Calabacin de Otoño...[Caleb]

Andaba caminado con las manos en los bolsillos del pantalón, tenía algo de frío pero estaba inquieta.. muy intranquila, la fiesta del castillo, el terremoto en el ministerio... pero sobretodo la junta con la orden del fenix, si todo junto.. me habían hecho sentír un poco más madura. Solté un largo suspiro mientras pisaba el pasto de los terrenos, fuerte y pesada, algo brusca... no como siempre. La chaqueta deportiva era ligera pero lo que más me abrigaba era un bufanda que había tejido yo misma... de los colores de mi casas, seguía algo perdida.

Mi padre era un incono importante en las decisiones de mi vida, aunque no estaba muy segura de que hacer.. ya que hasta ahora no le había contado nada de la Orden, no podía hacerlo ya que solo le haría un daño... pero no era eso precisamente lo que me tenía alterada sino el hecho de que estaba muy pendiente de la recordadora de Albus, me acostaba mirando las nubes de colores que siempre iban de tristeza, rabia y melancolía.. él era mi amigo pero eso estaba pasando a un plano mucho más profundo, de dependecia y quizás un poco obsesivo, por lo mismo esa mañana había escondido la recordadora dentro del baúl, la dejaría ahí por lo menos un día. Sacudí la cabeza, con el cabello corto todo era mucho más comodo... desde peinarme, lavar el cabello.. pero no lo hacia por eso precisamente, era la mania del momento.

- Ha!!..- grite de la nada, descruzando los brazos y caminando a paso apurado, por no decir corriendo.. había una persona delante y parecía que se estaba metiendo en la cabaña, no lo conocía pero ese instinto de prefecta o mamá como le decía Nube me salio y sin pensarlo lo mire con algo de reproche, no había nadie allí pero no era motivo para andar urgando entre sus cosas.- ¿que haces?!.- le dije con reproche pero me di cuenta tarde de quien era.. y su tartamudeante vos intento disculparse... yo por mi lado me cubri la cara de verguenza al sonar tan ruda.- Lo siento! pensé que eras un juega bromas.. ah.. caleb!..- le dije quedándome parada enfrente con una risa retenida.-

Estornudo, tras estornudo mientras de nuevo aparecí de la nada en el lago. No sabia que tenía ese lugar pero siempre terminaba sentado ahí viendo el paisaje que me atraía bastante. Esta vez fue mala idea porque hacia demasiado frío y estaba como temblando ¿Estaría entrando en estado de hipotermia? La cuestión es que era seguro que iba a engriparme al verme como estaba. Eso que salí bastante abrigado pero el tiempo fue más implacable, el frío fue mas tenaz e hizo entrarme en ese estado gripal. También tengo que admitir que mi bobo instinto por salir afuera algo masoquista también jugo en mi contra pero me gustaba demasiado la tranquilidad que tenia ese lugar. Ese paisaje que se veía de fondo no se, a pesar de ser melancólico había algo que me atraía demasiado.

Creo que estaba haciendo mas frío o por lo menos ahí que tenia al viento que soplaba del lado del lago haciendo que el clima se enfríe un poco más. Me levante para retirarme de ese lugar o terminaría en San Mungo porque las enfermeras de aquí no podrían tratar la gripe que podría agarrarme. Fue algo raro porque al ir por el bosque no hacia tanto frío como donde me encontraba antes. No había un clima calido o agradable, hacia frío solo que no tan exageradamente como frente al lago.

Caminando me tope con la cabaña se me ocurrió meterme ahí para recuperar un poco de calor. Pensando que no había nadie intente entrar pero luego escuche la voz de alguien por mis espaldas la cual hizo ponerme nervioso. Lentamente me di vuelta, mire unos momentos al rostro de la persona y luego mire al piso clavando mi mirada ahí – L… lo siento, n… no tenia ma… malas intenciones – Mi tartamudez se mostró con un ligero sonrojo ante esa voz que me pareció recocerla pero no estaba seguro. Mi vista lentamente fue levantando para ver a la persona que me pareció reconocer - ¿Y… yo jugar bromas? – Sonreí porque me pareció gracioso pensar que yo podía hacer una broma. Bueno a menos que Jean me incluya en alguna de las suyas no creo que hiciera algo así por mi mismo – So… solo quería entrar para calentarme un rato, vengo del lago y allí hace mucho frío – De nuevo, como vencida por una fuerza mayor, mi cabeza cayo para mirar al suelo con cierto nerviosismo todavía. Un tenue sonrojo seguía en mis mejillas pero en mi rostro se dibujaba una sonrisa amigable - ¿Tu como estas, Allie? ¿Qué haces aquí? ¿No… no querrás jugarme tú una broma? – Reí un poco, lo último fue en modo de broma. Estaba seguro que ahora no necesitaría entrar gracias a ella porque mi sangre subió a mi cabeza de repente e hizo calentar mis mejillas de una forma tal que ya no sentía mucho el frió.

