¿Eres tu o soy Yo? -Privado-
Página 1 de 1.
¿Eres tu o soy Yo? -Privado-
- ¡Corre, maldita sea, Aleera! - gritó el Slytherin a todo pulmón, tratando de inhalar aire con fuerza en cada jadeo. Tiró de su amiga de la mano con fuerza, la cual parecía quedar atrás a cada momento. En cada dos pasos que él daba ella parecía dar uno, a pesar de que la tenía bien sujeta de su mano. Los arboles se interponían entre ellos y los ladridos y aullidos del monstruo se escuchaban cada vez más lejos, por suerte. Eran uno chicos con suerte, de no ser así no hubieran podido escapar de ése enorme perro negro de tres cabezas.
¿En qué momento se me había ocurrido ayudar a Aleera con ése estúpido proyecto de cuidado de criaturas mágicas? Y pero aún; ¿Por qué me había escogido a mi para ayudarla sabiendo que Samuel era el cerebrito del grupo o teniendo a Malfoy como compañero de clase? - ¿Acaso quieres matarnos, Alie? - dije una vez llegamos al claro del bosque y perdimos de vista al perro de tres cabezas. Solté su mano y di un par de pasos más, adentrándome un poco hasta el centro del claro y me incliné para posar mis manos sobre mis rodillas y tratar de respirar mejor. El hecho de no jugar Quidditch éste año como en los anteriores me estaba pasando la cuenta. Quizás debería entrenar un poco más, aunque no estuviera en el equipo. - Más te vale que tengas... - mi respiración se entrecortaba debido al cansansio y no podía terminar mis frases. - un buen premio por ésto - suspiré finalizando el comentario e irguiendo mi espalda, posando mis manos en la zona baja de ésta. Sonreí ladeando mi rostro hasta Aleera. Sabía lo que deseaba a cambio, más que mal siempre me había pagado de "esa" forma cada favor que le había hecho.
El rubio de ojos grises se aproximó hasta la, supuestamente, menor de las gemelas, con aquel andar seductor y despreocupado. Asciló sus cabellos una vez estuvo a su lado y sonrío de forma coqueta a su amiga. Con su mirada insinuaba todo lo que deseaba. Un lugar como ése obviamente no era concurrido y tenían el tiempo suficiente hasta la cena para pasar un buen rato juntos. Ni el frío otoñal podría aminorar el calor que comenzaba a sentir, pues Aleera siempre había provocado esa excitación descomunal en el joven. Aveces se recriminaba por no ver en Aleera a la mujer de sus sueños, por no verla como veía a Abbie. ¡Por Merlín, eran exactamente iguales! ¿Qué tenía la mayor que la menor no tenía? Nunca había conseguido la respuesta, quizás porque ni siquiera había tenido la oportunidad de besar a Abbie. La culpa, en ocasiones, de ver en Aleera a su hermana mientras hacían el amor, lo carcomía aveces, pero Resnick tenía el suficiente descaro como para superarlo de pronta manera. Se acercó aún más a su amiga y la atrajo por la cintura, logrando que el frágil cuerpo de la morena se incrustara en el suyo. La observó directamente a los ojos, y un leve escalofríos recorrió su espalda, un escalofríos que jamás antes había sentido en ocasiones similares, algo que le agradó, pero que dejó pasar fingiendo una sonrisa, una mascara que solo ocultaba sus más bajos instintos y profundos deseos.
¿En qué momento se me había ocurrido ayudar a Aleera con ése estúpido proyecto de cuidado de criaturas mágicas? Y pero aún; ¿Por qué me había escogido a mi para ayudarla sabiendo que Samuel era el cerebrito del grupo o teniendo a Malfoy como compañero de clase? - ¿Acaso quieres matarnos, Alie? - dije una vez llegamos al claro del bosque y perdimos de vista al perro de tres cabezas. Solté su mano y di un par de pasos más, adentrándome un poco hasta el centro del claro y me incliné para posar mis manos sobre mis rodillas y tratar de respirar mejor. El hecho de no jugar Quidditch éste año como en los anteriores me estaba pasando la cuenta. Quizás debería entrenar un poco más, aunque no estuviera en el equipo. - Más te vale que tengas... - mi respiración se entrecortaba debido al cansansio y no podía terminar mis frases. - un buen premio por ésto - suspiré finalizando el comentario e irguiendo mi espalda, posando mis manos en la zona baja de ésta. Sonreí ladeando mi rostro hasta Aleera. Sabía lo que deseaba a cambio, más que mal siempre me había pagado de "esa" forma cada favor que le había hecho.
El rubio de ojos grises se aproximó hasta la, supuestamente, menor de las gemelas, con aquel andar seductor y despreocupado. Asciló sus cabellos una vez estuvo a su lado y sonrío de forma coqueta a su amiga. Con su mirada insinuaba todo lo que deseaba. Un lugar como ése obviamente no era concurrido y tenían el tiempo suficiente hasta la cena para pasar un buen rato juntos. Ni el frío otoñal podría aminorar el calor que comenzaba a sentir, pues Aleera siempre había provocado esa excitación descomunal en el joven. Aveces se recriminaba por no ver en Aleera a la mujer de sus sueños, por no verla como veía a Abbie. ¡Por Merlín, eran exactamente iguales! ¿Qué tenía la mayor que la menor no tenía? Nunca había conseguido la respuesta, quizás porque ni siquiera había tenido la oportunidad de besar a Abbie. La culpa, en ocasiones, de ver en Aleera a su hermana mientras hacían el amor, lo carcomía aveces, pero Resnick tenía el suficiente descaro como para superarlo de pronta manera. Se acercó aún más a su amiga y la atrajo por la cintura, logrando que el frágil cuerpo de la morena se incrustara en el suyo. La observó directamente a los ojos, y un leve escalofríos recorrió su espalda, un escalofríos que jamás antes había sentido en ocasiones similares, algo que le agradó, pero que dejó pasar fingiendo una sonrisa, una mascara que solo ocultaba sus más bajos instintos y profundos deseos.
Nicholas ResnickPREFECTO/A DE SLYTHERIN - Mensajes : 118
Puntos de Canje : 74399
Fecha de inscripción : 28/04/2011
Temas similares
» ¿Quién eres?
» Hermano... eres una gran broma -.- [Libre]
» Look behind your back {privado}
» Yo, mi, me, contigo [Privado]
» Over-Analysis [Privado]
» Hermano... eres una gran broma -.- [Libre]
» Look behind your back {privado}
» Yo, mi, me, contigo [Privado]
» Over-Analysis [Privado]
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.