Deep in the wood! [Privado]
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Deep in the wood! [Privado]
Noche, ya era tarde, el bosque estaba completamente oscuro y yo estaba parado en los límites, todo estaba planeado y tenía que entrar, tenía que confesarlo, me daba miedo, estaba aterrado pero no íba a echarme para atras, habíamos planeado esto toda la semana y James vendría, tenía que venír, a pesar de todo era un buen Gryffindor y un excelente hermano, pero hay cosas que no se olvidan y mucho menos se perdonan... esta noche... esta noche Sirius se toparía con la suela de su zapato...
Miré mis pies, estaban ligeramente sucios los zapatos por el fango del bosque, la varita estaba rígida en mi mano y hacía mucho frío. Dí un par de pasos hacia el interior del bosque, el sonido era acallado por el fango, pero a pesar de eso se escuchaban muchos ruidos nocturnos desconocidos para mí, el bosque era llamado "Prohibido" por un motivo, y es que estaba PROHIBIDO porque era muy peligroso para todos los estudiantes, inclusive para los más avanzados de séptimo año, había toda clase de criaturas ahí, centauros mal encarados, acromántulas... como las que estaban listas en el interior de la caja que esperaba a mitad del bosque para atacar a mi hermanito, hombres lobos... me estremecí de tan solo pensar en eso y como si mi pensamiento hubiera sido escuchado por alguno de esos lobos, escuché un sonoro aullido y miré al cielo, estaba casi tapiado por los árboles frondosos pero aún así podía ver que la luna estaba llena.
Me concentré, no me iba a topar con ningún animal peligroso, no iba a pasarme absolutamente nada... por lo menos no a mí, Jimmy se iba a topar con uno de los más grandes chascos de su vida y con esas adorables acromántulas que íban a corretearlo por todo el bosque, con suerte y solo le arrancaban un brazo. Sonreí ante la perspectiva de la broma y de la dulce venganza que se cocinaba en los fogones.
Fuí a los bordes interiores del bosque, en donde estaba la caja escondida debajo de un gran montículo de hojas secas, no se notaba, parecía en verdad parte del paisaje y era IMPOSIBLE que James sospechara algo al respecto. Era el lugar en donde Scorpius le comentaría a mi hermanito que iría así que tomé más valor y esperé en medio de la nada, con el sonido de la noche golpeando mis sentidos, mis manos sudaban, ya quería salir de ahí, pero esta broma lo valdría.
Miré mis pies, estaban ligeramente sucios los zapatos por el fango del bosque, la varita estaba rígida en mi mano y hacía mucho frío. Dí un par de pasos hacia el interior del bosque, el sonido era acallado por el fango, pero a pesar de eso se escuchaban muchos ruidos nocturnos desconocidos para mí, el bosque era llamado "Prohibido" por un motivo, y es que estaba PROHIBIDO porque era muy peligroso para todos los estudiantes, inclusive para los más avanzados de séptimo año, había toda clase de criaturas ahí, centauros mal encarados, acromántulas... como las que estaban listas en el interior de la caja que esperaba a mitad del bosque para atacar a mi hermanito, hombres lobos... me estremecí de tan solo pensar en eso y como si mi pensamiento hubiera sido escuchado por alguno de esos lobos, escuché un sonoro aullido y miré al cielo, estaba casi tapiado por los árboles frondosos pero aún así podía ver que la luna estaba llena.
Me concentré, no me iba a topar con ningún animal peligroso, no iba a pasarme absolutamente nada... por lo menos no a mí, Jimmy se iba a topar con uno de los más grandes chascos de su vida y con esas adorables acromántulas que íban a corretearlo por todo el bosque, con suerte y solo le arrancaban un brazo. Sonreí ante la perspectiva de la broma y de la dulce venganza que se cocinaba en los fogones.
Fuí a los bordes interiores del bosque, en donde estaba la caja escondida debajo de un gran montículo de hojas secas, no se notaba, parecía en verdad parte del paisaje y era IMPOSIBLE que James sospechara algo al respecto. Era el lugar en donde Scorpius le comentaría a mi hermanito que iría así que tomé más valor y esperé en medio de la nada, con el sonido de la noche golpeando mis sentidos, mis manos sudaban, ya quería salir de ahí, pero esta broma lo valdría.
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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Fecha de inscripción : 23/03/2011
Re: Deep in the wood! [Privado]
Lunes de la Segunda Semana de Septiembre. Al anochecer.
Como era la segunda semana de clases el campo de quidditch había sido abierto para el entrenamiento de los alumnos. Lilylú y yo fuimos los primeros en llegar esa mañana, pero nuestro entrenamiento fue interrumpido por las venenosas palabras de Malfoy. Ese mocoso sabía como sacarme de quicio. No le perdonaría que preocupara de esa manera a mi pecosa, aunque... ese día no había visto a Albus en absolutamente todo el día. Ni siquiera había ido a la primera clase de DCLO como todos los demás. Sí, estaba preocupado. Le había preguntado a Allie si era verdad que se encontrarían en el Bosque Prohibido y ella lo negó completamente. Aquí había gato encerrado, y para variar a Lily se le había metido entre ceja y ceja ir al bosque prohibido esa misma noche.
- No vayas tan rápido, Lily, puede ser peligroso - le advertí a la pecosa que se adentraba en el bosque. Yo no tenía pensado ir a comprobar qué demonios planeaba Malfoy, pero no podía dejar a Lily sola, y era tan testaruda que no pude evitar que se escapara del colegio. Potter tenía que ser. No entendía como es que no sentía miedo de entrar a un lugar como ese, conociendo todos sus peligros. Suspiré cerrando mis ojos mientras le daba alcance y cogí su mano con fuerza. - No te alejes de mi, pecas - le advertí mientras buscaba con la mirada a Albus o algo que me indicara que estaba cerca, pero nada.
Un aullido, seguramente de un hombre-lobo, sobresaltó a Lilylú y una risa burlona se dibujó en mi rostro. - ¿Pasó algo? - pregunté fingiendo que no había notado ese sobresalto, mientras nos adentrábamos en el bosque y mi mente se preguntaba solo una cosa: Severus... ¿En qué estás metido ésta vez?.
Como era la segunda semana de clases el campo de quidditch había sido abierto para el entrenamiento de los alumnos. Lilylú y yo fuimos los primeros en llegar esa mañana, pero nuestro entrenamiento fue interrumpido por las venenosas palabras de Malfoy. Ese mocoso sabía como sacarme de quicio. No le perdonaría que preocupara de esa manera a mi pecosa, aunque... ese día no había visto a Albus en absolutamente todo el día. Ni siquiera había ido a la primera clase de DCLO como todos los demás. Sí, estaba preocupado. Le había preguntado a Allie si era verdad que se encontrarían en el Bosque Prohibido y ella lo negó completamente. Aquí había gato encerrado, y para variar a Lily se le había metido entre ceja y ceja ir al bosque prohibido esa misma noche.
- No vayas tan rápido, Lily, puede ser peligroso - le advertí a la pecosa que se adentraba en el bosque. Yo no tenía pensado ir a comprobar qué demonios planeaba Malfoy, pero no podía dejar a Lily sola, y era tan testaruda que no pude evitar que se escapara del colegio. Potter tenía que ser. No entendía como es que no sentía miedo de entrar a un lugar como ese, conociendo todos sus peligros. Suspiré cerrando mis ojos mientras le daba alcance y cogí su mano con fuerza. - No te alejes de mi, pecas - le advertí mientras buscaba con la mirada a Albus o algo que me indicara que estaba cerca, pero nada.
