¡Todo es tu culpa! -Edward-
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¡Todo es tu culpa! -Edward-
por Adhara Rubinsen Sáb Jun 04, 2011 6:43 am
17 de octubre// Sala de cástigos// Un día muy ventoso// 3 p.m// Interacción Flich, Edward. Se menciona algunos niños de segundo.
El viento golpeaba mi cabello rabiosamente logrando que este se despeinara con facilidad, por lo que había optado dejar de arreglarlo y dejar que se golpeara con tranquilidad de todos modos se veía bastante agraciado, o eso me habían dicho en mi sala común, las clases habían ido transcurriendo con tranquilidad sin causar demasiados problemas, no aún pero todo fue que justo ÉL apareciera, Ed con el que llevaba una relación entre los abrazos y los tironeos, y después de apostar a quién le hacia la mejor broma a unos chicos de segundo empezo este cástigo que nos llevaría a tener toda una maldita tarde encerrados en este asqueroso lugar, revisando papeles y tratando de organizarlos...Maldito sea Filch y aunque esta hecho una momia, aun tiene sus agallas el hombre.
¿Como empezó todo? Pues para explicar eso hay que tomar asiento...Ibamos saliendo de clases de DCAO, cuando unos mocosos de segundo se hacían los fuertes con unos de primero de Sly, ah no nadie se burla de una serpiente, menos si dos serpientes mayores estan observando la situación, una cosa es que ni siquiera sepa como se llamaban las pequeñas serpientes, pero los malditos gryffindor's siempre aprovechaban la situación para sacar ventaja sobre los de mi casa, por lo que en una mirada quedo concretado, un hechizo de piernas bailarinas hizo que los muchachos empezaran a bailar enfrente de todos los chicos del pasillo.
Sonreí mientras lanzaba el mío, logrando que ambos empezaran a darse de cabezasos entre ellos, y una risa explotara en mi rostro. -Te gané- Sugerí mientras sentía unas manos pegajosas atrapaban mi hombro derecho y de inmediao me volteé topandome con la cara asquerosa de Flich, de inmediato di un paso hacia atrás. -Fue él- Dije señalando a Edward, pero era demasiado tarde ahora ambos estabamos metidos en problemas y ahora tenían que aguantar ese olor asqueroso a pescado frito que era todo lo que comía esa vieja gata que no dejaba de moverse de un lado a otro.
-Todo es tu maldita culpa, tu empezaste con la apuesta- Dije empezando a discutir como de cosumbre con él, acomodé mi cabello hacia atrás. -Sino fueras tan necio y presumido, no estaríamos aquí- Maldije volteandome enojada.
El viento golpeaba mi cabello rabiosamente logrando que este se despeinara con facilidad, por lo que había optado dejar de arreglarlo y dejar que se golpeara con tranquilidad de todos modos se veía bastante agraciado, o eso me habían dicho en mi sala común, las clases habían ido transcurriendo con tranquilidad sin causar demasiados problemas, no aún pero todo fue que justo ÉL apareciera, Ed con el que llevaba una relación entre los abrazos y los tironeos, y después de apostar a quién le hacia la mejor broma a unos chicos de segundo empezo este cástigo que nos llevaría a tener toda una maldita tarde encerrados en este asqueroso lugar, revisando papeles y tratando de organizarlos...Maldito sea Filch y aunque esta hecho una momia, aun tiene sus agallas el hombre.
¿Como empezó todo? Pues para explicar eso hay que tomar asiento...Ibamos saliendo de clases de DCAO, cuando unos mocosos de segundo se hacían los fuertes con unos de primero de Sly, ah no nadie se burla de una serpiente, menos si dos serpientes mayores estan observando la situación, una cosa es que ni siquiera sepa como se llamaban las pequeñas serpientes, pero los malditos gryffindor's siempre aprovechaban la situación para sacar ventaja sobre los de mi casa, por lo que en una mirada quedo concretado, un hechizo de piernas bailarinas hizo que los muchachos empezaran a bailar enfrente de todos los chicos del pasillo.
