Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
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Voldemort Returns
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Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
- Reglas del Post:
- Éste es el post de inauguración donde todos están invitados.
-No hay orden de post, pero cada usuario deberá esperar que al menos contesten tres pjs antes para volver a hacerlo. Por ejemplo: Postea James, luego Albus, Rose, Lily, y James podrá volver a postear.
-No se pueden manejar otros pjs cannon como tal, que aún no estén registrados, pues en cualquier momento podrían estarlo y entrar al post y condicionarlos. Solo pueden nombrarlos o hacer mención de ellos, pero no interactuar con ellos.
-Antes de cada post se deberá destacar al inicio de éste el nombre de los pjs con los que se interactue para que no hayan mayores enredos.
-Y la ultima regla y la más importante: Divertirse.
-Recuerden que las mesas están ordenada de izquierda a derecha de ésta forma: BEAUXBATONS - RAVENCLAW - SLYTHERIN - PASILLO - GRYFFINDOR - HUFFLEPUFF - DURMSTRANG
El verano del 2022 llega a su fin, y con él culminan también las vacaciones de los estudiantes de la Escuela de Magia y Hechicería Hogwarts, quienes retornan en el Expreso, dejando la Estación de King's Cross a las 11 de la mañana en punto, del día primero de septiembre. Los alumnos llegan a la estación de Hogsmeade dónde los de segundo a séptimo año montan los carruajes hasta el castillo y los de primero cruzan el lago en los botes con el Guardián de las llaves y terrenos de Hogwarts guiándolos.
Los mayores se reúnen en sus respectivas mesas en el Gran Comedor, donde tanto profesores como funcionarios los esperan. Mientras, los novatos se forman en fila por orden de apellido. Son éstos, lo más pequeños, los que desbordan nerviosismos y sudan como si de aquel día dependiera el resto de su vida, y de hecho así es, pues el Sombrero Seccionador los espera ansioso para dictarles su futuro.
Neville Longbottom se pone de pie y llama uno a uno a los alumnos para que éstos puedan ser juzgados según sus actos, familias o ideologías.
“Los valientes de corazón irán a Gryffindor.
Los leales y astutos de Slytherin son
Las brillantes mentes a Ravenclaw pertenecen
Los más trabajadores y honestos en Hufflepuff recaen.”
Así cada alumno de primero busca su asiento en su respectiva mesa, bajo los estandartes de su propia casa, aquella que los verá crecer durante siete años. Una vez culminada la selección, el Sombrero Seleccionador canta su canción como cada año, y por último, el profesor Longbottom le sede la palabra a la Directora McGonagall quien da la bienvenida a los estudiantes como cada año, incluyendo los avisos de comienzo de curso y la presentación de los profesores a los alumnos de primer año. Los leales y astutos de Slytherin son
Las brillantes mentes a Ravenclaw pertenecen
Los más trabajadores y honestos en Hufflepuff recaen.”
Bienvenidos sean todos a un nuevo año de enseñanza en la escuela de Magia y Hechicería Hogwarts. Espero que los prefectos de cada casa sepan guiar a sus nuevos alumnos y lo instruyan de manera correcto. Éste año a sido un año difícil y lo más relevante a destacar es la tragedia ocurrida en la Academia de Magia Beauxbatons y el Instituto de Magia Durmstrang, el reciente año pasado. Un ataque de magos tenebrosos dejó, además de miles de muertes, a los alumnos de respectivos colegios sin un establecimiento educacional, por ende Hogwarts a abierto sus puertas a éstas jóvenes promesas que serán recibidos como si fuera de la casa. Por favor, demosle la Bienvenida a las hermosas señoritas de la academia Beauxbatons.
Las puertas del comedor se abren de par en par dando paso a la elegancia y el andar delicado de las señoritas de Beauxbatons. Entre suspiros hacen reverencias a los demás alumnos que observan ensimismados la elegante entrada. Aves mágicas entran con ellas revoloteando por los aires y dando un toque más armonioso al desfile mientras se desvanecen en las narices de los alumnos. El baile de las Veelas deja encantado a los chicos que comienzan a aplaudir eufóricos dicha entrada, mientras las señoritas toman asiento en la nueva mesa a la izquierda de las demás. Minerva alza sus brazos y el mentón de forma delicada haciendo callar a todo el colegio con aquel acto para proseguir con la presentación de quienes tomarán haciendo al lado derecho del Gran Comedor en la mesa que los espera.Ahora nuestros amigos que sobrevolaron los vientos del norte. Recibamos a los orgullosos hijos de Durmstrang.
El crujir del piso al contacto de los bastones de los alumnos de Durmstrang sacan chispas, en un desfile coordinado y rígido. Con total maestría los jóvenes avanzan, imponentes, altivos y orgullosos, sin basilar, sin la más mínima muestra de debilidad. Una carrera por el pasillo comienza acompañada de volteretas y maniobras dignas de un gimnasta olímpico. Y por último los escupe fuego crean aquel Fénix que pareciera que fuera incendiar todo el Gran Comedor, el cual se desvanece volando por sobre las cabezas de los alumnos. Así la gran entrada culmina y los alumnos toman asiento en sus respectivas mesas sonriendo a las chicas con coquetería y sin pudor alguno.Así un nuevo año comienza y el Gran Banquete está servido, con suntuosas cantidades de comidas y toda clase de bebidas y brebajes. El primer día, el día que muchos esperan, ya ha dado comienzo, pero hoy no habrá clases, solo una tarde de distracción, diversión y de sociabilidad para conocer tanto a los alumnos de primer año como a los invitados de honor; La Academia Beauxbatons y el Instituto Durmstrang.
Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
[Scorpius... el mejor primo del mundo ]
Llegar a Hogwart siempre se transformaba en lo mejor de mi verano. Anunciaba la lejanía de mis padres, de las actuaciones y del abuelo Nott, con lo cual volvía a ser libre sin esperar más que algún que otro castigo ocasional como reprimenda. El Gran Comedor, como siempre, estaba decorado para la festividad. Podía oler la emoción de los pequeños niños que serían seleccionados en las casas, quienes ni se imaginaban que cada casa era una vida. Yo lo sabía bien, ya que aunque no lo quisiese, Slytherin se había metido en mi sangre y me había alertado que se debía pensar dos o tres veces las cosas antes de actuar, algo que había aprendido a base de golpes.
Caminé hacia mi mesa con una sonrisa de entusiasmo observando hacia todos lados y saludando a aquellos que merecían ser saludados por mí. Mi paso era altivo y veloz, llevando a que prontamente estuviese sentada entre mis compañeros de equipo de Quidditch, junto a Scor. Ya tenía muchas jugadas nuevas que había ideado en mi tiempo de ocio veraniego, y con ello muchas otras estrategias para vencer a las demás casas y hacernos con la Copa. Este año Slytherin merecía ganar, y yo me dedicaría a ello como fuera-. ¿Cómo están mis personas favoritas?- saludé con una encantadora sonrisa admirando mi plato vacío-. Espero que este verano hayan descansado... porque será muy competitivo- agregué con un brillo de victoria en mis ojos. Ya podía saborear la última cena del año con la copa en nuestro poder.
La ceremonía de inicio con la llegada de ese arrugado y viejo sombrero. Lo miré con un dejo de resentimiento, jugando con un tenedor en mi mano e imaginándome todas las formas de destruirlo. Durante los dos primeros años de mi estadía en Hogwarts esa había sido una de mis metas, pero luego pensé que ello sería más que una travesura. Y bueno, no me podía arriesgar a ser expulsada. Así que lo dejé pasar concentrándome en alguna otra aventura... aunque las ganas de destruirlo seguían ahí, latentes y reales en mi interior. Uno a uno los niños fueron siendo nombrados, y me sorprendió al llegar la "W" que ningún nuevo Weasley fuese introducido a Hogwart. Esa familia se reproducía como conejos, definitivamente no tenían nada más interesante que hacer. ¿Aunque cómo culparlos?... a veces esas actividades podían ser muy entretenidas. Sonreí ante mi pensamiento y escuché las palabras de McGonagall. Ya sabía lo que diría, pues mi padre me había informado de los "tristes sucesos". Sólo recordar a mi padre me obligó a arrugar el ceño y me quedé mirando un punto fijo de la mesa, olvidando la voz de McGonagall hasta que un sonido me hizo elevar mi mirada. En un golpe de encanto aparecieron las nuevas chicas que vendrían a deleitar a mis compañeros. Rodeé los ojos al ver su paso grácil y me dieron ganas de golpear a cada uno de mis compañeros de mesa que parecían embobados con ellas. Tanta chica tonta podía significar una competencia, pero a la larga no la serían. Yo me preocuparía de que ellas se transformaran sólo en un insignificante adorno y nada más. Así que volví a sonreír con arrogancia y golpeé a mi primo con el codo. Lo miré y dije en un tono fuerte y burlón- Cuidado, te ahogarás con tu propia saliva, primito-. Luego desvié mi mirada y mis ojos se dirigieron a los machotes que iban entrando. Había que admitir que esos chicos sudaban testosterona por donde se le viera, así que miré a mis compañeras y les apunté a los chicos. Probablemente todas opinaban igual que yo. Quizás me ofrecería a enseñarle el castillo a alguno, nunca estaba mal formar contactos internacionales.
Cuando al fin el desfile de féminas y machos terminó, el banquete apareció sobre las mesas. Sin pensarlo dos veces saqué un poco de puré de patatas. Llevé una cucharada a mi boca, y rápidamente alejé el plato de mi vista. Lo peor de Hogwart era la comida, por eso siempre me preocupaba de traer resevas en mi equipaje-. ¿Y qué tienes en mente para este año, Scor?- le pregunto a mi primo mirándolo después de decidir que no me alimentaría de esa cena-. ¿Una nueva conquista?, ¿un nuevo premio del que tu padre se enorgullezca?, ¿alguna nueva forma de fastidiar a Potter y pandilla?- le interrogo pasando mi mirada por la mesa de los leones. Que me gustaba fastidiarlos, incluso a veces más que a los Ravenclaw-. Lo que es yo pretendo comenzar con las apuestas por el campeón de Quidditch pronto. Necesito dinero- comento imaginando todas las sumas de galeones que podría hacerme este año. Si todo salía bien podría salir de vacaciones sola al año siguiente, ya que tendría 17 años, por lo que sería mayor de edad. Y ello era sinónimo de absoluta libertad.
Última edición por Cassandra Nott el Lun Mar 21, 2011 7:11 pm, editado 1 vez
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
{Cassie.}
Había sido un largo, muy largo y aburrido verano, sus padres había decidido no viajar a ningún lado ese año por lo que solo habían sido unas vacaciones en familia, en casa, con varias reuniones con los demas miembros de ésta y las visitas frecuentes de Potter a casa, era una suerte que hubiera llevado a Albus en varias oportunidades, al parecer Harry Potter y su padre tenían varios asuntos que resolver. Albus, para variar, no sabía nada y a él comenzaba a impacientarle tanto misterio, se sabía que era curioso, no dejará algo misterioso sin saberlo. Esa mañana sus padres lo habían acompañado a la estación para tomar el tren de vuelta al colegio, otro año más se le hechaba encima. El rubiales de Slytherin se había cambiado en el compartimiento del tren y no había salido a patrullar los pasillos hasta estar presentable, los vidrios apenas empañados servían de espejo muchas veces. Era uno de los únicos años en que no compartiría en compartimiento con su mejor amigo, le tocaba aquellos que estaban señalados para los prefectos. Despues de varias horas ya había saludado solemnemente a Rose sin muchas palabras y había reprendido a dos Ravenclaw de tercero por correr por los pasillos. Bajar puntos era de lo mejor, si no eran para su propia casa. Le divertía su nueva tarea, aunque sus facciones no demostraran ni un ínfimo de entusiasmo.
Al llegar al castillo fue uno de los primeros en tomar asiento donde la mesa de los Slytherin y se arremandó apenas las mangas de la túnica antes de que su adorada prima Cassandra se sentara a su lado. Una leve sonrisa apareció en su rostro pálido para luego ddejar un beso en la mejilla de su rubia favorita. Los demás miembros del equipo, frente a ellos se sonrieron entre si cuando ella comentó que tenía nuevos planes para ganar la copa ese año, eso habría que escucharlo mejor, de verdad deseaba hacerle comer el polvo al idiota de Potter mayor. Su mirada fue directamente a la mesa de los leones pero no lo vió allí, desvió otra vez la mirada y la posó en la castaña rojiza en la mesa de Ravenclaw. Cuando el profesor Longbotton comenzó a hablar y los niños de primero se acercaron para la selección del Sombrero prestó atención a ello, olvidadose completamente de todos allí. Su poder de concentración asombraba a más de uno, incluídos sus padres. Con el ceño ligeramente fruncido el rubio se acomodó elegantemente en el banco y observó como uno a uno los alumnos iban sentandose en el taburete de siempre, quizás más añejo que el sombrero. Los rostros temerosos de los pequeños lo habrían hecho sonreír, si él tuviera la sonrisa fácil. La ceremonia duró lo de todos los años, las nuevas serpientes se habían sentado junto a ellos. Las noticias que MacGonagall relataba no eran nada nuevo, se había enterado ya por su padre y había sido una suerte haber podido disuadirlo el año anterior de cambiarlo a Dumstrang, eso había sido una tarea nada fácil y un verano agotador.
Scorpius miró a la puerta principal cuando las alumnas ingresaron al Gran Comedor, una más bella que la otra, su mandíbula se tensó y hubiera abierto la boca exageradamente si su prima no hubiera comentado que estaba babeando - Cassie, solo estoy mirando.. - se excusó ya sin prestarle atención a los Dumstrang que inrrumpían ahora, con esos bastones de ancianos. Parecían gigantes asexuados. Scorpius sonrió, sabía de las intenciones de su prima favorita y se divertía de ver su expresión. - Te traigo un caldero para tus babas hermosa? - preguntó con una sonrisa divertida, bajando la mirada a su plato para que su prima pudiera seguir con sus preguntas, de verdad que no tenía un plan en mente ese año, molestar a Potter no le interesaba en lo absoluto, demostrarle a su padre algo por lo que sentirse orgulloso había pasado a un nivel inferior y lo de las conquistas, ya lo vería a su debido tiempo. Scor miró a su prima, pintando prolijamente su tenedor en una presa de pollo - Ya, no deberían existir las apuestas, está claro que seré el ganador.. - murmuró con petulancia antes de comer de un bocado aquello.
Había sido un largo, muy largo y aburrido verano, sus padres había decidido no viajar a ningún lado ese año por lo que solo habían sido unas vacaciones en familia, en casa, con varias reuniones con los demas miembros de ésta y las visitas frecuentes de Potter a casa, era una suerte que hubiera llevado a Albus en varias oportunidades, al parecer Harry Potter y su padre tenían varios asuntos que resolver. Albus, para variar, no sabía nada y a él comenzaba a impacientarle tanto misterio, se sabía que era curioso, no dejará algo misterioso sin saberlo. Esa mañana sus padres lo habían acompañado a la estación para tomar el tren de vuelta al colegio, otro año más se le hechaba encima. El rubiales de Slytherin se había cambiado en el compartimiento del tren y no había salido a patrullar los pasillos hasta estar presentable, los vidrios apenas empañados servían de espejo muchas veces. Era uno de los únicos años en que no compartiría en compartimiento con su mejor amigo, le tocaba aquellos que estaban señalados para los prefectos. Despues de varias horas ya había saludado solemnemente a Rose sin muchas palabras y había reprendido a dos Ravenclaw de tercero por correr por los pasillos. Bajar puntos era de lo mejor, si no eran para su propia casa. Le divertía su nueva tarea, aunque sus facciones no demostraran ni un ínfimo de entusiasmo.
Al llegar al castillo fue uno de los primeros en tomar asiento donde la mesa de los Slytherin y se arremandó apenas las mangas de la túnica antes de que su adorada prima Cassandra se sentara a su lado. Una leve sonrisa apareció en su rostro pálido para luego ddejar un beso en la mejilla de su rubia favorita. Los demás miembros del equipo, frente a ellos se sonrieron entre si cuando ella comentó que tenía nuevos planes para ganar la copa ese año, eso habría que escucharlo mejor, de verdad deseaba hacerle comer el polvo al idiota de Potter mayor. Su mirada fue directamente a la mesa de los leones pero no lo vió allí, desvió otra vez la mirada y la posó en la castaña rojiza en la mesa de Ravenclaw. Cuando el profesor Longbotton comenzó a hablar y los niños de primero se acercaron para la selección del Sombrero prestó atención a ello, olvidadose completamente de todos allí. Su poder de concentración asombraba a más de uno, incluídos sus padres. Con el ceño ligeramente fruncido el rubio se acomodó elegantemente en el banco y observó como uno a uno los alumnos iban sentandose en el taburete de siempre, quizás más añejo que el sombrero. Los rostros temerosos de los pequeños lo habrían hecho sonreír, si él tuviera la sonrisa fácil. La ceremonia duró lo de todos los años, las nuevas serpientes se habían sentado junto a ellos. Las noticias que MacGonagall relataba no eran nada nuevo, se había enterado ya por su padre y había sido una suerte haber podido disuadirlo el año anterior de cambiarlo a Dumstrang, eso había sido una tarea nada fácil y un verano agotador.
Scorpius miró a la puerta principal cuando las alumnas ingresaron al Gran Comedor, una más bella que la otra, su mandíbula se tensó y hubiera abierto la boca exageradamente si su prima no hubiera comentado que estaba babeando - Cassie, solo estoy mirando.. - se excusó ya sin prestarle atención a los Dumstrang que inrrumpían ahora, con esos bastones de ancianos. Parecían gigantes asexuados. Scorpius sonrió, sabía de las intenciones de su prima favorita y se divertía de ver su expresión. - Te traigo un caldero para tus babas hermosa? - preguntó con una sonrisa divertida, bajando la mirada a su plato para que su prima pudiera seguir con sus preguntas, de verdad que no tenía un plan en mente ese año, molestar a Potter no le interesaba en lo absoluto, demostrarle a su padre algo por lo que sentirse orgulloso había pasado a un nivel inferior y lo de las conquistas, ya lo vería a su debido tiempo. Scor miró a su prima, pintando prolijamente su tenedor en una presa de pollo - Ya, no deberían existir las apuestas, está claro que seré el ganador.. - murmuró con petulancia antes de comer de un bocado aquello.
