gala de su sentido del humor y el mago no se quedaba atrás, sin embargo al escuchar la pregunta de Margaret sobre si era cantante o no me trajo un pensamiento a la mente que borro mi anterior sonrisa: mi madre.
-Encantada- dije con educación en un tono neutro cuando Molly nos presentó al mago.
- Anja, fantásticos y peligrosos ¿te interesa comprar alguno?- pregunte siguiéndole la broma a Molly aunque la respuesta de Garret me hizo sonreír y rodar los ojos a la vez.
- ¿Trabajador del Ministerio?- dirigí mi mirada hacia mi amiga con una expresión divertida aunque la regrese nuevamente a Garret cuando menciono lo del juego.
-¿Qué clase de juego?- interrogue desconfiada.
Mi amiga estaba haciendo gala de su sentido del humor y el mago no se quedaba atrás, sin embargo al escuchar la pregunta de Margaret sobre si era cantante o no me trajo un pensamiento a la mente que borro mi anterior sonrisa: mi madre.
-Encantada- dije con educación en un tono neutro cuando Molly nos presentó al mago.
- Anja, fantásticos y peligrosos ¿te interesa comprar alguno?- pregunte siguiéndole la broma a Molly aunque la respuesta de Garret me hizo sonreír y rodar los ojos a la vez.
- ¿Trabajador del Ministerio?- dirigí mi mirada hacia mi amiga con una expresión divertida aunque la regrese nuevamente a Garret cuando menciono lo del juego.
-¿Qué clase de juego?- interrogue desconfiada.
Isabelle Vanderwall- Mensajes : 26
Puntos de Canje : 73887
Fecha de inscripción : 31/05/2011
Localización : Asteroide B 612
Re: Tarde de Otoño, reunión con amigos.
Dejé mi vaso en el mostrador, sin seguir ocultando mi interés en la charla. Coloqué mis manos sobre mis rodillas cruzadas, mientras balanceaba mi pie derecho al hablar. Cuando elige seguirme la corriente, rara vez me detengo.
- No se preocupe, mi dragón Pelusín solo agrade a quienes considera faltos de confianza, ya sabe, esos que tienen cara de asesinos y desalmados…- me llevé el dedo índice a mi mentón, como estudiando los rasgos de su cara. Finalmente, mis labios se curvaron en una sonrisa:- Cuando sonríes pareces buena persona, así que no creo que te haga nada. Pero, recuerda, nunca frunzas el ceño frente a él.
Me reí cuando habló de sus grandes dotes musicales, reconociéndome un poco en ellos. Por fortuna, solo los calderos conocían mi voz de cantante. Estuve a punto de preguntarle si no se acordaba de la chica que le tocó como ayudante años atrás, cuando la charla dio otro giro que me llevo en dirección contraria.
-Isa, esas cosas no se preguntan- reprendí en broma a mi amiga, siendo yo una de las primeras personas que siempre preguntaban “¿A dónde?” cuando alguien me decía “Vamos”. Sin embargo, sabía que él no era empleado del ministerio, y con la ciega confianza a un sanador, me animé a seguirle el juego. A una de las dos le tocaba ser prudente, y en esta ocasión, le tocó a Isabelle. Así que a mí me tocaba ser la valiente.- ¿De qué se trata?- invité a Garret a comenzar.
- No se preocupe, mi dragón Pelusín solo agrade a quienes considera faltos de confianza, ya sabe, esos que tienen cara de asesinos y desalmados…- me llevé el dedo índice a mi mentón, como estudiando los rasgos de su cara. Finalmente, mis labios se curvaron en una sonrisa:- Cuando sonríes pareces buena persona, así que no creo que te haga nada. Pero, recuerda, nunca frunzas el ceño frente a él.
Me reí cuando habló de sus grandes dotes musicales, reconociéndome un poco en ellos. Por fortuna, solo los calderos conocían mi voz de cantante. Estuve a punto de preguntarle si no se acordaba de la chica que le tocó como ayudante años atrás, cuando la charla dio otro giro que me llevo en dirección contraria.
-Isa, esas cosas no se preguntan- reprendí en broma a mi amiga, siendo yo una de las primeras personas que siempre preguntaban “¿A dónde?” cuando alguien me decía “Vamos”. Sin embargo, sabía que él no era empleado del ministerio, y con la ciega confianza a un sanador, me animé a seguirle el juego. A una de las dos le tocaba ser prudente, y en esta ocasión, le tocó a Isabelle. Así que a mí me tocaba ser la valiente.- ¿De qué se trata?- invité a Garret a comenzar.
Margaret M. Westerfeld- Mensajes : 30
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