Un aullido, seguramente de un hombre-lobo, sobresaltó a Lilylú y una risa burlona se dibujó en mi rostro. - ¿Pasó algo? - pregunté fingiendo que no había notado ese sobresalto, mientras nos adentrábamos en el bosque y mi mente se preguntaba solo una cosa: Severus... ¿En qué estás metido ésta vez?.
James S. PotterGRYFFINDOR - Mensajes : 918
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Fecha de inscripción : 16/03/2011
Localización : En Sortilegios Weasley.
Re: Deep in the wood! [Privado]
Aquella mañana James, prácticamente, me había arrastrado hasta el campo de Quidditch a entrenar, no me quejaba realmente, había sido agradable estar con él un rato, ya de por si pasaba bastante con él, pero estar entrenando en una de las cosas que se me daban bien era lindo, además de que descansaba un rato de estudiar, mas no todo había sido lindo, Scorpius Malfoy había llegado a interrumpirnos diciendo no se quede Al, cosa que, obviamente, me preocupo y me propuse ir a ver fuese o no con James, no es necesario agregar que todo el día se me había pasado sin yo ser realmente consciente de lo que pasaba a mi alrededor. Ahora, en las profundidades de aquel negro lugar era cuando me daba cuenta de lo que realmente había decidido, pero no me echaría hacia atrás, ya no era el momento, además, era por Al que lo hacía ¿cierto?
Le escuche llamarme mas no le hice el menor caso y continúe adentrándome, no tenía ni idea de a dónde estaba lleno, pero seguro que en algún momento daría con Al, no podía ser tan complicado, simplemente caminar un poco mas y seguro estaría por ahí, además, James estaba ahí también, me había seguido desde que habíamos salido del castillo, si no lo veía yo lo vería James, seguro le encontrábamos. Lo escuche acercarse más hasta que sentí su mano sobre la mía, levante la mirada hasta posarla sobre sus ojos, que ahora más que marrones se veían negros, quise pensar que por la obscuridad, debía de admitir, al menos para mí misma, que me dio un poco de miedo, pero hablo y reconocí su voz, además ¿Quién mas se podría parecer a James Potter? Pocos tenían lo suficiente para poder siquiera parecerse, y no lo decía solo porque fuese mi hermano. Asentí – no lo hare – prometí, mas antes de que pudiese agregar algo mas se escucho un aullido a lo lejos lo que me hiso sobresaltar y aferrarme con un poco mas de fuerza de la necesaria a la mano de James – comienzo a pensar que, quizá, Al está un poco loco al dejarse citar en un lugar tan obscuro, no es ni siquiera un poco romántico – por alguna razón susurre, mientras arrugaba la nariz observando con cuidado a mi alrededor , quería preguntar dónde estábamos, pero no lo hice, me sentía observada, probablemente cosa de mi imaginación, mas era algo incomodo ¿Dónde está tu lado Gryffindor? – me recrimine, mientras me obligaba a quitar esa pose tan indefensa, tanteé, con mi mano libre, mi bolsillo de la túnica donde sabia tenia la varita. Ahí seguía. Entonces no tenia porque preocuparme, todo estaba bien y, pasase lo que pasase, encontraríamos a Al y le diría un par de cosas.
Le escuche llamarme mas no le hice el menor caso y continúe adentrándome, no tenía ni idea de a dónde estaba lleno, pero seguro que en algún momento daría con Al, no podía ser tan complicado, simplemente caminar un poco mas y seguro estaría por ahí, además, James estaba ahí también, me había seguido desde que habíamos salido del castillo, si no lo veía yo lo vería James, seguro le encontrábamos. Lo escuche acercarse más hasta que sentí su mano sobre la mía, levante la mirada hasta posarla sobre sus ojos, que ahora más que marrones se veían negros, quise pensar que por la obscuridad, debía de admitir, al menos para mí misma, que me dio un poco de miedo, pero hablo y reconocí su voz, además ¿Quién mas se podría parecer a James Potter? Pocos tenían lo suficiente para poder siquiera parecerse, y no lo decía solo porque fuese mi hermano. Asentí – no lo hare – prometí, mas antes de que pudiese agregar algo mas se escucho un aullido a lo lejos lo que me hiso sobresaltar y aferrarme con un poco mas de fuerza de la necesaria a la mano de James – comienzo a pensar que, quizá, Al está un poco loco al dejarse citar en un lugar tan obscuro, no es ni siquiera un poco romántico – por alguna razón susurre, mientras arrugaba la nariz observando con cuidado a mi alrededor , quería preguntar dónde estábamos, pero no lo hice, me sentía observada, probablemente cosa de mi imaginación, mas era algo incomodo ¿Dónde está tu lado Gryffindor? – me recrimine, mientras me obligaba a quitar esa pose tan indefensa, tanteé, con mi mano libre, mi bolsillo de la túnica donde sabia tenia la varita. Ahí seguía. Entonces no tenia porque preocuparme, todo estaba bien y, pasase lo que pasase, encontraríamos a Al y le diría un par de cosas.
Lily Luna Potter*GRYFFINDOR - Mensajes : 161
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Fecha de inscripción : 30/03/2011
Re: Deep in the wood! [Privado]
La varita estaba atenta, podía sentirlo en mis venas, igual que mis sentidos estaban atronadoramente despiertos a cualquier sonido extraño de la noche, que a decir verdad había muchos sonidos que podían erizarme el vello de la nuca, pero no me moví ni un paso íba a esperar a que mi hermano llegara, la caja estaba lista, era demasiado grande pero bien escondida.
Pasaron unos minutos cuando escuché pasos, era un ruido diferente al de la noche en el bosque y sus criaturas, pero a continuación me dí cuenta de que no era solo un par de pasos y fué cuando escuché que habían dos voces que se acercaban a donde yo estaba, las dos voces fueron súmamente familiares para mí, eran mis hermanos. Maldito Sirius no podía hacer las cosas solo? Era un maldito cobarde que se las daba de valiente pero la verdad era que no se atrevía a meterse al bosque sin la compañía de alguien y no le importó que fuera NUESTRA Lily! La pequeña de la familia, si algo le pasaba a Lily nunca se lo personaría, que sin sentido, es un imbécil!
Dí unos pasos hacia donde estaban ellos y los alcancé, la noche me dejó ver la cabellera de Lily apesar de que el cielo estaba completamente cubierto por las ramas de los árboles. - Eres un maldito inconciente, como te atreves a meter a Lily al bosque PROHIBIDO?- abracé a Lily que llegaba a mis brazos y la aferré a mi. Susurré un claro "Imbécil" hacia James y lo miré con semejante odio y repulsión que de no ser mi hermano seguro ya le habría hecho algo muy malo. Oh un momento, ese algo muy malo era lo que le íba a ahcer esta noche y todo lo había arruinado. Dí un beso en la frente de Lily. - Y tú no deberías de salir de castillo a esta hora y mucho menos al bosque- la reprendí con voz enérgica pero muy baja porque no quería que nada de lo que había en el bosque nos escuchara.
Pasaron unos minutos cuando escuché pasos, era un ruido diferente al de la noche en el bosque y sus criaturas, pero a continuación me dí cuenta de que no era solo un par de pasos y fué cuando escuché que habían dos voces que se acercaban a donde yo estaba, las dos voces fueron súmamente familiares para mí, eran mis hermanos. Maldito Sirius no podía hacer las cosas solo? Era un maldito cobarde que se las daba de valiente pero la verdad era que no se atrevía a meterse al bosque sin la compañía de alguien y no le importó que fuera NUESTRA Lily! La pequeña de la familia, si algo le pasaba a Lily nunca se lo personaría, que sin sentido, es un imbécil!
