Suciedad y copas (libre)
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Suciedad y copas (libre)
La noche había llegado a Hogwarts y el silencio se había adueñado de todo el castillo, al menos aparentemente. Y con la noche llegaba mi aburrimiento. ¿Por qué? Pues porque no tenía nada de sueño y me apetecía salir, disfrutar del aire libre, de la adrenalina de estar entre copas cuando mis padres pensaban que estaba a salvo entre las cuatro paredes de mi querida casa Slytherin. Mis padres, aquellos a los que se supone que tenía que admirar, pero que no me traían más que problemas, problemas que acabaron el día que asumí que yo no iba a ser la hija perfecta que ellos querían que fuera. Simplemente yo no era una perfecta dama, no era como Narcissa, aunque ella era mi mejor amiga. Sí, supongo que les hubiera gustado que yo fuera diferente, pero no lo era. Y tendrían que asumirlo ¿no?
Recorrí los pasillos de Hogwarts con sigilo, con cuidado mientras ponía uno de mis mechones tras mi oreja. Antes o después me encontraba caminando por las calles oscuras del pueblo, con mis manos en los bolsillos y una sonrisa en mis labios. Me encaminé hasta Cabeza de Puerco y me detuve allí enfrente. Era un lugar sucio, apestoso, lleno de gente poco recomendable, un lugar perfecto, sin duda.Ese día había recibido noticias de casa. Algo que sin duda no era buena señal. Yo, al contrario que el resto del mundo, odiaba recibir carta de mi familia, de mis padres. ¿Por qué? Era muy sencillo, porque no me gustaba el vínculo que había entre nosotros, sencillamente hacía mucho tiempo que habíamos dejado de ser una familia, tal vez nunca lo habíamos sido y por eso odiaba recibir noticias pues sabía que éstas iban a estar plagadas de mentiras y palabras vacías que se decían por cortesía y poco más.
Y por eso, esta noche había decicido escaparme, salir de la escuela a escondidas aunque fuera y olvidarme de todo unas horas. Quería desafiarlos, ¿por qué no decirlo? Quería que se enteraran de que yo no era la niña que pensaban, que no era esa señorita de exquisitos modales, esa joven de impecable apariencia que ellos creían o mejor dicho querían tener. No, no lo era. Y sabía perfectamente que la mayoría de mis pasos los daba con la idea de que les llegaran noticias mías, malas noticias, noticias que hiceran que me repudiaran y que se olvidaran de una vez de esa hija perfecta que querían tener.
Sacudí la cabeza y olvidé esos pensamientos, pues no quería que ellos ocuparan más parte de mi tiempo. Me puse el abrigo ymetí las manos en los bolsillos mientras caminaba por las calles del pueblo con la mirada fija en la punta de mis zapatos, mientras algún que otro mechón caía sobre mi rostro, sin que yo le diese mayor o menor importancia. Me quedé contemplando la escena de dentro sin moverme ni un ápice, girando ligeramente mi cuerpo y ladeando mi cabeza de nuevo. Dentro parecía que un calor sofocante se había adueñado del lugar, puesto que el fuego brillaba en la sucia chimenea y la gente reía y bebía sin importarle nada más. Y eso quería yo, que por una noche dejara de importarme nada más.
Recorrí los pasillos de Hogwarts con sigilo, con cuidado mientras ponía uno de mis mechones tras mi oreja. Antes o después me encontraba caminando por las calles oscuras del pueblo, con mis manos en los bolsillos y una sonrisa en mis labios. Me encaminé hasta Cabeza de Puerco y me detuve allí enfrente. Era un lugar sucio, apestoso, lleno de gente poco recomendable, un lugar perfecto, sin duda.Ese día había recibido noticias de casa. Algo que sin duda no era buena señal. Yo, al contrario que el resto del mundo, odiaba recibir carta de mi familia, de mis padres. ¿Por qué? Era muy sencillo, porque no me gustaba el vínculo que había entre nosotros, sencillamente hacía mucho tiempo que habíamos dejado de ser una familia, tal vez nunca lo habíamos sido y por eso odiaba recibir noticias pues sabía que éstas iban a estar plagadas de mentiras y palabras vacías que se decían por cortesía y poco más.
