Del amor y su revés {Albus Potter}
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Del amor y su revés {Albus Potter}
La música de la fiesta me obligaba a mover los pies. Había tanta gente que se me había perdido Albus y mi primo. Addy dijo que iba al baño, y de pronto me encontraba sola entre toda la multitud. Sin embargo eso no significaba que no me estuviera divirtiendo. Me acerqué a un grupo de unos chicos de Hufflepuff y me puse a conversar. Algunos eran amigos de Molly, y a través de ella los había conocido. Uno me sacó a bailar, y tenía bastante ritmo, la verdad. Sus pies se movía al compás de la música, y yo me reía de lo lindo mientras intentaba seguir su ritmo. Según tenía entendido ese chico tenía ascendencia latinoamericana, por eso se movía tan bien.
La música entonces cambió, de un ritmo más salsero a algo más lento. Los pasos del chico se fueron calmando, y me acercó a él más de lo conveniente. Su aliento impactando en mi rostro daba cuenta de que había estado consumiendo alcohol, y por lo visto había bebido más de la cuenta-. Eh... mejor dejémoslo hasta aquí, amigo- le dije con una sonrisa y apartándolo con una mano. No me gustaba que los hombres me acosaran, sin importar si yo tenía o no pareja para el baile. Así que sin más me alejé de él y fui a buscar a Addy entre la gente.
Un tipo me pisó y le di un empujón. Seguí avanzando entre la muchedumbre y divisé el sombrero del disfraz de Albus. Comencé a hacerme paso entre la gente para alcanzarlo, pero él estaba caminando rápido, y al parecer iba rumbo a la salida-. ¡Albus!- grité corriendo y pasando a empujar a una nerdy de quinto. No me molesté en pedirle disculpas y salté hacia el cuello de Albus, abrazándolo por la espalda para evitar que siguiera avanzando-. Estoy aquí- le dije con voz cantarina y sonriendo, apretándolo entre mis brazos sin ver su rostro aún-. ¿Me andabas buscando?- le pregunté provocativa, rozando con una de mis manos su cuello y bajando por su hombro, avanzando un paso hacia su lado y tomando su mano, esperando que se volteara a verme.
La música entonces cambió, de un ritmo más salsero a algo más lento. Los pasos del chico se fueron calmando, y me acercó a él más de lo conveniente. Su aliento impactando en mi rostro daba cuenta de que había estado consumiendo alcohol, y por lo visto había bebido más de la cuenta-. Eh... mejor dejémoslo hasta aquí, amigo- le dije con una sonrisa y apartándolo con una mano. No me gustaba que los hombres me acosaran, sin importar si yo tenía o no pareja para el baile. Así que sin más me alejé de él y fui a buscar a Addy entre la gente.
Un tipo me pisó y le di un empujón. Seguí avanzando entre la muchedumbre y divisé el sombrero del disfraz de Albus. Comencé a hacerme paso entre la gente para alcanzarlo, pero él estaba caminando rápido, y al parecer iba rumbo a la salida-. ¡Albus!- grité corriendo y pasando a empujar a una nerdy de quinto. No me molesté en pedirle disculpas y salté hacia el cuello de Albus, abrazándolo por la espalda para evitar que siguiera avanzando-. Estoy aquí- le dije con voz cantarina y sonriendo, apretándolo entre mis brazos sin ver su rostro aún-. ¿Me andabas buscando?- le pregunté provocativa, rozando con una de mis manos su cuello y bajando por su hombro, avanzando un paso hacia su lado y tomando su mano, esperando que se volteara a verme.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Me faltaba el aire, definitivamente me faltaba el aire y el sudor frío en mi frente no ayudaba ¿Porqué tenía que ser tan débil? Necesitaba respirar. James me había noqueado con lo que me había dicho y aunque había sido sincero y había respetado la unión entre hermanos que teníamos no pude evitar odiarlo por haber hecho lo que hizo, casi iba a llorar del coraje mientras caminaba sin rumbo por la "fiesta" y podía ver que todos la disfrutaban pero yo no, yo quería irme de ahí.
Me topé con una mesa que tenía bebidas y a un jugo de piña le vertí alcohol del ron que traía en una petaca que era a juego con mi disfráz y me lo tomé de un golpe, hice lo mismo con otros dos vasos iguales pero nisiquiera la sensación del ron pasando por mi garganta me liberaba de aquello que sentía, necesitaba hablar con Cassandra o tal vez solo necesitaba marcharme del lugar.
Caminé distraído por entre los alumnos disfrazados y miré a Cassandra repegarse a un tipo en la pista de baile, estaban bailando los dos muy acarameladitos y sentí como un calor intenso subís por mi espalda hasta mi nuca y un sonido gutural se desprendió de mi boca en ese momento, estaba furioso, no podía creer que mi novia MI PAREJA estuviera comportándose de esa manera, parecía que no la conocía más, era alguien diferente, alguien que era producto de mi imaginación, no podía ser, estaba demasiado molesto para pensar. Tomé aire y dí media vuelta en busca de la salida. Necesitaba respirar.
Caminé y caminé mirando mis pies, estaba agotado anímicamente y no podía más, necesitaba esconderme en mi cama y no salir aquella noche. Unos brazos rodearon mi cuello y me sentí atrapado. ¡Necesito respirar! Era Cassandra. - En realidad me siento un poco sofocado - retiré sus brazos de mi cuerpo mientras le decía quello y traté de sonreirle a medias, no podía hablar tan tranquilamente del asunto en ese momento, estaba muy agitado. ¡NECESITABA RESPIRAR!
Podía sentir las gotitas de sudor que perlaban mi frente en ese momento y que mi garganta estaba apretada con tanta fuerza que las palabras apenas habían salido en un silencioso siseo.
Me topé con una mesa que tenía bebidas y a un jugo de piña le vertí alcohol del ron que traía en una petaca que era a juego con mi disfráz y me lo tomé de un golpe, hice lo mismo con otros dos vasos iguales pero nisiquiera la sensación del ron pasando por mi garganta me liberaba de aquello que sentía, necesitaba hablar con Cassandra o tal vez solo necesitaba marcharme del lugar.
Caminé distraído por entre los alumnos disfrazados y miré a Cassandra repegarse a un tipo en la pista de baile, estaban bailando los dos muy acarameladitos y sentí como un calor intenso subís por mi espalda hasta mi nuca y un sonido gutural se desprendió de mi boca en ese momento, estaba furioso, no podía creer que mi novia MI PAREJA estuviera comportándose de esa manera, parecía que no la conocía más, era alguien diferente, alguien que era producto de mi imaginación, no podía ser, estaba demasiado molesto para pensar. Tomé aire y dí media vuelta en busca de la salida. Necesitaba respirar.
Caminé y caminé mirando mis pies, estaba agotado anímicamente y no podía más, necesitaba esconderme en mi cama y no salir aquella noche. Unos brazos rodearon mi cuello y me sentí atrapado. ¡Necesito respirar! Era Cassandra. - En realidad me siento un poco sofocado - retiré sus brazos de mi cuerpo mientras le decía quello y traté de sonreirle a medias, no podía hablar tan tranquilamente del asunto en ese momento, estaba muy agitado. ¡NECESITABA RESPIRAR!
Podía sentir las gotitas de sudor que perlaban mi frente en ese momento y que mi garganta estaba apretada con tanta fuerza que las palabras apenas habían salido en un silencioso siseo.
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Albus se veía extraño. Enarqué una ceja mirándolo y me paré frente a él, sacándome el sombrero con una mano y dejando mi cabello libre caer tras mi espalda. Una mala intuición floreció en mi pecho en ese momento, al ver su rostro compungido-. ¿Te sientes mal?- le pregunté algo preocupada por su salud. Unas gotas de sudor cayeron de su frente por su mejilla, y acerqué mi rostro al suyo para ver sus ojos. El color verde me cautivó durante unos instantes, y sonreí-. No tienes buena cara- le dije tomando su mano y arrastrándolo hacia un lado de la puerta, contra la pared, mas sin salir del Gran Comedor. El aire frío de la noche se colaba por los pasillos del Castillo y llegaba hacia ahí, haciendo que mi cabello revoloteara alrededor de mi rostro.
La música de la fiesta era algo más lenta, por lo cual varias parejas se abrazaron para bailar. Mi mano tomaba la de Albus entrelazando nuestros dedos. No me gustaba verlo así de mal. Quizás se debía a que algo le había caído algo mal al estómago. De seguro había robado ron barato de algún alumno de otra cosa que le tuviera miedo por ser Slytherin e hijo de Harry Potter. Nada peor que ron de mala cálidad.
- Si quieres te acompaño a la enfermería- le propuse a pesar de que ello significara perdernos la fiesta. Me encantaban las fiestas, esa era la verdad, pero no podía soportar ver a Albus así. Sus ojos brillaban demasiado cuando no estaba del todo bien, y era por lo mismo que sabía que algo turbio cruzaba su cabeza. Así que en un gesto de apoyo me acerqué a él. Rodeé con mis brazos su cintura y apoyé mi cabeza en su pecho, sintiendo así como el sonido de la música rebotaba en su pecho, haciendo de sus latidos y del ritmo la música perfecta.
Era en momentos como ese que no me arrepentía de estar con Albus Potter.
La música de la fiesta era algo más lenta, por lo cual varias parejas se abrazaron para bailar. Mi mano tomaba la de Albus entrelazando nuestros dedos. No me gustaba verlo así de mal. Quizás se debía a que algo le había caído algo mal al estómago. De seguro había robado ron barato de algún alumno de otra cosa que le tuviera miedo por ser Slytherin e hijo de Harry Potter. Nada peor que ron de mala cálidad.
- Si quieres te acompaño a la enfermería- le propuse a pesar de que ello significara perdernos la fiesta. Me encantaban las fiestas, esa era la verdad, pero no podía soportar ver a Albus así. Sus ojos brillaban demasiado cuando no estaba del todo bien, y era por lo mismo que sabía que algo turbio cruzaba su cabeza. Así que en un gesto de apoyo me acerqué a él. Rodeé con mis brazos su cintura y apoyé mi cabeza en su pecho, sintiendo así como el sonido de la música rebotaba en su pecho, haciendo de sus latidos y del ritmo la música perfecta.
Era en momentos como ese que no me arrepentía de estar con Albus Potter.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Mi cuerpo estaba calido, mi frente comenzaba a gotear el sudor de las perlitas que se habían detenido en la frente mientras que Cassandra me llevaba a un lado de la puerta del Gran Comedor para no estorbar y en cierta manera para no dejarme salir. Me pasé una de las mangas de mi disfráz por la frente para quitarme el sudor que comenzaba a molestarme en los ojos y en todo el contorno de mi rostro.
El nudo en mi garganta se comenzó a aflojar cuando sus ojos hicieron contacto con los míos y sus dedos se entrelazaron en mi mano. Estar con ella siempre había sido un sutil suplicio, una dulce tortura de no poder tomarla para mí a cada momento pero ahora me sentía mal de tener a una chica que estuvo en los brazos de mi hermano y yo jamás lo supe. Me sentiría igual de sucio si Everleigh hubiera estado conmigo y luego con James y ese maldito también había estado con Allie, que acaso teníamos los malditos mismos gustos para todo y si hacía recuento las chicas con las que había estado también habían estado con él? ¿Qué acaso era como un estigma de ser hijo de Harry Potter y que todas las chicas querían acercarse para algo más que una amistad? MALDITA SEA.
Los ojos de Cassandra no ayudaban, tenía que odiarla, que estar fúrico porque no me había dicho la verdad pero en lugar de eso solo quería estrecharla entre mis brazos, saber que me pertenecía a mí y no a él, pero el pensar que podían verse a mis espaldas me carcomía por dentro. Negué cuando me preguntó si me sentía mal y tragué saliva, no me había percatado que la boca la tenía llena de saliva. - ¿La enfermería? no... solo te necesito a tí - de nuevo me pasé la manga por el rostro y cuando ella se acomodó en mis brazos la abracé y cerré los ojos por unos momentos dejando que mi corazón comenzara a latir en sintonía con el de ella, que nuestras respiraciones se acomodaran y cuando sentí que podía abrir los ojos de nuevo la separé un poco de mí para poder verla, analicé su mirada, el arco que formaban sus ojos, su pequeña nariz y sus carnosos labios, me detuve en esa zona y la apreté por los hombros jalándola hacia mí besándola desaforadamente como si la vida se me fuera a terminar en ese beso. Debía de darme cuenta que no la estaba tocando con la sutileza que siempre lo hacía, no la estaba besando con ternura, estaba viéndome y mostrándome brutal y enérgico, tal vez la estaba lastimando pero no podía detenerme, quería derramar una lágrima de frustración pero no podía, en cambio mis ojos se nublaron y mi sensatéz también.