Dí unos pasos hacia donde estaban ellos y los alcancé, la noche me dejó ver la cabellera de Lily apesar de que el cielo estaba completamente cubierto por las ramas de los árboles. - Eres un maldito inconciente, como te atreves a meter a Lily al bosque PROHIBIDO?- abracé a Lily que llegaba a mis brazos y la aferré a mi. Susurré un claro "Imbécil" hacia James y lo miré con semejante odio y repulsión que de no ser mi hermano seguro ya le habría hecho algo muy malo. Oh un momento, ese algo muy malo era lo que le íba a ahcer esta noche y todo lo había arruinado. Dí un beso en la frente de Lily. - Y tú no deberías de salir de castillo a esta hora y mucho menos al bosque- la reprendí con voz enérgica pero muy baja porque no quería que nada de lo que había en el bosque nos escuchara.
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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Fecha de inscripción : 23/03/2011
Re: Deep in the wood! [Privado]
- No seas ingenua, Lily. Yo hablé con Allie ésta misma tarde en la clase de DCAO y me dijo que no se encontraría con Severus aquí, que era mentira, por eso te dije que no vinieras, de seguro era una mentira de Malfoy. ¿En serio crees que Snivellus entraría al bosque prohibido, solo? pff - fruncí mi labio en un claro gesto de molestia. Albus era igual de cobarde que su novio, o es lo que yo creía, pues para mi grata sorpresa Snivellus si estaba en el Bosque Prohibido, y al parecer estaba solo.
- Míralo, hasta tienes un lado Potter, pensé que ya te habías cambiado hasta el apellido a Malfoy - sonreí burlón hasta que el idiota comenzó a culparme porque Lily estuviera ahí. Fruncí el ceño y me acerqué hasta él para tomarlo por el cuello de la túnica luego de que le diera "consejos" a Lily. ¿Qué no debía salir del castillo a esas horas?. Mira quien lo dice. - ¡Apártate de ella! - exclamé atraiéndolo con fuerza hasta mi. ¿En qué momento había crecido tanto?. - ¿Qué YO metí a a Lily en el bosque? ¡¿Qué YO la metí?! ¿Sabes por qué Lily se atrevió a entrar al bosque prohibido a éstas horas? Porque tu amiguito Malfoy le dijo que estarías aquí ésta noche y que algo malo te pasaría. Y por más que le dije que era una vulgar mentira no me creyó y quiso venir a ver si estabas bien, porque estaba preocupada. ¡TU tienes la culpa, Severus! - lo solté con brusquedad. - ¡Ahora devuelvete al colegio enseguida sino quieres que... - mis palabras se vieron interrumpidas cuando del fondo del bosque se escucharon crujir hojas. Al parecer mis gritos habían alterado la paz de algunas criaturas mágicas. Alcé la vista. La criatura se acercaba y se dejó ver, bajo la luz del pequeño trozo de luna que lograba divisarse esa noche. Una enorme y monstruosa Acromántula. Sus ocho ojos se posaron en nosotros.
Cogí la mano de Lily y la aparté retrocediendo mis pasos con ella sin apartar mis ojos del Aracnido. - MIS HIJOS... - la voz del arácnido era clara, seguramente no dejábamos dormir a sus hijos, o eso fue lo que pensé en un principio. - MIS HIJOS! - chilló esta vez aplastando con una de sus patas un montón de hojas abultadas cerca de nosotros. Las hojas se disiparon y se pudo ver una enorme caja, la cual se rompió con el impacto y de ella salieron cientos de Acromántulas del tamaño de una Bludger. - Oh, Albus, qué has hecho... - murmuré sacando mi varita y empuñándola con fuerza. Sería hora de poner en practica el hechizo que nos enseñaron en segundo año: Arania exumai. O en el peor de los casos, correr. Correr como alma que huye del diablo.
- Míralo, hasta tienes un lado Potter, pensé que ya te habías cambiado hasta el apellido a Malfoy - sonreí burlón hasta que el idiota comenzó a culparme porque Lily estuviera ahí. Fruncí el ceño y me acerqué hasta él para tomarlo por el cuello de la túnica luego de que le diera "consejos" a Lily. ¿Qué no debía salir del castillo a esas horas?. Mira quien lo dice. - ¡Apártate de ella! - exclamé atraiéndolo con fuerza hasta mi. ¿En qué momento había crecido tanto?. - ¿Qué YO metí a a Lily en el bosque? ¡¿Qué YO la metí?! ¿Sabes por qué Lily se atrevió a entrar al bosque prohibido a éstas horas? Porque tu amiguito Malfoy le dijo que estarías aquí ésta noche y que algo malo te pasaría. Y por más que le dije que era una vulgar mentira no me creyó y quiso venir a ver si estabas bien, porque estaba preocupada. ¡TU tienes la culpa, Severus! - lo solté con brusquedad. - ¡Ahora devuelvete al colegio enseguida sino quieres que... - mis palabras se vieron interrumpidas cuando del fondo del bosque se escucharon crujir hojas. Al parecer mis gritos habían alterado la paz de algunas criaturas mágicas. Alcé la vista. La criatura se acercaba y se dejó ver, bajo la luz del pequeño trozo de luna que lograba divisarse esa noche. Una enorme y monstruosa Acromántula. Sus ocho ojos se posaron en nosotros.
Cogí la mano de Lily y la aparté retrocediendo mis pasos con ella sin apartar mis ojos del Aracnido. - MIS HIJOS... - la voz del arácnido era clara, seguramente no dejábamos dormir a sus hijos, o eso fue lo que pensé en un principio. - MIS HIJOS! - chilló esta vez aplastando con una de sus patas un montón de hojas abultadas cerca de nosotros. Las hojas se disiparon y se pudo ver una enorme caja, la cual se rompió con el impacto y de ella salieron cientos de Acromántulas del tamaño de una Bludger. - Oh, Albus, qué has hecho... - murmuré sacando mi varita y empuñándola con fuerza. Sería hora de poner en practica el hechizo que nos enseñaron en segundo año: Arania exumai. O en el peor de los casos, correr. Correr como alma que huye del diablo.
James S. PotterGRYFFINDOR - Mensajes : 918
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Fecha de inscripción : 16/03/2011
Localización : En Sortilegios Weasley.
Re: Deep in the wood! [Privado]
Escuche lo que dijo James con el ceño un poco fruncido, si no había sido cosa de que se habían quedado de ver a mitad del Bosque Prohibido – cosa que agradecía enormemente, no podía pensar lugar peor para una reunión – entonces ¿Qué iría a hacer Al ahí? Y sobre todo y más importante: ¿a que se había referido Malfoy? Aquello era tan extraño, realmente no entendí nada ahí, y si, si creería que el entraría a aquel lugar solo, bueno, quizá no solo, con sus amigos, pero si lo haría, yo era la que no hacia aquello, bueno, hasta ahora. Antes de que pudiese objetar algo vi a Al, sonreí, pero la sonrisa murió en mis labios al escuchar sus palabras reclamándole a James, estaba de acuerdo en que no eran esos mis lugares, pero James no sería capaz de meterme ahí a menos que fuese necesario o que yo prácticamente le obligase – como era el caso – ¿realmente Al lo creía capaz?
Al me jalo a su lado y me reprendió, yo baje un poco la cabeza – yo… – pero antes de que pudiese decir algo James dijo uno de sus comentarios burlones y con eso comenzó con una de sus continuas peleas con Al, no soportaba aquello, me hacía sentir algo que no sabría identificar, algo así como que ellos se iban alejando de a poco y yo quedaba en medio – James, por favor – pedí, pero como siempre mi pedido fue omitido completamente y el continuo jalándolo y dejándome a mí de lado, me mordí los labios pidiendo para mis adentros que no terminasen sacando las varitas y matándose ahí mismo…
… Pero si tuvieron que sacarlas.
