El mago que parecía muggle (Allie)

Estaba anocheciendo y había decidido dar un paseo por el jardín, había sacado mi pelota de futbol, mientras caminaba hacia que esta se mantenga en el aire, a cada paso le daba una patadita, los muggles le llamaban jueguito, la idea era mantener el balón en el aire, usando las piernas, este no podía tocar el suelo y la verdad se me daba bien esto, estaba llevando el balón desde el la sala común, mucho me miraban extrañados y algunas chicas hijas de muggle me felicitaban a cuando pasaba al lado de ellas.
Una ves que me sentía cómodo y que creía que podía dominar mejor el balón, comencé a golpearlo con las rodillas, de esta forma podía controlarlo aun mejor, sentí que se iba muy para atrás, asíque con el pecho la acomode y volví a golpearla con los pies, era una rutina muy común entre los futbolistas, la verdad era que cada ves que tenia un balón en mis pies, era el hombre mas feliz del mundo, después de un rayo seguía haciendo jueguito, la verdad no me cansaba y tampoco me había percatado de que había un grupo de alumnos viéndome, incluso se había formado una ronda, pero yo seguía inmerso en mis pensamientos y con el balón, me ayudaba a despejar la cabeza, mi abuelo me había enseñado todo lo que sabia sobre el futbol, en cierta forma, me enseño todo.
Luego de un rato decidí arriesgarme y hacer cosas mas difíciles, comencé con parar el balón en mi pie derecho, mientas sostenía la pierna levantada y hacia equilibrio con el mismo, luego un pequeño golpe y hacer círculos con mi pie rodeando el balón, hasta llegar abajo golpear la pelota y volver a comenzar, era muy difícil pero ya lo había echo otras veces, le di un golpe un poco mas fuerte llevando esta a mi frente, donde ise equilibrio por un rato, para luego dejarla caer por mi espalda y darle un golpe con mi talo para que vuelva a mi frente.
En verdad disfrutaba mucho jugar con el balón y si había algo que extraña del mundo muggle era poder jugar al futbol con los hijos de la gente que vivía en el viñedo.

Estaba estudiando sentada debajo de un arbol, me gustaba estudiar al aire libre por que siempre había personas haciendo ruido y eso me ayudaba a concentrarme, estaba haciendo un ensayo de pociones cuando de pronto el ruido se convirtió en algo insoportable, las personas pasaban a cada momento por mi lado, deje de lado mi libro, mis pergaminos y la pluma mirando hacia atrás. Entonce el tumulto de alumnos me hizo levantar la ceja.

Me levante de donde estaba y tome mis cosas en un segundo. Fui a paso lento a ver que pasaba, con lo curiosa que era… me adentre haciendo a un lado a los alumno y metí mi cabeza hasta el circulo. Me asombre de ver quien era. Erick con una pelota, estaba haciendo gala de sus dotes físicas, no era muy común en él… a decir verdad me sorprendió mucho que estuviera llamando la atención de esa forma, el siempre era muy reservado para sus cosas. Verlo asi me dio alegría y lo seguí con la mirada hasta que en uno de esas juegos de piernas dejo el balón en el suelo dando a entender que el show había terminado.

- quien es esta persona?..- le pregunte pasando al circulo con una grata sonrisa en mi rostro, no podía creer que era él.- pensé que no te gustaba hacer esta clase de cosas… llamar la atención..- añadí y di un paso mas cerca de él. Las personas siguieron mirando pero otros simplemente te fueron al ver como terminaba el espectáculo. Puse mi mano en su brazo.- lo haces muy bien, eres genial!..- lo halague con mucho afecto y sorpresa.-

Me sentía algo confundida con su nueva personalidad, no es que no me gustara solo que no concia esa parte de Erick, era como… estar delante de una nueva persona.