El nudo en mi garganta se comenzó a aflojar cuando sus ojos hicieron contacto con los míos y sus dedos se entrelazaron en mi mano. Estar con ella siempre había sido un sutil suplicio, una dulce tortura de no poder tomarla para mí a cada momento pero ahora me sentía mal de tener a una chica que estuvo en los brazos de mi hermano y yo jamás lo supe. Me sentiría igual de sucio si Everleigh hubiera estado conmigo y luego con James y ese maldito también había estado con Allie, que acaso teníamos los malditos mismos gustos para todo y si hacía recuento las chicas con las que había estado también habían estado con él? ¿Qué acaso era como un estigma de ser hijo de Harry Potter y que todas las chicas querían acercarse para algo más que una amistad? MALDITA SEA.
Los ojos de Cassandra no ayudaban, tenía que odiarla, que estar fúrico porque no me había dicho la verdad pero en lugar de eso solo quería estrecharla entre mis brazos, saber que me pertenecía a mí y no a él, pero el pensar que podían verse a mis espaldas me carcomía por dentro. Negué cuando me preguntó si me sentía mal y tragué saliva, no me había percatado que la boca la tenía llena de saliva. - ¿La enfermería? no... solo te necesito a tí - de nuevo me pasé la manga por el rostro y cuando ella se acomodó en mis brazos la abracé y cerré los ojos por unos momentos dejando que mi corazón comenzara a latir en sintonía con el de ella, que nuestras respiraciones se acomodaran y cuando sentí que podía abrir los ojos de nuevo la separé un poco de mí para poder verla, analicé su mirada, el arco que formaban sus ojos, su pequeña nariz y sus carnosos labios, me detuve en esa zona y la apreté por los hombros jalándola hacia mí besándola desaforadamente como si la vida se me fuera a terminar en ese beso. Debía de darme cuenta que no la estaba tocando con la sutileza que siempre lo hacía, no la estaba besando con ternura, estaba viéndome y mostrándome brutal y enérgico, tal vez la estaba lastimando pero no podía detenerme, quería derramar una lágrima de frustración pero no podía, en cambio mis ojos se nublaron y mi sensatéz también.
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Albus me abrazó y me sentí totalmente cómoda entre sus brazos. Era como que de pronto había desaparecido toda la gente a nuestro alrededor, y sólo estábamos Albus y yo, abrazados y solos. Una sonrisa se dibujó en mis labios y abracé el cuerpo de Albus con más fuerza, sintiendo el aroma de su piel. Su cuerpo emanaba calor, como si estuviéramos en verano; y durante un momento pensé que quizás tenía fiebre.
Mas dicho pensamiento se voló de mi cabeza cuando las manos de Albus tomaron mis hombros. Sus ojos parecieron analizarme, y yo me perdí en sus ojos verde esmeralda, sintiendo un agradable calor en mi pecho al verme reflejados en ellos. Le sonreí levemente, pero dicha sonrisa desapareció cuando sus manos me apretaron. Sus labios se apoderaron de los míos, y aunque me gustaban los besos apasionados, podía sentir que en el beso demandante que Albus me estaba dando había algo escondido.
Sus labios presionaban con fuerza los míos, como si me quisiera doblegar. Yo tenía los ojos cerrados, intentando seguir aquel beso que me pareció amargo por el sabor a alcohol y la violencia que demostraba. Nunca antes Albus me había besado así, como si quisiera abusar de mi persona. ¿Qué pasaba por la cabeza de Albus?. ¿Por qué estaba actuando así?. Desesperada por la fuerza que él demostraba, intenté alejarme. Mis manos se apoyaron en su pecho e intentaron alejarlo, mas tenía mucha más fuerza que yo. Inquieta comencé a moverme entre sus manos, y finalmente mordí su labio inferior con algo de fuerza, provocando con ello que rompiera el beso, y me soltara lo suficiente para poder alejarme un paso de él.
- ¿Qué te pasa, Albus?- le espeté con un rostro de extrañeza y algo de miedo reflejado en mis ojos. Una de mis manos viajó hacia mis labios, y los acaricié, pues me dolían. Mi respiración estaba acelerada-. ¿Por qué te estás comportando así.... como un energúmeno?- le pregunté mirándolo a los ojos. Quería encontrar en ellos una cierta respuesta, pues Albus nunca se había comportado así. Nunca antes me había parecido que se parecía en algo a mi padre.
Mas dicho pensamiento se voló de mi cabeza cuando las manos de Albus tomaron mis hombros. Sus ojos parecieron analizarme, y yo me perdí en sus ojos verde esmeralda, sintiendo un agradable calor en mi pecho al verme reflejados en ellos. Le sonreí levemente, pero dicha sonrisa desapareció cuando sus manos me apretaron. Sus labios se apoderaron de los míos, y aunque me gustaban los besos apasionados, podía sentir que en el beso demandante que Albus me estaba dando había algo escondido.
Sus labios presionaban con fuerza los míos, como si me quisiera doblegar. Yo tenía los ojos cerrados, intentando seguir aquel beso que me pareció amargo por el sabor a alcohol y la violencia que demostraba. Nunca antes Albus me había besado así, como si quisiera abusar de mi persona. ¿Qué pasaba por la cabeza de Albus?. ¿Por qué estaba actuando así?. Desesperada por la fuerza que él demostraba, intenté alejarme. Mis manos se apoyaron en su pecho e intentaron alejarlo, mas tenía mucha más fuerza que yo. Inquieta comencé a moverme entre sus manos, y finalmente mordí su labio inferior con algo de fuerza, provocando con ello que rompiera el beso, y me soltara lo suficiente para poder alejarme un paso de él.
- ¿Qué te pasa, Albus?- le espeté con un rostro de extrañeza y algo de miedo reflejado en mis ojos. Una de mis manos viajó hacia mis labios, y los acaricié, pues me dolían. Mi respiración estaba acelerada-. ¿Por qué te estás comportando así.... como un energúmeno?- le pregunté mirándolo a los ojos. Quería encontrar en ellos una cierta respuesta, pues Albus nunca se había comportado así. Nunca antes me había parecido que se parecía en algo a mi padre.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Localización : En un lugar que nunca adivinarás
Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Esa situación me doía, Cassandra me dolía y el alma también. Había decidido enamorarme de ella, había decidido entregarle mi confianza y mi corazón a esa rubia delante de mí y ella había tomado toda esa confianza, la había hecho una bolita y se la había pasado por "El Arco del Triunfo" había matado una parte de mí y me sentí partido por el dolor que eso me provocaba. Aún más que cualquiera de las cosas que había hecho recientemente eso me había partido el alma.
Mis labios estaban consumandola, no me dí cuenta de la medida en la que la estaba lastimando hasta que me mordió con tal fuerza que me hizo una insición en el labio inferior y la solté con desprecio, como nunca me atrevería a tratar a una mujer, mucho menos a ella, pero lo hice y mis ojos se empañaron con lágrimas por el dolor que estaba sintiendo, estaba seguro de que ese momento era el final. Pasé la manga de mi disfráz por mi rostro como si me quitara el sudor de la frente pero limpié mis lágrimas que estaban hublando mi vista y esperé que ella no lo notara.
No hice caso a sus preguntas y en vez de eso me puse en una pose de ataque. Mi mirada estaba furiosa pero realmente estaba tratando de ocultar el dolor que sentía, no quería que mi voz se cortara cuando hablé. - ¿Con quién has estado Cassandra? - le pregunté ambiguamente, podía referirme al chico con el que ella había estado bailando o por James, estaba seguro y podía poner una mano en el fuego a que no iba a decir nada sobre mi hermano. Pasé mi mano con fuerza sobre mis labios dejando una estela de sangre por el dorso de mi mano y a lo largo de toda el área que había tocado con mi labio partido.
Entonces al darme cuenta de que no me iba a contestar lo que quería que me contestara enloquecí, salí de mí y me convertí en alguien que no conocía, me convertí ahora sí en esa persona que todos pensaban que era, en la oveja negra de mi familia, en el Potter malo, en el maldito foragido que no conocía ninguna ley más que la suya propia y no supe más de mi, porque desde que había conocido el amor con ella no era más yo, y ahora que había descubierto aquello sentí que me acababan de arrancar de raíz la escencia. - Sabes que, no contestes, ya sé con quien estuviste. Hablé con James... - sentencie aquello como si fuera la mayor de las rotundidades y la miré inquisitivamente, no quería dejar de ser yo pero estaba cayendo en un torbellino en el cual ya no era propietario de mis acciones.
Mis labios estaban consumandola, no me dí cuenta de la medida en la que la estaba lastimando hasta que me mordió con tal fuerza que me hizo una insición en el labio inferior y la solté con desprecio, como nunca me atrevería a tratar a una mujer, mucho menos a ella, pero lo hice y mis ojos se empañaron con lágrimas por el dolor que estaba sintiendo, estaba seguro de que ese momento era el final. Pasé la manga de mi disfráz por mi rostro como si me quitara el sudor de la frente pero limpié mis lágrimas que estaban hublando mi vista y esperé que ella no lo notara.
No hice caso a sus preguntas y en vez de eso me puse en una pose de ataque. Mi mirada estaba furiosa pero realmente estaba tratando de ocultar el dolor que sentía, no quería que mi voz se cortara cuando hablé. - ¿Con quién has estado Cassandra? - le pregunté ambiguamente, podía referirme al chico con el que ella había estado bailando o por James, estaba seguro y podía poner una mano en el fuego a que no iba a decir nada sobre mi hermano. Pasé mi mano con fuerza sobre mis labios dejando una estela de sangre por el dorso de mi mano y a lo largo de toda el área que había tocado con mi labio partido.
Entonces al darme cuenta de que no me iba a contestar lo que quería que me contestara enloquecí, salí de mí y me convertí en alguien que no conocía, me convertí ahora sí en esa persona que todos pensaban que era, en la oveja negra de mi familia, en el Potter malo, en el maldito foragido que no conocía ninguna ley más que la suya propia y no supe más de mi, porque desde que había conocido el amor con ella no era más yo, y ahora que había descubierto aquello sentí que me acababan de arrancar de raíz la escencia. - Sabes que, no contestes, ya sé con quien estuviste. Hablé con James... - sentencie aquello como si fuera la mayor de las rotundidades y la miré inquisitivamente, no quería dejar de ser yo pero estaba cayendo en un torbellino en el cual ya no era propietario de mis acciones.
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Lágrimas. Mi mirada se congeló en las lágrimas que Albus intentó disimular al alejarme de él. Estaba furioso, no tenía duda de aquello, pero no sabía el porqué. Sus modos eran bruscos, y noté en ello una semejanza a mi padre. Eso provocó que mi piel palideciera, y que mi mirada ahora se concentrara en la sangre que salía del labio de Albus a causa de mi mordida. Sabía que en todo esto algo estaba muy, pero muy mal, y por lo mismo mi corazón comenzó a sonar muy fuerte en mi pecho, con un dejo de miedo y de ansias por saber qué había tras todo ese extraño actuar de Albus.
Ante su pregunta alcé una ceja y abrí levemente mi boca. ¿Toda esta escena era por haber bailado unos minutos con ese Hufflepuff?. ¿Era broma, verdad?. Pero algo en ello no calzaba bien del todo. Albus nunca se había mostrado a ese nivel de celoso, y fue por ello que en mi mente un grito de alerta sonó. No se refería al Hufflepuff. No se refería a hoy. La mirada de Albus, bañada de desprecio en sus ojos verdes, sólo se podía deber a una cosa. Y aquello tenía nombre y apellido: James Potter. Si antes había palidecido ahora mis mejillas adquirieron un tono rosa furioso. La confirmación de mi suposición vino acompañada con su segunda frase, y apreté mis puños maldiciendo una y otra vez a James en mi cabeza. ¿Por qué había hablado?. ¡¿Qué le había dicho?!. Sin poder evitarlo sentí comos mis ojos se llenaban de lágrimas. Tenía la mirada aún fija en Albus, y al verme reflejada con tal odio en sus ojos me di cuenta que en ese momento lo podía perder... y bajo ningún motivo quería que Albus dejara de ser parte de mi vida.
Abrí mi boca para decir algo. ¿Debía pedir disculpas?. ¿Y qué pasaba si hablaba demás y lo echaba aún más a perder?. Como un pez moví mis labios sin que ninguna palabra saliera de ellos. Y al darme cuenta de lo estúpida que me debía ver, hablé-. Albus...- mencioné su nombre de forma suave. Aún estaba algo shockeada, pues no me veía venir esta situación, y menos aún en la fiesta de Halloween-. Pero eso no importa- dije de inmediato, sepultando en mi cabeza los recuerdos de aquella noche con James, cosa que parecía imposible-. Yo quiero estar contigo- afirmé, dando un paso hacia adelante y tocando suavemente su brazo con mi mano. Sentía que en cualquier minuto las lágrimas podían caer de mis ojos hacia mis mejillas. Y eso no lo podía permitir. No podía permitir que nadie me viera así. Así que inspiré mucho aire inflando mi pecho, y lo mantuve así sin dejar de ver los ojos de Albus.
