Algo brilla en la oscuridad

Había pasado la tarde sobrevolando el campo de quidditch, estaba agotado y su cabello aún goteaba por la ducha que había tomado para regresar al castillo en condiciones presentables. Ahora que el cuerpo comenzaba a acoplarse a la temperatura ambiente y que la adrenalina disminuía se arrepentía por no haber tomado el abrigo en lugar de su gastada túnica de diario; hace unas horas el día parecía bastante cálido para ser otoño pero a medida que el día iba muriendo las temperaturas habían bajado bruscamente.

A pesar del frío Lorcan se desvió de su camino con la esperanza de encontrar a su hermana, ella solía pasar las tardes caminando cerca del lago casi siempre en compañía de sus amigas porque al igual que él consideraba un desperdicio que por el simple hecho de que el clima no acompañara se desperdiciara un paisaje tan agradable. Pero no había rastros de ella, revisó el invernadero y los jardines pero no tuvo suerte estaba a punto de darse pro vencido y regresar al castillo cuando un destello justo donde comenzaba el Bosque Prohibido lo distrajo. Se detuvo y observó con más atención, algo parecía titilar e irse desplazando lentamente hacia el sector este, estaba seguro que ninguna criatura lo producía porque incluso a esa distancia podría haberlo vislumbrando así que avanzó con rapidez hacia el lugar antes que aquello desapareciera.

Paró su caminar aún con la escoba en la mano unos metros del sitio donde había visto desaparecer aquel extraño resplandor pero a simple vista no había nadie allí excepto él mismo.

Era un día demasiado raro, en el departamento habian salido algunas cosas de una manera un tanto inesperadas y esto habia ocasionado que desde muy temprano salieramos a tomarnos el día libre, por mi parte no tenía pensado en realizar algo, así que de principio me dirigia a la casa en busca de alguna cosa que me pareciera interesante y realizarla... Iba camino a casa cuando había recordado que tenía mucho tiempo y no practicaba algunos conjuros, pero inmediatamente se vino a abajo ese pensamiento ya que no había un lugar disponible para realizar mi magia oscura.

No pasó mucho tiempo para que se me metiera a la cabeza la idea de ir al bosque prohibido, era un día entre semana, lo que quería decir que no habría gente y por los estudiantes no tendría que preocuparme ya que nunca iban a esos lugares al menos que fuera algo de suma urgencia. Así de esta forma emprendí mi recorrido hacia el bosque, pensando en la serie de conjuros que podía realizar... era demasiado temprano así que supongo que me daría tiempo de practicarlos casi todos sino es que todos...

Una vez llegado al bosque empezé a realizar todo tipo de conjuro que recordaba, desde el mas sencillo hasta los mas avanzados, eran demasiados, tantos que en 3 rondas ya se me habían pasado algunas horas de solo estar agitando la varita y estar maltratando a los arboles. Uno de mis conjuros hizo que saliera una luz demasiado brillosa, tan brillosa como si se tratase de alguna estrella, enseguida lo detuve y espere un momento, ya que podría haber llamado la atención de alguien... aunque viendolo de otra menera, podría ser interesante el hecho de que alguien llegara por el resplandor, quizas y podría utilizar una vez mas "Fidelius"...

Me quedé a mitad del bosque completamente parado, en espera de ver si realmente habia ocasionado algo interesante, voltié a ver cielo y me pareció ver a alguien... supongo y solamente era parte de mi imaginación, en ocasiones no solia comportar mis deseos y supongo que esto mismo había ocasionado tal visión...

No se escuchaba sonido alguno ¿Era posible que su vista le hubiera jugado una mala pasada? No era probable, si sólo hubiera visto algo brillar a los lejos... ¡Pero lo había visto moverse! Y él no estaba loco a pesar de lo que dijeran de su familia. Dio un par de pasos más en dirección al bosque pero no se adentró, sea lo que fuera no deseaba correr riesgos innecesarios.

- ¡¿Hay alguien ahí?! - gritó sabiendo lo improbable que era que alguien le contestara si estaba ocultándose. Pero no había razones para que un estudiante se escondiera en el Bosque Prohibido, a menos claro que no se tratara de un estudiante.

La idea lo alertó de inmediato, no había pensado en esa posibilidad antes, aferró con más fuerza su escoba y con la mano libre tanteó sus ropas hasta que encontró la varita. Tal y como estaban las cosas tenía dos posibilidades, ir en busca de algún profesor y traerlo con la gran posibilidad de quedar como un exagerado y que no fuera nada de que preocuparse o arriesgarse y descubrir por sus propios medios que era aquello que había llamado su atención. Sin duda la segunda opción sonaba más tentadora por la adrenalina que implicaba así que avanzó con cuidado hacia el frente.

A pesar de que los árboles eran bastante jóvenes en la orilla del bosque su tupido follaje no dejaba que se pudiera ver nada más allá de unos cuantos metros. Quizás se había equivocado en su primera conjetura y un animal fuera el causante de ese brillo, no conocía ninguna especie tan pequeña como para no poder ser vista con facilidad y que tuviera o pudiera producir una luz tan potente pero debía reconocer que no estaba ni cerca de conocer a todos los animales del mundo mágico. En tal caso era mejor descartar esa posibilidad cuanto antes para evitar molestarlo en su hábitat y solo había una manera sencilla.

Al parecer no había sido mi imaginación y efectivamente alguien se encontraba merodeando los alrededores, pero no estaba en tierra o al menos eso parecía, ajité mi varita y dije en voz alta -Empuje!- . Despues de haber escuchado una voz preguntando por alguien, que acaso buscaba morir? lo mejor habría sido que se hubiera largado, pero al parecer no fué así. Si había alguien en su escoba supongo que se iba a dar un buen golpe de lo contrario no pasaría nada. Este pequeño hecho estaba haciendo que me emocionara, aunque quizás tambien se trataba de un mortifago, no tenía la exactitud de quien era pero siempre estaba de mas que uno siempre tuviera trucos esconcidos bajo la maga. Si se encontraba en tierra supongo y no tardaría mucho en hacer su pequeña aparición...

No me moví de lugar de origen, esperando a escuchar si algo había pasado despues de conjurar mi pequeño hechizo y efectivamente... al poco tiempo escuché como algo cayó exclamando inmediatamente -Mala idea!- Supongo que lo unico que me restaba era esperar a ver si realmente hacía su aparición o simplemente se marcharía...

Este pequeño hecho estaba haciendo que me emocionara considerablemente, así que segí con otro conjuro para llamar mas la atención, tenía tantas ganas de que algo o alguien hiciera una aparacición -Lumus!- Provocando de esta forma nuevamente un gran esplandor, era evidente que si alguien estaba a los alrededores lo notaría inmediatamente y tambien me notaría, aunque no tenía ningun objetivo de esconderme sino era todo lo contrario... quería que esto se volviera divertido y comenzara la acción...