Me sentía algo perdida, donde había quedado mi amigo. Él chico que siempre estaba retraído, ese que mantenía la sonrisa hacia dentro, mucho mas desde lo de su padre. Sin embargo aquí en el patio del colegio estaba poniendo diferente. Me sonreía mientras buscaba sus ojos, pero antes siquiera de que le dijera más me tomo de la mano. Parecía que estaba mirando alrededor, fue cuando me di cuenta de las miradas de los demás, sobretodo de las miradas de las mujeres.
Solté una risa mas sonora, mientras lo seguía, me saco del circulo de personas para llevarme. Nos fuimos hacia un árbol, me gusto su elección, nos escondía perfectamente a los dos. Él se sentó en el suelo, pero entonces me quede mirando antes de tomar la misma postura. Me incline primero antes de acomodarme en el suelo, con las rodillas flexionadas mientras cruzaba los brazos. Otra ves me quede mirándolo, pero ahora que estábamos cerca me sentí feliz.

- jeje pero la llamaste, eso es bueno. Me gusto verte así… mas alegre -

Volvía a sonreír mientras inclinaba mi cabeza y dejaba caer mi cuerpo al suelo con una sonora carcajada, fue un golpecito suave para lo que había vivido otras veces. Comenzó a hablarme de nuevo, pero esta ves haciendo recuerdo de lo pasado en el tres. Mi rostro no expresaba mucho, mas que nada me dedique a escucharlo, yo no me había sentido mal con lo que paso entre nosotros, incluso me había gustado mucho… pero no sabia si era correcto.

- espera Erick…-dije después de escucharlo. Estaba siendo sincero, aunque eran frío.- no digas eso, si dices eso es como sí no hubiera sido bueno. Pero yo no veo así..- me fui corriendo hacia donde estaba él, apoye mi espalda al tronco, mientras mi cabeza seguía pendiente de mirarlo.- no quiero hacer como que nada paso Erick..- mis labios se fruncieron y mis ojos se fijaron en un punto ciego, algo que no existía entre nosotros.- la verdad… es que me gusto mucho sentirte cerca, más de lo que yo misma pesaba. Aunque puede que será mas problemático para ti que para mí si empezamos algo..- me sonreí porque la sola idea de darme la oportunidad con Erick me entusiasmaba. Me sonreí devolviéndole la vida a mis ojos.- ¿a ti te gusto?… - le pregunte con la misma sinceridad con la que él me había hablado.- porque si es así me gustaría…- me le acerque pero no tanto como para darle un beso.- probar de nuevo..- sí… era sincera, quería ver si ese beso… era significativo.-

Para las cosas no estaba muy claras, desde que Albus y yo terminamos, mi mundo se había reducido pero este verano me había servido para darme cuenta que era tan amplio que no valía la pena encerrarme en un solo aspecto.

En ese momento me paro en seco, mi corazón comenzó a latir fuerte por que pensé que iba a besarme nuevamente pero en ves de eso, las palabras salir de su boca. Lo que comenzaba a parecer una escena romántica volvió a ser una charla seria, por lo mismo los latidos de mi pecho disminuyeron y mi rostro denoto la sacada de onda, me sentí por un momento que la tierra se habría bajo mis pies.
Pase la mano algo nerviosa por mi cabello mientras mis ojos se estaban llenado de un poco de dudas, pero solo fue como aquellas nubes que se cruzan entre los rayos del sol, porque sí… yo no era la persona indicada para él, no porque no fuera lo mejor, pero él tenia sus cosas, su intimidad… y quizás no quería que estar en el ojo del huracán, baje la mirada mientras soltaba un suspiro contenido.

Levante la mirada cuando me dijo que siempre quería tenerme de amiga, yo siempre iba a ser su amiga, pasara lo que pasara, él siempre podía contar conmigo, él cariño que le tenia era un amor… diferente del que estaba despertando ahora mismo, era algo que iba mas allá de lo pasional, era algo limpio. Le sonreí mientras los labios se abrían ligeramente para dar una palabra de aliento, pero en ves de eso, mis ojos se llenaron de intensidad ante sus siguientes frases.