Nuevamente me sentía en la disyuntiva de tener que elegir. Pero yo nunca había sido buena para tomar decisiones, sino sólo para ir en contra de aquellos que otros querían tomar por mí.
Ante su pregunta alcé una ceja y abrí levemente mi boca. ¿Toda esta escena era por haber bailado unos minutos con ese Hufflepuff?. ¿Era broma, verdad?. Pero algo en ello no calzaba bien del todo. Albus nunca se había mostrado a ese nivel de celoso, y fue por ello que en mi mente un grito de alerta sonó. No se refería al Hufflepuff. No se refería a hoy. La mirada de Albus, bañada de desprecio en sus ojos verdes, sólo se podía deber a una cosa. Y aquello tenía nombre y apellido: James Potter. Si antes había palidecido ahora mis mejillas adquirieron un tono rosa furioso. La confirmación de mi suposición vino acompañada con su segunda frase, y apreté mis puños maldiciendo una y otra vez a James en mi cabeza. ¿Por qué había hablado?. ¡¿Qué le había dicho?!. Sin poder evitarlo sentí comos mis ojos se llenaban de lágrimas. Tenía la mirada aún fija en Albus, y al verme reflejada con tal odio en sus ojos me di cuenta que en ese momento lo podía perder... y bajo ningún motivo quería que Albus dejara de ser parte de mi vida.
Abrí mi boca para decir algo. ¿Debía pedir disculpas?. ¿Y qué pasaba si hablaba demás y lo echaba aún más a perder?. Como un pez moví mis labios sin que ninguna palabra saliera de ellos. Y al darme cuenta de lo estúpida que me debía ver, hablé-. Albus...- mencioné su nombre de forma suave. Aún estaba algo shockeada, pues no me veía venir esta situación, y menos aún en la fiesta de Halloween-. Pero eso no importa- dije de inmediato, sepultando en mi cabeza los recuerdos de aquella noche con James, cosa que parecía imposible-. Yo quiero estar contigo- afirmé, dando un paso hacia adelante y tocando suavemente su brazo con mi mano. Sentía que en cualquier minuto las lágrimas podían caer de mis ojos hacia mis mejillas. Y eso no lo podía permitir. No podía permitir que nadie me viera así. Así que inspiré mucho aire inflando mi pecho, y lo mantuve así sin dejar de ver los ojos de Albus.
Nuevamente me sentía en la disyuntiva de tener que elegir. Pero yo nunca había sido buena para tomar decisiones, sino sólo para ir en contra de aquellos que otros querían tomar por mí.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Localización : En un lugar que nunca adivinarás
Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Mis propias palabras dolían dentro de mí. Apreté la mandíbula con muchísima fuerza tratando de tragarme todo el sentimiento de frustración y dolor que tenía dentro de mí. No quería que me viera llorar, no quería verme más débil y estúpido de lo que ya me veía, seguramente ella se había reído de mí... no, no quería pensar en eso.
No querías lastimarla, quería que ella fuera feliz pero tampoco quería sufrir.
¿Que eso no importaba? ¿Pero que clase de idiota pensaba que era yo? - Claro que me importa porque eres mi novia y él mi hermano - mi voz sonó severa, muy severa y sin ningún atisbo de sentimentalismos. Me estaba conteniendo. "Y yo quiero estar contigo" pensé, pero la verdad era que en ese momento no quería estar con ella, quería que se alejara de mí y me dejara irme a mi habitación a pensar en lo que iba a hacer porque me sentí vacilante, me sentí como en una arena movediza y me estaba hundiendo.
La miré fijamente y tragué en seco tratando de que el nudo de mi garganta se desaflojara. - Lo quieres - y la voz casi se me corta en la última sílaba. Aspiré aire con fuerza pero no dejé de mirarla. Necesitaba que me dijera si quería a mi hermano. No iba a ser el imbécil que estaba a la sombra del hermano mayor que era el que verdaderamente tenía la atención de la hermosa chica pero como el hermano era galante, atervido y muy mujeriego no se atrevía a tener una buena relación con esa chica. No iba a ser el plato de segunda mesa que le quedaba a Cassandra por no tener a James.
No querías lastimarla, quería que ella fuera feliz pero tampoco quería sufrir.
¿Que eso no importaba? ¿Pero que clase de idiota pensaba que era yo? - Claro que me importa porque eres mi novia y él mi hermano - mi voz sonó severa, muy severa y sin ningún atisbo de sentimentalismos. Me estaba conteniendo. "Y yo quiero estar contigo" pensé, pero la verdad era que en ese momento no quería estar con ella, quería que se alejara de mí y me dejara irme a mi habitación a pensar en lo que iba a hacer porque me sentí vacilante, me sentí como en una arena movediza y me estaba hundiendo.
La miré fijamente y tragué en seco tratando de que el nudo de mi garganta se desaflojara. - Lo quieres - y la voz casi se me corta en la última sílaba. Aspiré aire con fuerza pero no dejé de mirarla. Necesitaba que me dijera si quería a mi hermano. No iba a ser el imbécil que estaba a la sombra del hermano mayor que era el que verdaderamente tenía la atención de la hermosa chica pero como el hermano era galante, atervido y muy mujeriego no se atrevía a tener una buena relación con esa chica. No iba a ser el plato de segunda mesa que le quedaba a Cassandra por no tener a James.
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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Fecha de inscripción : 23/03/2011
Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Saqué mi mano del pecho de Albus a penas me lanzó se frío grito. Sentía como su frustración bullía por sus poros, y no sabía qué hacer para calmarlo. Nunca había sido buena con los sentimientos ajenos, menos aún cuando su sufrimiento era por culpa mía. Y ver a Albus así me estaba partiendo el corazón, como si cada una de sus lágrimas fueran una bala de acero hacia mi pecho.
Su mirada se posó en la mía y casi parecía atravesarme. Mis ojos azules se estaban tornando rojizos por el llanto contenido, y expulsé un poco de aire de mi pecho. Escuché lo que Albus dijo sin estar del todo segura si era una certeza o una interrogación de su parte. Enarqué una ceja ante la duda, y vacilé en mi puesto, meciéndome hacia adelante sin dejar de mirarlo-. ¿Que si lo quiero?- pregunté en voz alta, dudando.¿Quererlo?. Esa no era una pregunta que yo me hacía. No era de las que decían te quiero, y definitivamente nunca le había dicho algo así a James. No sabía qué decir, porque la respuesta necesitaría una enorme explicación, y no sabía si Albus tenía cabeza en es momento para escuchar explicaciones.
- Albus, yo te quiero a ti- dije con total seguridad. Yo había elegido estar con él con total libertad, sobre todos los demás. Volví a avanzar un paso hacia él y con mi mano busqué la suya-. Te quiero a ti, por eso estoy contigo- mis ojos de a poco comenzaban a aflojar y sentí como un par de lágrimas se escaparon por mis mejillas-. ¿Tú crees que yo estaría con alguien sólo por estar con alguien?. ¿Acaso soy de esas chicas que buscan chicos para andar de novia?- mi voz se empezaba a quebrar con el llanto, y agradecía por ello el ruido de la música. El rimel de a poco se comenzaría a correr dejando una marca oscura en mis mejillas, y con ello todos descubrirían que había llorado-. No soy así, Albus. Tú eres el único que se ha ganado mi corazón- señalé apretando su mano con la mía...
"Pues James no se ganó nada. Él sólo existió" pensé sin dejar de mirar los ojos de Albus. Al fin y al cabo él había logrado lo imposible, y aún no parecía darse cuenta de ello.
Su mirada se posó en la mía y casi parecía atravesarme. Mis ojos azules se estaban tornando rojizos por el llanto contenido, y expulsé un poco de aire de mi pecho. Escuché lo que Albus dijo sin estar del todo segura si era una certeza o una interrogación de su parte. Enarqué una ceja ante la duda, y vacilé en mi puesto, meciéndome hacia adelante sin dejar de mirarlo-. ¿Que si lo quiero?- pregunté en voz alta, dudando.¿Quererlo?. Esa no era una pregunta que yo me hacía. No era de las que decían te quiero, y definitivamente nunca le había dicho algo así a James. No sabía qué decir, porque la respuesta necesitaría una enorme explicación, y no sabía si Albus tenía cabeza en es momento para escuchar explicaciones.
- Albus, yo te quiero a ti- dije con total seguridad. Yo había elegido estar con él con total libertad, sobre todos los demás. Volví a avanzar un paso hacia él y con mi mano busqué la suya-. Te quiero a ti, por eso estoy contigo- mis ojos de a poco comenzaban a aflojar y sentí como un par de lágrimas se escaparon por mis mejillas-. ¿Tú crees que yo estaría con alguien sólo por estar con alguien?. ¿Acaso soy de esas chicas que buscan chicos para andar de novia?- mi voz se empezaba a quebrar con el llanto, y agradecía por ello el ruido de la música. El rimel de a poco se comenzaría a correr dejando una marca oscura en mis mejillas, y con ello todos descubrirían que había llorado-. No soy así, Albus. Tú eres el único que se ha ganado mi corazón- señalé apretando su mano con la mía...
"Pues James no se ganó nada. Él sólo existió" pensé sin dejar de mirar los ojos de Albus. Al fin y al cabo él había logrado lo imposible, y aún no parecía darse cuenta de ello.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
El rimel de Cassandra comenzó a ablandarse debido a sus lágrimas y eso me rompía más el alma. En ese momento no estaba para pensar en nada, pero una imagen no podía irse de mi mente. Cassandra y James en una cama... y... si no habían estado en una cama? pero si no habían estado en una cama ¿Dónde habían estado? ¿Si fué una cama, en la cama de quien? ¿Cuando había sido toda aquello? Eso era demasiada información para mí, era más de lo que podía soportar en ese momento y no le había pedido a James detalles, no quería rebajarse más con él, solo quería saber la verdad, la obtuve y huí.
Ella tomó mi mano pero estaba evitando mi pregunta y eso me hizo enojar a niveles estratosféricos. Quería que me dijera la verdad y que lo hiciera sin rodeos. No quité mi mano de donde ella la estaba sujetando pero tampoco se la sujeté de regreso. - No creo que seas de ninguna manera que yo no sepa que eres, no creo que necesites la compañía de alguien solo para no sentirte sola, pero eso no importa porque justo en este momento no sé quien eres, y me molesta que no me contestes lo que te estoy diciendo .- solté mi mano de la suya y bajé la mirada unos momentos tomando valor y aire para decir lo que tenía que decir. - Tú lo quieres...- levanté la mirada - Tú quieres a James mucho más que como a un amigo y todo este tiempo has fingido que lo desprecias para que nadie sospechara que en verdad lo quieres .- la miré sin parpadear y cuando dejé de hablar apreté más los dientes, sentía como la presión que ejercía mi mandíbula y mi maxilar comenzaban a provocarme un dolor de cabeza. - Me he sincerado contigo montones de veces y tú nunca pudiste decirme nada de eso, y sabes, si lo hubieras hecho no sería todo tan terrible como yo lo veo, porque ahora estoy seguro que mientras yo confiaba en ti, tú te veías con él!.- una migraña se aproximaba, la veía venir. Mis dientes apretaban con muchísma fuerza.
Ella tomó mi mano pero estaba evitando mi pregunta y eso me hizo enojar a niveles estratosféricos. Quería que me dijera la verdad y que lo hiciera sin rodeos. No quité mi mano de donde ella la estaba sujetando pero tampoco se la sujeté de regreso. - No creo que seas de ninguna manera que yo no sepa que eres, no creo que necesites la compañía de alguien solo para no sentirte sola, pero eso no importa porque justo en este momento no sé quien eres, y me molesta que no me contestes lo que te estoy diciendo .- solté mi mano de la suya y bajé la mirada unos momentos tomando valor y aire para decir lo que tenía que decir. - Tú lo quieres...- levanté la mirada - Tú quieres a James mucho más que como a un amigo y todo este tiempo has fingido que lo desprecias para que nadie sospechara que en verdad lo quieres .- la miré sin parpadear y cuando dejé de hablar apreté más los dientes, sentía como la presión que ejercía mi mandíbula y mi maxilar comenzaban a provocarme un dolor de cabeza. - Me he sincerado contigo montones de veces y tú nunca pudiste decirme nada de eso, y sabes, si lo hubieras hecho no sería todo tan terrible como yo lo veo, porque ahora estoy seguro que mientras yo confiaba en ti, tú te veías con él!.- una migraña se aproximaba, la veía venir. Mis dientes apretaban con muchísma fuerza.
