Desayunando [libre]

Ese día, la habían mandado a Hogwarts por que la enfermera requería de su ayuda con algún alumno. Luego de haber cumplido con su trabajo, la directora Mcgonagall le había invitado a quedarse a desayunar con ellos. Al principio se resistió un poco, ya que tendría que llegar junto a su madre, pero luego le agrado la idea y acepto encantada. Siempre que un trato, hubiera comida en el medio, Monique aceptaba. Caminó hacia el gran comedor decidida. Se conocía el camino de memoria, aún no lo había olvidado.

Cuando entró, pudo sentir varias miradas sobre ella. No era normal tener a un adulto que no conocían entre ellos y menos aún en los tiempos en los que estaban. Llevaba unos jeans sencillos, junto a una blusa y un suéter blancos. Es decir, que nadie podría reconocer que era medimaga, a excepción de su hermana, claro está. Luego de que la profesora Mcgonagall hubiera anunciado que Monique comería con ellos ese día, la rubia se dispuso a atravesar el gran comedor y a buscar con la mirada un asiento libre en la mesa de los profesores, donde la directora le había dicho que se sentará. Llegó hasta al lado de uno de los profesores y sonrió con dulzura-¿Me puedo sentar aquí?-preguntó señalando el asiento libre al lado de él.

Sonrió agradecida cuando el profesor le abrió el asiento. Esa caballerosidad le había recordado a Alex y que hace días que no hablaba con él. Se encogió de hombros cuando pensó en eso y decidió sentarse. Cuando el hombre se presentó, ella extendió su mano para estrecharla con la de él-Monique Rousseau, profesor. No trabajo aquí. Soy sanadora en San Mungo-dijo sonriendo amablemente mientras observaba nuevamente el gran comedor. Tenía tanto tiempo que no lo veía que se emocionaba de solo estar ahí.

-No me trate de usted. No debe ser muy mayor. Creo que es el profesor más joven que hay o uno de ellos. ¿Es nuevo?-preguntó con dulzura mientras recorría con la mirada la mesa de los profesores. A todos los recordaba y ellos a ella. Aunque, ¿Como olvidar a la que había sido su tormento y dolor de cabeza por siete años?. Todas las semanas en los castigos durante tantos años no van en vano. Volvió la mirada al profesor en espera de una respuesta.