A lo lejos el crujir de las hojas se escucharon, yo me volví rápidamente hacia donde provenía el sonido de donde salió una enorme y peluda araña, inconscientemente me aleje de ella acercándome a James y Al hasta que el primero tomo mi mano y me hiso retroceder aun mas, al parecer había perdido a sus hijos y los estaba buscando, nosotros no los teníamos, que yo supiese, así que nos dejaría en paz… o nos atacaría pensando lo contrario, realmente esperaba que no lo hiciese, pero por si las dudas… tantee mis bolsillos en busca de mi varita y la encontré donde la había dejado, la saque y la tome con fuerza mientras observaba como pisaba un hoyo y de ahí salían cientos como ¿ella? Pero más pequeños que salían corriendo, debían de ser miles, no, más. Las mire abriendo mucho los ojos escuchando la exclamación de James ¿Al lo había hecho? ¿Por qué? Lo mire de reojo, pero sacudí la cabeza, no era momento para preocuparse por algo tan banal como aquello, por ahora solo tenía que recordar todos los hechizos defensivos y el Arania exumai que nos habían enseñado en segundo año para terminar con las Acromantulas y luego podría preguntarle, cuando saliésemos de ahí.
Al me jalo a su lado y me reprendió, yo baje un poco la cabeza – yo… – pero antes de que pudiese decir algo James dijo uno de sus comentarios burlones y con eso comenzó con una de sus continuas peleas con Al, no soportaba aquello, me hacía sentir algo que no sabría identificar, algo así como que ellos se iban alejando de a poco y yo quedaba en medio – James, por favor – pedí, pero como siempre mi pedido fue omitido completamente y el continuo jalándolo y dejándome a mí de lado, me mordí los labios pidiendo para mis adentros que no terminasen sacando las varitas y matándose ahí mismo…
… Pero si tuvieron que sacarlas.
A lo lejos el crujir de las hojas se escucharon, yo me volví rápidamente hacia donde provenía el sonido de donde salió una enorme y peluda araña, inconscientemente me aleje de ella acercándome a James y Al hasta que el primero tomo mi mano y me hiso retroceder aun mas, al parecer había perdido a sus hijos y los estaba buscando, nosotros no los teníamos, que yo supiese, así que nos dejaría en paz… o nos atacaría pensando lo contrario, realmente esperaba que no lo hiciese, pero por si las dudas… tantee mis bolsillos en busca de mi varita y la encontré donde la había dejado, la saque y la tome con fuerza mientras observaba como pisaba un hoyo y de ahí salían cientos como ¿ella? Pero más pequeños que salían corriendo, debían de ser miles, no, más. Las mire abriendo mucho los ojos escuchando la exclamación de James ¿Al lo había hecho? ¿Por qué? Lo mire de reojo, pero sacudí la cabeza, no era momento para preocuparse por algo tan banal como aquello, por ahora solo tenía que recordar todos los hechizos defensivos y el Arania exumai que nos habían enseñado en segundo año para terminar con las Acromantulas y luego podría preguntarle, cuando saliésemos de ahí.
Lily Luna Potter*GRYFFINDOR - Mensajes : 161
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Fecha de inscripción : 30/03/2011
Re: Deep in the wood! [Privado]
James comenzó a gritar como un maldito psicópata idiota que no entendía no era que le estuviera diciendo que él hubiera metido a propósito a Lily al bosque me refería a que la hubiera permitido ahcerlo, si que era un imbécil y un falto de valor, eso de que era un Gryffindor eran puras mierdas, era un maldito hufflepuff bueno para nada y eso que le faltaba lealtad, ni a su propio hermano se la profesaba, debería de ser un puto squib.
- No me toques maldito - le espeté y solté su mano de mi que me sujetaba con fuerza, ya no era un pequeñito que vivía en su sombra, ahora brillaba con mi propia luz aunque a nadie le pareciera y tenía mucho más coraje que James, era mucho más hombre de lo que él jamás soñaría con ser y no se diga de lo inteligente, mi hermanito pensaba con las emociones. Lily chillaba que dejaramos de pelearnos y odiaba a James porque siempre la colocaba en medio de los dos, no podía entender que aunque él se sientiera completamente superior a mí, para mí ambos eran mis hermanos y yo comprendía que Lily nos quería mucho a los dos, como dije, James pensaba con los huevos.
Los gritos de James habían llamado la atención de las criaturas del bosque y una enorme acromántula salió de entre los árboles mirándonos con sus pares de ojos. - ¿Que yo hice? No soy el loco que viene gritando por el bosque- le dije mientras retrocedía mis pasos cubriendo la parte frontal de Lily y sujetando la varita en riste, no miraba a James - Tú eres el único que puede aparecerse aquí, llévate a Lily- estaba seguro de que mis palabras las había escuchado y dos segundos después se escuchó el aullido feróz de un lobo a la distancia.
La caja en donde había ocultado a las acromántulas se rompió cuando su padre la pisó y las acromántulas comenzaron a salir hacia él muy temerosas de que als volviera a capturar, se escondieron bajo las patas de la gran acromántula que nos observaba y que cerraba y abría ferreamente sus tenazas. - QUE ESPERAS MALDITA SEA, POTTER!!- le gritabé a James mientras un rayo de luz naranja salía de mi varita hacia las acromántulas que corrían en nuestra dirección. Yo era especialmente bueno con todo tipo de criaturas mágicas, especialmente con las arañas. Las acromántulas se mantenían a raya de mis hermanos y de mí dándoles tiempo de que escaparan pero no podría contenerlas demasiado tiempo porque comenzaban a aumentar en número.
De entre los árboles salio un enorme lobo que se paró en mi otro flanco y aulló con tal fuerza que el corazón se me heló. Si el imbécil de James no hubiera permitido que Lily entrara al bosque esto no hubiera sucedido nunca y tal vez ambos moriríamos esa noche pero Lily no tenía que hacer nada ahí, nuestras rivalidades nos habían llevado a esa noche, era como si toda mi vida hubiera caminado por la tierra esperando este momento, 8 grandes ojos me observaban desde las alturas y... mi cuerpo había sido lanzado hacia un árbol, sentía dos grandes patas que eran como palos sobre mi pecho y un fuerte dolor en el abdomen, el lobo me estaba atacando y mi varita se había perdido en algún momento cuando el lobo me envistió.
"-Albus despierta ha llegado la abuela Molly!-
-Cinco minutos más mami, tengo sueño...-
-No, despierta ha traído un regalo de parte de mi papá es un artefacto muy raro dice que te gustará-
-Snivellus, eres un imbécil, a mi me dieron una estupenda escoba de carreras y tú no tienes aún nisiquiera tu carta para Hogwarts, este año estoy seguro que entraré al equipo de quidditch mientras tú te compras un embrujorapid y tratas de aprender algo de magia-
Albus observaba un interesante caleidoscopio que su abuelo le había mandado, parecía que lo había decomisado y desembrujado pero cuando observabas en él podías ver figuras que a Albus le parecieron todas serpientes.
El gran comedor de Hogwarts estaba abarrotado y él estaba formado en una enorme fila que esperaba en medio de las mesas de Gryffindor y Slytherin
La oscuridad tapó los ojos del joven ojiverde y una voz resonó al instante en todo el comedor "Slytherin!" Albus sonrió tan ampliamente y el comedor guardó tanto silencio que cuando caminó hacia la mesa verde con plata y los jóvenes comenzaron a aplaudir y gritar de emoción "Tenemos a un Potter" sentía que no podía ser más feliz, al fin un lugar lejos de Sirius.