Sonreí mientras lanzaba el mío, logrando que ambos empezaran a darse de cabezasos entre ellos, y una risa explotara en mi rostro. -Te gané- Sugerí mientras sentía unas manos pegajosas atrapaban mi hombro derecho y de inmediao me volteé topandome con la cara asquerosa de Flich, de inmediato di un paso hacia atrás. -Fue él- Dije señalando a Edward, pero era demasiado tarde ahora ambos estabamos metidos en problemas y ahora tenían que aguantar ese olor asqueroso a pescado frito que era todo lo que comía esa vieja gata que no dejaba de moverse de un lado a otro.
-Todo es tu maldita culpa, tu empezaste con la apuesta- Dije empezando a discutir como de cosumbre con él, acomodé mi cabello hacia atrás. -Sino fueras tan necio y presumido, no estaríamos aquí- Maldije volteandome enojada.
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Re: ¡Todo es tu culpa! -Edward-
por Edward R. Carter Sáb Jun 04, 2011 7:13 am
Mis manos se alentaban entre alterar mi cabello y posarse dentro de mis bolsillos como si con eso lograra algo, el tiempo no pasaba rápido para mí, pero que mas daba, solo estaba por allí paseando sin nada importante para hacer. ¿Qué mejor que tener tiempo libre? pero claro, algo alteraría el curso "normal" de las cosas y ese algo seria una especie de divertida travesura, pues fue lo primero que se me ocurrió al ver a Adhi, algún reto, una apuesta, no lo sé pero me lo estaba pensando bien.
En cuanto vi lo que sucedía con aquellos chicos mi mente parecía haberse iluminado y una picara sonrisa de medio lado dejaba notar aquello, claro, con algo de maldad destellada. Sabía que una apuesta seria lo último que ella perdería y que por la situación aceptaría sin pensarlo. Lo que no me vi venir fue la sorpresa que Filch nos dio al voltear, bueno al menos valió la pena, para mí, sabía que esto sería el comienzo de un día aun más largo, pues ahora debía soportarme cuanto reproche quisiera darme y claro no la dejaría ganar tan fácil.
Mi varita se mantenía en alto y eso probaba que yo también tenía algo de culpa en esto, pero a la que descubrieron actuando fue a ella, era de esperarse lo que seguía. Su burla por haberme ganado había pasado tan rápido que ni tiempo a contestar había tenido, su dedo se dirigió de inmediato hacia mí y la mirada de Filch se mantenía atenta a mis movimientos, aclare mi garganta mientras guardaba mi varita -gracias?- ironice por lo bajo, mas no dije nada luego pues ya estábamos camino a la sala de castigos, típico.
En cuanto las cosas se calmaron un poco y quedamos bajo la custodia de la gata de Filch sucedió lo predecible -tampoco es que te obligara a hacerlo, culpa a tu orgullo- dije tan rápido como pude, pero ella no tardo en volver a hablar -que tiene que ver cuán presumido soy con esto?- cuestione alzando una ceja -por cierto, debes reconocer que soy bueno metiéndote en problemas- dije en un tono de burla que sabría que ella no se tomaría nada bien -aun así, fue divertido no puedes negarlo- concluí después.
En cuanto vi lo que sucedía con aquellos chicos mi mente parecía haberse iluminado y una picara sonrisa de medio lado dejaba notar aquello, claro, con algo de maldad destellada. Sabía que una apuesta seria lo último que ella perdería y que por la situación aceptaría sin pensarlo. Lo que no me vi venir fue la sorpresa que Filch nos dio al voltear, bueno al menos valió la pena, para mí, sabía que esto sería el comienzo de un día aun más largo, pues ahora debía soportarme cuanto reproche quisiera darme y claro no la dejaría ganar tan fácil.
Mi varita se mantenía en alto y eso probaba que yo también tenía algo de culpa en esto, pero a la que descubrieron actuando fue a ella, era de esperarse lo que seguía. Su burla por haberme ganado había pasado tan rápido que ni tiempo a contestar había tenido, su dedo se dirigió de inmediato hacia mí y la mirada de Filch se mantenía atenta a mis movimientos, aclare mi garganta mientras guardaba mi varita -gracias?- ironice por lo bajo, mas no dije nada luego pues ya estábamos camino a la sala de castigos, típico.
