Caminando nada más...(Privado Gene)

Sonreí ante sus palabras y suspiré, dejando así que el aire se escapara de mis labios. Todo lo que yo me imaginara...unas palabras que hacían volar mi imaginación. Unas palabras que en cualquier otra situación habría hecho que me lanzara a sus brazos dispuesta a pasar un buen rato, pero por alguna razón con él era diferente. No es que no quisiera, es que...quería que todo fuera más lento. Algo extraño en mí, sí, pero...No sabía qué era lo que me pasaba y ahora mismo no me iba a preocupar en descubrirlo, sólo quería disfrutar de ese momento. Y lo estaba haciendo. Sonreí ligeramente y lo miré directamente a los ojos mientras retiraba de mi cara el cabello.-Mi imaginación es muy amplia-le dije mientras ladeaba la cabeza y mordía mi labio inferior.

No pude evitar sonreír al escuchar sus palabras. ¿Presumir? ¿Por estar en mi compañía? Me acerqué más a él y acaricié su mejilla con mis dedos-Eres un cielo Jerome-le susurré al oído para después depositar un beso en su mejilla.

Sentí sus brazos rodeándome y dejé que mi cuerpo se acomodara, algo que no me costó mucho ya que realmente me sentía bien así, entre sus brazos. Estando así con él, algo inexplicable ciertamente, pero simplemente maravilloso.

Reí por sus palabras, al decir que él no había escrito el guión de la película, pero que sí que era algo egocéntrico, lo que justificó diciendo que si no se quería él ¿quién lo querría? Asentí ante lo que dijo lentamente mientras volvía a acariciar su mejilla.

Entonces él me besó de nuevo, pero esta vez era un beso más apasionado, un beso que seguí con ganas, dejando que mis manos se deslizaran por su espalda y acercando más mi cuerpo, pues por alguna razón quería estar lo más cerca posible de él. Mordí su labio inferior y lo estiré suavemente para después separarme ligeramente y sentarme en el suelo, invitándolo a sentarse a mi lado.

Escuché sus palabras y no pude evitar que una sonrisa se dibujara en mis labios. Me quedé mirándolo a los ojos mientras colocaba un mechón rebelde tras la oreja, jugando un poco antes con él. Esas palabras hubieran conseguido ruborizar a cualquier chica y la verdad...me sentía alagada. Era una sensación muy extraña, una que no podía describir.

Confusión, eso era lo que más sentía en ese momento y es que no comprendía nada de nada de lo que me estaba pasando. Mordí mi labio inferior, jugueteando un poco con él. Estaba nerviosa, algo que normalmente no me ocurría. Al sentarse a mi lado me acerqué más a él, mientras apoyaba mi mano en la suya. ¿Le dices eso a muchas?-pregunté mientras acariciaba sus dedos-¿O es que yo soy especial? ¿O las dos cosas?

Entonces dijo que creía que era de volver y recordé que nos habíamos saltado una clase. Vale, no me había olvidado, pero...pero lo que no recordaba es que yo les había dicho a mis amigas que ahora las veía y no había aparecido. Seguramente me harían un interrogatorio, puesto que me conocían muy bien y sabían que normalmente yo no me saltaba ninguna clase. Sacudí la cabeza y me levanté de golpe.

Ellas eran más peligrosas que cualquier castigo o cualquier otra cosa. Alidé mi falda que se había arrugado al sentarme y me quedé mirándolo unos segundos, sin decir ni una sola palabra. Alcé una ceja y me acerqué más a él.-¿Una estrategia para que no me castiguen? ¿Y qué pasa contigo? ¿No te preocupa que te castiguen a ti?-le pregunté sonriendo ligeramente, cerca, muy cerca de él.-¿O es que te preocupa más que yo esté bien?-sonreí ligeramente y mordí su mentón.

-Creo que tienes razón-dije-Es hora de que nos vayamos. La clase está a punto de acabar, si no es que ha terminado ya-susurré acercándome más a él, a su oído-Búscame. Con mis labios recorrí su oído, su mejilla, hasta llegar a sus labios y los volví a besar.

Sonreí ante lo que dijo. ¿De verdad creía que era especial? No pude evitar darle un pequeño beso por sus palabras, disfrutando de sus labios de forma lenta. No tenía prisa, o mejor dicho sí que la tenía, pero podía perder un par de minutos más y disfrutar de su compañía. Y es que no me quería marchar, pero tenía que hacerlo. Sonreí ligeramente y miré a mi alrededor.

Volví a girarme a mirarlo y alcé una ceja ante lo que me dijo, preocupándome realmente. Lo miré directamente a los ojos y ladeé mi cabeza. Estaba...¿preocupada? Sí, se podría decir que sí, aunque apenas lo conseguía y era algo raro. Porque es que apenas lo conocía y...suspiré y sacudí la cabeza. No podía estar pasándome eso a mí...no...¿o sí? ¿Qué era lo que me estaba pasando? No lograba comprenderlo.

Sacudí la cabeza y alejé las preguntas de mi cabeza. Ahora no tenía tiempo, aunque realmente me hubiera gustado quedarme más. Suspiré y mordí mi labio inferior. Correspondí a su beso y lo miré a los ojos. -Más te vale-le dije con una sonrisa en mis labios. Me puse de puntilla y le di un beso en la mejilla, antes de irme corriendo para llegar a mi Sala Común antes que nadie.