- no digas eso…- el tono de mi vos fue firme, casi como si estuviera haciendo un reproche, no me gusto la forma en que se llamo a si mismo.- no eres ninguna rata… y mucho menos pienses eso. Yo soy la del problema… no soy la mejor para esto. - me encogí recogiendo las piernas y mirando al vacio como antes.- yo sería tu amiga siempre, pase lo que pase entre nosotros, aunque termináramos como novios… yo aun así te seguiría queriendo como antes…- me sonreí..- no puedo decir como ahora, porque ahora creo que te quiero de otra forma… pero no puedo estar segura…- gire apenas la cabeza para verlo.- aunque me gustaría averiguarlo… no puedo forzarte.- una dulce sonrisa se formo en mis labios.-

No sabia que podía pasar entre nosotros, pero si me gustaría intentarlo, yo no pensaba en Erick como una rata, siempre lo considere alguien muy simpático y especial, mucho mas desde que tuvo que superar la muerte de su padre, porque no todos tienen que enfrentar perdidas como esas y seguir adelante con tan corta edad y solos, pero no solos completamente.

- hubiera sido lindo…- escondí la cara entre los brazos porque me estaba sonrojando.- que me besaras de nuevo… así…- seguí hablando un poco avergonzada.- jaja… bueno aun así...- levante la cara con mas relajo.- iba a pedirte que fueras conmigo al baile… pero no se quieras..-

De pronto las palabras cesaron y sobrevino un silencio, pero no fue incomodo del todo, era como esas largas pasusas que hacen los padres antes de continuar leyendo el cuento de las noches, me dio esa sensación, de expectativa ante un hecho muy importante pero no era la pausa que usaban cuando algo malo sucedía, era la pasusa con los ojos brillos, esos que te tranquilizaban y a la ves te hacían desear mas y mas. Mi rostro se mantuvo con algo de sonrojo, pero la expresión en el era de ingenuidad. Sabía que Erick no tenia intenciones de ser famoso, pero aceptémoslo, yo tendía a hacer problemas… muy nerdy podía ser y sin embargo me las arreglaba para que este carácter juguetón me jugara las cartas en contra. No quería hacerle daño, pero tampoco podía decir que no me gustaba, me gustaba… solo que no sabía si lo amaba, aunque nunca iba a poder averiguarlo si no me daban la oportunidad.

La respuesta no se tardo y para mi sorpresa fue positiva, me saco una sonrisa mas amplia. No quería ir al Baile sola, de hecho si él no aceptaba ir conmigo ya había decidió que no iría, si era con Erick podría disfrutar un poco de la velada y las miradas, no solo por ir al baile, sino por la marca que aun estaba en mi hombro. No me acordaba mucho de ella, ya que en contadas ocasiones la había visto y cuando eso pasaba las lagrimas salían a flote en mis ojos.

- en serio!..-

Dije con alegría mientras me le pegaba un poco pero nada muy insinuóso, aun estaba en mi cabeza que él no quería estar conmigo para no perderme como amiga y eso era lo mas justo. Aunque sus palabras siguieron y mi atención se volvió a enfocar en él, ya que las cosas se voltearon. Mis palabras se volvieron como una llave maestra, pudiendo abrir una parte desconocida.

Se acerco a mi y como si supera que iba a pasar, mis ojos se cerraron y pude sentir el contacto con su boca, al principio me quede helada, sintiendo que el llevaba el ritmo del beso, suave y como degustándolo, pero entonces mi boca se abrió ligeramente para hacer un poco mas pasional ese encuentro, no lo había pensado así, solo sentí la necesidad de hacerlo. Hacia tiempo que no disfrutaba un beso, este lo disfrutaba mucho, quizás por eso era que había estado pensando tanto en Erick, mi mano se fue a su mejilla acariciándola suavemente mientras me separaba para recuperar el aliento. Mis ojos azules se fijaran en su cara y mi sonrisa no se hizo esperar, lo primero que hice fue abrazarlo y dejar que la dicha recorriera mi cuerpo.