Scorpius H. MalfoyPREFECTO/A DE SLYTHERIN - Mensajes : 338
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Fecha de inscripción : 16/03/2011
Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
{Caleb White, Lily L. Potter. Mesa de Gryffindor.}
Me tocó compartir carroaje con un par de compañeros y el aburrido de Caleb. Nunca había entendido por qué se alejaba solo de los grupos, pero yo siempre trataba de incluirlo, pues siendo hijo de muggle de seguro se le hacía más difícil adaptarse, pero, por Merlín, ya va en Séptimo! Debería de pensar en algo que lo hiciera incorporarse más, quizás presentarle alguna amiga. - White, cambia esa cara de bobo y dime que bueno hiciste éste verano - le dije una vez llegamos a la mesa de Gryffindor sentándome a su lado. No veía no a Fred, ni a LilyLú, ni a ninguno de mis primos o amigos cerca, aunque de seguro aún no llegaban de los carros.
El comedor se llenó rápidamente, y los peques no tardaron en hacer filas para la Selección del Sombrero. Omitiré las cara de terror de algunos chicos por entrar a Slytherin, o las cara de disgusto por haber sido enviados a Hufflepuff y me centraré en los pequeños que se entraron a Gryffindor. A más de alguno le alboroté el cabello al cabello al pasar por mi lado dándoles la bienvenida. El sombrero seleccionador estaba cada año más ocurrente con sus justificaciones para la selección y la canción también lo fue. El jefe de nuestra casa dio la palabra a la directora y mi ceño se frunció por inercia ante sus palabras. Aún no podía comprender como mi padre no había conseguido información necesaria para secar a esos enfermos en Azkaban, por suerte la mirada de todos fue deleitada por las bellezas de Beauxbatons que llegaban de visita ese año al colegio. ¡Oh si! ?Uh, la, lá! Éste año sería muy interesante. Omitiré comentarios con respecto a la cara de bobo que pusieron White y mis amigos ante la entrada de las chicas, aunque son dignas de destacar, y me centraré en alardear que en vez de ser yo el que suspiraba al verlas, más de una había suspirado al verme a mi. Oh si, y notece que soy modesto.
Ya luego hicieron entrada los chicos rudos de Durmstrang y rodó los ojos por inercia ante sus vueltas de niñas corpulentos y sus bastonazos saca chispas en el suelo. Que aburrido. Aunque a las chicas no les pareció nada aburrido. Busqué a Lily con la mirada y la vi sentada a mi lado. ¿En qué momento había llegado? Le cubrí los ojos con ambas manos y al atraje hasta mi con fuerza. - No mires que no quiero que éstos chicos rudos perviertan tu virginal mente como lo han hecho con seguramente con Roxanne - le dije dandole un beso en mejilla e impidiéndole ver el espectáculo, por lo menos hasta que vi salir el Fénix de los escupe fuegos, eso si era digno de ser observado.
La cena estaba servida y no tardé en pinchar con mi tenedor un trozo de pollo para llevarlo a mi plato, mientras con mi mano cogía un tuto de pollo y le daba un par de mordiscos. Alcé mi mirada por sobre mis compañeros y del otro lado vi como Malfoy y su prima me observaban. ¿Y ahora qué? No había hecho nada, de momento, pero no los culpaba, pues el nombre de James Sirius Potter sonaba en boca de tantas personas en el colegio -sobre todo de chicas- que se sorprenderían. - ¿Has visto a Albus, LilyLú? No lo veo con su amigo el oxigenado. ¿Por qué cuando empieza el año todos parecen huir de mi? - pregunté al aire al no ver a mis primos ni amigos cerca de donde nos encontrábamos.
El comedor se llenó rápidamente, y los peques no tardaron en hacer filas para la Selección del Sombrero. Omitiré las cara de terror de algunos chicos por entrar a Slytherin, o las cara de disgusto por haber sido enviados a Hufflepuff y me centraré en los pequeños que se entraron a Gryffindor. A más de alguno le alboroté el cabello al cabello al pasar por mi lado dándoles la bienvenida. El sombrero seleccionador estaba cada año más ocurrente con sus justificaciones para la selección y la canción también lo fue. El jefe de nuestra casa dio la palabra a la directora y mi ceño se frunció por inercia ante sus palabras. Aún no podía comprender como mi padre no había conseguido información necesaria para secar a esos enfermos en Azkaban, por suerte la mirada de todos fue deleitada por las bellezas de Beauxbatons que llegaban de visita ese año al colegio. ¡Oh si! ?Uh, la, lá! Éste año sería muy interesante. Omitiré comentarios con respecto a la cara de bobo que pusieron White y mis amigos ante la entrada de las chicas, aunque son dignas de destacar, y me centraré en alardear que en vez de ser yo el que suspiraba al verlas, más de una había suspirado al verme a mi. Oh si, y notece que soy modesto.
Ya luego hicieron entrada los chicos rudos de Durmstrang y rodó los ojos por inercia ante sus vueltas de niñas corpulentos y sus bastonazos saca chispas en el suelo. Que aburrido. Aunque a las chicas no les pareció nada aburrido. Busqué a Lily con la mirada y la vi sentada a mi lado. ¿En qué momento había llegado? Le cubrí los ojos con ambas manos y al atraje hasta mi con fuerza. - No mires que no quiero que éstos chicos rudos perviertan tu virginal mente como lo han hecho con seguramente con Roxanne - le dije dandole un beso en mejilla e impidiéndole ver el espectáculo, por lo menos hasta que vi salir el Fénix de los escupe fuegos, eso si era digno de ser observado.
La cena estaba servida y no tardé en pinchar con mi tenedor un trozo de pollo para llevarlo a mi plato, mientras con mi mano cogía un tuto de pollo y le daba un par de mordiscos. Alcé mi mirada por sobre mis compañeros y del otro lado vi como Malfoy y su prima me observaban. ¿Y ahora qué? No había hecho nada, de momento, pero no los culpaba, pues el nombre de James Sirius Potter sonaba en boca de tantas personas en el colegio -sobre todo de chicas- que se sorprenderían. - ¿Has visto a Albus, LilyLú? No lo veo con su amigo el oxigenado. ¿Por qué cuando empieza el año todos parecen huir de mi? - pregunté al aire al no ver a mis primos ni amigos cerca de donde nos encontrábamos.
James S. PotterGRYFFINDOR - Mensajes : 918
Puntos de Canje : 72753
Fecha de inscripción : 16/03/2011
Localización : En Sortilegios Weasley.
Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
{Jamie Potter.}
Lily siempre fue una de esas personas demasiado simpática. Había dejado a su madre en la estación de trenes esa mañana, tras la costumbre de pedirle que le escribiera. Un abrazo y un gran beso, pero por primera vez, logró contener las lágrimas. Se separó de Jamie durante el viaje, ella tenía amigos a quienes saludar, además de claro todos sus primos. Su familia era enorme, eso seguro.
Una sonrisa embobada se formó en sus labios ni bien sus ojos se encontraron con el inmenso castillo, éste año prometía muchas cosas. Se subió en la carrozas junto con sus compañeras de curso, entre risitas bobas y divertidas, contando aventuras del verano. Ella, cómo siempre sólo repetía que se pasó el verano jugando Quidditch, lo único que recibía a cambio eran suspiros babosos, de aquellas que les entraba el calor de tan sólo pensar en su hermano sin camisa. Tampoco es que fuese la gran cosa. Pero ya se había acostumbrado, por lo que de momento no dejaba que sus celos afloraran, si de todos modos ellas tenían razón, no lograban apreciarlo nunca. La ceremonia de principio de curso les esperaba a todos, no le molestaba, al contrario,siempre se le hacía divertido observar a los de primer curso, sin dejar de recordar el primer día que ella pisó Hogwarts, varios años antes.
Cruzó las grandes puertas y sus bellos ojos enseguida se desviaron hacia la mesa Gryffindor, buscando a su hermano mayor con la mirada. Le localizó enseguida y se despidió de sus amigas, que comenzaban a cuchichear de lo bien que le había sentado el verano. En algún momento, algún día, debían de cansarse de hablar de el.
Observa la mesa del otro lado del Gran Comedor, pero no logra ver a Albus. Se da por vencida y se deja caer sobre el asiento, en su puesto junto a James. No dice nada porque en ese momento oye al profesor comenzar y luego, al viejo sombrero elegir uno a uno los alumnos de primero. Sonríe divertida cuándo ve a su hermano hacer aquello con los pobres niños, todos los conocen y sabe que cuando las niñas le miran le reconocen por su tan destacable cabello. Ella las mira y saluda con un simple hola, pero eso, ya es suficiente como para que ella te conmueva.
Más tarde, un par de silbidos llamaron su atención y cuándo desvió la mirada observó a las chicas de Beauxbatons entrar. Suspiró, fruenciendo un poco el ceño en señal de desagrado. Se comportaban como animales en celo, ni más ni menos. Pero ella sólo las veía como una amenaza en el Quidditch, poco le impotaba en realidad si se ligaban al colegio entero, exeptuando claro está a sus dos hermanos, pero por lo demás, no le molestaba en absoluto que las bellas señoritas estuviesen allí.
Sólo momentos después, tras una breve introducción, los chicos de Durmstrang hicieron su entrada. Ahora se oían suspiros y risitas nerviosas por el lugar, a lo que rodó los ojos de inmediato. Chicos que tuvieran más músculo que cerebro le interesaban menos que saber con quién se acuesta Scorpius Malfoy. De la nada sintió como le cubrían los ojos y la jalaban con fuerza hacia uno de los lados-¡James!-se quejó en voz baja, regañándolo por lo tomaba.Intentó safarse de su agarre unos momentos, hasta sentir lo que le decía. Río Divertida, Rose se encontraba perfectasmente bien cómo estaba, el seguramente la subestimaba. Nadie sería capaz de siquiera intentar meterse con su inocencia, porque sería meterse con uno de los chicos más rudos e influyentes del mundo.Se alegró de que por fin le soltara y se dedicó a mirar al bonito fénix hasta que éste desapareció, con ese brillo curioso y ciertamente algo infantil en los ojos.
Oyó las palabras de James y se encogió de hombros, la verdad no tenía ni idea de donde estaría Albus si no era con Malfoy. Escuchó lo que decía y sonrió de lado-Oye, hermano, nadie quiere huir de tí, sobre todo el ego, que no parece disiparse ni siquiera el primer día-lo jode, lo pica y le molesta, porque es su hermano y no tiene nada mejor que hacer.
Cuándo observa la comida frente a ellos se le hace agua la boca instantáneamente.Ve a James y enarca ambas cejas, algo de modales podría llegar a tener. Se sirve lo mismo que su hermano, pero claro, como con menos desesperación y con algo menos de apetito seguramente. Está bien, esas seis ranas de chocolate durante el viaje habían hecho que su hambre no fuese demasiado grande por esas horas.
La pelirroja se puso de pie unos momentos, para poder servir zumo en su copa y en la de su hermano, estando más cómoda de pie. Por más tonto que sonase, no se acostumbraba a hacerlo con magia. Bueno, algo del abuelo Arthur también heredó. Sonrió, no era necesario que le agradeciera, a ella le encantaba mimarle.
Lily siempre fue una de esas personas demasiado simpática. Había dejado a su madre en la estación de trenes esa mañana, tras la costumbre de pedirle que le escribiera. Un abrazo y un gran beso, pero por primera vez, logró contener las lágrimas. Se separó de Jamie durante el viaje, ella tenía amigos a quienes saludar, además de claro todos sus primos. Su familia era enorme, eso seguro.
Una sonrisa embobada se formó en sus labios ni bien sus ojos se encontraron con el inmenso castillo, éste año prometía muchas cosas. Se subió en la carrozas junto con sus compañeras de curso, entre risitas bobas y divertidas, contando aventuras del verano. Ella, cómo siempre sólo repetía que se pasó el verano jugando Quidditch, lo único que recibía a cambio eran suspiros babosos, de aquellas que les entraba el calor de tan sólo pensar en su hermano sin camisa. Tampoco es que fuese la gran cosa. Pero ya se había acostumbrado, por lo que de momento no dejaba que sus celos afloraran, si de todos modos ellas tenían razón, no lograban apreciarlo nunca. La ceremonia de principio de curso les esperaba a todos, no le molestaba, al contrario,siempre se le hacía divertido observar a los de primer curso, sin dejar de recordar el primer día que ella pisó Hogwarts, varios años antes.
Cruzó las grandes puertas y sus bellos ojos enseguida se desviaron hacia la mesa Gryffindor, buscando a su hermano mayor con la mirada. Le localizó enseguida y se despidió de sus amigas, que comenzaban a cuchichear de lo bien que le había sentado el verano. En algún momento, algún día, debían de cansarse de hablar de el.
Observa la mesa del otro lado del Gran Comedor, pero no logra ver a Albus. Se da por vencida y se deja caer sobre el asiento, en su puesto junto a James. No dice nada porque en ese momento oye al profesor comenzar y luego, al viejo sombrero elegir uno a uno los alumnos de primero. Sonríe divertida cuándo ve a su hermano hacer aquello con los pobres niños, todos los conocen y sabe que cuando las niñas le miran le reconocen por su tan destacable cabello. Ella las mira y saluda con un simple hola, pero eso, ya es suficiente como para que ella te conmueva.
Más tarde, un par de silbidos llamaron su atención y cuándo desvió la mirada observó a las chicas de Beauxbatons entrar. Suspiró, fruenciendo un poco el ceño en señal de desagrado. Se comportaban como animales en celo, ni más ni menos. Pero ella sólo las veía como una amenaza en el Quidditch, poco le impotaba en realidad si se ligaban al colegio entero, exeptuando claro está a sus dos hermanos, pero por lo demás, no le molestaba en absoluto que las bellas señoritas estuviesen allí.
Sólo momentos después, tras una breve introducción, los chicos de Durmstrang hicieron su entrada. Ahora se oían suspiros y risitas nerviosas por el lugar, a lo que rodó los ojos de inmediato. Chicos que tuvieran más músculo que cerebro le interesaban menos que saber con quién se acuesta Scorpius Malfoy. De la nada sintió como le cubrían los ojos y la jalaban con fuerza hacia uno de los lados-¡James!-se quejó en voz baja, regañándolo por lo tomaba.Intentó safarse de su agarre unos momentos, hasta sentir lo que le decía. Río Divertida, Rose se encontraba perfectasmente bien cómo estaba, el seguramente la subestimaba. Nadie sería capaz de siquiera intentar meterse con su inocencia, porque sería meterse con uno de los chicos más rudos e influyentes del mundo.Se alegró de que por fin le soltara y se dedicó a mirar al bonito fénix hasta que éste desapareció, con ese brillo curioso y ciertamente algo infantil en los ojos.
Oyó las palabras de James y se encogió de hombros, la verdad no tenía ni idea de donde estaría Albus si no era con Malfoy. Escuchó lo que decía y sonrió de lado-Oye, hermano, nadie quiere huir de tí, sobre todo el ego, que no parece disiparse ni siquiera el primer día-lo jode, lo pica y le molesta, porque es su hermano y no tiene nada mejor que hacer.
Cuándo observa la comida frente a ellos se le hace agua la boca instantáneamente.Ve a James y enarca ambas cejas, algo de modales podría llegar a tener. Se sirve lo mismo que su hermano, pero claro, como con menos desesperación y con algo menos de apetito seguramente. Está bien, esas seis ranas de chocolate durante el viaje habían hecho que su hambre no fuese demasiado grande por esas horas.
La pelirroja se puso de pie unos momentos, para poder servir zumo en su copa y en la de su hermano, estando más cómoda de pie. Por más tonto que sonase, no se acostumbraba a hacerlo con magia. Bueno, algo del abuelo Arthur también heredó. Sonrió, no era necesario que le agradeciera, a ella le encantaba mimarle.
Lily L. PotterGRYFFINDOR - Mensajes : 133
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Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
{Cassandra (amiga de la infancia)}
Todo me había tomado por sorpresa, jamás me hubiese imaginado que los planes que habían tenido para ella, los tenían para mi; el mismo cambio, el mismo traslado, de cualquier forma había "sobrevivido" gracias a más de una razón. No opuse resistencia ya que no tenía escuela donde estudiar ahora, todo eran escombros de lo que había quedado después del "pequeño" incidente en el que casualmente me vi involucrada, tal vez era esa la razón del porque me encontraba tan tranquila con el cambio, fue algo que estuve dispuesta a hacer en compañía de mi padre y no me arrepentía en lo más mínimo, al contrario, eran de esos momentos que me llenaban de orgullo. Después de un par de años volvería a ver a mi mejor amiga, mi hermana, a quien extrañaba con ganas, Honey era la única que sabía mis más oscuros secretos, con la única que podía llorar sin esconderme después de la muerte de mi madre; he ahí una razón más. Quizá un poco más de dos maletas se llenaron con mi equipaje: ropa, recuerdos, trofeos a la mejor estudiante incluso, todos y cada uno de ellos ya se preparaban para salir directo a la costa sur de Londres y así mismo, abordar en el tren del andén 9 & 3/4 directo a los montes Leavesden a mi nuevo colegio, el que resonaba por ser el "mejor" Colegio de Magia y Hechicería de Europa, Hogwarts. Debo admitir que había cierto toque de emoción en mi, la idea de volver a ver a mi hermana me resultaba un sentimiento puro y también, por si fuera poco, iba a reencontrarme con mi mejor amiga de la infancia, a quien también había dejado de ver hace mucho tiempo: Cassandra Nott; su padre y el mio se conocían desde hace mucho tiempo y así fue que nos conocimos, en una de las reuniones que se organizaban de vez en cuando en mi mansión.