Me sentía terrible, no era un Gryffindor cualquiera, se traba del chico mas tierno y dulce de todo el castillo, era Caleb, siempre hacia esas cosas como ponerse nervioso o actuar tímidamente, daban ganas de abrazaron como si se tratara de un chico de primero, era... la versión masculina de mi Molls. Solté un suspirito que dejaba entre ver la sonrisa de culpa y mis ojos azules tenían en el brillo de disculpas.

- lo sé es que te vi rondando...- negué con la cabeza mientras imitaba ese gesto de timidez, con la mirada al suelo...- no se que estaba pensando cuando te grite.. ajaja..- pase la mano por el cabello corto y lo mire con disculpas, incline levemente el cuello para evitar su figura y ver la cabaña, no parecía esta ocupada o sino saldría humo de la chimenea, sonreí apenas para asentir con la cabeza, sus ojos rehuían de los mios, no era como si se enfrentara a uno de los fantasmas, solo era yo.. y un poco de mis dotes de prefecta.- que dices!, no claro que no Caleb.. no juego bromas, solo intentaba despejar la cabeza..- todas las cosas que tenía en mente eran lo de menos comparado con lo que se veía para el mundo mágico.- vamos adentro... no creo que nadie se de cuenta, no hay humo saliendo de la chimenea.. y la verdad te ves algo palido..- pase a su lado agarrando lo del brazo y sacando la varita para abrir la puerta.- Alohomora...- dije y cedió al instante.- ven!.. si nos pillan, diré que fue un caso especial..- le guiñe el ojo arrascándolo hacia dentro y el golpe de olores fue extraño, entre tierra, ropa sucia y animales?.. pues era algo parecido..- dios.. creo que necesita una buena limpieza..- Lo mire de reojo, su labio estaba temblando?..- parece que de verdad tienes frío...- le dije poniendo mi mano en su mejilla pero estaba caliente, así que subí a su frente, esta si estaba fría.- siéntate buscare algo para abrigarte..- ¿puedes encender la chimenea?..- le dije yendo del lado contrario, donde los olores no eran tan fuertes.-

Ahora gracias al susto que me hizo agarrar Allie creo que me había olvidado un poco del frío que sentía pero a pesar de olvidarme todavía mínimamente estaba temblando ¿Era eso o los nervios que me dieron de repente? Bueno eso nunca lo iba a saber porque ambas cosas se asemejaban. En fin simplemente me quede con mi mejor sonrisa porque me alegraba de haberla encontrado a ella en ese lugar, era como una bebe tierna y dulce. No creo que haya chica tan dulce como ella, ni tan adorable, o por ahí Molls era igual de adorable pero cada una tenia algo especial que te daban ganas de saltar y abrazarlas fuerte como a una osita de peluche.

Mi nariz seguramente se encontraría algo rojiza como mis mejillas por esa suave gripe que hospedaba en mi cuerpo. Era insoportable y de nuevo empecé a estornudar de repente, me desesperaba estar así. Y por lo visto mi mal estado se reflejaba mas en mi cara, al escuchar las palabras de Allie me hizo darme cuenta. Tomo mi mano y luego de lanzar un hechizo me llevo hacia dentro – Mu… muchas gr… gracias, la verdad que si siento mucho frío – Tome mi varita apuntando a la chimenea – Incendio – Lentamente la chimenea fue prendiendo para que el fuego caliente un poco el ambiente y no pasar mucho frío – La verdad que es peor, el frío, o el aroma de este lugar pero es mejor que nada. – Reí un poco porque la verdad no había un perfume de rosas ni nada así. Era una especie de esencia de perro húmedo, barro, todo un conjunto de olores que no te dejaba intuir a que olía ese lugar – Y no… no es necesario que busques un abrigo… con… con el fuego sobrara. Soy algo fri… friolento – Mis mejillas se encendieron con una rapidez tal al sentir su mano tocando mi rostro. Lo se soy raro, me pongo nervioso con el solo contacto pero ya me resulta imposible cambiar esa actitud – E… enserio, n… no te preocupes. Ve… vengo del lago po… por eso tengo ta… tanto frío. So… soy raro – Comente para que no se preocupara mucho porque en realidad ya me estaba sintiendo mejor. Me senté en el sofá escondiendo mi cabeza entre mis hombros – Hey ¿T… te sientas a… a mi… mi lado? – Pregunte tímidamente mirando al piso. La verdad que junto con ella me sentía como un bebe pero no la veía como madre sino como mi amiga mas dulce, como una persona que tocaba el cielo por ser tan adorable.