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Cada una de las palabras de Albus me dolían, y por lo mismo lágrimas negras bañaron mis mejillas. Mis labios temblaban por no saber qué decir, cómo actuar. Me sentía presionada como muy pocas veces me había sentido en mi vida, pues nunca antes había dañado de tal manera a alguien que no quisiera dañar.
Su mano soltó la mía y escuché su determinación al hablar. Mi corazón se agitaba con cada una de sus acusaciones, y las lágrimas ya no eran sólo gotas, sino ríos que surcaban mi piel. En un movimiento impulsivo me lancé hacia el cuerpo de Albus y lo abracé por la cintura. Hundí mi rostro en su camisa, sujetándome a él con fuerza, impidiendo que me alejara de él. Inspiré su aroma y elevé mi rostro para ver sus ojos a través de mi cabello enmarañado y húmedo por las lágrimas.
- James es mi amigo, Albus- le reconocí sin dejar de llorar-. Lo ha sido desde que llegué a Hogwart y lo es hasta el día de hoy- en un intento de dejar el llanto para poder hablar con normalidad inspiré hondamente. Seguía con mis brazos rodeando el cuerpo de Albus, y con más aire en mis pulmones fui agarrando fuerza para seguir hablando-. Pero ese día, el único día que pasó eso con James, necesitaba a alguien. Me sentía desesperada, humillada, tonta...- reconocer todo eso en voz alta me hacía revivir los episodios de aquella noche. Albus quería saber la verdad, y le diría lo que podía contar de ella. Había una parte de esa verdad que jamás le podría explicar, porque ni yo misma podía entenderla bien del todo. Pero ya que la verdad había salido a la luz se merecía unas cuantas explicaciones-.... me dolía el cuerpo y el alma, Albus- la imagen de mi padre pasó por mi cabeza y cerré los ojos, poniendo de forma inconsciente una mueca de dolor en mis labios-. Mi padre me había cruceado y nunca antes había sufrido algo así- abrí mis ojos nuevamente, buscando los de Albus, y sintiendo como mis brazos lo abrazaban con aún más fuerza-. Y necesitaba sacar ese dolor de mi cuerpo. Necesitaba eliminarlo. Inclusive necesitaba sentirme preocupada por otra cosa...- mi voz se tornó más trémula y apoyé mi mejilla en la camisa de Albus-. Por favor, por favor entiéndeme- le pedí en un tono de súplica que no era normal en mí. Porque en ese momento me sentía totalmente desbastada.
Y no quería perder a Albus. Menos después de lo que mis padres me habían informado en la última reunión familiar.
Su mano soltó la mía y escuché su determinación al hablar. Mi corazón se agitaba con cada una de sus acusaciones, y las lágrimas ya no eran sólo gotas, sino ríos que surcaban mi piel. En un movimiento impulsivo me lancé hacia el cuerpo de Albus y lo abracé por la cintura. Hundí mi rostro en su camisa, sujetándome a él con fuerza, impidiendo que me alejara de él. Inspiré su aroma y elevé mi rostro para ver sus ojos a través de mi cabello enmarañado y húmedo por las lágrimas.
- James es mi amigo, Albus- le reconocí sin dejar de llorar-. Lo ha sido desde que llegué a Hogwart y lo es hasta el día de hoy- en un intento de dejar el llanto para poder hablar con normalidad inspiré hondamente. Seguía con mis brazos rodeando el cuerpo de Albus, y con más aire en mis pulmones fui agarrando fuerza para seguir hablando-. Pero ese día, el único día que pasó eso con James, necesitaba a alguien. Me sentía desesperada, humillada, tonta...- reconocer todo eso en voz alta me hacía revivir los episodios de aquella noche. Albus quería saber la verdad, y le diría lo que podía contar de ella. Había una parte de esa verdad que jamás le podría explicar, porque ni yo misma podía entenderla bien del todo. Pero ya que la verdad había salido a la luz se merecía unas cuantas explicaciones-.... me dolía el cuerpo y el alma, Albus- la imagen de mi padre pasó por mi cabeza y cerré los ojos, poniendo de forma inconsciente una mueca de dolor en mis labios-. Mi padre me había cruceado y nunca antes había sufrido algo así- abrí mis ojos nuevamente, buscando los de Albus, y sintiendo como mis brazos lo abrazaban con aún más fuerza-. Y necesitaba sacar ese dolor de mi cuerpo. Necesitaba eliminarlo. Inclusive necesitaba sentirme preocupada por otra cosa...- mi voz se tornó más trémula y apoyé mi mejilla en la camisa de Albus-. Por favor, por favor entiéndeme- le pedí en un tono de súplica que no era normal en mí. Porque en ese momento me sentía totalmente desbastada.
Y no quería perder a Albus. Menos después de lo que mis padres me habían informado en la última reunión familiar.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Ella se pegó a mi cuerpo con tanto temple que me fué imposible desprenderla de mi cintura, tal vez era por eso o porque en verdad quería tenerla cerca, desde quella noche en el expreso mi vida había cambiado, había reconocido que amaba a alguien verdaderamente y le había entregado todo mi ser. No quería que ella estuviera lejos desde ese día, en ningún momento y cuando estaba cerca sentía una paz que no podía explicar, es lo que llamaban "Amor" Pero aún así estaba en conflicto y no me explicaba como era que algo que te causa tanto amor te puede causar tanto dolor.
Casi rodeo su cuerpo con mis brazos para hacerla sentir confortada conmigo pero no pude así que cuando mis brazos casi estuvieron detrás de ella los dejé caer a mis costados mientras ella lloraba y manchaba mi camisa con su rimel.
La escuchaba hablar, decirme lo que le había pasado, la escuchaba explicarme cosas que como amigos tuve que haber sabido sin la necesidad de llegar a esas circunstancias pero tampoco tenía porque decirme todo. Estaba seguro que todo había ocurrido en el verano, como decía la revista, porque mi hermano era un cara rota pero estaba completamente seguro de que no me haría algo en ese nivel sabiendo que Cassandra era mi novia. - Cassandra por favor contrólate la gente nos comienza a ver - le dije cuando ella terminó y me dí cuenta de que algunos transeuntes comenzaban a voltear en nuestra dirección y antes de que algo peor sucediera la separé un poco de mí, la sujeté por el brazo y la jalé hacia la parte de afuera del Gran Comedor justo a un costado de la puerta y recargué su espalda en la pared. - Sabes, no me importa que te hayas... acostado... con mi hermano, y no me importa si fué una o un millón veces - me costó trabajo decir esa palabra pero la dije determinado - Pero mentiste, ME MENTISTE, y no soy un santo Cassandra, pero te he dicho que te amo y tú...- no pude continuar y solté el brazo de la rubia que aún seguía sujetandolo.
Casi rodeo su cuerpo con mis brazos para hacerla sentir confortada conmigo pero no pude así que cuando mis brazos casi estuvieron detrás de ella los dejé caer a mis costados mientras ella lloraba y manchaba mi camisa con su rimel.
La escuchaba hablar, decirme lo que le había pasado, la escuchaba explicarme cosas que como amigos tuve que haber sabido sin la necesidad de llegar a esas circunstancias pero tampoco tenía porque decirme todo. Estaba seguro que todo había ocurrido en el verano, como decía la revista, porque mi hermano era un cara rota pero estaba completamente seguro de que no me haría algo en ese nivel sabiendo que Cassandra era mi novia. - Cassandra por favor contrólate la gente nos comienza a ver - le dije cuando ella terminó y me dí cuenta de que algunos transeuntes comenzaban a voltear en nuestra dirección y antes de que algo peor sucediera la separé un poco de mí, la sujeté por el brazo y la jalé hacia la parte de afuera del Gran Comedor justo a un costado de la puerta y recargué su espalda en la pared. - Sabes, no me importa que te hayas... acostado... con mi hermano, y no me importa si fué una o un millón veces - me costó trabajo decir esa palabra pero la dije determinado - Pero mentiste, ME MENTISTE, y no soy un santo Cassandra, pero te he dicho que te amo y tú...- no pude continuar y solté el brazo de la rubia que aún seguía sujetandolo.
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
No me importaba que la gente nos estuviera viendo, y menos aún me importaba verme fea con el rimel corriendo por mis mejillas. En ese momento lo único que me importaba era sentir el cuerpo de Albus entre mis brazos, percibir su calor, y tratar de memorizar su aroma. Seguía enojado y dolido, y yo no sabía qué hacer para remediarlo. No quería mentirle más, pero tampoco podía explicarle las múltiples cosas que pasaban por mi cabeza. Mis llantos seguían, y pude notar que Albus pareció incómodo. Ante su primera frase alejé mi rostro y busqué su rostro-. ¡No me importa que nos vean!- exclamé volviendo a abrazar su cuerpo, pero siendo alejada por sus brazos. ¡No!, ¡No me alejes!, pensaba queriendo seguir abrazada a él; sin embargo él tomó mi blazo y me jaló fuera del Gran Comedor, acorralándome contra la pared.
Sus palabras y la verdad de ellas golpearon mi frente y me obligaron a cerrar mis ojos. Casi ni recordaba del todo bien aquella noche con James, y había huido de ella a penas volví a cobrar un poco de razón. Entonces abrí los ojos cuando Albus me gritó, y de pronto oí aquella confesión que salía de sus labios...
... y que no podrían salir de los míos.
Paralizada tras lo que dijo no tuve nada que decir. Me quedé callada sin poder completar su frase, porque no estaba segura si ya amaba a Albus, no estaba segura de nada.
Mi mano no buscó la suya y apoyé mi cabeza en la pared. Solté un suspiro lento para tratar de tranquilizarme, y encontré su mirada mientras con una de mis manos despejaba el cabello que cubría la mía.
- No me pidas que te diga eso, Albus- dije en un tono más tranquilo y despacio-. No aún. Dame tiempo de descubrirlo... pero dame ese tiempo, por favor- rogué nuevamente, eliminando mi orgullo y tratando de ver si es que había alguna esperanza brotando desde los ojos de Albus. Pues si no había esperanza alguna, entonces, sólo querría desaparecer de ahí.
Sus palabras y la verdad de ellas golpearon mi frente y me obligaron a cerrar mis ojos. Casi ni recordaba del todo bien aquella noche con James, y había huido de ella a penas volví a cobrar un poco de razón. Entonces abrí los ojos cuando Albus me gritó, y de pronto oí aquella confesión que salía de sus labios...
... y que no podrían salir de los míos.
Paralizada tras lo que dijo no tuve nada que decir. Me quedé callada sin poder completar su frase, porque no estaba segura si ya amaba a Albus, no estaba segura de nada.
Mi mano no buscó la suya y apoyé mi cabeza en la pared. Solté un suspiro lento para tratar de tranquilizarme, y encontré su mirada mientras con una de mis manos despejaba el cabello que cubría la mía.
- No me pidas que te diga eso, Albus- dije en un tono más tranquilo y despacio-. No aún. Dame tiempo de descubrirlo... pero dame ese tiempo, por favor- rogué nuevamente, eliminando mi orgullo y tratando de ver si es que había alguna esperanza brotando desde los ojos de Albus. Pues si no había esperanza alguna, entonces, sólo querría desaparecer de ahí.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Localización : En un lugar que nunca adivinarás
Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Cuando la puse contra la pared, ella no se mostró demasiado cooperativa pero finalmente se recargó poniendo su cabeza contra la pared y guardé mi distnacia porque en ese momento era peligroso estar tan cerca de ella. Verla así me demolía por dentro, no me gustaba ver llorar a las personas, a menos que esa persona fuera James, entonces sí que lo disfrutaba pero ese no era le caso, y menos me gustaba verla llorar a ella. Ahora sabía que ella lo había hecho porque estaba acorralada, se sentía mal por los continuos maltratos de su padre y eso no ayudó a como me sentí porque no me gustaba que la maltratara de esa manera, mucho menos que le impusiera una maldición imperdonable, por eso eran imperdonables, por que eran la peor tortura de todas.
Lo que no podía aceptar era su mentira y su traición pero estaba en un momento tan delicado que si ella se acercaba a mí y me abrazaba de nuevo como hacía unos instantes dentro del comedor era seguro que le correspondería el abrazo y aunque me costara trabajo la perdonaría, la consolaría y besaría de nuevo cada parte de su cuerpo para aliviar el dolor que le provocó su padre y para retapizar con mi aliento cada centímetro de ella que ese idiota también había tocado, porque al final sabía que ella me pertenecía a mí y no quería que eso cambiara.