Y por eso, esta noche había decicido escaparme, salir de la escuela a escondidas aunque fuera y olvidarme de todo unas horas. Quería desafiarlos, ¿por qué no decirlo? Quería que se enteraran de que yo no era la niña que pensaban, que no era esa señorita de exquisitos modales, esa joven de impecable apariencia que ellos creían o mejor dicho querían tener. No, no lo era. Y sabía perfectamente que la mayoría de mis pasos los daba con la idea de que les llegaran noticias mías, malas noticias, noticias que hiceran que me repudiaran y que se olvidaran de una vez de esa hija perfecta que querían tener.
Sacudí la cabeza y olvidé esos pensamientos, pues no quería que ellos ocuparan más parte de mi tiempo. Me puse el abrigo ymetí las manos en los bolsillos mientras caminaba por las calles del pueblo con la mirada fija en la punta de mis zapatos, mientras algún que otro mechón caía sobre mi rostro, sin que yo le diese mayor o menor importancia. Me quedé contemplando la escena de dentro sin moverme ni un ápice, girando ligeramente mi cuerpo y ladeando mi cabeza de nuevo. Dentro parecía que un calor sofocante se había adueñado del lugar, puesto que el fuego brillaba en la sucia chimenea y la gente reía y bebía sin importarle nada más. Y eso quería yo, que por una noche dejara de importarme nada más.
Geneviève GautierSLYTHERIN - Mensajes : 154
Puntos de Canje : 75010
Fecha de inscripción : 22/03/2011
Re: Suciedad y copas (libre)
Había sido un largo día en un lugar nuevo y desconocido, donde no conocía a nadie y supuestamente debía de pasar aquí todo el curso. Empezaba a hacérseme un poco difícil todo aquello, así que horas antes había decidido salir de allí, aunque suponía que estaba prohibido, y tomar algo por HOGSMEADE, quizás a Cabeza de Puerco. La verdad es que no era el lugar adecuado, pero no creía que me encontraría a alguien de Hogwards por allí cuando el ocaso estaba cerca de la noche. Era un lugar bastante peculiar, poco recomendable para princesitas y princesitos, pero bueno para tomar algo no necesitaba mucho más.
Pensé un poco en todo lo que me estaba sucediendo mientras me daba un paseo por el pueblo, un lugar nuevo donde no conocía a nadie y comenzar a recordar todo aquel mundo de magia que había estado tanto tiempo intentando olvidar. Era como llevar una cruz a mi espalda, pero quizás fue la mejor decisión volver aquí, encontrar un lugar donde me sienta identificado y olvidar la vida muggle, el amor de zorras, los malos vicios, los recuerdos… estaba empezando a estar arto de conocer personas, pasar una noche con ella y ver como se esfumaban.
Me quedé viendo pasar a la gente, viendo como pasaban los baldosines entre mis pies con ese aspecto mojado por aquella humedad tan peculiar de la noche en Hogsmeade. Me quité los cascos de música y me los guarde en el bolsillo del pantalón, me cambio el paquete de tabaco y la cartera del bolsillo de atrás a los de adelante, odiaba sentarme con la incomodidad de tener algo en los bolsillos de atrás del pantalón. Llegué a la puerta de Cabeza de Puerco, una puerta con pasada de mugre, la abrí y entré a aquel local que estaba bastante lleno de gente con sus conversaciones, sus borracheras, sus vicios y la misma suciedad de hace 3 o 4 años, quizás más suciedad que entonces. Pasé entre las mesas y me acerqué hacia la barra para poder pedir algo de beber, pero en el camino choque con una chica que estaba en medio del camino y que parecia distante de aquel lugar, con la cabeza en otro sitio.
- Perdone, ha sido sin querer. – Le dije sonriéndole, no me sonaba de nada, así que no me asuste, aunque parecía joven como para estar en un sitio así a estas horas. Pedí una jarra de cerveza y me senté en la única mesa vacía de las que estaban debajo de las ventanas. donde se podía ver pasar a la gente, además me gustaba aquella sensación de sentarme al lado de una ventana donde por un lado se nota el calor del hogar, y el frio de fuera que desprende la ventana.
Pensé un poco en todo lo que me estaba sucediendo mientras me daba un paseo por el pueblo, un lugar nuevo donde no conocía a nadie y comenzar a recordar todo aquel mundo de magia que había estado tanto tiempo intentando olvidar. Era como llevar una cruz a mi espalda, pero quizás fue la mejor decisión volver aquí, encontrar un lugar donde me sienta identificado y olvidar la vida muggle, el amor de zorras, los malos vicios, los recuerdos… estaba empezando a estar arto de conocer personas, pasar una noche con ella y ver como se esfumaban.