El traslado y viaje a Hogwarts es irrelevante, sólo chicos y chicas emocionados por el nuevo curso, mirándome a mi y algunas compañeras un tanto extraño por ser nuevas pero no era algo que me incomodaba ni me molestara. Un par de horas más y el tren se detuvo en la estación, habíamos llegado en nada y lo mejor de todo era que no había terminado molesta por un viaje pesado que iba de arriba a abajo, mi buen humor se mantenía intacto y la emoción también. Bajamos de aquel tren y se nos fue dirigido al castillo sin nuestros respectivos equipajes, ya que al parecer escuché a una chica a mi lado, las cosas al llegar estarían ahí. En el camino al castillo, en mi mente se apoderaron los nervios, si bien era cierto, no iba a llegar como alumna de intercambio, sino como una alumna de hogwarts más. Mi padre, madre, abuelos y más recientemente mi hermana, habían pertenecido a la casa de aquellos de mente brillante y audaz, Ravenclaw, y debido a eso, sentía quizá una necesidad de seguir la "tradición" de la familia y quedar en esa misma casa. Muchas veces mi padre me comentaba cosas de su infancia y adolescencia en Hogwarts, el decía que mi forma de ser era la de una serpiente pero que mi mente sobrepasaba la de ellos considerablemente y era en esos momentos en los que realmente me preguntaba ¿En qué casa estaría?.
Inevitable negar que la impresión de tan gigantesco castillo me había llevado al entrar, era muchísimo más grande que Beauxbatons y sorprendentemente, más hermoso. Las puertas se abrieron dejándonos el paso libre, nadie hablaba como tal pero se alcanzaban a escuchar unos cuantos cuchicheos mientras subíamos las escaleras en dirección al comedor. Unos minutos de espera nos fueron solicitados mientras esperábamos con ansias que nos dejaran pasar y pasando éstos, nos fue permitido pasar a aquel bello salón adornado con velas flotando y un techo encantado de manera que reflejara una noche estrellada, era algo sumamente increíble. Caminamos por un angosto pasillo entre las mesas de las respectivas casas, las chicas y chicos con un uniforme de estas se dirigían directamente hacia sus lugares mientras los demás nos dirigíamos al frente, donde se alcanzaba a visualizar un pequeño banco de madera con un sombrero viejo sobre éste. Mis nervios aumentaron considerablemente con cada paso que me iba acercando al lugar donde sería anunciada mi casa en Hogwarts, tanto así que ni siquiera me preocupe por buscar a mi hermana entre los alumnos que aplaudían, cortejaban y esas cosas a los nuevos, como yo.
Uno a uno fueron pasando: ¡Slytherin! ¡Hufflepuff! ¡Ravenclaw! ¡Gryffindor!. Todos pasaban menos yo o eso creía hasta que escuché mi nombre - ¿Melanie Mounier? - me paralicé y abrí mis ojos como platos, sintiendo como mi respiración se hacía torpe. Respiré hondo y duvitativamente subí aquellos escasos escalones, me senté en el banco y se me colocó el sombrero - Astuta y Leal, tu casa podría ser Slytherin... - mis ojos se apretaron en ese momento, mi respiración era aun más entrecortada, no dije nada - pero tu mente es brillante y está por sobre el promedio de una serpiente... Te pondré en... - mis puños cerraron apretándose con fuerza - RAVENCLAW!- un suspiro y una sonrisa amplia se enmarcaron en mi rostro y fue ahí cuando escuché mi nombre a lo alto en una voz inconfundible, Honey movía los brazos desde su mesa... desde nuestra mesa y salí corriendo hasta allá. Un abrazo fuerte nos unió por varios minutos y sí, unas lagrimas empañaron mis ojos de la alegría, a veces yo misma me daba risa de lo apaciguada e inocente que lograba lucir. Por inercia volteé mi rostro a la mesa de atrás, una sorpresa me llevé cuando vi que estaba tras de mi Cassandra, quien al parecer estaba ocupada con su primo, Scorpius, pero no me importaba, quería saludarla - Cassie! - me limité a estirar mis brazos para recibir un abrazo de su parte, mientras la ceremonia de selección seguía en lo suyo, mis compañeras francesas y chicos noruegos entraban por el pasillo causando estragos desde ya.
Todo me había tomado por sorpresa, jamás me hubiese imaginado que los planes que habían tenido para ella, los tenían para mi; el mismo cambio, el mismo traslado, de cualquier forma había "sobrevivido" gracias a más de una razón. No opuse resistencia ya que no tenía escuela donde estudiar ahora, todo eran escombros de lo que había quedado después del "pequeño" incidente en el que casualmente me vi involucrada, tal vez era esa la razón del porque me encontraba tan tranquila con el cambio, fue algo que estuve dispuesta a hacer en compañía de mi padre y no me arrepentía en lo más mínimo, al contrario, eran de esos momentos que me llenaban de orgullo. Después de un par de años volvería a ver a mi mejor amiga, mi hermana, a quien extrañaba con ganas, Honey era la única que sabía mis más oscuros secretos, con la única que podía llorar sin esconderme después de la muerte de mi madre; he ahí una razón más. Quizá un poco más de dos maletas se llenaron con mi equipaje: ropa, recuerdos, trofeos a la mejor estudiante incluso, todos y cada uno de ellos ya se preparaban para salir directo a la costa sur de Londres y así mismo, abordar en el tren del andén 9 & 3/4 directo a los montes Leavesden a mi nuevo colegio, el que resonaba por ser el "mejor" Colegio de Magia y Hechicería de Europa, Hogwarts. Debo admitir que había cierto toque de emoción en mi, la idea de volver a ver a mi hermana me resultaba un sentimiento puro y también, por si fuera poco, iba a reencontrarme con mi mejor amiga de la infancia, a quien también había dejado de ver hace mucho tiempo: Cassandra Nott; su padre y el mio se conocían desde hace mucho tiempo y así fue que nos conocimos, en una de las reuniones que se organizaban de vez en cuando en mi mansión.
El traslado y viaje a Hogwarts es irrelevante, sólo chicos y chicas emocionados por el nuevo curso, mirándome a mi y algunas compañeras un tanto extraño por ser nuevas pero no era algo que me incomodaba ni me molestara. Un par de horas más y el tren se detuvo en la estación, habíamos llegado en nada y lo mejor de todo era que no había terminado molesta por un viaje pesado que iba de arriba a abajo, mi buen humor se mantenía intacto y la emoción también. Bajamos de aquel tren y se nos fue dirigido al castillo sin nuestros respectivos equipajes, ya que al parecer escuché a una chica a mi lado, las cosas al llegar estarían ahí. En el camino al castillo, en mi mente se apoderaron los nervios, si bien era cierto, no iba a llegar como alumna de intercambio, sino como una alumna de hogwarts más. Mi padre, madre, abuelos y más recientemente mi hermana, habían pertenecido a la casa de aquellos de mente brillante y audaz, Ravenclaw, y debido a eso, sentía quizá una necesidad de seguir la "tradición" de la familia y quedar en esa misma casa. Muchas veces mi padre me comentaba cosas de su infancia y adolescencia en Hogwarts, el decía que mi forma de ser era la de una serpiente pero que mi mente sobrepasaba la de ellos considerablemente y era en esos momentos en los que realmente me preguntaba ¿En qué casa estaría?.
Inevitable negar que la impresión de tan gigantesco castillo me había llevado al entrar, era muchísimo más grande que Beauxbatons y sorprendentemente, más hermoso. Las puertas se abrieron dejándonos el paso libre, nadie hablaba como tal pero se alcanzaban a escuchar unos cuantos cuchicheos mientras subíamos las escaleras en dirección al comedor. Unos minutos de espera nos fueron solicitados mientras esperábamos con ansias que nos dejaran pasar y pasando éstos, nos fue permitido pasar a aquel bello salón adornado con velas flotando y un techo encantado de manera que reflejara una noche estrellada, era algo sumamente increíble. Caminamos por un angosto pasillo entre las mesas de las respectivas casas, las chicas y chicos con un uniforme de estas se dirigían directamente hacia sus lugares mientras los demás nos dirigíamos al frente, donde se alcanzaba a visualizar un pequeño banco de madera con un sombrero viejo sobre éste. Mis nervios aumentaron considerablemente con cada paso que me iba acercando al lugar donde sería anunciada mi casa en Hogwarts, tanto así que ni siquiera me preocupe por buscar a mi hermana entre los alumnos que aplaudían, cortejaban y esas cosas a los nuevos, como yo.
Uno a uno fueron pasando: ¡Slytherin! ¡Hufflepuff! ¡Ravenclaw! ¡Gryffindor!. Todos pasaban menos yo o eso creía hasta que escuché mi nombre - ¿Melanie Mounier? - me paralicé y abrí mis ojos como platos, sintiendo como mi respiración se hacía torpe. Respiré hondo y duvitativamente subí aquellos escasos escalones, me senté en el banco y se me colocó el sombrero - Astuta y Leal, tu casa podría ser Slytherin... - mis ojos se apretaron en ese momento, mi respiración era aun más entrecortada, no dije nada - pero tu mente es brillante y está por sobre el promedio de una serpiente... Te pondré en... - mis puños cerraron apretándose con fuerza - RAVENCLAW!- un suspiro y una sonrisa amplia se enmarcaron en mi rostro y fue ahí cuando escuché mi nombre a lo alto en una voz inconfundible, Honey movía los brazos desde su mesa... desde nuestra mesa y salí corriendo hasta allá. Un abrazo fuerte nos unió por varios minutos y sí, unas lagrimas empañaron mis ojos de la alegría, a veces yo misma me daba risa de lo apaciguada e inocente que lograba lucir. Por inercia volteé mi rostro a la mesa de atrás, una sorpresa me llevé cuando vi que estaba tras de mi Cassandra, quien al parecer estaba ocupada con su primo, Scorpius, pero no me importaba, quería saludarla - Cassie! - me limité a estirar mis brazos para recibir un abrazo de su parte, mientras la ceremonia de selección seguía en lo suyo, mis compañeras francesas y chicos noruegos entraban por el pasillo causando estragos desde ya.
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Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
Era por la mañana del día 1 de Septiembre que todas las alumnas del colegio de magia de Beauxbatons se encontraban reunidas frente a un enorme carruaje plateado con multitud de adornos de oro y de perlas. Se notaba temor y emoción en el aire, una mezcla un tanto extraña de sentimientos contradictorios. Nadie, o casi nadie, se había recuperado aún del fuerte golpe que causó la destrucción de Beauxbatons, y por ese mismo motivo muchas de las alumnas no se sentían a salvo. A más de una se le había muerto la hermana, la prima e incluso la mejor amiga. Era una suerte no haber muerto en esa pequeña guerra, pero esa no fue la preocupación de la joven Grey. Ella conocía la identidad de algunos de los atacantes, y la verdad era que uno en especial le era peligrosamente cercano, pero ese seguramente era uno de los motivos por el cual no había muerto bajo las ruinas y los escombros del castillo.
Aún no se podía creer que por decisión del Ministerio de magia Francés en acuerdo con el Británico, decidieran mandar a los alumnos de Durmstrang y Beauxbatons a Hogwarts, pero aún podía entender menos como sus padres le decían que si, ¡que era lo mejor! ¿Estar mezclada entre tanto sangre sucia es lo mejor para su hija? Por favor...
Más que emoción por conocer a gente nueva, Lysbeth hacía cara de indiferencia y resignación. El viaje en carruaje se prolongó más de lo esperado, pero llegaron justo por la cena de inicio de curso.
La rubia tubo que esperar junto a sus compañeras fuera del gran comedor a que hicieran la tría de los alumnos nuevos de primer curso, que se alargó una buena media hora. Después, una voz de mujer de edad algo avanzada se hizo oír con una voz fuerte y clara, haciendo una amable presentación que no llegó a equivaler la exquisita entrada que las jóvenes hicieron.
Cuando las puertas se abrieron y todas las miradas se volvieron hacia ellas, se repartieron en cuatro filas y con las cabeza bien altas entraron dándose paso entre las miradas. Sus andares eran finos y delicados, y Lysbeth no dudó ni un instante en sonreír a más de un embobado, entre los cuales se encontraba un joven apuesto de ojos vidriosos y cabello castaño que llevaba una túnica negra y roja carmesí. Su larga melena se balanceaba a su espalda con clase y belleza durante todo el recorrido, acaparando centenares de miradas más.
Después de tal entrada y mientras las jóvenes se dirigían hacia la única mesa vacía que había, se escuchó a la directora pidiendo silencio para la otra entrada. Obviamente y como era algo natural, los otros invitados tenían que ser las jóvenes promesas de las Artes Oscuras e hijos del norte, los de Durmstrang. Dimitri estaría entre ellos. Con algo de emoción en sus azulados ojos, esperó la entrada de Durmstrang que acaparó tantas miradas por parte de las chicas, buscando a un rubio que le resultara familiar, su hermano.
Al final del acto aplaudió sin mas, observando el techo de la gran sala en la cual se imitaba a la perfección una noche de luna nueva totalmente estrellada.
Después de que todos los alumnos de Hogwarts recobraran el aliento, la comida apareció a lo largo de toda la mesa. Todo tipo de carnes, pescados, verduras y bebidas. Al fin y al cabo, algo bueno había que tener ese castillo.
Aún no se podía creer que por decisión del Ministerio de magia Francés en acuerdo con el Británico, decidieran mandar a los alumnos de Durmstrang y Beauxbatons a Hogwarts, pero aún podía entender menos como sus padres le decían que si, ¡que era lo mejor! ¿Estar mezclada entre tanto sangre sucia es lo mejor para su hija? Por favor...
Más que emoción por conocer a gente nueva, Lysbeth hacía cara de indiferencia y resignación. El viaje en carruaje se prolongó más de lo esperado, pero llegaron justo por la cena de inicio de curso.
La rubia tubo que esperar junto a sus compañeras fuera del gran comedor a que hicieran la tría de los alumnos nuevos de primer curso, que se alargó una buena media hora. Después, una voz de mujer de edad algo avanzada se hizo oír con una voz fuerte y clara, haciendo una amable presentación que no llegó a equivaler la exquisita entrada que las jóvenes hicieron.
Cuando las puertas se abrieron y todas las miradas se volvieron hacia ellas, se repartieron en cuatro filas y con las cabeza bien altas entraron dándose paso entre las miradas. Sus andares eran finos y delicados, y Lysbeth no dudó ni un instante en sonreír a más de un embobado, entre los cuales se encontraba un joven apuesto de ojos vidriosos y cabello castaño que llevaba una túnica negra y roja carmesí. Su larga melena se balanceaba a su espalda con clase y belleza durante todo el recorrido, acaparando centenares de miradas más.
Después de tal entrada y mientras las jóvenes se dirigían hacia la única mesa vacía que había, se escuchó a la directora pidiendo silencio para la otra entrada. Obviamente y como era algo natural, los otros invitados tenían que ser las jóvenes promesas de las Artes Oscuras e hijos del norte, los de Durmstrang. Dimitri estaría entre ellos. Con algo de emoción en sus azulados ojos, esperó la entrada de Durmstrang que acaparó tantas miradas por parte de las chicas, buscando a un rubio que le resultara familiar, su hermano.
Al final del acto aplaudió sin mas, observando el techo de la gran sala en la cual se imitaba a la perfección una noche de luna nueva totalmente estrellada.
Después de que todos los alumnos de Hogwarts recobraran el aliento, la comida apareció a lo largo de toda la mesa. Todo tipo de carnes, pescados, verduras y bebidas. Al fin y al cabo, algo bueno había que tener ese castillo.
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Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
El nuevo bibliotecario estaba enfundado ya en una túnica soberbia, negra como la noche con algún que otro detalle blanquecino y se encaminaba hacia la mesa que le había sido asignada. Allí estaba, la mesa de los parias... podía convivir con una enfermera, con el guardabosques... ¿pero con un maldito squib como Filch? Aquello iba absolutamente en contra a sus ideales y tenía completamente asumido que, a la primera de cambio, desaparecería de aquel lugar tan animado, simplemente por alejarse de todos aquellos mestizos, sangres sucia, traidores y demás alimañas. Carraspeó mientras se sentaba en su sitio, lejos del Squib y, apoyando sus codos en la mesa, juntando ambas manos en un puño, giró su vista hacia Longobottom que se disponía a realizar la selección.
Escuchó tranquilo, jugando de vez en cuando con los cubiertos o escudriñando con su mirada a todos los alumnos, en medio de ellos los de primero, como carnosas presas que se encuentran en un estanque lleno de pirañas; lo qué daría por volver a sentir esa sensación. Y así, una vez que el pasillo central quedó completamente limpio y todos los novatos estaban ya en sus respectivas casas, la directora Minerva se alzó con la voz, captando la atención del neo-mortífago que seguía todo aquello con cierta trivialidad hasta el momento.
Casi se le escapa una pequeña sonrisa cuando nombró los acontecimientos acaecidos en las escuelas de Durmstrang y Beauxbatons donde él había jugado a favor del Señor Tenebroso. Su cara plasmó la divertida incredulidad al escuchar que los alumnos de ambas academias vendrían a cursar allí en Hogwarts. "Todos juntos y unidos en el ataque definitivo", aquello no era un hecho pero estaba deseando ver Hogwarts envuelto en llamas, con miles de cadáveres de traidores y sangres sucia. Ahora que lo recapacitaba, se encargaría de mantener la cabeza de Filch colgada de la torre más alta del castillo.
Dieron paso al espectáculo de las francesas que hizo surgir un aplauso general en la sala. Sus movimientos gráciles y afrancesados inundaron la sala en baba y hormonas de los jóvenes del lugar; Matt se limitó a aplaudir, con aquella sonrisa tan enferma y diabólica mientras clavaba su mirada en una francesa en concreto. La rubia hija de su compañero mortífago Grey, sin duda era toda una preciosidad y destilaba atracción por todos sus poros. Matthew recordó el anonimato que había guardado, en el ataque de Beaux, cuando junto con Grey fueron a constatar que se encontraba sana y salva. Él ya la había visto anteriormente, tras la máscara mortífaga, ella no conocía su verdadera identidad.