-No sabías que James y Allie tuvieron un ligero romance hace unos meses, Albus? -
Una rubia de cabello ondulante y perfecto lo miraba con una sonrisa brillante, lo sujetaba de la nuca y besaba tiernamente sus labios, una parte de él sabía que era todo una mentira. Se sentía tan bien estar así... la terrible angustia de que su amigo no le hablara más.... se sentía como un agujero en el pecho, dolía, dolía mucho más que cualquier otro dolor sentido jamás...."
Mi pecho estaba sangrando y el dolor me había ensordecido, veía borroso y escuchaba los estridentes sonidos del hombre lobo, por suerte no veía ninguna acromántula al parecer todas habían escapado cuando el lobo llegó a la escena, era el fin.
- No me toques maldito - le espeté y solté su mano de mi que me sujetaba con fuerza, ya no era un pequeñito que vivía en su sombra, ahora brillaba con mi propia luz aunque a nadie le pareciera y tenía mucho más coraje que James, era mucho más hombre de lo que él jamás soñaría con ser y no se diga de lo inteligente, mi hermanito pensaba con las emociones. Lily chillaba que dejaramos de pelearnos y odiaba a James porque siempre la colocaba en medio de los dos, no podía entender que aunque él se sientiera completamente superior a mí, para mí ambos eran mis hermanos y yo comprendía que Lily nos quería mucho a los dos, como dije, James pensaba con los huevos.
Los gritos de James habían llamado la atención de las criaturas del bosque y una enorme acromántula salió de entre los árboles mirándonos con sus pares de ojos. - ¿Que yo hice? No soy el loco que viene gritando por el bosque- le dije mientras retrocedía mis pasos cubriendo la parte frontal de Lily y sujetando la varita en riste, no miraba a James - Tú eres el único que puede aparecerse aquí, llévate a Lily- estaba seguro de que mis palabras las había escuchado y dos segundos después se escuchó el aullido feróz de un lobo a la distancia.
La caja en donde había ocultado a las acromántulas se rompió cuando su padre la pisó y las acromántulas comenzaron a salir hacia él muy temerosas de que als volviera a capturar, se escondieron bajo las patas de la gran acromántula que nos observaba y que cerraba y abría ferreamente sus tenazas. - QUE ESPERAS MALDITA SEA, POTTER!!- le gritabé a James mientras un rayo de luz naranja salía de mi varita hacia las acromántulas que corrían en nuestra dirección. Yo era especialmente bueno con todo tipo de criaturas mágicas, especialmente con las arañas. Las acromántulas se mantenían a raya de mis hermanos y de mí dándoles tiempo de que escaparan pero no podría contenerlas demasiado tiempo porque comenzaban a aumentar en número.
De entre los árboles salio un enorme lobo que se paró en mi otro flanco y aulló con tal fuerza que el corazón se me heló. Si el imbécil de James no hubiera permitido que Lily entrara al bosque esto no hubiera sucedido nunca y tal vez ambos moriríamos esa noche pero Lily no tenía que hacer nada ahí, nuestras rivalidades nos habían llevado a esa noche, era como si toda mi vida hubiera caminado por la tierra esperando este momento, 8 grandes ojos me observaban desde las alturas y... mi cuerpo había sido lanzado hacia un árbol, sentía dos grandes patas que eran como palos sobre mi pecho y un fuerte dolor en el abdomen, el lobo me estaba atacando y mi varita se había perdido en algún momento cuando el lobo me envistió.
"-Albus despierta ha llegado la abuela Molly!-
-Cinco minutos más mami, tengo sueño...-
-No, despierta ha traído un regalo de parte de mi papá es un artefacto muy raro dice que te gustará-
-Snivellus, eres un imbécil, a mi me dieron una estupenda escoba de carreras y tú no tienes aún nisiquiera tu carta para Hogwarts, este año estoy seguro que entraré al equipo de quidditch mientras tú te compras un embrujorapid y tratas de aprender algo de magia-
Albus observaba un interesante caleidoscopio que su abuelo le había mandado, parecía que lo había decomisado y desembrujado pero cuando observabas en él podías ver figuras que a Albus le parecieron todas serpientes.
El gran comedor de Hogwarts estaba abarrotado y él estaba formado en una enorme fila que esperaba en medio de las mesas de Gryffindor y Slytherin
La oscuridad tapó los ojos del joven ojiverde y una voz resonó al instante en todo el comedor "Slytherin!" Albus sonrió tan ampliamente y el comedor guardó tanto silencio que cuando caminó hacia la mesa verde con plata y los jóvenes comenzaron a aplaudir y gritar de emoción "Tenemos a un Potter" sentía que no podía ser más feliz, al fin un lugar lejos de Sirius.
-No sabías que James y Allie tuvieron un ligero romance hace unos meses, Albus? -
Una rubia de cabello ondulante y perfecto lo miraba con una sonrisa brillante, lo sujetaba de la nuca y besaba tiernamente sus labios, una parte de él sabía que era todo una mentira. Se sentía tan bien estar así... la terrible angustia de que su amigo no le hablara más.... se sentía como un agujero en el pecho, dolía, dolía mucho más que cualquier otro dolor sentido jamás...."
Mi pecho estaba sangrando y el dolor me había ensordecido, veía borroso y escuchaba los estridentes sonidos del hombre lobo, por suerte no veía ninguna acromántula al parecer todas habían escapado cuando el lobo llegó a la escena, era el fin.
Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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Re: Deep in the wood! [Privado]
Lunes 23 de septiembre // Anochecer // Luna LLena.
La noche ofrecía sombras y sonidos atronadores dentro del bosque prohibido, ninguno de los alumnos debía de estar fuera de la cama, mucho menos debía de internarse en el bosque prohibido ni a esa ni a ninguna otra hora, después de todo por eso se llamaba "Bosque Prohibido" porque en efecto, estaba prohibido para todo aquel que no quisiera sufrir de una muerte dolorosa y prematura o algo peor...
Tres jovenes hermanos estaban internos en el bosque esa noche de luna llena en donde el poderoso aullido de un lobo amenazaba bajo el esplendoroso satélite que brillaba aún por encima de las frondosas ramas de los árboles esa noche. Los rayos de luna se filtraban por los pocos resquicios que había entre las hojas y las ramas secas, se podía ver a un joven de cabello negro y ojos verdes muy nervioso ocultando una broma bajo la maleza de hojarasca pútrida y llena de fango, muy cerca se acercaban una niña de pecas y cabello rojo que teblaba al escuchar los secretos del bosque, junto a esa niña se veía otro joven de cabello negro, muy parecidos los tres, el prote enérgico y valeroso de el último joven hacía acotación a su casa, osado y valeroso, termendos atributos para un jóven gryffindor, atributos que esta noche no les servirían a
ninguno de los tres.
Se escucharon gritos de molestia, las hojas de los árboles comenzaron a temblar ante la pelea entre los hermanos y las lágrimas que la luna sentía correr por las mejillas de la niña, lágrimas invisibles de un corazón partido entre dos personas que en ese momento no pensaban con la cabeza, estaba ambos fuera de sí.
El bosque se aprovechó del momento, siempre se ha dicho que hay que dividir para triunfar y en ese momento cuando todos estaban inmersos en su pelea acalorada una poderosa acromántula macho llegó a la escena y con una voz o más bien un quejido tortuoso comenzó a reclamar. Los jóvenes querían escapar, se encontraban en una situación de alto peligro y lo único que los dos hombres querían hacer era salvar la vida y la integridad de su hermana. Decenas de acromántulas se agasapaban cerca de ellos y se mantenían al margen por un hechizo que el joven Slytherin conjuraba para que su hermano tuviera tiempo de sacar de ahí a la pequeña pelirroja.