Me quedé viendo pasar a la gente, viendo como pasaban los baldosines entre mis pies con ese aspecto mojado por aquella humedad tan peculiar de la noche en Hogsmeade. Me quité los cascos de música y me los guarde en el bolsillo del pantalón, me cambio el paquete de tabaco y la cartera del bolsillo de atrás a los de adelante, odiaba sentarme con la incomodidad de tener algo en los bolsillos de atrás del pantalón. Llegué a la puerta de Cabeza de Puerco, una puerta con pasada de mugre, la abrí y entré a aquel local que estaba bastante lleno de gente con sus conversaciones, sus borracheras, sus vicios y la misma suciedad de hace 3 o 4 años, quizás más suciedad que entonces. Pasé entre las mesas y me acerqué hacia la barra para poder pedir algo de beber, pero en el camino choque con una chica que estaba en medio del camino y que parecia distante de aquel lugar, con la cabeza en otro sitio.
- Perdone, ha sido sin querer. – Le dije sonriéndole, no me sonaba de nada, así que no me asuste, aunque parecía joven como para estar en un sitio así a estas horas. Pedí una jarra de cerveza y me senté en la única mesa vacía de las que estaban debajo de las ventanas. donde se podía ver pasar a la gente, además me gustaba aquella sensación de sentarme al lado de una ventana donde por un lado se nota el calor del hogar, y el frio de fuera que desprende la ventana.
Damian SpencerGRYFFINDOR - Mensajes : 48
Puntos de Canje : 72909
Fecha de inscripción : 05/08/2011
Re: Suciedad y copas (libre)
Ahogar mis penas en cerveza. No era el mejor remedio, pero al menos sí uno muy efectivo. ¿Penas? ¿Qué penas podía tener alguien como yo? Bueno, no las llamaría penas exactamente, pero sí algo parecido...Y es que más de un dolor de cabeza me daban las cartas de mis padres, para mí ningún motivo de alegría, ciertamente. Es posible que para el resto de personas fuera un gran momento ese de recibir una carta, pero para mí no. Puesto que siempre se quejaban de alguna cosa.
O peor aún, decían cuanto añoraban a su pequeña dama, a su señorita y era entonces cuando me preguntaba si mis padres me conocían realmente ¿o es que acaso seguían soñando con la posibilidad de tener una princesita como hija? Si era así...estaban muy equivocados. Porque yo no era una dulce princesita vestida de verde. Más bien podía compararme con una diablesa que se había escapado del infierno, o con una pequeña víbora. Sí, una víbora dispuesta a clavar sus dientes y corroer con su veneno a cualquier persona, simplemente por el placer de hacerlo. Suspiré y sacudí la cabeza, dejando que mis cabellos se revolvieran un poco, para después volver a caer sobre mis hombros.
Pedí una cerveza y me la bebí casi de un trago. Bueno, esta maldita noche yo estaba más que aburrida y no quería sacarle ninguna palabra a algunos de esos estúpidos arrogantes con complejo de mudos. Porque sí, porque hasta el calamar gigante te puede dar una conversación mucho más interesante e interactiva que la que te puede llegar a dar gente como...algunos de la escuela.. Bueno, como decía...Quería algo de diversión. Necesitaba que mis padres tuvieran noticias mías, que dejaran de verme como la princesita que una vez intenté ser. ¿Por qué? Simplemente porque yo no era así y estaba cansada de que intentaran hacer de mí algo que no era.
Y ahí estaba yo, intentando olvidarme de todo por un momento, por una noche cuando alguien chocó conmigo, haciendo que derramara mi cerveza encima. Suspiré irritada y me giré para ver de quién se trataba. Cierto que en ese lugar hay que ir con pies de plomo, porque va la peor calaña, pero no iba a permitir algo así. Me giré y pude ver que no era ningún borracho viejo verde, era un chico no mucho más mayor que yo que tras disculparse por el empujón se fue a la única mesa libre. Yo lo seguí y sin preguntar nada me senté enfrente de él-¿Has visto como me he puesto por tu culpa?-le dije-Y me he quedado sin cerveza-añadí.