"No me pidas que te diga eso, Albus... No aún. Dame tiempo de descubrirlo... pero dame ese tiempo, por favor" fueron sus palabras. Yo no estaba pidiéndole nada, ni siquiera esperaba que me dijera nada porque el tiempo que habíamos pasado juntos me demostraba que ella sentía lo mismo por mí que yo por ella, pero aún así no se sentía lo suficientemente en confianza conmigo como para decirme la verdad o contarme cosas que yo tenía que saber y que si me enteraba por un tercero me iban a lastimar, justo como había pasado esa noche. Tal vez no debí preguntarle nada a James y quedarme sin saber, pero de haberlo hecho seguramente hubiera vivido pensando que Cassandra viviría satisfecha de haberme engañado y yo no era ese tipo de hombre, no podía fingir que no pasaba nada cuando era claro que sí y todo el mundo lo sabía. Como siempre la persona engañada es la última en enterarse de las cosas.
- Yo no te estoy pidiendo nada Cassandra - mi voz era recia. - Tú deberías de saber lo que sientes por mí y no esperar a descubrirlo, las cosas se sienten o no se sienten y yo nunca te he obligado a sentir algo que no quieres, creo que nunca he sido ese tipo de persona y te he dado todo el espacio y la libertad que has necesitado porque sé que no puedo coartar la manera en la que piensas y te relacionas con las personas, pero tampoco puedo soportar que me mientas - las últimas palabras sonaron con dolor saliendo de mi boca y poco de rabia contenida. - Quisiera besarte y ayudarte a que entiendas lo que quiero que entiendas,que no va a haber nadie más que te quiera como yo, ni que te trate con la delicadeza que yo te trato porque sé que eres frágil aunque quieres mostrarte dura, al mismo tiempo dejo que demuestres tu propia fortaleza para que no caigas, pero eres mucho más frágil de lo que todos ven, porque necesito cuidarte y darte la fuerza y la determinación para seguir adelante. Porque necesito hacerte feliz. - tomé aire y respiré dos veces tomando mucho aire y fuerza para continuar -Pero justo ahora no puedo, porque me siento traicionado, no sabes lo que es vivir a la sombra de James, no sabes lo que he sentido durante años al ver como la gente lo prefiere a él y no a mí. Siempre pensé que ustedes me veían realmente como era y ahora me doy cuenta de que tú también lo quieres a él. Ahora quiero que Scorpius y Adhara me digan que han tenido pijamadas juntos los 4 para terminar con toda esta farsa - lo último no tenía nada que ver, esperaba en el corazón que ni Scorpius ni Adhara fueran también amigos de James pero ya no podía estar seguro de nada, durante todos los años que habíamos estado juntos los cuatro nos quejabamos de mi hermano y parecía que ellos no lo querían y hasta lo aborrecían y ahora resultaba que hasta ese día, James y Cassandra eran amigos, ¡¡¡AMIGOS!!! Era más de lo que podía soportar.
Argh! Como quería tomarla en mis brazos, acariciar su piel, rozar con mis labios su cuello y decirle que la quería y que todo estaba en el pasado, pero no podía, no podía y no podía porque para mí no había pasado, para mí era el día en el que me había enterado de todo como si hubiera sido ayer y sentía que mi novia había caído engañada en las redes de mi hermano y me había mentido para salvar su pellejo. Sentía que James me envidiaba porque siempre terminaba tomando lo que era mío, primero mis tíos, luego mis primos, luego mi ex novia y ahora mi novia... y seguía sin poder odiarlo.
- Tómate el tiempo que necesites, yo también me tomaré el mío - eso dolió en el pecho, justo en el centro, como si me hubiera caído una tonelada de acero justo ahí y me hubiera quitado el aire. Dí un pequeño paso hacia atrás. Apreté los puños con fuerza. Pensé en un "No te quiero ver más" pero eso hubiera sido demasiado dramático y la verdad no quería verla en ese momento pero no sabía si a la mañana siguiente no querría verla más.
Lo que no podía aceptar era su mentira y su traición pero estaba en un momento tan delicado que si ella se acercaba a mí y me abrazaba de nuevo como hacía unos instantes dentro del comedor era seguro que le correspondería el abrazo y aunque me costara trabajo la perdonaría, la consolaría y besaría de nuevo cada parte de su cuerpo para aliviar el dolor que le provocó su padre y para retapizar con mi aliento cada centímetro de ella que ese idiota también había tocado, porque al final sabía que ella me pertenecía a mí y no quería que eso cambiara.
"No me pidas que te diga eso, Albus... No aún. Dame tiempo de descubrirlo... pero dame ese tiempo, por favor" fueron sus palabras. Yo no estaba pidiéndole nada, ni siquiera esperaba que me dijera nada porque el tiempo que habíamos pasado juntos me demostraba que ella sentía lo mismo por mí que yo por ella, pero aún así no se sentía lo suficientemente en confianza conmigo como para decirme la verdad o contarme cosas que yo tenía que saber y que si me enteraba por un tercero me iban a lastimar, justo como había pasado esa noche. Tal vez no debí preguntarle nada a James y quedarme sin saber, pero de haberlo hecho seguramente hubiera vivido pensando que Cassandra viviría satisfecha de haberme engañado y yo no era ese tipo de hombre, no podía fingir que no pasaba nada cuando era claro que sí y todo el mundo lo sabía. Como siempre la persona engañada es la última en enterarse de las cosas.
- Yo no te estoy pidiendo nada Cassandra - mi voz era recia. - Tú deberías de saber lo que sientes por mí y no esperar a descubrirlo, las cosas se sienten o no se sienten y yo nunca te he obligado a sentir algo que no quieres, creo que nunca he sido ese tipo de persona y te he dado todo el espacio y la libertad que has necesitado porque sé que no puedo coartar la manera en la que piensas y te relacionas con las personas, pero tampoco puedo soportar que me mientas - las últimas palabras sonaron con dolor saliendo de mi boca y poco de rabia contenida. - Quisiera besarte y ayudarte a que entiendas lo que quiero que entiendas,que no va a haber nadie más que te quiera como yo, ni que te trate con la delicadeza que yo te trato porque sé que eres frágil aunque quieres mostrarte dura, al mismo tiempo dejo que demuestres tu propia fortaleza para que no caigas, pero eres mucho más frágil de lo que todos ven, porque necesito cuidarte y darte la fuerza y la determinación para seguir adelante. Porque necesito hacerte feliz. - tomé aire y respiré dos veces tomando mucho aire y fuerza para continuar -Pero justo ahora no puedo, porque me siento traicionado, no sabes lo que es vivir a la sombra de James, no sabes lo que he sentido durante años al ver como la gente lo prefiere a él y no a mí. Siempre pensé que ustedes me veían realmente como era y ahora me doy cuenta de que tú también lo quieres a él. Ahora quiero que Scorpius y Adhara me digan que han tenido pijamadas juntos los 4 para terminar con toda esta farsa - lo último no tenía nada que ver, esperaba en el corazón que ni Scorpius ni Adhara fueran también amigos de James pero ya no podía estar seguro de nada, durante todos los años que habíamos estado juntos los cuatro nos quejabamos de mi hermano y parecía que ellos no lo querían y hasta lo aborrecían y ahora resultaba que hasta ese día, James y Cassandra eran amigos, ¡¡¡AMIGOS!!! Era más de lo que podía soportar.
Argh! Como quería tomarla en mis brazos, acariciar su piel, rozar con mis labios su cuello y decirle que la quería y que todo estaba en el pasado, pero no podía, no podía y no podía porque para mí no había pasado, para mí era el día en el que me había enterado de todo como si hubiera sido ayer y sentía que mi novia había caído engañada en las redes de mi hermano y me había mentido para salvar su pellejo. Sentía que James me envidiaba porque siempre terminaba tomando lo que era mío, primero mis tíos, luego mis primos, luego mi ex novia y ahora mi novia... y seguía sin poder odiarlo.
- Tómate el tiempo que necesites, yo también me tomaré el mío - eso dolió en el pecho, justo en el centro, como si me hubiera caído una tonelada de acero justo ahí y me hubiera quitado el aire. Dí un pequeño paso hacia atrás. Apreté los puños con fuerza. Pensé en un "No te quiero ver más" pero eso hubiera sido demasiado dramático y la verdad no quería verla en ese momento pero no sabía si a la mañana siguiente no querría verla más.
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Mis ojos estaban absortos en Albus. En aquel momento, a pesar del dolor que podía leer en sus pupilas, me parecía más hombre que nunca antes. Su voz tomó un tono de determinación, y cada una de las palabras que salían de su boca yo las sabía ciertas: él jamás me había obligado a nada. Así recordaba que todo había sido mi idea, el proponer un noviazgo falso que luego involucró verdaderos sentimientos. El deseo de vengarme de mi padre me había llevado a dañar a muchas de las personas que me importaban, incluyendo a Albus, pues ahora no sabía si haber sido novios por conveniencia había sido una buena idea. Quizás yo había nacido para no involucrarme con nadie, pues siempre que lo hacía terminaba haciendo daño. No era buena para sentir. Porque sentía demasiado, y eso me confundía.
Ante mis propias cavilaciones escuché la segunda parte de su discurso. Sentí como mis ojos se llenaron de lágrimas una vez más, teniendo por absoluta verdad cada una de las palabras que Albus me decía. En sus ojos podía reconocer que nadie me querría como él lo hacía, pues aún teniéndome no se había aburrido de mí. Podía percibir su necesidad de abrazarme, de decirme que todo iba a estar bien, de querer borrar todo esto como quien borra una huella en la arena; pero todo no estaba bien. Yo, aún sin quererlo, le había hecho el daño más enorme que se le podía hacer; pues Albus no podía entender la diferencia del cariño que sentía por él y por James. Y menos aún comprendería lo importante que era para mí el haber querido estar con él, a pesar de todas mis restricciones al respecto de relacionarme sentimentalmente con alguien. Apreté mis labios y evité llorar con todas mis fuerzas, sin lograrlo, y dejando que las lágrimas salieran hacia mis mejillas al escucharlo decir que en ese momento no podía hacer todo aquello que deseaba. Quería lanzarme a su cuello, llorar en su pecho, prometerle que nunca más le iba a esconder nada. ¿Pero acaso cumpliría tal promesa?. No, por supuesto que no. Aún no podía revelarle a Albus lo de la Orden del Fénix. Lo había prometido, y esa era una promesa que no estaba dispuesta a romper, menos aún sabiendo que más muertes se aproximaban. Más que nada era eso lo que me retenía a quedarme de pie, estática, llorando en silencio y escuchándolo hablar.
Porque sabía que aún habrían más secretos entre nosotros, y si tenía que mentir, lo haría. Estaba dispuesta a mentirme hasta a mí misma para evitar que las visiones que sufría fueran aún peores.
"James" sería un nombre que nos atormentaría hasta que yo solucionara qué había entre él y yo. Otro tema tabú que no podía compartir con Albus, ¿pues cómo le iba a decir que había algo más allá de mi control que me ataba a James?. Sin embargo, egoistamente, no quería perder pan ni pedazo. No quería dejar ir a ninguno de los dos de mi vida, y a la vez me ahogaba pensando que los dos no aceptarían estar en la mía. Mordí mis labios y me tragué todas mis palabras de súplica. Alcé mi rostro, tomé aire, y estoica escuché la sentencia final de Albus. Mi corazón dejó de latir durante un momento, al instante que mis pulmones se obstruían y todo parecía detenerse en el tiempo. Los ojos de Albus mirándome con una tristeza que nunca antes había visto, y los míos sorprendidos por escuchar esa decisión. Jamás había creído que diez palabras dolerían más que cien cruciatus juntos; y a pesar de ello no sabía qué decir, pues nunca creí que Albus sería capaz de darme el adiós de esa forma.
Abrí mi boca lentamente, evitando titubear, y asentí aunque me doliera el alma al hacerlo-. Está bien- respondí de forma fría, sacando toda la serpiente que había en mí. Pero mi voz contrastaba con mis ojos llorosos que parecían querer explotar en cualquier momento-. Ten tu espacio- proseguí, mas entonces aquella tristeza se mezcló con impotencia. La rabia de no saber cómo y qué explicar, de tener que callar, y de no poder defenderme por no tener verdaderas herramientas para hacerlo. Apreté mis puños y sabía que la verborrea se acercaba a mi garganta, provocando con ello un ataque de ira del que después me podría arrepentir-. Sí, ten tu espacio- hablé alzando mi voz y tornándose mis mejillas rojizas-. ¡Ten todo el maldito espacio que quieras, Albus!. Pero te advierto, no me busques. No te acerques a mí, porque ya no estaré cerca- el miedo a sufrir, el recordar todas las veces que mi padre me había hecho sufrir, pues cada vez que era dañada por un hombre sentía que era mi padre el que lo provocaba. Eso era lo que expresaban mis palabras-. !No te atrevas a volver a interrumpir mi vida¡ Porque tú no mereces que yo llore por ti- con el dorso de mis palmas limpié mis mejillas, dejando sobre ellas esparcidas lo negro del rimel-. Ningún hombre lo merece- aclaré, adquiriendo una fuerza desconocida y empujando a Albus lejos de mí, con ambas manos en su pecho-. ¡Así que te puedes ir a la soberana mierda!- le grité a todo lo que daban mis pulmones, lanzándole una última mirada llena de tristeza y de rabia, justo antes de dar media vuelta y correr a todo lo que me daban mis tacones hacia los pisos superiores.