Un hombre lobo llegó a la escena haciendo que todas las acromántulas corrieran despavoridas del lugar, desaparecieron tan repentinamente que parecía que nunca hubiesen estado ahí, la noche estaba estremecida, el silencio era ensordecedor, únicamente cortado por el ferviente crujir de los huesos del joven pelinegro que ahora se encontraba tumbado a un costado de un árbol y por los gruñidos del lobo al desgarrar la piel de su pecho, las costillas rotas del joven y sangre cubrían su uniforme que originalmente era verde verde, ahora tenía muchas manchas rojas por todos lados. Parecía como si el joven estuviera muerto ya, no se movía pero su respiración seguía latente y sus ojos abiertos, cristalinos como si fueran a ver la última noche de su vida.
Hubo un súbiro resplandor en la oscuridad, enceguecedor, en el que solo se pudo vislumbrar un mago poderoso de barba larga y con anteojos de media luna que resplandecían bajo la luz de la luna llena. El lobo de inmediato miró hacia la aparición y bajó las orejas arrepentido de sus actos o eso era lo que aprecía, si cualquiera lo mirara eso pensaría porque inmediatamente corrió en otra dirección, se internó en le bosque y el hombre desapareció dejando el lugar un poco más claro que antes de llegar.
La noche ofrecía sombras y sonidos atronadores dentro del bosque prohibido, ninguno de los alumnos debía de estar fuera de la cama, mucho menos debía de internarse en el bosque prohibido ni a esa ni a ninguna otra hora, después de todo por eso se llamaba "Bosque Prohibido" porque en efecto, estaba prohibido para todo aquel que no quisiera sufrir de una muerte dolorosa y prematura o algo peor...
Tres jovenes hermanos estaban internos en el bosque esa noche de luna llena en donde el poderoso aullido de un lobo amenazaba bajo el esplendoroso satélite que brillaba aún por encima de las frondosas ramas de los árboles esa noche. Los rayos de luna se filtraban por los pocos resquicios que había entre las hojas y las ramas secas, se podía ver a un joven de cabello negro y ojos verdes muy nervioso ocultando una broma bajo la maleza de hojarasca pútrida y llena de fango, muy cerca se acercaban una niña de pecas y cabello rojo que teblaba al escuchar los secretos del bosque, junto a esa niña se veía otro joven de cabello negro, muy parecidos los tres, el prote enérgico y valeroso de el último joven hacía acotación a su casa, osado y valeroso, termendos atributos para un jóven gryffindor, atributos que esta noche no les servirían a
ninguno de los tres.
Se escucharon gritos de molestia, las hojas de los árboles comenzaron a temblar ante la pelea entre los hermanos y las lágrimas que la luna sentía correr por las mejillas de la niña, lágrimas invisibles de un corazón partido entre dos personas que en ese momento no pensaban con la cabeza, estaba ambos fuera de sí.
El bosque se aprovechó del momento, siempre se ha dicho que hay que dividir para triunfar y en ese momento cuando todos estaban inmersos en su pelea acalorada una poderosa acromántula macho llegó a la escena y con una voz o más bien un quejido tortuoso comenzó a reclamar. Los jóvenes querían escapar, se encontraban en una situación de alto peligro y lo único que los dos hombres querían hacer era salvar la vida y la integridad de su hermana. Decenas de acromántulas se agasapaban cerca de ellos y se mantenían al margen por un hechizo que el joven Slytherin conjuraba para que su hermano tuviera tiempo de sacar de ahí a la pequeña pelirroja.
Un hombre lobo llegó a la escena haciendo que todas las acromántulas corrieran despavoridas del lugar, desaparecieron tan repentinamente que parecía que nunca hubiesen estado ahí, la noche estaba estremecida, el silencio era ensordecedor, únicamente cortado por el ferviente crujir de los huesos del joven pelinegro que ahora se encontraba tumbado a un costado de un árbol y por los gruñidos del lobo al desgarrar la piel de su pecho, las costillas rotas del joven y sangre cubrían su uniforme que originalmente era verde verde, ahora tenía muchas manchas rojas por todos lados. Parecía como si el joven estuviera muerto ya, no se movía pero su respiración seguía latente y sus ojos abiertos, cristalinos como si fueran a ver la última noche de su vida.
Hubo un súbiro resplandor en la oscuridad, enceguecedor, en el que solo se pudo vislumbrar un mago poderoso de barba larga y con anteojos de media luna que resplandecían bajo la luz de la luna llena. El lobo de inmediato miró hacia la aparición y bajó las orejas arrepentido de sus actos o eso era lo que aprecía, si cualquiera lo mirara eso pensaría porque inmediatamente corrió en otra dirección, se internó en le bosque y el hombre desapareció dejando el lugar un poco más claro que antes de llegar.
Re: Deep in the wood! [Privado]
Arqueé una ceja cruzandome de brazos al ver como Albus trataba de sacar valor y me pedía que sacara a Lily del Bosque. Sí, definitivamente aún tenía corazón, tal como yo pensaba. Sonreí ampliamente, sintiendo un orgullo inmenso al ver que tomaba la iniciativa y sacaba el valor que heredó de nuestros padres. Lo más lógico hubiera sido oponerme a aquella locura y quedarme a su lado, jamás lo dejaría solo, pero no quise hacerlo quedar como un tonto frente a Lily, pues me había dado cuenta que toda nuestra vida lo había hecho así. Sé que Albus siempre había sido el blanco perfecto de mis bromas, y que su personalidad no le favorecía en mucho, pero lo que no sabía ni se me había pasado por la cabeza era lo mal que había podido hacerlo sentir todos éstos años.
Cogí a Lily de la mano cuando Albus lanzó el hechizo en contra de las arañas y la llevé entre loa arbustos deteniendo la carrera y sosteniéndola con fuerza para que me mirase. - Lily, Ve por ayuda, no puedo dejar a Snivellus solo, rápido, corre! - le ordené justo cuando el aullido de un hombre lobo se escuchó muy próximo a nosotros haciéndome voltear y observar en todas direcciones pues lo había escuchado muy cerca. Mi mirada se detuvo nuevamente en Lily que no se había movido un solo centímetro. - Qué esperas, Pecosa! Ve por la directora! - le grité y ésta emprendió la carrera hasta el castillo sin chistar. Me devolví hasta donde Albus se encontraba pero mi cuerpo se quedó helado al ver que las arañas ya no se encontraban ahí y en su lugar un hombre lobo parado en su dos patas traseras había acorralado a Severus. El licantropo rasgó su pecho con sus garras pero por suerte en ningún momento lo mordió. - ¡NOOOOO! - exclamé abalanzándome contra él, dando un salto, mientras en el aire tomaba mi forma animaga. A decir verdad era primera vez que lo hacia correctamente sin ningún error.
El cuerpo de Albus calló al suelo, mientras su pecho comenzaba a desangrarse. Yo di un nuevo salto empujando al lobo con mis dos patas delanteras. Tenía claro que los hombres lobos no atacaban a los animagos, por lo menos no si éstos no les atacaban antes. Me aferré con mis patas a su cuello y mordí el hombro del licantropo pero bastó con un solo movimiento de su brazo para lanzarme contra el árbol más próximo. Un gemido salió de mi garganta y caí al suelo de costado. Abrí uno de mis ojos con pereza, tratando de buscar con la mirada a Albus, solo esperaba que él estuviera bien. Si yo moría poco importaba, nadie me extrañaría, pero Albus era una persona muy querida, aunque él no lo notara tenía amigos increíbles, yo tenía mi familia, con quien me llevaba muy bien, pero pocos amigos fuera de ésta, él en cambio era adorado tanto por nuestra familia como por muchas otras. Traté de ponerme de pie en cuatro patas nuevamente pero no lo conseguí y volví a desplomarme perdiendo mi forma animaga.