- gracias…- le dije con algo de ternura y alegría..- de verdad quería sentir esto..- ya lo sabía, me gustaba porque no me hacia sentir mal, al contrario me daban ganas de seguir besándolo y tomando su mano.- me gusta estar contigo, como amiga…- me despegue de su cuerpo.- y como algo mas… si quieres ir despacio, lo entiendo…- baje brevemente la mirada con la sonrisa aun en pegada en mis labios.- estará bien...-

Yo había evitado emociones nuevas, las que atesoraba se relacionaban con Albus, era inevitable que esto pasara porque la costumbre el cariño y el aprecio no son cosas por las cuales estés atado a una persona, eso hacer que aquel será valioso pero no indispensable. Yo misma me había negado en muchas ocasiones a citas y nuevas experiencias, pero esto se había dado de manera tan natural, como aquel furtivo encuentro de verano, debía significar algo, tanta comodidad, tanta alegría floreciendo en estallidos de colores dentro de mi mente. Sí aun creía que las personas estaban destinadas a encontrarse posteriormente a sus muertes, que las relaciones de alguna manera estaban mágicamente amarradas por vidas pasadas. Sin embargo Erick estaba quebrando ese cristal tan trasparente por el cual miraba y afirmaba mi teoría.

Tenerlo sobre mi piernas, como muchas veces hice con otro… se sentía extrañamente nuevo, diferente, la sensación y el calor de ese momento eran muy diferentes. Me sonreí mientras mis dedos enrollaron sus cabellos rizados, era divertido jugar con ellos, me hacia gracia la manera de resorte que podían adquirir. Entre tantos de esos juegos mis ojos no dejaban de brillar y mis labios de sonreí, si alguien me viera pensaría estaba loca, porque no me había mostrado tan cercana a otro chico desde mi quiebre, eso sin contar a Ben o Chris, inclusive James… porque éramos buenos amigos.

- sanación…- repetí mirándolo curiosa. Se estaba refiriendo a este momento de mimos… cubría con mis manos sus ojos, ya los tenia cerrados pero aun así me dieron ganas de hacerlo.- acaso te estoy sanando con caricias…- mi vos se hizo un poco mas divertida y menos tierna.- por que si es así podemos tener una terapia intensiva…- tenía clases de Astronomía, pero… no quería marcharme estaba pasando un buen momento. Tantas veces los otros se saltaban las clases, una ves… solo una no sería demasiado.- ¿Qué dices? - mis manos aun cubrían sus ojos.- estarás en buenas manos..-

Esa ultima palabra fue un poco mas amenazante, pero divertida. La tarde se estaba cerrando con nosotros aun detrás de ese árbol y un poco apartados de miradas curiosas, aunque tenia plena conciencia de que esto iba a ser comentado, siempre era así… hiciera o no hiciera algo, al final siempre salía envuelta en alguna polémica de la revista rosa. Aunque si pensaba que esto saldría en ella… sería bueno, para que dejaran de vincularme con Albus o James, mas por respeto a sus correspondientes novias, yo sabía lo que era tener la inseguridad de ese tipo de chicos, algo que con Erick… pensaba que no viviría, aunque sus cambios, esos que me estaban encantando podían seguir en aumento.

Mi mano derecha cubría sus ojos y la izquierda comenzó a recorrer su rostro suavemente desde lo alto de su pómulo, pasando suavemente la lleva del dedo índice sobre su piel, no hacia resistencia y con cada parte del recorrido se acercaba mas a sus labios, los cuales miraba con algo de curiosidad.

Estaba intentando que las cosas entre nosotros se dieran como hasta ahora, de forma natural y sin forzarlas. Podía comenzar a besarlo y sentirme bien conmigo misma, pero no quería hacerlo si íbamos lentos, pero mi actitud decía lo contrario. No hacia falta leer la mete para saber que deseaba un beso, pero me gusto la forma en que lo hizo, menos tierna y mas activa. Me sonroje un poco, aunque levemente y vi como se levantaba.