No le hice caso.. debía haber algo en ese cuarto que tuviera un buen olor, la verdad me mataban los olores.. era como perro en ese sentido, los olores fuertes me hacían asquear, pero soportaba la mayoría de ellos.. excepto el de las necesidad fisiológicas, ajaja y el vomito... ugh.. de solo pensarlo me dio cosa. Pero era todo muy inútil, Caleb encendió el fuego y seguro llamaría la atención de un profesor, pero como ya había dicho... les diria que había sido producto del resfrío de él, no iba a dejarlo partir sin que entrara un poco en calor o asegurarme de que no tuviera fiebre. Me sonreí suavemente cuando me pidió sentarme a su lado...

- no eres raro, no digas eso... además a mi me gustan las cosas raras, son muy divertidas..- le dije avanzando hacia él, tenía escondida la cabeza entre los hombros, me quite la bufanda y estaba calida por mi cuello, seguro que no le importaría usarla un rato..- esto te servirá un poco..- le dije poniéndome por detrás de él frotando sus cabellos negros con un extremo de la bufanda, estaba frio pero no húmedo, lo cual era muy bueno.- sabes que el calor corporal se pierde por la cabeza?..- si era un dato muy nerdy pero cierto. Como si fuera un turbante comencé a enrollar la bufanda, terminando en su cuello.- listo, un improvisado gorro... no muy lindo pero si muy útil no crees?..- le sonreí volviendo a poner el dorso de mi mano en su frente.- estas resfriado?..- le pregunte tomando un lugar a su lado en el borde del sofá, siempre me sentaba así cuando iba a hablar con mi padre.-

Sin pedir permiso ni nada, tome su mano, la puse entre las mias por que sus dedos estaban fríos... era raro sentir la piel de alguien y que estuviera más fria que la mia..

- ¿Yo soy divertido? – Rey entre mis hombros porque la verdad siempre me vi algo aburrido ya que me costaba hacer una conversación – P… pues te… soy sincero para mi soy a… algo aburrido. A veces me cuesta armar una conversación y… y… como ves… me pongo nervioso – Comente pero era algo que de seguro sabia. Me costaba hablar bien con las personas por esa manía que me agarraba de ponerme nervioso y tartamudear. Era algo más fuerte que yo porque a pesar de conocer personas por años siempre pasaba lo mismo y mi voz sonaba entrecortada. Creo que lo siguiente que realizo fue con alma de madre al verme en el sofá con mi cabeza escondida entre mis hombros. Su bufanda paso a ser un gorro el cual no se como se las ingenio para armarlo. Sonreí dulcemente porque la verdad fue un gesto bastante adorable – De… de nuevo gracias. Aunque no debiste haberte tomado las molestias, puede que te de frío a ti ahora – Si bien de vez en cuando me preocupaba por mi siempre me preocupaba mas por mis amigos, le daba mas importancia dejando de lado como me encontrara.

¿Ahora tenia frío? Bueno la verdad por como estaba puede ser que mis extremidades estén bastante frías pero mi cuerpo se sentía calido. De seguro tomaría un poco a la sangre llevar esa calidez por todo mi cuerpo – Pues solo un poquito, gracias a ti ya se me esta pasando – Sonreí pero me puse demasiado colorado cuando de la nada tomo mi mano entrelazando sus dedos con los míos. Su mano se sentía bastante calido al rose con mi piel – A.. ad… además tengo qu… que decirte que co… con el calor que emanas y mis mejillas son… sonrojadas el frío s… se pasa r… rápido – Mencione con mucho valor porque… casi siempre al pensar decir algo así quedaba mayormente petrificado “Respira profundo Cal… y suspira” Me decía por dentro porque ahora temblaba un poco pero de los nervios que me habían agarrado – Eres demasiado dulce, agradezco haberme encontrado contigo hoy – Sonreí de manera tierna levantando mi cabeza para mirarla. Hice un espacio en el sofá para jalarle un poco y que se siente a mi lado. No pude contener las enormes ganas de abrazarla fuerte porque… era como una osita de peluche achuchable, muy achuchable.

