Camuflandome entre el follaje {Henry Jean}

La añoranza del antiguo colegio, siempre volvía a la mente de Henry, los pasillos, los alumnos que compartieron con él, esos mismos que termino por ver tirados en el suelo. El verano quito gran parte de las memorias de aquel día, no con mucho éxito pudo eliminar el sentimiento. Henry seguía algo ensimismado en este nuevo ambiente, colorido y lleno de risas, porque ellos no estaba concientes de lo que pasaría muy pronto. La historia siendo cíclica, traería a los pisos y paredes de este nuevo hogar, los mismos sufrimientos que al anterior.

Henry paseaba por el castillo, específicamente por fuera de él. No se quejaba de lo hermoso que era el lugar, solo que estaba mas habituado a los frío de su antigua casa. Hasta el uniforme le parecía extraño entre la gama de colores nuevas, casa rojas, verdes, azules, etc. Pero lo que no era muy diferente para él, eran las chicas, todas iguales. Su padre le estaba insistiendo en que se uniera a las personas correctas, para Henry no habían persona correctas, solo personas. Los pasos le llevaron a una construcción rustica, la observo detenidamente, sus ojos pasaron por las gritas de la piedra, la hierba creciendo sin cuidado y las ventanas sucias, desagradable a la vista pero con una calida acogida. Unos par de minutos Henry se quedo ahí, pero le basto una suave vos femenina que lo interrumpiera para despertarlo.

Con sus sentidos agudizados por la practica de vigilar a su hermana, dio apenas la vuelta para ver a una joven agachada a ras de suelo, con sus manos en la cabeza, en una evidente posición de protección. Sin mostrar el mas mínimo signo de preocupación, de unos cuantos pasos llego hasta ella, su estatura le permitía avanzar ampliamente en cualquier terreno.

- se encuentra bien…- su vos era armonioso, su sentido de la empática igual, muchas veces calmo el dolor físico de ella y sabía como trasmitir la paz en sus palabras. Un suave tacto en los hombros de la joven, luego la inclinación de su propio cuerpo. Necesitas que te ayuden?..- fue la siguiente pregunta. Los ojos serenos de él buscaron entre los mechones al aire de ella, estaba algo desaliñada, pero seguía manteniendo el encanto de todas las mujeres y aun mas con misterio.-

"si hay parámetros y tu no estas dentro de ellos" su voz grave, seductora, aquella que dentro de ella sabía que muy en el fondo tenía razón "muchas personas pagan por ser especiales tu lo eres ¿Porqué te encaprichas a atar tu naturaleza? ¿No estaremos presas para siempre en tu jaula de cristal, en algún momento cuando tus defensas caígan con la luna tu y yo volveremos a ser esa misma persona sedienta de sangre y ya no me alejare de su mente y tus manos estaran tan cubiertas de sangre que querrás mas ¡Te lo aseguro!" una risa estridente que salía de los propios labios de ella invadío ele spacio en el que se encontraba.
Su lucha mental y sus suaves monólogos en algunos aspectos acalorados y desorbitantes recorrían su mente y no dejaban vestigios de piedad en sus momentos de reflexión; aún en cuclillas esperó a que "Moon" volviera a cargar nuevamente con sus palabras ácidas y carente de sentimentalismos, pero al parecer su fuerza de voluntad volvía a ganar aquél round, solo esperaba que el tiempo no la desgastara y flaqueara ante su instinto, ante su sed.

Pasos a su alrededor, el olor de una nueva fragancia que antes no se encontraba en el aire surco el aire por lo que no pudo evitar olfatear el aire de forma imperceptible a los ojos de los humanos, era una extraña mezcla de loción masculina y especias que no eran de aquél lugar.

una voz la saco de su trance, sus ojos grisáceos buscaron los de su interlocutor ylos hallaron a escasos centímetros del suyo, una mano de el reposaba sobre su hombro izquierdo, la voz fue lo que más llamó la atención de el extraño, armoniosa como si con ella quisiera infundar la serenidad que su cuerpo poseía y ella estaba segura de que si no hubiera sido por su autocontrol hubiera adjuticado el tanto al extraño.
Algo rezagada con la respuesta en la punta de su lengua respondío-Si, estoy bien gracias por preguntar-Murmuro con voz aguda y baja, susurrar era parte de Alice, de la verdadera no porque temía despertar a alguien en los alrededores con su aguda y penetrante voz, sino porque su forma de expresarse había perdido práctica con los años, desgastandose con el tiempo al no estar constantemente en contacto social.

Miro de reojo la mano de él que aún reposaba sobre su hombro, no quería ser descortes, no le gustaba que los extraños la tocaran y más recordando la última vez de ello, apenas tenía vestigios de ello y creo que había sido un amigo de su hermano quien se había llevado una buena tunda por ello.

Era un poca extraña la joven delante de él. No parecía las típicas mujeres, que embelezaban sus palabras. Años de preocupación y dedicación, era un perfecto conocedor de las mujeres, más cuando ellas parecían adoloridas. Henry quito su mano del cuerpo de ella, él sabía que muchas veces una mano amiga venia disfrazada, pero él era sincero en la preocupación. Puso sus manos en sus rodillas y finalmente, después de tanta búsqueda, dio con sus ojos.