Cuando creí que todo estaba perdido una resplandor ilumino al licantropo que se aproximaba ésta vez a mi, pero éste detuvo los pasos entre Albus y yo y se centró en la luz que emanaba de la nada el bosque. Alcé mi rostro, con la mirada nublada, y pude ver una silueta, la silueta de un hombre que me entregó una calidez que nunca antes había sentido. El lobo huyó del lugar y la luz se esfumó lentamente hasta perderse completamente. Me arrastré por el suelo los pocos metros que me separaban de mi hermano y besé su frente. - Lo siento... - murmuré apartando mis labios. - Tonto Snivellus... - sonreí y mi cuerpo se desplomó completamente perdiendo la noción del tiempo y del espacio en ese preciso momento.
Cogí a Lily de la mano cuando Albus lanzó el hechizo en contra de las arañas y la llevé entre loa arbustos deteniendo la carrera y sosteniéndola con fuerza para que me mirase. - Lily, Ve por ayuda, no puedo dejar a Snivellus solo, rápido, corre! - le ordené justo cuando el aullido de un hombre lobo se escuchó muy próximo a nosotros haciéndome voltear y observar en todas direcciones pues lo había escuchado muy cerca. Mi mirada se detuvo nuevamente en Lily que no se había movido un solo centímetro. - Qué esperas, Pecosa! Ve por la directora! - le grité y ésta emprendió la carrera hasta el castillo sin chistar. Me devolví hasta donde Albus se encontraba pero mi cuerpo se quedó helado al ver que las arañas ya no se encontraban ahí y en su lugar un hombre lobo parado en su dos patas traseras había acorralado a Severus. El licantropo rasgó su pecho con sus garras pero por suerte en ningún momento lo mordió. - ¡NOOOOO! - exclamé abalanzándome contra él, dando un salto, mientras en el aire tomaba mi forma animaga. A decir verdad era primera vez que lo hacia correctamente sin ningún error.
El cuerpo de Albus calló al suelo, mientras su pecho comenzaba a desangrarse. Yo di un nuevo salto empujando al lobo con mis dos patas delanteras. Tenía claro que los hombres lobos no atacaban a los animagos, por lo menos no si éstos no les atacaban antes. Me aferré con mis patas a su cuello y mordí el hombro del licantropo pero bastó con un solo movimiento de su brazo para lanzarme contra el árbol más próximo. Un gemido salió de mi garganta y caí al suelo de costado. Abrí uno de mis ojos con pereza, tratando de buscar con la mirada a Albus, solo esperaba que él estuviera bien. Si yo moría poco importaba, nadie me extrañaría, pero Albus era una persona muy querida, aunque él no lo notara tenía amigos increíbles, yo tenía mi familia, con quien me llevaba muy bien, pero pocos amigos fuera de ésta, él en cambio era adorado tanto por nuestra familia como por muchas otras. Traté de ponerme de pie en cuatro patas nuevamente pero no lo conseguí y volví a desplomarme perdiendo mi forma animaga.
Cuando creí que todo estaba perdido una resplandor ilumino al licantropo que se aproximaba ésta vez a mi, pero éste detuvo los pasos entre Albus y yo y se centró en la luz que emanaba de la nada el bosque. Alcé mi rostro, con la mirada nublada, y pude ver una silueta, la silueta de un hombre que me entregó una calidez que nunca antes había sentido. El lobo huyó del lugar y la luz se esfumó lentamente hasta perderse completamente. Me arrastré por el suelo los pocos metros que me separaban de mi hermano y besé su frente. - Lo siento... - murmuré apartando mis labios. - Tonto Snivellus... - sonreí y mi cuerpo se desplomó completamente perdiendo la noción del tiempo y del espacio en ese preciso momento.
James S. PotterGRYFFINDOR - Mensajes : 918
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Re: Deep in the wood! [Privado]
Todo parecía empeorar de a poco ¿en qué momento todo se había vuelto contra nosotros? Por eso no era bueno romper las reglas, por eso aquel lugar era llamado “Bosque Prohibido”, pero ¿Qué andaba pensando? Recriminarme el haber salido de la escuela, meterme a aquel lugar tan obscuro y lleno de de animales que nos querían para la cena, no era bueno, no en aquel momento cuando un montón de arañas de acercaban ¿cierto?
Me mordí el labio inferior mientras observaba desde detrás de Al como este comenzaba a alejar a las arañas, suspire aliviada, Al era bueno en aquello, los animalejos no se podrían acercar, se alejarían de nosotros y podríamos regresar los tres juntos a los dormitorios, pero claro, nada en este mundo puede ser sencillo. A lo lejos se escucho el aullido de un lobo, supuse que el mismo de hacia un rato, y las arañas salieron huyendo del lugar, dándome un respiro, para, en su lugar, llegar un hombre lobo. Al le grito algo a James para, justo después, ser atacado por el “lobo”, abrí mucho los ojos y no pude evitar el gritito de sorpresa y horror al ver como mi hermano iba a dar contra el árbol, para volver a ser atacado por el mismo “lobo”. James me alejo de el lugar, no sabía si para alejarme de la visión o de el lugar, supuse que ambas y me dijo algo, a duras penas conseguí clavar mis ojos en él, el volvió a gritarme que saliera de ahí a buscar ayuda, a la directora. Lo mire y luego a Al, no quería irme, pero si no lo hacía mis hermanos… no, no pensaría en aquello en esos momentos. Asentí, me di la media vuelta y eche a correr por donde habíamos llegado.
Realmente esperaba ir en la dirección correcta, no serviría de mucho si me perdía en aquellos momentos, bueno, si, serviría para que algún otro animal se alimentase de mí.
Corrí lo más rápido que mis piernas podían, mas de una vez estuve a punto de chocar contra un árbol o de caer por alguna rama que no había visto, pero eso era porque realmente no estaba siendo consciente de a dónde iba, mis ojos escocían, mis mejillas se sentían húmedas y pegajosas, mientras que mi cabello se pegaba a ellas, cada que parpadeaba veía a Al ahí, tirado, sangrando, otras veces mi mente creaba imágenes peores donde James estaba junto a él, de igual manera, y si no me apuraba, sabia, eso se volvería realidad. Observe luz frente a mí y corrí con más fuerza entrando al castillo, ya no había ahí mas allá de algún alumno que corría retrasado a su recamara, seguramente sería el toque de queda, pero eso no importaba, que nos regañasen y nos castigasen seria una nimiedad a si les pasaba algo a ellos. Subí las escaleras de dos en dos, cosa que nunca podía a menos que fuese lento, mas ahora podía y no me interesaba saber el cómo o el porqué, solo quería llegar.
Toque con todas mis fuerzas en la puerta del despacho de la directora, no importaba si estaba ya en su ropa para dormir, que se cambiase a golpe de varita o corriese a sí, no importaba. Se abrió la puerta y de ella salió una, todavía, Profesora McGonagal que me miraba con el ceño fruncido y una expresión que combinaba sorpresa con enojo, pero la expresión predominante era la preocupación, antes de que pudiese preguntar que pasaba yo le dije: – Profesora, por favor, tiene que ayudarlos – dije en un grito histérico, con la voz algo rasposa, en la mañana, durante el entrenamiento, cuando James cayo de la escoba y se hiso el inconsciente estuve a punto de la histeria, ahora, podía decir, que había pasado el punto de la histeria por mucho. Ella me miro aun confundida, yo la mire suplicante – mis hermanos, profesora, están en problemas – tome aire y agregue antes de que ella preguntase – en el Bosque Prohibido, un lobo ataco a Al y estaba sangrando, ahora temo que James este en iguales condiciones – sentí aun mas mojadas mis mejillas, al mismo tiempo que mi vista se volvía mas borrosa, no sabía si a causa de las lagrimas o del shock al que estaba a punto de entrar, pero en aquel momento no podía dejar que mi visión se fuese, mucho menos la conciencia, parpadee un par de vez y alcance a ver a la siempre impasible directora formar una expresión de susto, tantear sus bolsillos en busca de la preciada varita y murmurar – guíame hasta el lugar y mantente alejada tanto como puedas, sin importar la situación, ¿entendiste? – asentí.