- vamos entonces..- confirme, ya me había decidido que iría a clases, había jugado tanto con su cabello que estaba despeinado, moví la cabeza y me apresure a pasar mi mano por su cabellos, deje que las puntas que estaban levantadas se aplastaran. - a ver si reconocemos una constelación.-

Lo dije en broma, no iba a ponerme a estudiar con él en estos momentos. Me sorprendí un poco cuando tomo mi mano, no lo hacia con todos, solo… bueno se sintió especial volver a hacerlo con alguien más parecido a un novio. Gire la cabeza para ver hacia atrás ya no quedaban muchas personas, seguro se iba a esperar la cena o las clases. Llegamos donde él menciono. Erick nunca había sido tan cariñoso y calido, me sorprendí gratamente con el corazón colmado de alegría. Como antes mi mano se fue a su rostros, pasaba como antes los dedos sobre su piel, después de eso me acerque un poco más, y puse mi brazo en su pecho para quedar cerca y sentir un poco de calor.

- no es cierto…- le dije a la comparación de mis ojos. Seguro que los viñedos eran hermosos, nunca había estado en un lugar así… tenia que ser hermoso, entre tantas formas y colores, hasta los olores en el aire debían ser dulces. Cerré los ojos sonriendo.- nunca he visto viñedos, pero imaginó que deben ser únicos.- respire profundo dejando que un poco de frío me llenara la mente, podía ver a Erick con ropas de trabajo sacando y recogiendo las uvas, una pequeña risa se me curvo los labios, algunos magos jamás llegarían a ver lo maravilloso de las cosas simples. Mis pensamientos se interrumpieron e incluso mis ojos se abrieron.- en verdad…- dije con una sincera sorpresa..- yo..- me gire quedando con el rostro al cielo, cruce mis manos sobre el pecho.- iría encantada..- gire solo el rostro a su dirección.- me gustaría ver esos viñedos contigo.. y probar algunos vinos jejeje..-

Ya el cielo iba tiñéndose de negro y como revelando los caminos las estrellas comenzaron a hacer su aparición, recordé un cuento que mi padre me contaba, en las noches de playa sin luna. Mire buscando pero no encontré la constelación, pero la encontré.

- mira… corvus..- le dije señalando con mi dedo hacia la dirección, era una de las constelaciones que te ayudaban a encontrar spica, me sonreí.- ¿sabes su historia?..- le pregunte algo curiosa, me gustaba ese cuento, era extraño porque no era feliz.

La historia de corvus me gustaba porque habían sido una de las mas contadas por mi padre, desde que fui muy pequeña la magia me acompaño, no para hacer cosas buenas, era… un pequeño huracán. Revoltosa, traviesa, pero entonces yo no era muy conciente de mis dones o de mis desastres, aunque eso me acompaño hasta pasado los cinco años cuando ya mi conciencia del bien y el mal estaban definidos.
Fue cuando mi padre intentaba calmar mis caprichos, que no eran otros que s atención, me contaba como el cuervo de Apolo se había metido en problemas y de cómo había sido castigado.

- jejeje si se trata de eso…-

Me levante sentándome, me era mas cómodo estar así. Mire al cielo, Spica era una estrella de la constelación de virgo, la mas brillante… aquella que representaba a la virgen, la madre. No me costaba mucho reconocer a las estrellas, las constelaciones y sus significados, en si las astronomía era una ciencia interesante.

- era el cuervo de Apolo, un hermoso cuervo de color blanco y brillante… Apolo le había encomendado llevarle agua en su copa..- parecía estar escuchando la vos de él en mi cabeza, repitiendo sus palabras. Me sonreí levantando el mentón y girando la cabeza, baje los ojos contemplándolo.- pero el cuervo era muy idiota y torpe, en el camino se detuvo a espera un higo… y para cubrir su demora le dijo que había sido atacado por una hidra..- me sonreí, era justamente parecido a las travesuras que hacia de niña.- pero Apolo sabia la verdad y en castigo lo clavo al cielo…- si, no era particularmente feliz… pero si me enseño muchas cosas, como a no hacer travesuras sin admitirlas.- condenado a no tener siempre sed y no poder beber de esa copa. El cuervo se volvió negro y de él descienden todos los cuervos…- me volvió a recostar al lado de él..- cuando era niña me gustaba esa historia..-