En cuanto las cosas se calmaron un poco y quedamos bajo la custodia de la gata de Filch sucedió lo predecible -tampoco es que te obligara a hacerlo, culpa a tu orgullo- dije tan rápido como pude, pero ella no tardo en volver a hablar -que tiene que ver cuán presumido soy con esto?- cuestione alzando una ceja -por cierto, debes reconocer que soy bueno metiéndote en problemas- dije en un tono de burla que sabría que ella no se tomaría nada bien -aun así, fue divertido no puedes negarlo- concluí después.
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Re: ¡Todo es tu culpa! -Edward-
por Adhara Rubinsen Sáb Jun 04, 2011 7:35 am
-Claro, par ti es divertido a puesto que es tu primer castigo en este año, yo he cumplido más de 20 en dos meses- Solté mientras me levantaba parandome trás él para masajear sus hombros. -De eso sí no me cabe duda alguna, eres el mejor metiendome en problemas, lo que hace un hombre por repetir un desliz con Adhara- Sabía bien que eso daría pie a nuestra guerra de egos, donde nunca ninguno salía vencedor. -Al fin y al cabo no te culpo apuesto que todas te resultaran aburridas después de lo del año pasado Ed- Dije mientras volvía a mi sitio con una sonrisa de lado, claro que nos habían puesto a revisar los documentos de algunos estudiantes de tercer año y de otra casa para que no los alteraramos. -Muero por encontrar mi folio, apuesto que dice cosas muy interesantes-
Dije dirigiendome al apartado cerrado de alumnos de Slytherin era el segundo más grande justo después de los de Gryffindor. -Aunque fue divertido darles su merecido a esos estupidos leones- Acepté sentandome de nuevo, y revisando el tercer folio de la tarde. -MALDITO SQUIB- Golpeé la mesa con desesperación aceptando lo desesperada que me ponían los lugares cerrados. Empecé a rebuscar en mi bolsa, mientras le tiraba el resto de los folios a su mesa, sacando la revista Corazón de Bruja de este mes, subí con delicadeza mis pies a la mesa, para que no se fueran a ver mis interiores, mientras empezaba a pasar las hojas, dejando a Edward con todo el trabajo, lo miré mientras sacaba dos manzanas de mi bolsa. -Ey- Dije lanzandole una de las manzanas, mientras yo mordía la mía. -¿Sabías que algunas mandragoras bebes son buenas para mejorar el humor?- Pregunté desinteresada en nuestro castigo. -Deberías probar a ver si se te quita lo amargado-
Dije con una sonrisa de niña buena en mi rostro, mientras agitaba mis pesteñas suavemente como si de un ángelito se tratara.
Dije dirigiendome al apartado cerrado de alumnos de Slytherin era el segundo más grande justo después de los de Gryffindor. -Aunque fue divertido darles su merecido a esos estupidos leones- Acepté sentandome de nuevo, y revisando el tercer folio de la tarde. -MALDITO SQUIB- Golpeé la mesa con desesperación aceptando lo desesperada que me ponían los lugares cerrados. Empecé a rebuscar en mi bolsa, mientras le tiraba el resto de los folios a su mesa, sacando la revista Corazón de Bruja de este mes, subí con delicadeza mis pies a la mesa, para que no se fueran a ver mis interiores, mientras empezaba a pasar las hojas, dejando a Edward con todo el trabajo, lo miré mientras sacaba dos manzanas de mi bolsa. -Ey- Dije lanzandole una de las manzanas, mientras yo mordía la mía. -¿Sabías que algunas mandragoras bebes son buenas para mejorar el humor?- Pregunté desinteresada en nuestro castigo. -Deberías probar a ver si se te quita lo amargado-
Dije con una sonrisa de niña buena en mi rostro, mientras agitaba mis pesteñas suavemente como si de un ángelito se tratara.
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Re: ¡Todo es tu culpa! -Edward-
por Edward R. Carter Sáb Jun 04, 2011 8:04 am
Escuche lo que dijo y ladee la cabeza como si me pusiera a pensar en ello -mala suerte para ti, a mi jamás logran pillarme- comente mientras asentía ligeramente -de eso se trata, debes escapar antes de que puedan saber que fuiste culpable- agregue luego -para mi mala suerte hoy tuve que encontrarme contigo- termine de decir para luego soltar un suspiro, como si la culpara de todo lo sucedido o más precisamente del hecho de haber sido atrapados por Filch.