Llegue corriendo de nuevo hasta el bosque, si fuese otra la circunstancia de mi carrera hasta el lugar, seguro me estaría riendo, sorprendiendo y, probablemente, sintiéndome inútil de que una mujer como Minerva McGonagal pudiese correr a mi ritmo, obviamente, en esos momentos, eso no importaba – por aquí – murmure y continúe corriendo, mientras en mi mente seguían aquellas imágenes tan feas y haciéndose cada vez peores estarán bien, yo se que lo estarán, ellos son fuertes[/color] me decía a mi misa tratando de hacerme la fuerte. De pronto, una luz salió de alguna parte del bosque, como si me dirigiese, no dude en seguirla con la profesora pisándome los talones, lo que vi, al llegar, me hiso trastabillar y olvidar lo que le había prometido a la profesora, corrí hasta mis hermanos, la profesora se acerco tras de mí, me jalo de un brazo y me alejo de ellos – te dije que te mantuvieses alejada – me dijo en tono serio, yo sacudí la cabeza sin apartar la mirada de los dos bultos que eran ahora mis hermanos – bien, solo siéntate aquí – me dijo, asentí y me deje caer en el pasto observando, llorando sin hacer ruido y culpándome de todo aquello [i]si corriese más rápido podríamos haber llegado antes y nada de esto hubiese pasado... si no hubiese obligado a James a ir seguro Al se hubiese cansado de esperar y se hubiese ido igual… si no hubiese estado yo ambos se hubiesen podido marchar…
Me mordí el labio inferior mientras observaba desde detrás de Al como este comenzaba a alejar a las arañas, suspire aliviada, Al era bueno en aquello, los animalejos no se podrían acercar, se alejarían de nosotros y podríamos regresar los tres juntos a los dormitorios, pero claro, nada en este mundo puede ser sencillo. A lo lejos se escucho el aullido de un lobo, supuse que el mismo de hacia un rato, y las arañas salieron huyendo del lugar, dándome un respiro, para, en su lugar, llegar un hombre lobo. Al le grito algo a James para, justo después, ser atacado por el “lobo”, abrí mucho los ojos y no pude evitar el gritito de sorpresa y horror al ver como mi hermano iba a dar contra el árbol, para volver a ser atacado por el mismo “lobo”. James me alejo de el lugar, no sabía si para alejarme de la visión o de el lugar, supuse que ambas y me dijo algo, a duras penas conseguí clavar mis ojos en él, el volvió a gritarme que saliera de ahí a buscar ayuda, a la directora. Lo mire y luego a Al, no quería irme, pero si no lo hacía mis hermanos… no, no pensaría en aquello en esos momentos. Asentí, me di la media vuelta y eche a correr por donde habíamos llegado.
Realmente esperaba ir en la dirección correcta, no serviría de mucho si me perdía en aquellos momentos, bueno, si, serviría para que algún otro animal se alimentase de mí.
Corrí lo más rápido que mis piernas podían, mas de una vez estuve a punto de chocar contra un árbol o de caer por alguna rama que no había visto, pero eso era porque realmente no estaba siendo consciente de a dónde iba, mis ojos escocían, mis mejillas se sentían húmedas y pegajosas, mientras que mi cabello se pegaba a ellas, cada que parpadeaba veía a Al ahí, tirado, sangrando, otras veces mi mente creaba imágenes peores donde James estaba junto a él, de igual manera, y si no me apuraba, sabia, eso se volvería realidad. Observe luz frente a mí y corrí con más fuerza entrando al castillo, ya no había ahí mas allá de algún alumno que corría retrasado a su recamara, seguramente sería el toque de queda, pero eso no importaba, que nos regañasen y nos castigasen seria una nimiedad a si les pasaba algo a ellos. Subí las escaleras de dos en dos, cosa que nunca podía a menos que fuese lento, mas ahora podía y no me interesaba saber el cómo o el porqué, solo quería llegar.
Toque con todas mis fuerzas en la puerta del despacho de la directora, no importaba si estaba ya en su ropa para dormir, que se cambiase a golpe de varita o corriese a sí, no importaba. Se abrió la puerta y de ella salió una, todavía, Profesora McGonagal que me miraba con el ceño fruncido y una expresión que combinaba sorpresa con enojo, pero la expresión predominante era la preocupación, antes de que pudiese preguntar que pasaba yo le dije: – Profesora, por favor, tiene que ayudarlos – dije en un grito histérico, con la voz algo rasposa, en la mañana, durante el entrenamiento, cuando James cayo de la escoba y se hiso el inconsciente estuve a punto de la histeria, ahora, podía decir, que había pasado el punto de la histeria por mucho. Ella me miro aun confundida, yo la mire suplicante – mis hermanos, profesora, están en problemas – tome aire y agregue antes de que ella preguntase – en el Bosque Prohibido, un lobo ataco a Al y estaba sangrando, ahora temo que James este en iguales condiciones – sentí aun mas mojadas mis mejillas, al mismo tiempo que mi vista se volvía mas borrosa, no sabía si a causa de las lagrimas o del shock al que estaba a punto de entrar, pero en aquel momento no podía dejar que mi visión se fuese, mucho menos la conciencia, parpadee un par de vez y alcance a ver a la siempre impasible directora formar una expresión de susto, tantear sus bolsillos en busca de la preciada varita y murmurar – guíame hasta el lugar y mantente alejada tanto como puedas, sin importar la situación, ¿entendiste? – asentí.
Llegue corriendo de nuevo hasta el bosque, si fuese otra la circunstancia de mi carrera hasta el lugar, seguro me estaría riendo, sorprendiendo y, probablemente, sintiéndome inútil de que una mujer como Minerva McGonagal pudiese correr a mi ritmo, obviamente, en esos momentos, eso no importaba – por aquí – murmure y continúe corriendo, mientras en mi mente seguían aquellas imágenes tan feas y haciéndose cada vez peores estarán bien, yo se que lo estarán, ellos son fuertes[/color] me decía a mi misa tratando de hacerme la fuerte. De pronto, una luz salió de alguna parte del bosque, como si me dirigiese, no dude en seguirla con la profesora pisándome los talones, lo que vi, al llegar, me hiso trastabillar y olvidar lo que le había prometido a la profesora, corrí hasta mis hermanos, la profesora se acerco tras de mí, me jalo de un brazo y me alejo de ellos – te dije que te mantuvieses alejada – me dijo en tono serio, yo sacudí la cabeza sin apartar la mirada de los dos bultos que eran ahora mis hermanos – bien, solo siéntate aquí – me dijo, asentí y me deje caer en el pasto observando, llorando sin hacer ruido y culpándome de todo aquello [i]si corriese más rápido podríamos haber llegado antes y nada de esto hubiese pasado... si no hubiese obligado a James a ir seguro Al se hubiese cansado de esperar y se hubiese ido igual… si no hubiese estado yo ambos se hubiesen podido marchar…
Lily Luna Potter*GRYFFINDOR - Mensajes : 161
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Albus S. PotterSLYTHERIN - Mensajes : 608
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