Mire un poco las llamas del fuego, me tranquilizaba cuando me topaba con personas que no necesitaban de una constante reafirmación de superioridad, Caleb trasmitía una calma poco usual en los hombres, te hacia sentir mejor a pesar de que muchas veces le costaba armar las frases, era mejor esperar con calma a ver que tenía que decirte. Apenas sonreí cuando dijo que era aburrido, pues.. él no me parecía aburrido, para nada... quizás para una persona impaciente, pero yo era una nerdy, sabía esperar por las cosas y cuando no tenía que hacerlo.

- no eres aburrido, lo que pasa es que te pones muy nervios, pero no deberias ponerte nervioso conmigo.. no te voy a hacer nada malo.. - le dije entre broma y en serio, ahora que sabia que estábamos juntos en eso de la orden, pues intentaría acercarme a todos los integrantes de una u otra forma, todos estábamos unidos por un propósito. Lo mire un poco divertida, estaba rojo, aunque era preocupante sabiendo que tenía un resfrio.- gracias por lo dulce, no soy así con todos... pero ya sabes, tienes un encanto natural para hacer sentir bien cómodas a las personas, aun que no lo creas... y tu no te sientas tan cómodo.- vi el esfuerzo que hizo para darme un espacio a su lado y lo tome de la mejor forma, pero me costo acomodarme, éramos delgados pero un sofá era un sofá aunque este parecia mucho mas espacioso que los comunes, en fín logre acomodar mi trasero pero mis piernas tuvieron que pedirle permiso a las suyas para quedarse encima de él.- me vas a disculpar pero.. ne tengo donde más agarrarme ajaja..- le dije divertida pasando mi brazo por detrás de su cuello y dejando mi mano descansando en su hombro,, hice un gesto de besarlo en la cabeza pero no termino por convertirse en eso..- ¿no nos conocemos tanto?... quizás este es el ultimo año que nos veremos.. - lo decía por la orden, quizás sería más tiempo. Lo mire fijo, pero con un gesto amable.- supongo que tenemos los mismos ideales.. o sí no estaríamos en el mismo grupo..- le dije en clave, pero supuse que entendería mis palabras..- ahora siempre pienso esas cosas.. no sé, se llevan mucho de mi tiempo.-

La calidez del fuego poco a poco iba envolviendo el frío del tiempo para hacer que el ambiente este un poco mas agradable. Ya dejaba de temblar y mis mejillas sonrojadas no ardían tanto, creo que mi sonrojo se había vuelto algo tenue pero sonrojo al fin. Además que la calidez que transmitía el alma de Allie ayudaba al fuego para ahuyentar el frío para que quede el calor. También su bufanda de una especie de gorro improvisado, ahora no podía dejar de sonreír por lo dulce que era conmigo, parecía mi madre pero para mi era mi amiga adorada y consentida como también consentidora.