Cuando tomaron asiento las francesas, McGonagall hizo un llamamiento a los supervivientes de Durmstrang que entraron con su típica parafernalia, mostrando su fuerza bruta. La mirada del bibliotecario quedó perdida en el reluciente suelo del Gran Comedor, recordando la rápida e indolora muerte de su padre, envuelto en los fríos dedos del rayo verde y cómo había tenido que acarrear con su cuerpo y desaparecer antes de tiempo, sin llegar a deleitarse con la destrucción del edificio por completo. Su padre había muerto y quitada la angustia principal ahora se sentía el doble de autónomo e importante, habiéndolo relevado en su alto puesto mortífago y habiendo además heredado una gran suma de dinero que podría hacer que disfrutara de la vida con total libertad, sin trabajo alguno. Pero no, él se debe por y para la causa de depuración, hasta que no consiga un mundo limpio no parará y no cesará de ofrecer sus servicios al Señor Tenebroso, hasta su muerte.
Los del norte acabaron tomando sitio y pudo dar comienzo a la gran cena de inicio. El vaso de Englewood se llenó sólo de una sustancia de color dorado, dio un trago que endulzó sus labios pero a la vez molestó en su garganta y se dignó a hincar su tenedor en la comida con cierto hastío, sin muchas ganas de comer. Su mirada seguía fijándose muy detenidamente en la hija de Grey, cavilando.
Escuchó tranquilo, jugando de vez en cuando con los cubiertos o escudriñando con su mirada a todos los alumnos, en medio de ellos los de primero, como carnosas presas que se encuentran en un estanque lleno de pirañas; lo qué daría por volver a sentir esa sensación. Y así, una vez que el pasillo central quedó completamente limpio y todos los novatos estaban ya en sus respectivas casas, la directora Minerva se alzó con la voz, captando la atención del neo-mortífago que seguía todo aquello con cierta trivialidad hasta el momento.
Casi se le escapa una pequeña sonrisa cuando nombró los acontecimientos acaecidos en las escuelas de Durmstrang y Beauxbatons donde él había jugado a favor del Señor Tenebroso. Su cara plasmó la divertida incredulidad al escuchar que los alumnos de ambas academias vendrían a cursar allí en Hogwarts. "Todos juntos y unidos en el ataque definitivo", aquello no era un hecho pero estaba deseando ver Hogwarts envuelto en llamas, con miles de cadáveres de traidores y sangres sucia. Ahora que lo recapacitaba, se encargaría de mantener la cabeza de Filch colgada de la torre más alta del castillo.
Dieron paso al espectáculo de las francesas que hizo surgir un aplauso general en la sala. Sus movimientos gráciles y afrancesados inundaron la sala en baba y hormonas de los jóvenes del lugar; Matt se limitó a aplaudir, con aquella sonrisa tan enferma y diabólica mientras clavaba su mirada en una francesa en concreto. La rubia hija de su compañero mortífago Grey, sin duda era toda una preciosidad y destilaba atracción por todos sus poros. Matthew recordó el anonimato que había guardado, en el ataque de Beaux, cuando junto con Grey fueron a constatar que se encontraba sana y salva. Él ya la había visto anteriormente, tras la máscara mortífaga, ella no conocía su verdadera identidad.
Cuando tomaron asiento las francesas, McGonagall hizo un llamamiento a los supervivientes de Durmstrang que entraron con su típica parafernalia, mostrando su fuerza bruta. La mirada del bibliotecario quedó perdida en el reluciente suelo del Gran Comedor, recordando la rápida e indolora muerte de su padre, envuelto en los fríos dedos del rayo verde y cómo había tenido que acarrear con su cuerpo y desaparecer antes de tiempo, sin llegar a deleitarse con la destrucción del edificio por completo. Su padre había muerto y quitada la angustia principal ahora se sentía el doble de autónomo e importante, habiéndolo relevado en su alto puesto mortífago y habiendo además heredado una gran suma de dinero que podría hacer que disfrutara de la vida con total libertad, sin trabajo alguno. Pero no, él se debe por y para la causa de depuración, hasta que no consiga un mundo limpio no parará y no cesará de ofrecer sus servicios al Señor Tenebroso, hasta su muerte.
Los del norte acabaron tomando sitio y pudo dar comienzo a la gran cena de inicio. El vaso de Englewood se llenó sólo de una sustancia de color dorado, dio un trago que endulzó sus labios pero a la vez molestó en su garganta y se dignó a hincar su tenedor en la comida con cierto hastío, sin muchas ganas de comer. Su mirada seguía fijándose muy detenidamente en la hija de Grey, cavilando.
Matthew S. EnglewoodBIBLIOTECARIO DE HOGWARTS - Mensajes : 84
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Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
{Scorpius y Melanie}
Antes de que la ceremonia terminara del todo no pude evitar darme cuenta que una vieja amiga había sido seleccionada. Sonreí de inmediato y me giré para saludarla. La abracé con fuerza y la miré a los ojos-. Mel, me alegro que estés aquí- comenté para luego arrugar el ceño-. Aunque una lástima que no entrarás a Slytherin. Tus compañeros son taaan aburridos- dije rodando los ojos y dando una mirada a la mesa de las águilas. Mi mirada se detuvo un segundo en Weasley. Esa chica me sacaba de quicio muchísimas veces. Nadie podía aparentar más aburrimiento que ella, y por eso no entendía qué gracia le veía Scorpius. "De seguro sólo ve lo que oculta su blusa", pensé para mis adentros chasqueando la lengua. Le di una última sonrisa a Mel y volví mi mirada hacia mis queridas serpientes.
El puré de patatas ya estaba frío en el plato, a la vez que oía el ruido de metales chocar a causa de los tenedore y cuchillos que iban y venían, cortando el banquete de inaguración y viajando hacia las bocas de todos los alumnos que estaban en el Gran Comedor. Sonreí ante el comentario de Scorpius y lo miré. Al parecer mi primito andaba de buen humor ese día-. ¿Tú ganar?. Scorpius, tú sabes muy bien que nadie le gana a un Nott- respondo con un dejo de burla. No era común que yo sacara a relucir mi apellido, pero en ciertas ocasiones me gustaba jugar con él. Después de todo ser Nott era signo de poder-. Y menos jugando bajo mis reglas. Pero dale, apuesta- le ofrezco con una sonrisa de petulancia. Llevé mi cabello hacia atrás y le hice ojitos sólo para molestarlo-. Total no me vendría mal acaparar un poco de tu holgada mesada- agrego riéndome y apretando con mis dedos sus mejillas. Me gustaba burlarme de Scor, ya que al ser familia podíamos pelear y jurarnos la guerra eterna, pero al día siguiente volvíamos a ser primos y mejores amigos de toda la vida, así que era inevitable que nos reencontraramos una vez más. Aunque nunca ninguno de los dos pedía perdón, esa era una tácita regla.
Entonces mi mirada viajó a lo largo de la sala. Habían más colores, y por ende más competencia para la copa. Eso hizo que una sonrisa se dibujara en mi rostro-. ¿Primo?- lo llamo en un susurro. Me inclino hacia él con lentitud y le murmuro al oído-. Deberíamos tantear terreno entre las francesas y los machotes de Durmstrang. No sabemos nada de su juego, y eso puedo ser una desventaja- le digo mirando fijamente ambas mesas. Obviamente me refería al Quidditch, y por ello hablaba despacio. En esos lugares siempre habían muchos oídos escuchando y aún más oídos observando. No me había pasado desapercibida la mirada de Jimmy Potter, y ahora yo lo miré mientras hablaba con su hermanita. Se dibujó una sonrisa pícara en mi rostro-. Tú podrías encargarte de las francesas- le digo a mi primo dejando de mirar a Potter y posando mis ojos en los grisáceos de Scorpius-. Déjame a mí a los machotes. De seguro me informan de cosas interesantes- sonrío y arreglo mi cabellera. Ese año mi única preocupación sería el Quidditch. O al menos esa era mi intención... pues con los sueños proféticos nunca se sabía.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
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Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
De verdad que las comidas de Hogwarts no eran ni por ásomo lo que eran en su casa, Scorpius estaba acostumbrado a que la nueva elfina doméstica que había traído su padre de valla a saber donde le preparara lo que quisiera, a escondidas le preparaba las mejores hamburguesas de queso, no había nada más rico que aquello. El rubión estaba conforme, al menos así lo demostraba. Las presentaciones, avisos importantes, y la selección del sombrero habían terminado y podía comer en paz sin prestarle atención a las demas casas. Engullía sin perder su elegancia, su zumo de calabaza se había transformado en cerveza de mantequilla con un simple hechizo, benigno, pues todavía no quería morir por tomar aquel líquido horrible. Scorpius vió cuando Potter alzó la vista hacia su mesa e hizo gesto de genuino desagrado hacia éste, volviendo su atención al a mesa de profesores, había un hombre nuevo y parecía molesto, el Slytherin de tanto observar tenía un persepción increíble.
No miró a su rubia prima mientras le hablaba, ni siquiera cuando ésta abrazó a la nueva Ravenclaw, sinceramente no le interesaba de quien se tratara en ese momento, estaba comiendo, su mirada perdida en su pollo mientras seguía pinchando el tenedor en el plato, se sirvió otra presa y prosiguió del mismo modo. Su sonrisa ya había desaparecido, lo que Cassandra le decía lo escuchaba a medias, si, podía con las Beaux de cualquier manera, no era algo dificil despues de todo. - Lo haré, y te apuesto lo que sea a que no lo harás.. - se refería a ganar, por supuesto, amaba la competencia y los desafíos, era más fuerte que él, no podría negarselo. Scorpius estaba tomando muy en serio la apuesta, la miró de reojo. - Te acostarás conmigo si gano.. - le susurró en el oído, ella podía pedir lo que quisiera a cambio, pero estaba claro que no ganaría. Besó su mejilla sin pestañear.
No miró a su rubia prima mientras le hablaba, ni siquiera cuando ésta abrazó a la nueva Ravenclaw, sinceramente no le interesaba de quien se tratara en ese momento, estaba comiendo, su mirada perdida en su pollo mientras seguía pinchando el tenedor en el plato, se sirvió otra presa y prosiguió del mismo modo. Su sonrisa ya había desaparecido, lo que Cassandra le decía lo escuchaba a medias, si, podía con las Beaux de cualquier manera, no era algo dificil despues de todo. - Lo haré, y te apuesto lo que sea a que no lo harás.. - se refería a ganar, por supuesto, amaba la competencia y los desafíos, era más fuerte que él, no podría negarselo. Scorpius estaba tomando muy en serio la apuesta, la miró de reojo. - Te acostarás conmigo si gano.. - le susurró en el oído, ella podía pedir lo que quisiera a cambio, pero estaba claro que no ganaría. Besó su mejilla sin pestañear.
Scorpius H. MalfoyPREFECTO/A DE SLYTHERIN - Mensajes : 338
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Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
[James y Lily Potter]
El verano termino, todo empezaba de nuevo solo que en un curso distinto, con una dificultad diferente a la del año pasado. Me encontraba junto a James quien trataba de hacerme unir a su grupo, trataba de sacarme algunas palabras pero como siempre mi actitud de chico vergonzoso hacia que solo sonreía ante cualquier palabra que él diga. Me llamaba cara de bobo, yo sonreía porque me resultaba gracioso. Quede mirando a la mesa con la cabeza gacha, jugando con mis dedos sin saber bien que decirle, creo que él odiaba mi forma de ser por no poder expresarme bien o por no poder decir dos palabras sin tartamudear – Pu.. pues… estuve de vacaciones con mi familia, no hay mucho que contar… pe… pero viaje a Paris, ahí pase un gran tiempo de mis vacaciones, el restante estuve en Londres – Le hable en todo momento sin poder mirarlo, no entendía bien eso que me agarraba de no mirar a la gente cuando le hablaba, como que me daba vergüenza hacerlo, era tan raro en verdad - ¿Tu que hiciste en el verano? – Le pregunte para mantener una charla.
Los nuevos alumnos estaban ansiosos por saber a que casa iban a ser asignados. Algunos ponían caras de sorpresa, otros se iban angustiados porque no era realmente a la casa que querían pertenecer. Me daba algo de pena ver sus caras pero no podía hacer nada al respecto, la decisión del sombrero era irreprochable y precisa, nunca se confundía. En fin solo era esperar, ayudar a esos pequeños que iban ingresando a nuestra casa. Algunos tenían gestos bastante tiernos en sus rostros cuando entraban a la casa que querían pertenecer, aunque como era de esperarse, cada vez que el sombrero gritaba “Slytherin” una cara perversa salía de aquel niño que entraba a esa casa. Su actitud se veía reflejaba en un simple gesto egoísta pero después de todo eran pequeños, de seguro algunos podían ser simpáticos. Las niñas de Beuxbatons hicieron su aparición en el castillo danzando con elegancia como siempre lo hacían, sus movimientos elegantes los cuales eran acompañados de su belleza. Mi mirada se veía asombrada por el espectáculo que brindaban, mire a James de reojo para notar algo, su cara parecía chorrear baba por las chicas las cuales habían hecho su presentación en Hogwarts. Los chicos de Durmstrang entraron haciendo piruetas con sus bastones o no se que, los cuales largaban chispas para todos lados. Era un show entretenido el cual tenia total adrenalina con esos movimientos que hacían.
Luego de momentos de silencio por las presentaciones, todo el bullicio empezó, todos hablando al mismo tiempo haciendo un mar de voces que se acoplaban. Mi mirada buscaba a alguien entre tantos alumnos pero no la encontraba, no podía dejar de ver a la mesa de Ravenclaw para ver a Zia. Había mucha gente en el medio así que me resigne luego de un rato en el cual Lily llego a sentarse al lado de su hermano. La mire por detrás de él con una sonrisa amable para saludarla luego de que su hermano termino de hablarle – Ho… Hola Lily - Dije en un tono bastante tímido el cual pareció temblar por mi boba tartamudez. De seguro me reía del apodo que me puse James porque lo aceptaba.
Bueno, al parecer Lily no había escuchando que la salude, pero no importaba después de todo había un bullicio grande. Lo que mas me importaba era que no podía encontrar a esa persona que hacia un rato la estaba buscando con mi vista. Intente encontrarla de nuevo pero ni de casualidad pude hacerlo. Mi atención en buscar a Zia se vio interrumpida por la charla entre hermanos que me resulto gracioso y no pude evitar reír. La contestación que le dio Lils a James me hizo tentar pero tenia que aguantar las ganas aunque me reí mucho en un lapso corto de tiempo – No te preocupes James ya va a aparecer. Aunque puede que este presente y tus ojos no lo encuentren – Habia mucha gente, resultaba muy difícil encontrar a alguien ente la multitud, tendrías que tener o mucha suerte o muy buena vista.
El verano termino, todo empezaba de nuevo solo que en un curso distinto, con una dificultad diferente a la del año pasado. Me encontraba junto a James quien trataba de hacerme unir a su grupo, trataba de sacarme algunas palabras pero como siempre mi actitud de chico vergonzoso hacia que solo sonreía ante cualquier palabra que él diga. Me llamaba cara de bobo, yo sonreía porque me resultaba gracioso. Quede mirando a la mesa con la cabeza gacha, jugando con mis dedos sin saber bien que decirle, creo que él odiaba mi forma de ser por no poder expresarme bien o por no poder decir dos palabras sin tartamudear – Pu.. pues… estuve de vacaciones con mi familia, no hay mucho que contar… pe… pero viaje a Paris, ahí pase un gran tiempo de mis vacaciones, el restante estuve en Londres – Le hable en todo momento sin poder mirarlo, no entendía bien eso que me agarraba de no mirar a la gente cuando le hablaba, como que me daba vergüenza hacerlo, era tan raro en verdad - ¿Tu que hiciste en el verano? – Le pregunte para mantener una charla.
Los nuevos alumnos estaban ansiosos por saber a que casa iban a ser asignados. Algunos ponían caras de sorpresa, otros se iban angustiados porque no era realmente a la casa que querían pertenecer. Me daba algo de pena ver sus caras pero no podía hacer nada al respecto, la decisión del sombrero era irreprochable y precisa, nunca se confundía. En fin solo era esperar, ayudar a esos pequeños que iban ingresando a nuestra casa. Algunos tenían gestos bastante tiernos en sus rostros cuando entraban a la casa que querían pertenecer, aunque como era de esperarse, cada vez que el sombrero gritaba “Slytherin” una cara perversa salía de aquel niño que entraba a esa casa. Su actitud se veía reflejaba en un simple gesto egoísta pero después de todo eran pequeños, de seguro algunos podían ser simpáticos. Las niñas de Beuxbatons hicieron su aparición en el castillo danzando con elegancia como siempre lo hacían, sus movimientos elegantes los cuales eran acompañados de su belleza. Mi mirada se veía asombrada por el espectáculo que brindaban, mire a James de reojo para notar algo, su cara parecía chorrear baba por las chicas las cuales habían hecho su presentación en Hogwarts. Los chicos de Durmstrang entraron haciendo piruetas con sus bastones o no se que, los cuales largaban chispas para todos lados. Era un show entretenido el cual tenia total adrenalina con esos movimientos que hacían.
Luego de momentos de silencio por las presentaciones, todo el bullicio empezó, todos hablando al mismo tiempo haciendo un mar de voces que se acoplaban. Mi mirada buscaba a alguien entre tantos alumnos pero no la encontraba, no podía dejar de ver a la mesa de Ravenclaw para ver a Zia. Había mucha gente en el medio así que me resigne luego de un rato en el cual Lily llego a sentarse al lado de su hermano. La mire por detrás de él con una sonrisa amable para saludarla luego de que su hermano termino de hablarle – Ho… Hola Lily - Dije en un tono bastante tímido el cual pareció temblar por mi boba tartamudez. De seguro me reía del apodo que me puse James porque lo aceptaba.
Bueno, al parecer Lily no había escuchando que la salude, pero no importaba después de todo había un bullicio grande. Lo que mas me importaba era que no podía encontrar a esa persona que hacia un rato la estaba buscando con mi vista. Intente encontrarla de nuevo pero ni de casualidad pude hacerlo. Mi atención en buscar a Zia se vio interrumpida por la charla entre hermanos que me resulto gracioso y no pude evitar reír. La contestación que le dio Lils a James me hizo tentar pero tenia que aguantar las ganas aunque me reí mucho en un lapso corto de tiempo – No te preocupes James ya va a aparecer. Aunque puede que este presente y tus ojos no lo encuentren – Habia mucha gente, resultaba muy difícil encontrar a alguien ente la multitud, tendrías que tener o mucha suerte o muy buena vista.