O peor aún, decían cuanto añoraban a su pequeña dama, a su señorita y era entonces cuando me preguntaba si mis padres me conocían realmente ¿o es que acaso seguían soñando con la posibilidad de tener una princesita como hija? Si era así...estaban muy equivocados. Porque yo no era una dulce princesita vestida de verde. Más bien podía compararme con una diablesa que se había escapado del infierno, o con una pequeña víbora. Sí, una víbora dispuesta a clavar sus dientes y corroer con su veneno a cualquier persona, simplemente por el placer de hacerlo. Suspiré y sacudí la cabeza, dejando que mis cabellos se revolvieran un poco, para después volver a caer sobre mis hombros.
Pedí una cerveza y me la bebí casi de un trago. Bueno, esta maldita noche yo estaba más que aburrida y no quería sacarle ninguna palabra a algunos de esos estúpidos arrogantes con complejo de mudos. Porque sí, porque hasta el calamar gigante te puede dar una conversación mucho más interesante e interactiva que la que te puede llegar a dar gente como...algunos de la escuela.. Bueno, como decía...Quería algo de diversión. Necesitaba que mis padres tuvieran noticias mías, que dejaran de verme como la princesita que una vez intenté ser. ¿Por qué? Simplemente porque yo no era así y estaba cansada de que intentaran hacer de mí algo que no era.
Y ahí estaba yo, intentando olvidarme de todo por un momento, por una noche cuando alguien chocó conmigo, haciendo que derramara mi cerveza encima. Suspiré irritada y me giré para ver de quién se trataba. Cierto que en ese lugar hay que ir con pies de plomo, porque va la peor calaña, pero no iba a permitir algo así. Me giré y pude ver que no era ningún borracho viejo verde, era un chico no mucho más mayor que yo que tras disculparse por el empujón se fue a la única mesa libre. Yo lo seguí y sin preguntar nada me senté enfrente de él-¿Has visto como me he puesto por tu culpa?-le dije-Y me he quedado sin cerveza-añadí.
Geneviève GautierSLYTHERIN - Mensajes : 154
Puntos de Canje : 75010
Fecha de inscripción : 22/03/2011
Re: Suciedad y copas (libre)
Levanté la mirada de mi jarra y vi a una rubia sentada enfrente mío. Era una chica bonita todo hay que decirlo, aunque parecía ofuscada y bastante enfadada, entonces me di cuenta que era la chica con la que había chocado antes. ‘Como se ha puesto por una cerveza’, arquee una ceja y sonreí.
Tranquila, lo siento mucho, pero esto tiene fácil solución. Dame un minuto! – Me levanté y me acerqué a la barra, pedí otra cerveza como la de la señorita, me giré y la vi con esos rasgos tan peculiares de las mujeres cuando se enfadan, no lo de poner morritos porque eso solo es cuando es con cariño, su mirada era de enfado y un poco de incredulidad con ese toque desafiante, era interesante la verdad, además contaba con el extra de unos ojos claros con ese toque rasgado. ¿Quién sería? Cogí la cerveza qué me acababan de servir y me volví a sentar en mi sitio.
– Aquí tienes otra cerveza, me llamo Ysayah y siento mucho haberte tirado la cerveza, no lo he hecho apropósito con el fin de que acabarás aquí sentada, esa no era mi intención.
Parecía que aquella noche podía ser un poco más interesante de lo que esperaba…
Tranquila, lo siento mucho, pero esto tiene fácil solución. Dame un minuto! – Me levanté y me acerqué a la barra, pedí otra cerveza como la de la señorita, me giré y la vi con esos rasgos tan peculiares de las mujeres cuando se enfadan, no lo de poner morritos porque eso solo es cuando es con cariño, su mirada era de enfado y un poco de incredulidad con ese toque desafiante, era interesante la verdad, además contaba con el extra de unos ojos claros con ese toque rasgado. ¿Quién sería? Cogí la cerveza qué me acababan de servir y me volví a sentar en mi sitio.
– Aquí tienes otra cerveza, me llamo Ysayah y siento mucho haberte tirado la cerveza, no lo he hecho apropósito con el fin de que acabarás aquí sentada, esa no era mi intención.
Parecía que aquella noche podía ser un poco más interesante de lo que esperaba…
Damian SpencerGRYFFINDOR - Mensajes : 48
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Fecha de inscripción : 05/08/2011
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