Cuando comenzó a masajear mis hombros supe que lo que seguía era casi un desafío, una especie de provocación de su parte -guarda tu ego o deberé abrir la puerta- dije haciendo referencia a que ya se excedía en lo dicho, cuando dijo lo siguiente gire mi cabeza por sobre mis hombros y la mire de reojo -Oh cariño! lamento defraudarte pero no eres única- dije de manera provocativa y a la vez buscando una especie de pelea o algo de diversión y claro, sabía que su ego era el lugar que más le dolía.
Al oír lo siguiente mire hacia la pila de papeles que debíamos revisar, no dudaba que su archivo fuera interesante y en cierto punto me daba curiosidad, pero si no quería que se interesara por el mío debía quedarme en silencio, pues lo que allí decía era algo que claramente no quería revelar.
Me dio la razón y eso me obligo a soltar una ligera sonrisa de medio lado, con mi habitual gesto de "ya lo sabía". A lo siguiente, no había nada para decir, solo me encogí ligeramente de hombros mientras tomaba entre mis manos algunos papeles fingiendo prestar demasiada atención en ellos aunque mucho eran aburridos solo con mirarlos.
Me moví de un lugar a otro como si en realidad estuviera haciendo mucho, no alcance a voltear tan pronto como hablo y ya tenía la manzana frente a mí, un rápido movimiento de mis manos y ya la había tomado, lo bueno era que conservaba mis reflejos intactos. Al parecer estaba empeñada en molestarme y eso era algo que no lograría, aunque por mi parte fingiría estar molesto en cualquier momento, di un mordisco a mi manzana y mire alrededor -pruébalos tu y me dices si funciona, si lo hace contigo seguramente funcionara en todos- dije con total tranquilidad, acusándola de ser la más amargada de todos aquí.
Tome las carpetas que se encontraban frente a ella y las coloque por encima de su revista -si quieres irte rápido ayuda o comenzare a pensar que buscas la oportunidad de pasar más tiempo con migo, cosa que no me sorprendería para nada- dije para luego morder la manzana nuevamente.
Cuando comenzó a masajear mis hombros supe que lo que seguía era casi un desafío, una especie de provocación de su parte -guarda tu ego o deberé abrir la puerta- dije haciendo referencia a que ya se excedía en lo dicho, cuando dijo lo siguiente gire mi cabeza por sobre mis hombros y la mire de reojo -Oh cariño! lamento defraudarte pero no eres única- dije de manera provocativa y a la vez buscando una especie de pelea o algo de diversión y claro, sabía que su ego era el lugar que más le dolía.
Al oír lo siguiente mire hacia la pila de papeles que debíamos revisar, no dudaba que su archivo fuera interesante y en cierto punto me daba curiosidad, pero si no quería que se interesara por el mío debía quedarme en silencio, pues lo que allí decía era algo que claramente no quería revelar.
Me dio la razón y eso me obligo a soltar una ligera sonrisa de medio lado, con mi habitual gesto de "ya lo sabía". A lo siguiente, no había nada para decir, solo me encogí ligeramente de hombros mientras tomaba entre mis manos algunos papeles fingiendo prestar demasiada atención en ellos aunque mucho eran aburridos solo con mirarlos.
Me moví de un lugar a otro como si en realidad estuviera haciendo mucho, no alcance a voltear tan pronto como hablo y ya tenía la manzana frente a mí, un rápido movimiento de mis manos y ya la había tomado, lo bueno era que conservaba mis reflejos intactos. Al parecer estaba empeñada en molestarme y eso era algo que no lograría, aunque por mi parte fingiría estar molesto en cualquier momento, di un mordisco a mi manzana y mire alrededor -pruébalos tu y me dices si funciona, si lo hace contigo seguramente funcionara en todos- dije con total tranquilidad, acusándola de ser la más amargada de todos aquí.
Tome las carpetas que se encontraban frente a ella y las coloque por encima de su revista -si quieres irte rápido ayuda o comenzare a pensar que buscas la oportunidad de pasar más tiempo con migo, cosa que no me sorprendería para nada- dije para luego morder la manzana nuevamente.
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