Fue lo ultimo que dije antes de que me acomodara a su lado, nuevamente pase mi mano por su pecho buscando el soporte para no dejar abrazarlo. Mi cabeza fue a reposar en su pecho, era fuerte y firme, pero aun así muy calido. Respire profundamente cerrando los ojos, habíamos hecho esto antes, no con tanta confianza no con tanta comodidad… pero si de la misma manera y se sentía diferente.

- Siempre fuiste muy calido… Erick..- frote mi rostro en su pecho de manera delicada como un animal domestico.- nunca te lo dije, pero tus manos, siempre parecían estar calidas, incluso en invierno..- cuando mis dedos estaban fríos, una ves él los tomo y calentó mis manos entre las suyas, me sonreí recordando aquel detalle tan insignificante y tan bien guardado en mi memoria.-me gustan muchos tus manos...-

No estaba pensando en nada en especifico, era difícil para mi llegar a ese estado, la mente en blanco y completamente calma. Ni siquiera cuando estaba con Albus, podía estar así de tranquila… siempre me asaltaba una duda, una constante interrogante. Si estaba conmigo o con otra persona en su mente, claro que ahora podía disfrutar muy bien de lo que era estaba pasando. Había una mezcla extraña en el aire, era húmedo, con olor del césped pero también estaba el olor que salía de las ropas de Erick, no era algo como loción o perfume, era… el olor de su cuerpo, algo que no había tomado aprecio antes. Apenas sonreí con los ojos cerrados e intentando descubrir el parecido de su aroma, quería asemejarlo a una cosa especifica así podía tenerlo para mi. Ese silencio que traía la noche era muy relajante.

Cuando Erick me hablo, entre abrí los ojos pero no levante la mirada él, quería escucharlo antes de que me perdiera en su rostro. Quería jugar, eso si que era una sorpresa, estaba cambiando… él siempre estuvo enfocado en lo que tenia que hacer, las cosas que necesitaba cumplir, pero… si quería jugar estaría bien, aunque… si empezaba a cambiar, solo quería que fuera un buen cambio. Apenas hice que mi cabeza lo mirara soltando la respiración contenida durante sus palabras. Pero no termino ahí, me gire quedando de panza en el pasto, aun cruzando el brazo por su cuerpo y apoyando el otro en para que mi cabeza reposara en él. Cuando mi padre murió, lo reemplazo mi tío, él me acompaño y me cuido, siguió la misma línea… en cambio Erick… se había quedado solo y eso nos unió un poco más. Tome la mano que estaba del otro costado, la tome con firmeza y seguridad para apretarla con la mía.

- estoy completamente segura que sería un gran cazador..- dije como si fuera un veredicto.- pero no creas que te daré ventaja o seré amable contigo en los partidos y tampoco espero que lo seas conmigo… o me voy a enojar mucho.. - era una amenaza entre mis palabras de apoyo. Él estaba mas que capacitado para el puesto, era deportista, de cosas muggles pero el talento lo llevaba en la sangre, sus reflejos y disciplina le iban a servir como carta de presentación.- sabes… creo que es la mejor idea que has tenido. Si estas en el equipo puedes ocupar tiempo haciendo algo divertido y así también podríamos…- me fui levantando mientras lo miraba con algo de travesura brillándome en los labios.- practicar juntos, pasar las tarde.. ¿ no sería divertido?..-

Me pareció que le asusto mi mirada por que sus ojos se abrieron y se le tenso la cara, si… a veces daba un poco de miedo, pero era un miedo divertido. Me tire encima de el aplastándolo.

- ajaja esta bien, no te asustes… puedes entrenar con cualquier otra persona… - dije como ofendida, pero fingida.-