Ella tenia razón me ponía nervioso muy fácilmente cuando debería estar tranquilo porque después de todo ella era mi amiga. Solo que… era como automático y mas al mirarla a los ojos, esos ojos que eran puros como el agua y brillantes como diamantes. De alguna forma me hacían poner nervioso. Me acurruque un poco escondiendo lo mas posible la cabeza entre mis hombros para cubrir mi sonrojo luego de agradecer y mencionar un encanto natural que yo nunca supe que tenia hasta ahora – Entonces ahora es un halago que sea una de las personas con las cual eres así – En mi rostro una sonrisa dulce se dibujo mientras algunas de mis ropas cubrían apenas mis mejillas coloradas – Pero yo no me incomodo con las situaciones, simplemente me pongo nervioso porque soy así. Me gusta escuchar a la gente, si estoy como o incomodo con lo que pasa, no importa – Comente aunque ahora creo que ella estaba incomoda porque el sofá no era muy grande. Mala idea la mía de hacer que venga al sofá a sentarse a mi lado, creo que tendría que haberla dejado en el posabrazos pero no podría abrazarla y cuando la veía me daban muchas ganas de hacerlo – N… no te preocupes, tu ponte cómoda – Era lo que mas me importaba. Ya que no sentía más el frío gracias a su atención, su bondad, ahora me tocaría a mí tratar de consentirla. Le di mucha atención a lo ultimo que dijo y por primera vez después de mucho mi rostro quiso mostrar un gesto algo serio – Bueno, esos asuntos hay que tomárselos con calma, nada se resolverá de un día para el otro ni se resolverán matándose pensando en eso. Relájate un poco pero no tanto – Creo que yo también pasaba bastante pensando en aquello pero mucho de lo que pensaba me lo dejaba para mi mismo - ¿Sabes que es lo mejor de ese grupo? Que todos somos amigos y por más tensa que este la situación, siempre hay risas. Es bastante agradable estar con todos ustedes – Mi sonrisa volvió a aparecer. La mire fijo a los ojos aunque creo que era bastante despreocupado y con esos asuntos – Con respecto a lo que dijiste, de que este es el último año que nos veremos. Estas equivocada, te iré a visitar a tu casa y te enviare lechuzas de vez en cuando –Era alguien a quien apreciaba, a quien quería a montones incalculables y por eso me gustaría que cuando terminara el colegio sigamos siendo amigos.

Con mi mano cruzada en su hombro me quede algo pensativa... el fuego despertaba en mi un estado algo extraño.. a la ves que me confrontaba me hacia sentir miedo y mucha tristeza, sabía que había estado en un incendio cuando pequeña... pero era demasiado pequeña para recordaba siquiera imágenes... mis ojos se quedaron fijos en una llama que parecía bailar, era algo extraña, si uno mira fijamente una forma amorfa... tu mente le dará sentido, para mi herma una hermosa mujer, podía jurar que sus ojos me veía. Solté un suspiro cuando volví en mi.. mire a mi compañero de asiento, le sonreí pues no había escuchado las primeras palabras de él... "relájate un poco", volví a suspirar, si las cosas fueran tan fácil, más que nunca me estaba costando desconectar mi cerebro de tanta palabra y pensamiento que rondaba por mi mente.. más desde que no recibía una carta de Albert, eso era lo que me estaba matando...

- creo que eso nunca es fácil para una nerdy como yo.. siempre tengo algo dando vuelta en mi cabeza... y no es precisamente una comedia..- me sonreí y apoye mi cabeza en la de él, mientras me arrumaba un poco más a él, me sentía algo desprotegida y estaba buscando un poco el afecto que mi padre me estaba negando, con justa razón claro.- aunque tienes algo de razón, sino toda.. al decir que somos amigos, excepto por un detalle con nombre y apellido en mi vida..- me refería a cassandra, ella no me pasaba y sin saber porque.. si realmente jamás había hecho nada malo con Albus, o le había hecho daño, exceptuando la ves que bese a james, pero no era como el fin del mundo un beso inocente.. nada que matara a nadie. Mi ceño se frunció y sonreí algo pesado.- a veces la vida es un poco irónica, te pone justo lo que no quieres por delante..- en un acto muy tierno me abrace a él completamente, me enternecía el hecho de que siguiéramos en contacto pero aun más cuando era la otra persona cuando te lo decía.. le di un pequeño beso en la mejilla a la ves que aflojaba el abrazo.- gracias.. a veces necesito que me recuerden que no estoy sola..- era cierto, a veces necesitaba una preafirmación de lo que tenia a mi alrededor.- te esperare en mi casa, aunque creo que el próximo año viviré sola en una habitación en el caldero.. a mi tio no le agrada la idea de que sea bruja por siempre.. pero es mi decisión.-

ya tenía un plan de contención... me dedicaría a estudiar para auror o profesora, mientras gastaba mi dinero en poner un puesto de objetos mágicos y seguir por esa línea, solo hasta que me hubiera decidido.

Y de repente el frio se me olvido de mi cuerpo como por un hechizo que había provocado Allie en mi, más que hechizo que creo hizo que me avergüence un poco, esa personalidad tímida no podía irse por un día o por unas horas siempre aparecía cuando una chica se acercaba a más de un metro y cariñosa como ella. El frio se fue para que mis mejillas ya en un rojo radiactivo se encendieran y se calmaran de un momento a otro con mi mente en blanco pero esas sonrisas provocadas por su ternura, esa chica era la ternura en persona y más.