Le parecieron extraños, las mujeres por lo general, siempre tenían un brillo especial en sus ojos, aunque los de esta joven eran hermosos, parecían algo perturbados. La cabeza de Henry se momio de un lado al otro escudriñando las facciones de ella. La vos no mejoro la imagen que se estaba formando Henry, era apagada y susurrante, estaba contenida.

- no quiero ser entrometido…- el ambiente parecía algo mas calmo para ellos dos, extraños mirándose el uno al otro.- pero no luces muy bien… puedo llevarte a la enfermería si lo deseas.-

La extraña posición en la que ambos se mantenían era digan de una escena de película, ninguno se movía demasiado, quizás por que no había confianza u otro motivo. Pero ambos se quedaban esperando el próximo movimiento. Henry esperaba que aquella persona le dejara acercarse aunque fuera solo para hacer un gesto amabilidad, llevándola a la enfermería.

Alice vío como el chico de cabellos claros y mirada calma la escudriñara, al parecer la mirada de el sobre ella no le incomodaba y eso era extraño.
Sus ojos se encontraron y ella pudo entrever en su mirar sinceridad por lo que a pesar de sentirse fuera de foco no necesitaba nada que no fuera algo de tranquilidad, ordenar sus ideas y sentirse confiada de si misma, algo que con el tiempo debía aprender a tolerarse.
-Estoy bien ahora, te agradezco tu sincera preocupación-Murmuro son una leve sonrisa que solo por un momento llegó de forma sincera y se expreso a través de su mirar pero luego se esfumo como todo rastro de alegría de ella.

-Descuida de vez en cuando ser entrometido te hace ganar una amitad ¿No te parece?-Inquirio esta vez con una sonrisa deslumbrante, logrando ponerse de pie manteniendo la mirada sobre sus ojos, mientras el hacía lo mismo; espero que el se terminara de poner de pie, acomodo su cabello sin remedio y tendío su mano derecha hacía el.

-Alice Longbottom, un placer-murmuro despacio, como si quisiera conservar su voz por mucho más tiempo del previsto, uno nunca encontraba a nadie que merodeara por el castillo con buenas intenciones "las apariencias engañan, ve con cuidado mocosa" su mente nuevamente resguardandola del mundo exterior, tal vez solo por esta vez ella dejara que alguien se adentrara en su mundo, solo por esta vez saldría de su pequeña urna de cristal.

Una extraña situación para Henry, desde aquella persona jamás se había preocupado tan sinceramente por alguien, pero al ser una niña, con un leve parecido a las sensaciones con que ella tenia que lidiar a diario. Pocas mujeres no soportaban los dolores, de hecho los soportaban mucho mejor que los hombres, por eso eran admirables y también muy fáciles de romper si ponías un poco de esfuerzo.

- es lo de menos..- le pareció que sonreí, pero se fue en cosa de segundos. Levanto las cejas y casi sonrío con ella pero esa sonrisa quedo en una leve curvatura de labios. - si puede ser, pero muchas personas no les gusta que se metan en sus asuntos, solo que yo soy de los que se quedan sin hacer nada.- la miro desde abajo, pero en cuanto ella se incorporo el imito sus movimientos, estiro un poco sus pantalones mientras sonreí de medio lado. No demoro mucho en aceptar la mano que le tendía, la estrecho con suavidad y firmeza.- encantado de conocerla Srta. Alice…- si no acostumbraba a nombrar a las mujer por su apellido, para Henry era mejor hacerlo por su nombre, además ella tenía un hermoso nombre.- Soy Henry Jean, pero solo llame Henry… - levanto su mano para besarla y enseguida sonrío.- es una costumbre un poco antigua, pero costumbre al fin y al cabo. Tienes un nombre hermoso…- miro alrededor y no encontró persona alguna.- ¿Por qué andas sola?… no es bueno para una chica andar sola en los terrenos, no después de los ataques que han ocurrido en este ultimo tiempo.-

Alice miró al chico con algo de curiosidad, se divisaba en su mirar por lo que simplemente asintío a su presentación, sus ojos luego mostraron sorpresa ante el beso de aquél extraño en su mano, un gesto que los caballeros habían perdido con el tiempo; según los libros que ella leía con avidez aquél era un gesto de respeto y cortesía y eso lograba descolocarla.
Un leve sonrojo iluminó sus mejillas de color carmín delatando aún más que no estaba acostumbrada a ser valorada de aquella forma y menos por un extraño.
Retiró su mano y la coloco en sus bolsillo izquierdo solo dejando su mano derecha al descubierto para seguir acomodando su cabello detrás de su oreja.
-He de decir que no todos guardan modales hoy en día-Agrego levemente con su voz melodiosa mientras una pequeña sonrisa de cortesía asomaba en la comisura de sus labios.
¿Nombre hermoso? pero si ella pensaba que era de lo más común su otra pregunta logro hacer que se encojiera de hombros si el supiera que ella no necesitaba guardaespaldas y menos cuando se ponía furiosa pues no le diría aquello-Digamos que no soy una chica muy social, soy algo selectiva-Argumento con un asentimiento como si aquello corfirmara sus palabras y le diera solidez a su respuesta.