Última edición por Caleb White el Miér Mar 23, 2011 7:40 am, editado 1 vez
Invitado- Invitado
Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
- orden de mesas:
- Recuerden que las mesas están ordenada de izquierda a derecha de ésta forma: BEAUXBATONS - RAVENCLAW - SLYTHERIN - PASILLO - GRYFFINDOR - HUFFLEPUFF - DURMSTRANG
Todo un espectáculo. Cabe decir que más de una de las chicas de Beauxbatons llamó mi atención, entre ellas, destacaba una rubia de intensos ojos azules y cristalinos. Sí, su mirada me prendió, no así lo hacían los tartamudeos de White. - Viajé a ver los escombros de Durmstrang y Beauxbatons - le respondí de forma cortante, pues estaba más pendiente de la ceremonia que de la conversación. Definitivamente debería hacer algo con ese chico, o terminaría siendo el mangoneado de Gryffindor. No sería difícil sacarle partido, pues según las compañeras de casa, tenía lo suyo, por lo menos físicamente hablando. Quizás le pediría ayuda a Fred y Roxanne para ver como le sacábamos partido al cara de bobo. Si es que hasta para saludar no tenia gracia. Si había alguien de quien no tenía que preocuparme porque cortejara a mi dulce hermanita sería Caleb White, no señor, coqueteando era más malo que pegarle a la abuelita.
Arrugé la nariz ante las burlas de Lily y la atraje abrazándola con fuerza para llenarla de besos babosos en la mejilla. - muah, muak, muaah! Se que aún así me amas, Pecosa - le dije mientras la besaba y llenaba su mejilla de baba. Me separé de ella mientras el cara de bobo parecía formular frases sin tartamudear. Ya estaba entrando en confianza, eso era algo. - ¿Y tu de qué te ríes, cara de bobo? - le pregunté frunciendo el ceño, pero luego mi clásica y patán sonrisa hizo acto de presencia al ver su extraña actitud. - ¿Buscas a alguien, White? ¿Una amiga quizás? - le pregunté divertido dándole un codazo despacio en el estomago. Ahora comprendía a qué se referían las chicas con sus "el cara de bobo se las trae" o sus "tiene la pura cara...".
El bullicio no me dejaba escuchar nada concreto. Todos hablaban a la vez, y yo aún no encontraba a mis amigos y a Albus. Pero al que si pude apreciar, en la mesa de las serpientes, fue a Malfoy y su prima. Los había visto con anterioridad, y sería interesante pasar a ver que tal habían pasado sus vacaciones, aunque no me interesase en absoluto. - Es hora de saludar a nuestros compañeros - dije al aire, poniéndome de pie, con la mirada y la sonrisa fija en la primogénita Nott y el Malfoy Jr. Rodeé la mesa de Gryffindor, pues estaba del otro lado y de frente a ellos, y pasé por frente de la mesa de profesores, y junto a ellos, puede notar la mesa de los funcionarios de Hogwarts. Ahí estaba él, Filch, el Squib que siempre había tratado de pillarme con las manos en la masa pero sin éxito. Le sonreí pedante y burlón y le hice una leve reverencias a la distancia. Del otro lado de la misma mesa había un nuevo sujeto con la misma cara de pocos amigos que Filch. De seguro cubriría el puesto de Bibliotecario o el de nochero, fuera cual fuera no sería bueno tenerlo cerca. Rodeé la mesa de Slytherin, caminando entre ésta y la de los Ravenclaw. Saludé a la distancia a mis amigos y primos de ésta última casa hasta detenerme junto a los primitos del año que parecían secretearse por lo bajo. - ¿Planeando los venenos que se inyectarán ésta noche para no deshidratarse? - saludé a las serpiente llevando mis manos a las carteras y sonriendo con una ceja alzada. A mi espalda dos chicas, las cuales no habían pasado para nada desapercibidas, debían estar mirándome. Bueno, muchas debían estar haciéndolo, pero la Rubia de Beauxbaton y la pelirroja nueva de Ravenclaw llamaron mi atención desde un principio. Sin embargo no volteé a mirarla. Mantener el misterio era lo más importante. - Busco a Albus, ¿Lo has visto, Malfoy? - pregunté ésta vez en un tono más cortante y serio. No me interesaba entablar conversación con él, pues era más aburrido que bordar con McGonagall.
Última edición por James S. Potter el Miér Mar 23, 2011 4:49 am, editado 1 vez (Razón : orden de mesas.)
James S. PotterGRYFFINDOR - Mensajes : 918
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Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
[Cassandra, Scorpius y James]
Estaba sentada en la mesa de Slytherin. Mi mesa, mi sitio... mi casa definitivamente. Llevaba años viendo este espectáculo que era el primer día del curso. Los alumnos de primero miraban a todas partes, nerviosos, asombrados y quizás terriblemente asustados. Sí, ya se encontraban en Hogwarts. En la escuela de magia y hechicería más importante de todo el mundo, la más conocida y ahora... el hogar de otros estudiantes. Las gráciles chicas francesas me hicieron recordar mi propio hogar. Sí, años atrás yo también había vivido en Francia, algún que otro año, demasiado tiempo para mí pues estaba acostumbrada a ir de un lado a otro. ¿Francesa? Sí, me consideraba francesa, aunque simplemente fuera por el hecho de haber estado en ese país más tiempo que en ninguno.
Observé con algo de curiosidad a los alumnos de primero. Uno a uno iban pasando por el Sombrero Seleccionador, que les iba indicando su casa. Gryffindor, Hufflepuff, Slytherin, Ravenclaw... Rojo, amarillo, verde o azul. Colores con los que se identificarían durante nada menos y nada más que siete años y ¿por qué no decirlo? Para el resto de su vida. Puesto que estaba segura que los colores nos marcarían para siempre. Miré mi túnica, y más concretamente mi escudo bordado en ella. Acaricié la serpiente con la punta de mis dedos y esbocé una leve sonrisa. Alcé mi mirada al escuchar voces conocidas a mi alrededor y posé mis ojos en Scorpius y Cassandra. Dos viejos amigos, dos buenos amigos, dos serpientes, dos compañeros, dos...
Me levanté de mi sitio y apoyé mi cuerpo sobre la mesa de mi casa. Observé a mis compañeros y esbocé una sonrisa. -¿Cómo estáis queridos?-les pregunté con una sonrisa en mis labios- ¿El verano ha ido bien? La verdad es que no había sabido mucho de ellos durante las vacaciones entre curso y curso. Alguna carta, pero poco más. Quise ir a Francia, quise ver a antiguas amistades, sobre todo después del altercado, pero no me había sido posible. Mis padres no habían querido ni oír hablar de esa posibilidad, mucho menos me habían querido escuchar a mí. Estaba segura de que si se lo hubiera comentado cualquier otra persona le habrían hecho caso a la mínima, pero claro... yo no era nadie. Tan sólo su hija, una persona de la que sólo se acordaban cuando debían parecer una familia feliz y unida.
Sacudí la cabeza y entonces vi como se acercaba James Potter. Otro que tal, alguien sumamente irritable, o al menos bajo mi punto de vista. Sí, lo conocía y para mi desgracia coincidía bastante con él, aunque sólo fuera en el club de duelo al cual pertenecíamos los dos. Escuché que preguntaba por Albus y reí ligeramente.-Seguramente se esté escondiendo de ti, yo también lo haría, la verdad.
Estaba sentada en la mesa de Slytherin. Mi mesa, mi sitio... mi casa definitivamente. Llevaba años viendo este espectáculo que era el primer día del curso. Los alumnos de primero miraban a todas partes, nerviosos, asombrados y quizás terriblemente asustados. Sí, ya se encontraban en Hogwarts. En la escuela de magia y hechicería más importante de todo el mundo, la más conocida y ahora... el hogar de otros estudiantes. Las gráciles chicas francesas me hicieron recordar mi propio hogar. Sí, años atrás yo también había vivido en Francia, algún que otro año, demasiado tiempo para mí pues estaba acostumbrada a ir de un lado a otro. ¿Francesa? Sí, me consideraba francesa, aunque simplemente fuera por el hecho de haber estado en ese país más tiempo que en ninguno.
Observé con algo de curiosidad a los alumnos de primero. Uno a uno iban pasando por el Sombrero Seleccionador, que les iba indicando su casa. Gryffindor, Hufflepuff, Slytherin, Ravenclaw... Rojo, amarillo, verde o azul. Colores con los que se identificarían durante nada menos y nada más que siete años y ¿por qué no decirlo? Para el resto de su vida. Puesto que estaba segura que los colores nos marcarían para siempre. Miré mi túnica, y más concretamente mi escudo bordado en ella. Acaricié la serpiente con la punta de mis dedos y esbocé una leve sonrisa. Alcé mi mirada al escuchar voces conocidas a mi alrededor y posé mis ojos en Scorpius y Cassandra. Dos viejos amigos, dos buenos amigos, dos serpientes, dos compañeros, dos...
Me levanté de mi sitio y apoyé mi cuerpo sobre la mesa de mi casa. Observé a mis compañeros y esbocé una sonrisa. -¿Cómo estáis queridos?-les pregunté con una sonrisa en mis labios- ¿El verano ha ido bien? La verdad es que no había sabido mucho de ellos durante las vacaciones entre curso y curso. Alguna carta, pero poco más. Quise ir a Francia, quise ver a antiguas amistades, sobre todo después del altercado, pero no me había sido posible. Mis padres no habían querido ni oír hablar de esa posibilidad, mucho menos me habían querido escuchar a mí. Estaba segura de que si se lo hubiera comentado cualquier otra persona le habrían hecho caso a la mínima, pero claro... yo no era nadie. Tan sólo su hija, una persona de la que sólo se acordaban cuando debían parecer una familia feliz y unida.
Sacudí la cabeza y entonces vi como se acercaba James Potter. Otro que tal, alguien sumamente irritable, o al menos bajo mi punto de vista. Sí, lo conocía y para mi desgracia coincidía bastante con él, aunque sólo fuera en el club de duelo al cual pertenecíamos los dos. Escuché que preguntaba por Albus y reí ligeramente.-Seguramente se esté escondiendo de ti, yo también lo haría, la verdad.
Geneviève GautierSLYTHERIN - Mensajes : 154
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Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
{Lysbeth, mi prefecta}
Comenzar nuevamente era un gran desafio pero sabia que podia lograrlo, estaba un tanto emocionada por conocer a este famoso colegio como lo era Hogwarts y no podia ocultarlo. Algunos se extrañaran porque me veian muy feliz, después de todo me salvé por muy poco en el ataque pasado a mi escuela y aun en mi familia seguia intacta la muerte de mis hermanos, pero eso siempre estaba ahi conmigo y los que me conocian de verdad sabian que yo era una chica muy optimista y no andaba llorando por todos los rincones sino que mi forma natural era salir adelante con alegria y entusiasmo.
Carruajes hermosos nos recibieron a la entrada y yo siguiendo a todas mis compañeras de casa me interné en uno de ellos para llegar por fin a el destino donde nos encontrariamos quizás cuanto tiempo más.
Pretendia no perderme ningun detalle y estaba atenta a cada movimiento,recordando además que las veelas habiamos preparado un baile especial para esta ocasión y estaba ansiosa de realizarlo ya que nuestra entrada seria gloriosa...como siempre lo es.
Durante el trayecto pude reconocer a varias chicas que habian sobrevivido,preguntaba por otras pero las respuestas eran vagas sin ningun fundamento que me dejara tranquila, muchas no sabian y otras preferian callar.
De pronto sin previo aviso llegamos a tan esperado lugar,suspiré nose si para calmar los nervios o resignada a que este año no me encontraria en Francia y por ende cerca de mi familia. Con la sonrisa siempre dibujada en el rostro, caminé rápidamente tras mis compañeras y esperamos en la entrada a un gran comedor para que desde alli nos anunciaran.
Me reuni con el grupo de veelas con el cual iba a ingresar danzando y cada una en sus posiciones escuchó cuando la directora menciona el suceso ocurrido en nuestra escuela y nos da la bienvenida.
Entre suspiros, acompañadas de nuestras aves mágicas, realizamos nuestros pasos que dejan encandilados a los alumnos de Hogwarts, además de nuestras famosas reverencias.
Una presentación impecable para luego tomar asiento a la izquierda de las demás mesas y observar la presentación de nuestros amigos de Durmstrang.
Sin darme cuenta me habia sentado al lado de la prefecta de nuestra casa, habiamos cruzado algunas palabras en estos años pero nunca fuimos tan unidas asi que decidi dirigirle la palabra por que la ocasión además lo ameritaba.
-Es impresionante,¿no?. Estar en Londres, nuevos compañeros y adecuándonos a esta escuela,teniendo aún en nuestras mentes el recuerdo de cierto evento tan horrible que nos dejó sin amigos a algunas, sin familia a otras y lo más evidente sin establecimiento. En todo caso, me alegra ver a mis compañeras nuevamente y notar que muchas pudimos safar de tan espantoso suceso
Comenzar nuevamente era un gran desafio pero sabia que podia lograrlo, estaba un tanto emocionada por conocer a este famoso colegio como lo era Hogwarts y no podia ocultarlo. Algunos se extrañaran porque me veian muy feliz, después de todo me salvé por muy poco en el ataque pasado a mi escuela y aun en mi familia seguia intacta la muerte de mis hermanos, pero eso siempre estaba ahi conmigo y los que me conocian de verdad sabian que yo era una chica muy optimista y no andaba llorando por todos los rincones sino que mi forma natural era salir adelante con alegria y entusiasmo.
Carruajes hermosos nos recibieron a la entrada y yo siguiendo a todas mis compañeras de casa me interné en uno de ellos para llegar por fin a el destino donde nos encontrariamos quizás cuanto tiempo más.
Pretendia no perderme ningun detalle y estaba atenta a cada movimiento,recordando además que las veelas habiamos preparado un baile especial para esta ocasión y estaba ansiosa de realizarlo ya que nuestra entrada seria gloriosa...como siempre lo es.
Durante el trayecto pude reconocer a varias chicas que habian sobrevivido,preguntaba por otras pero las respuestas eran vagas sin ningun fundamento que me dejara tranquila, muchas no sabian y otras preferian callar.
De pronto sin previo aviso llegamos a tan esperado lugar,suspiré nose si para calmar los nervios o resignada a que este año no me encontraria en Francia y por ende cerca de mi familia. Con la sonrisa siempre dibujada en el rostro, caminé rápidamente tras mis compañeras y esperamos en la entrada a un gran comedor para que desde alli nos anunciaran.
Me reuni con el grupo de veelas con el cual iba a ingresar danzando y cada una en sus posiciones escuchó cuando la directora menciona el suceso ocurrido en nuestra escuela y nos da la bienvenida.
Entre suspiros, acompañadas de nuestras aves mágicas, realizamos nuestros pasos que dejan encandilados a los alumnos de Hogwarts, además de nuestras famosas reverencias.
Una presentación impecable para luego tomar asiento a la izquierda de las demás mesas y observar la presentación de nuestros amigos de Durmstrang.
Sin darme cuenta me habia sentado al lado de la prefecta de nuestra casa, habiamos cruzado algunas palabras en estos años pero nunca fuimos tan unidas asi que decidi dirigirle la palabra por que la ocasión además lo ameritaba.
-Es impresionante,¿no?. Estar en Londres, nuevos compañeros y adecuándonos a esta escuela,teniendo aún en nuestras mentes el recuerdo de cierto evento tan horrible que nos dejó sin amigos a algunas, sin familia a otras y lo más evidente sin establecimiento. En todo caso, me alegra ver a mis compañeras nuevamente y notar que muchas pudimos safar de tan espantoso suceso
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Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
(Scor, Gene y James)
Scorpius me oía a medias y por eso tomé su brazo. Sonreí cuando dijo que él ganaría, negando de inmediato con la cabeza; pero en cuanto mencionó lo que quería si ganaba la apuesta mi sonrisa desapareció y enarqué una ceja, sin tomar en cuenta el beso que depositó en mi mejilla. ¿Aló?. Mi gesto de sorpresa no fue un secreto, ya que solía ser muy expresiva. Mis ojos observaron largamente los de Scorpius y entonces me acerqué un poco más a él evitando que nos escucharan-. Sabes que no me puedo negar a una apuesta, Scorpius- le respondo sumamente seria. Sabía que él no hablaba en broma, lo veía en su mirada-. Pero sé que vas a perder, por lo cual acepto- digo arrogante y dando una mirada por el Gran Comedor, para luego volver a mirarlo a él. Tendría que escoger muy bien el partido en el cual se concretaría la apuesta. Mi intuición era mi mejor arma, a veces incluso mejor que el tecnisismo cuando de Quidditch se trataba-. Si yo gano quiero que me apoyes y consigas que me transforme en la Capitana del equipo de Quidditch- sentencié para luego batir mis pestañas de forma coqueta y apretar su mejilla con mis dedos.
Nuestra conversación fue interrumpida por mi querida amiga Gene. No la había visto en el tren y casi no había sabido de ella durante el verano. Me incliné hacia ella para poder responderle, corriendo la aquerosa comida para no ensuciarme-. Ya sabes, amiga, un poco de rebeldía, otro poco de castigo, lo usual en mi familia- le respondo sabiendo que ella me entendería. No era secreto las constantes batallas con mi padre, y aún menos la forma en que él intentaba amedrentarme. Por lástima no lo conseguía-. Por suerte este verano cumpliremos 17. Podremos hacer magia libremente, lo que será un agrado- agrego imaginando ya mi cumpleaños y mi libertad. Eso me ponía más feliz que de costumbre.