Acaricie su cabello como pude con la palma de mi mano mientras mi mirada se concentraba en su rostro escuchándola hablar de algo que parecía le molestaba. Su tono no era el de antes además se notaba en su rostro que esa persona no le agradaba aunque no sabía bien de quien hablaba – Los detalles de la vida son inevitables, si pudieras acomodarla para que fuera perfecto sería algo aburrida ¿N… no? – Sonreí amablemente, con esos aires de timidez que mi voz demostraba pero trataba de controlar. Ahora no sentía tanto mis mejillas ardiendo si no un poco mas tibias parecía que me iba a levantar fiebre por la temperatura que tenía mi cabeza en esos momentos ya que toda la sangre caliente se encontraba ahí y en mis mejillas. Era algo gracioso – Con el tiempo vas a ver qué tenias razón o estabas equivocada, solo tienes que darle tiempo al tiempo para ver como transcurre – No sabía bien que decir además que todo lo que decía era en plan consejo porque no sabía con certeza de quien hablábamos y como venia la relación con aquella persona con nombre y apellido en la vida de Allie pero siempre estaría dispuesto a apoyarla en lo que sea cuando este mal, podía confiar en mi plenamente y más en estas cosas tan delicadas.

Era mi amiga no quería perder su valiosa amistad y que todo quedara en recuerdos por eso la visitaría siempre que estuviera disponible y yo tenga tiempo – Donde sea que estés te buscare para visitarte – Sonreí pasando rodeándola con mis brazos y apretándola fuerte para sentir el calor de su cuerpo, luego de unos segundos afloje mis brazos para no incomodarla – Eres de las chicas más geniales que conozco así que si necesitas asilo creo que podre hablar con mis padres para que vivas en mi casa, no creo que haya problemas – Nunca había llevado a mis amigos a dormir a mi casa y bueno éramos tres en una casa bastante grande así que no creo que haya problemas con respecto a eso, mi papa nunca estaba en casa y mi madre no creo que tenga problemas en alojar a una amiga, tendría con quien charlar pero ya no quería hacerme de ilusiones.

Necesitaba tanto de un regaño, de escuchar esa vs fuerte y golpeada cuando me hablaba… de saber que estaba presente y que su compromiso conmigo era aun más fuerte que todas las cosas molestas que yo podía llegar a hacer, y que eran muchas si me ponía a contar, pero en algo me ayudaba esta plática suave con Caleb. Él no parecía del tipo de hombres del que debes huir, es más era del que luce como futuro padre, como aquellos con los que solía emparejarme mi querido padre… claro que había un dicho muy cierto, algunas personas buscamos dolores de cabeza para llenar este vacío poco constructivo… ya lo sabía yo con todas mis revueltas con Albus y en quien no dejaba de pensar y más aun por semejante propuesta… llegando hasta el límite de acariciar la posibilidad de aceptarla… ¿tanto era el amor que sentía por aquel chico de ojos verdes?, quizás mucho… pero aun no me convencía por completo. Me sonreí porque muchos de mi casa me consideraban un excelente ejemplo, otros sin embargo me llamaban de la manera más aburrida que pudieran… pero que él me llamara genial me resultaba extremadamente divertido, era gracioso viniendo de un tímido muchacho, al cual seguro estaba acosando con mis frotadas de cuerpo sin malas intenciones.

-¿en serio?..-le dije sin moverme, me encantaba su propuesta, no porque me iban a dar casa... sino por el hecho de que otra persona se preocupara de mi seguridad.- eres un amor...- le dije besándolo en la mejilla y sonriéndole.- pero no creo que deberías hacerlo, no me gusta incomodar… además creo que sería como una pulga, soy un poco… bueno, muy de piel…- con su abrazo suelto no me quedo más que soltarlo un poco y de pasada tome su temperatura.- pero iría encantada todos los fines de semana a comer y dormir, siempre y cuando tus padres no se molesten…- relaje mi cuerpo quedando como una paleta al sol… casi derretida en sus brazos.- tu también puedes ir a quedarte conmigo…¿Qué piensas hacer el próximo año… cuando salgamos del colegio… ya queda tan poco?..-