Mientras mil pedazos de mi corazón... volaban por el pasillo del castillo.
Ante mis propias cavilaciones escuché la segunda parte de su discurso. Sentí como mis ojos se llenaron de lágrimas una vez más, teniendo por absoluta verdad cada una de las palabras que Albus me decía. En sus ojos podía reconocer que nadie me querría como él lo hacía, pues aún teniéndome no se había aburrido de mí. Podía percibir su necesidad de abrazarme, de decirme que todo iba a estar bien, de querer borrar todo esto como quien borra una huella en la arena; pero todo no estaba bien. Yo, aún sin quererlo, le había hecho el daño más enorme que se le podía hacer; pues Albus no podía entender la diferencia del cariño que sentía por él y por James. Y menos aún comprendería lo importante que era para mí el haber querido estar con él, a pesar de todas mis restricciones al respecto de relacionarme sentimentalmente con alguien. Apreté mis labios y evité llorar con todas mis fuerzas, sin lograrlo, y dejando que las lágrimas salieran hacia mis mejillas al escucharlo decir que en ese momento no podía hacer todo aquello que deseaba. Quería lanzarme a su cuello, llorar en su pecho, prometerle que nunca más le iba a esconder nada. ¿Pero acaso cumpliría tal promesa?. No, por supuesto que no. Aún no podía revelarle a Albus lo de la Orden del Fénix. Lo había prometido, y esa era una promesa que no estaba dispuesta a romper, menos aún sabiendo que más muertes se aproximaban. Más que nada era eso lo que me retenía a quedarme de pie, estática, llorando en silencio y escuchándolo hablar.
Porque sabía que aún habrían más secretos entre nosotros, y si tenía que mentir, lo haría. Estaba dispuesta a mentirme hasta a mí misma para evitar que las visiones que sufría fueran aún peores.
"James" sería un nombre que nos atormentaría hasta que yo solucionara qué había entre él y yo. Otro tema tabú que no podía compartir con Albus, ¿pues cómo le iba a decir que había algo más allá de mi control que me ataba a James?. Sin embargo, egoistamente, no quería perder pan ni pedazo. No quería dejar ir a ninguno de los dos de mi vida, y a la vez me ahogaba pensando que los dos no aceptarían estar en la mía. Mordí mis labios y me tragué todas mis palabras de súplica. Alcé mi rostro, tomé aire, y estoica escuché la sentencia final de Albus. Mi corazón dejó de latir durante un momento, al instante que mis pulmones se obstruían y todo parecía detenerse en el tiempo. Los ojos de Albus mirándome con una tristeza que nunca antes había visto, y los míos sorprendidos por escuchar esa decisión. Jamás había creído que diez palabras dolerían más que cien cruciatus juntos; y a pesar de ello no sabía qué decir, pues nunca creí que Albus sería capaz de darme el adiós de esa forma.
Abrí mi boca lentamente, evitando titubear, y asentí aunque me doliera el alma al hacerlo-. Está bien- respondí de forma fría, sacando toda la serpiente que había en mí. Pero mi voz contrastaba con mis ojos llorosos que parecían querer explotar en cualquier momento-. Ten tu espacio- proseguí, mas entonces aquella tristeza se mezcló con impotencia. La rabia de no saber cómo y qué explicar, de tener que callar, y de no poder defenderme por no tener verdaderas herramientas para hacerlo. Apreté mis puños y sabía que la verborrea se acercaba a mi garganta, provocando con ello un ataque de ira del que después me podría arrepentir-. Sí, ten tu espacio- hablé alzando mi voz y tornándose mis mejillas rojizas-. ¡Ten todo el maldito espacio que quieras, Albus!. Pero te advierto, no me busques. No te acerques a mí, porque ya no estaré cerca- el miedo a sufrir, el recordar todas las veces que mi padre me había hecho sufrir, pues cada vez que era dañada por un hombre sentía que era mi padre el que lo provocaba. Eso era lo que expresaban mis palabras-. !No te atrevas a volver a interrumpir mi vida¡ Porque tú no mereces que yo llore por ti- con el dorso de mis palmas limpié mis mejillas, dejando sobre ellas esparcidas lo negro del rimel-. Ningún hombre lo merece- aclaré, adquiriendo una fuerza desconocida y empujando a Albus lejos de mí, con ambas manos en su pecho-. ¡Así que te puedes ir a la soberana mierda!- le grité a todo lo que daban mis pulmones, lanzándole una última mirada llena de tristeza y de rabia, justo antes de dar media vuelta y correr a todo lo que me daban mis tacones hacia los pisos superiores.
Mientras mil pedazos de mi corazón... volaban por el pasillo del castillo.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Ella dijo que tuviera mi espacio, esa era la respuesta que estaba seguro que ella tendría, estaba seguro que iba a dudar y así mismo pareció que ella hizo porque lo recarlcó energicamente. Se veía destrozada y era solo porque yo no estaba llorando como ella pero estaba igual de destruído o peor, porque la que había traicionado era ella y no yo, ella se sentía mal porque la había descubierto y ahora tenía la verguenza encima, o eso era como yo lo percibía.
Su reacción siguiente fué demasiado dramática para mí pero no dije nada. Quedé en silencio mirándo como desfogaba el sentimiento que tenía y me quedé literalmente con la boca abierta cuando me mandó al carajo. - ¿Interrumpir tu vida? ¿Eso fuí para tí? ¿Una interrupción? - sus palabras me golpearon tan fuerte que creí que iba a caerme, pero escucharme a mí mismo diciendole esas cosas eran mucho más fuertes de lo que esperé. Cuando me empujó me aparté con el impulso de su golpe y bajé la mirada, apreté los dientes con fuerza y tomé aire para que las lágrimas no se derramaran de nuevo por mis mejillas.
Había terminado con nuestra relación porque yo la había descubierto, para mí eso fué debastador. Caminó en dirección a los pisos superiores, se fué destilando tristeza y rabia, me quedé parado anonadado. Abrí la boca y la volví a cerrar sin saber que decirle pero cuando la volví a abrir lo hice con determinación y con fuerza mientras caminaba hacia ella y la tomé del brazo haciendo que se detuviera con brusquedad, la obligué a girarse hacia mí. - No te atrevas Cassandra, no puedes terminar esto así porque no te he hecho nada, si estás llorando no es por mi culpa, es porque te portaste mal, pero sé que eres una maldita rebelde, y no quiero que cambies - las últimas palabras sonaron rotas porque la garganta me flaqueó por tratar de detener las lágrimas. - Lo que me duele es que ni siquiera puedes aceptar en voz alta que no soy lo suficientemente importante en tu vida para decirme las cosas que te preocupan, y quiero que no me importe que no lo hagas pausa corta porque estoy perdidamente enamorado de tí como idiota. mi voz sonó un tono más agudo porque estaba apunto de rebentar - Tú no puedes mandarme a la mierda, no puedes - y o último fué más una súplica que una afirmación. Si lo que menos esperaba para esa noche era un drama, ya era tarde, todo hubiera salido mejor si me hubiera dejado irme a dormir y hubieramos hablado por la mañana. No podía dejar que se fuera y nunca más fueramos lo que eramos porque la quería tanto que me dolía en la piel.
Su reacción siguiente fué demasiado dramática para mí pero no dije nada. Quedé en silencio mirándo como desfogaba el sentimiento que tenía y me quedé literalmente con la boca abierta cuando me mandó al carajo. - ¿Interrumpir tu vida? ¿Eso fuí para tí? ¿Una interrupción? - sus palabras me golpearon tan fuerte que creí que iba a caerme, pero escucharme a mí mismo diciendole esas cosas eran mucho más fuertes de lo que esperé. Cuando me empujó me aparté con el impulso de su golpe y bajé la mirada, apreté los dientes con fuerza y tomé aire para que las lágrimas no se derramaran de nuevo por mis mejillas.
Había terminado con nuestra relación porque yo la había descubierto, para mí eso fué debastador. Caminó en dirección a los pisos superiores, se fué destilando tristeza y rabia, me quedé parado anonadado. Abrí la boca y la volví a cerrar sin saber que decirle pero cuando la volví a abrir lo hice con determinación y con fuerza mientras caminaba hacia ella y la tomé del brazo haciendo que se detuviera con brusquedad, la obligué a girarse hacia mí. - No te atrevas Cassandra, no puedes terminar esto así porque no te he hecho nada, si estás llorando no es por mi culpa, es porque te portaste mal, pero sé que eres una maldita rebelde, y no quiero que cambies - las últimas palabras sonaron rotas porque la garganta me flaqueó por tratar de detener las lágrimas. - Lo que me duele es que ni siquiera puedes aceptar en voz alta que no soy lo suficientemente importante en tu vida para decirme las cosas que te preocupan, y quiero que no me importe que no lo hagas pausa corta porque estoy perdidamente enamorado de tí como idiota. mi voz sonó un tono más agudo porque estaba apunto de rebentar - Tú no puedes mandarme a la mierda, no puedes - y o último fué más una súplica que una afirmación. Si lo que menos esperaba para esa noche era un drama, ya era tarde, todo hubiera salido mejor si me hubiera dejado irme a dormir y hubieramos hablado por la mañana. No podía dejar que se fuera y nunca más fueramos lo que eramos porque la quería tanto que me dolía en la piel.
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Mis pasos sonaban secos sobre la piedra del suelo mientras avanzaba. Seguía llorando sin poder contenerme, mas ahora dichas lágrimas estaban mezcladas con la rabia y el orgullo herido. ¿Cómo había permitido caer en lo que siempre había dicho que no iba a caer?. ¿Cómo me había atado a alguien por decisión?. Sacudí mi cabeza y seguí avanzando mirando mis pies, sin darme cuenta en qué momento Albus se acercó tras de mí y tomó mi brazo con brusquedad, obligándome a voltear a verlo.
Lo primero que vi fueron sus ojos verde atravesándome como un avada. Su boca se abrió y pude notar de inmediato que no me quería dejar ir, a pesar de todo. Eso me alivió de inmediato, obligándome a quedarme muda mientras lo escuchaba hablar. Podía ser que tuviera razón. Sí, todo era mi culpa. Pero yo no estaba obligada a contarle todo lo que había sucedido en mi vida, menos aún si él no había preguntado detalles al respecto. Me gustaba tener mi privacidad, sobretodo si algunas de aquellas cosas me avergonzaban, herían o consideraba en demasía privadas. Esa actitud de querer saber todo me ahogaba. Me hacía sentir amarrada, y en ese preciso instante me hacía sentir culpable. ¿Acaso una relación significaba absoluta verdad? ¿Estar con alguien sin nada de privacidad para uno mismo? ¡No entendía nada! La verdad de todo, al fin y al cabo, era en que dudaba de mi capacidad de manejar una relación.
Pero con mis ojos puestos en Albus, y mi cabeza llena de dudas, su penúltima frase me hizo dejar de pensar. Sin querer una sutil sonrisa se dibujó en mis labios, borrando de golpe toda aspereza. Porque a pesar de la rabia y de la frustración que podía percibir viniendo de Albus, él no tenía miedo a reconocer que me quería. Con aquella misma sonrisa que había brotado tímida y que poco a poco se iba enanchando, tomé su mano y la apreté con fuerza, tanta fuerza como si me quisiera fusionar con su piel-. ¿Entonces me quieres mandar a la mierda tú?- le pregunté en un tono suave, alzando mi rostro hacia el suyo y dejando a la vista mi piel manchada y mis ojos brillosos-. Golpeame, Albus. Sácate la rabia y dame una cachetada- lo incentivé a hacerlo sin malicia alguna, sólo esperando que con eso su rabia se disipara. Cerré mis ojos y me quedé quieta, aguantando la respiración y esperando su golpe, estando dispuesta a soportar el dolor con tal de que Albus dejara de sentirlo en su pecho... y yo pudiera sentir como ello era algún tipo de cuentas saldadas.
Lo primero que vi fueron sus ojos verde atravesándome como un avada. Su boca se abrió y pude notar de inmediato que no me quería dejar ir, a pesar de todo. Eso me alivió de inmediato, obligándome a quedarme muda mientras lo escuchaba hablar. Podía ser que tuviera razón. Sí, todo era mi culpa. Pero yo no estaba obligada a contarle todo lo que había sucedido en mi vida, menos aún si él no había preguntado detalles al respecto. Me gustaba tener mi privacidad, sobretodo si algunas de aquellas cosas me avergonzaban, herían o consideraba en demasía privadas. Esa actitud de querer saber todo me ahogaba. Me hacía sentir amarrada, y en ese preciso instante me hacía sentir culpable. ¿Acaso una relación significaba absoluta verdad? ¿Estar con alguien sin nada de privacidad para uno mismo? ¡No entendía nada! La verdad de todo, al fin y al cabo, era en que dudaba de mi capacidad de manejar una relación.