Entonces pude escuchar unas palabras para nada amables. Ladeé mi rostro con cautela y sonreí con sinceridad. James Potter era una de aquellas personas que debería odiar, pero que por lo mismo no lo hacía. Después de intentar batallar durante años en la sala de castigo, nos dimos cuenta que unir fuerzas no estaría mal. Y bueno... desde entonces teníamos una relación "especial". Ante su saludo mi sonrirsa mutó hacia una pícara y lo miré corriendo con mi mano mi flequillo-. ¿Nos extrañaste... Jammie?- pregunto pronunciando su nombre de manera empalagosa-. Debe ser la nostalgia de que es tu último año lo que te obligó a venir a saludarnos, ¿no?- mi tono de burla era notorio, y la sonrisa se mantenía en mis labios mientras me inclinaba hacia el brazo de Scorpius y enrollaba mi brazo con el de él, posando mi cabeza en su hombro sin dejar de mirar a Potter. Escuché su pregunta y me reí ante la respuesta de Gene. Ella siempre tenía esas salidas que me encantaban-. ¿Y dónde está tu sombra pelirroja?- contrapregunto yo haciendo clara referencia a Fred, el mejor amigo de James. En mis labios se dibujó un mohín coqueto-. Echo de menos a Fred- agrego y bateo las pestañas, sonriendo una vez más y volviendo mi mirada hacia Gene. No podía negar que esos Gryffindor me divertían. Tantos años de compartir detenciones habían hecho mella en mí, y aquella diversión era aún más vitalizadora cuando les molestaba.
Scorpius me oía a medias y por eso tomé su brazo. Sonreí cuando dijo que él ganaría, negando de inmediato con la cabeza; pero en cuanto mencionó lo que quería si ganaba la apuesta mi sonrisa desapareció y enarqué una ceja, sin tomar en cuenta el beso que depositó en mi mejilla. ¿Aló?. Mi gesto de sorpresa no fue un secreto, ya que solía ser muy expresiva. Mis ojos observaron largamente los de Scorpius y entonces me acerqué un poco más a él evitando que nos escucharan-. Sabes que no me puedo negar a una apuesta, Scorpius- le respondo sumamente seria. Sabía que él no hablaba en broma, lo veía en su mirada-. Pero sé que vas a perder, por lo cual acepto- digo arrogante y dando una mirada por el Gran Comedor, para luego volver a mirarlo a él. Tendría que escoger muy bien el partido en el cual se concretaría la apuesta. Mi intuición era mi mejor arma, a veces incluso mejor que el tecnisismo cuando de Quidditch se trataba-. Si yo gano quiero que me apoyes y consigas que me transforme en la Capitana del equipo de Quidditch- sentencié para luego batir mis pestañas de forma coqueta y apretar su mejilla con mis dedos.
Nuestra conversación fue interrumpida por mi querida amiga Gene. No la había visto en el tren y casi no había sabido de ella durante el verano. Me incliné hacia ella para poder responderle, corriendo la aquerosa comida para no ensuciarme-. Ya sabes, amiga, un poco de rebeldía, otro poco de castigo, lo usual en mi familia- le respondo sabiendo que ella me entendería. No era secreto las constantes batallas con mi padre, y aún menos la forma en que él intentaba amedrentarme. Por lástima no lo conseguía-. Por suerte este verano cumpliremos 17. Podremos hacer magia libremente, lo que será un agrado- agrego imaginando ya mi cumpleaños y mi libertad. Eso me ponía más feliz que de costumbre.
Entonces pude escuchar unas palabras para nada amables. Ladeé mi rostro con cautela y sonreí con sinceridad. James Potter era una de aquellas personas que debería odiar, pero que por lo mismo no lo hacía. Después de intentar batallar durante años en la sala de castigo, nos dimos cuenta que unir fuerzas no estaría mal. Y bueno... desde entonces teníamos una relación "especial". Ante su saludo mi sonrirsa mutó hacia una pícara y lo miré corriendo con mi mano mi flequillo-. ¿Nos extrañaste... Jammie?- pregunto pronunciando su nombre de manera empalagosa-. Debe ser la nostalgia de que es tu último año lo que te obligó a venir a saludarnos, ¿no?- mi tono de burla era notorio, y la sonrisa se mantenía en mis labios mientras me inclinaba hacia el brazo de Scorpius y enrollaba mi brazo con el de él, posando mi cabeza en su hombro sin dejar de mirar a Potter. Escuché su pregunta y me reí ante la respuesta de Gene. Ella siempre tenía esas salidas que me encantaban-. ¿Y dónde está tu sombra pelirroja?- contrapregunto yo haciendo clara referencia a Fred, el mejor amigo de James. En mis labios se dibujó un mohín coqueto-. Echo de menos a Fred- agrego y bateo las pestañas, sonriendo una vez más y volviendo mi mirada hacia Gene. No podía negar que esos Gryffindor me divertían. Tantos años de compartir detenciones habían hecho mella en mí, y aquella diversión era aún más vitalizadora cuando les molestaba.
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Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
{Caleb White}
Y la pequeña Zia estaba sentada en un sillón, aún sin ser lo suficientemente alta como para que sus pies, tocasen el suelo, leyendo un libro de animales fantásticos, algo llamó su atención - ¿Un día tan importante como hoy, rubia y te lo vas a perder? De eso nada. Hoy tienes que ir a comprar todo lo necesario para tu primer viaje a Hogwarts, el día más importante para ti, porque, en unos días estarás en ese gran castillo, el que será tu casa, hasta que termines tus estudios de magia, hoy podemos decir que te hacemos mayor. - me decía mi abuelo con una sonrisa, quitándome el libro de mis manos y levantándome en peso para dejarme de pie frente a él. - Pero, abuelo, yo ya soy mayor, ¿no? - le pregunto con una sonrisa tímida en mis labios. - ¿Mayor? La que más. - me respondió con una sonrisa en sus labios. Cogí mi pequeña bandolera y me dispuse, cogida de la mano de mi abuelo, de compras por el callejón Diagón. Varios días después, me encontraba con mi maleta en una mano, y mi nueva lechuza a la que aún, no le había puesto nombre alguno, en la otra. Me senté en un vagón en el que estaba vacío, minutos más tarde, un chico vergonzoso, se presentó en aquella pequeña oquedad. Le sonreí y me presenté. - Hola, yo soy Zia, ¿y tú? - le pregunto con una sonrisa dulce e inocente en mis labios. Se presentó, como Caleb, y entonces fue ahí, dónde decidí que ese niño sería mi amigo. Ah, bueno, y también se llamaría así mi lechuza......Un ruido hizo que me levantase de la cama con suma rapidez, miré a mi alrededor, yo, era yo, Zia Watson, diecisiete años de edad, hoy era el día en que volvería a Hogwarts a reunirme con mis compañeros, con mis amigos, con él. Salí de la cama son rapidez, me duché, recordando a cada segundo de aquel baño, en el que el agua resbalaba por mi cuerpo el sueño que había tenido: lo recordaba con precisión hasta el último detalle, fascinante; me vestí, bajé a la cocina dónde vi a mis abuelos con una sonrisa esperándome con un porte elegante y serio, y mi abuela, con lágrimas en los ojos, me desearon buena suerte en el nuevo año escolar, recordándome otras tantas veces que no me juntase con la gente que no me hacía ningún bien. Sí, sabía perfectamente a quien se refería; pero, como él si me hacía bien, le prometí que intentaría hacerles caso, y me encaminé hacia el express, con mi maleta y mi lechuza en mano, como cada año hacía desde hacía seis años. Y este año, sería el último que hiciese eso...
No pude ver a Caleb a lo largo de ese día, ni en el viaje ni en la llegada a Hogwarts, esperaba verlo por la noche, que se celebraría la fiesta de bienvenida al nuevo curso escolar. Me preparé para aquel acontecimiento, tomando mi tiempo para mi pelo, como de costumbre, y bajé al Gran comedor, dónde ya había dado comienzo el festejo. Risas y muchos niños se mezclaba con el ruido de fondo, de la elección de casas para los niños de primero, mi vista se fijó en todas las mesas echando un rápido vistazo a todas y cada una de ellas. Pero, me era imposible distinguir a nadie entre tanta gente. Resoplé y me encaminé hacia la mesa de Ravenclaw, encontrándome por el camino a un grupo de mis amigos. Los miré y esperé para sentarme con ellos, como siempre hacía, esa noche, no iba a ser distinta.
Unas risas con mis amigos, un par de sorbos a mi bebida, y mi cabeza no dejaba de girarse sobre mi eje, para intentar dar con Caleb. Me llamaron la atención en infinitas ocasiones. - Eh, Zia, estás en la inopia, deja de mirar atrás, que te vas a descoyuntar. - me dijo uno de ellos. Me limité a sonreír de lado, y pegar mi vista al plato que tenía frente a mí, sin intención de cenar nada, y, ni mucho menos de prestar atención. ¿A quién? ¿A qué? Si la persona que me interesaba la tenía a varias mesas de distancia.
Zia WatsonRAVENCLAW - Mensajes : 45
Puntos de Canje : 74638
Fecha de inscripción : 22/03/2011
Localización : Hogwarts 8)
Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
El chico siempre gustaba de ir a Hogwarts. Se divertía sobremanera en sus pasillos y el día anterior a su partida ya estaba completamente sumido en su nerviosismo, moviéndose de un lado para otro y exacerbando con incrédula sencillez a sus padres que seguían reponiendo los stocks de la tienda. En el tren había ingerido grandes cantidades de chocolate y ahora estaba más que hiperactivo, moviendo incesantemente su pierna y mirando de un lado a otro, dejando que las palabras del sombrero y Minerva entraran por un oído y salieran por otro.
Toda la parafernalia le había pillado algo desprevenido pero pudo ver desde un lugar intermedio las espectaculares entradas de las Beauxbatons y los Durmstrangs que ya habían ocupado su asiento, tal como los nuevos alumnos de Raven que hicieron al chico sonreír con felicidad. Su mirada se giró y empezó a hablar con sus compañeros sentados enfrente suya, sobre trivialidades tales como "¿Qué tal el verano?" o "¿Te habías enterado ya de lo de las academias?" que lo sumieron en una amena conversación mientras movía incesantemente su pierna izquierda, nervioso como de costumbre.
Su mirada se giró unos segundos en busca de Rose, sin llegar a divisar muy lejano, presa de la emoción que le daba el saber que comenzaba un nuevo curso en Hogwarts y que este segurísimo sería mucho más que el anterior. Comenzó a comer con cierta pasividad, dando largos y lentos mordiscos mientras seguía conversando de nuevo con sus compañeros, recalcando sus palabras con movimientos del tenedor.
-Te digo, Billie, que esto va a tardar en arreglarse... el ojo del huracán viene ahora, ya verás la salida de este.- dijo con tranquilidad, mientras pinchaba un trozo de carne de su plato. Realmente no se llamaba Billie pero de sobra era conocido que cuando el chico no sabía el nombre de una persona la llamaba o bien "Billie" si era chico o bien "Darnelle" si era chica, otra de sus innumerables manías. -Te lo aseguro.- golpeó tan fuerte el tenedor que el alimento se le escapó y fue a parar a la mesa, saliendo despedido hacia el plato de Billie. -Lo siento tío.- se disculpó con una sonrisa tranquila mientras daba con otro trozo de su comida, esta vez no se le escapó y entró perfectamente en su boca.
Toda la parafernalia le había pillado algo desprevenido pero pudo ver desde un lugar intermedio las espectaculares entradas de las Beauxbatons y los Durmstrangs que ya habían ocupado su asiento, tal como los nuevos alumnos de Raven que hicieron al chico sonreír con felicidad. Su mirada se giró y empezó a hablar con sus compañeros sentados enfrente suya, sobre trivialidades tales como "¿Qué tal el verano?" o "¿Te habías enterado ya de lo de las academias?" que lo sumieron en una amena conversación mientras movía incesantemente su pierna izquierda, nervioso como de costumbre.
Su mirada se giró unos segundos en busca de Rose, sin llegar a divisar muy lejano, presa de la emoción que le daba el saber que comenzaba un nuevo curso en Hogwarts y que este segurísimo sería mucho más que el anterior. Comenzó a comer con cierta pasividad, dando largos y lentos mordiscos mientras seguía conversando de nuevo con sus compañeros, recalcando sus palabras con movimientos del tenedor.
-Te digo, Billie, que esto va a tardar en arreglarse... el ojo del huracán viene ahora, ya verás la salida de este.- dijo con tranquilidad, mientras pinchaba un trozo de carne de su plato. Realmente no se llamaba Billie pero de sobra era conocido que cuando el chico no sabía el nombre de una persona la llamaba o bien "Billie" si era chico o bien "Darnelle" si era chica, otra de sus innumerables manías. -Te lo aseguro.- golpeó tan fuerte el tenedor que el alimento se le escapó y fue a parar a la mesa, saliendo despedido hacia el plato de Billie. -Lo siento tío.- se disculpó con una sonrisa tranquila mientras daba con otro trozo de su comida, esta vez no se le escapó y entró perfectamente en su boca.
Benjamin FarrellRAVENCLAW - Mensajes : 91
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Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
La cena era sagrada, allí al menos podía hablar, pues en casa solo se comía en silencio, su madre tenía prohibida la charla en la mesa desde siempre y estaba acostumbrado a esa modalidad por respeto a ésta y sus costumbres. Su segundo plato se vació al igual que él segundo y él levantó la mirada para encontrar la de su prima, sonrió ladino dejando que ella se llenase la boca de palabreríos que luego no podría cumplir, tenía una brillante meta ese año y nadie se la estropearía, como que se llamaba Scorpius Hyperion Malfoy.
La expresión de Cassandra no le pasó inadvertida, la había tomado de sorpresa, sonrió de costado llevandose el cabello hacia el costado distraídamente. - Será en el primer partido contra Gryffindor, y lo que quieres podría haberlo hecho sin una apuesta, sería bueno tener una capitana como tu, lástima que no será así, el rubio bufó cuando ella le apretó las mejillas, su prima era insufrible. Se dejó tomar del brazo.
Una voz conocida hizo que el rubio dejase de hablar con su prima y miara directamente a su buena amiga Gene, no había tenido noticias de ella en las vacaciones, como con casi todos allí, pero podrían ponerse al tanto luego - Bastante bien.. - contestó en un corto comentario dejando hablar a Cassandra, ella era la de las relaciones, y no se molestaba con eso.
La voz del idiota de Potter mayor llegó a sus oídos y frunció el ceño ligeramente, si estaba allí era para joderle los cojones y estaba a gusto con sus compañeros para que eso sucediera, le preguntaba por Albus, no tenía idea donde se había metido su mejor amigo, lo había perdido en el tren y no había vuelto a saber de él. - Pues, no lo tengo en los bolsillos Potter.. - murmuró en el mismo tono que el Gryffindor había hablado, seco, hosco. Al comentario de Genevieve no dijo nada, solo le lanzó una sonrisa divertida y sugerente, de las suyas. No podía dejar pasar la mirada que su prima le lanzaba al moreno y no le gustaba nada, podía ser borde al hablar pero conocía demasiado a Cassandra como para saber que allí había algo extraño.
La expresión de Cassandra no le pasó inadvertida, la había tomado de sorpresa, sonrió de costado llevandose el cabello hacia el costado distraídamente. - Será en el primer partido contra Gryffindor, y lo que quieres podría haberlo hecho sin una apuesta, sería bueno tener una capitana como tu, lástima que no será así, el rubio bufó cuando ella le apretó las mejillas, su prima era insufrible. Se dejó tomar del brazo.
Una voz conocida hizo que el rubio dejase de hablar con su prima y miara directamente a su buena amiga Gene, no había tenido noticias de ella en las vacaciones, como con casi todos allí, pero podrían ponerse al tanto luego - Bastante bien.. - contestó en un corto comentario dejando hablar a Cassandra, ella era la de las relaciones, y no se molestaba con eso.
La voz del idiota de Potter mayor llegó a sus oídos y frunció el ceño ligeramente, si estaba allí era para joderle los cojones y estaba a gusto con sus compañeros para que eso sucediera, le preguntaba por Albus, no tenía idea donde se había metido su mejor amigo, lo había perdido en el tren y no había vuelto a saber de él. - Pues, no lo tengo en los bolsillos Potter.. - murmuró en el mismo tono que el Gryffindor había hablado, seco, hosco. Al comentario de Genevieve no dijo nada, solo le lanzó una sonrisa divertida y sugerente, de las suyas. No podía dejar pasar la mirada que su prima le lanzaba al moreno y no le gustaba nada, podía ser borde al hablar pero conocía demasiado a Cassandra como para saber que allí había algo extraño.
Scorpius H. MalfoyPREFECTO/A DE SLYTHERIN - Mensajes : 338
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Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
{b]Malfoy, Cassie, Gen.[/b] También hago alusión a Ben, Rose & Melanie.}
Correspondí a la sonrisa de la primogénita Nott con una un tanto más fingida que la suya. Debía reconocer que era divertida, y las sonrisas normalmente no debía fingirlas cuando de ella se trataba, pero ésta vez habían muchas serpientes de por medio. No es que fuera alguien prejuicios, pero prefería mantener las distancias. - Te equivocas, Cassandra. Simplemente soy chico sencillo y modesto que no siente rencores hacia su prójimo - señalé llevando la mano hacia mis cabellos y alzando mi mentón lo más posible, en un gesto que de sencillo y modesto no tenía absolutamente nada. Sonreí ampliamente aún con la palma de mi mano sobre la frente y acicalé mi cabello a ojos cerrados.
Malfoy respondió a mi pregunta con el mismo trato que el mío. Iba a abrir mi boca para burlarme de él como siempre, pero una vocesilla muy conocida interrumpió mis palabras. Sí, era ella, Genevieve Gautier. ¿Quién más se metería en conversaciones ajenas solo para fastidiarme? - Pero no lo estás haciendo, Genevieve - murmuré divertido acercándome hasta ella e inclinándome a su lado con los codos sobre la mesa. La observé ladeando mi rostro para verla de frente. - ¿Me extrañaste? - pregunté alzando mi rostro para depositar un beso en su mejilla, obviamente sin su autorización. - Yo un poco... - susurré a su oído antes de incorporarme nuevamente y volver mis pasos hacia los primitos. En ese momento un estruendo en la mesa de Ravenclaw me hizo voltear el rostro completamente. El rarito de Raven, amigo de Rose, llamaba la atención con sus extravagancias como siempre. Me molestaba cuando me llamaba siempre "Billie", como si mis padres no hubieran gastado imaginación al ponerme mis dos hermosos nombres. Ok, retiro lo dicho. Aún así era mío y sonaba bastante en los pasillos como para no reconocerlo. Cuando quise devolver mi mirada a la mesa de Slytherin no pude evitar detener mis ojos en la Pelirroja de ojos claro que había entrado de intercambio. Toda una belleza, solo esperaba que no estuviera loca como los enfermos que atacaron los colegios de Beauxbatons o Durmstrang.
