Casting Luna Scamander (Lovegood)

El primer rayo de la mañana acababa de filtrarse por un pequeño agujero que se abría en una de las tejas, creo que resultado de un rebote y estallido de una piedra de luna que había caído por azares del destino en una poción sin terminar, cosa agradecida puesto que si hubiera estado terminada aquella pobre piedra hubiera terminado derretida, y ese pequeño agujero, considero, era bastante útil, puesto que me anunciaba cuando ya había trabajado suficiente. La luz me dio directamente en mi mano derecha. La observé unos momentos, con los ojos entornados mientras trataba de encontrar alguna forma curiosa en aquel rayo, a veces me sorprendía y tomaba la forma de precioso nargles, eso había sido la semana pasada, otras adoptaba la forma de un inofensivo unicornio. Ésta mañana tenía forma de caracol.
Sonreí. Sacudí la mano y coloqué la pluma encima del tintero. Debería conseguirme una de esas “pluma a vuela pluma” hacía mucho tiempo, mi precioso hijo me habría sugerido un par de ocasiones. Hubo un pequeño movimiento, que pude sentir en mi mano izquierda. Sonreí aún más. Aquella plantita, un girasol de dorado pétalos acababa de abrir los ojos con timidez. Movió con cuidado una mano de hojitas y volvió a cerrar los ojos, temerosa.

– Sabía que tarde o temprano tendrías que aceptarlo – le dije con dulzura. Llevé mi mano derecha a su pequeña cabeza coronada y la muy pilla me mordió. Luego siguió haciéndose la inanimada. Llevé mi dedo a la mi boca y lo chupé –. ¡Qué pilla! –la observé unos momentos, mientras reparaba en sus pequeños detalles… parecía una preciosa hada del bosque, pero yo sabía que era una emmae irlandesa, por su distinguida y elegante forma de flor de girasol. Sus deditos eran casi imperceptibles, pero cuando se movía podías notarlos.

Tomé mi varita con la mano izquierda. Detrás de mí se escuchaba el rítmico sonido de la imprenta. Entorné los ojos, y la criaturita hizo lo mismo.

– No sabía qué darte –le comenté a emmae, y miré a mi alrededor en busca de algo para obsequiarle–. Pensé en semillas, pero luego pensé que eso sería como vegetabalismo.
La plantita se puso en pie y corrió hacia el rayito de luz emocionada. Acababa de percatarse de él. Fue como si se mojara en la lluvia. Entonces se me ocurrió: luz de sol. Sonreí y tomé mi varita, hice un círculo pequeño y murmuré: lummus solem. En vez de un potente chorro de luz solar, apareció una pequeña bolita de luz concentrada. La emmae corrió hacia ella, la tomó y sin previo aviso dio un salto por la ventana abierta. La observé hasta que se perdió tras un seto.

– A Rolf le encantará saber que una emmae me ha mordido– me dije a mí misma con una radiante sonrisa –. ¡Ah, pero mira! Ha dejado una semilla.
La tomé y salí corriendo del lugar, con el único objetivo de buscar a Rolf Scamander, el amor de mi vida…

Casting Aprobado.
Casi bienvenida al foro Luná..tica.