Pero con mis ojos puestos en Albus, y mi cabeza llena de dudas, su penúltima frase me hizo dejar de pensar. Sin querer una sutil sonrisa se dibujó en mis labios, borrando de golpe toda aspereza. Porque a pesar de la rabia y de la frustración que podía percibir viniendo de Albus, él no tenía miedo a reconocer que me quería. Con aquella misma sonrisa que había brotado tímida y que poco a poco se iba enanchando, tomé su mano y la apreté con fuerza, tanta fuerza como si me quisiera fusionar con su piel-. ¿Entonces me quieres mandar a la mierda tú?- le pregunté en un tono suave, alzando mi rostro hacia el suyo y dejando a la vista mi piel manchada y mis ojos brillosos-. Golpeame, Albus. Sácate la rabia y dame una cachetada- lo incentivé a hacerlo sin malicia alguna, sólo esperando que con eso su rabia se disipara. Cerré mis ojos y me quedé quieta, aguantando la respiración y esperando su golpe, estando dispuesta a soportar el dolor con tal de que Albus dejara de sentirlo en su pecho... y yo pudiera sentir como ello era algún tipo de cuentas saldadas.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Su gesto y el tono de su voz me hizo pensar de alguna manera que se estaba comportando demasiado forzada pero no podía estar seguro de si lo que me decía era directo de su corazón o si estaba usando un sarcasmo muy refinado y esa sonrisita que de a poco se había convertido en algo más pronunciado "¿Entonces me quieres mandar a la mierda tú?" Mi cara no pudo reflejar más que asombro, claro que no quería mandarla a la mierda, si hubiera querido mandarla a la mierda sencillamente lo hubiera hecho sin necesidad de armar semejante escándalo y ahorrarnos el drama de la noche en la que la fiesta de halloween ya no era divertida, es más, nunca volvería a ver a los piratas de la misma manera, los disfracez no eran divertidos para mi desde ahora. Negué con la cabeza, yo no quería terminar con ella, solo necesitaba un poco de tiempo para sanar lo que estaba sintiendo pero lógicamente ella lo había tomado con esa filosofía de toda niña "Si te dice que quiere tiempo es porque no te quiere más" y eso no era verdad.
Su tono suave me desconcertó en sobremanera sobre todo luego de los gritos con los que se había retirado. Mis ojos se abrieron lo más grande que pude cuando me pidió que la golpeará y cerró los ojos esperando que en verdad lo hiciera. Su mano me apretaba y me quedé mirándola unos momentos en silencio. Su rostro estaba manchado, y apesar de que el rimel de sus ojos estaba esparcido a lo largo de sus mejillas y sus ojos estaban hinchados por el llanto no podía verla de otra manera que no fuera hermosa. Para mí Cassandra era un símbolo de la más absoluta belleza, no había conocido a una mujer más hermosa que ella, desde la primera vez que hablamos me había parecido que ella era la niña más bonita de todas, no porque se arreglara, porque la había visto al despertar con el cabello despeinado, si no porque en verdad ella tenía una belleza natural que brillaba a pesar de su maquillaje corrido. Nunca se lo había dicho a nadie pero desde que tenía once años ella fué mi amor platónico, siempre me gustó pero nunca pensé que me haría caso, cuando me hice novio de Allie pensaba que ella era hermosa pero a pesar del amor que le profesaba a la Ravenclaw, cuando Cassandra se acercaba a mí y me hablaba al oído o me despeinaba no podía evitar sentir que el estómago me revoloteaba, cuando ella me propuso ser novios "Por conveniencia" pensé que al que más le convenía era a mí porque al fin podría sentir la textura de sus labios con los míos, algo que había pensado en mis sueños más locos y que había ocultado muy bien durante años porque no podía permitirme perder su amistad.
Ahora me preguntaba ¿que clase de bestia pensaba que era yo para pedirme que la golpeara? Me sentía mal de haberla besado con tanta fiereza y de haberla sujetado por el brazo con tanta brusquedad en ese momento, pero de eso a golpearla había un barranco que no iba a brincar. Sus ojos estaban cerrados a la espera del golpe que nunca iba a llegar. Metí mis dedos por su nuca enrredándolos con su cabello y jalé su cabeza hacia la mía mientras mi respiración se intensificaba. Antes que ser mi novia era mi amiga, y ella no comprendía que la traición no solo la sintió el novio, si no también el amigo, el amigo a quien no tuvo la confianza de contarle eso y no sé cuantas cosas más ignoraba y no podía ir por el colegio preguntándole a todos si sabían algo sobre Cassandra que yo no supiera, tenía que ser ella quien me lo dijera. Pero ella no podía comprender que no le estaba exigiendo nada, nunca le había exigido nada, y no quería exigirselo. Quería que ella se sintiera libre pero tampoco quería que me lastimara como me había lastimado con su silencio. Rocé sus labios con los míos, mi boca se mantuvo semiabierta unos momentos mientras mi respiración estaba un poco agitada rebotando contra su piel y mis ojos estaban fijos en los suyos. - Eres lo mejor y lo peor que me ha pasado en la vida - dije mientras mis labios rozaban los suyos al articular las palabras, no podía alejarme. - Como una maldita adicción - mi voz era jadeante porque tenía el deseo de besarla con todas las fuerzas que me eran permitidas. Mi lado pasional se desataba cuando estaba con ella, eso lo supe desde el momento en el que la besé por primera vez. Mi cuerpo se ponía eufórico ante su cercanía y mis poros se excitaban con su contacto. El sentir el ligero roce de sus labios me hacía desear tenerla dentro de mi propia piel. Quería acariciar cada parte de su cuerpo con una lentitud, con pasión y al mismo tiempo dolor, porque amarla me dolía, pero estaba dispuesto a soportar ese dolor si eso implicaba tenerla conmigo. En ese momento me estaba volviendo loco por tantos sentimientos encontrados.
Su tono suave me desconcertó en sobremanera sobre todo luego de los gritos con los que se había retirado. Mis ojos se abrieron lo más grande que pude cuando me pidió que la golpeará y cerró los ojos esperando que en verdad lo hiciera. Su mano me apretaba y me quedé mirándola unos momentos en silencio. Su rostro estaba manchado, y apesar de que el rimel de sus ojos estaba esparcido a lo largo de sus mejillas y sus ojos estaban hinchados por el llanto no podía verla de otra manera que no fuera hermosa. Para mí Cassandra era un símbolo de la más absoluta belleza, no había conocido a una mujer más hermosa que ella, desde la primera vez que hablamos me había parecido que ella era la niña más bonita de todas, no porque se arreglara, porque la había visto al despertar con el cabello despeinado, si no porque en verdad ella tenía una belleza natural que brillaba a pesar de su maquillaje corrido. Nunca se lo había dicho a nadie pero desde que tenía once años ella fué mi amor platónico, siempre me gustó pero nunca pensé que me haría caso, cuando me hice novio de Allie pensaba que ella era hermosa pero a pesar del amor que le profesaba a la Ravenclaw, cuando Cassandra se acercaba a mí y me hablaba al oído o me despeinaba no podía evitar sentir que el estómago me revoloteaba, cuando ella me propuso ser novios "Por conveniencia" pensé que al que más le convenía era a mí porque al fin podría sentir la textura de sus labios con los míos, algo que había pensado en mis sueños más locos y que había ocultado muy bien durante años porque no podía permitirme perder su amistad.
Ahora me preguntaba ¿que clase de bestia pensaba que era yo para pedirme que la golpeara? Me sentía mal de haberla besado con tanta fiereza y de haberla sujetado por el brazo con tanta brusquedad en ese momento, pero de eso a golpearla había un barranco que no iba a brincar. Sus ojos estaban cerrados a la espera del golpe que nunca iba a llegar. Metí mis dedos por su nuca enrredándolos con su cabello y jalé su cabeza hacia la mía mientras mi respiración se intensificaba. Antes que ser mi novia era mi amiga, y ella no comprendía que la traición no solo la sintió el novio, si no también el amigo, el amigo a quien no tuvo la confianza de contarle eso y no sé cuantas cosas más ignoraba y no podía ir por el colegio preguntándole a todos si sabían algo sobre Cassandra que yo no supiera, tenía que ser ella quien me lo dijera. Pero ella no podía comprender que no le estaba exigiendo nada, nunca le había exigido nada, y no quería exigirselo. Quería que ella se sintiera libre pero tampoco quería que me lastimara como me había lastimado con su silencio. Rocé sus labios con los míos, mi boca se mantuvo semiabierta unos momentos mientras mi respiración estaba un poco agitada rebotando contra su piel y mis ojos estaban fijos en los suyos. - Eres lo mejor y lo peor que me ha pasado en la vida - dije mientras mis labios rozaban los suyos al articular las palabras, no podía alejarme. - Como una maldita adicción - mi voz era jadeante porque tenía el deseo de besarla con todas las fuerzas que me eran permitidas. Mi lado pasional se desataba cuando estaba con ella, eso lo supe desde el momento en el que la besé por primera vez. Mi cuerpo se ponía eufórico ante su cercanía y mis poros se excitaban con su contacto. El sentir el ligero roce de sus labios me hacía desear tenerla dentro de mi propia piel. Quería acariciar cada parte de su cuerpo con una lentitud, con pasión y al mismo tiempo dolor, porque amarla me dolía, pero estaba dispuesto a soportar ese dolor si eso implicaba tenerla conmigo. En ese momento me estaba volviendo loco por tantos sentimientos encontrados.
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Mis ojos estaban cerrados a la espera de cualquier gesto que permitiera que Albus se sacara todo el dolor y decepción que tenía dentro. Era buena soportando el dolor, pues desde pequeña había soportado las heridas de Quidditch sin siquiera gritar al respecto. Sin embargo el golpe no llegaba. A cambio de ello, la mano de Albus se enredó en mi cabello, y me acercó a él. Yo no abrí los ojos, mas sentí como mi cuerpo se estremecía ante su cercanía. Mi corazón siempre se aceleraba cuando él estaba así, a sólo milímetros de distancia. Su dulce respiración me golpeaba, y estaba totalmente segura que mis mejillas se habían vuelto a sonrosar.
Lentamente, como una muñeca, dejé que mis párpados se elevaran y me encontré con sus ojos verdes. Había pasión en ellos, una pasión tan profunda que mi corazón se aceleró de sólo ser consciente de aquello. El roce de sus labios hizo que diera un paso hacia él. Una de mis manos se elevó hacia su cabello y lo acaricié bajo el sombrero. Sus palabras llegaron a mí convertidas en un impulso nuevo, calmando el miedo que tenía a perderlo y a enfrentarlo a la vez. Porque no sabía qué hacer. No sabía, a la vez, qué era lo mejor. ¿Acaso debía decir la verdad y hacerlo sufrir, o debía callar y ahorrarle el sufrimiento?. Me había decidido por la última, y por lo mismo no le había dicho lo de James. ¿Para qué? ¿Qué sacaba?. ¿Entonces debía decirle lo del compromiso?. ¿No era mejor que yo buscara alguna solución en vez de atormentarlo?.
Un suspiro se escapó de mis labios y atraje su boca a la mía. Lo besé con parsimonia. Un beso lánguido y tranquilo, que seguía el ritmo de la tristeza de no saber qué hacer. Mis ojos, nuevamente cerrados, se imaginaban que ese podía ser el último beso que Albus y yo llegáramos a compartir, y eso me dolió. Buscando refugio en su cuerpo me pegué a él. Subí mi otra mano y me colgué de su cuello, siguiendo el beso y acelerándolo. Unas cuantas lágrimas se escaparon de mis labios, entremezclándose en mis labios con el sabor de la boca de Albus. Y lo mantuve así unos segundos, no queriendo soltarlo a pesar de que debía hacerlo. Pensando que si ese beso se perduraba podía ser que lo nuestro nunca se llegara a quebrar. Imaginando que en otro mundo, con menos diferencias, Albus y yo podríamos ser felices. ¿Por qué tantos obstáculos?. ¿Qué intentaba decirme el destino?.
Abrí mis ojos con mis labios aún sobre los de Albus. Sin separarlos de los suyos susurré-. ¿Qué quieres de mí, Albus?- pregunté buscando sus ojos-. Dime qué quieres. Por favor explícame qué quieres de mí...- seguí rogando sin separarme de él. Porque si Albus se alejaba de mí sentiría que nunca más volvería a recuperarlo. Y no quería perderlo cuando me había costado tanto descubrir que lo quería conmigo. No quería que Albus se alejara nunca más.