Escuché las palabras de Cassie y la observé cruzándome de brazos mientras sus gestos de coquetería, ya ampliamente conocidos por mi, hacían acto de presencia. No me sorprendía, ya casi nada de ella me sorprendía. - Está cruzando ésta mesa, puedes ir a verlo si lo deseas, pero a diferencia de mi, ustedes no tienen las agallas de ir a las mesas del otro lado - dije en voz alta llamando la atención de varios de los Slytherin en la mesa. A decir verdad todos me observaban y murmuraban entre ellos. Podía sentir las mirada sobre mi, y aquellos ceños fruncidos no dictaban nada bueno. - ¿Qué hiciste éste verano, Malfoy? - pregunté acercándome a éste e inclinándome a su lado, para luego abrazarlo cual buen amigo. - ¿O tu papi no te sacó a pasear pues estaba demasiado ocupado planeando un ataque a Hogwarts? - pregunté seco, nuevamente, sin ningún ápice de burla en mis palabras ni mi rostro. Aquello era un tema delicado, pero yo no me iba a quedar callado. Draco Malfoy era el primer sospechoso en mi lista y la de mi tío Ron. Me separé de él bruscamente y lo señalé con el dedo. - No te quiero cerca de Rose, Malfoy. Albus ya está perdido, pero no quiero que le metas ideas en la cabeza a mi prima, ¿entendido? - pregunté bajando mi dedo pero observándolo amenazante. No confiaba en él y punto. Quizás era una acusación demasiado compleja, pero no me iba a quedar callado cuando todas las flechas apuntaban a la familia Malfoy.
Malfoy respondió a mi pregunta con el mismo trato que el mío. Iba a abrir mi boca para burlarme de él como siempre, pero una vocesilla muy conocida interrumpió mis palabras. Sí, era ella, Genevieve Gautier. ¿Quién más se metería en conversaciones ajenas solo para fastidiarme? - Pero no lo estás haciendo, Genevieve - murmuré divertido acercándome hasta ella e inclinándome a su lado con los codos sobre la mesa. La observé ladeando mi rostro para verla de frente. - ¿Me extrañaste? - pregunté alzando mi rostro para depositar un beso en su mejilla, obviamente sin su autorización. - Yo un poco... - susurré a su oído antes de incorporarme nuevamente y volver mis pasos hacia los primitos. En ese momento un estruendo en la mesa de Ravenclaw me hizo voltear el rostro completamente. El rarito de Raven, amigo de Rose, llamaba la atención con sus extravagancias como siempre. Me molestaba cuando me llamaba siempre "Billie", como si mis padres no hubieran gastado imaginación al ponerme mis dos hermosos nombres. Ok, retiro lo dicho. Aún así era mío y sonaba bastante en los pasillos como para no reconocerlo. Cuando quise devolver mi mirada a la mesa de Slytherin no pude evitar detener mis ojos en la Pelirroja de ojos claro que había entrado de intercambio. Toda una belleza, solo esperaba que no estuviera loca como los enfermos que atacaron los colegios de Beauxbatons o Durmstrang.
Escuché las palabras de Cassie y la observé cruzándome de brazos mientras sus gestos de coquetería, ya ampliamente conocidos por mi, hacían acto de presencia. No me sorprendía, ya casi nada de ella me sorprendía. - Está cruzando ésta mesa, puedes ir a verlo si lo deseas, pero a diferencia de mi, ustedes no tienen las agallas de ir a las mesas del otro lado - dije en voz alta llamando la atención de varios de los Slytherin en la mesa. A decir verdad todos me observaban y murmuraban entre ellos. Podía sentir las mirada sobre mi, y aquellos ceños fruncidos no dictaban nada bueno. - ¿Qué hiciste éste verano, Malfoy? - pregunté acercándome a éste e inclinándome a su lado, para luego abrazarlo cual buen amigo. - ¿O tu papi no te sacó a pasear pues estaba demasiado ocupado planeando un ataque a Hogwarts? - pregunté seco, nuevamente, sin ningún ápice de burla en mis palabras ni mi rostro. Aquello era un tema delicado, pero yo no me iba a quedar callado. Draco Malfoy era el primer sospechoso en mi lista y la de mi tío Ron. Me separé de él bruscamente y lo señalé con el dedo. - No te quiero cerca de Rose, Malfoy. Albus ya está perdido, pero no quiero que le metas ideas en la cabeza a mi prima, ¿entendido? - pregunté bajando mi dedo pero observándolo amenazante. No confiaba en él y punto. Quizás era una acusación demasiado compleja, pero no me iba a quedar callado cuando todas las flechas apuntaban a la familia Malfoy.
James S. PotterGRYFFINDOR - Mensajes : 918
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Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
{Ben Farrell. Alusión a James P., Scorpius M., Cass Nott.}
El largo viaje en tren la había dejado demasiado cansada a pesar de la emoción que llevaba por ese nuevo año en Hogwarts. Había dejado a sus padres en la estación de 9 y 3/4, perdidos entre el humo que dejó el Express en arrancar. Aún recordaba las palabras de su padre, que básicamente, eran las mismas de cada año. "Rose, tienes el talento de tu madre. ¡Por Merlín, no se lo pongas nada fácil al pequeño de los Malfoy!". Se lo recordaba una y otra vez, año tras año, vacaciones tras vacaciones. A ella no le molestaba, más bien se divertía viendo esa escena. Ronald, su padre, gritando con emoción mientras que Hermione, su madre, le calmaba y le decía a la pequeña que no le hiciera caso. Visto desde fuera, eso era una escena realmente cómica.
Durante el viaje, se sentó con unas compañeras de Raven, con las cuales pasó gran parte del tiempo cuchicheando sobre los planes para el nuevo curso. Fue entonces cuando el tema de los incidentes en Beauxbatons y Durmstrang apareció. Los mortífagos habían vuelto, pero lo que más miedo le daba a Rose era que volviera aquel que los usaba como peones de guerra. Pero era imposible. ¡Lord Voldemor fue derrotado por su tío! ¿Quién era el que lidió ese par de batallas?
Ese mismo verano leyó que habían muerto muchos alumnos y aurores, y que solamente consiguieron capturar a un par de mortífagos que se se dignaron en cuerpo y alma para no hablar. Los supervivientes de esos incidentes serían mandados a Hogwarts ese año. Al parecer habrían más estudiantes y se preguntaba donde tendrían las comunes, a no ser que compartieran con otras casas...
Sus pensamientos empezaron a apelotonarse mientras oía como las demás decían lo horrible que había sido esa matanza y que corrían rumores de que Hogwarts sería el siguiente colegio, porque de hecho, Hogwarts era, en esos mismos instantes, el único colegio de magia y hechicería que quedaba en pie en todo Europa.
Al llegar al castillo la mayoría de las mesas empezaban a estar llenas pero en lugar de ir a su mesa, se reunió con el prefecto de Gryffindor que sería el encargado de llevar a los nuevos alumnos a las habitaciones. Era la primera vez que ella lo haría así que sin más fue a preguntar como iría la cosa después de la cena.
Cuando llegó al gran comedor, se estaban haciendo las presentaciones de las nuevas 'casas' y llego justo a tiempo para ver la entrada de las damas de Beauxbatons.
Rose simplemente rodó los ojos al ver a todos los chicos embobados contemplando algo que queda más abajo de los ojos e incluso de la cintura y se sentó en la mesa de Ravenclaw, junto a uno de sus mejores amigos, Ben Farrell, el cual se disculpaba con un conocido de esa misma casa por haber tirado un trozo de su comida al plato de este.
- Lo siento, creo que llego algo tarde... - comentó con una sonrisa mientras apoyaba la cabeza en el hombro de Benjamin - ¿Qué tal han ido las vacaciones, Ben? - y volvió a su posición inicial contemplando como su plato se llenaba de pollo con patatas y su copa de una substancia plateada.
Con el tenedor y el cuchillo cortó un pequeño trozo que se llevó a la boca, y mientras lo masticaba con tranquilidad sus ojos se fueron a la mesa de al lado, la de Slytherin, donde visualizó al rubio por unos instantes mientras parecía hablar con su prima Cassandra. Después de tragar, vio que James también estaba allí y entonces frunció el ceño al oír algunas palabras sueltas de la boca de James. Habían gritos y cuchicheos por lo que solo llegó a entender "Rose" "Albus" y algo que parecía sonar como "no le metas ideas". Tanto James como mi padre Ronald estaban demasiado metidos en eso. ¿A que viene ese interés? Podían estar tranquilos con el tema, Rose tampoco tiene mucha intención de echarle el ojo... ¿no?
"Es el primer día del curso, por favor... dijo por sus adentros mientras devolvía la mirada al plato y cortaba otro cacho de carne.
Durante el viaje, se sentó con unas compañeras de Raven, con las cuales pasó gran parte del tiempo cuchicheando sobre los planes para el nuevo curso. Fue entonces cuando el tema de los incidentes en Beauxbatons y Durmstrang apareció. Los mortífagos habían vuelto, pero lo que más miedo le daba a Rose era que volviera aquel que los usaba como peones de guerra. Pero era imposible. ¡Lord Voldemor fue derrotado por su tío! ¿Quién era el que lidió ese par de batallas?
Ese mismo verano leyó que habían muerto muchos alumnos y aurores, y que solamente consiguieron capturar a un par de mortífagos que se se dignaron en cuerpo y alma para no hablar. Los supervivientes de esos incidentes serían mandados a Hogwarts ese año. Al parecer habrían más estudiantes y se preguntaba donde tendrían las comunes, a no ser que compartieran con otras casas...
Sus pensamientos empezaron a apelotonarse mientras oía como las demás decían lo horrible que había sido esa matanza y que corrían rumores de que Hogwarts sería el siguiente colegio, porque de hecho, Hogwarts era, en esos mismos instantes, el único colegio de magia y hechicería que quedaba en pie en todo Europa.
Al llegar al castillo la mayoría de las mesas empezaban a estar llenas pero en lugar de ir a su mesa, se reunió con el prefecto de Gryffindor que sería el encargado de llevar a los nuevos alumnos a las habitaciones. Era la primera vez que ella lo haría así que sin más fue a preguntar como iría la cosa después de la cena.
Cuando llegó al gran comedor, se estaban haciendo las presentaciones de las nuevas 'casas' y llego justo a tiempo para ver la entrada de las damas de Beauxbatons.
Rose simplemente rodó los ojos al ver a todos los chicos embobados contemplando algo que queda más abajo de los ojos e incluso de la cintura y se sentó en la mesa de Ravenclaw, junto a uno de sus mejores amigos, Ben Farrell, el cual se disculpaba con un conocido de esa misma casa por haber tirado un trozo de su comida al plato de este.
- Lo siento, creo que llego algo tarde... - comentó con una sonrisa mientras apoyaba la cabeza en el hombro de Benjamin - ¿Qué tal han ido las vacaciones, Ben? - y volvió a su posición inicial contemplando como su plato se llenaba de pollo con patatas y su copa de una substancia plateada.
Con el tenedor y el cuchillo cortó un pequeño trozo que se llevó a la boca, y mientras lo masticaba con tranquilidad sus ojos se fueron a la mesa de al lado, la de Slytherin, donde visualizó al rubio por unos instantes mientras parecía hablar con su prima Cassandra. Después de tragar, vio que James también estaba allí y entonces frunció el ceño al oír algunas palabras sueltas de la boca de James. Habían gritos y cuchicheos por lo que solo llegó a entender "Rose" "Albus" y algo que parecía sonar como "no le metas ideas". Tanto James como mi padre Ronald estaban demasiado metidos en eso. ¿A que viene ese interés? Podían estar tranquilos con el tema, Rose tampoco tiene mucha intención de echarle el ojo... ¿no?
"Es el primer día del curso, por favor... dijo por sus adentros mientras devolvía la mirada al plato y cortaba otro cacho de carne.
Invitado- Invitado
Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
[Cassy, Scor, James y Fry]
Sonreí a Scor y a Cassy. La verdad es que este verano había sido un poco bastante lioso, demasiadas cosas en mente y lo peor de todo, tener que quedarme quieta. Porque sí, porque mis padres no quisieron viajar a Francia, según ellos porque podría ser peligroso. Y les había dado igual mis súplicas, y les había dado igual mis lágrimas y eso que yo no solía llorar, pero claro son mis padres...apenas saben nada de mí. Y me encontré con una hoja en blanco y una pluma sin saber muy bien qué escribir ni dónde mandar la carta. Y tampoco estaba muy segura de si quería conocer o no la respuesta a mi pregunta, pero... pero me quedé en casa. Creo que fue la primera vez que odié no ir a ningún sitio, pero...Suspiré y sacudí la cabeza, esbozando una ligera sonrisa, tal vez demasiado forzada, pero en ese momento no estaba para preocuparme por eso. -Pues tenemos que ponernos al día-les dije mientras colocaba un mechón de pelo tras mi oreja.
Apoyé los codos en la mesa y suspiré al escuchar sus palabras. ¿Qué no lo estaba haciendo? Era el primer día de curso y ya quería discutir... si es que el chico no tenía remedio. No, la verdad es que ninguno. De hecho estaba comenzando a pensar que hablaba más de la cuenta, que no se detenía a pensar lo que decía, pero si quería pelear... ¿Quién era yo para no contribuir? Fuera como fuera, la verdad es que era un juego divertido, uno de mis favoritos, aunque no lo reconocería nunca. Lo conocía demasiado bien, o al menos lo bastante como para saber que se le subiría a la cabeza y es que por mucho que dijera él y la modestia no eran amigos en absoluto.
-Ya conseguí que te tragaras tus palabras una vez-le dije recordándole cierto día en el club de duelo y refiriéndome a lo de ir a esconderme y todo eso-Y de todas formas... es el primer día del curso. Sería una completa falta de educación el empezar a esconderme de ti y una pérdida de tiempo ¿no crees?-le dije dedicándole una mirada y pestañeando lentamente.-¿Extrañarte? ¿Yo? Entonces sentí su beso en mi mejilla y sus palabras en mi oído. No pude evitar que una sonrisa se dibujara en mis labios y acto seguido sacudí la cabeza-No tienes remedio, James-le dije mirándolo fijamente para después coger algo de beber.
Un poco de zumo mientras mi mirada se perdía por los rincones del comedor. La verdad es que hacía mucho que no pisaba el comedor, meses que me habían parecido años, pero tras un verano en compañía de mi familia, mi peor castigo, había vuelto. Dispuesta a encontrarme con mis amigos, a asistir con más ganas que nunca al club de duelo y...de muchas otras cosas. Observé con cierto grado de curiosidad a todas las personas que allí habían. Muchos nuevos, colores de túnica nuevas, aunque eso no era de extrañar, dado lo ocurrido. Entonces me fijé en una cabellera que me resultó tremendamente familiar. En un principio lo atribuí a mi imaginación, pero lo cierto que no pude evitar mirar a la chica francesa que estaba, por mi posición, de espaldas a mí.
Tan pendiente estaba que casi paso por alto el comentario de James-Potter no comiences a decir que las serpientes no tenemos agallas porque sabes que no es cierto ¿o acaso quieres que te lo demuestre? Lo dije sin mirarlo, puesto que mis ojos seguían en la espalda de esa chica. Había pasado mucho tiempo, demasiado, concretamente unos seis años, pero...¿era ella? ¿De verdad era ella o sólo era producto de mi imaginación y de todo lo que había ocurrido? Dejé el vaso de zumo sobre la mesa y ladeé la cabeza. Sólo había una manera de comprobarlo. Me acerqué un poco de donde estábamos, no demasiado, de hecho podía seguir su conversación sin problema alguno, pero sí lo suficientemente cerca de ella para llamarla.
-¿Freya?-pregunté en apenas un suspiro, de una sola vez y ¿por qué no decirlo? Algo nerviosa.
Sonreí a Scor y a Cassy. La verdad es que este verano había sido un poco bastante lioso, demasiadas cosas en mente y lo peor de todo, tener que quedarme quieta. Porque sí, porque mis padres no quisieron viajar a Francia, según ellos porque podría ser peligroso. Y les había dado igual mis súplicas, y les había dado igual mis lágrimas y eso que yo no solía llorar, pero claro son mis padres...apenas saben nada de mí. Y me encontré con una hoja en blanco y una pluma sin saber muy bien qué escribir ni dónde mandar la carta. Y tampoco estaba muy segura de si quería conocer o no la respuesta a mi pregunta, pero... pero me quedé en casa. Creo que fue la primera vez que odié no ir a ningún sitio, pero...Suspiré y sacudí la cabeza, esbozando una ligera sonrisa, tal vez demasiado forzada, pero en ese momento no estaba para preocuparme por eso. -Pues tenemos que ponernos al día-les dije mientras colocaba un mechón de pelo tras mi oreja.
Apoyé los codos en la mesa y suspiré al escuchar sus palabras. ¿Qué no lo estaba haciendo? Era el primer día de curso y ya quería discutir... si es que el chico no tenía remedio. No, la verdad es que ninguno. De hecho estaba comenzando a pensar que hablaba más de la cuenta, que no se detenía a pensar lo que decía, pero si quería pelear... ¿Quién era yo para no contribuir? Fuera como fuera, la verdad es que era un juego divertido, uno de mis favoritos, aunque no lo reconocería nunca. Lo conocía demasiado bien, o al menos lo bastante como para saber que se le subiría a la cabeza y es que por mucho que dijera él y la modestia no eran amigos en absoluto.