Lentamente, como una muñeca, dejé que mis párpados se elevaran y me encontré con sus ojos verdes. Había pasión en ellos, una pasión tan profunda que mi corazón se aceleró de sólo ser consciente de aquello. El roce de sus labios hizo que diera un paso hacia él. Una de mis manos se elevó hacia su cabello y lo acaricié bajo el sombrero. Sus palabras llegaron a mí convertidas en un impulso nuevo, calmando el miedo que tenía a perderlo y a enfrentarlo a la vez. Porque no sabía qué hacer. No sabía, a la vez, qué era lo mejor. ¿Acaso debía decir la verdad y hacerlo sufrir, o debía callar y ahorrarle el sufrimiento?. Me había decidido por la última, y por lo mismo no le había dicho lo de James. ¿Para qué? ¿Qué sacaba?. ¿Entonces debía decirle lo del compromiso?. ¿No era mejor que yo buscara alguna solución en vez de atormentarlo?.
Un suspiro se escapó de mis labios y atraje su boca a la mía. Lo besé con parsimonia. Un beso lánguido y tranquilo, que seguía el ritmo de la tristeza de no saber qué hacer. Mis ojos, nuevamente cerrados, se imaginaban que ese podía ser el último beso que Albus y yo llegáramos a compartir, y eso me dolió. Buscando refugio en su cuerpo me pegué a él. Subí mi otra mano y me colgué de su cuello, siguiendo el beso y acelerándolo. Unas cuantas lágrimas se escaparon de mis labios, entremezclándose en mis labios con el sabor de la boca de Albus. Y lo mantuve así unos segundos, no queriendo soltarlo a pesar de que debía hacerlo. Pensando que si ese beso se perduraba podía ser que lo nuestro nunca se llegara a quebrar. Imaginando que en otro mundo, con menos diferencias, Albus y yo podríamos ser felices. ¿Por qué tantos obstáculos?. ¿Qué intentaba decirme el destino?.
Abrí mis ojos con mis labios aún sobre los de Albus. Sin separarlos de los suyos susurré-. ¿Qué quieres de mí, Albus?- pregunté buscando sus ojos-. Dime qué quieres. Por favor explícame qué quieres de mí...- seguí rogando sin separarme de él. Porque si Albus se alejaba de mí sentiría que nunca más volvería a recuperarlo. Y no quería perderlo cuando me había costado tanto descubrir que lo quería conmigo. No quería que Albus se alejara nunca más.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
La cercanía era tortuosa, me dolía estar tan cerca de ella pero no podía separarme porque se había metido tan abajo de mi piel que no podía alejarme. Sus labios tocaron los míos vagamente en un beso que se sentía por demás triste y desesperanzado. Así se sentía ella, así me sentía yo. Muy a la diferencia que me hubiera gustado de tomarla con fuerza y besarla con vigor no supe como reaccionar a su beso más que tratando de besarla de la misma forma pero las lágrimas que se colaron por nuestros labios me hicieron trizas.
Sus ojos se abrieron y nos miramos aún guardando la cercanía. Tuve miedo de que fuera la última vez que pudieramos estar cerca. Un hueco comenzó a llenar mi estómago de algo que me transtornaba. La quería pero ahora estaba pensando en que también me quería a mí mismo. No podía permitirme el menosprecio de su parte, no podía decir que eramos novios si no era cierto, no podía decir que eramos una pareja cuando ella no estaba dispuesta a compartir conmigo las cosas básicas de una pareja, yo no era un cavernícola que la limitara y que coartara su libertad pero quería una relación equitativa en donde yo le daba mucho de mi parte y quería que ella diera lo mismo para mí. Ya había vivido demasiadas relaciones con todas las personas en las que era el que menos recibía y hasta que había estado con Adhara, Scorpius y Cassandra me había sentido perteneciente a algún lugar y no como un marginado. Ahora que lo nuestro se había formalizado de cierta manera aunque ninguno de los dos lo dijera directamente, yo quería sentir que pertenecía a una relación y que no solo era ella quien tuviera derecho de hacer cosas y yo no. ¿Cómo decirlo sin alejarla? ella tenía que saberlo, ella debía de saberlo, era seguro que ella lo sabía.
- Quiero que tengamos una verdadera relación, sin mentiras y sin ocultarnos cosas importantes como esta. Quiero pensar que no hay más cosas que me ocultes... porque justo ahora no creo confiar en tí y quiero hacerlo - tragué saliva y acomodé un mechón de su cabello detrás de su oreja sin separarme de aquella cercanía.Quería besarla de nuevo. Sequé sus lágrimas con la manga de mi disfráz. - Quiero llevarte a mi habitación y borrar las caricias que cualquier otro pudieron haber dejado en tu piel, quiero dejar mi olor impregnado en tu cabello para siempre - sabía que eso no iba a suceder y el corazón me daba vuelcos. - Quiero muchas cosas, y te quiero a tí, pero por sobre todo me quiero a mí y necesito tranquilizarme porque no quiero hacer una estupidéz, no quiero ir y romperle la cara a mi hermano y no quiero que te vayas y me mandes a la mierda.... - había muchas cosas que quería. Podía seguir con una larga lista, pero estaba seguro de que con lo que le había dicho podía espantarla, podía sentir que estaba limitándola y tarde o temprano ese detalle iba a ser el que nos alejara para siempre.
Sus ojos se abrieron y nos miramos aún guardando la cercanía. Tuve miedo de que fuera la última vez que pudieramos estar cerca. Un hueco comenzó a llenar mi estómago de algo que me transtornaba. La quería pero ahora estaba pensando en que también me quería a mí mismo. No podía permitirme el menosprecio de su parte, no podía decir que eramos novios si no era cierto, no podía decir que eramos una pareja cuando ella no estaba dispuesta a compartir conmigo las cosas básicas de una pareja, yo no era un cavernícola que la limitara y que coartara su libertad pero quería una relación equitativa en donde yo le daba mucho de mi parte y quería que ella diera lo mismo para mí. Ya había vivido demasiadas relaciones con todas las personas en las que era el que menos recibía y hasta que había estado con Adhara, Scorpius y Cassandra me había sentido perteneciente a algún lugar y no como un marginado. Ahora que lo nuestro se había formalizado de cierta manera aunque ninguno de los dos lo dijera directamente, yo quería sentir que pertenecía a una relación y que no solo era ella quien tuviera derecho de hacer cosas y yo no. ¿Cómo decirlo sin alejarla? ella tenía que saberlo, ella debía de saberlo, era seguro que ella lo sabía.
- Quiero que tengamos una verdadera relación, sin mentiras y sin ocultarnos cosas importantes como esta. Quiero pensar que no hay más cosas que me ocultes... porque justo ahora no creo confiar en tí y quiero hacerlo - tragué saliva y acomodé un mechón de su cabello detrás de su oreja sin separarme de aquella cercanía.Quería besarla de nuevo. Sequé sus lágrimas con la manga de mi disfráz. - Quiero llevarte a mi habitación y borrar las caricias que cualquier otro pudieron haber dejado en tu piel, quiero dejar mi olor impregnado en tu cabello para siempre - sabía que eso no iba a suceder y el corazón me daba vuelcos. - Quiero muchas cosas, y te quiero a tí, pero por sobre todo me quiero a mí y necesito tranquilizarme porque no quiero hacer una estupidéz, no quiero ir y romperle la cara a mi hermano y no quiero que te vayas y me mandes a la mierda.... - había muchas cosas que quería. Podía seguir con una larga lista, pero estaba seguro de que con lo que le había dicho podía espantarla, podía sentir que estaba limitándola y tarde o temprano ese detalle iba a ser el que nos alejara para siempre.
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
Su aliento golpeaba mi rostro y mis mejillas estaban arreboladas. Sabía que esa cercanía se acabaría pronto, y por eso sentía un nudo en la garganta y mi corazón parecía ser aplastado por mi pecho.
Quería dejar sus ojos grabados en mi memoria. Tenía miedo de que nadie me volviera a querer como Albus me quería, porque nunca nadie me había amado así. Era por ello que quería dejar guardado en mi retina esa manera única en que Albus me miraba, temerosa de no volver a ver esa mirada nunca más. Algo que era en demasía posible.
Escuché su respuesta sabiendo que cada una de sus palabras era una sentencia definitiva. No puedo, no puedo, no puedo, repetía una y otra vez en mi cabeza, captando como las lágrimas querían volver a escapar, porque no había forma de que yo pudiera resolver el asunto. Al menos no aún. No cuando todo era completamente confuso y habían tantos asuntos que se debían mantener en el más absoluto secreto. Así que besé sus labios cuando terminó de hablar, cerrando mis ojos mientras presionaba su boca con fuerza. Las lágrimas volvieron a inundar la escena, y por lo mismo me separé de él, buscando entre las gotas sus ojos.
- No te mandaré a la mierda, Albus- dije intentando sonar calmada. Mi mano dejó de acariciar su cabello, y con una lentitud dolorosa comencé a tomar distancia mientras limpiaba mis mejillas una vez más-. Es más, me mandaré a la mierda yo misma, porque yo no puedo ser quien me pides- mis palabras sabían a hiel en el momento que las iba diciendo. ¿Eso era lo que tenía que decir? ¿Acaso ese era el camino correcto-. Lo lamento, Albus... pero, pero- en un acto impulsivo volví a mirar su mano, apretándola con la mía. Quería gritar tan fuerte que el sonido de mi voz derrumbara el castillo y el mundo entero, porque encontraba tan injusto tener que separarme de Albus justo cuando más lo necesitaba. Sin embargo me contuve, y solté su mano de golpe-. Nosotros no podemos ser. Al menos no de la forma que quieres- señalé de forma tajante, recobrando una seguridad que me era extraña y dibujando en mis labios una falsa y dolorosa sonrisa-. Disfruta de la fiesta, yo iré a tomar aire- dije como toda explicación, sabiendo que ya todo estaba dicho y que no había nada más que agregar.
Me di media vuelta y estaba segura que mi corazón se había quedado rebotando en el piso de abajo, porque un frío inigualable me invadió... y cuando estuve a dos pisos de distancia me senté en el suelo y lloré como nunca antes en mi vida había llorado. Jamás habría creído que amaba tanto a Albus Potter.
Quería dejar sus ojos grabados en mi memoria. Tenía miedo de que nadie me volviera a querer como Albus me quería, porque nunca nadie me había amado así. Era por ello que quería dejar guardado en mi retina esa manera única en que Albus me miraba, temerosa de no volver a ver esa mirada nunca más. Algo que era en demasía posible.
Escuché su respuesta sabiendo que cada una de sus palabras era una sentencia definitiva. No puedo, no puedo, no puedo, repetía una y otra vez en mi cabeza, captando como las lágrimas querían volver a escapar, porque no había forma de que yo pudiera resolver el asunto. Al menos no aún. No cuando todo era completamente confuso y habían tantos asuntos que se debían mantener en el más absoluto secreto. Así que besé sus labios cuando terminó de hablar, cerrando mis ojos mientras presionaba su boca con fuerza. Las lágrimas volvieron a inundar la escena, y por lo mismo me separé de él, buscando entre las gotas sus ojos.
- No te mandaré a la mierda, Albus- dije intentando sonar calmada. Mi mano dejó de acariciar su cabello, y con una lentitud dolorosa comencé a tomar distancia mientras limpiaba mis mejillas una vez más-. Es más, me mandaré a la mierda yo misma, porque yo no puedo ser quien me pides- mis palabras sabían a hiel en el momento que las iba diciendo. ¿Eso era lo que tenía que decir? ¿Acaso ese era el camino correcto-. Lo lamento, Albus... pero, pero- en un acto impulsivo volví a mirar su mano, apretándola con la mía. Quería gritar tan fuerte que el sonido de mi voz derrumbara el castillo y el mundo entero, porque encontraba tan injusto tener que separarme de Albus justo cuando más lo necesitaba. Sin embargo me contuve, y solté su mano de golpe-. Nosotros no podemos ser. Al menos no de la forma que quieres- señalé de forma tajante, recobrando una seguridad que me era extraña y dibujando en mis labios una falsa y dolorosa sonrisa-. Disfruta de la fiesta, yo iré a tomar aire- dije como toda explicación, sabiendo que ya todo estaba dicho y que no había nada más que agregar.
Me di media vuelta y estaba segura que mi corazón se había quedado rebotando en el piso de abajo, porque un frío inigualable me invadió... y cuando estuve a dos pisos de distancia me senté en el suelo y lloré como nunca antes en mi vida había llorado. Jamás habría creído que amaba tanto a Albus Potter.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Re: Del amor y su revés {Albus Potter}
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Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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