-Ya conseguí que te tragaras tus palabras una vez-le dije recordándole cierto día en el club de duelo y refiriéndome a lo de ir a esconderme y todo eso-Y de todas formas... es el primer día del curso. Sería una completa falta de educación el empezar a esconderme de ti y una pérdida de tiempo ¿no crees?-le dije dedicándole una mirada y pestañeando lentamente.-¿Extrañarte? ¿Yo? Entonces sentí su beso en mi mejilla y sus palabras en mi oído. No pude evitar que una sonrisa se dibujara en mis labios y acto seguido sacudí la cabeza-No tienes remedio, James-le dije mirándolo fijamente para después coger algo de beber.
Un poco de zumo mientras mi mirada se perdía por los rincones del comedor. La verdad es que hacía mucho que no pisaba el comedor, meses que me habían parecido años, pero tras un verano en compañía de mi familia, mi peor castigo, había vuelto. Dispuesta a encontrarme con mis amigos, a asistir con más ganas que nunca al club de duelo y...de muchas otras cosas. Observé con cierto grado de curiosidad a todas las personas que allí habían. Muchos nuevos, colores de túnica nuevas, aunque eso no era de extrañar, dado lo ocurrido. Entonces me fijé en una cabellera que me resultó tremendamente familiar. En un principio lo atribuí a mi imaginación, pero lo cierto que no pude evitar mirar a la chica francesa que estaba, por mi posición, de espaldas a mí.
Tan pendiente estaba que casi paso por alto el comentario de James-Potter no comiences a decir que las serpientes no tenemos agallas porque sabes que no es cierto ¿o acaso quieres que te lo demuestre? Lo dije sin mirarlo, puesto que mis ojos seguían en la espalda de esa chica. Había pasado mucho tiempo, demasiado, concretamente unos seis años, pero...¿era ella? ¿De verdad era ella o sólo era producto de mi imaginación y de todo lo que había ocurrido? Dejé el vaso de zumo sobre la mesa y ladeé la cabeza. Sólo había una manera de comprobarlo. Me acerqué un poco de donde estábamos, no demasiado, de hecho podía seguir su conversación sin problema alguno, pero sí lo suficientemente cerca de ella para llamarla.
-¿Freya?-pregunté en apenas un suspiro, de una sola vez y ¿por qué no decirlo? Algo nerviosa.
Geneviève GautierSLYTHERIN - Mensajes : 154
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Fecha de inscripción : 22/03/2011
Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
[Scorpius y James Potter]
¿Así que el primer partido contra Gryffindor?. ¿Y quién apostaría a qué bando?. Miré a Scor a los ojos y sonreí-. Ahí arreglaremos la apuesta, Scor. Tiene que estar perfectamente estipulada- comenté buscando un vaso en la mesa y sirviéndome jugo.
Entonces vinieron los siguientes acontecimientos. Potter nos venía a interrumpir y sus palabras no fueron de las más amables. Se daba el lujo de venir a llamarnos cobardes sólo por ser hijo de emo Potter y su tropa de parientes que tuvieron demasiada suerte a poca edad. Pero no alcancé a responderle su falta de respeto cuando sus ojos se pusieron secos y su tono de voz se volvió hosca. Me sonó a amenaza las palabras que salieron de sus labios, y no sólo eso, sino que anunciaba una grave acusación contra mi tío. Sin pensarlo dos veces me puse de pie, soltando a Scor y poniéndome frente a Potter. Sabía que mi primo iba a tomar represalias, y no era quien para juzgarlo... incluso yo haría lo mismo. Mis ojos miraron a Potter seria y con una ceja elevada. Esa no era mi batalla, lo sabía; pero tampoco iba a permitir que se hablara así de mi familia. Al fin y al cabo los Nott y los Malfoy estábamos unidos, y más de alguna vez había escuchado decir que si caía una de las dos, caerían ambas. Y eso atentaba directamente con mis propios planes.
- Anda a injuriar a otro lado, Potter- mi voz sonó fuerte y clara. Mis mejillas estaban sonrojadas por la rabia y tanteé con mi mano mi varita, haciéndome de ella y empuñándola. Con mi mano libre empujé el pecho de Potter hacia atrás. Un mechón de cabello cubrió mi ojo y sabía que si me quedaba en el centro algún hechizo me iba a llegar. Estaba segura que Scor ya estaría empuñando su varita o algo por el estilo. Aunque mi primo a veces me sorprendía con sus reacciones calmadas. Pero yo no era la templanza personificada, sino todo lo contrario, y por lo mismo mi varita en lo alto se movió y con ello grité- ¡Depulso!- para lanzar a ese idiota lejos de aquí-. Y no te vuelvas a meter con mi familia- amenacé yo esta vez, más presa del impulso que del amor familiar. Y caminé unos pasos hacia adelante dejándole suficiente espacio a Scor para actuar. Ahora todos los presentes miraban la escena, aunque yo no estaba preocupada de ello exactamente.
¿Acaso James Potter quería tentar al demonio? Pues lo había logrado. Nadie se metía con mi familia, sólo yo.
Así comenzaba la primera batalla de año.
Cassandra NottSLYTHERIN - Mensajes : 703
Puntos de Canje : 74666
Fecha de inscripción : 19/03/2011
Localización : En un lugar que nunca adivinarás
Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
Gautier y sus frases cortopunsantes otra vez. Lo único que conseguía era que me marease con tanto rodamiento de ojos ante sus palabras. - No sé de que hablas, Genevieve, si te refieres a club de duelo, el profesor fue bien claro al decir el nombre de quien se llevó los puntos a su casa, y ese nombre es el mio, el cual no repetiré pues lo conoces muy bien - dije en un tono burlón y despectivo. Era obvio que me extrañaba, no tenía que decirlo, aunque su "no tienes remedio" me lo confirmaba. ¿Quién no extrañaría una tarde de diversión conmigo? Nadie. Noté como se ponía de pie y se dirigía a la mesa de Beauxbaton cruzando la de Ravenclaw.
No le tomé mayor importancia, pero al volver la mirada por sobre la de la Águilas vi a Rose apoyada en el hombro del rarito ese... Ben. Más le valía mantener sus manitas curiosas lejos de mi prima o se las vería conmigo. Y bien lo sabía Malfoy que no decía una sola palabra ante mis graves acusaciones. Y como siempre, una de sus admiradoras tenía que sacar la voz por él. Se puso de pie y la observé detenidamente con aquella amplia sonrisa en mi rostro. - ¿Qué pasa, Malfoy? - dije desviando la mirada hasta él que seguía sentado. - ¿Tan cobarde eres que tus señoritas deben defenderte? - sentí el empujón de Cassie en mi pecho y noté su varita sostenida con fuerza. Alcé la mía, que yacía en el el bolsillo trasero de mi pantalón y reaccioné rápido al ver que ella me apuntaba con la suya. - ¡Protejo! - musité haciendo mi varita girar sin siquiera escuchar el hechizo que Cassie me lanzaba; un Depulso. El hechizo me cubrió completamente, pero me había pillado desprevenido, por lo que, a pesar de no impactar de lleno contra mi pecho, logró que saliera impulsado hacia atrás cayendo sobre la banca de los Ravenclaw. La mesa se movió entera y más de un plato calló al suelo. Me quedé sentado negando con la cabeza, pues el golpe me había dejado algo aturdido. Alcé la vista hasta Cassie y volví a guardar mi varita. No iba a atacar a un compañero sin que fuera realmente necesario, ellos no eran el enemigo, y si lo fuera, seguía siendo una mujer. - ¿Meterme con tu familia, Cassie? - pregunté poniéndome de pie y alzando los brazos. - Oh, claro, de seguro el Sr. Nott es complice de los atentados del Sr. Malfoy, ¿no? - pregunté acercando tanto a ella que mis labios quedaron muy próximos a su nariz. - Deberías aprender protocolos, Cassie. No se ataca a otra persona por sorpresa, ni sin antes hacer una reverencia, pero claro lo Slytherin te sale hasta por los poros de la piel, pensé que eras diferente... - le escupí, figurativamente, con claro tono de decepción en mis palabras. Si había alguien que podría considerar aceptable en esa casa era a Cassandra, pero por lo visto no era más que una cobarde más entre ese nido de arrastrados reptiles.
No le tomé mayor importancia, pero al volver la mirada por sobre la de la Águilas vi a Rose apoyada en el hombro del rarito ese... Ben. Más le valía mantener sus manitas curiosas lejos de mi prima o se las vería conmigo. Y bien lo sabía Malfoy que no decía una sola palabra ante mis graves acusaciones. Y como siempre, una de sus admiradoras tenía que sacar la voz por él. Se puso de pie y la observé detenidamente con aquella amplia sonrisa en mi rostro. - ¿Qué pasa, Malfoy? - dije desviando la mirada hasta él que seguía sentado. - ¿Tan cobarde eres que tus señoritas deben defenderte? - sentí el empujón de Cassie en mi pecho y noté su varita sostenida con fuerza. Alcé la mía, que yacía en el el bolsillo trasero de mi pantalón y reaccioné rápido al ver que ella me apuntaba con la suya. - ¡Protejo! - musité haciendo mi varita girar sin siquiera escuchar el hechizo que Cassie me lanzaba; un Depulso. El hechizo me cubrió completamente, pero me había pillado desprevenido, por lo que, a pesar de no impactar de lleno contra mi pecho, logró que saliera impulsado hacia atrás cayendo sobre la banca de los Ravenclaw. La mesa se movió entera y más de un plato calló al suelo. Me quedé sentado negando con la cabeza, pues el golpe me había dejado algo aturdido. Alcé la vista hasta Cassie y volví a guardar mi varita. No iba a atacar a un compañero sin que fuera realmente necesario, ellos no eran el enemigo, y si lo fuera, seguía siendo una mujer. - ¿Meterme con tu familia, Cassie? - pregunté poniéndome de pie y alzando los brazos. - Oh, claro, de seguro el Sr. Nott es complice de los atentados del Sr. Malfoy, ¿no? - pregunté acercando tanto a ella que mis labios quedaron muy próximos a su nariz. - Deberías aprender protocolos, Cassie. No se ataca a otra persona por sorpresa, ni sin antes hacer una reverencia, pero claro lo Slytherin te sale hasta por los poros de la piel, pensé que eras diferente... - le escupí, figurativamente, con claro tono de decepción en mis palabras. Si había alguien que podría considerar aceptable en esa casa era a Cassandra, pero por lo visto no era más que una cobarde más entre ese nido de arrastrados reptiles.
James S. PotterGRYFFINDOR - Mensajes : 918
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Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
Nunca había sido el tipo de chica a la cual le costara demasiado adaptarse a un lugar, pero por alguna razón con Hogwarts todo parecía distinto. Aún no podía creer como había llegado hasta aquí, me había escapado de cierta forma y aunque sabía que mi madre continuaba enojada yo necesitaba averiguar aquello que había venido a averiguar en primer lugar. Quería conocer a mi padre, tal vez ni siquiera valdría la pena dado que en más de una ocasión me habían dicho que el me había abandonado porque no me quería, pero aunque lo intentara olvidar siempre volvía a querer saber de él. Sabía que el era de Londres..y por lo tanto había estudiado en Hogwarts. Buscaría información de él entre las personas de el colegio. Pero ahora era tiempo de otras cosas.
La fiesta de comienzo de curso se llevaba acabo y debería de ir si quería poder conocer a alguien y averiguar si alguien conocía a algún hombre con apellido Gautier. Mi habitación se hallaba en silencio dado que la mayoría de mis compañeros ya estaban en la fiesta. Me vestí lentamente como si tuviera todo el tiempo del mundo y una vez que me calce mi zapato izquierdo, tomé mi varita, la guarde y salí rumbo a la fiesta.
Los pasillos estaban algo desiertos pero con una decoración bastante curiosa. Si había algo que me había encantado de aquel lugar eran sus cuadros. Habían miles y cada uno con una historia diferente. Así fue que mientras mi mente divagaba llegué a la fiesta. Observe al gentío que estaba dentro un momento, algunos estaban disfrutando. Otros parecían no estar a gusto. Pero por alguna razón allí se encontraban. Suspire y entonces me adentré a aquella fiesta.
Camine entre algunas personas sin prestar atención a nadie hasta que luego de pasar por varias mesas llegué a la de mi casa. Habían varios chicos sentados en aquella mesa, con algunos había hablado y con otros pues tan solo los había visto. Me serví un vaso con algún liquido y luego me limite a observar a mi alrededor.
La fiesta de comienzo de curso se llevaba acabo y debería de ir si quería poder conocer a alguien y averiguar si alguien conocía a algún hombre con apellido Gautier. Mi habitación se hallaba en silencio dado que la mayoría de mis compañeros ya estaban en la fiesta. Me vestí lentamente como si tuviera todo el tiempo del mundo y una vez que me calce mi zapato izquierdo, tomé mi varita, la guarde y salí rumbo a la fiesta.
Los pasillos estaban algo desiertos pero con una decoración bastante curiosa. Si había algo que me había encantado de aquel lugar eran sus cuadros. Habían miles y cada uno con una historia diferente. Así fue que mientras mi mente divagaba llegué a la fiesta. Observe al gentío que estaba dentro un momento, algunos estaban disfrutando. Otros parecían no estar a gusto. Pero por alguna razón allí se encontraban. Suspire y entonces me adentré a aquella fiesta.
Camine entre algunas personas sin prestar atención a nadie hasta que luego de pasar por varias mesas llegué a la de mi casa. Habían varios chicos sentados en aquella mesa, con algunos había hablado y con otros pues tan solo los había visto. Me serví un vaso con algún liquido y luego me limite a observar a mi alrededor.
Invitado- Invitado
Re: Fiesta de Comienzo de Curso. [TODOS]
- Recordatorio de Reglas:
- Éste es el post de inauguración donde todos están invitados.
-No hay orden de post, pero cada usuario deberá esperar que al menos contesten tres pjs antes para volver a hacerlo. Por ejemplo: Postea James, luego Albus, Rose, Lily, y James podrá volver a postear.
-No se pueden manejar otros pjs cannon como tal, que aún no estén registrados, pues en cualquier momento podrían estarlo y entrar al post y condicionarlos. Solo pueden nombrarlos o hacer mención de ellos, pero no interactuar con ellos.
-Antes de cada post se deberá destacar al inicio de éste el nombre de los pjs con los que se interactue para que no hayan mayores enredos.
-Y la ultima regla y la más importante: Divertirse.
-Recuerden que las mesas están ordenada de izquierda a derecha de ésta forma: BEAUXBATONS - RAVENCLAW - SLYTHERIN - PASILLO - GRYFFINDOR - HUFFLEPUFF - DURMSTRANG
Los estudiantes ya comenzaban a ponerse de pie y a compartir con las demás casas. Atrás quedaron los días en que Gryffindors solo se relacionaban con sus pares, o en que Slytherin aborrecían a los sangre impura. No, ahora todo era distinto, de hecho Hufflepuff se sentaba junto a Gryffindor en la misma mesa para conversar y Slytherins charlaban con las Águilas de Ravenclaw. Incluso las nuevas casas hacían amistades, y los mayores ligaban con sus nuevas compañeras. Si, ese sería un buen día. Pero siempre está la oveja negra de casa. Minerva observó detenidamente a James Potter cuando pasó frente a ellos haciéndoles una reverencia. La directora correspondió con una sonrisa, pero en el fondo sabía que si de Potter se trataba nada bueno sería, pues al igual que su padre y su abuelo, era un maestro en meterse en problemas. La directora prefirió seguir con su cena, la cual ya estaba por terminar, a decir verdad no tenía apetito. Pero el profesor Neville se puso de pie de golpe, dirigiendo la vista a la mesa de Slyherin. Ahí estaba el mayor de los Potter siendo atacado por una de sus compañeras. Minerva se puso de pie y acomodó su túnica mientras rodeaba la extensa mesa de profesores. Bajó la mirada en los escalones para procurar no perder el equilibrio sosteniendo al punta inferior de su túnica, la cual dejó caer una vez piso el firme suelo. Apresuró el paso y alzó la voz. - ¡JAMES POTTER, CASSANDRA NOTT! - exclamó alzando su brazo en un gesto sutil pero autoritario. - ¡¿Qué se supone que están haciendo, jóvenes?! - cuestionó interponiéndose entre ambos, que a pesar de haber estado peleando estaban en una posición bastante indecorosa. - 10 puntos menos para Slytherin y Gryffindor. Los quiero a ambos, mañana, a primera hora en el Despacho del Sr. Filch. Él se encargará de darles un castigo razonable. Ahora, joven Potter, quiero vaya a su mesa y se mantenga alejado de los problemas. Señorita Cassandra, por favor, compórtese como la dama que es. - sin esperar queja alguna se dio media vuelta alzando el mentón y volviendo a pararse frente a todo el colegio. Aproximó su varita, posando al punta de ésta en su garganta. Al parecer tenía algo que anunciar.
Recordad que ésta es una fiesta, y las fiestas son para divertirse, no para pelearse entre ustedes. Éste año es cuando más unidos debemos estar, los acontecimientos recientes no son un juego, no estamos de vacaciones, el año escolar a comenzado y exijo respeto y un buen ambiente. Si alguien no está conforme puede retirarse a sus dormitorios. El resto tiene libertad de quedarse las horas que quiera.
La voz de la directora retumbó en todo el Gran Comedor. No toleraría más faltas de respeto el primer día de clases, no teniendo tantas preocupaciones en la cabeza. Aveces se preguntaba a si misma cómo es que Dumbledore lo hacía para mantener la cordura a pesar de pasar por dos épocas muy difíciles al mando de Howgarts. Aveces deseaba que aun estuviera vivo. Regresó hasta la mesa de profesores y se desplomó sobre ésta sobando sus sienes, mientras veía como Potter se alejaba de la mesa de Slytherin. Solo esperaba que éste año los alumnos no le dieran tantos dolores de cabeza, pero al parecer los dolores serían el doble de concurrentes.IMPORTANTE: No se aceptan más ataques entre alumnos. Cualquier post que no cumpla éste requisito deberá ser editado, ya sea por el usuario o por la misma administración.
Última edición por Voldemort Return el Mar Abr 12, 2011 11:49 am, editado 1 vez
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